Pobres niños

Pobres niños

Las encargadas del cuidado de las primeras infancias de la UTEP se movilizaron para denunciar el ajuste del gobierno de Milei a los programas que contienen a las niñeces. Más de 30 espacios están en peligro de cierre y un millón y medio de chicos saltean una comida diaria.

Las trabajadoras del cuidado de las infancias de la economía popular aglomeradas en la UTEP se movilizaron a la puerta de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) a cargo del Ministerio de Capital Humano, para denunciar el desfinanciamiento a los espacios dedidacos a las niñeces y adolescencia a nivel federal, el recorte salarial y empobrecimiento de las cuidadoras. A esto se suma el incumplimiento en la entrega de alimentos, el estado crítico de los centros comunitarios y la falta de pago de los convenios vigentes y adeudados desde el año pasado.

La situación de emergencia se da en el contexto en que un millón de niñas y niños se van a dormir sin cenar y un millón y medio se saltean al menos una comida durante el día, según el último informe de UNICEF Argentina.

Una de las referentes de jardines comunitarios del Movimiento Evita, Daiana Gavelli, en diálogo con ANCCOM cuenta: “Hay más de 30 espacios de primera infancia que no tienen una respuesta y están en peligro de cierre porque desde que este gobierno asumió solo hubo desfinanciamiento. El salario de las trabajadoras se recortó y se congeló. Hoy son solo 78 mil pesos. No nos pagan los convenios de primera infancia, el Estado nos debe plata. No se renovaron nuevos convenios y la beca hoy por pibe es de 3.200 pesos. Nosotros estamos reclamando que se actualicen las becas, que se abran nuevos convenios, que nos paguen lo que nos deben y que se reconozca el salario de las trabajadoras”.

Cuidar, alimentar, enseñar y jugar.

Durante la movilización se desplegaron espacios y escenificaron momentos que buscaban reflejar y visibilizar el trabajo realizado en cada jardín. Desde libros, juegos de mesa, muñecos, dibujos, banderines y juguetes, hasta una rayuela con distintas frases como “los nenes también lloran”, “los colores son de todes”, “infancias libres”, “no es no”, “las nenas juegan a la pelota”, entre otras. También, formaron parte de la jornada, títeres gigantes, sostenidos por las trabajadoras con las consignas “educación de primera para nuestras infancias” y “basta de ajustes en las infancias”.

Las “seños», educadoras y cuidadoras, muchas de ellas llevando sus delantales azules, realizaron una ronda frente a las puertas del SENAF custodiada por dos uniformados y cantaron el arroz con leche con la letra reversionada: “Arroz con leche yo quiero jugar, en un espacio libre y con unidad. Que pueda comer, que pueda soñar, crecer con esperanza y en comunidad”. Otros cánticos y consignas que se escucharon fueron dirigidos a Sandra Pettovello: “Nuestros pibes tienen hambre los tenemos que cuidar” y “comer es un derecho, la casta no está acá”.

Evelyn Peluffo es coordinadora del espacio maternal Construyendo Futuro, Cartoneritos, y Trás Cartón. Contó que en el día a día se presentan situaciones de “más violencia, con más hambre. Nuestros chicos ahora meriendan el triple de lo que merendaban antes. Nosotros les damos la merienda y la cena, y la verdad que los chicos se comen todo, te devoran todo lo que hay. Se está notando mucho la necesidad. Damos recreación, hacemos juegos, talleres y tratamos de brindarles la contención que podemos a los chicos, ya que, no la están teniendo en casa. Los papás salen a las once de la mañana hasta las diez de la noche a cartonear, porque no alcanza. El papel bajó, el cartón bajó y es muy crítica la situación”. La maestro del jardín comunitario Mafalda y sus amigos de Máximo Paz Cañuelas, Romina González complementa: “Va más cantidad de chicos y se ve más necesidad en las familias, también. Estando en el jardín se ve todo: a los padres que se quedan sin trabajo, que no tienen para comer, que falta la ropa. Hay que estar ahí, ayudando siempre. Cumpliendo las necesidades de las familias”.

