“Necesitamos que el movimiento sindical sea protagonista de un tiempo distinto”

“Necesitamos que el movimiento sindical sea protagonista de un tiempo distinto”

El paro general convocado la CGT y las CTA en contra de la política económica, la represión y el ajuste gubernamental tuvo un masivo acatamiento en todo el país. La evaluación de los dirigentes Hugo Yasky (CTA), Yamil Socolovksy (CONADU) y Carla Gaudensi (FATPREN) de una medida contundente que arrancó el miércoles con la multitudinaria concentración en apoyo a los jubilados ante el Congreso.

“Necesitamos que el movimiento sindical sea protagonista de un tiempo distinto”, consideró el secretario general de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA-T), Hugo Yasky, sobre el paro general llevado adelante por las tres principales centrales obreras del país. La protesta tuvo amplio acatamiento y sólido efecto nacional al paralizar gran parte del transporte, la actividad comercial, educativa y administrativa. La huelga redobló su potencia con la convocatoria a marchar, el día previo, con los jubilados que cada miércoles se reúnen frente al Congreso de la Nación. Así el paro y la marcha confluyeron en una medida de lucha de 36 horas que fue descripta por Yasky como “un punto de inflexión” para el accionar sindical y la lucha social contra la política del gobierno libertario, que utiliza la represión y el miedo como herramienta para imponer un fuerte ajuste económico con una cada vez más alarmante vulnerabilidad social.

El reclamo sindical critica toda la política económica y la represión del Gobierno Nacional, pero específicamente, además de visibilizar la necesidad de jubilaciones dignas y aumentos de emergencia, hace foco en la necesidad de recomponer los salarios a partir de paritarias libres. Actualmente el gobierno estableció paritarias fijas con un tope máximo de aumento del 1% mientras que para marzo se estima una inflación del 3%, provocando que los salarios sigan perdiendo poder adquisitivo frente a la inflación. La situación económica se agrava por la toma de nueva deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El accionar gremial nucleó a la mayoría de los sindicatos obreros, entre ellos la Asociación Trabajadores de Estado (ATE), Unión Obrera de la Construcción de la República (UOCRA), Argentina Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), La Bancaria, Petroleros y La Fraternidad, entre otros. En consecuencia, durante este jueves se suspendieron los servicios de transportes de subtes, trenes, y aviones. Cesaron sus actividades bancos, la administración pública y centros educativos públicos, mientras que los hospitales atendieron solo guardias de urgencias y hubo disparidad en la adhesión de taxis, educación privada y comercios. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) no adhirió a la medida por la conciliación laboral obligatoria que firmaron con la Secretaría de Trabajo de la Nación y que vence recién el 3 de mayo, pero en su comunicado oficial afirmaron “comprendemos y apoyamos el reclamo”. Yasky rescató que la decisión de la UTA no provocó los efectos adversos al paro que el gobierno esperaba. “No les alcanzó con esto para aminorar la fuerza de la medida. En una jornada donde no funcionó parte del transporte público, era esperable que el servicio de colectivos estuviera atestado de pasajeros. Pero las imágenes del día mostraron una menor circulación en comparación con un día de trabajo normal”.

En comunicación con ANCCOM, Yamil Socolovsky, secretaria de Género y Diversidad de CTA-T y trabajadora de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), explicó que el reclamo “en términos generales es un rechazo al proyecto político que está llevando adelante el gobierno de Javier Milei. Con su política de empobrecimiento, ajuste, saqueo y reconfiguración del Estado, para convertirlo en una herramienta al servicio de los intereses de los grupos económicos dominantes y abandonar sus responsabilidades con las mayorías para garantizar derechos y asegurar el bienestar de las personas”. Destacó que la medida conjunta entre la marcha del miércoles y el paro del jueves denuncian no solo la situación de los jubilados, sino también “los más de 45.000 despidos en el Estado, la crítica situación universitaria y la decisión de seguir endeudando al país por medio del FMI y el acatamiento de sus condiciones”.

Joana Giménez, secretaria de Juventud de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA-A), explicó que “el paro fue anunciado en el marco de la ley de Moratoria Provisional, cuyo dictamen finalizó el 23 de marzo y no existe aún, un dictamen vigente que ampare a quienes se van a jubilar. Está en tratativas la revisión de dicho proyecto, pero mientras tanto, significa la imposibilidad de jubilarse para la mayoría de la población trabajadora”. También se explayó sobre la “composición del paro” a partir de las múltiples aristas que conforman el reclamo, haciendo foco en el sector juvenil que la convoca, “la medida se da en el marco del ajuste total del bolsillo del trabajador, la suba de servicios básicos, el deterioro de las condiciones de vida, y la imposibilidad de pensar en una jubilación. A eso hay que sumar, la inestabilidad y la precarización laboral que conlleva multiempleo, la desocupación producto de los despidos y desfinanciamiento del Estado, y el cierre de instituciones estatales que, para la población, significan el acceso a las políticas públicas. Entre ellos, la educación y la vivienda, son los aspectos que afectan mayoritariamente a la juventud”.

Además del gobierno libertario, De la Rúa fue el otro presidente que tuvo tres paros generales dentro de sus primeros 500 días de mandato. Los paros anteriores al gobierno actual fueron durante el año 2024, el 24 de enero y el 9 de mayo, durante las votaciones de la Ley Bases y luego la Ley Ómnibus.

