10 años de política nacional: de Cristina a Milei

10 años de política nacional: de Cristina a Milei

¿Qué ocurrió en el país para que en tan solo una década pasara de un gobierno popular a uno de derecha radical? Las experiencias fallidas de Macri y Alberto Fernández, los efectos de la pandemia y los problemas que nadie pudo resolver.

La victoria de Javier Milei en las elecciones presidenciales de 2023 representó un sacudón para la sociedad argentina. Mirando hacia atrás, las claves de su triunfo se vuelven más claras y trazan una línea de hechos y momentos que marcaron estos últimos diez años de la historia política argentina. Ana Paola Zuban, politóloga, consultora e investigadora analiza que “el liderazgo de Milei es un eco de una sociedad cansada, enojada, que conquistó derechos pero que no puede ejercerlos materialmente y esto es terreno fértil para que prosperen los conservadurismos y las ideas de derecha”.  

Las crisis que enfrentan las clases trabajadoras pueden explicarlo en parte. La inestabilidad, inseguridad, inflación, el aumento de precios y servicios, la pérdida de puestos de trabajo y la informalidad laboral, la no actualización de los salarios y por ende el deterioro de la calidad de vida, son algunos de los elementos que conforman el cuadro crítico de una sociedad que busca sobrevivir día a día. Zuban reflexiona que la incertidumbre creciente que plantean las crisis económicas y su profundización, producida por la pandemia del Covid 19, impone la necesidad de protección del statu quo.  En ese marco, gran parte de la sociedad siente que su estilo de vida y sus creencias son atacados y que el discurso de odio es una justa reacción a eso. “Ese conservadurismo se orienta, por definición, a mantener y proteger tradiciones culturales, religiosas, siempre orientadas a proteger valores tradicionales, que representan un escudo protector ante tanta incertidumbre y consolida una identidad comunitaria, muy necesaria en momentos de fragmentación”, remarca.

En el trazado de esa línea retrospectiva de hechos políticos que permiten analizar el presente, la primera parada es el gobierno de Alberto Fernández. En diálogo con ANCCOM, Pablo Semán, sociólogo, antropólogo e investigador del CONICET, señala que “la pandemia catalizó una serie de tendencias críticas del Estado y las condensó en una acción de la política que también fue sometida a crítica por la población”. Queda claro que la desbordante crisis social y sanitaria no sólo dejó secuelas en la propia sociedad, sino también en un gobierno que había articulado su narrativa en contraposición a la anterior gestión de Mauricio Macri, y en torno a la reconstrucción de un nuevo contrato social “fraterno y solidario”, la reactivación de la obra pública y la salida de la lógica del ajuste y la deuda, en palabras del propio Fernández en su discurso de asunción en diciembre de 2019.

“Al kirchnerismo le interesa mucho deslindar culpas, descargándolas en Alberto Fernández y yo diría que en general todo el comportamiento del Estado fue bastante problemático, aun cuando el de Fernández, sobre todo por algunas cosas específicas como la foto de Olivos, haya quedado en el centro de la escena.  No parecía un gobierno unificado, digo, personas que no tuvieran otros intereses que no fuesen salvar su propia silla”, puntualiza Semán.

Por su parte, el gobierno de Mauricio Macri representó el triunfo de Juntos por el Cambio como una coalición nueva, de centro-derecha, que se volvió competitiva y ganó las elecciones; y de una persona que no provenía ni del peronismo ni del radicalismo. “En el gobierno de Macri sucedió una cosa importantísima y mala que fue el endeudamiento. Todo el proceso que llevó al endeudamiento constituyó algo así como un engaño a la población, porque la previa apreciación cambiaria y la posterior devaluación eran cosas que se suponían que no iban a volver a ocurrir y generaron una gran decepción”, observa Semán.

El fracaso del gobierno de Macri, que había llegado bajo la promesa de la generación de empleo,  pobreza “cero” y la ampliación de la economía, no hizo más que dejar una crisis social aún más aguda, con altos niveles de inflación, pobreza y endeudamiento. Como resultado, el vínculo de la sociedad con la política continuó resquebrajándose. En relación a este punto, Manuel Salvador Zunino, sociólogo, docente y consultor explica que existe una combinación de factores estructurales y coyunturales que moldearon la relación de la sociedad con la política en la última década. “En lo estructural, los cambios en la forma de producir, el avance tecnológico y la precarización del empleo generaron nuevas subjetividades, nuevas formas de relacionarse con la política y un sentimiento de incertidumbre generalizado. En lo coyuntural, la crisis económica persistente, la inflación y la dificultad de los gobiernos para ofrecer respuestas concretas deterioraron la confianza en la dirigencia. Eso abrió la puerta a discursos más disruptivos y a liderazgos que canalizan el descontento con la política tradicional” analiza Zunino.