En relación a las condiciones laborales en las que se encuentran las trabajadoras del cuidado, el gobierno recortó el salario dejándolo en 78 mil pesos, desfinanció los convenios vigentes, dejó de repartir alimentos y congeló el monto de la beca por chico. Gavelli expresa que se encuentran “totalmente sobrepasados. Ya muchos espacios cerraron, otros redujeron su jornada y algunos se convirtieron en ludotecas. Entonces dejaron de ser jardines y espacios de primera infancia para funcionar dos veces al día, porque la verdad que el sueldo no alcanza. La gran mayoría que está ahí es por un compromiso con los pibes y las pibas porque por lo que te pagan, la verdad, no te rinde”. En sintonía con Gavelli, la secretaria de Cuidados Comunitarios de la UTEP, Celeste Ortiz, suma: “Esto arroja a más de 3500 cuidadoras que se encuentran hoy bancando estos espacios de primera infancia a pulmón y con el compromiso militante de cuidar a cada uno de nuestros pibes y pibas de nuestro barrio, cuando hay un Estado y un gobierno actual que lo que hace es no solamente desfinanciarnos sino también empobrecernos”.

Perseguir y postergar

Ante el reclamo, el Ministerio de Capital Humano decidió no dialogar con las trabajadoras y postergar la reunión. Una de las voceras, señaló: “Hoy nos fuimos y nos vamos con un sabor amargo porque es la tercera vez que nos patean”.

Además, durante el transcurso de la movilización y por orden del juez Julián Ercolini se llevaron a cabo dos allanamientos simultáneos de la Policía Federal Argentina en la Ciudad de Buenos Aires: en la central de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular de la UTEP y en un espacio de primera infancia. En referencia a esta situación, Celeste Ortiz denuncia la persecución y el hostigamiento y manifiesta: “Cuando toda nuestra reserva o el oro se lo están llevando a países extranjeros, nos están vendiendo la Patagonia, nos están vendiendo la Argentina y, sin embargo, las perseguidas son las que menos tienen”. Y finaliza: “No nos han vencido. Nos quieren desmoralizadas, nos quieren endeudadas, nos quieren desorganizadas, y la respuesta que nosotros les damos a eso y a la violencia que nos vienen ejerciendo a nosotras, es la organización popular. Vamos a seguir luchando para construir un presente y un futuro mejor para nuestras infancias y para todos los trabajadores y trabajadoras de la economía popular”.

 

Los otros Loan

Los otros Loan

Desde 1999, los voluntarios de Missing Children Argentina trabajan para difundir y mantener viva la búsqueda de los chicos desaparecidos en el país. Hoy, además de Loan Peña, hay otros 100 niños cuyo paradero sigue siendo desconocido.

El caso de Loan Danilo Peña, el niño de 5 años desaparecido el pasado 13 de junio en el paraje El Algarrobal, en la localidad correntina de 9 de Julio, ha desatado una reacción popular pocas veces vista en la provincia y la atención permanente de los medios nacionales. Además, obligó al gobernador radical, Gustavo Valdés, a desplazar al ministro de Seguridad y a toda la cúpula policial.

En diálogo con ANCCOM, la presidenta de Missing Children Argentina, Ana Llobet, afirma que la organización activó sus protocolos de difusión, antes del Alerta Sofía, que tardó 24 horas en implementarse. Según Llobet, la rapidez en la acción es crucial, ya que cada minuto cuenta en estos casos.

La presión mediática es una herramienta poderosa. En el caso de Loan, la difusión masiva ha mantenido viva la búsqueda y movilizado a la comunidad para aportar información. Esta visibilidad opera sobre las autoridades, para que actúen con celeridad, y disuade a quienes puedan estar cometiendo un delito.

Missing Children gestiona unos 100 casos de niños desaparecidos en el país. Más de 70 son actuales y unos 40 corresponden a chicos buscados desde hace 30 años, cuyas imágenes han sido recreadas con IA para mostrar cómo podrían lucir de adultos.

A la espera de novedades en el caso que conmociona al país, Llobet comenta que Missing Children gestiona los de más de 100 niños desaparecidos en el país. La plataforma principal destaca más de 70 casos actuales, mientras que otros 40 corresponden a niños desaparecidos hace 30 años, cuyas imágenes han sido recreadas con IA para mostrar cómo podrían lucir de adultos.

Esta asociación civil sin fines de lucro está formada por 19 voluntarios que trabajan desde sus hogares, utilizando sus propios recursos. “El tiempo que le dedicamos es lo que más insume esta tarea”, destaca Llobet, quien sostiene que el objetivo es ser un puente entre las familias, la comunidad y las fuerzas de seguridad.

