La crisis estalló en Misiones

La crisis estalló en Misiones

Docentes, policías y tafereros tienen en jaque a la provincia con paros, marchas y cortes de ruta. Los salarios por debajo de la línea de indigencia encendieron la mecha. El personal de la salud tomó el Ministerio. El Gobierno nacional se limitó a enviar gendarmes y prefectos.

La tensión en Misiones continúa y son cada vez más los sectores que salen a reclamar por mejoras salariales. La provincia es, hace ya varios días, el epicentro de una lucha social que se materializa a través de paros, marchas, cortes de ruta, y cánticos contra el gobierno. Hugo Passalacqua, el gobernador, no ofreció aún muchas respuestas y el Gobierno nacional se limitó a enviar efectivos de Gendarmería y Prefectura, mientras se desligó del asunto.

El lunes por la tarde, Udpm (Unión de Docentes de la Provincia de Misiones) y Sidepp (Sindicato de Docentes de Educación Pública de Gestión Privada) aceptaron el acuerdo ofrecido por el Gobierno que promedia entre el 23% y 50%, bastante por debajo del 100% exigido. Por ello, el resto de los gremios rechazaron la propuesta y continuaron con las protestas. El gobierno provincial se iba a reunir ayer por la tarde con quienes no la aceptaron pero, de manera unilateral, la administración suspendió la mesa de diálogo, empeorando la relación entre ambos. 

Un maestro misionero que recién comienza en la docencia percibe un sueldo aproximado de no más de 250.000 pesos, cifra que lo coloca por debajo de la línea de indigencia. Con el aumento prometido, esa situación no se modifica. 

La comunidad educativa viene con este reclamo hace ya varios meses, aunque estas últimas semanas escaló de manera exponencial. El pasado jueves cientos de ellos marcharon hacia la Legislatura e increparon a los diputados. Hubo forcejeos entre la policía y los maestros, quienes lograron frenar la sesión.

 El lunes por la tarde, luego de que trascendiera la noticia de que los sindicatos más allegados al poder habían pactado una cifra bastante por debajo de la reclamada, el resto de los gremios anunció un paro sin asistencia a los lugares de trabajo, por lo menos, por 48 horas. La medida, en algunos casos, se extendió hasta hoy y mañana. “Nosotros rechazamos la propuesta porque no soluciona nada. Hoy, la Policía se está levantando porque cobra 450.000 pesos y no les alcanza. Y esa misma cifra nos ofrecieron a nosotros. Es ridículo”, exclamó Rubén Ortíz, docente, historiador y Secretario General de MPL (Movimiento Pedagógico de Liberación).

Durante el día de ayer, desde bien iniciada la mañana y hasta pasadas las 18, dos columnas educativas marcharon hacia el acceso este del puente, del lado de la localidad de Candelaria. Allí se concentraron miles de personas. Luego, muchos de ellos se sumaron al reclamo de las fuerzas de seguridad en el centro de Posadas. Es decir, lejos de imaginar un acuerdo, los diferentes sectores sociales comienzan a unirse y apoyarse entre ellos, logrando así una lucha colectiva que se observa a lo largo y ancho de la provincia. “La situación ha empeorado. En virtud de que la protesta ha crecido enormemente y hoy se puede decir que todo el territorio de la provincia está paralizada”, afirmó el referente de MPL.

Esta tarde, los maestros realizarán una marcha de antorchas en la ciudad de Posadas, en las avenidas Mitre y Uruguay, a pocos metros del despliegue de las fuerzas de seguridad que ya lleva cinco días de acampe. Por otro lado, mañana se unirán al paro nacional docente convocado por los gremios de la CGT, en defensa de la educación pública. Al respecto, Ortíz agrega: “Tenemos una sola universidad pública acá en el norte, la vamos a defender a muerte. Sobre nuestros cadáveres van a cerrarla. Nosotros estamos dispuestos a todo, esto no es solo por nuestros salarios”, sentenció. 

También la policía

Si bien fueron los docentes quienes tomaron la posta de este reclamo salarial, la noticia tomó impacto nacional cuando se unió un sector impensado: las fuerzas de seguridad. 

