Bases y condiciones para privatizar

Bases y condiciones para privatizar

Con su primera ley aprobada en el Parlamento, el gobierno de Javier Milei quedó habilitado para vender varias empresas públicas. La necesidad de dar razones oficiales para volver a los 90.

Le llevó seis meses al Gobierno y ceder en algunas pretensiones pero finalmente la Cámara de Diputados le aprobó en la madrugada del 28 de junio la Ley Bases y el paquete fiscal que la gestión de Javier Milei venía empujando con prisa y sin pausa desde diciembre. El ambicioso paquete de reformas original contaba con más de 600 artículos que atravesaban todas las áreas, desde lo impositivo, privatizaciones, seguridad, reformas laborales, jubilaciones y más. En un semestre de intensas negociaciones -y un rechazo de diputados de por medio- el proyecto fue mermando a una versión más escueta y “suavizada” que la original, que tuvo su aprobación definitiva en el Congreso Nacional, luego que Diputados acompañara la norma con 147 votos positivos, 107 negativos y dos abstenciones.

Uno de los puntos más polémicos del proyecto fue el capítulo de las privatizaciones de empresas estatales. Originalmente, se pretendía poner a la venta 40 empresas del Estado, entre las cuales se encontraban YPF, Aerolíneas Argentinas y Banco Nación. Luego de un intenso tira y afloje -que caracterizó el debate de ley en su totalidad- se redujo a 11 (entre las que se quitó a YPF y al Banco Nación) y finalmente en el Senado se quitaron de la lista a Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y los medios públicos.

Según el texto aprobado por el Congreso, las empresas sujetas a una privatización completa son cuatro; Intercargo SAU; Enarsa; Nucleoelétrica Argentina; Yacimientos Carboniferos de Río Turbio. A su vez Agua y Saneamientos Argentinos S.A., Belgrano Cargas y Logística S.A., Sociedad Operadora Ferroviaria S.E (SOFSE) y Corredores Viales S.A. quedarán disponibles para su privatización o concesión.

En conversación con ANCCOM, Karina Forcinito, experta en privatizaciones, docente investigadora de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Universidad Nacional de Luján y en la Maestría en Estudios Sociales Latinoamericanos de la UBA, afirmó que el plan de Milei está “vinculado con la necesidad de hacerse de reservas y dinero para financiar el programa del gobierno”. Según Forcinito, la decisión de poner algunas empresas estatales a la venta se enmarcaría en la “concepción anarco neoliberal de Milei, donde el Estado es el principal problema de la economía y es por eso que debe reducirse a su mínima expresión”. El mismo mandatario liberal se calificó a sí mismo como “el que destruye el Estado desde adentro” en una entrevista reciente en el medio internacional The FP Honestly.

Forcinito destacó que algunas de las empresas funcionan bien en las manos del Estado: “Intercargo da ganancia, de los corredores viales el 25% de las rutas del país son superhabitarias”. Igualmente, aclaró que todo dependerá de la forma en la que “se desarrollen las privatizaciones y la bajada de línea que determine el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI)”, foro destinado al arreglo de diferencias entre inversionistas y Estados en la mayoría de los tratados internacionales de inversión.

La investigadora celebró la quita de Aerolíneas Argentinas de la lista de empresas a privatizar. Para ella la aerolínea “tiene la carga del servicio universal y asume todas las rutas deficitarias que ningún privado quiere asumir. Si se hubiera privatizado quedarían desconectados muchos lugares”.

Por último, la experta en privatizaciones afirmó la necesidad de poner en discusión los términos de las ventas con “gente que entienda que el Estado, según la Constitución, tiene funciones indelegables que tiene que cumplir en materia de servicios públicos y entienda la diferencia entre un servicio público y uno privado. Lo que pasa es que este gobierno no ve la diferencia, entiende que todo es negocio y no le importa”.

José Castillo, economista, dirigente nacional de Izquierda Socialista y docente investigador de la Universidad de Buenos Aires, conversó con ANCCOM y afirmó que la estrategia de incluir el capítulo de privatizaciones tiene que ver con una necesidad de “mostrar esa imagen de desregulación, una línea ideológica de privatizaciones, que se integra al programa de ajuste estructural clásico del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que se conforma de tres patas: reforma laboral, reforma jubilatoria y reforma fiscal”.

En relación a esta ley, Castillo aseguró: “Hay una desesperación del gobierno de mostrarle a los organismos internacionales, sobre todo al FMI y a los inversores, que tienen la posibilidad de pasar alguna ley. Desde afuera aplauden el proyecto de Milei pero dudan de su viabilidad política. Milei no está logrando ningún acuerdo político”. El recorte del ambicioso proyecto original de la Ley Bases anuncia lo mismo: Milei tuvo que bajar del “trono” y empezar a hacer concesiones entre los partidos al estilo “casta” para poder lograr apoyo del Legislativo.

Siguiendo a Castillo, el gran desafío que tiene Milei para accionar su plan político es “la estabilización de la economía y no está logrando conseguir esos dólares. El FMI tampoco está dispuesto a prestarle de nuevo a Argentina. Este es el gran problema de corto plazo que tiene el gobierno: no tiene plata ni para pagar las exportaciones hoy, ni siquiera pudo abrir el cepo”. El historial de préstamos y cesación de pagos del país se suma al “miedo que tienen los inversores extranjeros a la gobernabilidad de Argentina. Están de acuerdo con el programa económico pero quieren resultados de estabilización y acuerdo político”, afirmó Castillo. En este sentido, la aprobación de la Ley Bases significa un triunfo; logró finalmente llegar a un primer acuerdo político en su gestión, que podría mandar señales de estabilidad a los inversores extranjeros.

En cuanto al plan a largo plazo del gobierno, el dirigente apuntó: “Está muy claro: que se derrumben los salarios y las jubilaciones, que desaparezca la legislación laboral argentina. Argentina pasaría a ser una economía de enclave, en condiciones de competir con otros países, como los del sudeste asiático. Es un esquema donde vienen empresas extranjeras en búsqueda de mejores precios de producción pero no para mejorar la economía local sino para exportar. Para hacer eso tenés que lograr la tremenda derrota para los derechos a los trabajadores” cerró Castillo.