Es posible señalar, entonces, que la poca capacidad o voluntad de desarrollar ciertos parámetros de gobernabilidad, las contradicciones al interior del propio gobierno y la imposibilidad de satisfacer ciertas necesidades sociales durante la gestión de Macri se fueron acumulando durante el mandato de Fernández, desembocando en el surgimiento de la figura de Milei. Gabriel Vommaro, sociólogo, docente e investigador, puntualiza que la era actual del descontento político y la crisis de representación de las democracias data de mucho antes. “Si vos mirás la Primavera Árabe, el movimiento Ocuppy WallStreet o el 15-M en España tuvieron lugar hace más de una década. Por eso uno puede decir que el descontento social con las elites políticas comienza bastante antes. Y después, con las crisis de la subprime en 2008/2009 se agudiza una crisis económica y política en el mundo. América Latina tuvo ciertas particularidades, un boom en el precio de las commodities que le permitió traer recursos extraordinarios durante cierto período y esto coincidió con el ascenso de izquierdas anti-sistemas o ciertamente novedosas en sus países, lo que retrasó ese descontento generalizado, que llegó directamente de la mano de las derechas radicales”.

Por su parte, Semán se aleja de la necesidad de pensar el gobierno de Milei como eco del ascenso de las derechas a nivel mundial y señala que la referencia cómoda y superficial a lo internacional en los análisis cotidianos, impide asumir o entender el porqué de la victoria  de Milei y porqué se mantiene. “Las extremas derechas de América Latina son muy diferentes de las de Europa, en su proceso evolutivo y en su modo de gobierno, y además las extremas derechas que ganaron en América Latina también son muy diferentes en sus propias evoluciones. La principal diferencia es que, por ejemplo, ascendieron de forma abrupta, consolidaron mayorías electorales con pisos por encima del 45%, y gobiernan de forma radical y revolucionaria, transgresora de los acuerdos constitucionales previos, cosa que no necesariamente ocurre en Europa”.

En este contexto, remarca que “los mismos que en Argentina decían que en nuestro país no iba a pasar lo mismo que pasaba en otros países del mundo, porque en Argentina había una excepción que era el peronismo y los juicios a las juntas, son los mismos que ahora dicen que esto es un fenómeno mundial. Milei, más que ser un reflejo de lo que acontecía mundialmente en su momento, fue más bien un vector, un factor de ampliación de lo posible de ser dicho por la derecha a nivel mundial. Porque podía decir lo que no podía decir ningún líder de las extremas derechas. Entonces, Milei fue menos influido mundialmente, aunque algo lo fue”.

En la actualidad, se abren muchos interrogantes en torno a la evolución del panorama político, ciertamente complejo. “El impacto de las redes sociales, las fake news, la segmentación y los discursos de odio, imponen nuevas narrativas y nuevos modos de conectar con toda la sociedad. Surgen nuevos movimientos de protesta, transversales, con demandas diversas con multiplicidad de consignas. También, una militancia más volátil, menos leal a los partidos, aunque no por eso despojada de ideología”,  señala Zuban.

En relación a la oposición, las fuentes concuerdan en que en su disputa por el liderazgo, el peronismo retrasa la discusión sobre el contenido y una necesaria autocrítica. Zunino remarca que “está más en una posición reactiva frente a la agenda de Milei que en una fase propositiva. No está intentando conectar con los jóvenes, ni con el trabajador informal, y en un tema central como la seguridad cedió espacio y dejó que figuras como Patricia Bullrich dominen ese discurso, sobre todo en los sectores de mayores de 60 años. Tiene una debilidad en su relato en las tres franjas etarias. Por otra parte, para que emerjan nuevos liderazgos, el peronismo primero tiene que definir qué le quiere proponer a la sociedad”.

Por su parte, Semán analiza que los años de protagonismo del peronismo en el gobierno “llevaron a la construcción de superestructuras políticas muy densamente pobladas, que tienen intereses creados en la defensa de esas posiciones, antes que en la construcción de una representatividad”. Y agrega que “eso a su vez está comprometido con la consolidación de un repertorio de acción política que consiste en la intransigencia, la agresividad política, la imposibilidad de realizar alguna autocrítica y en un modo de producir consenso político basado en la creencia de una jefatura infalible, lo cual lleva, por ejemplo, tanto a la imposibilidad de renovación como a los desacuerdos que se manifiestan entre Cristina Fernández de Kirchner y Kicillof”.

En un año de definiciones en medio de una inestabilidad casi estructural, el rumbo político está atado a la economía como factor principal. “Un oficialismo adicto a las fake news, una oposición fragmentada y fracturada, una sociedad escéptica, con altas dosis de frustración vinculada a la economía puede triunfar en octubre, y eso puede permitir ganar algo de tiempo. La economía es y será el factor determinante”,  puntualiza Zuban. Desde su mirada, Zunino remarca que “el principal desafío lo tiene Milei. Si logra consolidar su liderazgo dentro del espacio antiperonista, puede asegurarse un piso electoral importante. Pero ahí tiene un obstáculo que es Mauricio Macri, que sigue siendo un actor clave. El mes bisagra en la política nacional es mayo, ahí se definen las alianzas y vamos a poder ver cómo se ordena el mapa político”. Por su parte, Semán concluye que “la evolución del panorama político va a estar vinculado a los logros que pueda tener el gobierno de Milei en cuanto a consolidar su política antiinflacionaria, que tiene un costo enorme. Ahora, si distintas situaciones políticas llevan a que el gobierno, por ejemplo, no tenga financiamiento y caiga en una devaluación, o se acelere una espiral de expectativas negativas, el gobierno va a estar más erosionado, y las elecciones de octubre van a ser un desafío más profundo y más duro para el oficialismo”.