El viernes por la madrugada, un grupo de policías autoconvocados, activos y retirados, tomaron el Comando Radioeléctrico, en el centro de Posadas, y al menos siete patrulleros cortaron la avenida Uruguay. Al igual que los docentes, reclaman un incremento del 100% en sus haberes. El sueldo más básico de un policía en la provincia de Misiones no supera los 450.000 pesos, por lo tanto entra en la línea de pobreza ya que no alcanza a cubrir ni siquiera la canasta básica.

Durante el fin de semana se especuló con un posible acuerdo entre las partes que, finalmente, no llegó a buen puerto. Según trascendió, la oferta fue del 15% contra el 100% reclamado.

La respuesta de Nación fue la creación de un Comité de Crisis, encabezado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y por el gobernador Passalacqua, para “aliviar” el descontento social. Además, la ministra decidió enviar más de 200 gendarmes a Misiones para hacerle frente a los uniformados que acampan y resisten en Posadas. De todas formas, se desligó de la problemática y resolvió que es la provincia quien debe solucionar el asunto. 

El domingo por la tarde, los efectivos se reunieron con el ministro Coordinador del Gabinete, Ricardo Ller, pero la negociación pasó a un cuarto intermedio. Hoy, miércoles, la situación sigue trabada. El Gobierno afirma haber ofrecido lo máximo posible, pero las fuerzas de seguridad continúan exigiendo, mínimamente, el doble. Además, la tensión crece por los patrulleros en la avenida principal, los policías se niegan a retirarse. Al contrario, son cada vez más, no solo de las fuerzas, sino de otros sectores. 

Por otro lado, también solicitaron una “amnistía” a los sancionados por las manifestaciones para evitar problemas a futuro. Fue en 2012 la última vez que las fuerzas de seguridad protagonizaron una situación similar. En ese entonces, arreglaron un acuerdo en los salarios y a los cinco meses comenzaron a separar a los efectivos que estuvieron involucrados. Esta vez, quieren evitar esa situación.

El fin de semana, además, se sumaron al reclamo los trabajadores de la salud. Al igual que docentes y fuerzas de seguridad, reclaman un 100% de recomposición salarial, mientras tanto los principales hospitales de la provincia se encuentran de paro desde el 18 de abril y, de momento, solo atienden emergencias.

Un trabajador del sistema de salud, con la categoría más baja, como un chófer de ambulancia o un trabajador de ordenanza, está cobrando hoy por hoy 373.000 pesos, un enfermero sin antigüedad 388.000 pesos y un médico 455.000 pesos. Todos, por debajo de la línea de pobreza.

Hasta ahora, las propuestas habían estado muy lejos de lo exigido: 16%, 20% y 22%. Pero, al contrario de lo que reclama la mayoría, muchos de los trabajadores de la salud se llevaron la sorpresa de que ayer por la tarde, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) firmaron un acuerdo con el ministro de Salud, Héctor González, por un aumento del 18% para el mes de mayo, una suba del 10% al básico, y un 8% de equiparación salarial. Por eso, esta mañana decidieron instalar una carpa frente al Ministerio de Salud exigiendo respuestas. Una vez allí intentaron gestionar una reunión con las autoridades, pero la misma quedó trunca, generando aún más malestar. Ante esta situación decidieron ir más lejos e ingresar al edificio de manera pacífica. Allí permanecen, en la planta baja, reclamando que el Ministro los reciba. 

Uno de los sindicatos que lleva adelante esta ocupación es la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma de Misiones. Jorge Duarte, su secretario adjunto, conversó con ANCCOM, desde la toma, y se manifestó al respecto: «Los salarios de los trabajadores de la salud están por debajo de la pobreza y no llegamos ni siquiera al día 10 de cada mes. Estamos cada vez más en un círculo vicioso de endeudamiento, gastando por adelantado nuestro salario”, indicó. 

Por el momento, Héctor González les pidió la entrega de un petitorio por escrito. Los gremios ya lo entregaron y ahora aguardan una reunión mañana a primera hora.

Mientras tanto, el referente de CTA Autónoma Misiones rescata la solidaridad del pueblo misionero que, a pesar de verse imposibilitado a realizar algunas de sus tareas diarias, constantemente se acerca a los centros de acampe con alimentos y palabras de aliento.

Por otro lado, rechaza de manera tajante el accionar del Gobierno nacional: «Nosotros repudiamos la decisión de la ministra Patricia Bullrich. Repudiamos la creación de un Comité de Crisis para enviar fuerzas federales para disciplinar la protesta social. Lo que nosotros creemos necesario es la creación de un comité para resolver los problemas sociales y salariales que estamos reclamando en estos momentos”, exclamó. Al mismo tiempo, disparó directamente contra Adolfo Safrán, ministro de Hacienda provincial, a quién acusó de recibir el dinero pero no repartirlo como corresponde. 