Las privatizaciones en los ‘90

ANCCOM también conversó con Emiliano Libman, doctor en Economía e investigador asistente del CONICET, sobre el esquema de privatizaciones de los ‘90 y las resonancias con esta ley: “Durante el gobierno menemista efectivamente el esquema de privatización generó una mejora en las cuentas públicas: atrajo ingresos frescos y un atractivo para los inversores internacionales. Buena parte de los activos de las empresas públicas formaron parte de toda la estrategia de reestructuración de la deuda que Argentina y los demás países de América Latina tenían desde los ‘80”. Pero fue una estrategia que sólo funcionó “en el corto plazo para eliminar los problemas fiscales”. Tiempo después y a raíz de la convertibilidad el país volvió a endeudarse y terminó la década con una deuda muchísimo más grande que con la que la había empezado.

“Milei elogia al gobierno menemista, pero el contexto es muy diferente. Hoy Argentina no tiene el mismo acceso al crédito que tenía en los noventa. Queda por verse que si Milei puede sostener el ajuste en estos niveles, que es muy fuerte”, concluyó Libman.

El RIGI, fase superior del extractivismo

El RIGI, fase superior del extractivismo

Uno de los capítulos más controvertidos de la Ley de Bases es minuciosamente analizado por críticos y defensores. El modelo de desarrollo económico, la soberanía jurídica, el cuidado ambiental, la calidad del empleo y la equidad impositiva, entre otros temas que se ponen en juego con la nueva normativa. ¿Saldrá airoso o será rechazado en el Senado?

Cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente para recordar a los gobiernos de todo el planeta la importancia de llevar adelante políticas que promuevan la preservación y mejora del ambiente. Son 52 los años que pasaron desde que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció la efeméride. Lo hizo en homenaje a la Conferencia de Estocolmo, que fue la primera gran disertación sobre temáticas socioambientales que hubo a nivel internacional y cuya apertura tuvo lugar el 5 de junio de 1972 en Suecia. 

No obstante, en estos días el Senado de la Nación ha estado muy lejos de debatir qué acciones se podrían realizar en Argentina para proteger el ambiente y, en consecuencia, promover el bienestar de la población y fomentar un desarrollo económico sustentable y equitativo. Por el contrario, los senadores han estado discutiendo en comisiones los detalles del “Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones” (RIGI), uno de los capítulos del proyecto “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, que busca profundizar el modelo de desarrollo extractivista con el objetivo de promover una mayor industrialización en el país y su consecuente generación de empleo. 

Según el texto del proyecto de ley, que está disponible para su lectura exhaustiva en www.infoleg.gob.ar, el RIGI pretende “dar incentivos, certidumbre, seguridad jurídica y un sistema eficiente de protección de derechos adquiridos” a empresas nacionales y extranjeras que inviertan más de 200 millones de dólares en proyectos vinculados a infraestructura, agroindustria, minería, gas, petróleo, el ámbito forestal, energía y tecnología “a fin de garantizar la prosperidad del país, promover el desarrollo económico, fortalecer la competitividad de los diversos sectores económicos, incrementar las exportaciones de mercaderías y servicios al exterior, favorecer la creación de empleo, generar condiciones de previsibilidad y estabilidad para las grandes inversiones previstas en el RIGI y desarrollar coordinadamente las competencias entre el Estado nacional, las provincias y las respectivas autoridades de aplicación en materia de recursos naturales”. 

Julián Monkes, licenciado en Ciencias Ambientales y becario doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), dijo al respecto: “Se trata de una faceta mucho más agresiva del extractivismo, porque no sólo promueve inversiones de gran tamaño para profundizar nuestra matriz productiva sino que ni siquiera tiene en consideración el desarrollo de los lugares en los que se produce. Lo que siempre discutimos de la matriz extractivista es que muchas veces puede ser valorada por los actores de la comunidad en donde se da porque genera trabajo, pero en este caso ni siquiera está eso porque pueden traer personal de afuera directamente, sin necesidad de formar al personal de acá para que en el futuro pueda conducirlo. El régimen no fomenta ni obliga a la compra nacional, que podría favorecer a las empresas más pequeñas que podrían proveer algún material necesario para la explotación. Ese es el más crudo de los extractivismos porque es venir, explotar y ni siquiera dejarle algo a la gente que está ahí. Además de profundizar el extractivismo, genera un colonialismo”. 

“Eso no es así —se opuso Lisandro Almirón, abogado y diputado nacional por La Libertad Avanza, en diálogo con ANCCOM—. Para cualquier inversión de gran envergadura necesitás motorizar todos los sectores de la economía que hoy pueden estar en recesión. Una es la construcción de caminos, edificios, viviendas. Puede venir mano de obra de otro lado, que no sea de Argentina, pero generalmente se da en cuestiones muy técnicas, cuando otros países tienen recursos humanos que por su formación y capacidad hacen indispensable su presencia en la industria local. Pero el que invierte busca precio, calidad y que su producto pueda ser vendido, exportado, competitivo en el mercado. En la Argentina de principios del siglo pasado las grandes obras no se hicieron solamente con mano de obra local. Los ferrocarriles eran capitales extranjeros y se han fundado pueblos gracias a esa industria, lo mismo con las exploraciones petroleras. No tener en cuenta eso es desconocer la historia. Pero hay que confiar en los recursos humanos, el desarrollo tecnológico y las universidades que tiene el país, hay gente formada para cualquier desarrollo industrial. No podés pensar que la inversión no va a venir acompañada de absorción de mano de obra local calificada. No nos desarrollamos porque tenemos una mentalidad mezquina y conservadora de decir: ‘Dejemos a todos como estamos, inmersos en la pobreza, no generemos inversiones y veamos cómo seguimos arreglándonos con lo que tenemos, sin desarrollo, sin producción y sin tener valor agregado’. Esa visión de pensar que todo lo que viene hará un daño me parece arcaica y mezquina”.

Por su parte, Facundo Ríos, abogado especialista en Derecho y Política de los Recursos Naturales y del Ambiente, señaló a esta agencia que “al no tener definiciones concretas en un marco jurídico argentino sobre cuáles van a ser para nosotros las evaluaciones de impacto ambiental y cómo vamos a demostrar que las empresas que vienen a invertir desde el extranjero no contaminan el ambiente, vamos a seguir viviendo en un híbrido donde las provincias pueden determinar sin grandes consecuencias cuáles son para ellas esas evaluaciones. Si no tenemos una Ley de Evaluación de Impacto Ambiental a nivel nacional —advirtió Ríos—, es muy difícil que podamos determinar parámetros estándares para que un empresario que quiera venir a invertir no tenga un conflicto legal permanentemente en este país. El RIGI es contrario al orden jurídico actual. Si vos hacés una diferencia ante la ley entre una empresa grande y una chica, lo más probable es que yo te declare inconstitucional esa parte de la norma. Lo que más me preocupa es que a las empresas extranjeras les dejen llevarse los recursos naturales como quieran, les den exenciones impositivas y les permitan no tener sus inversiones integradas a los mecanismos productivos del país”. 

