Todos los libros, el libro

Todos los libros, el libro

Se presentó en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales el Vocabulario crítico de las Ciencias de la Comunicación, un volumen que reúne escritos de 139 académicos, docentes y periodistas de la Carrera de Ciencias de la Comunicación que funciona como un caleidoscopio en el que se despliegan conceptos, lenguajes, géneros, soportes, identidades y tantos asuntos más.

Es semana de elecciones en la Facultad de Ciencias Sociales y el movimiento ya normalmente ajetreado de las tardes se convierte en frenético. En la entrada te reciben militantes con remeras de distintos colores para entregarte una colección de folletos de promesas de un mundo mejor; para luchar contra el FMI y también lograr tener papel en el baño de la facu –ambos difíciles de lograr–. En la calle, la bicisenda está bloqueda por una parrilla improvisada donde marchan chorizos y hamburguesas a precio amigo. La plaza seca o conversodromo Nicolás Casullo –su nombre oficial– aloja a un grupo de jóvenes que bailan al ritmo de una cantante que no se sabe si desafina por la calidad del audio o por falta de talento. Los pasillos colapsados alojan a amigos y compañeros de cursada, que se saludan con entusiasmo y charlan sobre las materias. La corriente hormigueante de los alumnos para entrar a las aulas te arrasta hasta el corazón del edificio: el auditorio. Esta imponente sala amarilla, alojó el miércoles 28 de agosto la segunda presentación de Vocabulario crítico de las Ciencias de la Comunicación, una especie de diccionario de conceptos clave del área donde colaboraron académicos y académicas emblemáticas

Vocabulario…, que fue presentado por primera vez en la Feria del Libro en mayo de este año, es un exitoso intento de darle voz a la comunidad de las Ciencias de la Comunicación. Los coordinadores del volumen, el vicedecano de Ciencias Sociales Diego de Charras, la directora de la Carrera de Ciencias de la Comunicación Larisa Kejval y la profesora Silvia Hernández, nuclearon a 139 autores, eminencias de la comunicación, para armar una publicación tan novedosa como necesaria: 114 entradas que comprenden un amplio abanico de temas relacionados con la comunicación, desde los vínculos entre sociedad, medios y tecnología a los lenguajes y las significaciones, pasando por las relaciones entre procesos culturales, identidades, política y economía.

Esta segunda presentación se propuso hacer foco no tanto en la forma en la que se compiló el libro, sino en presentar algunas de las lecturas que surgieron de él, y de ahí el nombre del evento: “Lecturas del Vocabulario, memorias de la carrera”. En el panel participaron seis de los colaboradores: Christian Ferrer, Santiago Gándara, Alejandro Kaufman, Stella Martini, Jose Luis Petris y Silvia Hernández (estos últimos dos en representación de Oscar Steimberg y Mónica Petracci, respectivamente).

Sumados a las personalidades del panel, Damián Loretti, Ricardo Forster, Washington Uranga, Pablo Alabarces, Sandra Carli, Marita Soto y María Rosa del Coto son otros de los prestigiosos nombres de los investigadores que participaron como autores.

Kejval dirigió el evento y afirmó que esta presentación pretendía ser “doméstica, como en casa”. Rescató también el rasgo plural de Vocabulario…, que convivan en él diferentes posturas y corrientes de pensamiento, sin una bajada global. Como si fuera una foto de la actualidad de esta particular área de conocimiento; con sus contradicciones, avances y problemáticas actuales que la atraviesan, desde lo social y lo económico hasta lo estatal. Siguiendo a Kejval en la apertura de la charla, el sistema universitario se encuentra en crisis y las conversaciones que se dan reflejan ese impacto. Las ciencias no son herméticas a lo que pasa en lo social y el libro, en su interior y como acto político, da cuenta de eso.

«El Vocabulario…es un albergue transitorio para la pasión por el saber. Esta pasión es mucho más fuerte que el sexo y más duradera, es lo que nos nuclea a todos acá, lo que hace que un estudiante pase horas estudiando para un final”, cerró Ferrer en tono jocoso y despertando risas en el público.