Por su parte Yasky, en diálogo con ANCCOM explicó que el Poder Ejecutivo “va a reaccionar agresivamente. Están perdiendo apoyo de los sectores populares, son conscientes que han entrado en un plano inclinado y que las medidas de fuerza de la CGT y la marcha es vista con mayor empatía por una gran parte de la población que hasta hace un tiempo tomaba distancia o directamente reprobaba este tipo de acciones”. El dirigente consideró: “Luego del paro nacional, la estrategia debe ser discutir y llamar a una convocatoria muy amplia desde las centrales sindicales para poder incorporar al empresariado nacional, al PYME, a sectores agrarios de la pequeña y mediana producción, conformando una multisectorial que sea capaz de levantar un programa de trabajo y reactivación productiva. Diferenciarse del gobierno que no tiene una propuesta para reactivar la producción, que no tiene un rumbo o ideas para favorecer el mercado interno y el consumo y generar la reactivación de la economía. Solo se centran en el ajuste y especulación financiera. A nivel internacional se está dando una sacudida muy grande, hay incertidumbre, y nosotros tenemos un gobierno que está esperando el préstamo del FMI para seguir endeudando el país. Por eso creo que la estrategia debe ser construir una plataforma propositiva y a la vez continuar con las acciones de lucha y movilizaciones sociales, ambas cosas en conjunto. Necesitamos que el movimiento sindical sea protagonista de un tiempo distinto, que creo, tiene un punto de inflexión en este paro”.

En la misma línea se expresó Giménez: “Es necesario generar mayores procesos de articulación entre organizaciones, encuentro y diálogo entre distintas voces para fortalecer un plan de lucha -evaluó-. Que las tres centrales hayan podido concretar el paro en unidad es un dato significativo en estos tiempos”.

Por su parte Carla Gaudensi, Secretaria General de FATPREN, explicó: “es un paro político, en contra de las políticas de ajuste, donde los trabajadores y trabajadoras, ya sea quienes hoy estamos en actividad o quienes ya se jubilaron, estamos sufriendo. Busca demostrar que somos los obreros quienes sostenemos, con nuestro trabajo, a este país. Creo que la gente va a estar cada vez más presente poniendo el cuerpo en las calles. Somos un pueblo que viene demostrando una resistencia activa porque nunca dejamos de hacer nuestros reclamos y que cada vez que se decreta una medida de estas características concurrimos masivamente a acatarla, mientras que el gobierno demostró que la única forma que tiene para hacer efectivas las medidas de ajustes, es por medio de la represión, métodos que son para disciplinar, para limitar la participación de los trabajadores. La violencia, para nosotros, los trabajadores de prensa, tuvo su máxima expresión en el ataque al compañero Pablo Grillo, un trabajador de prensa que estaba registrando para que la sociedad esté informada de lo que sucedía en la movilización. En ese sentido es muy importante la medida judicial iniciada, para cuestionar el aparato represivo”.

La marcha de cada miércoles

En apoyo a la marcha de jubilados, los grandes sindicatos coparon, por la tarde del miércoles 9, la plaza pero también las calles que rodean al Congreso de la Nación que se encontraba vallado en todo su perímetro. La amplia concentración evitó que se aplique el protocolo antipiquetes, incluso durante la desconcentración que comenzó anticipadamente alrededor de las 17 horas sin disturbios ni violencia. La estrategia policial de este miércoles fue distinta a días anteriores. Las fuerzas de seguridad no se encontraban inmediatamente detrás de las vallas ni enfrentados de cara a los manifestantes, por el contrario estaban diseminados en distintas calles e invisibilizados.

Yasky describió a la marcha “de carácter multitudinario, que va a generar una mayor empatía hacia la causa de los jubilados y jubiladas, sus reclamos por haberes y restitución de medicamentos. También va a tener un efecto positivo sobre los tiempos del Congreso de la Nación, sobre todo en la Cámara de Diputados, donde en la última sesión se logró avanzar al votar un emplazamiento para que la restitución de la moratoria jubilatoria sea tratada rápidamente y dar una solución al problema generado por el gobierno”.

Por su parte, Socolovsky describió a la marcha como “importante y multitudinaria, convocante de diversos sectores y muy representativa”, y sobre esa línea agregó: “Hay una mayor comprensión de que la situación jubilatoria no es un reclamo sectorial con el que solamente hay que solidarizarse. Por el contrario es necesario que su pelea sea asumida como parte de una pelea del conjunto social”.

A su vez se refirió a la importancia que tiene la masividad como forma de frenar el aparato represivo de las distintas fuerzas de seguridad que se hacen presente cada miércoles. “Cuando las movilizaciones son masivas y convocan a múltiples sectores organizados, el dispositivo represivo tiene que replegarse. Esto también hace que sea importante no dejar a ningún sector en soledad y sumar cada vez más movimientos, representatividad y organización para contraponer la fuerza del protocolo antipiquetes. Es generar una respuesta contra dicho aparato y de cuidar a la gente, de darle la confianza de que pueda salir a la calle a manifestarse”, en su opinión la represión no está socavando la participación. Lo mismo puntualizó Yasky: “La presencia de las centrales sindicales acompañado a los jubilados potenció la convocatoria, y ante la multitud el protocolo antipiquetes demuestra la impotencia de querer disciplinar o impedir las movilizaciones populares con represión. Creo que la presencia organizada, masiva y administrada por las organizaciones sindicales impidió que el protagonismo de Bullrich sea otra vez por la represión sangrienta”.

 

La calle como freno al poder autoritario

La calle como freno al poder autoritario

En la víspera del paro general, la CGT, las dos CTA y numerosas organizaciones sociales se concentraron masivamente ante el Congreso para apoyar a los jubilados en sus reclamos al Gobierno por su despiadada política de recortes de medicamentos y haberes a los ancianos.

Mabel tiene 73 años. Fue contadora, jubilada hoy con la mínima. Primera universitaria en una familia de laburantes. Empezó a trabajar a los 12, vendiendo empanadas para ayudar a su mamá. Hoy camina despacio, con un bastón, pero con paso firme, entre carteles, cantos y banderas. Se había acercado al Congreso “por los jubilados”, pero al llegar la desbordó otra cosa: “Me encontré con una plaza colmada de necesidades», dice. «Esto no es solo por nosotros: es por los médicos, los enfermeros, los docentes… estamos pasándola muy mal». Mabel habla serena, pero su voz se entrecorta. La rodean las vallas, mira el operativo sin bajar la mirada: “Este gobierno no ayuda. Nos pone cada vez más el pie encima. Quiere sembrar el miedo”. Acaricia con una mano el borde de su campera gris, se seca una lágrima. El bastón firme en la otra. Se le quiebra la voz: “Los que ya tenemos canas y pasamos los 70, no tenemos que tener miedo”. Y se queda ahí. Quieta, pero inmensa.