Ante la desaparición de un niño, el primer consejo es realizar la denuncia inmediatamente, ya que «la primera hora es clave para la búsqueda». Si la comisaría local se niega a recibirla, se recomienda acudir a una fiscalía de turno. Una vez hecha la presentación, Missing Children difunde la imagen del niño y recoge información de la comunidad, transmitiéndola a las autoridades competentes.

La colaboración de la población es esencial. El teléfono 0800-333-5500 y el WhatsApp (11) 4157-3101 están disponibles durante la jornada completa y la comunicación puede ser anónima, igual que el correo electrónico info@missingchildren.org.ar. Llobet subraya la importancia de las redes y los medios: “La difusión de la imagen ayuda a que alguien que reconoce a un niño pueda aportar información”.

La integración de Missing Children en redes internacionales permite que la búsqueda trascienda fronteras. La colaboración con países como Chile, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, México y España amplía aún más su alcance. Asimismo, la tecnología juega un papel clave, con herramientas como el reconocimiento facial y la inteligencia artificial, ayudando a identificar coincidencias en fotos y videos.

La organización trabaja en estrecha colaboración con la Red de Infancia Robada y la Red Internacional de Asociaciones de Personas Desaparecidas (RIAPD), entre otras entidades. Además, los voluntarios de Missing Children mantienen el vínculo con las familias hasta obtener noticias concretas sobre el paradero del niño. “Seguimos en contacto mientras tenemos datos, tratamos de mantener la empatía y seguimos publicando la foto hasta tener noticias”.

Además, la institución trabaja con el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU), lo que permite una coordinación más efectiva a nivel nacional. Llobet insiste en la importancia de hacer la denuncia y difundir la imagen del niño desaparecido, incluyendo campañas publicitarias.

Empresas privadas, como Ecovita, colaboran incluyendo fotos de los niños en sus productos. Llobet resalta campañas realizadas solidariamente por agencias publicitarias, como la Agencia Di Paola Latina, basada en un hecho que se volvió viral –un niño extraviado un rato en el barrio de San Telmo– y que sirvió para visibilizar la problemática.

Pero, en definitiva, lo más importante a la hora de encontrar a los niños desaparecidos, es la colaboración comunitaria. Llobet lo sintetiza con una frase de la escritora nicaragüense Gioconda Belli, que escuchó en una reunión de la RIAPD, de boca de una representante de Ecuador,y que la emocionó: «La solidaridad es la ternura de los pueblos».

«Van a salir a cazar pibitos de 13 años»

«Van a salir a cazar pibitos de 13 años»

El gobierno envió a Diputados un proyecto para bajar la edad de punibilidad de 16 a 13 años. Especialistas en infancias, criminología y violencia institucional analizan los riesgos de criminalizar a los niños. Los mitos de la delincuencia adolescente.

El proyecto de ley presentado por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona para bajar la edad de punibilidad, de 16 a 13 años, ingresó en la Cámara de Diputados y comenzará su tratamiento. Organismos internacionales, abogados de derecho penal y asociaciones de derechos del niño, niña y adolescentes, advierten sobre los peligros que implicaría que la ley se apruebe.

El proyecto establece que pueden ser sometidos a proceso penal adolescentes y niños a partir de los 13 años con penas de hasta dos décadas de prisión. Además, vuelve a incorporar un régimen de patronato de menores, en el que, niños de hasta 12 años que se encuentren en alguna situación de vulneración de sus derechos y puedan cometer nuevos delitos, podrán ser internados por orden de un juez en un establecimiento, privados de su libertad.

La presentación realizada por la ministra de Seguridad ya tuvo sus antecedentes durante el gobierno de Mauricio Macri que intentó llevar en 2017 la edad de punibilidad a los 14 años y en 2019 a 15 años. Claudia Cesaroni, abogada y magíster en Criminología, en diálogo con ANCCOM explica: “No hay ninguna fundamentación, ninguna explicación, no hay datos, no hay elementos que expliquen por qué a 13 años y no a 14 como propuso el macrismo en 2017, a través de su ministro de Justicia GGermán Garavano, o como propuso a través de Patricia Bullrich en 2019, también el gobierno de Macri, a 15. O sea 14, 15, 13, no hay explicación”.

