“Vaciar el hospital es cerrarlo”

“Vaciar el hospital es cerrarlo”

Ante el despido de 200 trabajadores del Hospital Nacional de Salud Mental “Laura Bonaparte”, su personal realiza una permanencia activa en el edificio y convocaron a toda la comunidad a un abrazo este lunes 20 de enero a las 17.

“Sin trabajadores no hay hospital. Nos están dejando completamente inoperativos”, denuncia Soledad Riva, delegada de la Junta Interna de ATE del Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte. “Nos enteramos el miércoles al mediodía, a partir de un anuncio en la red social X por parte del Gobierno nacional, sobre 1.400 despidos en el área de salud. Sin embargo, fue recién a las 19 o 20 de esa noche que comenzaron a llegar las notificaciones oficiales al sistema GDE, y de esos despidos, 200 corresponden a nuestro hospital”, explica Riva en diálogo con ANCCOM.

Según Riva, este recorte no es una simple oleada más de despidos: “Fuimos los únicos notificados de manera masiva. Esto no es un ajuste generalizado, sino un ataque específico contra nosotros. Lo entendemos como la continuación del intento de cierre que enfrentamos en octubre del año pasado y el impacto de esta decisión es devastador”. La delegada advierte que áreas clave del hospital quedan completamente inoperativas: “Hay servicios enteros sin profesionales ni trabajadores, lo que hace imposible continuar con la atención”.

El recorte también expone un patrón de precarización y abandono de la salud pública, particularmente en el área de salud mental. “Estamos viendo cómo, una vez más, se pone en jaque a un espacio esencial. Vaciar el hospital es cerrarlo”, concluye Riva.

El Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte, único en su tipo bajo gestión estatal, enfrenta un ataque directo. Tras haber frenado un intento de cierre en octubre gracias a la movilización de trabajadores y pacientes, ahora el centro especializado vuelve a ser blanco de recortes en el marco de una medida nacional que afecta a otros 1.200 profesionales de la salud.

Los despidos afectan a servicios clave como guardias, internaciones y tratamientos de demanda espontánea, dejando a pacientes sin atención inmediata. Ante esta situación, el viernes 17 de enero, trabajadores y trabajadoras del Hospital Bonaparte se reunieron en una asamblea multitudinaria que dejó en claro la determinación de enfrentar este nuevo intento de vaciamiento.

La primera resolución fue la convocatoria a un acto-abrazo al hospital para el lunes 20 de enero a las 17, con micrófono abierto. Se espera la participación de pacientes, organizaciones sociales, culturales, sindicales y de derechos humanos, además de trabajadores de otros hospitales que también sufren de despidos y recortes. “Sin trabajadores no hay salud mental”, es la consigna central del encuentro, que busca reunir el apoyo de la comunidad en un gesto de solidaridad.

Además, se decidió mantener la permanencia activa dentro del hospital, que incluirá actividades durante el día y una guardia nocturna para sostener la presencia constante sin desgaste excesivo. En este marco, se desarrollarán iniciativas culturales, como talleres, charlas, intervenciones artísticas y un simbólico “paraguazo” en defensa del Bonaparte, en alusión a las lluvias previstas para este fin de semana.

Entre las estrategias de visibilización, los trabajadores planean empapelar el frente del hospital y habilitar una mesa de entrada en el hall principal para recibir a medios, sectores solidarios y la comunidad en general. Además, se distribuirán afiches y volantes en el barrio para generar conciencia sobre el impacto de los despidos en la salud pública. Esta información fue comunicada a través de la cuenta de Instagram @enluchaelbonaparte, donde los trabajadores comparten actualizaciones y pasos a seguir.