Christian Ferrer, sociólogo, ensayista y profesor, afirmó en el panel: “El libro es algo excepcional. Es difícil lograr que estén todos juntos a pesar de las diferentes corrientes epistemológicas y los egos. Generalmente las cátedras son como islas y es difícil armar comunidad. Eso es motivo de celebración”. En este sentido, el académico puso énfasis en la necesidad de proyectos de diccionarios que estén “en movimiento”, que abran a debate y no que busquen definiciones definitivas: “Todo diccionario es provisorio”, dijo. De esta manera los conceptos están vivos en cuanto y en tanto son discutidos en clase, en el espacio del aula. Vocabulario…“es un albergue transitorio para la pasión por el saber. Esta pasión es mucho más fuerte que el sexo y más duradera, es lo que nos nuclea a todos acá, lo que hace que un estudiante pase horas estudiando para un final”, cerró Ferrer en tono jocoso y despertando risas en el público.

Stella Martini, doctora en Ciencias Sociales y profesora en la carrera de Ciencias de la Comunicación, hizo énfasis en la decisión de nombrarlo «Vocabulario crítico» y no «diccionario técnico”. Siguiendo a Martini, “el Vocabulario…es un rompecabezas, es más abierto y menos impositivo”. A diferencia de un diccionario, que es un sistema cerrado, Vocabulario crítico remite más a términos de uso en el ámbito de una comunidad hablante y que además se entiende a sí misma como crítica.

En un tono más emotivo, la investigadora declaró que el compilado “hila una tradición de la facultad, de los compañeros contemporáneos, pero también de los que estuvieron en la fundación de la carrera hace más de 35 años; como Nicolás Casullo, Sergio Caletti o Margarita Graziano, entre otros”.

Por su parte Santiago Gándara, licenciado en Comunicación, docente de la Universidad de Buenos Aires y referente del sindicato docente AGD-UBA, dedicó tiempo de su discurso para explicar que el proyecto consolida intentos anteriores de unificar ciertos conceptos. “Todos hemos pensado alguna vez en la elaboración de un diccionario, hubo intentos de algunas cátedras que procuraron llevar adelante ese proyecto hacia el interior de la cursada, pero que finalmente terminaron decayendo”. En su mirada, Vocabulario… es la materialización de una idea que flotaba en el aire, que estaba presente en algunas cátedras y profesores. “Celebramos la iniciativa de una recopilación general”, cerró Gándara.

Por último Alejandro Kaufman, profesor universitario, crítico cultural y ensayista, remarcó la posición política que ocupa el libro. “Pensando en la estatalidad, Vocabulario… es un acto de gobierno”, manifestó. Corriéndose de las definiciones exclusivamente administrativas que circulan hoy en día sobre lo estatal, la posibilidad de un libro así pone de manifiesto una gestión de la facultad donde “el saber tiene un lugar indiscutido. Es un acto de gobierno universitario, es un acto de saber más allá de lo administrativo”, concluyó Kaufman.

Vocabulario… no se limita a ser un documento estático, sino que se propone como una obra en constante movimiento, abierta al debate y a la reflexión continua. Es, en esencia, un puente entre las diferentes generaciones de comunicadores, uniendo a los fundadores de la carrera con quienes hoy se forman en sus aulas, y asegurando que el conocimiento siga siendo una herramienta viva y dinámica, adaptada a los tiempos que corren.

Huvaití reconoció la labor de ANCCOM

Huvaití reconoció la labor de ANCCOM

La cooperativa de comunicación distinguió a cuatro medios por su labor de difusión de los trabajos de cooperativas y economías solidarias.

“No da lo mismo comprar en un hipermercado de una multinacional un producto ultraprocesado o realizado con agrotóxicos que comprar uno en un almacén cooperativo como este, donde no hay trabajo esclavo, donde los trabajadores reciben una retribución digna, donde el producto está cuidado en su manera de elaboración y en sus componentes. Y eso hay que visibilizarlo desde los medios de comunicación para que la sociedad lo conozca y lo pueda asumir como una actitud militante”, dirá en unos minutos Diego Rosemberg, el editor general de ANCCOM. En lo alto de una pared blanca, unas letras negras pintadas a mano dicen “Otra forma de producir, otra forma de consumir”. Es lo primero que se lee al entrar al almacén “Alimentos cooperativos” que está sobre Moreno al 900. El letrero está rodeado de estanterías llenas de frutas y huevos. 