En cambio, Almirón dijo que “eso de que no hay mediciones de las consecuencias de la explotación de los recursos naturales es una interpretación muy subjetiva. Con ese criterio los países desarrollados no podrían haber llegado a los estándares de competitividad a los que han llegado en los últimos años. Quedaríamos muy atrás con un razonamiento muy rígido respecto al ambiente. En Argentina los bonos verdes tienen cada vez mayor aceptación porque otros países valoran que este país no produzca y siga pudiendo ser la reserva ecológica mundial. Pero mientras nosotros somos eso, el resto de los países sigue generando valor agregado a su materia prima y sigue mejorando su calidad de vida. Entonces si vas a medir en función de no aumentar tu PBI con argumentos que son muy radicales respecto al cuidado del ambiente y no hay inversiones por las consecuencias en el impacto ambiental, y si a eso le agregás la falta de credibilidad y seguridad jurídica, estamos muy lejos de sacar el país adelante. Yo no comparto la Agenda 2030, no creo que ese sea el camino para los países que quieran desarrollarse”. 

La agenda a la que se refirió el diputado también se conoce como Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Se estableció en septiembre de 2015 en la Asamblea General de las Naciones Unidas. En aquella oportunidad 193 jefes de Estado aprobaron un documento que contiene 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y 169 metas que se deben aplicar de forma universal. El Gobierno nacional argentino que asumió en diciembre de 2015 en ese momento tomó el compromiso de implementar esa agenda mundial a nivel local. Entre sus objetivos se encuentran el de garantizar el acceso a una energía asequible y no contaminante así como a modalidades de consumo y producción sostenibles, adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para el desarrollo, promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la biodiversidad, entre otros. 

Hay que recordar que el extractivismo implica arrancar los recursos naturales y materias primas de la tierra, tales como diamante, oro, plata, cobre, madera y petróleo, entre otros, para venderlos en el mercado mundial. “El principal destinatario del RIGI son las grandes empresas mineras, cuyo principal insumo es el agua. Argentina es el cuarto país del mundo con más conflictos ambientales en torno a la minería, y estamos hablando de un régimen que no tiene precedentes en el mundo. A las inversiones que lleguen se les dan unos beneficios que son absurdos para la explotación en el país”, afirmó Micaela Oroz, referente de la organización ambientalista “Ahora qué?”.

Oroz contó que existen diferentes líneas de pensamiento en el ambientalismo respecto de actividades como la minería y el fracking, una técnica para aumentar la extracción de gas y petróleo de los subsuelos que promueve la fractura de las montañas para extraer minerales e hidrocarburos. Dijo que existe una postura “más dialoguista” que si bien reconoce que esas actividades extractivistas son las principales emisoras de gases de efecto invernadero y generan consecuencias ecológicas como el cambio climático y la crisis de biodiversidad y de gestión de los plásticos, sostiene que la mayoría de los países que hoy impulsan las restricciones a las actividades de impacto ambiental pudieron desarrollarse por la explotación de los recursos en los países subdesarrollados. “Esta línea sostiene que el extractivismo está mal, pero pone en entredicho una oposición tajante a todo, pensando en el desarrollo estratégico a largo plazo para que pueda realizarse una transición ecológica, energética, económica y social, porque a fin de cuentas no se trata sólo de la preservación del ambiente sino también de mejorar la calidad de vida humana”, puntualizó Oroz, y aclaró que esa es la corriente de pensamiento que ella sostiene. Por otra parte, dijo que existe una postura “más purista”, que propone frenar todo tipo de actividad extractivista. “Es una línea súper respetable y valorable, porque sólo del pragmatismo no puede vivir un movimiento y está bueno que haya posicionamientos más puros también”, opinó Oroz. 

Por su parte, Monkes dejó entrever una mirada similar a la de Oroz al afirmar que “no discutimos tanto el proceso productivo en sí sino la postura política que tomás a la hora de encarar esa matriz productiva. Yo no estoy en contra de que explotemos gas; quiero una matriz energética verde pero eso en el corto plazo es irreal. El problema que tenemos hoy es que nadie planifica hasta dónde explotar el gas, simplemente mientras sea rentable se va a hacer. Ese es el pensamiento extractivista, que sólo mide una variable económica y mercantil a la hora de pensar la matriz productiva”. Y ahí viene el RIGI para instalar ese criterio. “El RIGI fomenta esa posición política y filosófica, que hace que no podamos mantener producciones que capaz no son rentables desde lo económico pero que son enormemente productivas desde lo ambiental, como las agroecológicas, que buscan no modificar el paisaje para producir alimentos sino adaptar los alimentos al paisaje. Esto es: tratar de aprovechar los bichos naturales que haya en la zona y que se pueden comer plagas, asociar cultivos porque se benefician mutuamente y alejar cultivos que compiten y, llegado el caso, reducir insumos de síntesis química, como pesticidas y fertilizantes. Yo no tengo una postura tan puritana con la agroecología, porque si hay una plaga que se desmadró en un año determinado por equis motivo ecológico azaroso, no me parece mal que se aplique un fungicida o un insecticida para matar esa plaga porque estás perdiendo la producción. Otros tienen una mirada más purista, para mí se trata de aplicar principios ecológicos a la producción agropecuaria tendiendo a reducir insumos químicos”. 

En cuanto a cómo podría afectar el RIGI a las economías regionales y a los pueblos que habitan las tierras en las que se encuentran los recursos naturales más codiciados, Oroz aseguró que “el RIGI va en contra del Artículo 124 de la Constitución Nacional, que establece que corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales que están en sus territorios. También va en contra del Artículo 75, Inciso 17 que afirma que los pueblos indígenas preceden al Estado nacional en esos territorios, y reconoce sus derechos sobre esas tierras. Además está el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que estipula la consulta previa, pública, libre e informada y la autonomía de las comunidades respecto a sus formas de desarrollo”. 