Mitos

El gobierno de La Libertad Avanza justificó su proyecto bajo el eslogan “Delito de adulto, pena de adulto”. La abogada de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) María del Carmen Verdú cuestiona esta consigna respondiendo: “A un pibe de 13, 14, 15 años, no lo dejás votar, no lo dejas que se case, no lo dejás que tenga una relación sexoafectiva, no le permitís que salga del país sin acompañamiento de sus padres, ¿y lo vas a tratar como a un adulto en materia penal? No tiene ningún criterio.” La recomendación internacional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) es que la edad mínima de punibilidad no sea inferior a los 14 años y, a la vez, sea lo más cercano posible a los 18 años. La Convención de Naciones Unidas advierte que la madurez y la capacidad de pensamiento abstracto en los niños de 12 y 13 años todavía se está desarrollando.

Otro de los argumentos utilizados en la conferencia de presentación del proyecto legislativo vino de Cúneo Libarona quien dijo: “Todos los días los argentinos de bien padecemos delitos cometidos por menores que quedan impunes». Sin embargo, la abogada de Correpi refuta los dichos aclarando: “La primera falacia con la que nos encontramos con todo este debate de la cuestión de la imputabilidad de niños, niñas y adolescentes es esta creencia de que si tenés menos de 16 años y cometés un delito no pasa nada. Pasan un montón de cosas, quedás a disposición de un juez tutelar, podés terminar en un instituto, no tiene absolutamente nada que ver con esta idea que se trata de instalar a través de redes de que no sucede nada”. En sintonía con Verdú, Cesaroni amplía: “No es que nosotros digamos que no haya nada que hacer con los adolescentes y con los niños no punibles por debajo de los 16 años. Nosotros decimos que sí hay cosas para hacer, pero que esas cosas las tiene que hacer el Estado, no el Estado penal, sino otras areas estatales”.

En 2022, tan solo el 0,1% de los hechos delictivos fueron cometidos por menores de edad.

Según la página oficial Argentina.gob.ar, el gobierno clama con poca precisión y datos oficiales que “las estadísticas indican que el delito juvenil existe, crece, y cuesta vidas”. En Argentina, en el año 2022, según la Base General de Datos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Corte Suprema de Justicia, se registraron 2036 causas a menores sobre un total de 1.826.630 hechos delictivos. Es decir, tan solo el 0,1% de los hechos delictivos fueron cometidos por menores de edad.

“Lo que sucede es que cada vez que tenemos un pibito o una pibita involucrada en un hecho de esa naturaleza sale en todos los titulares de los diarios, en todos los noticieros de radio, de televisión, como la gran noticia, y en realidad eso no está reflejando la realidad de lo que sucede”, explica María Carmen Verdú.

Contribuyendo a la desinformación, la ministra de Seguridad de la Nación dijo en Radio Mitre: “Todavía se está discutiendo la edad, si es 14, si es 13 como es en Uruguay, si es 12 como en Brasil”. Por el contrario, la punibilidad penal en Brasil y Uruguay se mantiene a los 18 años, mientras que en Argentina es a partir de los 16 años. En el caso de los menores de edad, en ambos países cuentan con un sistema infraccional y medidas socioeducativas para reponer las situaciones de vulnerabilidad en la que se encuentran la mayoría de los niños, niñas y adolescentes que delinquen; pero en ninguno de los dos países se puede procesar penalmente a un menor de edad, ni encarcelar “en pabellones separados” dentro de una cárcel de adultos.

Menos derechos y más jaulas

Los tres problemas más graves que tiene el proyecto de ley, según Cesaroni, son la baja de edad de punibilidad a los 13 años, el monto de penas que pueden llegar hasta los 20 años, y el reestablecimiento de un Poder Judicial que puede internar y privar de su libertad a niños y niñas menores de trece años. “Es un retorno al siglo XIX”, expresa. Tampoco se introducen medidas de reparación del hecho cometido ni de recomposición de los derechos vulnerados (sanitarios, afectivos, de pobreza extrema, abandono, educativos, etc) de los niños, niñas y adolescentes que cometen un acto delictivo.

La directora ejecutiva del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, Nora Shulman, cuenta que el proyecto de ley no contempla garantías constitucionales y vulnera los derechos fundamentales de las infancias y adolescencias: “Es cárcel y nada más, sin educación y sin salud”.