«Hay que sacar a los pibes de la calle para que no se los lleve el narco»

«Hay que sacar a los pibes de la calle para que no se los lleve el narco»

La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner expuso en el Congreso Educativo Nacional, realizado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, junto a otros dirigentes con el objetivo de pensar una nueva escuela para un nuevo Estado.

Cristina Fernandez de Kirchnner, el sábado 22 de marzo, estuvo presente en el primer Congreso Educativo Nacional “Imaginar y Transformar” en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Junto con ella, compartió la mesa con la legisladora de la Ciudad de Buenos Aires, María Bielli y con la fundadora y directora de la escuela Isauro Arancibia y sobreviviente de la última dictadura, Susana Reyes.

En el evento, la ex mandataria electa dos veces y exvicepresidenta no se limitó a hablar solo de la cuestión de la educación. Mencionó el Decreto 70/2023 “Bases para la Reconstrucción de la Economía Argentina” como una reforma de la Constitución Nacional encubierta, y que el actual gobierno de Javier Milei “en seis días y una semana vendieron el treinta por ciento de los dólares del BCRA”. 

También, con sus ya típicas ironías, al explayarse en el tema de la educación dijo sobre el actual presidente “No sabe cómo se llama San Martín, le dice Juan José. Creo que eso es motivo suficiente para que estemos hoy reeplanteándonos cómo funciona la educación”.

Cristina destacó el plan Conectar Igualdad de su gestión, cuando se entregaron más de cinco millones de computadoras a los estudiantes secundarios y le asestó a Milei: “Mucho Elon Musk, pero dale computadoras a los pibes”.

La expresidenta también habló del malestar que hay en la sociedad. “Hay que plantear una nueva estatalidad y hacerse cargo porque después vienen planteos como los de este gobierno, que es el planteo de la destrucción, el de la eliminación del Estado” dijo.

Como suele hacer, Cristina recordó a su marido y expresidente Néstor Kirchner. Rememoró la experiencia universitaria de ambos y cómo sus padres los enviaron a estudiar de Río Gallegos a La Plata. Fue la manera que utilizó para defender su política de creación de universidades públicas en todo el país. “Yo si no hubiera tenido la universidad a 19 cuadras de mi casa -agregó- no sé si hubiera ido”. Y con eso mencionó la creación de las 19 universidades nacionales, y en cómo “los pibes de La Puna tienen el mismo derecho de acceder a la educación igual que uno de Buenos Aires”.

“La educación pública la destruyeron pero nunca la reemplazaron”, dijo Cristina. Y reconoció que hay que sacar a los chicos de la calle. “Tenemos que lograr una escuela en la que el pibe desayune, almuerce y meriende. En las barriadas a los pibes se los lleva el narco. Tienen que ir a la escuela” agregó.  

Y cerró con “El pueblo tiene que volver, pero tiene que volver organizado. Desorganizados ya vimos que el pueblo no va para ningún lado”.

Nueva Educación y nuevo Estado

El  Congreso giró en torno a un texto llamado “Líneas para una nueva estatalidad en materia educativa” con una cita de Mariana Mazzucato de “El Estado Emprendedor”. El texto se divide en cuatro ejes: 1. Formación docente y carrera docente en clave nacional. 2. Una nueva ética digital. 3. La escuela comunidad: nueva arquitectura institucional. 4. Ciencia y Tecnología, Educación y Trabajo en clave de colaboración. 

Con esos ejes en mente, se propone la implementación de políticas de diferentes escalas de intervención a partir de la innovación y con mucha voluntad política, poner en el centro la mejora de la enseñanza y el acceso al conocimiento. “partiendo de una fuerte inversión en educación, que promueva el uso eficiente de su funcionamiento. El problema educativo tiene un impacto cotidiano en cada familia del país. Estas líneas son un punto de partida. Se trata de imaginar y transformar”.

“Imaginar y Transformar” es un Congreso Educativo Nacional que se presentó como un espacio plural, democrático y abierto a quienes quieran sumarse a repensar la escuela, a discutir cuáles son sus objetivos irrenunciables y todo lo que debería ser transformado en ella. Quiere ser un lugar de intercambio de experiencias educativas, una invitación a definir y planificar líneas programáticas y que sirva para imaginar una nueva estatalidad educativa en base a los desafíos de este tiempo histórico.

“Reconocer que la educación está en una crisis profunda y que hacen falta respuestas nuevas, diferentes y que para eso hay que debatir cómo mejorar la calidad de educación y como la educación vuelva a generar movilidad social ascendente me parece central”, dijo Daniel Filmus.

Algunas preguntas disparadoras del Congreso fueron: ¿Cómo logramos más y mejores aprendizajes en la escuela? ¿Qué problemas y desafíos tienen la formación y el trabajo docente? ¿Cómo pensarlos en clave nacional? ¿Qué articulaciones generamos entre la escuela y el mundo del trabajo? ¿Cómo colaboran la universidad y el sistema científico y tecnológico con la escuela secundaria? ¿Cómo ordenamos y potenciamos el vínculo entre la escuela y las nuevas tecnologías? ¿Cómo dialoga la escuela con otras instituciones de su comunidad y de su territorio?

Daniel Filmus, sociólogo y exministro de educación durante el gobierno de Néstor Kirchner, en conversación con ANCCOM, dijo: “Reconocer que la educación está en una crisis profunda y que hacen falta respuestas nuevas, diferentes y que para eso hay que debatir cómo mejorar la calidad de educación y como la educación vuelva a generar movilidad social ascendente me parece central”.