El hospital Bonaparte no solo es vital para los pacientes que requieren atención en salud mental, sino también para la formación de nuevas generaciones de profesionales. En octubre de 2024, cuando el hospital estuvo al borde del cierre, la comunidad académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA se expresó en su defensa. La decana, Ana Arias, destacó el papel fundamental del hospital en la formación de los estudiantes, quienes desde hace más de una década realizan prácticas en la institución. “El hospital Bonaparte ha sido centro de prácticas de estudiantes de nuestra facultad. Nos brinda una asistencia de primera escucha fundamental para el aprendizaje de los alumnos. Sin este hospital, ellos también se van a quedar sin espacio”, expresó.

Pablo Almeida, delegado general de ATE en el Ministerio de Economía, también manifestó su apoyo. “Queremos decirles que en esta pelea no están solos, cuentan con el apoyo de cada una y cada uno de los estatales. Necesitamos dejar de pelear lugar por lugar y necesitamos una lucha unificada. Por eso hace un rato un compañero de la directiva de ATE dijo que el lunes a las 12 está el compromiso de una medida de un plenario delegado de todos los hospitales”, afirmó, resaltando la importancia de fortalecer la solidaridad entre los diferentes sectores estatales afectados por el ajuste.

La asamblea también subrayó la necesidad de construir una unidad con otros sectores afectados por el vaciamiento estatal, fortaleciendo un frente común contra las medidas de ajuste que golpean a distintas áreas de la salud pública porque esta pelea no es un caso aislado. La misma precarización y ajuste golpean otros espacios de salud mental, como el Centro de Salud Mental N° 1 Hugo Rosarios en Núñez, amenazado por la subasta del terreno donde funciona, y el despido de profesionales del programa “Sociales Escucha” de la UBA. Frente a este panorama, es que los trabajadores del Bonaparte remarcan la necesidad de unificar los reclamos en defensa del sistema de salud pública.

Un abrazo por la memoria

Un abrazo por la memoria

Los trabajadores del sitio de la memoria ex-Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio Virrey Cevallos convocaron a una asamblea pública este lunes 13 contra los despidos de todos sus trabajadores, ordenados por el secretario de Derechos Humanos Alberto Baños.

—Empecemos a sentarnos en el piso así entramos todos- dispuso una mujer para organizar el poco espacio que quedaba en un garage del barrio de Monserrat. La gente ya había ocupado la bicisenda que pasaba frente al ingreso, cortando el paso de ciclistas furiosos que echaban puteadas a toda velocidad. Quizás no conseguían leer lo que decían los carteles de estos “desubicados”, o no llegaban a escuchar lo que los “imbéciles» que no estaban sobre la vereda, como corresponde, decían por el micrófono. Quizás no se percataban, al igual que los vecinos del barrio en su momento, que detrás de ese garage, sobre la calle Virrey Cevallos, funcionó un centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la dictadura cívico-militar. «En esa época, mi viejo tenía el local a la vuelta. Nunca supo lo que pasaba ahí dentro hasta que se recuperó como espacio para la memoria», contaba Franco, dueño de la cancha de padel frente al centro.

El Virrey Cevallos convocó a una asamblea abierta por su situación crítica: todos sus trabajadores fueron despedidos por la Secretaría de Derechos Humanos y la tajante directiva del «No hay plata». Para quienes sostienen el funcionamiento del centro desde hace veinte años, no es casualidad el brusco ataque al espacio de memoria más pequeño de los siete -más el museo ex-Esma- que hay en la Ciudad de Buenos Aires. Un eslabón fácil, pensaban, sin considerar la comunidad que florece cada vez más rápido para defender a la Memoria, Verdad y Justicia. 

Frente a las muestras de apoyo de los distintos sindicatos, agrupaciones y autoconvocados, también hay organización. El Virrey Cevallos convoca a un festival junto a los demás espacios para el próximo 25 de enero en su mismo centro: «Allá está nuestra compañera para anotar a todos y todas que tengan algo para ofrecer y participar; puede ser un espectáculo, algo para vender, lo que sea. También les recordamos que si trabajan o conocen a dirigentes políticos, o sindicales, o agrupaciones que les parezca importante que conozcan el centro, los invitamos a enviarnos un mensaje para organizar visitas guiadas. Habitar estos espacios es lo que los mantiene vivos», dijo Malena, una de las trabajadoras despedidas. El próximo sábado 18 de enero habrá una visita guiada para quien quiera acercarse.