En su último informe, Unicef denuncia que el 69% (8,6 millones) de los niñas, niños y adolescentes en la Argentina es pobre y carece de derechos fundamentales, ya sea de acceso a la educación, a la protección social, a la vivienda, etcétera. “Si vos no reparás eso, por más de que metas presos a toda la población infanto juvenil del país no vas a llegar a solucionar nada”, explica Shulman desterrando la idea de que a penas más duras, menos es la delincuencia.

En este contexto, la respuesta del gobierno libertario fue desarmar los programas nacionales de asistencia y acompañamiento a las familias, infancias y adolescencias, en situación de riesgo y vulnerabilidad. Las políticas públicas iban desde la prevención del embarazo adolescente y capacitaciones contra la violencia infantil, hasta la asistencia económica directa. Este vaciamiento presupuestario se consolidó con el despido masivo de trabajadores y trabajadoras que se encargaban de asistirlos. En este sentido, Cesaroni manifiesta: “Si vos desfinanciás esas otras áreas del Estado (no penales), si vos le quitás recursos, echás a los trabajadores, rompés los dispositivos; lo más fácil que te queda es mandar a la policía a detener pibes y encerrarlos en una jaula. Eso es lo más perverso, lo más brutal, mientras se desfinancian políticas públicas”. Frente a los riesgos de que se apruebe el proyecto advierte: “Van a salir a cazar pibitos de 13 años. Después es muy difícil volver atrás”.

Desaparecer la adolescencia

El diputado oficialista Alberto Bertie Benegas Lynch de La Libertad Avanza dijo en una entrevista radial que en situaciones de pobreza “no te podés dar el lujo de mandar a tu hijo al colegio porque lo necesitás en el taller con el padre, trabajando” y que en esos casos el Estado no debería intervenir garantizando su derecho a la educación. Pese a la declarativa oposición del ministerio de Capital Humano, sobresale en el proyecto de ley para bajar la edad de punibilidad a los 13 años que entre sus condenas se encuentra la «obligación de buscar y, en lo posible, obtener un trabajo», avalando el trabajo de menores. Simultáneamente, el gobierno libertario elabora una reforma electoral que habilite a los niños de trece años a votar en las elecciones. “Hay algo muy grave acá que es hacer desaparecer la adolescencia, pasar de la primera infancia a la adultez”, dice la abogada Cesaroni.

Tanto el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, admiten que los delincuentes adultos del crimen organizado utilizan personas menores de edad para cometer delitos por ellos. “Esto es muy tremendo porque si el propio gobierno está diciendo que son utilizados para cometer delitos, pues entonces son víctimas. Vos tenés que evitar esto, no ir a meterlos presos”, expresa Cesaroni.

Encerrar a niños, niñas y adolescentes en cárceles y privarlos de la libertad, genera nuevos problemas sociales, entre ellos, la internalización del estigma en un momento de cambio, crecimiento y desarrollo: “Una vez que detiene esos pibes o los encierra la cárcel hace mucho más difícil la vida después porque efectivamente les pone un cartel en la frente que dice ‘este pibe estuvo preso’ e incluso en muchos casos consolida en estos pibes conductas transgresoras porque eso es lo que les da identidad”, cuenta la especialista. Al mismo tiempo que la sociedad adulta y el Estado se apartan de sus obligaciones para garantizar los derechos básicos de las infancias y adolescencias, cae sobre estas últimas una responsabilidad adulta inédita. “El lugar de un pibe de 14, 15, 16 años, dónde está ubicado en el mundo, la mayoría de las veces no tiene que ver con lo que él haga sino con lo que hagan con él, y lo que hagan con él es responsabilidad de los adultos”, explica Cesaroni.

Verdú denuncia que la ideología punitivista se fue estableciendo en el tejido social desde hace veinte años obteniendo una mayor difusión y virulencia con las redes sociales, donde proliferan estos discursos: “Eso lo vemos cada vez que denunciamos un caso de gatillo fácil y la respuesta del aparato de trolls es ‘uno menos, festejemos’”.

En referencia al devenir legislativo del proyecto de ley, Cesaroni concluye: “Hemos conseguido impedir que esto avance en 2017 y 2019 pero es cierto que este momento político es muy difícil y que las fuerzas parlamentarias han demostrado una y otra vez una mirada bastante punitivista y regresiva en estos temas”.