Como cada miércoles, jubilados y jubiladas se congregaron frente al Congreso de la Nación para reclamar por sus derechos, por sus remedios, por una vida digna. Pero esta vez no estaban solos. Los gremios que integran la Confederación General del Trabajo (CGT), junto a las dos CTA y una gran cantidad de organizaciones sociales, se sumaron a la manifestación en la antesala del paro general de 36 horas convocado por el movimiento obrero. Sin embargo, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que nuclea a los choferes de colectivos, ya anunció que no participará de la medida.

El Congreso estaba vallado. El perímetro, reforzado. Los efectivos, en posición. Las cámaras, atentas. Desde el mediodía, las columnas comenzaron a llegar a la plaza: jubilados, sindicatos, organizaciones sociales, organismos de derechos humanos, personas que llegaron solas pero marcharon acompañadas. Una marea con un mensaje claro: frenar el ajuste, defender lo público, ponerle un límite a un modelo que recorta, privatiza y delega.

Entre quienes participaron de la marcha, se encontraba Carlos “Chaca” Dawlowfki, jubilado e hincha de Chacarita, que hace unas semanas sufrió represión policial en esta misma plaza. “Venimos a reclamar nuestros derechos y los de los pibes que no tienen futuro. Hoy en la Rural había diez cuadras de cola por un puesto de trabajo. Nosotros ya estamos jugados, pero a la juventud esto le va a costar mucho”, dice. Y apunta directamente al Gobierno: “Es criminal, te saca los remedios, no te da aumentos. Que esta movilización sirva para la juventud y los mayores como nosotros que votaron a este personaje. Que el Congreso actúe y avance con un juicio político. Es lo mínimo, que pague como pagamos todos los argentinos”.

“Esta es la alegría del pueblo, una fiesta popular porque no está la policía”, dice Evelyn, jubilada docente, con una camisa colorida repleta de margaritas y un pañuelo fucsia atado al cuello. Levanta el puño con firmeza y una sonrisa luminosa. “No nos van a sacar la alegría”. “Fuera Milei, fuera Villarruel. Es fundamental bancar a los jubilados, y que todos —trabajadores, la CGT, las CTA, los barrios, el pueblo entero— salgan a la calle. Este gobierno, esta economía, este fascismo, se enfrenta así: con cuerpo, con alegría y con unidad”, remata Evelyn, como quien entiende que resistir también es una forma de celebrar.

Los jubilados le enseñan cómo luchar a la CGT

Pasadas las cuatro de la tarde, una bandera roja abrió paso a la columna de los Jubilados Insurgentes y del Movimiento Activo de Trabajadorxs y Jubiladxs, dos de las agrupaciones que desde el año pasado vienen sosteniendo concentraciones semana tras semana frente al Congreso. Avanzaban al canto de “que lo vengan a ver, los jubilados le enseñan cómo luchar a la CGT”, mientras quienes estaban apretados sobre Rivadavia se abrían para recibirlos y sumarse al ritmo de bombos, aplausos y cánticos que, esta vez, no encontraron represión, la policía se mantuvo lejos, casi invisible, y en esa invisibilidad quedó expuesto que la represión no es inevitable: es una decisión política. Cuando no hay voluntad de palos, no hay palos.

Esteban tiene 78 años, es jubilado de la construcción y sostiene con firmeza un cartel que dice: “La deuda es hambre”. Lleva meses marchando por su jubilación, como tantos otros. “Estamos cosechando el haber estado en la calle durante tanto tiempo. Peleamos por nuestras jubilaciones, por la moratoria que cortaron y deja sin cobertura a siete de cada diez mujeres. Muchas van a terminar en la indigencia, en la calle”, advierte.

Habla con bronca, pero también con claridad política: “Estamos sometidos a las imposiciones del FMI. Esto es un gobierno bananero, y no están solos: hay una complicidad explícita de los opositores con peluca. La CGT no tuvo más remedio que salir, porque quedó descolocada frente a las viejas y los viejos que venimos poniendo el cuerpo sin tener sindicatos que nos respalden”.

Para Rubén, del Movimiento Activo de Trabajadorxs y Jubiladxs, lo que hoy se vive en la Plaza es resultado de una acumulación: “Somos el epicentro de la resistencia. No vamos a poder solos, pero generamos esto y sentimos el apoyo, incluso de sindicatos que al principio veíamos lejanos. Eso es lo que nos pone contentos”. En un comienzo marchaban junto a otras agrupaciones como Jubilados Insurgentes, sin demasiada visibilidad. Hoy, dice Rubén, el escenario cambió: “Somos el epicentro, pero el terremoto está abajo. Queremos que todas esas luchas dispersas se junten y construyan un plan que nos lleve a una huelga general hasta que este gobierno caiga con su política y su economía”.

Unidad, masividad y un límite al autoritarismo

La masividad de la convocatoria y la presencia de gremios robustos fueron dos factores clave para que esta vez Patricia Bullrich se mantuviera lejos de la idea de una nueva represión. En la previa del paro general convocado por la CGT, Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, lanzó una advertencia cargada de diagnóstico y expectativa: “La medida de fuerza de hoy es una de las más grandes y de mayor consenso contra el gobierno nacional. En el caso de los estatales, somos optimistas. Esa guerra que Milei nos declaró apenas asumió, después de varias batallas, sentimos que la empezamos a ganar”. Aguiar se refiere a un hecho inédito: “Anoche a la madrugada el Presidente nos convocó a paritarias. ¿De verdad piensan que eso va a boicotear la masividad del paro? Es patético si creen que pueden frenar la protesta con maniobras así”.

El dirigente de ATE también apuntó a la profundidad de la crisis: “Los salarios no alcanzan para cubrir los derechos básicos estipulados por ley: vivienda, salud, educación, esparcimiento… No somos solo estatales y jubilados: los pequeños empresarios se funden, los comercios no venden, las economías regionales están devastadas. La expectativa de buena parte de la población está desapareciendo. Ya no hay luz después del túnel. Se deja de creer en Milei y en Bullrich. Hay un rechazo creciente y silencioso al autoritarismo de este gobierno”.