“No vino tanta gente como esperaba”, expresó un vecino del barrio, algo desencantado. Las 10 mil personas que asistieron al pasado festival contra el cierre del Haroldo Conti dejó la vara alta y esperanzada. Sin embargo, en la cuadra del Virrey Cevallos no dejaban de aparecer abrazos espontáneos, sentidos, con camaradería. 

—¡Qué hacés, Rolo! -gritó un hombre emocionado al encontrarse con su compañero de marchas. También estaba Araceli, la mujer mayor que vende sus llaveros en todas las convocatorias: «Esta es mi fuente de ingreso, con la jubilación no me alcanza. A veces no puedo estar en todas, pero intento participar y colaborar siempre. Hace poco le llevé llaveros de pañuelos blancos a las Abuelas para que pudieran recaudar algo más con ellos», dijo mientras señalaba la mercadería que produce junto a su nieta.

Quizás, el vecino de más arriba no se encontró con el mismo escenario populoso de la ex-Esma; pero en esa oscura casa del barrio de Monserrat, el amor y el apoyo de la comunidad se contagiaban en la lucha por mantener viva una causa todavía sin concluir. 

«Nosotros nos estamos yendo de a poco, pero hay que seguir estando», le dijo un señor con boina y bastón a un joven compenetrado con las palabras del adulto. Lo marcaron, porque al poco tiempo no aguantó decirle a sus dos compañeros: «Me parece importante que vengamos el sábado que viene. Tenemos que ser más la próxima vez». 

«El Conti no se toca»

«El Conti no se toca»

Miles y miles de personas rebalsaron el predio de la ex-Esma en defensa del centro cultural que allí funciona y de las políticas de memoria, verdad y justicia que el gobierno quiere desterrar. Manifestaciones artísticas, dirigentes de diversos espacios y gente de a pie se reunieron para repudiar el despido de 50 trabajdores y el ajuste en políticas derechos humanos.

Miles de personas se acercaron al festival contra el cierre del Centro Cultural Haroldo Conti. El secretario de Derechos Humanos Alberto Baños anunció el 31 de diciembre -horas antes del brindis de Año Nuevo- su cierre por «reestructuración». El 2 de enero los trabajadores fueron recibidos por la policía en las puertas del centro; 50 de los 79 empleados encontraron su nombre en la lista de despedidos, impidiéndoles el ingreso al establecimiento.

El ajustazo contra las políticas de Memoria, Verdad y Justicia sigue en avance. Una vez más, el espacio de memoria ex-Esma recibió el impacto del gobierno de Javier Milei: en solo una semana, se puso en duda la continuidad del Archivo Nacional de la Memoria y se anunció el cierre -por una reestructuración que nadie sabe en qué consiste- para el Centro Cultural Haroldo Conti. Ante tal conmoción, miles de personas caminaron por la avenida Libertador para encontrarse con otras miles en el festival en contra de su cese. A las 18 horas, puntual a su convocatoria, el predio ya estaba repleto; pero una vasta murga afro consiguió hacerse lugar para su performance. La marcha bailable de su candombe llevó a los presentes al frente del escenario. Comienzó el acto.

Son alrededor de 50 artistas y oradores convocados para defender la Memoria. El Tata Cedrón, quien inauguró el acto con un sentido tango, se siente honrado de haber conocido a Haroldo Conti: «Un tipo humano, tierno, solidario, se lo veía en la cara. Mi hermano vio cuando se lo llevaron los militares, lo extraño mucho. Ningún otro podría haber tenido el honor de cargar el nombre de este centro cultural».