Bielli, una de las oradoras en el Congreso y legisladora de la Ciudad de Buenos Aires, agregó en conversación con ANCCOM que fue “Una jornada llena de debate y discusión, donde distintas experiencias educativas vinieron a contar cómo ya resuelven gran parte de los problemas educativos con los que se encuentran y la escuchamos a Cristina que siempre ordena y endereza cuales son los debates trascendentes e importantes para esta etapa”.

Una estudiante y militante de la JUP (Juventud Universitaria Peronista) de la Facultad de Ciencias Sociales también aportó su opinión con ANCCOM y dijo: “creo que Cristina apareció con un tono determinado para que empecemos a levantar la cabeza y salgamos a militar con más orgullo”.

El huevo de la serpiente

El huevo de la serpiente

«Muerta o presa» es el libro que publicó Irina Hauser sobre la trama del atentado fallido contra la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. ¿Qué tuvieron que ver con la Libertad Avanza y los seguidores de Javier Milei?

Muerta o presa (Planeta) es el último libro de Irina Hauser. Allí se presenta una cronología detallada del escenario previo a lo que se constituyó en el intento de magnicidio contra la dos veces presidenta de la nación Cristina Fernández de Kirchner y vicepresidenta en ejercicio en el momento del atentado. El texto revela algo casi tan impactante como las imágenes que recorrieron el país del arma apuntando a la cabeza de la exmandataria: la trama subterránea del poder y sus vínculos con el gobierno nacional electo en 2023. Por medio de un hilado fino de hechos y actores, el atentado se devela como la confabulación de un grupo de organizaciones de ultraderecha en contacto con funcionarios y dirigentes de La Libertad Avanza y del PRO. El apoyo al entonces candidato Javier Milei resultó en la conformación de un nuevo grupo de poder, uno que se impone por medio de la violencia y el enfrentamiento social.

Hoy, Hauser analiza sus palabras desde la entrada del libertario al poder y comparte una nueva forma de leer no solo el atentado, sino también las lógicas y actores centrales de este nuevo gobierno.

Con el diario del lunes, ¿cuál es tu nueva lectura sobre el atentado?

Una cosa que me pasó fue que después de que salió el libro, cuando empezó a perfilarse la figura de Milei, es que me di cuenta de que había contado una trama que es la antesala de lo que está pasando. La conté porque me parece que explica el atentado, pero lo que me doy cuenta es que ahora explica mucho más. ¿Por qué digo esto? Hay un tramo del libro que está dedicado exclusivamente a contar cómo se fueron entrelazando, creciendo, construyendo, algunas organizaciones de ultraderecha que accionaron de manera violenta, no solamente en las calles, sino también en las plataformas. Revolución Federal hizo reuniones en Twitter, en Facebook, que fueron muy determinantes, porque eran reuniones donde cada vez que hablaban y cada vez que tomaban la palabra los miembros de Revolución Federal hablaban de un plan para matar funcionarios, especialmente a Cristina.

¿Cuáles son los hilos principales que se cruzan entre el gobierno y estas organizaciones emergentes?

Está la reconstrucción de toda esa trama, pero además hay un recorrido de cómo se vinculan muchos de los personajes de la historia, incluso los que tienen que ver con el hecho material. Me refiero a Fernando Sabag Montiel, su novia Brenda Uliarte  y Gabriel Carrizo, el dueño del negocio de los copos de azúcar, que estos pibes usaron para camuflarse, y hacer un poco de inteligencia barata en la zona de la casa de Cristina. Ellos tenían una simpatía importante por Milei.

En el caso de Sabag Montiel, además de las conversaciones que hay registradas en la causa, es muy impresionante su discurso antipolítico. El tipo cuestiona todo. Que Macri esto, que Cristina lo otro, hablaba de Sergio Massa en ese momento, cosa que me pareció curiosa, porque todavía Massa no había crecido como posible figura presidenciable.

En el caso de Revolución Federal, la vinculación era directa porque ellos fueron al lanzamiento de la campaña de Milei y a varios actos del candidato libertario. Leo Sosa siguió yendo aún procesado por la justicia por hechos violentos, lo militaron y lo siguen militando. Esto es un aspecto, después además aparecen algunos datos en el expediente que nunca nadie les dio trascendencia, como la foto de Sabag Montiel con Milei, que está en el expediente y nadie la había mostrado.

Pero también ha habido otras cosas; por ejemplo, en la casa de Carrizo cuando la allanan, encuentran unos papelitos donde tenía el contacto de un abogado para que lo defienda. ¿Quién era ese abogado? Francisco Oneto, un defensor mediático, pero que además resulta ser el candidato a vicegobernador con Carolina Píparo en la Provincia de Buenos Aires por la Libertad Avanza.

El abogado actual de Carrizo (nota de la r: Gastón Marano) también es un hombre de la política. Es alguien que era asesor en la Bicameral de Inteligencia del exsenador (Ignacio) Torres, ahora gobernador de Chubut.