Frente a ellas hay un mostrador largo de madera y, detrás de él, dos mujeres jóvenes que se ríen como si compartieran un secreto que es gracioso solamente para ellas, como si se tratara de un código común, único e irrepetible. Son las vendedoras, que dicen “Hola” sin que se les borre la sonrisa de la cara. ¿De qué son los alfajores que están acá? “Los de envoltorio verde son de membrillo, los de plateado son de dulce de leche”, responde una de ellas. Ambos tienen el mismo sticker: “Boca Calle. Proyecto 7”. Son alfajores originados en una organización social (Proyecto 7), que reúne a personas en situación de calle. “Los de chocolate blanco con dulce de leche son lo más”, recomienda la vendedora. 

Frente a la heladera para productos congelados hay una ronda de sillas negras y una mesa de madera con cuatro galardones, que también son de madera. Uno de ellos dice “Huvaití Comunicación reconoce a ANCCOM por su labor en la comunicación de la economía solidaria. Junio de 2024”, con algunas letras en relieve. Hay otros tres, porque además de la Agencia de Noticias de Ciencias de la Comunicación fueron reconocidos Radio Ahijuna, El Eslabón y Radio La Lechuza

“Huvaití como cooperativa de comunicadores trabaja con muchos espacios de la economía social y en determinado momento generamos esta alianza con Alimentos Cooperativos, con CECOPAF, para que este almacén sea un espacio de visibilidad, pero también una experiencia conjunta entre comunicadores y promotores de la economía social”, dice Washington Uranga, integrante de la cooperativa Huvaití, en tono de celebración. 

«Quisimos contruir una experiencia que una a la comunicación con la economía solidaria», dijo Washington Uranga, integrante de Huvaití.

Entre el público se encuentra la periodista Luisa Valmaggia, quien había recibido un reconocimiento de Huvaití Comunicación en 2023 por su labor en Radio Nacional y Radio Cooperativa. Además está Eduardo Amorín de la Agencia de Noticias Solidarias, quien también había recibido un galardón el año pasado. Ahora habla Pedro Cerviño, el presidente de CECOPAF. Las siglas hacen referencia al Centro de Comercialización de Productos de Agricultura Familiar. “Nos pareció una buena iniciativa y una buena experiencia, no muy común, la de unir los esfuerzos de una cooperativa de comunicación con una de comercialización de productos de agricultura familiar y de la economía social”, dice. 

Resulta que “Huvaití” significa “salir al encuentro” en guaraní. De ahí que Huvaití Comunicación es una cooperativa que nació en Buenos Aires en 2014 que se dedica a la comunicación y el desarrollo de la economía social y la cultura popular. Forman parte de ella docentes, investigadores y especialistas en comunicación para la economía social, solidaria y cooperativa, la comunicación institucional, la comunicación estratégica, la comunicación para las organizaciones sociales y el periodismo. Desde hace dos años empezó a dar un reconocimiento anual a quienes, desde el campo de la comunicación, dan a conocer las acciones de la economía social y solidaria. Este año el reconocimiento es para los cuatro que aparecen nombrados en los galardones hechos en madera. 

El primero lo entrega Valmaggia a Pablo Martínez de Radio Ahijuna, que tiene su sede en Quilmes, Buenos Aires. Martínez cuenta, entre otras cosas, que en agosto la radio va a cumplir veinte años de trabajo. En el ínterin, Uranga cuenta que el galardón de madera “es de Pablo Goy, un artista de Carmen de Patagones, que es el mismo que viene haciendo el trabajo todos los años”. Una vez que el reconocimiento pasa a manos de Loreley Cavieres, también de Radio Ahijuna, Martínez dice: “Queríamos agradecer el reconocimiento, aparte es hermoso y lindo. Se lo queríamos dedicar a una compañera que perdimos el año pasado, que fue la que más nos enseñó sobre economía social y solidaria, así que el premio será para Mariana Zapata”. 

La periodista Luisa Valmaggia entregó la distinción a Radio Ahijuna.