En la misma línea, Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de la CTA Autónoma, reivindicó el protagonismo de quienes abrieron el camino de la resistencia desde el primer día: “El conjunto de la clase trabajadora está abrazando al mayor símbolo de coraje y dignidad del pueblo argentino, que son nuestros jubilados. Ellos sostienen miércoles a miércoles esta lucha por una jubilación digna y por el derecho a acceder a medicamentos y atención médica”. Y agregó: “Con esta movilización enorme estamos prefigurando un paro contundente, en repudio a la política económica y social, y a la aceptación pasiva —por decreto— de las imposiciones del FMI. Esta unidad del pueblo argentino se va a sostener hasta que este gobierno se tenga que ir”.

Frente a un país en crisis, jubilados, docentes, trabajadores y estudiantes hacen cuerpo en las calles. No por nostalgia, no por rutina. Por necesidad, por urgencia. Por la vida que todavía no se resigna. Porque ahí donde crece el miedo, la calle sigue siendo el freno. La cita será, como siempre, el miércoles que viene.

Tres victorias de la oposición

Tres victorias de la oposición

La Cámara de Diputados aprobó, en una sesión especial, la comisión investigadora y las indagatorias a los funcionarios involucrados en el caso de la cripto estafa $LIBRA que promovió y difundió el presidente Javier Milei el pasado 14 de febrero. Además, aprobaron el emplazamiento de la emergencia por discapacidad y de la prórroga de la moratoria que pasarán a ser tratadas en comisiones.

Hay quórum

“En principio celebrar que se reunió el quórum necesario. Hoy a la mañana estuvo en duda la composición del quórum, producto de que había varias presiones por parte del gobierno para que naufrague la sesión en virtud de no querer generar las condiciones para que vengan a rendir cuentas y dar explicaciones” expresó la diputada nacional de Unión por la Patria Agustina Propato, en comunicación con ANCCOM. Con 130 diputados en el recinto se dio comienzo a la sesión.

Entre las intervenciones, destacó el discurso del diputado de Unión por la Patria por Buenos Aires, Juan Marino, quien manifestó que el involucramiento de la secretaria de la presidencia Karina Milei, no sólo da cuenta de un hecho de corrupción sino de un “modus operandi sistemático” y concluyó diciendo: “Si la Justicia avanza como debe avanzar y determina las responsabilidades penales personales de los acusados podríamos estar hablando de una asociación ilícita”. Por su parte, la diputada nacional del Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad Vanina Biasi, denunció la complicidad entre el poder ejecutivo y judicial, reafirmando la necesidad de realizar la comisión investigadora: “Este es el Poder Judicial que tenemos, que va a terminar decidiendo quiénes pueden ser candidatos o no en este país. Es el Poder Judicial que no puede pedir un celular para abrirlo, como corresponde, a Karina Milei, a Novelli, a Milei o a usted señor Presidente, que también está implicado en la cripto estafa”.

Finalmente, con 128 votos afirmativos se aprobó la comisión investigadora y se terminó consensuando quiénes serán los funcionarios involucrados en el caso de la cripto estafa $LIBRA que deberán dar explicaciones frente al Congreso: el jefe de gabinete, Guillermo Francos; el ministro de economía, Luis Caputo; el ministro de justicia, Mariano Cúneo Libarona y el titular de la comisión nacional de valores Roberto Silva. Quedan fuera del llamado a indagatoria, el vocero presidencial Manuel Adorni, la secretaria de presidencia Karina Milei y el presidente Javier Milei, pese a su relación directa y comprobada con los creadores de la criptomoneda. La diputada Propato expresó al respecto: “Parece que hubo cierto acuerdo para salvarle el pellejo a quien es la debilidad del presidente que es su hermana” y continuó expresando que el gobierno “evidentemente generó las suficientes presiones para haber sido bajada hoy del listado, de la nómina de las personas que van a ser interpeladas en este congreso. Pero confío que más temprano que tarde va a tener que rendir cuentas frente a todos los argentinos”.

Emergencia en discapacidad

El diputado nacional de Unión por la Patria por la provincia de Buenos Aires, Daniel Arroyo, autor del proyecto de ley que decreta la emergencia en discapacidad, presentó el emplazamiento para establecer su tratamiento en comisiones. En diálogo con ANCCOM expresó las razones del proyecto: “Es desesperante la situación de las personas con discapacidad. Una persona que trabaja en un taller protegido, que va todos los días a trabajar cuatro horas cobra $28.000 por mes. Una persona que transporta personas con discapacidad, que tiene una combi para transportar, le pagaban $591 el litro de nafta cuando sale $1500. ¿Entonces qué hace? en vez de que vayan cinco días van dos días. Han desacomodado las pensiones. Han enviado 300.000 cartas documentos absurdamente. Ha mostrado el vocero presidencial una radiografía con un perrito diciendo que la persona había accedido a una pensión por discapacidad y eso nunca sucedió, es mentira”. En coincidencia con lo expresado por el diputado, el coordinador Pablo Molero del Foro Permanente para la Promoción y Defensa de los Derechos de las Personas con Discapacidad, amplía el panorama explicando que el gobierno busca reducir las pensiones por discapacidad a únicamente la “incapacidad laboral”: “La revisión con esta mirada puede llevar a que muchas personas pierdan su pensión. Esto está generando mucha incertidumbre en la gente porque no solamente es recibir un aporte de dinero sino también a través de Incluir Salud, que es el Programa Federal de Salud, perder el acceso a medicamentos, apoyos, cobertura de prestaciones”.

El diputado Arroyo confirmó que el objetivo del proyecto es “que se ajusten los valores de la atención y de la prestación de los servicios de discapacidad, a la realidad”.

El emplazamiento fue aprobado por 126 votos a favor y contó con el rechazo de los bloques del PRO y La Libertad Avanza.