El actual ministro de Justicia, (Mariano) Cúneo Libarona está a cargo de la defensa del Grupo Caputo en la causa de Revolución Federal, donde está acusado de financiar a Jonathan Morel mediante pagos millonarios a una pequeña carpintería que se había abierto un año antes sin tener conocimiento en el rubro. Son detalles que parecen cosas por ahí menores, pero para mí hay que ver la película completa.

El actual ministro de Justicia, (Mariano) Cúneo Libarona está a cargo de la defensa del Grupo Caputo en la causa de Revolución Federal, donde está acusado de financiar a Jonathan Morel mediante pagos millonarios a una pequeña carpintería que se había abierto un año antes sin tener conocimiento en el rubro. Son detalles que parecen cosas por ahí menores, pero para mí hay que ver la película completa.

Irina Hauser

¿Cuál es el impacto de estos actores en la escena pública?

Es la sumatoria de cosas lo que explica también la violencia persistente, porque si bien Revolución Federal desapareció de la calle, esa suerte de licencia para la violencia nunca se fue, siempre estuvo latente, y tiene varias patas. Una tiene que ver con el discurso de la derecha política, que ya desde antes del atentado vos escuchabas al propio Milei diciendo que había que exterminar al kirchnerismo, después lo tenías a (Ricardo) López Murphy diciendo “son ellos o son nosotros”, Patricia Bullrich ya en campaña pidiendo un país sin Cristina. Hasta Horacio Rodríguez Larreta pedía eliminar al kirchnerismo. Son términos que en la historia de nuestro país no tienen otro sentido, otra connotación, que desear la muerte. Y la muerte del kirchnerismo y de Cristina en particular parecía el leitmotiv del periodismo concentrado.

¿Cuál fue el rol de la justicia y los medios en este escenario?

Otro aspecto es el que tiene que ver con cómo se fue posicionando el Poder Judicial, que también puso su granito de arena para la violencia. Las movilizaciones que ocurrieron en las inmediaciones de la casa de Cristina se dieron en el contexto en que estaba transcurriendo el juicio de la obra pública, donde se la acusaba de direccionar obra pública en Santa Cruz a favor de Lázaro Báez. Algunos le dicen el juicio de Vialidad.

Era la época del alegato final, el fiscal Diego Luciani hizo un espectáculo para hacer su alegato de nueve días que se transmitió por YouTube, pareció una cadena nacional, como no tenían ninguna prueba realmente, armaron todo ese show para los medios amigos. Y esas son cosas que tienen mucho impacto.  El día que Luciani pide los doce años de prisión y la inhabilitación perpetua los primeros en salir a festejar son grupos que iban a insultar a Cristina en la esquina de la casa, entre ellos los de Revolución Federal.

Esta es una organización que hasta el día de hoy sigue teniendo protagonismo en los actos del actual presidente, ¿Quiénes están detrás?

Los de Revolución Federal, Leo Sosa y Jonathan Morel, estuvieron el primer día ahí cerca de la casa de Cristina, lo que ocurrió fue que se llevó a la militancia para neutralizar esa situación, y ahí ya no se movieron más. La movilización duró 11 días.

Siguiendo con la causa, como era cantado, Cristina fue condenada en diciembre. Ya lo sabía todo el mundo, como ella decía, la condena estaba escrita. Y por si hubiera alguna duda, Clarín publicó la famosa frase de “la bala que no salió y el fallo que sí saldrá». Son factores que colaboran con la violencia. Los medios venían ya desde mucho tiempo antes convirtiendo a Cristina en esta suerte de enemigo de todo, a fuerza justamente de la multiplicación de causas judiciales.

El Grupo Clarín tiene mucha incidencia en cómo se han llegado las causas judiciales, la cantidad de acusaciones que se hicieron, y los jueces son muy sumisos frente a las exigencias de los medios. No hace falta que le golpeen la puerta y le digan que arme una causa. Ya saben lo que tienen que hacer. Es como un código interno, que se da por sobreentendido.

¿Cómo se alcanzan estos niveles de violencia y confabulación contra la exmandataria?

Milei en esa época tenía una especie de séquito, (y lo sigue teniendo) de jóvenes intelectuales liberales, que formaron un grupo que se llama “el Ministerio del Odio”. Y en ese grupo estaba alguien que está copando mucho espacio cada vez que puede hablar: Agustín Laje. Ellos hacían transmisiones desde la pandemia con miles de personas escuchándolos. Y más de una vez terminaban llamando a tomar las armas para eliminar al otro.

Haciendo el libro leí bastante sobre qué pasa con los discursos de odio. Hay un estudio muy interesante que muestra, por distintos márgenes de edad, cómo rebotan los discursos de odio y cuándo terminan en acciones. También seccionan por tópicos, porque los discursos de odio pueden tener muchas caras. Puede presentarse como un discurso de odio político, como lo es en este caso con Cristina, pero también puede ser referido a un odio racial o contra las minorías. Los une la cuestión de llevar ese odio a la acción. ¿Y con esto qué quiero decir? Sabag Montiel no necesitaba que alguien fuera a darle la orden. Puede haber ocurrido, no lo sabemos porque el Poder Judicial no ha querido investigar a fondo.