“Las provincias petroleras patagónicas o las provincias del norte con la industria energética cobran regalías que les permiten recibir ingresos por el solo hecho de que determinadas cosas estén o pasen por ahí sin la más mínima inversión ni proyección. En ese sentido, las provincias tienen un sistema que garantiza que todo tipo de industria tenga efectos directos e indirectos que mejoran sustancialmente las economías provinciales y regionales —objetó Almirón—. Tenemos que ser conscientes de que si bien tenemos recursos naturales, también existen otros países que son altamente competitivos con nosotros. En la reunión que tuvo el presidente de la Nación con Elon Musk, este empresario reconocido a nivel mundial no le ponía tanto el ojo al litio sino más bien al cobre. Y de lo que lleva explotado Chile, Argentina explotó solamente el 10% en el mercado de cobre, nos queda todo para crecer. Si se nos va la posibilidad de atrapar grandes inversiones, se van a ir a otros países”. 

“No comparto esa interpretación de que los pueblos preceden a nada, eso no es así —siguió Almirón—. El concepto de Estado-Nación aparece a mediados del siglo diecinueve y el Estado argentino se funda en cumplimiento de pactos preexistentes. Esa discusión es de tinte separatista, es una interpretación muy maliciosa respecto de la identidad de Argentina y tiende a generar desorden. Una cosa son los derechos de los pueblos originarios respecto a su identidad y otra cosa son los derechos sobre el territorio. Nadie desconoce su identidad, pero el derecho a la propiedad acá tiene un sistema de registración, que lo pone la Constitución y el Estado argentino que gobierna a través de sus representantes, no a través de abstracciones jurídicas o filosóficas. Los derechos subjetivos de los pueblos originarios no tienen nada que ver con los derechos del Estado-Nación argentino”. 

Para Ríos “hemos avanzado, por suerte, con el Acuerdo de Escazú, pero al margen de eso creo que estamos todos de acuerdo con que cada pueblo pueda tomar decisiones sobre lo que se haga con su territorio. Con el RIGI hay que estar alertas de que cuando lleguen las inversiones hay que ver qué pasa al final del camino: qué hicimos con el recurso explotado, cómo lo explotamos y qué fue lo que quedó. Existen muy buenos modelos, como Noruega o Suecia, que con las inversiones crean fondos que hoy les sirven para solventar las jubilaciones y pensiones. En Noruega cerraron una empresa de explotación de carbón súper importante, con un ingreso que era multimillonario, por conciencia ambiental”. 

Quienes defienden la aprobación del RIGI sostienen que esta política va a generar empleo y que se trata de un instrumento para que Argentina deje de ser un país subdesarrollado. “Eso es absurdo. Los mecanismos del RIGI apuntan a que Argentina se condene a ser un exportador de commodities porque no tiene ningún incentivo para el desarrollo local. Yo no veo cómo puede potenciarnos una política que va en detrimento de la industria nacional”, opinó Oroz. 

“Yo creo que la relación entre países desarrollados y subdesarrollados —señaló Monkes— no se rompe con este tipo de inversiones sino con posturas más soberanas a la hora de pensar un país. Naciones que supuestamente van a venir a invertir, pueden dar media vuelta e irse porque no hay ninguna restricción a que vengan, hagan negocios y se lleven esos dólares”.

 En cambio, Ríos apuntó que “el RIGI va a generar un empleo temporal y no va a llevar al desarrollo. Esta política viene a decir a las empresas: ‘Argentina está de oferta, quién es el mejor postor, vengan que nosotros les garantizamos que no les vamos a tocar la plata’”. 

En caso de aprobarse la ejecución del RIGI, las empresas que queden englobadas dentro de él tendrán beneficios económicos y jurídicos por 30 años, entre los que se destacan la importación de máquinas e insumos sin pagar aranceles ni priorizar a los proveedores locales y la reducción del impuesto a la ganancias del 35% al 25%. “El RIGI es ilógico por donde lo mires. Si se ejecuta, podría ser la cosa más dañina que nos ha pasado en los últimos cuarenta años. Estados Unidos, que es el país que Milei más admira, tiene un plan antiinflacionario que es extremadamente proteccionista y que tiene consenso entre demócratas y republicanos”, comentó Oroz. A su vez, Ríos aseguró: “Las excepciones impositivas que propone el RIGI son ilógicas, no tienen antecedentes en el mundo. No generan ningún valor agregado en el país, el único valor es que ingresó el dólar. Lo importante es que con esa plata que vos estás girando pagues impuestos, me ayudes con el desarrollo productivo de mi país, me garantices que no me dejás contaminado el ambiente. Si vos me dejás estructuralmente la situación en mejores condiciones de las que llegaste, por supuesto que girala, si yo necesito que lleguen inversiones extranjeras al país y necesito explotar el litio para hacer la transición energética. Pero yo no estoy a favor de que lo hagas con excepciones impositivas, sin un mecanismo de control y sin mejorar los procesos, porque si vos usás el agua y la dejás evaporarse a la atmósfera, se me termina secando el río, entonces te llevaste el litio y me dejaste un río seco, sin desarrollo y sin pagar impuestos. Eso no le sirve a nadie”.

Por otro lado, el texto del proyecto de ley indica que si surgiera alguna controversia entre el Estado nacional y las empresas adheridas al régimen en cuanto a la ejecución, aplicación, alcance o interpretación del RIGI, “se resolverá, en primer lugar, mediante consultas y negociaciones amistosas”. Si esto no fuera posible, la disputa se resolverá según el reglamento de arbitraje de la Corte Permanente de Arbitraje (CPA) o el de la Cámara de Comercio Internacional (CCI) o el del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). “El CIADI es una corte norteamericana que siempre falla en contra nuestro, lógicamente”, advirtió Oroz. Por su parte, Ríos opinó al respecto: “Les estás cediendo la soberanía de poder litigar en otro tribunal, porque vos como Estado tenés la potestad, en determinadas cuestiones, de decidir en qué jurisdicción vas a litigar y eso te da garantías. Por ejemplo, los Estados que te prestan plata, lo hacen con la jurisdicción de Estados Unidos, es decir, vas a litigar en ese país porque es el que se elige cuando se pacta el acuerdo internacional”. 

Ahora bien, es válido preguntarse qué otro modelo de desarrollo se podría proponer en contraposición al que pretende establecer el RIGI. “Depende de la ideología. El modelo que a mí más me gusta es uno que sepa que si vas a extraer los recursos naturales, al final del camino vos tengas las inversiones que trajiste integradas al modelo productivo, que los impuestos que cobres a esas megainversiones te garanticen que vas a tener un desarrollo en tu país, fondos para la educación, para el desarrollo de industrias competitivas de tu Estado, como la del conocimiento”, expresó Ríos. 