En cuanto a los yerbateros, la situación no parece tan fácil. Al contrario, parece venir de larga data. Rubén Ortíz (MPL), además de docente es historiador y afirmó al respecto: “El productor de la yerba mate hoy está al borde del hambre porque Milei abrió las importaciones”. Y agregó: “Lo que está reventando acá en nuestra zona, en el norte de la provincia, es que la pobreza nos ha castigado de manera tremenda. El extractivismo nos mató. El salario no es lo único a resolver”, finalizó, desnudando así una problemática aún más grande que la ya planteada.

«Más allá de las cataratas y la selva -describe Duarte-, en Misiones hay una población sumergida en la pobreza, en las necesidades, sin acceso a viviendas, agua potable y cloacas», la provincia del norte del país, famosa por su tierra colorada, hoy está paralizada y siendo observada por el resto del país por los reclamos salariales de los sectores que la mantienen en pie. Por su parte, tanto el Gobierno provincial como el nacional continúan mirando para otro lado.

Un club para consumir de manera responsable y sustentable

Un club para consumir de manera responsable y sustentable

En el barrio porteño de Almagro funciona el Club del Desapego, un espacio que invita a los vecinos de la ciudad a desprenderse de los objetos que ya no utilicen y practicar la economía circular. Una manera de ahorrar en medio de la crisis y de ayudar a bajar los niveles de contaminación.

El Club del Desapego existe desde hace cinco años y surgió gracias a la necesidad de su fundadora de seguir ejercitando la actividad que realizó gran parte de su vida: desapegarse. Macarena Russo vivió unos años en las sierras de Córdoba, en Villa General Belgrano, y allí con sus amigas se juntaban una vez por temporada, en cada cambio de estación, a intercambiar ropa y objetos que ya no utilizaban ni necesitaban. En un mano a mano con ANCCOM, cuenta los inicios del club y remarca la importancia y urgencia del establecimiento de nuevas economías y prácticas de consumo.

 “Cuando volví a Buenos Aires en el 2019 extrañaba mucho esa oportunidad de intercambiar y me sentía muy sola porque es una ciudad muy grande que puede ser muy hostil. Así fue como se me ocurrió abrir el club, elegí una fecha, un lugar y una hora para ver qué pasaba y ocurrió algo increíble. Lo hicimos el 29 de septiembre de 2019 en la Casa del Árbol, un centro cultural, y una hora antes de que se abrieran las puertas había más de 30 personas haciendo cola con sus desapegos. Nunca supe cómo fue la difusión y cómo se enteró la gente, pero evidentemente la necesidad era grande y de ahí en más esto nunca paró”.

Russo sostiene que el espíritu del Club del Desapego –que hoy funciona en el Parque de la Estación, entre las calles Perón y Agüero– sigue siendo intercambiar y recircular lo que ya no usamos y tomar lo que realmente necesitamos. El objetivo es adquirir y propagar hábitos de consumo más responsables. Insiste en que es importante disponer de un espacio para traer mensualmente esas cosas que se acumulan en los roperos, repisas y baúles. “Es esencial que una vez que las dejamos, sólo tomemos aquello que necesitamos, no agarrar porque sí o porque es gratis”.

La cantidad de vecinos que se acercan crece mes a mes gracias a la difusión a través de redes sociales y el famoso “boca a boca”. Macarena relata que, con el paso del tiempo y a medida que se amplía la convocatoria, se genera una constancia en los participantes, ya que el hábito empieza a incorporarse en sus prácticas diarias. “Es muy satisfactorio cuando uno tiene menos cosas y tiene lo que necesita. Ayuda primero a ser más ordenado, no es lo mismo abrir un placard que está abarrotado de cosas que no se usan, que tener solamente las cosas que uno utiliza, y segundo a ser consciente. Lo que más se intercambia es ropa. Más allá de construir un hábito sustentable y que la gente empieza a ser consciente de las cosas que consume y lo que trae, también es necesario entender de dónde vienen las cosas, ¿por qué es tan barata cierta ropa y por qué otra tan cara? Es vital construir y participar de este tipo de espacios para que la gente tenga donde recircular y no esté consumiendo y comprando todo el tiempo cosas nuevas”.