De manera virtual, a través de una videollamada, también está presente Santiago Garat de El Eslabón, un periódico semanal hecho en Rosario, Santa Fe, por la cooperativa La Masa. “Quiero agradecer a Huvaití por este reconocimiento —dice—, por su calidad y carácter, que tiene que ver con la comunicación de la economía solidaria y social, que es algo que siempre hemos tratado de acompañar y en este contexto cobra más valor que nunca, en tiempos en los que el periodismo está tan bastardeado y tan precarizado”. 

Ahora es el turno de Mónica Knopoff, quien en representación de Radio La Lechuza, de San Juan, recibe simbólicamente el reconocimiento, ya que está en su provincia. Ella cuenta que la radio está en una zona rural y que ya cumple catorce años. “Estamos para comunicar, para involucrarnos, para apoyarnos entre todos”, dice. 

Finalmente es el turno de ANCCOM, que recibirá el reconocimiento representada por Rosemberg. Amorín es quien le entrega el galardón. “Agradecer, antes que nada, a los estudiantes de la carrera de Comunicación porque el cien por ciento de nuestro contenido lo elaboran ellos —aclara Rosemberg—. Si nos están distinguiendo por lo que nosotros publicamos, en realidad tendrían que estar ellos acá recibiendo la distinción”. Por modestia, no se atreve a decir que detrás de las producciones periodísticas hay un gran trabajo de los editores también. Pero el público presente es un público comunicador y lo sabe. El aplauso que se escucha ahora es para todos: los presentes y los virtuales. 

En una charla con esta agencia, Cerviño hace un balance del encuentro y dice que “estamos tratando de imponer un paradigma distinto al que se está imponiendo en la sociedad desde el poder político y económico. Vamos a contracultura de eso con un poder de base social, con la gente que produce, que trabaja, que somos capaces de tener relaciones solidarias”. 

Mientras saborea el vino tinto que Huvaití convidó, Cavieres cuenta que hace ya bastante tiempo forma parte de Radio Ahijuna y que desde hace poco está en el Consejo de Administración, que gestiona la cooperativa. También dice que el reconocimiento la pone contenta. “Y es mejor cuando te lo dan los pares —opina—, porque a veces te lo da gente que nunca te vio ni sabe quién sos”. A todo esto, ¿quién era Mariana Zapata? “Ella falleció el año pasado de una enfermedad. Nos enseñó a militar la economía social”. ¿Qué es, qué implica? “Detrás de estos productos hay personas que saben lo que hacen y no son una máquina que hace quinientas cosas iguales, sino que cada producto que uno se lleva tiene esa cuota extra de amor, de saber histórico y ancestral”. 

ANCCOM fue reconocida por su aporte a la difusión de la economía solidaria.

Laura Rodríguez, amiga de la cocinera de Huvaití, sostiene que el encuentro “me sorprendió, me pareció muy cálido. Me quedé con la gratificación de escuchar cosas que son necesarias para seguir pensando”. En un arrebato de entusiasmo dice “me quedé con ganas de un debate final, porque pensaba en la importancia que tiene que podamos participar del sostenimiento de los medios comunitarios. No es lo mismo escuchar como consumidor que escuchar siendo parte. Eso me hubiera gustado charlarlo”. 

Detrás de Rosemberg hay una pared blanca que tiene escritas estas palabras en color negro: “Comunicación para otra economía”. ¿Por qué es importante comunicar la economía social y solidaria? “Porque es un sector invisibilizado —dice Rosemberg—, dado que los medios grandes no alumbran su trabajo, que es importante no sólo por una contribución a la economía del país sino porque es una actividad que construye otra manera de vincularse y otros valores, muy distintos a los del mercado comercial”. 

La casa con parlantes cumple 35 años

La casa con parlantes cumple 35 años

Fundada por un grupo de estudiantes de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, FM La Tribu celebra su aniversario en el barrio de Almagro. «Lo lindo de nuestra radio es la construcción colectiva», subrayan.