Pero también es cierto que Montiel tiene una personalidad border, se ve muy claro en los estudios psiquiátricos que le hacen. Capaz le tiraron unos mangos o escuchó la idea en el Twitter de Space. Ahí Morel, de Revolución Federal, decía: “Si yo pudiera me metería en el medio de la militancia (kirchnerista), pero no puedo porque los nenes de la Cámpora me conocen, me hago pasar por militante y pasa a la historia”. Eso es lo que hace Sabag Montiel, el nivel de violencia era tan grande y el llamado a matar era tan explícito que estaba a un paso de lo que sucedió. Lo hizo él pero lo podía haber hecho cualquier otro, porque era prácticamente una invitación.

Da la impresión de que hay pistas que no permean los filtros judiciales. Investigaciones que se comprenden a gran escala, pero la justicia decide fraccionarlas en causas menores. ¿Qué peso tiene esto en la causa?

Brenda Uliarte este año presentó un escrito diciendo que quería ampliar su declaración, contar detalles de cómo ella cree, por lo que le escuchaba hablar a Sabag Montiel, que Gerardo Milman, el diputado del PRO, que además fue jefe de campaña de Patricia Bullrich, les daba dinero a Revolución Federal para que fueran a generar situaciones de tensión o de violencia a Recoleta, donde estaba la movilización. En el escrito menciona a una secretaria, a una tal Carolina, que todos creemos que es Carolina Gómez Mónaco, que es una mujer que sigue trabajando con Milman, que fue además su mano derecha en el Ministerio de Seguridad en la época en que lo dirigía Patricia Bullrich. Aparentemente lo están dejando para el juicio oral, aunque no es que no podrían hacerlo en la instrucción, porque todavía queda una pista abierta en la instrucción, que es la pista Milman.

¿Qué llegada concreta tiene esta pista en la causa?

La pista Millman se abre cuando se presenta un testigo a declarar en el juzgado de María Eugenia Capuchetti, Es un hombre que se llama Jorge Abello, que trabaja de asesor en la Cámara de Diputados. Abello declara que dos días antes del atentado había visto a Gerardo Milman sentado en el bar Casa Blanca con dos mujeres, y desde una mesa contigua lo escuchó decir: “Cuando la maten yo estoy camino a la costa”.

 A raíz de esa declaración la jueza tomó algunas medidas, como por ejemplo constatar si efectivamente Milman y dos mujeres habían estado ahí, lo cual se confirma, las dos mujeres eran asesoras suyas, una era Carolina Gómez Mónaco. También se constató que al día siguiente Millman viajó a la costa, a Pinamar, por actividades proselitistas que él mismo había anunciado en sus redes. Pero cuando llaman a declarar a estas mujeres, ellas dicen que hacía un montón que no iban a Casa Blanca. Estaban mintiendo porque le muestran los videos y recuperan la memoria repentinamente.

El abogado Marcos Aldazábal pidió que les secuestren los celulares, pero la jueza se negó. Esto llevó a que recién en diciembre, y por una orden de la Cámara Federal, se las citara otra vez para pedirles los celulares. Cuando llegan estas mujeres a declarar nuevamente los celulares habían sido borrados o reemplazados. Una de las asesoras, Ivana Bohdziewicz, fue despedida del despacho de Millman a finales del año pasado. En mayo de este año se presenta a declarar y comenta que el teléfono no había sido borrado por voluntad propia, sino que fue Carolina Gómez Mónaco quien la acompañó a una oficina de Patricia Bullrich, donde la esperaban un perito y Milman para borrarle el celular.

Es el día de hoy que nadie analizó ningún celular de Milman por distintas razones. Primero por burocracia, pero además porque el tipo fue y se presentó voluntariamente a entregar un celular. Resultó ser un modelo que salió después del atentado, que lo empezó a usar en el mes de noviembre. Milman le tomó el pelo a todo el mundo, y se lo aceptaron.

 Yo no sé de qué responsabilidad tiene el diputado del PRO, pero dos semanas antes del atentado presentó un proyecto donde pedía información sobre distintas custodias, la de Cristina y también la de jueces, fiscales, y periodistas independientes, justificando el pedido como un amparo contra algún posible intento de victimización sobre la entonces vicepresidenta, frente a las causas judiciales que tenía vigentes. Aparentemente retiró ese proyecto, pero existió y nunca se trató en la investigación.

¿Creés, tal como citas en el libro, que la vida democrática es el antídoto contra el odio?

Sí, yo creo que la vida democrática lo es. En este momento tenemos el problema de que estamos ante una gestión de gobierno que intenta construir por fuera de las instituciones de la democracia. Es un panorama incierto, al menos los pocos días que llevan ya han presentado bastantes atropellos, y un papel bastante autoritario. Pero tengo esperanzas en el saber impregnado que tiene nuestra sociedad, en la lucha de los organismos de derechos humanos. Espero que esa pulsión se active, yo creo que puede suceder, y que además tiene que ser un reclamo democrático porque las cosas que están ocurriendo son un atropello. Va a ser una batalla dura, pero con la convicción de que ahora la sociedad tiene elementos para no perder lo que se conquistó.

«Yo soy del pueblo»

«Yo soy del pueblo»

Medio millón de personas escucharon bajo la lluvia a Cristina Fernández de Kirchner a 20 años del primer gobierno kirchnerista.Señaló cuatro ejes promogramáticos que debe tener el próximo gobierno y no ungió candidato. Pero Wado de Pedro hizo un guiño por twitter.