¿De dónde viene la ropa nueva? ¿Qué hay detrás de la industria de la moda? La industria textil es de las más contaminantes del mundo, con su recurso moderno denominado fast-fashion, el impacto socio ambiental se agrava año a año. Esta lógica acompaña e impulsa el fenómeno de consumo compulsivo y desmedido. Según un informe de la ONG británica Programa de Acción sobre Residuos y Recursos y la empresa francesa Fashion Network, el incesante aumento del número de prendas producidas representa un desastre medioambiental ya que los esfuerzos por reducir el impacto de la ropa están siendo anulados por el aumento de los volúmenes de producción. Se estima que se producen alrededor de 100 mil millones de prendas por año, y todavía queda por saldar la problemática de la explotación laboral e infantil en la industria.

¿Qué sucede con lo que sobra en cada encuentro? El club dona todo lo que nadie se lleva a distintas instituciones y organizaciones, como parroquias, hogares y comedores. Cuando el desapego termina, un grupo de chicos scouts del barrio que colaboran con el proyecto se encargan de embolsar todo y hacerle llegar la donación a la gente que lo necesita.

Russo cree que el Club del Desapego debe llegar a las escuelas, insertarse en la vida diaria de las personas a través de la educación. “Hay un montón de formas de que el Club y su espíritu crezcan, para mí la forma ideal es que esta práctica llegue a la escuela, que es la base de todo. Mi mamá de chica me inculcó a recibir lo que a mi prima le quedaba chico, y para mí era un tesoro. Considero que la base para asentar hábitos es la escuela, mi deseo es que se establezcan los principios del club en todos los niveles. Por ejemplo, en las universidades y facultades de arte el intercambio se podría centrar en material de trabajo artístico. Así, en estos espacios se podría saciar una necesidad que está activa en todas las comunidades”, concluye.

Trabajadores del neumático protestaron contra los despidos

Trabajadores del neumático protestaron contra los despidos

Realizaron manifestaciones en distintos puntos del Conurbano frente a los 97 despidos de FATE. El riesgo que entraña la apertura de importaciones que alienta el Gobierno.

Organizados por el Sindicato Único de los Trabajadores del Neumático (SUTNA), el viernes 17 hubo actos y manifestaciones en forma simultánea en distintos puntos del conurbano bonaerense: en Merlo, donde está ubicada Pirelli; en Lomas de Zamora, donde se encuentra la planta de Bridgestone, y en San Fernando, sede de Fate. Fue una iniciativa contra los 97 despidos que hubo en el sector y las represalias a manifestaciones de protesta.

Agrupaciones como el cuerpo de delgados de la línea Sarmiento, la CGT y CTA regionales zona oeste, entre otras, estuvieron acompañando la convocatoria del SUTNA.

Pirelli es una empresa que se fundó en 1872 en Milán con el nombre “GB Pirelli & C.” para producir artículos de caucho elástico. En 1902 logró expandirse en España y en 1910 llegó a la Argentina. La empresa es el quinto mayor fabricante de neumáticos del mundo, y está presente comercialmente en más de 160 países. Recientemente, en 2021, inauguró una nueva línea de producción de neumáticos para motos en el partido bonaerense de Merlo, convirtiéndose en el único fabricante de neumáticos para motos en el país.

Trabajadores de esa empresa expresaron que fueron víctimas de “actos mafiosos y aprietes”. En la acción denunciaron la persecución contra las organizaciones sociales que gestionan planes sociales y comedores populares y propusieron un paro activo de 36 horas para “voltear la Ley Bases”.

Alejandro Crespo, trabajador de Pirelli y secretario general del SUTNA dijo que hay que decir “basta al accionar mafioso de Pirelli, es una política antiobrera que busca disciplinar a los trabajadores del neumático y de Sutna”. También agregó su solidaridad hacia los 97 trabajadores despidos de Fate, empresa del mismo rubro. “La pelea por el salario se vuelve fundamental y la lucha de los trabajadores neumáticos en este sentido ha sido ejemplar”, agregó.