La radio comunitaria FM La Tribu surgió a fines de los años ochenta, en un contexto socioeconómico y político complicado debido a la hiperinflación, en un departamento de tres ambientes en el piso 13 de un edificio de Gascón y Sarmiento. La emisora fue fundada por un grupo de estudiantes de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, en su mayoría militantes del Partido Comunista, con la excusa de realizar un taller de radio. Por entonces, las radios comunitarias aún no eran “legales”. Recién en 2009, cuando se aprobó la Ley N° 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, la comunicación comunitaria deja de ser clandestina y pasó a ser reconocida por la legislación.

Desde sus inicios, La Tribu se propuso contar otras historias y ser un proyecto comunicacional que dispute el sentido y construya un modo de decir distinto al conocido. En esta radio se abordan problemáticas territoriales, tanto del barrio como de la ciudad de Buenos Aires e incluso desde una perspectiva federal, reflejando lo que no muestran los medios hegemónicos. Este colectivo no considera a su audiencia como “oyentes” sino como “radioparticipantes”, ya que forman parte de la construcción discursiva de la emisora, es decir que la radio busca interpelar a las personas en tanto ciudadanía activa.

“Lo más lindo que tiene La Tribu es la construcción colectiva. No sólo para hacer un programa de radio se necesitan varias personas, sino para construir este colectivo que tiene talleres, un bar, capacitaciones, un montón de cuestiones que sobrepasan a la radio. Los vínculos que se crean en La Tribu son muy fuertes. Aprender, nunca dejar de preguntarnos cosas, de cuestionar, y la creatividad al hacer cosas que, por ahí en colectivo van más lentas, pero tienen una base mucho más sólida”, afirma en diálogo con ANCCOM Paula Lorenzo, participante de La Tribu.

Lorenzo es parte del programa Charco de Arena e ingresó en el colectivo en los años noventa, mientras estudiaba la Carrera de Ciencias de la Comunicación en la UBA, y sigue hasta hoy. “La Tribu es parte de mi vida. Significa mucho. Fue mi paso hacia la militancia política y social. Gracias a hacer radio comunitaria comencé a relacionarme con un montón de gente, organizaciones, luchas. Si hoy soy quien soy, mucho tiene que ver el colectivo. Lo que rescato es luchar por construir otros mundos posibles”, expresa.

La Tribu reexiste y resiste porque es un sonido y un colectivo que está vivo y que sigue luchando e insistiendo por el derecho a la comunicación. Atravesó gobiernos de todos los colores políticos, inestabilidades como en el 2001 y sucesivos ajustes. “La principal militancia que nunca dejé fue la lucha por el derecho a la comunicación, por una pluralidad de voces, por construir otros relatos, contar otras historias que no se cuentan en los medios hegemónicos e involucrarse en las luchas del pueblo”, agrega Lorenzo.

La Tribu festeja su cumpleaños colectivo este sábado 29 de junio a partir de las 15 con un festival en la calle en su casa de Lambaré 873 (Almagro).Habrá bandas y artistas en vivo: Asterisco el payaso, La Chilinga, Murga la Redoblona, Club Artístico Libertad, Shitstem, Villa Diamante & CH Respira y unx artista sorpresa.

“Invitaría a todas las personas que también creen en la comunicación comunitaria a que nos acompañen. En este momento de crisis y de tanta fragmentación, propiciar este festival en la calle, junto a artistas, organizaciones, va a ser un lindo momento para compartir. Hay que apoyar a los proyectos comunitarios porque nos dan otras miradas e informaciones para armar la propia y tener una actitud crítica. Tenemos que celebrar estos 35 años al aire con alegría, más allá de todo lo que nos está pasando”, concluye Lorenzo.

«El enemigo no duda que la comunicación es un sector estratégico»

«El enemigo no duda que la comunicación es un sector estratégico»

La ciudad de Santa Fe acogió este fin de semana el Encuentro Federal de Medios Digitales. Referentes de más de 50 medios autogestivos y cooperativos, ANCCOM entre ellos, participaron de paneles y debates. Unánime preocupación ante el panorama que impone el actual gobierno.

