La búsqueda continúa

La búsqueda continúa

Se iniciaron los eventos conmemorativos por el 45º Aniversario de Abuelas de Plaza de Mayo con la presentación de una obra colectiva y un recital. Veintinueve artistas intervinieron un pañuelo gigante en la vidriera delCentro Cultural Borges y el grupo de Sacrum tocó para las nuevas generaciones que levantan la posta de la memoria, la verdad y la justicia.

Las conmemoraciones por los 45 años de Abuelas de Plaza de Mayo se iniciaron el 14 de octubre en el Centro Cultural Borges (CCB) con la inauguración de una obra colectiva en su homenaje y un recital para jóvenes que están en la edad de los bisnietos de las Abuelas, que también tiene parte de su identidad vulnerada. 

La actividad se inició con la inauguración de la obra, montada en la vidriera del Centro Cultural, sobre la calle Viamonte en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de un pañuelo blanco intervenido por pequeños pañuelos entramados para homenajear la lucha por la recuperación de las nietas y nietos apropiados durante la última dictadura cívico-militar. Los pañuelos intervenidos tienen desde dibujos hasta textos escritos o impresos sobre ellos, como por ejemplo la imagen de un hombre cargando una niña en sus hombros, otro con letras rojas que dice “HIJXS Y NIETXS DE SUS REBELDÍAS”, otro donde se recuerda el terrible número de 240 femicidios, y otros compuestos por dibujos de colores y diferentes formas.

A la derecha del vidrio se encuentra la lista de los artistas participantes y debajo el nombre de Gustavo Vázquez Ocampo, curador y museólogo, quien fue la persona encargada de liderar la creación colectiva. Al pie se encuentra la lista de los nietos y nietas restituidos por Abuelas de Plaza de Mayo.

El director del Centro Cultural Borges, Ezequiel Grimson fue quien dio inicio al acto: “Estamos conmemorando la gesta de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo. Estamos celebrando 45 años de amor, 45 años de lucha, 45 años del sostenimiento permanente de las banderas de Memoria, Verdad y Justicia. También la recuperación de 130 nietos.” Junto Grimson estuvieron la abuela Buscarita Roa, los nietos restituidos Guillermo Amarilla, Manuel Goncalves, Juan Pablo Moyano, Claudia Poblete; el Ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; el Subsecretario de Gestión de Espacios y Proyectos Especiales, Martín Bonavetti; el procurador del tesoro de la Nación, Carlos Alberto Zannini y varios de los artistas convocados: Felipe Noé, Daniel Santoro, Miguel Rep, entre otros.

Gustavo Vázquez Ocampo comentó que esta actividad es la primera de tres que Abuelas de Plaza de Mayo está organizando junto al Ministerio de Cultura de la Nación para conmemorar los 45 años de lucha y visibilizar que la búsqueda de los nietos y nietas continúa. Los próximos eventos serán: el 22 de octubre, con un festival de 15 a 20.30 en Tecnópolis y el 26, en el Centro Cultural Kirchner, con la inauguración de una muestra fotográfica de Alejandro Reynoso, con textos de María Eugenia Ludueña y a las 18 un acto institucional en la Ballena Azul con música, videos, poesía para repasar los 45 años de búsqueda. 

 

Gustavo comenta que tiene una hermana desaparecida embarazada, de quien aún se busca su hijo o hija, y durante muchos años trabajó junto con Madres y Abuelas. Además, es hijo de Marta Vázquez Ocampo quien fue presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Línea fundadora y miembro de Abuelas de Plaza de Mayo. Marta falleció en 2017 sin encontrar a su nieto. Para Gustavo la primera complejidad de la obra fue por el espacio asignado y la cantidad de artistas convocados, pero está feliz con el resultado porque más allá de las expresiones artísticas “es un gesto simbólico en apoyo a la lucha de las Abuelas”, aseguró visiblemente emocionado.

Luego de algunas palabras y la mención a los 29 artistas, algunos nietos recuperados junto a la abuela Buscarita repartieron pañuelos blancos en agradecimiento al trabajo realizado. Al finalizar hicieron desplegarlos para hacer una gran foto grupal. Buscarita Roa tomó la palabra para agradecer: “La compañía de tantos años” y agregó: “No nos hemos sentido solas, porque ustedes han andado con nosotros, nos han acompañado en las buenas y en las malas y esperamos seguir teniéndolos cerca, para poder seguir adelante”.