“Pienso que podemos crear economías de escala a nivel regional, si es a nivel internacional todavía mejor, en las que se generen incentivos para el desarrollo de la transición energética, que me parece que es el punto principal para impulsar el desarrollo sostenible. Esto significa dejar de consumir una energía basada en combustibles fósiles, como petróleo, gas y carbón, y pasar a basarnos en energías renovables y limpias, como la eólica y la solar, incluyendo la hidroeléctrica y nuclear, porque tienen menores o nulas emisiones de gases de efecto invernadero”, enfatizó Oroz. “Yo creo que la agroecología es una herramienta para construir soberanía alimentaria”, opinó Monkes. 

Ya pasaron muchos años desde aquella Conferencia de Estocolmo que inspiró a la ONU a crear el Día Mundial del Medio Ambiente, pero en Argentina y en el mundo se insiste con la ejecución de políticas que parecen ir en contra de la preservación y mejora del ambiente, un hecho que invita a preguntarse entonces qué es lo que motiva ese accionar en los diferentes países. “Acá hay que hacer un diagnóstico —subrayó Ríos—. La discusión del nivel de preocupación por los temas ambientales es muy reciente, empezó a subir en intensidad a partir de la década del ‘90, con mucha retórica pero con poca acción. Naciones Unidas determinó que el ambiente es un derecho humano recién en 2022. Yo creo que en Argentina tenemos muchas inconsistencias en nuestro sistema ambiental porque no tenemos diálogo político. Hace veinte años que no podemos tener un acuerdo político entre los partidos. Si no podemos acordar en cuestiones mucho más básicas como la educación, es muy difícil que acordemos un modelo productivo o cuáles son los límites de explotación de nuestros recursos naturales. La falta de instituciones sólidas en nuestro país lleva a tener una falta de desarrollo normativo”. 

A Oroz la desvela, y mucho, que se baje el tono de advertencia sobre el cambio climático. “Uno creería que una amenaza tal como la extinción masiva de especies lograría trascender a los colores políticos. Afortunadamente, en nuestros diálogos con la política más tradicional encontramos mucha más receptividad en torno a estas temáticas, pero el peligro de los discursos de ultraderecha, que tiene el actual Gobierno, es que pretenden desandar debates que ya tenemos saldados hace décadas y eso me preocupa mucho. Que se relativice el consenso que hay sobre el cambio climático es muy peligroso”. 

“Creo que se insiste en políticas como el RIGI porque no tenemos clara la salida, no sabemos entretejer los reclamos ambientales con un mundo cada vez más globalizado, complejo e interrelacionado y a la vez tan fluido, porque el capital va doblegando a cada país por separado. Yo creo que hay que avanzar en una gobernanza mundial que controle esos capitales que se mueven tan fluidamente entre los países”, concluyó Monkes. 

Un matecito en el Obelisco

Un matecito en el Obelisco

Agricultores yerbateros de Misiones convocaron a una mateada en el Obelisco, con el objetivo de visibilizar la situación crítica que está sufriendo el sector y hacer llegar sus reclamos al gobierno nacional. 

“Vamos a tomar un matecito” fue la invitación de los miembros del Movimiento Agrario de Misiones (MAM) a los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires para que se acercaran con su equipo de mate al epicentro porteño. Una delegación de productores agrarios misioneros se manifestó en la plazoleta de la 9 de Julio, entre banderas de Argentina y Misiones, estandartes con las siglas del Movimiento Agrario de Misiones, emblemas de pequeños productores y cánticos en contra del DNU y la Ley de Bases del gobierno de Javier Milei. 

Los trabajadores de la tierra habían lanzado la consigna «vos llevás el mate, nosotros ponemos la yerba». Entre los principales reclamos, piden al gobierno la restitución de la regulación de los precios de la yerba, la devolución de sus facultades al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) con la designación de su nuevo presidente, y el cierre de las importaciones de yerba provenientes de Brasil y Paraguay que compiten con la producción local. Además, los productores denuncian los bajos precios de la hoja de mate y su brecha, cada vez más grande, con el precio de la yerba en góndola, resultado de las medidas de libre comercio de la administración de Milei.

Precios Justos

“Hicimos una mateada porque, nos guste o no, a los que somos de la provincia o del interior nos es más difícil cruzar la 9 de Julio que el Aconcagua”, explica Facundo López Sartori, Ministro de Agro y Producción de Misiones, que por un rato dejó su convulsionada provincia en conflicto con los empleados estatales. “Venir al Obelisco tiene su impacto, gracias a que los medios hacen llegar más rápido las noticias. La mateada es nuestra forma de traer a los productores y que cuenten su realidad. Que los vecinos de Buenos Aires sepan que detrás de cada mate, hay gente que se levanta a las cuatro de la mañana y hoy recibe menos de trescientos pesos por un paquete que sale cinco mil en góndola”, agrega. El Ministro revela que los mismos agricultores de yerba mate que en diciembre del año 2023 cobraban 0.60 centavos de dólar por cada kilo de hoja verde, actualmente reciben 0.30 centavos de dólar. Es decir que, considerando la inflación, hoy en día los productores cobran menos de la mitad que el año pasado por el mismo trabajo. 

“Esto pasa hoy porque ya no está en funcionamiento el Instituto Nacional de la Yerba Mate, que se encargaba de regular un precio mínimo y de asegurar de algún modo cierta igualdad entre los agricultores y los molineros, que son industriales”, explica Sartori, y asegura que hoy el sector está sufriendo las inclemencias del libre mercado, controlado por los diez molinos de misiones que compran el 80% de la hoja verde, estableciendo los precios. El Ministro advierte que este mercado liberado los está afectando de manera profunda, obligando a muchos agricultores a dejar sus colonias y buscar trabajo en las grandes urbes. 

“No hay que caer en la falacia de creer que porque la yerba se comercializa bien, nuestros agricultores van a estar a bien”, asegura Sartori, “nuestros agricultores son quienes trabajan en la tierra y los que mejor tienen que estar”, y confía en que la mejor manera de que su reclamo sea escuchado por el gobierno nacional es compareciendo frente a las lentes y micrófonos de los medios porteños.  