Siempre con los jubilados

La sesión especial terminó con la votación por el emplazamiento de la moratoria jubilatoria que venció el 23 de marzo de este año y no fue renovada por el gobierno, dejando a 9 de cada diez mujeres y 7 de cada diez varones sin la posibilidad de acceder a una jubilación.

Al respecto, la diputada Vanina Biasi en diálogo con ANCCOM aclara: “No es que hoy se va a votar la prórroga de la moratoria jubilatoria, sino que se va a votar que la Comisión se reúna. Entonces este es un tema para que la gente tenga en cuenta, que este Congreso sigue teniendo una actuación lentísima con relación a una realidad que es absolutamente indignante”.

La diputada Biasi junto a sus pares del mismo bloque, participaron de las intervenciones con carteles en letras rojas que manifestaban: “Con los jubilados siempre” e invitaban marchar con los jubilados el miércoles 9 de Abril a las 12 hs, en conjunto con la CGT, CTA Autónoma, la CTA de los Trabajadores y distintos movimientos sociales.

Con 125 votos a favor se aprobó el emplazamiento para tratar en comisiones la posibilidad de prolongar la moratoria durante dos años y el dictamen se realizará el 6 de mayo.

«El poder y la estrategia tienen que estar en la gente»

«El poder y la estrategia tienen que estar en la gente»

A casi un mes de la represión que dejó hospitalizado y gravemente herido a Pablo Grillo, Mario Santucho describe el funcionamiento del colectivo Mapa de la policía, cuenta cómo identificaron al autor del disparo que lo lastimó al fotógrafo; y se aventura a pensar otros modos de organización para la transformación social.

Mario Santucho es periodista, escritor y editor de la Revista Crisis. Es, además, integrante de la red antirrepresiva conocida como el Mapa de la policía con el que se reconstruyó como el agente policial cabo primero de Gendarmería Nacional de apellido Guerrero, disparó de forma ilegal una granada de gas lacrimógeno contra la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo, durante la marcha que convocaban los hinchas de fútbol y jubilados. Militante social y de derechos humanos, hijo de Mario Roberto Santucho, fundador y líder del Partido Revolucionario de los Trabajadores y Ejército Revolucionario del Pueblo ( PRT-ERP) y de Liliana Marta Delfino, ambos desaparecidos por la última dictadura cívico militar. Todavía busca a su hermano o hermana nacida en cautiverio durante los años 1976 o 1977.

¿Cómo hicieron la reconstrucción del disparo que permitió saber quién fue el gendarme que le disparó al fotógrafo Pablo Grillo?

Este es un trabajo que venimos haciendo desde el Mapa de la Policía que es una especie de red antirrepresiva, de cuidados colectivos, de la cual participan varias organizaciones y personas sueltas, que surgió hace 3-4 años. Sobre todo, para generar una especie de plataforma de control social de las fuerzas de seguridad, particularmente, de la Policía de la Ciudad. A partir de diciembre del año 2023, cuando asume el gobierno de ultraderecha y empieza a haber una represión de la protesta muy fuerte que no se veía de una manera tan sistemática y tan agresiva desde hace mucho tiempo, el Mapa de la Policía decide crear un grupo específico que empezó a hacer esta reconstrucción con una técnica y una forma de trabajo que se llama arquitectura forense. Es una especie de práctica periodística de vanguardia que se hace en otras partes del mundo y que nosotros empezamos a hacerla acá. 

Consiste en organizarse para recolectar muchas imágenes sobre un evento y después con la herramientas informáticas reconstruir lo mejor posible lo sucedido en ese lugar. Eso lo venimos haciendo desde enero de 2024 y venimos perfeccionando el mecanismo cada vez que hay un evento importante como el del 12 de marzo. 

Nosotros hacemos coberturas colaborativas. Nos juntamos en un lugar cerca del congreso que nos prestan los compañeros y compañeras. Ahí convocamos a fotorreporteros, fotorreporteras y a gente que quiera participar de esa cobertura para registrar imágenes, organizarnos y dividirnos los lugares de la plaza. La idea es registrar cómo son los operativos policiales, no tanto como hacen los fotorreporteros habitualmente que es registrar la marcha, los compañeros y compañeras luchando gritando, bailando, sino más bien cubrir y registrar cómo se mueve la policía, cuántos son, dónde están, cómo se organizan, qué armas tienen, quiénes son los jefes y obviamente en los momentos en que hay represión, registrar lo mejor posible. 

Esto lo hicimos ese día, por eso ya cuando terminó la marcha y vimos lo que había pasado, rápidamente empezamos a recibir imágenes, a sistematizar, clasificar. Encontramos un vídeo, que en realidad nos manda un compañero que estaba cubriendo, en donde se ve el momento en el que le pegan el disparo. Ese fue el primer video que hicimos. Ahí trabajamos con un físico que se llama Rodolfo “Willy” Pregliasco, que se ha dedicado a ser perito en causas judiciales, específicamente con esta técnica de reconstrucción de acontecimientos en base a imágenes y que ya ha trabajado en varias causas como el 19 y 20 de diciembre del 2001 y la del 26 de junio del 2002 del Puente Pueyrredón.

Cada foto del video se descompone en 25 fotogramas. Él va fotograma por fotograma analizando y detectó en el siete u ocho fotograma diferentes momentos en que se veía el proyectil y la trayectoria. Fue el primer descubrimiento importante porque demostramos que habían tirado el proyectil de manera irregular, en vez de tirarlo para arriba en un ángulo de 45 grados. Después nos propusimos detectar quién había sido el que había disparado, sabiendo de dónde había salido el disparo por un humito que se veía en el video. Entonces buscamos otras imágenes, videos, fotos y ahí pudimos ver una imagen en la que se veía a la persona que disparó. Se sincronizan las fotografías, con los videos y el archivo de la imagen y de la metadata (que dice qué cámara lo sacó, en qué fecha y hora, y en qué lugar). En un video veíamos que quien había disparado tenía una ropa distinta a la del grupo. Obviamente buscamos cientos de imágenes de ese grupo del cual había salido el disparo. 