Que Cristina esté significa más gente de la que puede tolerar el espacio físico donde su presencia se confirma. Un estadio, la calle de un canal de televisión, algún teatro, las veredas de Juncal y Uruguay o la Plaza de Mayo. Su presencia trasciende al tiempo, se vuelve, siempre, histórica por la centralidad política que arrastra.

Cerca de medio millón de personas entre paraguas, pilotos y pelos mojados conformaron una Plaza de Mayo que conmemoró los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner, día también en el que Héctor Cámpora asumió el poder, 50 años atrás. Pero el recuerdo es la excusa, o mejor, el anclaje histórico para la coyuntura que obliga al oficialismo a definir precandidaturas de cara a las PASO.

15:30 horas. Cristina Fernández entra al escenario y se ubica con un atril delante y una tribuna compuesta por dirigentes, organizaciones, artistas y posibles precandidatos detrás, para ser la única oradora. La centralidad de la política nacional está entre el atril que tiene las siglas de Néstor Kirchner y una tribuna variopinta que compone al Frente de Todos. Con una ausencia, claro. La del presidente de la Nación, Alberto Fernández, que estuvo presente más temprano en la Catedral porteña para la tradicional misa de los 25 de Mayo que, en este caso, reunió al jefe de Estado con a autoridades del Gobierno de la Ciudad, con Horacio Rodríguez Larreta a la cabeza.

Sin hacer mención a la ausencia de Alberto Fernández, la vicepresidenta dijo que “a pesar de los errores, equivocaciones o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor que el que hubiese sido otro de Mauricio Macri, no tengo dudas.”

Por las diagonales y por Avenida de Mayo ya se escuchaba a la vicepresidenta empezar su discurso mientras que, casi en silencio, todavía miles de personas se dirigían hacia la plaza. Un rumor de que su presencia en el escenario sería a las 16 horas hizo que muchos llegaran con el acto iniciado.

“Venimos a demostrar que nuestra candidata es Cristina. ¿Qué otro candidato podría llenar así esta plaza?, le dice a ANCCOM una militante que prefiere no identificarse.

En la identidad discursiva que construyó históricamente el kirchnerismo, los cantos que detienen un instante el discurso son centrales. Vamos con los de esta plaza: “Cristina presidenta”, cantado más de diez veces durante el discurso. “Una más y no jodemos más”, “Néstor no se murió, vive en el pueblo”, obligatorio en las recurrentes alusiones a su gobierno. “La proscripción se va a la puta que lo parió”; “somos la gloriosa Juventud Peronista”; “Junto a Néstor y Cristina, la gloriosa JP”; “Patria sí, colonia no”; “No me importa lo que digan los gorilas y Clarín”. Y alguno más en casi una hora de discurso.

De ese discurso, una plataforma electoral bajo una consigna de unidad. Para la vicepresidenta, se debe llegar a un modelo de acumulación acordado entre el sector público y el privado en “las actividades que más retornos provocan, y, por lo tanto, significan mayor incorporación de tecnología, son de valor agregado y de trabajo calificado”.

A los 40 minutos de discurso, empezó a llover de nuevo. En la calle Bolívar el tránsito de personas entre los que llegaban a la plaza y los que se iban, avanzaba en bloques que ponían en peligro el gazebo que intentaba cubrir de la lluvia a una parrilla, su parrillero y alguna persona que se tomaba un respiro de la lluvia, por momentos muy intensa.

Al discurso le faltaban 15 minutos, en los que Cristina se encargó de plantear cuatro ejes de gobierno para los próximos cuatro años: dejar de lado el programa que impone el Fondo Monetario Internacional y elaborar un programa propio de crecimiento, de industrialización, de innovación tecnológica” porque de otro modo, dice, “es imposible pagarles”. Pidió unidad nacional para dar una solución política a un problema político. En segundo lugar, destacó la necesidad de una alianza público-privada para explotar recursos estratégicos, en particular, el litio. En ese sentido, dijo: “No digo que los autos los hagas todos acá, pero por lo menos, hermano, una parte de la batería, o la batería entera, hacela acá. Si te la estás llevando toda”. Por último, pidió una renovación del pacto democrático y una Reforma Judicial, porque la Corte Suprema esun verdadero mamarracho, indigno”.

Minutos antes, Cristina había recordado los tres gobiernos kirchneristas, señaló que nunca hubo mejor distribución de riqueza que en el suyo y que para lograrlo, hay que poner “la carita fea”. Aseguró que por eso la persiguen judicialmente y atentaron contra su vida. “Aunque quieran matarme, nunca seré de ellos. Yo soy del pueblo”, exclamó

“Vengo de Mar del Plata. pagué 380 pesos para venir a escuchar a Cristina y ver a Boca. Imaginate si no es un fin de semana hermoso”, le dice un militante con un vino en la mano a ANCCOM. Para otra militante, “en la plaza hubo una sensación de derrota.”

De la plaza casi medio millón de personas se fue sin candidato pero con definiciones. Minutos más tarde, Wado De Pedro, ubicado en el escenario detrás de Cristina y entre Máximo Kirchner y Sergio Massa, lanzó un spot de campaña donde retoma los dichos de Néstor y Cristina. A su vez, en Twitter se viralizaron carteles de Wado y Cristina, casi en una fórmula, pegados en las paredes de alguna cuadra cercana a la plaza.