Entre las bolsas de yerba de cooperativas y pequeños productores a los presentes, se encontraban trabajadores como Luis Alberto Andrusyszyn, productor de yerba mate de Apóstoles, Misiones, quien compartió en diálogo con ANCCOM: “Nos han bajado el precio de la materia prima entre un 40 y un 50%. En cambio, la yerba en góndola no bajó para el consumidor. Quizá se malentiende que nosotros los productores somos los caprichosos y estamos ganando fortuna. Esto no es así, lo que estamos ganando hoy no está cubriendo los costos de producción”. 

Competencia desleal

Respecto de la importación desmedida de yerba mate desde Brasil y Paraguay, Carlos Alberto Fernandez, diputado nacional en representación de la Provincia de Misiones, afirma que “esto genera una competencia que perjudica la economía, no solo de Corrientes y Misiones, sino a nivel nacional. Los precios bajos de estas yerbas importadas se deben a que no tienen los controles bromatológicos que se le da a la yerba nacional, y denuncia que “se venden productos con metales pesados, como por ejemplo el plomo, que es tóxico y altamente perjudicial para la salud de los argentinos. Gracias a los estrictos controles nacionales, estos tóxicos no se encuentran en las yerbas locales”. De esta forma, el diputado alude no solo a la problemática que implica la importación de este bien a nivel económico y político, sino que inclusive alcanza a amenazar la propia salud de los argentinos.

En consonancia con estas declaraciones, Yolanda, trabajadora de la Cooperativa Agrícola Río Paraná, agrega “reclamamos que frenen las importaciones de yerba desde Brasil y Paraguay, y pedimos que se escuchen las voces de los productores. Como dice nuestra marca de yerba Titrayjú, que significa “tierra, trabajo y justicia”, buscamos que haya un tratamiento justo desde el productor hasta el consumidor. La yerba es un producto que está en la canasta básica, y hay que defenderlo”.

La acefalía del INYM

Otro de los reclamos de los trabajadores se centra en la designación de un nuevo Presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Actualmente, este organismo no estatal que se encarga de fomentar y proteger la producción y comercialización de la yerba mate, se encuentra acéfalo, ya que la responsabilidad de nombrar a quien lo presida recae en la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Respecto a esta situación, Nancy Karina Umfurer, productora agrícola, comenta: “El organismo se dejó sin efecto en la provincia. Como no hay un capitán a bordo del barco, la situación es pura incertidumbre”. Umfurer, además, comparte que uno de los objetivos del sector en su diálogo con el gobierno es asegurarle que la restitución del INYM no supone un gasto para nación, ya que esta institución creada en el 2001 “se maneja a través del estampillado. Es decir, que la plata proviene de la provincia de Misiones”.

La yerba y la canasta básica

Esta infusión tradicional que, bajo las duras condiciones económicas muchas veces sirve de alimento y ayuda a cubrir comidas, se encuentra bajo la Canasta Básica Alimentaria, junto a otros productos fundamentales para la dieta del argentino como la leche, el pan o el queso

Durante la jornada, hizo aparición la diputada de Unión Por La Patria, Victoria Tolosa Paz, para manifestarse en apoyo de los productores. “El mate ya es una marca de la Argentina en el mundo, y eso queremos protegerlo y cuidarlo”. Tolosa Paz recalcó la importancia de la yerba en la mesa de todos los argentinos: “Es la infusión por naturaleza más importante en las barriadas y todos los hogares del país. Es parte del ABC de los alimentos junto con la leche”. En defensa del INYM, la diputada agregó: “Sin este organismo, la brecha entre el precio de la góndola y la ganancia de los productores se va ir incentivando negativamente. Hay una desigualdad en la negociación de los pequeños productores de hoja frente a una industria monopólica. Debe existir un instituto que pueda garantizar una vida digna para esa cadena productiva, sin dejarlo al libre mercado”, y cerró con la promesa de “defender la industria nacional yerbatera con uñas y dientes”.

El encuentro finalizó con una foto grupal de los asistentes, ondeando las banderas de los productores que exhibían mensajes como “el sabor de la yerba mate nace del esfuerzo de sus productores. Precios justos YA”. Entre bolsas de yerba y la intimidad de compartir un mate en lo que fue una fría tarde de otoño, los productores misioneros esperan haber logrado dar a conocer su mensaje de manera pacífica y así evitar que esta tradicional infusión no se convierta en un producto de importación en detrimento de la economía local. Es a través de la difusión de los diversos medios porteños que se presentaron para captar el encuentro que los yerbateros exigen, al igual que en el 2001, medidas gubernamentales que logren sacar de la crisis este sector fundamental de la economía argentina.

La crisis estalló en Misiones

La crisis estalló en Misiones

Docentes, policías y tafereros tienen en jaque a la provincia con paros, marchas y cortes de ruta. Los salarios por debajo de la línea de indigencia encendieron la mecha. El personal de la salud tomó el Ministerio. El Gobierno nacional se limitó a enviar gendarmes y prefectos.

La tensión en Misiones continúa y son cada vez más los sectores que salen a reclamar por mejoras salariales. La provincia es, hace ya varios días, el epicentro de una lucha social que se materializa a través de paros, marchas, cortes de ruta, y cánticos contra el gobierno. Hugo Passalacqua, el gobernador, no ofreció aún muchas respuestas y el Gobierno nacional se limitó a enviar efectivos de Gendarmería y Prefectura, mientras se desligó del asunto.

El lunes por la tarde, Udpm (Unión de Docentes de la Provincia de Misiones) y Sidepp (Sindicato de Docentes de Educación Pública de Gestión Privada) aceptaron el acuerdo ofrecido por el Gobierno que promedia entre el 23% y 50%, bastante por debajo del 100% exigido. Por ello, el resto de los gremios rechazaron la propuesta y continuaron con las protestas. El gobierno provincial se iba a reunir ayer por la tarde con quienes no la aceptaron pero, de manera unilateral, la administración suspendió la mesa de diálogo, empeorando la relación entre ambos. 

Un maestro misionero que recién comienza en la docencia percibe un sueldo aproximado de no más de 250.000 pesos, cifra que lo coloca por debajo de la línea de indigencia. Con el aumento prometido, esa situación no se modifica. 

La comunidad educativa viene con este reclamo hace ya varios meses, aunque estas últimas semanas escaló de manera exponencial. El pasado jueves cientos de ellos marcharon hacia la Legislatura e increparon a los diputados. Hubo forcejeos entre la policía y los maestros, quienes lograron frenar la sesión.