«Se busca comida, ¡nos hace falta!»

«Se busca comida, ¡nos hace falta!»

Cerraron trece comedores comunitarios de la RAE por falta de fondos para comprar alimentos. Ya lo habían hecho al menos otros seis. Para muchos niños era la única posibilidad de una comida caliente diaria. Desde la red anunciaron ollas populares para el 5 de junio y una marcha al Ministerio.

 

La Red de Apoyo Escolar y Educación Complementaria (RAE), una asociación civil que nuclea el trabajo de dieciséis organizaciones situadas en barrios del conurbano bonaerense y CABA, anunció que desde el 30 de mayo, trece comedores comunitarios cerraron sus puertas por falta de pago del programa Abordaje Comunitario (ex PNUD), dependiente del Ministerio de Capital Humano. Como resultado, quedaron sin comida a 3000 pibes y pibas, jóvenes y adultos que se encuentran bajo la línea de pobreza, muchos de ellos en situación de indigencia. Se pone en riesgo su salud, ya que la mayoría no cuenta con alternativas para acceder a un plato de comida. Luego de una asamblea anunciaron ollas populares y una marcha al a la Cartera de Sandra Pettovello para el 5 de junio.

“Nos va a tocar estar a la altura de las circunstancias, estar al lado de los pibes que se empiezan a desmayar en las escuelas por hambre. Tendremos que estar al lado de ellos”, afirmó a AM 530 Somos Radio, Margarita Zubizarreta, referente de RAE.

RAE forma parte, a su vez, de InterRedes que nuclea a seis agrupaciones similares que llevan 30 años en articulación y representan 200 organizaciones sociales comunitarias. Trabajan en apoyo educativo, espacios socioculturales y de participación comunitaria. Lo que ahora denuncia RAE ya le sucedió a la Red El Encuentro, también perteneciente a InterRedes: seis centros comunitarios dejaron de cocinar por falta de alimentos desde el 27 de mayo, cuando 1.300 niños, jóvenes y familias, quedaron sin comida.

“Nos desfinancian la RAE y El Encuentro, pero la semana que viene puede pasar lo mismo con las otras redes. Está siendo progresivo y no tenemos noción de que va a pasar”, cuenta Zubizarreta con preocupación. La RAE convocó a una asamblea en Nuestro Lugar, uno de sus centros en San Fernando. Desde allí, en diálogo con ANCCOM, Margarita Zubizarreta contó: “Acabamos de resolver hacer ollas populares en los 17 centros de la RAE el miércoles que viene a la misma hora, hacer una asamblea el jueves a la mañana en este mismo lugar, hacer un amparo judicial y seguir trabajando con las organizaciones de cada barrio y fortaleciendo la articulación con los municipios, para trabajar y hacer una movilización la semana que viene con las seis redes, que son 200 centros y 22.000 niñas, niños, jóvenes y adolescentes destinatarios de esas redes. Hacer una movilización a capital humano”.

Decir No

La referente del espacio cuenta que los chicos les piden comida y tienen que decirles que no hay: “Es imposible decirles que no. Es un desastre. Los mismos chicos nos lo dicen, están haciendo carteles. Hacemos asambleas con los educadores comunitarios, para que sepan lo que está pasando y ver qué podemos hacer. Saben que hay un depósito de mercadería que está ahí acumulada. Las familias de los chicos ya saben todo. Nos dicen que en las escuelas, en muchos casos, no estaban comiendo y que esperaban llegar al centro para tener la única comida del día: una comida de calidad con los recursos que nos daban del programa. Ahora decirles que no, nos está costando un montón. Estamos intentando estirar con lo poco que queda de fideos, arroz, pero realmente no lo podemos sostener. No tenemos de donde sacar recursos.

«Se busca “comida”: ¡nos hace falta!», menciona el cartel hecho por un niño que asiste a comera a RAE.

La RAE, contaba con tres maneras de administrar los Fondos de Abordaje Comunitario: la presencialidad, la vianda o el bolsón, todas ellas, auditadas permanentemente. Tras anunciar el cierre, desde RAE señalaron que cumplían con todos los requerimientos legales y administrativos así como con las auditorías implementadas por el Ministerio de Capital Humano. Aun así, el Estado nacional no transfiere los fondos para alimentos, alegando “demoras administrativas” en el traspaso de los recursos del Ministerio de Economía al programa.