El ministro de Cultura aseguró que “La búsqueda continua”, es el lema de este 45 aniversario que intenta visibilizar la actualidad y vigencia de esta lucha. Bauer recordó cómo se acercó a las Madres y las Abuelas y comenzó su labor junto a ellas: “Esas banderas, esos pañuelos, esa luz que siempre ilumina. Cuando estamos con ellas, hasta el aire se modifica. Cuánto ejemplo y cuánta dignidad sostenida durante estos 45 años de lucha. Este nuevo tiempo sigue siendo de resistencia y de búsqueda. Son ustedes, Abuelas queridas, para nosotros un ejemplo extraordinario.” El acto finalizó con la afirmación: “30.000 compañeros detenidos desaparecidos, presentes. Ahora y siempre”.

Buscarita se tomó fotos y saludó a quienes se le acercaban con calidez y una sonrisa enorme. Su emoción se palpa en el aire y también su entereza a pesar de los años.  Está muy contenta con el resultado de la obra: “Agradecidísima porque lo que ustedes hacen por nosotras es una gran alegría. Nosotras ya estamos grandes, estamos viejitas. Cualquier cosa que los jóvenes hagan nos hace sentir complacidas. Siento un apoyo grande de los jóvenes que nos ayudan a continuar”, dijo en diálogo con ANCCOM.

Ezequiel Grimson explicó que la actividad fue un trabajo colectivo de Abuelas y los trabajadores del CCB. Buscando qué hacer para honrar, homenajear y celebrar la lucha de las Abuelas. Feliz con el resultado final no sólo por la belleza estética, sino por el mensaje contundente para la historia con el país. 

Entre las personas que siguen admirando la vitrina con el gran pañuelo desplegado estaba Miguel Rep, artista y humorista gráfico. Mientras observaba por primera vez la obra terminada, rescató: “Más allá del valor artístico es lo que simboliza: un gran pañuelo con todos los pañuelos. Ojalá que sea un super gran pañuelo, una vez que recorra todo el país. Que haya miles de pañuelos de gente que adhiere a la lucha de Abuelas”. La motivación de Rep para participar es simplemente el amor y el apoyo de años de trabajo, “ellas me llaman y yo estoy”, aseguró. Muestra de ellos son las múltiples colaboraciones que el artista tiene con las Abuelas desde hace decenas de años, además de que la tira del mensuario institucional es de su autoría, todos los meses.

Entre los nietos restituidos que hoy trabajan con las Abuelas y forman parte Comisión Directiva, de los actos y por supuesto del trabajo más importante, el de las búsquedas, está con Manuel Goncalves Granada. “Los pañuelos son el mayor símbolo que ha construido Argentina, sobre su enorme trabajo de militancia, de los sobrevivientes, las Madres, las Abuelas. Todo se sintetiza en un pañuelo. Y en este caso con un montón de artistas consagrados y comprometidos. Es una demostración de lo que las Abuelas han construido en estos años de lucha, el reconocimiento de gran parte de la sociedad. Ese símbolo nos representa a todos los que pensamos y soñamos con un país en el que el Nunca Más, ya no sea una utopía. Me gusta cómo quedó, dónde está. Esto es el centro de la Ciudad y está en un lugar en donde uno no espera encontrarse con una intervención así. Hay un montón de cosas que se cruzan acá y ese símbolo está ahí”, reflexionó. Y entró al Centro Cultural en donde ya estaba por comenzar el espectáculo que brindó el grupo Sacrum, conformado por Tomás Sainz en batería, Martín Varela en bajo eléctrico y Javier Burin Heras en piano y teclado, en el Auditorio Astor Piazzolla para regalarle a las Abuelas y al público asistente una noche a todo jazz, swing y Groove. Esta actividad, recuerda los 45 años de lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo, pero sobre todo convoca a las nuevas generaciones a abrazar esta lucha. La búsqueda por los 300 nietos y nietas que aún faltan recuperar continúa. Por eso es importante que la memoria siga vigente, para el futuro que queremos construir, donde la identidad es la base de lo que somos.