El Haroldo Conti es un espacio que permite una enorme diversidad y expresividad artística, pero forma parte de una conquista histórica de la sociedad civil, de décadas de lucha colectiva. Para Damián Lamanna Guiñazú, trabajador de hace 13 años, detrás del Conti hay algo más grande: «Es un espacio que se lo apropió la comunidad, la memoria colectiva, y cuando digo memoria me refiero a muchas memorias haciendo fuerza para consolidar algo. En el Conti pasan y pasaron artistas de todas las generaciones, en el Archivo Nacional de la Memoria se guardan testimonios del bombardeo del 55, los testimonios de las travestis cagadas a palos por la policía en los ochenta, los testimonios de la dictadura… Son todas las memorias las que conviven acá, no solo las de los setenta. Cerrar este espacio es un abuso para todos, pero en momentos donde las cosas se ponen feas, la fuerza de la comunidad florece».

La Orquesta Andina del SUTEBA de Lomas entonó el Himno Nacional. La versión no necesitó más de tres instrumentos para ser igual de imponente, con una flauta de madera y un siku que guiaban la melodía que avanzaba lenta, pausada, emotiva, alcanzando todos los rincones. Los presentes cantaron casi en susurro, como conectados; hasta que llegó el “Sean eternos los laureles que supimos conseguir” a todo pulmón. Los retoños de la comunidad floreciente. 

Mientras la música continuaba, en el predio también había una feria de emprendedores con de todo: stickers, libretas, serigrafía, hasta salames y quesos. Una mujer mayor sin puesto caminaba y ofrecía sus llaveros con forma de pañuelo por 2.500 pesos a todo aquel que se le cruzaba. Cada tanto también se echaba una cuclilla difícil de mantener para enseñar su mercadería a quienes estaban sentados. La jubilación no permite perder oportunidades de venta. 

Paula Fernandez es otra de las despedidas del Centro. Trabajó allí 15 años, desde que se creó el espacio. Cuenta que el viernes 26 de diciembre comenzaron a llegar los telegramas para sus compañeros. Aunque todavía no llegó el suyo, lo espera, porque sabe que los trabajadores de contratación bajo la denominación llamada en la jerga interna ACARA fueron todos despedidos. De una plantilla de 79 personas, en el Conti quedaron alrededor de 30. También, fue de las que no adhirió al extorsivo retiro voluntario; planeaba trabajar allí toda su vida.

 

—Gracias al Conti soy orgullosamente estatal. No lo cambio por nada- dice.

 

Entre la multitud, de repente, se hizo una gran ronda, impensada de lograr por el poco espacio que había. Es que el grupo circense de más de 20 personas que hizo su sorpresiva aparición para compartir un pequeño show en medio de toda la comunidad. Los payasos, malabaristas y bailarines hicieron sus gracias al son de un clarinete y una trompeta. Colmados de ovaciones al final, dieron el grito por los 30 mil desaparecidos presentes, junto a la respuesta y los puños en alto del público, con la misma fuerza de los aplausos del cierre. ¿Cómo es que dentro de la diversión y el disfrute se encuentra una causa tan potente? Los trabajadores del Conti lo saben muy bien: la cultura no está exenta de la memoria. O mejor dicho, la memoria está en la cultura. Que el Conti esté dentro de uno de los centros de detención y tortura clandestinos más grandes de latinoamérica es la manera de combatir el olvido de nuestra historia, porque un pueblo sin memoria está condenado a repetirla.

Es por eso que el predio de la ex-Esma estaba enteramente saturado. El bar de la agrupación H.I.J.O.S estaba repleto de personas riendo bajo los farolitos colgados en los árboles; los niños aprovechaban el extenso estacionamiento frente a la Secretaría de Derechos Humanos para unos pases largos con la pelota o para darse enviones eternos en el monopatín. “Papá, ¿qué hace el señor con esas fotos?”, preguntaba un curioso sobre el cartel de Néstor bajando el cuadro de Videla del Colegio Militar. Marina y Gustavo también vinieron con su hijita de 6 años: «Ella sabe, hace preguntas y le contamos para que entienda. La otra vez quiso saber qué es un desaparecido. Nosotros vamos todos los 24 de marzo, el jardín público también cuenta sobre este momento a su manera. El tema está presente y ella hace preguntas porque quiere saber». 