Sin las organizaciones sociales la situación es realmente muy grave, explica Zubizarreta: “Si no recuperamos el aporte en alimentación y no logramos sostener el aporte que ademas realize la Provincia para lo socioeducativo, se van a tener que cerrar los centros. El impacto que uno ve y que nos refieren las familias después de tantos años es que se perdería reconocimiento, valoración, confianza; si se pierde eso, es un golpe mortal para los barrios. Entendemos que el Gobierno de la Provincia va a hacer lo imposible porque estamos en diálogo con funcionarios y nos dicen que lo último que van a hacer es eso. El tema es que no sé cómo van a ir acompañando semejante inflación y bajos salarios. No sé si lo vamos a poder sostener”. Y agrega: “Desde enero, con la incertidumbre de no saber si seguimos o no, estamos sin dormir. No damos más. Estamos al lado del padecimiento, y es muy difícil de comunicar, hay que estar”.

Se puede aportar económicamente a RAE, con donaciones por única vez o todo el año. También se puede contactar con esa finalidad al mail: Colaboraconrae@gmail.com.

 

Las escuelas bonaerenses en alerta por las apuestas online

Las escuelas bonaerenses en alerta por las apuestas online

Según un estudio realizado por Ibope, el 12,5 por ciento de los argentinos que apuestan en línea son niños, niñas y adolescentes que tienen entre 16 a 24 años y en su mayoría son mujeres. La Secretaría de Educación provincial ya colocó el tema en su agenda.

Desde finales del año pasado y principios del ciclo lectivo 2024, se incrementó la cantidad de casos de niños, niñas y adolescentes que realizan apuestas online a través de sus teléfonos en las escuelas y desde la Subsecretaría de Educación de la Provincia de Buenos Aires se encendieron las alarmas: “No puede haber silencio pedagógico frente a estas situaciones que afectan la salud emocional y la integridad de nuestros estudiantes. La escuela no puede ni debe mirar para otro lado, aunque no solamente esta sea la única que debe abordar este tema”, afirma el subsecretario de Educación bonaerense, Pablo Urquiza, y agrega que los jóvenes llegan a situaciones en las cuales corren el riesgo de endeudarse, de destinar dinero que su familia le dan para otras actividades y las utilizan para las apuestas.

La semana pasada, la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires presentó un documento ante la Comisión de Adicciones de la Cámara de Diputados de la Provincia, a pedido de la Asociación Civil Pensando en Generar Políticas Públicas, para avanzar en un marco normativo para combatir los sitios clandestinos y la prevención de la ludopatía en niños, niñas y adolescentes.

El documento consiste en un estudio sobre el impacto del juego online en jóvenes y adolescentes elaborado recientemente por Walter Martello, defensor del pueblo adjunto general de la Provincia, a cargo el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos y del Observatorio de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, y se basa en los datos de un estudio realizado por Target Group Index-Ibope Argentina.

El estudio de Ibope, en el que se encuestó a 10.018 personas en el país, arrojó que el 8,29 por ciento ha realizado apuestas online y que, de ese porcentaje, el 12,5 son jóvenes entre 16 a 24 años, y el 15,5 son personas de 25 a 34 años. “Dado el vertiginoso crecimiento de las apuestas online en nuestro país no sólo es necesario hacer más efectivo el control del Estado ante la proliferación de las plataformas ilegales, sino también avanzar en un marco normativo acorde a los desafíos del presente”, sostiene el informe del Observatorio.

“Las apuestas online son un tema que atraviesa a todos los estratos sociales. No es patrimonio de determinado sector, lo estamos viendo en el amplio abanico de heterogeneidad de nuestras instituciones educativas, tanto en escuelas de gestión privada como de gestión pública. Es un tema que está preocupando mucho a la comunidad educativa”, alerta Urquiza.

Desde la Subsecretaría de Educación de la Provincia de Buenos Aires detallan que han elaborado materiales en conjunto con la Dirección Provincial de Educación Secundaria y con la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social para trabajar en las aulas y que se van a distribuir en las escuelas en los próximos días a través de comunicaciones.“No hablamos de ludopatía –aclara Urquiza–, sino de consumo problemático que están teniendo los chicos, porque la persistencia en esta conducta les trae aparejadas situaciones de conflictos, malestar, angustia y temor: sabemos de situaciones en la que los chicos han contraído deudas y se sienten amenazados para pagarlas”.