Los artistas que intervinieron los pañuelos

Cerca de las 18 comenzaron a llegar al Centro Cultural Borges algunas personas a la espera de un pequeño acto homenaje mientras admiran la creación de los 28 artistas nacionales que realizaron la obra colectiva: Luis Felipe Noé, Elda Cerrato, Eduardo Stupía, Cristina Schiavi, Daniel Ontiveros, Diana Dowek, Rosana Fuertes, José Luis Landet, Marcos López, Eduardo Basualdo, Leticia Obeid, Luján Funes, Marta Minujín, grupo Etcétera, Karina Granieri, Roberto Jacoby, Daniel Santoro, Alejandra Fenochio, Marcia Schvartz, Miguel Rep, Mariela Scafati, Irene Banchero, Tulio de Sagastizábal, Marcelo Brodsky, Marcela Astorga, Cristina Piffer, Elisa Estrada, Tamara Stuby y Silvina D’Alessandro.

Los organismos de derechos humanos respaldaron a los estudiantes

Los organismos de derechos humanos respaldaron a los estudiantes

Realizaron una conferencia de prensa junto a alumnos, familiares y sindicatos docentes en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo para repudiar la persecución que están sufriendo los secundarios porteños.

Este lunes, organismos de derechos humanos convocaron a una conferencia de prensa en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo ubicada en el barrio porteño de Monserrat, para repudiar la persecución a estudiantes y familiares de escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires. 

Entre los presentes se destacaron representantes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, de Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S), de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), y la diputada y la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura porteña, Victoria Montenegro, entre otros.

Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, dio comienzo a la conferencia de prensa con el objetivo de “apoyar todos los reclamos justos que están haciendo los estudiantes, y felicitar a aquellos que están apoyándolos y que en ningún momento los han dejado solos”. También llamó a mantener la lucha y exigir justicia por la vía legal, sin llegar a la violencia por mano propia.

El representante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Diego Morales, realizó un análisis sobre la situación de los estudiantes criminalizados. Explicó que el Gobierno de la Ciudad utilizó distintas estrategias relacionadas al uso del Código Penal y el Código Contravencional, a través de los cuales se acusó a los estudiantes de quedarse en las escuelas sin la autorización de quien poseía el derecho de admisión, y por ende, a sus familias por ser responsables legales. Sostuvo que, de esta forma, el Gobierno porteño se desligó de sus responsabilidades que ahora dependerán de la Justicia de la Ciudad, que deberá investigar los delitos que se acusan. 

De este modo, Morales señaló que el Estado dejó de lado su rol de mediador de los conflictos que se dan en la sociedad, como una manera de rechazar los reclamos, la escucha, y la búsqueda de soluciones. Además, otra de las medidas fue la presión económica a las familias mediante el envío de cartas documento por daños y perjuicios por la toma de las escuelas, “buscando inhibir la protesta, cuando en realidad lo único que se está pidiendo es que el Estado dé respuestas y sostenga la educación en la Ciudad”, agregó. 

Estudiantes de cuarto y quinto año de las escuelas porteñas que actualmente se encuentran tomadas (ante el pedido de diálogo y soluciones rechazado por parte de la ministra de Educación, Soledad Acuña), asistieron a la conferencia para comentar la actualidad de sus instituciones y los reclamos que se están llevando adelante por la calidad de las viandas, los problemas de infraestructura y la realización de las pasantías obligatorias no remuneradas.

Valentina, alumna de la Escuela Superior de Educación Artística en Artes Visuales Rogelio Yrurtia, de Parque Avellaneda, denunció los problemas que tuvieron con la policía, y con gente infiltrada que quería ingresar a la escuela bajo la excusa de ser trabajadores de mantenimiento, aunque no querían identificarse. “Nuestro pedido es en contra de estas pasantías gratuitas que no nos van a servir, además de que nos van a usar de mano de obra gratuita en lugar de arreglar las escuelas o darnos un sistema de alimentación escolar de calidad, que nos nutra y nos llene”, reflexionó. 