Con otras fotos detectamos quién era y en una de las fotos de alta resolución (nosotros trabajamos todo en alta) se veía la identificación. Hicimos zoom y ahí vimos el apellido y demás. Ese fue el segundo video que hicimos el fin de semana y lo publicamos el lunes.

¿Cómo participó la ciudadanía en esta reconstrucción?

Sobre todo, con el primer vídeo para mucha gente fue muy impactante y nosotros tratamos de transmitir que es un trabajo colectivo y ciudadano, que no era el trabajo de una persona o un grupo. Sino que era eso que nosotros llamamos inteligencia colectiva, comprometida, cooperando con muchos saberes, multidisciplinario. Eso para mí funcionó como una invitación. Incluso hubo gente que había estado ahí y se puso a hacer reconstrucciones ellos mismos y a buscar. 

Nosotros tenemos muchos insumos para hacer el trabajo. Unas son las fotos que sacan nuestros reporteros y reporteras que es importantísimo y es lo que nosotros más intentamos organizar porque ellos son los que están en primera línea. Ese es el insumo principal pero después es muy importante también las coberturas en vivo de los canales de televisión. El video que nos permitió ver quién era el gendarme que disparó a Pablo Grillo, era uno de un dron de Todo Noticias. Eso lo puede hacer cualquiera desde su casa agarrando las coberturas mirando y viendo en el momento y el lugar. Después están las imágenes que saca la gente con sus celulares y que mandan. Nosotros motivamos eso también. Hay toda una campaña pedagógica en el que cualquiera puede ser un productor de evidencia.  

Patricia Bullrich, después de la marcha del 12 de marzo, dijo que iba a prohibir el uso de drones. ¿Qué medidas tomaron a partir de esta declaración, desde el Mapa de la Policía para poder seguir registrando los episodios represivos? 

Para nosotros fue muy interesante porque te das cuenta en qué sentido estos contrapoderes desde abajo y de la sociedad ponen nerviosos a los poderes que intentan torpemente impedir nuestra construcción de verdad colectiva. Porque fue una clara reacción. Pero finalmente ellos no inhibieron los drones, no quiere decir que no lo vayan a hacer, pero en la marcha del 19 no lo hicieron, y nosotros sacamos una consigna que fue “Si no hay drones hay balcones”, y luego organizamos en diferentes balcones que dan a la plaza congreso para desde ahí filmar nosotros. Nos pusimos en distintos lugares y logramos cubrir incluso mejor que con los drones. La organización colectiva y sobre todo la capacidad de responder creativamente a las medidas represivas del poder, para mí es infinita. Creo que lo más importante de esto que hicimos fue crear esa capacidad colectiva y el desafío ahora es que sea irreversible. Nuestro desafío ahora es que cada hecho represivo nosotros lo vamos a reconstruir y lo vamos a denunciar y vamos a mostrar quién es y esto para mi va a impactar. De hecho, esta semana salió la indagatoria al policía que gaseó a la nena en una movilización de jubilados.

En este sentido ¿Qué resultados obtuvieron en la justicia con toda la información y evidencia que recabaron?

Este es el primer hecho que se indaga. Eso ya es interesante porque además es el agente que había sido ascendido por Patricia Bullrich. Entonces ahora la justicia lo va a indagar, es posible que lo impute y después habrá que ver. 

Eso es bien interesante porque hoy, más allá de que en la conducción de las fuerzas de seguridad haya básicamente personas que son neofascistas que van a estimular y a premiar la violencia estatal, la disputa es más a mediano plazo y a largo plazo y no solo a corto plazo. Creo que los efectivos y los agentes, ya no los mandos políticos, van a empezar a tener como cierto cálculo sobre el tema y de eso se trata en general para mí la lucha antirrepresiva. Se trata de demostrar que hay un poder social, que no permite cruzar ciertos umbrales de violencia estatal. 

Y concretamente la justicia, nosotros ahora a partir del 12 de marzo están habiendo más casos además del de Pablo Grillo como el de Jonathan, un pibe que le sacaron un ojo con una bala de goma. En cada uno de esos lugares, nosotros estamos aportando evidencias. Específicamente este trabajo de reconstrucción que nosotros pusimos AHORA y es el Archivo Histórico de la Represión Argentina, estamos reuniendo las imágenes y almacenándolas de una manera que sirva como evidencia para causas judiciales.

Y en líneas generales, ¿Cómo puede colaborar la ciudadanía al Mapa de la Policía? 

Hay muchas formas. Por un lado, el Mapa de la Policía tiene una parte fundamental que es la denuncia de casos de violencia policial. Es una página web que tiene un formulario de denuncia. El Mapa de la Policía promovió la figura del testigo o la testigo. Normalmente la violencia policial la denuncia la víctima, pero ese es un proceso complejo porque no es fácil que una víctima denuncie por todo lo que ya sabemos de la revictimización que implica la denuncia institucional. Entonces, cuando surgió el mapa y empezamos a decir que podés denunciarlo, mucha gente que por ahí pasaba y veía un caso de violencia policial, lo empezó a registrar y a ver que podía hacer algo. Cualquiera puede registrar con sus celulares lo que ve, ya sea un caso de violencia policial que nosotros le llamamos más de los habituales, de los que tienen que ver con la gente que ocupa la calle de una manera cotidiana, ya sea para trabajar, divertirse, para lo que sea y es reprimida. Vendedoras ambulantes, trabajadoras sexuales, migrantes, jóvenes. Cualquier caso de violencia policial que pasa en un barrio puede ser filmado y denunciado. Eso se visibiliza y ya visibilizarlo es una manera de denunciarlo.

El mapa es una red abierta ciudadana con lo cual es muy importante que participen. También hay muchas tareas para hacer, muchísimas. 

A su vez, esto nosotros lo estamos haciendo en Buenos Aires y nuestra idea es que se haga en todo el país. Ya hay un Mapa de la Policía en La Plata, está por salir el mapa de la policía en Córdoba y esto se tiene que hacer en todos lados. 

¿Crees que los mecanismo represivos de la policía están teniendo efecto sobre la población o se está perdiendo el miedo?