Finalmente, llegó la noche. Los organizadores comenzaron a repartir vasos de plástico y velas para hacer pequeñas antorchas mientras Tati Almeida tomaba el micrófono. El enojo se le sentía en la voz, lista para un “mano a mano” con Milei y Villarruel: «Yo quisiera preguntarles en la cara si están de acuerdo con sus amigos genocidas de haber tirado al río a tantos hijos nuestros en ese avión que recuperamos», mientras señalaba al Skyvan PA-51 en medio del predio, utilizado para los vuelos de la muerte. Pero el odio del gobierno no terminó por cegarla: “Las velas son para alumbrar el camino que vamos a continuar”.

La noche avanzaba igual que la lista de quienes tomaban el micrófono y las tablas para mostrar su apoyo y compromiso contra el cierre del Conti, y contra todo el intento de barrer la memoria de un pueblo entero. Desde Liliana Herrero hasta la Asociación Mocha Celis, desde el folcklore convocante hasta la cumbia conquistante, el mensaje fue el mismo: los desaparecidos están presentes y depende de nuestra lucha mantener vivo su recuerdo. Como dijo Nana Gónzalez, trabajadora del Centro y delegada de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), «Seguiremos convocando». Porque una vez que el fuego de la memoria arde, es muy difícil apagarlo.

La motosierra avanza sobre los derechos humanos

La motosierra avanza sobre los derechos humanos

Una asamblea de trabajadores del estado se convocó de manera urgente este jueves en el predio de la Ex-ESMA ante el anuncio del cierre del Centro Cultural Haroldo Conti y el Archivo Nacional de la Memoria. ATE denunció la militarización del predio y despidos masivos en la Secretaría de Derechos Humanos. También hubo cesantías en Parques Nacionales. Mirá las fotos de ANCCOM.

El 2024 de Javier Milei

El 2024 de Javier Milei

El gobierno llegó a su primer año de gestión sin turbulencias sociales. Con una macroeconomía más ordenada pero con una pobreza escandalosa. A pesar de su escasa representación institucional, se hizo fuerte ante la crisis de representatividad de los partidos tradicionales e instalando un discurso místico que pide fe y esperanza. 

2,9n estos doce meses, el gobierno logró desacelerar la inflación, llegando al 112% anual, contra el 211,4% de diciembre del 2023, disminuyó el riesgo país y redujo, al menos temporalmente, la histórica diferencia entre las cotizaciones del tipo de cambio. Al respecto, el economista Pablo Tavilla afirmó: “El gobierno vive una especie de ‘veranito’, especialmente con los sectores financieros, y pudo recuperar parte de las reservas a través del blanqueo de capitales, lo cual le está permitiendo ganar tiempo para las elecciones legislativas del próximo año. Sin embargo hay una gran recesión.”

Por otro lado, el docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y de la Universidad Nacional de Moreno, agregó: “Los indicadores del nivel de actividad económica, especialmente en los que impacta el salario y el empleo, como el comercio minorista, la industria y la construcción, son mayoritariamente negativos. Desde el punto de vista macroeconómico se podría decir que hay cierto ordenamiento, con un costo social muy elevado marcado por el fuerte crecimiento de la pobreza y de la indigencia. No es solo arreglar la macroeconomía y dejar que la economía se arregle sola, sino tener un proyecto nacional, de país. Renunciar al gasto público tiene consecuencias muy fuertes sobre las posibilidades de reactivar la economía”.

