La represión de Morales no cesa en Jujuy

La represión de Morales no cesa en Jujuy

Dos personas perdieron un ojo, cientos de militantes con causas judiciales y docentes con descuentos exorbitantes por participar de las huelgas son los mecanismos que utiliza el gobernador para desalentar las protestas que continúan. Ahora también criminaliza a la UBA.

Gerardo Morales y la provincia de Jujuy continúan siendo protagonistas. El 6 de julio el gobernador y precandidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio pidió condenas de 25 años y sanciones millonarias a quienes participaron de la movilización en la capital jujeña el 20 de junio pasado. Apuntó contra Milagro Sala y a quienes considera adversarios entre el amplio espectro de opositores. La abogada Alejandra Cejas, quien está haciéndose cargo de unas doce imputaciones, señala la actitud arbitraria de las acusaciones. El conflicto en la provincia comprende distintas aristas, se extiende al sector educativo y a las comunidades indígenas, perjudicadas por los magros salarios que su gobierno se niega a aumentar y su accionar represivo y vengativo.

La tensión en Jujuy no da respiro, la cantidad de consultas por Habeas Corpus se incrementa y todos pueden ser considerados sospechosos, según dice a ANCCOM la abogada Cejas. Lo sucedido hace unas semanas en la Legislatura dio lugar a más de noventa imputaciones que continúan notificándose y que representan multas millonarias. “Han escrachado en los medios a personas que no tienen absolutamente nada que ver: personas con discapacidad, de tercera edad, en situación de calle, periodistas, turistas de Buenos Aires”, dice la abogada y señala que el blindaje mediático que tiene Morales permite que nadie lo cuestione.

Sin pruebas directas a las cuales acceder, la abogada plantea que aún no puede decidir cómo será la defensa. En este sentido, recalca que son imputaciones vagas, generales y parte del supuesto de que son “al voleo, para justificar una situación de hecho que se trata de un escenario armado por el propio Gerardo Morales”. Cabe señalar, dice Cejas, que “ese 20 de junio cuando se votó la nueva constitución, a espaldas del pueblo jujeño, los únicos que estaban al tanto de la jura eran los militantes radicales y la policía, no había una noticia oficial. Los constituyentes entraron y salieron en clandestinidad. Había en las afueras de la Legislatura contenedores con piedras y policías de civil”. La única convocatoria programada era para las seis de la tarde en el Teatro Mitre, cuando los manifestantes se enteraron de lo que estaba sucediendo puertas dentro de la Legislatura se dio la situación ya conocida. En su opinión, se trató de un escenario montado por el propio gobierno.

La universidad, el nuevo enemigo

En este contexto, Morales no se privó de atacar y culpabilizar a la Universidad de Buenos Aires. “Son gente de afuera. A los de la Universidad de Buenos Aires que están a cargo de Tilcara les hice una presentación, si no me contestan los vamos a expropiar, la mayoría de sus empleados son los que incentivan los cortes, sabemos quiénes son porque ponían las camionetas de la universidad, son tremendos”, dijo al Canal 7 de la TV local al referirse, en realidad, a uno de sus métodos durante la represión, que es el uso de vehículos de empresarios beneficiados con negocios con su estado provincial. “Todos esos cometieron delitos y van a tener condenas, van a tener problemas porque le han hecho imposible la vida al pueblo jujeño”, agregó, en un nuevo ejemplo de cómo pretende detentar la suma del poder público.

Con relación a las maestras y maestros de la provincia, Andrés García, Prosecretario gremial del Centro de Docentes de Enseñanza Media y Superior (CEDEMS), dijo a ANCCOM que “se está viviendo una lucha histórica, un punto de inflexión en el conflicto porque el gobierno viene atacando con descuentos brutales e injustos por ejercer el legítimo derecho a huelga en una provincia donde los salarios están por el piso, entre los más bajos de todo el país”. Al difundir sus recibos de sueldo, los y las docentes evidenciaron que les quitaron entre 80 y 200 mil pesos de sus haberes.