 Creo que estamos en un momento en el que hay tendencias contradictorias y que se está un poco definiendo qué va a pasar. Ha sido muy eficaz esta estrategia represiva para disciplinar a los de sectores más organizados. Por ejemplo, la CGT, los gremios en general, los estatales que salieron a defender a la gente que estaba despedida, los movimientos sociales que eran básicamente los organismos colectivos con más capacidad de movilización durante todo el siglo. Creo que a esos sujetos sí los han logrado, por ahora, disciplinar. En base al miedo y en base a que les han cortado la capacidad de movilización, porque son sujetos que históricamente estaban muy acostumbrados a movilizarse y lograr conquistas. Ahora no logran conquistas y además son reprimidos y no están acostumbradas a un nivel de violencia represiva como la que estamos viviendo. Durante todo este siglo no se había visto en Argentina. Sí en otros países de la región. Pero acá no. Entonces una, dos, tres marchas en donde van, nos reprimen salvajemente y encima no lográs cosas. Entonces la gente ya no moviliza, empieza el miedo. Creo que el año pasado hubo mucho eso. Pero este año es como si la gente aprendiera y empezara a haber formas de reacción frente a eso. Por ejemplo, la marcha LGBT Antifascista del primero de febrero que fue una reacción muy fuerte, eficaz, rápida y muy masiva, y que no hubo capacidad represiva. Hay algunos tipos de movilizaciones que descolocan a las fuerzas represivas, que las desbordan desde el inicio como la marcha universitaria.

Después el otro elemento clave fue el de los jubilados que no se atemorizan, que les dan y siguen, que tienen mucha valentía y que además es un ejemplo para los demás. La aparición de los hinchas ese 12 de marzo, fue también la aparición de un sujeto que no estaba en los planes y que tuvo mucha fuerza de resistencia y de capacidad de enfrentamiento. Te das cuenta que ahí hay capacidad de enfrentamiento, no tanto en las organizaciones. Es gente que se enfrenta a la policía en la cancha en los barrios que tienen una potencia mayor y se notó muchísimo. 

¿Es un quiebre en la democracia?

Sí, creo que hay un riesgo grande. Creo que ellos quisieran hacerlo, de hecho, están tratando de hacerlo con esto de la calle, es un ejemplo claro. 

Es posible que las elecciones de este año le vaya bien, pero cuando eso empieza a variar, no tengo dudas de que ellos pueden intentar una ruptura del orden constitucional como intentaron en Brasil la ultraderecha y no lograron. Pero yo creo que hay un elemento nuevo que es muy potente y es la aparición de un gobierno de ultraderecha también en Estados Unidos, el gobierno de Trump. Creo que eso puede ser un factor que anima tendencias autoritarias de parte de la ultraderecha. 

No creo que la ultraderecha tenga convicción democrática. Por lo tanto, sí pueden hacerlo lo van a hacer y esa es mi hipótesis.

Por supuesto que están los resortes democráticos de las sociedades, pero también hay factores como Estados Unidos que no es menor si está a favor o en contra de un golpe de Estado. En Bolivia sí lo apoyó cuando estaba Evo Morales. En Perú también lo apoyaron. En Brasil no. Hoy, yo creo que un golpe de estado en Argentina dado por Milei, Estados Unidos lo apoyaría muy probablemente. Entonces creo que es un aval también para ellos. Creo que tenemos que pensar en esa posibilidad y ante un desafío como este, que es lo que podríamos hacer y no reaccionar de manera, inmediata o escandalizados o sorprendidos.

¿Cómo viste las movilizaciones del 24 de marzo?

Hay dos cosas para destacar. Una es que, en muchos lugares, por ejemplo, Buenos Aires y Tucumán, se logró hacer una sola marcha que no me parece menor. Hacía 18-19 años que no se hacía y es un elemento de madurez en cierto modo. Lo otro que me pareció muy impactante fue la cantidad de gente que hubo. Más gente que el año pasado. Nosotros hicimos un cálculo y debe haber habido cerca de medio millón de personas acá en la Ciudad de Buenos Aires y en todo el país más de un millón de personas. 

Me parece que contribuye también a desarmar el miedo. Se puede salir y cuando somos muchos no hay represión. Yo diría, como déficit o espinita que me quedó clavada, es que eso fue un lunes y el miércoles 26 hubo una nueva marcha de jubilados que tuvo muy poca gente, después de lo que había pasado. Entonces creo que queda como desafío para esas grandes movilizaciones democráticas que tienen que ver con la memoria, cómo se ponen a disposición y pueden ser un insumo, una conciencia y una reserva democrática para los conflictos actuales. Eso me parece que es un gran desafío.

¿Cuáles son los desafíos que se vienen para la militancia?

A diferencia de otros momentos yo creo que hay una necesidad de recrear el pensamiento político emancipador y para eso una de las cosas fundamentales es romper con la idea de que la construcción de una estrategia política transformadora la tienen los partidos de vanguardia y los dirigentes. Eso para mí no va más. El poder y la estrategia tienen que estar en la gente, en la sociedad, en las organizaciones libres del pueblo, en los movimientos sociales. El motor es este. Tenemos que construir la capacidad social de crear comunidad, imaginación política múltiple en todo el país y en todos los ámbitos. Yo creo que, si hoy ganáramos el gobierno, no sabríamos qué hacer. Las formas fáciles como estatizar o el control obrero de la producción son todas consignas. Necesitamos un poder social, gente que conozca realmente cómo funciona, con imaginación, que genere ideas y fuerzas concretas.

También hay que reconstruir la capacidad utópica, el deseo de cambiar las cosas en serio. No podemos ser tan positivistas, tan conservadores. Lo que falta no es cambiar una coma o un cargo. No, lo que tiene que cambiar es enserio.

Yo creo que el desafío es ese: construir un sujeto colectivo popular, múltiple y fuerte, priorizando siempre lo estratégico y no lo táctico. A su vez, para mí hay que recuperar una radicalidad y una rebeldía mayor. 

Después el proceso va a ser muy interesante si lo logramos hacer, muy lindo y sino lo otro va a ser un garrón, seguir como estamos, defendiendo lo indefendible, teniendo los candidatos que tenemos. No solo es ineficaz, sino que es aburrido, triste.