“Lo más importante aquí es que nos podamos encontrar con comunicadores atravesados por los valores y los principios del cooperativismo”, afirmó el secretario de Cooperativismo, Mutualismo y Emprendedurismo del Gobierno de la Provincia de Santa Fe, Gonzalo Toselli, quien destacó la importancia del Encuentro Federal de Medios Digitales en un distrito que es cuna del cooperativismo y el mutualismo a nivel nacional y subrayó la necesidad de pluralidad de voces independientes y federales.

Por su parte, Nancy Ruíz Díaz, como parte del Instituto de Promoción de Cooperativas y Mutualidades de Entre Ríos, enfatizó la importancia de visibilizar la realidad de los territorios, especialmente para su provincia: “Este espacio donde circula la palabra y donde podemos escucharnos, nos ayuda para que podamos tener las mejores alternativas para todo el sector”, expresó.

También asistió al encuentro, realizado en el Cine Auditorio de ATE local, el presidente del Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo bonaerense, Gildo Onorato, quien reflexionó acerca de los cambios globales ocurridos en los últimos años y se refirió al impacto de las plataformas digitales en las identidades comunitarias. “Los likes, las reproducciones y las visualizaciones marcan no solamente el negocio en dólares de las grandes transnacionales, sino sobre todo el desmembramiento de nuestras identidades comunitarias”, sostuvo.

En otro panel, dedicado a experiencias gremiales, Edgardo Carmona, miembro del Sindicato de Prensa de Rosario, reconoció los problemas que presenta el cooperativismo para algunos sindicatos, pero vaticinó que aquel no es algo alternativo, por el contrario, “es el futuro de la comunicación”. Cintia Mignone, de la Asociación de Prensa Santa Fe, detalló las dificultades de sindicalizar a los trabajadores de prensa e invitó a hacerlo.

La periodista Martina Noailles, del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), alertó sobre el avance del Gobierno de Javier Milei contra la libertad de expresión y la represión a la prensa. “Busca avanzar sobre el derecho a la información”, afirmó. A su turno, Mariana Mandakovic, del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Cordoba (Cispren), opinó que la lucha por la comunicación es una pelea de clase: “El enemigo no duda que la comunicación es un sector estratégico, lo demuestra Milei destruyendo los medios públicos”, dijo.

Juan Pascual, del portal Pausa, de Santa Fe, resaltó las dificultades de los medios autogestivos en relación con el Estado debido a la falta de un propietario único, lo que complica la negociación de la pauta publicitaria. En tanto que Gisel Carranza, periodista de La Mecha, de San Juan, compartió la lenta pero significativa experiencia de impulsar el gremio de prensa en su provincia, justamente debido al carácter autogestivo de su medio.

En la última mesa del Encuentro participaron Fabiana Cruz, integrante del medio tucumano La Palta; Alejandro Britos, docente de radio y periodismo en un instituto santafesino –quien advirtió sobre el impacto negativo del dominio publicitario de Meta y Google–; Leandro Fridman, especialista en tecnologías de la información de la Universidad Nacional del Litoral, quien lamentó la falta de formación en emprendedurismo en el ámbito periodístico, y Aixa Boeykens, decana de la Universidad Nacional de Entre Ríos, quien remarcó que la comunicación es un bien público y un derecho central.

El segundo día del encuentro, en la sede de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe), se realizó una reunión plenaria para discutir la articulación de los contenidos periodísticos, como así también las relaciones con distintas entidades sindicales y académicas, y las distintas modalidades para la sustentabilidad.

En diálogo con ANCCOM, Gabriela Filereto y Federica Kessler, periodistas de Periódicas, destacaron la importancia de ser anfitrionas del encuentro nacional de la Red de Medios Digitales con perspectiva de género. “Recibir a medios cooperativos y digitales de todos lados del país es sumamente importante para Periódicas, porque es el único medio de la ciudad que tiene perspectiva de género”,precisó Filereto, mientras que Kessler concluyó: “Es un reconocimiento muy copado, más en una provincia que es conservadora”.

Un Día del Periodista con poco para celebrar

Un Día del Periodista con poco para celebrar

En la puerta de Télam, diversas organizaciones vinculadas al campo de la comunicación conmemoraron el Día del Periodista en un contexto adverso: el desguace de los medios públicos, las agresiones a los reporteros y la precarización laboral: el 76% de los trabajadores de prensa recibe un salario por debajo de la línea de pobreza.