Ariel Concha es delegado de mantenimiento de la empresa Pirelli y se refirió a que los movilizan “las Por su parte, Cristiano Giordano, directivo de SUTNA señaló que en la localidad de Lavallol “los compañeros de la seccional están manifestándose junto a los trabajadores para decirle basta a la empresa Bridgestone que reemplaza puestos de trabajo con la importación de cubiertas”. Y apuntó: “Vamos a luchar hasta que los trabajadores de Pirelli cobren lo mismo que cobran los trabajadores del resto”. También destacó que las convocatorias en distintas zonas de la provincia son para dar “apoyo a todos los compañeros despedidos”.

 

Nada que esperar

En tanto, Eduardo Ruiz, integrante de Izquierda Socialista, dio su apoyo a la lucha de Sutna, e indicó que viene defendiendo a los trabajadores despedidos, por la “situación en la que nos está llevando el gobierno de Milei y nos está poniendo a todos los trabajadores en jaque”. Además, agregó que lo convoca el simple hecho de ser “un hombre grande, tengo tres hijos grandes, también con dificultades, nos movilizamos en familia porque todas estas luchas son importantes que las demos. Ya no nos queda más nada que esperar, nos han gobernado todos y creo que la única alternativa es la lucha de los trabajadores”.

Bridgestone es una compañía fabricante de neumáticos que fue fundada en 1931 por Shōjirō Ishibashi en Kurume, Fukuoka, en Japón. En 1915 se inauguró la sucursal Firestone para la venta de neumáticos, cámaras y accesorios norteamericanos en Argentina. En el año 1931 se producen los primeros neumáticos Firestone de la Argentina, con capacidad de producción de 600 neumáticos diarios. 

Al igual que Pirelli y Bridgestone, Fate es la empresa argentina líder en fabricación y exportación de neumáticos. Constituida con capitales argentinos, sus inicios fueron en una planta de 1.000 m2 en el barrio de Saavedra, ciudad de Buenos Aires, que producía telas impermeables, bandas de rodamiento para reparación de neumáticos y otros productos de caucho.

En San Fernando, con bombos y banderas, los trabajadores de Fate con la presencia de delegaciones de Camioneros y docentes encabezaron otro punto clave de las protestas. El diputado del Frente de Izquierda, Néstor Pitrola explicó allí que se trata de una respuesta de un gremio que fue al paro general el pasado 7 de mayo y que está luchando contra los despidos. Y aclaró que “está el SUTNA al frente de la lucha, pero hay despidos y suspensiones en todo el país. Esto requiere unir al conjunto del movimiento obrero”.

 

¿Cómo afecta la crisis en las personas con discapacidad?

¿Cómo afecta la crisis en las personas con discapacidad?

Si el ajuste pega fuerte en toda la sociedad, buena parte de las 3.500.000 personas que tienen el Certificado Único de Discapacidad la padecen con creces. ¿Qué impacto tiene el aumento de las prepagas, por ejemplo?

En Argentina 3.571.983 personas cuentan con, al menos, una dificultad que afecta su participación plena en la sociedad según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).  “Discapacidad” es el término utilizado para dar cuenta de las deficiencias motrices, sensoriales, intelectuales o mentales que imponen barreras para la igualdad de condiciones del 10,2% de la población argentina de 6 años o más, residentes de viviendas particulares en localidades de 5.000 y más habitantes, siguiendo el informe del INDEC.

En nuestro país, los derechos de las personas con discapacidad están amparados por diferentes normativas que promueven la accesibilidad, protección, no discriminación e inclusión. Pero, en el centro de la cruda crisis social, económica y política que atraviesa nuestro país, ¿hablamos lo suficiente de este tema? ¿Cómo impacta la situación actual en la calidad de vida de las personas con discapacidades?

Ricardo “Cacho” Castellano es de Berazategui, tiene 75 años y hace ya una década le diagnosticaron Parkinson. Toda su vida se la pasó arriba del micro, fue chofer de colectivos de larga distancia y también acompañó a miles de niños y niñas en sus viajes escolares. “La vida me cambió un montón, es una enfermedad progresiva y cada vez puedo hacer menos cosas. Manejar ni hablar”, dice.

 “Recién ahora estoy tramitando el CUD (Certificado Unico de Discapacidad) porque vi que me da muchas facilidades para movilizarme: pasajes gratis, descuentos en peajes, espacios para estacionar, descuentos para comprar un auto especial. Ya no puedo manejar pero necesito esa ayuda y espero que se me de”, cuenta Castellano, mientras lamenta los años que pospuso el trámite.