 El lunes por la tarde, luego de que trascendiera la noticia de que los sindicatos más allegados al poder habían pactado una cifra bastante por debajo de la reclamada, el resto de los gremios anunció un paro sin asistencia a los lugares de trabajo, por lo menos, por 48 horas. La medida, en algunos casos, se extendió hasta hoy y mañana. “Nosotros rechazamos la propuesta porque no soluciona nada. Hoy, la Policía se está levantando porque cobra 450.000 pesos y no les alcanza. Y esa misma cifra nos ofrecieron a nosotros. Es ridículo”, exclamó Rubén Ortíz, docente, historiador y Secretario General de MPL (Movimiento Pedagógico de Liberación).

Durante el día de ayer, desde bien iniciada la mañana y hasta pasadas las 18, dos columnas educativas marcharon hacia el acceso este del puente, del lado de la localidad de Candelaria. Allí se concentraron miles de personas. Luego, muchos de ellos se sumaron al reclamo de las fuerzas de seguridad en el centro de Posadas. Es decir, lejos de imaginar un acuerdo, los diferentes sectores sociales comienzan a unirse y apoyarse entre ellos, logrando así una lucha colectiva que se observa a lo largo y ancho de la provincia. “La situación ha empeorado. En virtud de que la protesta ha crecido enormemente y hoy se puede decir que todo el territorio de la provincia está paralizada”, afirmó el referente de MPL.

Esta tarde, los maestros realizarán una marcha de antorchas en la ciudad de Posadas, en las avenidas Mitre y Uruguay, a pocos metros del despliegue de las fuerzas de seguridad que ya lleva cinco días de acampe. Por otro lado, mañana se unirán al paro nacional docente convocado por los gremios de la CGT, en defensa de la educación pública. Al respecto, Ortíz agrega: “Tenemos una sola universidad pública acá en el norte, la vamos a defender a muerte. Sobre nuestros cadáveres van a cerrarla. Nosotros estamos dispuestos a todo, esto no es solo por nuestros salarios”, sentenció. 

También la policía

Si bien fueron los docentes quienes tomaron la posta de este reclamo salarial, la noticia tomó impacto nacional cuando se unió un sector impensado: las fuerzas de seguridad. 

El viernes por la madrugada, un grupo de policías autoconvocados, activos y retirados, tomaron el Comando Radioeléctrico, en el centro de Posadas, y al menos siete patrulleros cortaron la avenida Uruguay. Al igual que los docentes, reclaman un incremento del 100% en sus haberes. El sueldo más básico de un policía en la provincia de Misiones no supera los 450.000 pesos, por lo tanto entra en la línea de pobreza ya que no alcanza a cubrir ni siquiera la canasta básica.

Durante el fin de semana se especuló con un posible acuerdo entre las partes que, finalmente, no llegó a buen puerto. Según trascendió, la oferta fue del 15% contra el 100% reclamado.

La respuesta de Nación fue la creación de un Comité de Crisis, encabezado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y por el gobernador Passalacqua, para “aliviar” el descontento social. Además, la ministra decidió enviar más de 200 gendarmes a Misiones para hacerle frente a los uniformados que acampan y resisten en Posadas. De todas formas, se desligó de la problemática y resolvió que es la provincia quien debe solucionar el asunto. 

El domingo por la tarde, los efectivos se reunieron con el ministro Coordinador del Gabinete, Ricardo Ller, pero la negociación pasó a un cuarto intermedio. Hoy, miércoles, la situación sigue trabada. El Gobierno afirma haber ofrecido lo máximo posible, pero las fuerzas de seguridad continúan exigiendo, mínimamente, el doble. Además, la tensión crece por los patrulleros en la avenida principal, los policías se niegan a retirarse. Al contrario, son cada vez más, no solo de las fuerzas, sino de otros sectores. 

Por otro lado, también solicitaron una “amnistía” a los sancionados por las manifestaciones para evitar problemas a futuro. Fue en 2012 la última vez que las fuerzas de seguridad protagonizaron una situación similar. En ese entonces, arreglaron un acuerdo en los salarios y a los cinco meses comenzaron a separar a los efectivos que estuvieron involucrados. Esta vez, quieren evitar esa situación.

El fin de semana, además, se sumaron al reclamo los trabajadores de la salud. Al igual que docentes y fuerzas de seguridad, reclaman un 100% de recomposición salarial, mientras tanto los principales hospitales de la provincia se encuentran de paro desde el 18 de abril y, de momento, solo atienden emergencias.

Un trabajador del sistema de salud, con la categoría más baja, como un chófer de ambulancia o un trabajador de ordenanza, está cobrando hoy por hoy 373.000 pesos, un enfermero sin antigüedad 388.000 pesos y un médico 455.000 pesos. Todos, por debajo de la línea de pobreza.

Hasta ahora, las propuestas habían estado muy lejos de lo exigido: 16%, 20% y 22%. Pero, al contrario de lo que reclama la mayoría, muchos de los trabajadores de la salud se llevaron la sorpresa de que ayer por la tarde, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) firmaron un acuerdo con el ministro de Salud, Héctor González, por un aumento del 18% para el mes de mayo, una suba del 10% al básico, y un 8% de equiparación salarial. Por eso, esta mañana decidieron instalar una carpa frente al Ministerio de Salud exigiendo respuestas. Una vez allí intentaron gestionar una reunión con las autoridades, pero la misma quedó trunca, generando aún más malestar. Ante esta situación decidieron ir más lejos e ingresar al edificio de manera pacífica. Allí permanecen, en la planta baja, reclamando que el Ministro los reciba. 

Uno de los sindicatos que lleva adelante esta ocupación es la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma de Misiones. Jorge Duarte, su secretario adjunto, conversó con ANCCOM, desde la toma, y se manifestó al respecto: «Los salarios de los trabajadores de la salud están por debajo de la pobreza y no llegamos ni siquiera al día 10 de cada mes. Estamos cada vez más en un círculo vicioso de endeudamiento, gastando por adelantado nuestro salario”, indicó. 

Por el momento, Héctor González les pidió la entrega de un petitorio por escrito. Los gremios ya lo entregaron y ahora aguardan una reunión mañana a primera hora.

Mientras tanto, el referente de CTA Autónoma Misiones rescata la solidaridad del pueblo misionero que, a pesar de verse imposibilitado a realizar algunas de sus tareas diarias, constantemente se acerca a los centros de acampe con alimentos y palabras de aliento.