Las puertas aún valladas de la agencia Télam fueron el escenario del acto en conmemoración por el Día del Periodista convocado por trabajadores y trabajadoras de la agencia de noticias pública, y también por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren), la Federación Internacional de Periodistas, Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra), Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios, Periodistas Argentinas, la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, la Red de Carreras de Comunicación Social y Periodismo, la Federación Argentina de Carreras de Comunicación Social (Fadeccos) y el Frente Cultural Federal. 

Cada 7 de junio se celebra el Día del Periodista en Argentina en conmemoración a la edición inaugural del primer diario patrio, La Gaceta, creado por Mariano Moreno ese día de 1810. Más de doscientos años después, la celebración parece haber quedado a un lado para dar paso a un grito de reclamos por la difícil situación en que se encuentra el oficio. “Es un momento de denuncia, más que de celebración, nos reunimos todos acá para denunciar que está en riesgo nuestra libertad de expresión y los medios públicos”, afirmó Jazmín Guzmán, delegada de Télam e integrante de SiPreBA.

Bajo la consigna “Día del Periodista sin libertad de expresión”, el acto fue conducido por los periodistas Ariel Zak y Gabriela Radice, quienes a lo largo de la hora y media que duró el encuentro, fueron cediendo la palabra a distintas personas que subieron al escenario y reafirmaron no solo la importancia del rol de los periodistas, sino también la necesidad de luchar en las calles contra las políticas llevadas a cabo por el presidente Javier Milei.

Acompañados por dirigentes de movimientos populares, gremiales, de la CTA, la UTEP y del Frente de Izquierda, tomaron la palabra, en primer lugar, trabajadores y trabajadoras de Télam, reclamando por su situación laboral, aún incierta. Luego subieron al escenario trabajadores de medios populares para visibilizar una parte del área que aún corre por detrás de muchos otros y representantes de la Universidad de Buenos Aires; el vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales, Diego de Charras, y la directora de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, Larisa Kejval, en representación de las carreras de Comunicación y Periodismo del país. Más tarde, se hicieron presentes Mario “Paco” Manrique, diputado nacional y secretario adjunto de SMATA, junto a Hugo Yasky, diputado nacional y líder de la CTA de los Trabajadores, quienes extendieron los saludos de Pablo Moyano, que no pudo llegar al acto. Ambos hicieron hincapié en la lucha en las calles y criticaron las medidas llevadas a cabo por Milei.

Luego se leyó una solicitada, firmada por más de 2000 periodistas, donde se afirmó asistir “a uno de los peores momentos para el ejercicio de la libertad de expresión de los últimos 40 años de democracia”. También se reclamó por la ausencia de trabajadores de prensa en eventos de interés público, tales como la asunción presidencial sin reporteros gráficos o la jura de ministros sin acreditados, la represión en coberturas de noticias, con varios fotógrafos y camarógrafos heridos, la eliminación de la pauta oficial y la parálisis del Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (Fomeca). 

Además, denunciaron una política declarada de destrucción de los medios públicos, materializada en el intento de cierre de Télam y la baja de los sitios web y de redes sociales de Radio Nacional, TV Pública y Contenidos Públicos S.E. 

Para finalizar, decenas de reporteros gráficos subieron al escenario y realizaron un “camarazo”, levantando sus cámaras de fotos como elemento simbólico de esta lucha. Todo fue acompañado por una batucada de músicos que lideraba los cánticos contra el gobierno de Javier Milei, en defensa de la soberanía y la patria. “En lo que va del año, tenemos varios fotógrafos heridos en manos de la policía solo por portar una cámara. No podemos permitir que eso suceda porque es prohibir el derecho a la libertad de prensa”, declaró Julio Mancini, reportero gráfico y parte de Argra.

Números

Como todos los años, SiPreBA realiza una encuesta y un relevamiento socioeconómico anual sobre el trabajo en prensa en el AMBA. Estos datos fueron anunciados en vísperas de un nuevo Día del Periodista y los números reflejan una situación alarmante, nunca antes vista en los últimos 41 años. El 76% de los trabajadores y trabajadoras cuentan actualmente con un sueldo por debajo de la canasta básica. El 52% necesita de dos trabajos para subsistir, mientras que el 21% necesita de tres o más. De todos ellos, el 61% aún con la suma de todos sus trabajos, percibe un sueldo por debajo de la línea de pobreza.