Gobernar sin Ley de Presupuesto y el deterioro institucional

Gobernar sin Ley de Presupuesto y el deterioro institucional

La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia impulsa modificaciones en la normativa para evitar que el Poder Ejecutivo impida discutir en el Congreso el presupuesto y utilizar así los recursos nacionales con total discrecionalidad, tal como lo hace el gobierno de Milei.

El último presupuesto aprobado por el Congreso Nacional fue el correspondiente a 2023, discutido durante 2022 y sancionado a finales de ese año, cuando todavía gobernaba Alberto Fernández. El Poder Ejecutivo ya encabezado por Javier Milei lo prorrogó en 2025 por segundo año consecutivo. En ocasiones anteriores se ha utilizado este mecanismo aunque nunca por dos periodos consecutivos. ¿Qué consecuencias concretas trae esta situación inédita? Entre otras, implica el atraso en las partidas que no tienen actualización por inflación y una discrecionalidad por parte del gobierno en el uso de los recursos.

Sofía Pasquini, abogada y miembro de la Asociación Civil por la igualdad y la Justicia (ACIJ), explicó que hay una situación de avasallamiento constante de los mecanismos constitucionales: “Es el gobierno diciendo ‘a mí no me interesa negociar con el Congreso, voy a hacer lo que quiera, a disponer del presupuesto y del funcionamiento de las instituciones como quiera’.” Esto empieza a hacer ruido en la vida cotidiana porque no es un hecho aislado, se suma a un contexto donde se designan a los jueces por decreto y es allí donde toma relevancia la prórroga presupuestaria.

La pregunta clave en esta situación, agrega, es: “¿Por qué tenés todo el andamiaje legal que le permite a un gobierno que no le interesa negociar con el Congreso, hacer todo lo que está haciendo? Esa es un poco la jugada, un problema más de fondo, que es qué está pasando con la regulación en Argentina de la prórroga presupuestaria que no dispone un límite permitido.”

El Ejecutivo cuenta además con los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) que le permiten ampliar las partidas. Mediante la prórroga y los DNU, cualquier gobierno puede eludir la discusión en el Congreso. En las últimas décadas se fue ampliando el porcentaje de las partidas asignadas por los decretos.

El economista Natán Spollansky, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba e integrante de ACIJ, sintetiza el criterio del gobierno hacia la ampliación o reducción arbitraria de las partidas: “Lo que estamos viviendo es la búsqueda del equilibrio fiscal por sobre el rol y las funciones que tiene el Estado de por sí. La no función del Estado como forma de gobernar. Se produce un ajuste de corto plazo que tiene consecuencias sociales y estructurales en el largo plazo.”

La administración actual modificó de hecho las asignaciones para los diferentes sectores. Los fondos destinados a Educación, Cultura, Promoción y Asistencia Social van a sufrir una reducción de un 30%  mientras que Inteligencia incrementará su asignación en un 67% según detalla el análisis de ACIJ.

“A medida que yo me alejo del presupuesto aprobado por el Congreso, puedo hacer cada vez más lo que yo quiero. Tengo un margen más amplio para disponer del paquete presupuestario sancionado en su momento. Esto de no tener un presupuesto o tener uno tan viejo prorrogado, permite cada vez una brecha más grande entre lo que aprobó el Congreso en 2023 y lo que estás tocando de las partidas hoy en día”,  apunta Pasquini. Esto posibilita que cualquier maniobra que se realice con el dinero sea solo ampliar un poco más el margen entre lo legislado y lo que efectivamente se destina.

Por su parte, Spollansky especifica cómo la mayor  discrecionalidad en el  manejo de los fondos por parte del gobierno genera un impacto más directo: “Al no discutirse no se puede hacer un seguimiento de los gastos ya que con las prórrogas esa posibilidad se va diluyendo. La última vez que se discutió un presupuesto y se aprobó fue el de 2023. Desde ahí la inflación superó el 300%. Eso implica que el dinero que tuvo que poner el Estado encima no fue aprobado ni discutido por el Congreso sino que quedó a la discrecionalidad del Ejecutivo. Esto influye en la partidas que no se actualizan y dependen del criterio del gobierno: la construcción de jardines infantiles perdió más del 80% de recursos, por ejemplo.”

En su análisis, ACIJ plantea que la prórroga en Argentina, aunque debería ser excepcional y esporádica, se ha vuelto habitual y en los últimos 15 años se ha utilizado ya en cinco ocasiones: 2011, 2020, 2022, 2024 y 2025. Otro aspecto importante es que se diluye la posibilidad de seguimiento y fiscalización de la ejecución de las partidas asignadas durante el año. El nivel de inflación deja los montos muy desactualizado y no se puede medir lo realizado, lo que vulnera estándares de transparencia y también de control ciudadano. Así, la desactualización de los fondos genera una diferencia que le implica al gobierno poner más dinero arriba de lo estipulado. Y esos fondos extras los destina según su criterio, que en definitiva es lo mismo que el presupuesto no aceptado por el Congreso.

Este contexto y la actuación reciente del gobierno, elegir la prórroga ante la no aprobación del Congreso del presupuesto enviado hace que cada vez quede más lejos un presupuesto democráticamente debatido y aprobado. Grafica Pasquini: “Nunca nos había pasado, pero de repente estás con un Ejecutivo que a viva voz te dice que no le interesa negociar con el Congreso porque porque son todos corruptos”. Y agrega que una herramienta de prórroga indefinida no se sabe cómo va a terminar funcionando porque efectivamente un gobierno con las peores intenciones la puede usar a su beneficio.

El andamiaje institucional para manejar presupuesto, con la Ley de Administración Financiera y todas las facultades que tiene el jefe de Gabinete y el Poder Ejecutivo, le es conveniente a este último poder. Su interpretación extrema casi al margen de la legalidad proporciona situaciones que debilitan las instituciones democráticas. La propuesta de la Asociación es modificar la normativa para impulsar la negociación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.