Respecto del tratamiento, religiosamente toma su medicación todos los días de mañana, mediodía y noche. “Me mantiene tranquilo y el temblor disminuye bastante. Por suerte no tuve problemas con PAMI hasta ahora, siempre me dieron gratis y a tiempo todos  los remedios y otras cosas, como la silla de ruedas, que necesité”. Y suma: “Más allá de los tiempos difíciles que estamos pasando pude seguir con mi tratamiento. Como todos, tuve que ajustar mi estilo de vida por todos los aumentos pero por ahora seguimos peleándola.”

Marta Sánchez tiene 67 años y dedicó sus últimas décadas de actividad a ser preceptora de un jardín de infantes ubicado en Bernal. Siempre rodeada de chicos y chicas, en constante movimiento y actividad, una noche de desvelo por un dolor punzante en el brazo la llevó a su diagnóstico: artritis reumatoidea. “Es una enfermedad degenerativa que ataca las articulaciones, la tengo hace 28 años y gracias a Dios no necesito acompañante porque puedo moverme sola todavía. He hecho un tratamiento que sirve pero es complicado aunque la lleve bien y ponga toda mi voluntad”

“El CUD trae algunos beneficios pero es un poco engorroso hoy en día. Hay que hacer casi todo virtual y muchos no tienen la posibilidad de contar con alguien que los ayude. Yo tuve suerte y apoyo. Tengo una obra social, IOMA, que siempre me cubrió la medicación por la enfermedad al 100% aunque sé que no pasa en todos los casos”, comenta Sánchez sobre el acceso a los tratamientos y asistencia. Y suma: “El problema ahora, que está pasando en muchas prepagas, es que no reciben los pagos y entonces no pueden llevar, las droguerías no dan la medicación a las farmacias y se dificulta contar con los remedios. En el último tiempo tuve que cambiar de farmacia para que me los den”.

“La vida con discapacidad cuesta. Cuesta conseguir trabajo, ayuda, turnos en los hospitales, atención en general, muchas cosas son difíciles. Más allá de revisar cómo funciona la salud, que es un tema que hay que mirar, hay muchos problemas que tenemos las personas con discapacidad y la situación del país y la inflación te tiran para abajo. Si no te alcanza para vivir, no tenés trabajo, ayuda u obra social, influye mucho y afecta tu enfermedad“, concluye Sánchez, trayendo al centro de la escena la situación coyuntural y cómo afecta estructural y anímicamente a las personas que viven con una discapacidad en nuestro país.

En el corazón de la incertidumbre, la burocracia y la desolación que puede causar el diagnóstico, la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA) se levanta como un faro para brindar acompañamiento a miles y miles de familias en nuestro país. Conformada principalmente por madres y padres de personas con síndrome de Down, cuentan con más de 30 años de recorrido trabajando para que cada vez haya más inclusión en nuestra sociedad.

“Cuando se recibe el diagnóstico, tenés que ver de qué manera te volvés a recomponer para seguir adelante, para ayudar a este hijo o hija, para empaparte de un montón de cosas para las que una no se prepara. Tratamos de escuchar y guiar teniendo en cuenta a toda la familia. Nuestro pilar es el grupo de Mamás y Papás Escucha”, comenta Alejandra Belyin, miembro de la comisión directiva de ASDRA. La asociación desarrolla diferentes programas de apoyo, divididos por franjas etarias: grupos de reflexión para adultos, grupos de pertenencia para los jóvenes y encuentros sobre psicoeducación abiertos para conversar con profesionales de la salud y de la educación.

“Logramos muchas cosas en estos años y la sociedad es mucho más consciente y diversa que antes. Si las políticas públicas se aplicaran, y el que viniera no las cambiara, sería la forma en que todo podría funcionar. Siempre digo que el CUD es el DNI de nuestros hijos e hijas: te abre muchas puertas pero falta mucho por hacer. Tramitarlo es muy complejo, no hay un criterio federal y unificado para sacarlo y eso no sólo ralentiza el proceso sino que hace que muchas personas no puedan acceder”,  agrega Alejandra.