Durante el segundo trimestre de 2024, se registró un aumento en la pobreza, que alcanzó al 52,9% de la población, y la indigencia que llegó al 20,3%. Anuque el gobierno asegure que hacia fin de año la pobreza medida por ingresos bajó hasta el 38,9%, la cifra no solo sigue siendo impactante sino que también cambió la composición de la canasta de gastos de una familia, por lo que hoy destinan muchos más recuarsos a pagar servicios -luz, gas, alquiler- y quedan menos ingresos disponibles para los alimentos. Daniel Arroyo, diputado nacional de Unión por la Patria, analizó en diálogo con ANCCOM: “Si bien en temas de la macroeconomía ha generado algunos cambios razonables, el efecto concreto es de implosión social: una sociedad que revienta para adentro, de expulsión de muchos argentinos de sus posibilidades en la vida cotidiana.”

El legislador y exministro de Desarrollo Social, advirtió: “El problema central de la Argentina es el endeudamiento de la familia. Hay más gente en los comedores y en los merenderos, tenemos más pobres, sectores medios que se caen, recortes absurdos en discapacidad, educación y salud. Cada vez se parece más a un modelo de país donde un tercio de la población tiene posibilidades de consumo, y dos tercios de la población se encuentran afuera. Hubo una concentración económica muy fuerte y muy clara. Aumentó no sólo la desigualdad sino el nivel de concentración económica”

El jefe de Estado asumió sin gobernadores y con minoría parlamentaria. Si bien esto podría interpretarse como una debilidad, algunos analistas, como la politóloga Mariana Altieri, sostienen que esta situación lo ha fortalecido, ya que contribuyó a construir una imagen de un líder que “no está atado a la política».

“Este año los grandes perdedores fueron los trabajadores del sector público y del sector informal que sufrieron una fuerte reducción del salario mínimo. Hubo una redistribución de ingresos en el sentido regresivo. Hay una contracción de la generación de flujo de producción y de ingresos, y una redistribución hacia arriba, a los sectores de los más altos ingresos. Generar desempleo es funcional para este modelo, porque provoca terror, debilita la capacidad de negociación de los pocos trabajadores con representación sindical, permite hacer un ajuste brutal y que pase. También el gobierno trabaja fuertemente la amenaza de la represión, instala estereotipos políticos de culpabilización y procesa problemas con relaciones causales muy manipuladas” agregó, por su lado, Tavilla.

El jefe de Estado asumió sin gobernadores y con minoría parlamentaria. Si bien esto podría interpretarse como una debilidad, algunos analistas, como la politóloga Mariana Altieri, sostienen que esta situación lo ha fortalecido, ya que contribuyó a construir una imagen de un líder que “no está atado a la política, es solamente él con la voluntad de avanzar en sus principios y con métodos muy patoteros”. Altieri agregó: “Hay una lectura muy distorsionada, de que no se deja apretar por los gobernadores, pero lo cierto es que tampoco hay una voluntad seria de generar una oposición a Milei, tanto en los gobernadores como en el Congreso. Los gobernadores están atrapados, necesitan los fondos del Estado para una gestión que les permita mínimamente ser reelectos, entonces acuerdan. En esa táctica de Milei de manejar los recursos y apretarlos se demostró mucho más fuerte, donde la mayoría pataleó un poco pero se aggiornó a eso, porque prefieren acordar que intentar generar una lógica superadora. No ven que tengan nada para ganar en esa lógica, lo cual habla mucho del sistema político de hoy”.

Arroyo coincidió en que la orfandad política favoreció al presidente, ya que la falta de gobernadores e intendentes “le permitió realizar un ajuste brutal y transversal a todo el país, cosa que no hubiera podido hacer un gobierno con partido y con compromisos”. El diputado analizó: “En lo político, Milei aprovechó un vacío de representación muy grande y la crisis de confianza de la sociedad hacia la clase política, donde predomina la sensación de que los políticos no viven la vida cotidiana, y no les creen nada, particularmente al peronismo. En términos institucionales está entrando a una zona gris, peligrosa. Hasta acá vive de vetos y decretos, con el claro ejemplo de la movilidad jubilatoria y el financiamiento a las universidades. En lo institucional es un gobierno democrático, no coincido con los que lo califican como autoritario, pero creo que se está pasando de la raya”.