En la misma línea se sumaron las palabras de Malena, representante del Centro de Estudiantes de la Escuela Superior de Educación Artística Manuel Belgrano, de Barracas. Comentó que “los estudiantes debemos cursar 11 horas por día, y las viandas no alcanzan, además de que nos cansamos de reclamar porque vienen podridas, en mal estado o con hongos” y agregó: “Estamos tomando los colegios porque estamos cansados de que al Ministerio de Educación y al Gobierno de la Ciudad no les importe lo que los estudiantes vivimos, porque si alguien sabe qué es lo que pasa en los colegios, somos nosotros”. 

Por su parte, Agustina, representante de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg de Palermo, conocido como “Lengüitas”, recordó un hecho de violencia sufrido el jueves, cuando una mujer se presentó en la escuela con un cuchillo para amenazar a una madre. También reiteró los reclamos por el estado de las viandas y la implementación de las pasantías que no se aplicaron tal como se les había prometido, y repudió “toda la presión que se le está metiendo a las familias y por los casos de las denuncias y notificaciones con amenazas a compañeros”. 

Uno de estos casos fue relatado por Elsa Lombardo, abuela y tutora de una alumna de cuarto año de la Escuela Nº1 “Federico García Lorca”. Lombardo relató que un patrullero fue a su casa a las 21, con una citación y la cédula de contravención por la toma de la escuela. Lo consignado era presentarse en la fiscalía dentro de los tres días, o en caso contrario sería llevada por la fuerza. “Intentaron de cierta forma, sembrar terror. Mi nieta me dijo que prefería ir a la escuela a dormir, porque sabía que ahí la policía no iba a entrar”, comentó, y agregó: “Todo esto por las demandas de los estudiantes, que es justa, y la actitud de la ministra Acuña de negar los reclamos”.

En cuanto a esos reclamos, Martina, alumna en representación del Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández, del barrio de Retiro, repasó las diferentes medidas de fuerzas adoptadas antes de llegar a la toma de la institución: “La semana pasada llevamos a cabo un pernocte, luego tuvimos clases públicas con ayuda de nuestros docentes, participamos de semaforazos, y no obtuvimos respuestas, aunque quieran criminalizar y minimizar nuestra lucha”.

En representación de los gremios docentes tomó la palabra Angélica Graciano, Secretaria General de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera). Recalcó el rol de la escuela como ámbito principal de la democracia, y resaltó que los reclamos del movimiento estudiantil datan de hace más de 10 años. A su vez convocó para mañana a las 16 a una marcha desde la Escuela Mariano Acosta hacia la Jefatura de Gobierno de la Ciudad junto a la Asociación de Enseñanza Media y Superior (ADEMyS), para acompañar el reclamo estudiantil y “para decirle a Larreta y Acuña que inviertan en las escuelas, porque los 15 años en baja del presupuesto educativo tienen sus consecuencias”. 

Sobre el cierre, Guillermo Pérez Roisinblit leyó un comunicado en representación de Abuelas, donde expresaron su preocupación por la escalada de violencia en los reclamos que se están llevando adelante en las escuelas, e instaron para que “el Jefe de Gobierno arbitre las medidas necesarias para encausar esta situación a través de canales de diálogo real, que conlleven a una solución de esta situación, que velen por la seguridad de las familias y el respeto por el derecho de los jóvenes”.

Pantallas que preguntan quiénes somos

Pantallas que preguntan quiénes somos

Con la proyección de “La casa de los conejos”, Abuelas de Plaza de Mayo junto al INCAA iniciaron el ciclo “Cine por la Identidad” en el Espacio Memoria y Derechos Humanos de la ExEsma.

El auditorio de la Casa por el Derecho a la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo, en la EX ESMA, se llenó de espectadores el jueves 18 de agosto, con el inicio del ciclo “Cine por la Identidad”, en el marco del 45 aniversario de la entidad. La actividad, realizada en conjunto con el Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), se inició con la proyección de la película La casa de los conejos -estrenada en 2021- y con la presencia de su directora, Valeria Selinger, las actrices Mora Iramain García y Guadalupe Docampo; el presidente en ejercicio del INCAA, Nicolás Batlle, y representantes de Abuelas de Plaza de Mayo, junto a Camilo Juárez, hijo de Enrique Juárez, desaparecido en 1977. 