El kirchnerismo abrazó a Cristina y repudió a la Corte

El kirchnerismo abrazó a Cristina y repudió a la Corte

Dirigentes y militantes pidieron la renuncia de los jueces supremos y demandaron el cese de la persecución político-judicial a la vicepresidenta.

En un intenso clima preelectoral, parte del microcentro porteño se tiñó con los colores de las pecheras y banderas reunidas en contra de “la corte de injusticia”. El kirchnerismo, con la presencia de sus principales dirigentes, convocó un acto que dio fin a una jornada de movilizaciones por parte de asociaciones sociales y sindicales. Las columnas de las organizaciones fueron numerosas: La Cámpora, el PJ porteño y el Bonaerense, el Frente Grande, la Corriente Peronista y Nuevo Encuentro, entre las políticas. También se movilizaron fuerzas sindicales como la CTA, la UOM, Smata o la Asociación Bancaria.

Los reclamos en contra de la proscripción de Cristina Fernandez de Kirchner comenzaron desde las 15 con una radio abierta, mientras las agrupaciones sociales colmaban la zona de Plaza Lavalle y alrededores. Las columnas ingresaron desde la 9 de Julio y desde las 16 rodearon completamente el escenario montado en el cruce de Libertad y Tucumán. Entre la llegada de los voceros y dirigentes, muchas personas se acercaron a las vallas con carteles de consignas variadas que iban de lo político a lo personal.

“Cristina es democracia, ella es nuestra única líder y referente; eso tiene que quedarle clarísimo a todo nuestro sector”, contestaban los presentes cuando se les consultaba por las razones de la marcha. “¡Democracia y que no nos jodan más, que no nos molesten más! Han infectado a la gente, es una plaga que han dejado”, compartió un jubilado que paseaba por la ciudad y se sintió atraído por el evento. Mientras tanto, de fondo, se escuchaban denuncias de encubrimientos a crímenes de lesa humanidad de la última dictadura por parte del juez Rosatti.

A las 16:30, varias de las principales figuras arribaron a la escena. “La verdad es que Cristina es la esperanza del pueblo, pero no porque lo digo yo, lo dice la gente” afirmó Mario Secco, Intendente de Ensenada. Cuando lo consultaron por los miembros de la Corte Suprema de Justicia declaró que “lo mejor que pueden hacer es renunciar mañana mismo, irse a la mierda, porque la verdad que el daño que han hecho es tremendo”. Los siguientes discursos, tanto de los voceros como el de personas que asistieron al evento, concordaron con las declaraciones de Secco.

El acto principal inició cerca de las 17, como estaba previsto, con la lectura de una declaración en contra de “la guerra judicial contra la política perpetrada por el poder económico concentrado, los medios hegemónicos y las más altas jerarquías del Poder Judicial”. Luego de esa presentación se dio lugar al nombramiento de las distintas figuras y entidades presentes.

El primero en tomar la palabra fue el padre Paco Olveira, quien recordó la última aparición de Hebe de Bonafini en una marcha y retomó su pedido sobre organizar una pueblada en contra de los jueces: “Lo vamos a seguir haciendo hasta que ellos renuncien, y si no renuncian tendremos que voltearlos como hicimos hace 15 días cuando hacíamos el ayuno”, afirmó. Luego tomó la palabra el secretario general de la CTA de los trabajadores y diputado nacional, Hugo Yasky, quien sostuvo la inocencia de Cristina Fernandez de Kirchner, según él, demostrada “con esa ‘falla’ judicial de 1600 páginas donde no tenían una sola prueba”. Según palabras del funcionario los fallos en contra de la vicepresidenta “quieren condenar no a una persona, sino que quieren condenar a un pueblo”, e hizo otro llamado a romper la proscripción.

Con el clamor de la multitud y los cantos de “Cristina presidenta” lo sucedió Carmen Arias, de la asociación Madres de Plaza de Mayo, con el mismo pedido bajo el lema “Cristina conducción”. La diputada nacional Vanesa Siley, miembro del Consejo de la Magistratura y secretaria general de la Federación de sindicatos de trabajadores judiciales, tomó la palabra posteriormente, y sumó la preocupación por el extractivismo en nuestro país e hizo un descargo en contra de la explotación de Litio.

El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, fue el encargado de cerrar el acto donde se proclamó en contra de la repartición de la coparticipación a favor de la Ciudad de Buenos Aires, de la invisibilización por parte del “partido judicial” al intento de asesinato a Cristina Fernandez y aseguró en relación a la vicepresidenta que si «quiere ser candidata, el pueblo la va a acompañar y va a volver a ejercer cargos».

Durante el encuentro los oradores realizaron una revisión histórica sobre la transformación de las medidas de intervención judicial en la gobernabilidad y cómo se utilizó a este poder como instrumento de «persecución política» y de «proscripción» desde el primer golpe militar en 1930 contra Yrigoyen. Especialmente se mencionó a la llamada «Revolución Libertadora» o, en palabras de Axel Kicillof, “Revolución Fusiladora”, contra Juan Domingo Perón. El recorrido histórico cerró con el actual avance contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y los aumentos de precios de los alimentos y los servicios a través de fallos judiciales.

«Encontraron esa fórmula vergonzosa desde la justicia para tratar de incidir en la democracia y restringir la voluntad del pueblo», concluyó el gobernador de la provincia de Buenos Aires.