Respecto a distintas encuestas que reflejaron que la imagen positiva del gobierno se mantuvo desde su asunción e incluso aumentó, Altieri evalúo el fenómeno y afirmó que la valoración positiva se relaciona con su capacidad para cumplir parte de las promesas de su campaña: “Hay un contrato de credibilidad y de fe con Milei, que se había roto con el resto de la dirigencia política. El presidente se vendió como un economista exitoso, que venía del sector privado, sin vínculos con la política, y que podía arreglar el desbarajuste de la argentina porque no pertenecía a la casta, y estaba dispuesto a hacer lo necesario porque no tenía compromisos políticos. Hay una visión generalizada en la opinión pública, sobre todo de los que lo votaron, de que es un tipo honesto que está cumpliendo con lo que dijo que iba a hacer de la mejor manera que puede. “

La especialista, docente en la UBA y en la Universidad Nacional de la Defensa, agregó: “A su vez, hay un divorcio de la clase política con las necesidades de la gente, y las organizaciones tradicionales intermedias están muy quebradas. En un contexto dominado por la lógica del capitalismo individualista y la meritocracia, que han calado profundamente en la sociedad, muchos sectores de la clase media perciben que el Estado les impide crecer, y la propuesta de Milei aparece como una alternativa para romper con esa idea.”

En su análisis, Rodrigo Holmberg, politólogo y docente en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo,  también destacó la fe de la población, alimentada por la narrativa del gobierno que se presenta como una alternativa nueva para resolver un problema que aqueja a la Argentina desde hace varios años. “El eje central del discurso oficialista es su batalla contra la inflación, y mes a mes se han preocupado en comunicar esa lucha. El relato es que bajaron la inflación del 25% al 2%. Lo interesante es la esperanza de que las cosas van a mejorar, más allá de los datos concretos y de la calidad de vida de la gente” agregó.

Además, Holmberg destacó que, para comprender el nivel de aprobación que Milei mantiene en la sociedad, es fundamental considerar la actual crisis de la política, y explicó: “Milei está fagocitando el electorado del PRO, de la Unión Cívico Radical y los espacios tradicionalmente antiperonistas, y se está quedando con su electorado porque logra expresar más cabalmente a este sector de la sociedad. Es un proceso que no está terminado, pero está cimentando la base electoral y de apoyo”.

“Milei asumió en un contexto de fracaso de las dos coaliciones que gobernaron la Argentina en los últimos años, que monopolizaron, sobre todo desde 2015, el campo de posibilidades de discusión en la política. Del lado de la oposición da la sensación de que no hay mucho: el peronismo está discutiéndose a sí mismo, en un proceso de reformulación de su propia identidad y el radicalismo, ciertos sectores del peronismo, gobernadores y otros actores provinciales parecen mucho menos interesados en articular un proyecto opositor que pueda disputarle el poder al gobierno nacional, y mucho más interesados en defender sus propias particularidades.”, afirmó Holmberg. Además, señaló: “Por un lado, el radicalismo y parte del PRO intentan sostener su narrativa institucionalista en un gobierno que no se caracteriza por defender las instituciones de la democracia, ni en la práctica ni en su retórica, y por otro lado, los gobernadores y partidos políticos provinciales parecen más interesados en resguardar sus intereses locales, sin pretensión universal. Una forma de aguantar hasta que pase el temblor, pero con el riesgo de que el temblor se los lleve puestos. En ese escenario, el gobierno de Milei tiene la delantera y marca la discusión en la República Argentina”.