El ciclo “Cine por la identidad” es un capítulo más en la histórica relación entre Abuelas de Plaza de Mayo y el INCAA. En palabras de Batlle: “El INCAA tiene un compromiso, porque el cine refleja lo que pasa en las sociedades. La memoria, la verdad y la justicia tienen que estar presentes”. 

El film La casa de los conejos es una adaptación del libro de Laura Alcoba, que narra la historia vivida por la escritora durante su niñez clandestina en la Argentina mientras gobernaba la dictadura cívico-militar. Sobre su trabajo de adaptación, Salinger expresó: “Las películas tienden puentes a interrogantes. En La casa de los conejos, esa pregunta es: ¿dónde está Clara Anahí?”. Así, el film busca dar un paso más en la búsqueda de las personas desaparecidas -en este caso, Clara Anahí, hija de una de las protagonistas de la historia- y en la tarea de restituirle su identidad, trabajo que generación tras generación impulsan las Abuelas de Plaza de Mayo. 

A 46 años del golpe de Estado de 1976, las personas que en aquel momento lo vivieron como infantes, tienen hoy un rol fundamental en la reconstrucción y en el ejercicio de la memoria. Poco a poco, varias de las presentes en el auditorio unieron sus voces a la de Valeria para compartir sus propias experiencias, muy cercanas a la relatada por Laura Alcoba en el libro. Por estas experiencias compartidas, para Salinger La casa de los conejos es una historia universal: “Tiene mucho que ver con mi propia historia y con la de mucha gente, porque habla de la infancia en un ámbito trágico y de dolor, y lamentablemente muchas personas y muchos países pueden identificarse con eso”. Y agregó: “Yo no quise irme mucho de la historia del libro de Laura. La película es silenciosa, porque el miedo está justamente en el silencio de los niños”. 

La niña Laura, una de las protagonistas de la película, es representada por Mora Iramain García, que tenía 6 años al momento de realizar el casting. Actualmente, con 13 años, reflexionó: “Grabar la peli fue como un juego porque, aunque la historia era muy dura, Laura y yo éramos nenas”. Al conversar con Salinger sobre la reproducción de las huellas de la infancia en esta historia, ella comentó que fue a partir de decisiones estéticas -relacionadas al color y a la música, por ejemplo- que se puede entrever la presencia de la inocencia y el juego, tan propios de los niños y niñas. Al pensar en la recepción de la película que pudieran tener otras personas de su edad, Mora comentó que a sus compañeros de escuela les costaba entender la historia y que asociaban las armas a una ficción alejada de la realidad. Y agregó: “Aunque, a veces, a mí también me cuesta entender, porque nací en democracia”. 

Es en el intercambio entre las personas adultas -algunas todavía en busca de un familiar desaparecido- y las generaciones más jóvenes -que siempre vivieron en democracia- que cada actividad destinada a recuperar la historia y la identidad, demuestra su valor como herramienta para la lucha por el derecho a la identidad y por la democracia. 

El ciclo “Cine por la Identidad, Abuelas 45 años” es un nuevo espacio de encuentro, reflexión y de ejercicio de la memoria, con invitación abierta a todas las personas que quieran acercarse. Tendrá lugar un jueves por mes a las 18 horas, hasta noviembre, en la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo (Av. Libertador 8151). Para conocer las próximas proyecciones consultar www.abuelas.org.ar 

“Olvidar para este pueblo es como dejar de respirar”

“Olvidar para este pueblo es como dejar de respirar”

En una jornada llena de música, Sergio Maldonado acompañado por organismos de derechos humanos y organizaciones que luchan contra la violencia institucional, reclamó justicia por su hermano Santiago, desaparecido y hallado muerto hace 5 años.

A 5 años de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado se realizó un acto en Plaza de Mayo para pedir justicia por lo sucedido. El encuentro tuvo a Sergio Maldonado como principal orador y contó con el acompañamiento de organismos de derechos humanos y familiares de víctimas de violencia institucional y la presencia de distintas bandas invitadas.