Por otro lado, rechaza de manera tajante el accionar del Gobierno nacional: «Nosotros repudiamos la decisión de la ministra Patricia Bullrich. Repudiamos la creación de un Comité de Crisis para enviar fuerzas federales para disciplinar la protesta social. Lo que nosotros creemos necesario es la creación de un comité para resolver los problemas sociales y salariales que estamos reclamando en estos momentos”, exclamó. Al mismo tiempo, disparó directamente contra Adolfo Safrán, ministro de Hacienda provincial, a quién acusó de recibir el dinero pero no repartirlo como corresponde. 

En cuanto a los yerbateros, la situación no parece tan fácil. Al contrario, parece venir de larga data. Rubén Ortíz (MPL), además de docente es historiador y afirmó al respecto: “El productor de la yerba mate hoy está al borde del hambre porque Milei abrió las importaciones”. Y agregó: “Lo que está reventando acá en nuestra zona, en el norte de la provincia, es que la pobreza nos ha castigado de manera tremenda. El extractivismo nos mató. El salario no es lo único a resolver”, finalizó, desnudando así una problemática aún más grande que la ya planteada.

«Más allá de las cataratas y la selva -describe Duarte-, en Misiones hay una población sumergida en la pobreza, en las necesidades, sin acceso a viviendas, agua potable y cloacas», la provincia del norte del país, famosa por su tierra colorada, hoy está paralizada y siendo observada por el resto del país por los reclamos salariales de los sectores que la mantienen en pie. Por su parte, tanto el Gobierno provincial como el nacional continúan mirando para otro lado.

Trabajadores del neumático protestaron contra los despidos

Trabajadores del neumático protestaron contra los despidos

Realizaron manifestaciones en distintos puntos del Conurbano frente a los 97 despidos de FATE. El riesgo que entraña la apertura de importaciones que alienta el Gobierno.

Organizados por el Sindicato Único de los Trabajadores del Neumático (SUTNA), el viernes 17 hubo actos y manifestaciones en forma simultánea en distintos puntos del conurbano bonaerense: en Merlo, donde está ubicada Pirelli; en Lomas de Zamora, donde se encuentra la planta de Bridgestone, y en San Fernando, sede de Fate. Fue una iniciativa contra los 97 despidos que hubo en el sector y las represalias a manifestaciones de protesta.

Agrupaciones como el cuerpo de delgados de la línea Sarmiento, la CGT y CTA regionales zona oeste, entre otras, estuvieron acompañando la convocatoria del SUTNA.

Pirelli es una empresa que se fundó en 1872 en Milán con el nombre “GB Pirelli & C.” para producir artículos de caucho elástico. En 1902 logró expandirse en España y en 1910 llegó a la Argentina. La empresa es el quinto mayor fabricante de neumáticos del mundo, y está presente comercialmente en más de 160 países. Recientemente, en 2021, inauguró una nueva línea de producción de neumáticos para motos en el partido bonaerense de Merlo, convirtiéndose en el único fabricante de neumáticos para motos en el país.

Trabajadores de esa empresa expresaron que fueron víctimas de “actos mafiosos y aprietes”. En la acción denunciaron la persecución contra las organizaciones sociales que gestionan planes sociales y comedores populares y propusieron un paro activo de 36 horas para “voltear la Ley Bases”.

Alejandro Crespo, trabajador de Pirelli y secretario general del SUTNA dijo que hay que decir “basta al accionar mafioso de Pirelli, es una política antiobrera que busca disciplinar a los trabajadores del neumático y de Sutna”. También agregó su solidaridad hacia los 97 trabajadores despidos de Fate, empresa del mismo rubro. “La pelea por el salario se vuelve fundamental y la lucha de los trabajadores neumáticos en este sentido ha sido ejemplar”, agregó.

Ariel Concha es delegado de mantenimiento de la empresa Pirelli y se refirió a que los movilizan “las Por su parte, Cristiano Giordano, directivo de SUTNA señaló que en la localidad de Lavallol “los compañeros de la seccional están manifestándose junto a los trabajadores para decirle basta a la empresa Bridgestone que reemplaza puestos de trabajo con la importación de cubiertas”. Y apuntó: “Vamos a luchar hasta que los trabajadores de Pirelli cobren lo mismo que cobran los trabajadores del resto”. También destacó que las convocatorias en distintas zonas de la provincia son para dar “apoyo a todos los compañeros despedidos”.

 

Nada que esperar

En tanto, Eduardo Ruiz, integrante de Izquierda Socialista, dio su apoyo a la lucha de Sutna, e indicó que viene defendiendo a los trabajadores despedidos, por la “situación en la que nos está llevando el gobierno de Milei y nos está poniendo a todos los trabajadores en jaque”. Además, agregó que lo convoca el simple hecho de ser “un hombre grande, tengo tres hijos grandes, también con dificultades, nos movilizamos en familia porque todas estas luchas son importantes que las demos. Ya no nos queda más nada que esperar, nos han gobernado todos y creo que la única alternativa es la lucha de los trabajadores”.

Bridgestone es una compañía fabricante de neumáticos que fue fundada en 1931 por Shōjirō Ishibashi en Kurume, Fukuoka, en Japón. En 1915 se inauguró la sucursal Firestone para la venta de neumáticos, cámaras y accesorios norteamericanos en Argentina. En el año 1931 se producen los primeros neumáticos Firestone de la Argentina, con capacidad de producción de 600 neumáticos diarios. 

Al igual que Pirelli y Bridgestone, Fate es la empresa argentina líder en fabricación y exportación de neumáticos. Constituida con capitales argentinos, sus inicios fueron en una planta de 1.000 m2 en el barrio de Saavedra, ciudad de Buenos Aires, que producía telas impermeables, bandas de rodamiento para reparación de neumáticos y otros productos de caucho.

En San Fernando, con bombos y banderas, los trabajadores de Fate con la presencia de delegaciones de Camioneros y docentes encabezaron otro punto clave de las protestas. El diputado del Frente de Izquierda, Néstor Pitrola explicó allí que se trata de una respuesta de un gremio que fue al paro general el pasado 7 de mayo y que está luchando contra los despidos. Y aclaró que “está el SUTNA al frente de la lucha, pero hay despidos y suspensiones en todo el país. Esto requiere unir al conjunto del movimiento obrero”.