En cuanto al trabajo freelance, el 40% no tuvo recomposición salarial en los últimos seis meses, el 78% percibe sueldos por debajo de la canasta básica y el 74% cuenta con otros trabajos fuera de prensa. La situación de los medios comunitarios, alternativos y populares no dista mucho; la mitad de ellos necesita de otro empleo por fuera del gremio para poder vivir, mientras que el 31% afirma que sus ingresos han bajado en este último año. 

 Si desglosamos aún más la situación, solo el 38% de quienes trabajan en prensa en el AMBA son mujeres y disidencias, 51% de esas mujeres dedica más de 6 horas por día a cuidados, lo cual afecta su desempeño laboral. Por el contrario, sólo a un 25% de los varones les lleva ese tiempo.

En cuanto a los más jóvenes, 96% de los menores de 30 años asegura cobrar salarios por debajo de la línea de pobreza y el 38% debe trabajar bajo condiciones precarias.

Por último, de los más de 1000 trabajadores y trabajadoras de medios, privados, públicos y autogestivos, tanto de prensa escrita, como oral y televisada, que fueron entrevistados para este relevamiento, el 78% asegura que la libertad de expresión empeoró desde el gobierno de Javier Milei, 22,5% de ellos fue agredido por ser periodista, el 76% sufrió un ataque virtual y el 22% recibió agresiones o amenazas de parte de fuerzas de seguridad. A raíz de esto, Mancini indicó a ANCCOM: “En 30 años que soy reportero gráfico, nunca viví un momento donde se ataque tanto la libertad de expresión. Ni siquiera en el estallido del 2001. Ahora ven una cámara de fotos y te disparan”.

Télam resiste

El acampe de trabajadores y trabajadoras de Télam, en las puertas de la agencia, fue el lugar de encuentro para este acto. Claro que no fue elegido al azar, sino más bien como una muestra simbólica de esta lucha que llevan a cabo cientos de trabajadores de prensa que no solo ven en peligro su situación económica, sino también su derecho a ejercer la libertad de expresión y su rol como periodistas y comunicadores.

El 1 de marzo, durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, el presidente Javier Milei anunció el cierre de la agencia de noticias Télam. Tres días después el edificio amaneció vallado y sus trabajadores fueron notificados, a través de correos, que iban a ser dispensados por los próximos 7 días. A partir de ese momento, siguen a la espera de una respuesta concreta. Muchos de ellos decidieron organizarse y acampar allí hace más de 90 días. “Nosotros seguimos dispensados, sin poder ingresar a nuestros puestos de trabajo. Por eso seguimos acampando pacíficamente desde marzo. Ya cumplimos 90 días de estar resistiendo ante el atentado que sufrió la agencia, de la censura y el silenciamiento, esperando una respuesta del gobierno”, indicó Guzmán, periodista de la agencia de noticias Télam. Y continuó: “Yo creo que todo esto es parte de un atentado a los medios públicos. El Gobierno está atentando contra la información y con el hecho de que la gente esté informada. No podemos contar lo que están haciendo ellos. Con el portal de Télam caído hay muchas cosas que no se muestran. Por ejemplo, no se pudo cubrir normalmente la movilización de Ni Una Menos”. 

Luego de más de 90 días de acampe, periodistas de Télam prometen seguir resistiendo y hacerle frente a un gobierno que parece querer silenciarlos. Mientras tanto, acompañados y respaldados por diferentes gremios, sindicatos y organizaciones sociales, convocan a todos y cada uno de los colegas a luchar, más que nunca, en las calles, sin miedo y con convicción. En primer lugar frente al Congreso el próximo 12 de junio contra la Ley de Bases, que comenzará a debatirse en el Senado a partir de las 10 de la mañana, pero, en segundo lugar, antes todas y cada una de las medidas que atentan no solo contra los trabajadores de prensa, sino contra cualquier ciudadano de este país.