“Hoy 1 de agosto se cumplen cinco años del inicio de la impunidad en el caso de Santiago Maldonado”. Con estas palabras inició su discurso Sergio Maldonado en el escenario montado en Plaza de Mayo, pasadas las 18 horas. El acto fue acompañado por una muchedumbre y por gran parte de las organizaciones de lucha por los derechos humanos como Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S. Capital, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Matanza, Asociación Buena Memoria
Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, Liga Argentina por los Derechos Humanos, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos. Entre las bandas que pusieron música a la jornada de reclamo tomaron protagonismo en la tarde porteña: La Chilinga, Malena D’Alessio en Bandada, Cabra da Peste, Las Manos de Filippi, La Delio Valdez y la aparición sorpresiva de Teté Iglesias, bajista de La Renga.

Para Sergio, a aquel 1 de agosto de 2017 “le siguieron 78 días de negación, ocultamientos, mentiras, instalación de pistas falsas, hostigación a mi familia y la demonización de Santiago en su lucha por parte del gobierno de Mauricio Macri y su ministra de seguridad Patricia Bulrich”. La ministra y el presidente de la gestión anterior fueron las figuras más repudiadas por los asistentes: “No puede ser que estos tipos caminen impunes después de ensuciar tanto la investigación”, comentó afligida Gabriela Ruiz, de 62 años oriunda de Lanús.

“Olvidar para este pueblo es como dejar de respirar”, rapeaba Malena D’Alessio desde el escenario, a la vez que la pantalla que vestía el escenario mostraba a la gente amuchada en la plaza. A pesar del paso del tiempo la herida sigue abierta y tanto los familiares, como una gran parte de la sociedad civil, cree necesario mantener viva la memoria de lo que sucedió con Santiago: “La militancia nunca puede ser perseguida y menos desde el Estado -señaló Manuel Torres, un estudiante de 24 años proveniente de La Plata-. Estamos acá para que eso no se pierda”.

Frente al olvido combaten los Maldonado: “Somos las familias las que debemos batallar contra esta impunidad”. Sergio se refirió a lo que tuvieron que atravesar en su lucha: “Nos vamos convirtiendo en peritos, investigadores, recolectores de pruebas y aportantes de testigos”. También recuerda que la causa sigue abierta en espera de una resolución de la Suprema Corte de Justicia. En este sentido se pronunció frente al manejo de la causa por el Poder Judicial: “¿Cuánto debemos esperar para que se asigne un nuevo juez que quiera investigar?”. Por su parte Stella Peloso, madre de Santiago, realizó un pedido concreto en su breve alocución: “Lo único que vengo a pedir es justicia. No me quiero morir sin antes saber la verdad”.

Por otro lado, en otro pasaje Sergio hizo un reclamo al gobierno nacional actual: “Faltó una clara voluntad política del presidente Alberto Fernández para saber lo que pasó con Santiago”. Con el recuerdo de Facundo Astudillo Castro, Luis Espinoza y Lautaro Rosé señaló que “seguiremos armando una lista interminable de víctimas de la violencia del Estado hasta que no exista una clara decisión de los gobiernos con verdaderas políticas que garanticen de una vez por todas el Nunca Más”.

Sin embargo, a pesar de todas las vicisitudes, el espíritu combativo de los Maldonado parece inclaudicable. “Somos los familiares los que debemos transformar el dolor en lucha”, señaló Sergio. El acompañamiento de la música complementó a la perfección el mensaje: “No se trata de una celebración, pero sí de algo muy latinoamericano que es la defensa a la posibilidad de ser felices”, señala Malena D’Alessio.

La jornada terminó con La Delio Valdez y su “mensaje de cumbia” para la Plaza y el cierre de Sergio: “Hoy luchamos un poquito para hacérsela más difícil a esta gente. Verdad y justicia por Santiago”.

La memoria y el derecho a la identidad en las aulas

La memoria y el derecho a la identidad en las aulas

“Los derechos en las aulas”, el ciclo de Abuelas de Plaza de Mayo destinado a docentes volvió a la presencialidad con un conversatorio sobre la edición de libros sobre memoria a cargo de Laura Leibiker y Cecilia Rassi, editora y asesora infantojuvenil respectivamente, moderadas por los escritores Mario Méndez y Paula Bombara.

¿Cuál es la mejor forma de trabajar el tema de la vulneración de los derechos humanos con las infancias? ¿Cómo trabajar el derecho a la identidad desde la literatura infantojuvenil? ¿Cuál es la información apropiada para cada nivel educativo? Estas y otras preguntas funcionaron como ejes del conversatorio «Editar para la memoria. Producción de libros infanto juveniles sobre la historia reciente» organizado por Abuelas de Plaza de Mayo y la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (ALIJA).