“Pareciera que la discapacidad no es un tema tan importante y pasa a segundo plano. La realidad es que es un tiempo difícil para todos pero para aquellas personas que tienen en su familia a alguien con una discapacidad es mucho peor”, sostiene Belyin sobre la conversación pública y la coyuntura. “Si la situación económica –agrega- hace que no puedas pagar la prepaga, eso es terrible para una familia que tiene a alguien con una discapacidad, significa parar todo aquello que esa persona necesita para poder vivir de sí. Como familiar, tratás de que viva con autonomía, le das herramientas para que se inserte en la sociedad y de repente pasa esto y te vuelve a destruir. Tiene que haber un Estado presente que acompañe de forma integral a la familia y que no se sientan desamparados ante contextos como este”.

La inestabilidad económica y la imposibilidad de proyectar certezas en el corto plazo hacen del presente un infierno colmado de inquietudes para todas las familias que son el soporte y sustento de una persona con discapacidad. Alejandra lo sintetiza de esta forma: “Hay una gran preocupación económica actualmente. Lo que más angustia tiene que ver con que las familias puedan darle continuidad a los tratamientos y tener todo garantizado. Ojalá puedan mantener sus trabajos y sostener económicamente las obras sociales, las terapias, las actividades recreativas que también son muy importantes para la estimulación y el disfrute.”

Almorzando con Toto Caputo

Almorzando con Toto Caputo

Organizaciones de Tigre y Zona norte marcharon hasta la casa del ministro de Economía de la Nación para realizar una olla popular y protestar por el ajuste al que está sometiendo a la población.

En el marco del paro general del 9 de mayo, diferentes agrupaciones de Tigre y Zona Norte se movilizaron al mediodía hasta la entrada del Club Newman, el barrio privado donde reside el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo, para protestar contra el ajuste y el endeudamiento del país ante el FMI. Oradores de diferentes espacios tomaron el micrófono y sus palabras fueron transmitidas a través de la Radio Cooperativa La Reconquista. Además, la movilización contó con una olla popular y una performance de la agrupación Unidxs por la Cultura.

Es un día fresco pero soleado en Benavidez. En la intersección entre la avenida homónima y la avenida Perón, a las 11 de la mañana, manifestantes portando pecheras de SUTEBA, de Tribuna Docente y de ATE, entre otros, se disponen a comenzar la marcha hasta el Club Newman, que se encuentra a un kilómetro de distancia. “Que sepan que no van a poder seguir haciendo lo que están haciendo sin que el pueblo se levante”, dice el representante de SUTEBA Tigre Alfredo Cáceres a través de un megáfono.

En diálogo con ANCCOM, la refrente de SUTEBA Tigre Gabriela Toloza Ferret habla sobre lo que motiva la movilización: “Lo que se expresa en cada una de estas luchas es lo que está atravesando día a día cada uno de les compañeres, de las compañeras, ya sea desde el marco de trabajo registrado, como de las economías populares, las disidencias en los territorios. Y hay mucha bronca, hay mucha bronca, porque el ajuste es brutal, porque van contra nuestros derechos porque saben que la organización es justamente la fuerza de los sectores más oprimidos y porque promueven el individualismo. Y la respuesta es esto, es la actividad colectiva, una olla, que tiene como psicología la representación del conjunto. Una olla se comparte, no se cocina para uno solo”.

Durante la marcha, se oye principalmente el canto “Te queda poco peluca botón / a vos te queda poco peluca botón / Nos cagamos de hambre / Vas al FMI / Reprimís laburantes / Te tenés que ir”, pero también suenan otros como “Para que todos se enteren / Que este pueblo no transa / Pone el pecho y se la banca / Contra ajuste y represión / Por aumento de salarios / Contra el Fondo Monetario / Paro y movilización” y “Caputo, basura, vos sos la dictadura”.

Una vez que la movilización llega hasta el Club Newman, los manifestantes se encuentran con una gran cantidad de policías posicionados frente a la entrada del barrio privado, a pesar de que se trata de una movilización pacífica. Cáceres toma el megáfono nuevamente para explicar la actividad que se realizará: La radio cooperativa La Reconquista transmitirá las palabras de oradores de diferentes agrupaciones, fábricas, sindicatos y más. “No es menor poder hoy, en una jornada como esta, plantear una actividad semejante, porque decir qué intereses representan los que viven acá es importante”, expresó Cáceres.