Las apuestas online deben ser abordadas en la escuela como un consumo problemático, reafirman en el comunicado publicado por la cartera educativa bonaerense ya que –siguiendo las definiciones de la Sociedad Argentina de Pediatría, y la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar)– “los consumos de personas menores de 18 años siempre son considerados problemáticos porque afectan la salud física y mental”. Por esto, desde la Subsecretaría de Educación bonaerense, explican que la comunidad educativa tiene que generar dispositivos y herramientas para trabajar en las aulas y problematizar desde esta perspectiva: “La escuela siempre ha puesto palabras en relación a muchos temas que a veces a la sociedad le cuesta un poco más hablarlas: salud mental, educación sexual integral, violencia en los noviazgos y políticas de Memoria, Verdad y Justicia. La escuela es un ámbito más amigable para los chicos para poner palabras y nos parece que si tenemos un abordaje integral de esta problemática, puede ser receptado por los chicos”.

«En las escuelas notamos la alteración de los hábitos de descanso, de alimentación,  dificultades para concentrarse y advertimos también la ruptura de amistades por deudas de juego. Los chicos contraen deudas para apostar, que provocan la pérdida de bienes y pueden exponerlos», dice Urquiza.

Las marcas de los sitios de apuesta online están a la vista. En publicidades que aparecen en videos, camisetas de fútbol o contenidos de influencers que promocionan casinos y casas de apuesta. En nuestro país sólo en 17 provincias está regulado el juego online, alguno de los sitios de apuesta más utilizados son Betsson, Bplay, Betwarrior, Bet365 y 1xBet, estos dos últimos son los más elegidos por los argentinos, según Ibope. En el caso de Bet365, opera internacionalmente y tiene licencia para la explotación del juego online en la Provincia de Buenos Aires, mientras que 1XBet no cuenta con ninguna autorización de las jurisdicciones del país y se suma a la lista de las casas de apuestas online sin licencia para operar, según explicita el estudio de Martello.

Las apuestas online deportivas se basan en predicciones de resultados de partidos y competiciones. Según el estudio realizado por Ibope, el 41,2 por ciento de los argentinos apuesta al fútbol, le siguen los bingos online con el 37 por ciento, mientras que el boxeo es la tercera opción más elegida en el país con el 16,8. Las mujeres son las que tienen mayor participación en las apuestas online con un porcentaje del 8,50 por ciento respecto a los varones con 8,05.

“También tenemos que abordarlo como una política de cuidado. Porque el consumo de apuestas online genera la idea de que siempre podés ganar, que siempre hay una chance más y que te podés recuperar. Entonces, esa idea te lleva a, si no tenés dinero, conseguirlo de cualquier manera endeudándote o pidiéndole a los amigos. En estos juegos siempre gana la banca”, subraya Urquiza.

El comunicado advierte que estas prácticas chocan de lleno con los derechos del niño, niña y adolescente a la salud integral, el derecho al juego y el acceso a la recreación y esparcimiento: “Desde las escuelas notamos la alteración de los hábitos de descanso, de alimentación, las dificultades para concentrarse y sostener la atención; y en ocasiones advertimos también la ruptura de amistades por deudas de juego, o las familias nos comentan que las chicas y los chicos llegan a contraer deudas para apostar, que provocan la pérdida de bienes y pueden exponer a las y los jóvenes y sus allegados a riesgos por contraer deudas con personas desconocidas”.

“La prohibición de los celulares en el recreo no genera que no haya estas conductas. Hay algunas iniciativas también destinadas al uso del celular en el ámbito educativo y creemos también que el celular es un instrumento que puede facilitar determinados aprendizajes. Abordar esta problemática no va por el lado de la prohibición, sino por el del diálogo. Porque tampoco es solamente que estas conductas se presentan en el recreo: los chicos lo pueden hacer a la entrada de la escuela, a la salida o en algún momento de la clase. Lo que tenemos que trabajar es poder acompañar a los chicos en la idea de que estas conductas son complejas para su salud integral y para su cuidado”, concluye Urquiza.