En el Auditorio de Casa por la Identidad Espacio Memoria y Derechos Humanos, luego de dos años, se volvió a realizar presencialmente el ciclo “Los derechos en las aulas”, que desde hace cuatro años Abuelas destina a docentes y público educativo. Laura Leibiker, directora editorial del área de literatura infantil y juvenil de Norma, y Cecilia Rassi, asesora pedagógica de la misma editorial y también docente del Instituto de Formación Docente “Santo Domingo” de Ramos Mejía, fueron invitadas para que, desde sus experiencias profesionales, compartieran sus miradas sobre el tratamiento de la violencia y la vulneración de los derechos humanos durante la última dictadura cívico militar en los libros infantiles. El conversatorio estuvo moderado por dos escritores: Paula Bombara y Mario Méndez, él también presidente de ALIJA.

Si bien las editoriales constituyen espacios de la periferia de la escuela, también la nutren e influyen en los estudiantes. Para Laura Leibiker el editor es un constructor de sentido: construye un catálogo de libros y este refleja una visión determinada del mundo. “Al leer un libro que me llega lo que busco es que me interpele a mí como lectora, me tiene que pasar algo, me tiene que transmitir algún tipo de emoción. Uno tiene una posición política y frente al mundo. En el trabajo esa posición también está ahí, te acompaña. El catálogo refleja lo que yo creo que el mundo debería ser, lo que creo que es necesario que se diga en este momento. También, surge de una necesidad de los lectores, de poner a disposición ciertas temáticas, narrativas. La cuestión de los derechos y la identidad son dos temas muy presentes”, explica.

Ante la preocupación o el miedo de que las familias se opongan a ciertos ejemplares Laura Leibiker comenta que se deben encontrar mecanismos para que eso no sea un impedimento. “Cuando algo está amparado por ley la discusión se corre un montón. Hay leyes que permiten que se aborden ciertos temas. Las escuelas no deciden las leyes. Podemos hablar de eso porque está legitimado por la ley, los textos que tienen que ver con la reivindicación de derechos van a provocar una discusión, porque qué texto interesante no provoca una. Todo lo que tenga que ver con la libertad, la libre elección, el conocimiento de la propia identidad, esos son los libros que a mí me interesa que lleguen a las escuelas”.

Cecilia Rassi, quien cuenta con una vasta experiencia docente en todos los niveles educativos, considera que la escuela debería funcionar como un espacio de libertad. Es por eso que el rol del docente es tan importante y conlleva una gran responsabilidad. “La escuela debería funcionar ofreciendo caminos, sentidos diversos. Un buen docente debería ser quien habilite esos distintos sentidos, quien introduzca al niño cuando se está formando como lector. Tiene que ser una mano que lo lleve a una zona de libertad”, expresa en diálogo con ANCCOM. Para Cecilia la literatura es muchas veces una aliada para meterse con los temas más complicados como es en este caso el tratamiento de lo ocurrido en la dictadura cívico militar.

“Tanto con los chicos como con los grandes se puede hablar de cualquier cuestión, el problema es cómo lo vas a encarar. Hay información que no hace falta darle a un nene muy chiquito. Hay que hablar sobre dictadura pero quizás hay textos que permiten abordar la cuestión sin el nivel de detalle que impide que un nene duerma, sí con un nivel que haga que ese mismo nene vuelva a la casa y pregunte qué fue lo que pasó, cuándo pasó, dónde estaba la familia”, agrega Laura Leibiker.

La directora editorial concluye que siempre se preocupó por encontrar una forma de acompañar a las abuelas. Al pensar en el momento en que firmaron el contrato por Ovillos de trazos, un libro infantil integrado por doce microrrelatos donde se entrecruzan historias en torno a la memoria y a la identidad, en diálogo con ANCCOM recuerda: “lloramos desde que llegamos hasta que salimos. Siempre me interesó mucho poner en nuestros libros cuestiones que tienen que ver con la memoria histórica, porque nos parece importante que en la escuela haya material para trabajar con la literatura sobre nuestra historia reciente”.