Cáceres le entrega el megáfono a Toloza Ferret, quien llama a que los oradores se acerquen y se anoten en la lista.“Es necesario ponerlo en palabras, es necesario que esa bronca que masticamos a diario sea puesta al servicio de la lucha y que hoy podamos socializar todas esas cuestiones que estamos viviendo día a día”, expresa Toloza Ferret. Un poco después, se da comienzo a la actividad y el megáfono es reemplazado por un micrófono, que pasa de mano en mano a medida que Toloza Ferret llama a quienes pidieron la palabra.

“Este gobierno dijo que iba a venir a atacar a la casta ¿Y a quién vino a atacar? Vino a atacar a los más pobres, a los que ganamos doscientos, trescientos mil pesos por mes, un poco más, pero vino a atacar a esos. Y miren qué casualidad ¿Dónde viven ellos? ¿Y dónde vivimos nosotros?”, expresa Jorge Montenegro, representante de un sector de jubilados, micrófono en mano. “Los que son vecinos históricos de Benavidez saben que (el espacio) se lo robaron al Patronato de la Infancia donde vivían chicos que tenían muy pocas cosas”, agrega, y concluye: “Quiero recordarle a Caputo, a su gobierno, a Milei, que todo termina. Que el gobierno de él va a caer”.

Otro de los oradores es Ramiro Tissera, representante de Tribuna Docente: “El gobierno nacional quiere aprobar una reforma laboral y una nueva Ley de Bases que claramente quiere profundizar el plan de guerra de los sectores capitalistas, de los sectores que fugan la guita, contra la clase obrera. Claramente lo que demuestran las movilizaciones populares que se vienen desarrollando, como fue el 23 de abril, donde millones en todo el país salimos a movilizarnos por la defensa de la educación pública, demuestra que es el camino para hoy derrotar a este gobierno”.

También toma el micrófono Giselle Santana, representante del INTI y Opinión Socialista, entre otros: “Esto es muy simbólico. Puede parecer que es una actividad pequeña, pero es profundamente simbólica y política. Nos está marcando cuál es el camino: La unidad de la clase trabajadora, de la clase obrera, ocupada, desocupada, jubilada, de la economía popular, contra los patrones que nos quieren sacar absolutamente todo. No vamos a permitir que nos roben una sola conquista, no vamos a permitir que nos sigan sacando absolutamente todo, hay que salir a enfrentar, además, esta ley que no es una Ley de Bases, es la ley de clases, es la definición de un país hecho en colonia. Es la esclavitud para todos los trabajadores y las trabajadoras, fundamentalmente para las trabajadoras, a quienes nos dicen que nuestro trabajo no existe, a quienes nos roban la posibilidad de jubilarnos”.

Finalmente, Gastón Ayala, el secretario general de ATE Tigre, y María Elisa Salgado, secretaria general de SUTEBA Tigre, cierran el acto. Ayala expresa que “esto es una muestra de lo que venimos trabajando y lo que tenemos que seguir trabajando y cuidando, que es la unidad de todos los trabajadores y trabajadoras ocupados, desocupados, jubilados, jubiladas, trabajadores de empresas privadas, fábricas, docentes, auxiliares y todos los trabajadores y trabajadoras que construimos con las manos este país”. Salgado le sigue y explica: “Este Caputo que vive acá, tiene alrededor barrios enormes, en los que no se ha construido un aula, ni una escuela desde el año 97 ¿Y por qué? Por estos tipos que nos metieron al Fondo Monetario y nos metieron la deuda. No hay plata para construir lo que se necesita. Entonces los pibes de la 32 del Arco están desde hace años esperando cuatro aulas que todavía no cumplieron. La gente del barrio La Mascota, que está detrás de este country, no tiene todavía jardín de infantes” y concluye que “el día que se trate la ley tenemos que ser millones en el Congreso y en todo el país. Si ellos quieren ir contra nosotros, nosotros vamos a pararles el país. Estos vienen por todo y nosotros tenemos que defender con toda la fuerza”.

Ya pasado el mediodía finaliza la lista de oradores, es la hora del almuerzo; el merendero Gauchito Gil del barrio Las Tunas abre la olla popular, frente a la que rápidamente se forma una fila de personas para recibir un plato de guiso de lentejas y pan. Mientras tanto, representantes de Unidxs por la Cultura Zona Norte ofrecen stencils y preparan su performance para cerrar la manifestación frente al Club Newman con poesía y música. Luego de que el guiso se termine y la música deje de sonar, los manifestantes emprenden el camino de vuelta al punto de partida para dar fin a la manifestación.