Con grandes movilizaciones, un acampe frente al Ministerio de Educación en San Salvador y un paro de cinco semanas consecutivas, García señala que el gobierno intenta quebrar por hambre la lucha y reclama un paro nacional docente: “Es imperioso que se extienda la solidaridad comenzando por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) que ya tendría que estar convocando a un paro nacional. Este jueves habrá paritarias y van a estar los demás gremios docentes, el primer punto a discutir es que se reintegre lo descontado para poder avanzar con cualquier otra discusión”.   

Por otra parte, el violento accionar policial continúa generando situaciones dramáticas para las comunidades indígenas que no dejan de reclamar por sus derechos. Dos jóvenes, Misael Lamas de Purmamarca y Jorge Rodríguez de San Salvador, han sufrido la pérdida de un ojo producto de perdigones disparados hacia sus caras y frente a esto los integrantes del Tercer Malón de la Paz escribieron una carta abierta al gobernador de la provincia: “El gobierno dice que el camino no es la violencia. Sin embargo, las piedras, los perdigones, las balas de goma, los gases lacrimógenos apuntados directo a la cabeza y a corta distancia son hacia nosotros”. Publicada el sábado pasado, reclaman al gobernador Morales que en ocho años de gestión no hubo voluntad de entregar los títulos de propiedad comunitaria, a pesar de los pedidos existentes.

El Diario Abra Pampa difundió un angustioso episodio vivido por un niño de nueve años con la policía. Fue interrogado en pleno centro de esa localidad, en ausencia de su madre quien lo estaba buscando. Le preguntaron si él era uno de los que había participado del Malón y luego lo dejaron irse. “Desde el viernes me siento perseguida por la policía, pertenezco a la comunidad que está siendo también perseguida. Nos cuidamos entre vecinos” dije Mónica, mamá del niño, a ese medio sin dar más detalles sobre su vivienda e identidad.

Mientras Morales tiene la visión puesta en su precandidatura a vicepresidente de la Nación, los jujeño y las jujeñas siguen en pie de lucha pero sufriendo y enfrentándose a situaciones adversas que parecen no tener un final cercano. “Se están viviendo días muy tristes, se está avanzando sobre las libertades constitucionales”, concluye la abogada Alejandra Cejas.

En Córdoba y Formosa, también ganó el peronismo

En Córdoba y Formosa, también ganó el peronismo

Los oficialismos provinciales retuvieron las gobernaciones. Insfrán arrasó y Llaryora ganó raspando. ¿Es posible el acercamiento del PJ cordobés al nacional?

Las provincias de Córdoba y Formosa fueron a las urnas y en la primera, el candidato del oficialismo provincial, Martín Llaryora, se quedó con la gobernación, al superar a Luis Juez, de Juntos por el Cambio. En la provincia del norte, en tanto, Gildo Insfran arrasó y alcanzó su octavo mandato.

Siguiendo a Omar Barberis, Doctor en Ciencia Política y profesor titular de Partidos Políticos y Sistemas Electorales en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), se podría decir que “la definición de la elección se fue generando básicamente a favor de Llaryora por el comportamiento de la ciudad de Córdoba, que concentra el 48% del electorado. Esto habría que buscarlo en los antecedentes políticos, porque tanto Juez (lo fue hace tres periodos) como Llaryora (actualmente) fueron intendentes en esa ciudad. La imagen que dejó Juez como intendente en su momento fue muy mala, y la imagen que deja actualmente Llaryora como intendente es muy buena. Hay como una especie de premio a su gestión, y hay una merma en otras ciudades donde históricamente al peronismo le iba bien, como por ejemplo en Río Cuarto.”

También hay que destacar el alto nivel de votos en blanco que fue del 5%. Como menciona Liliana Córdoba, profesora investigadora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), “el voto en blanco fue la tercera fuerza de estas elecciones, y sumado a un 30% de ausentismo, habla de un 35% de cordobeses y cordobesas que sintieron, pensaron, definieron que en estas elecciones no había interés o necesidad de ir a votar, o que realmente no había opciones diferentes para elegir. Es un dato interesante a tener en cuenta de cara a las elecciones nacionales.”

Córdoba agrega: “Habrá que comparar con la situación del resto de provincias, pero esto debe llamar a una reflexión importante por parte de partidos políticos, dirigentes, instituciones democráticas (incluyendo hasta universidades), ya que tenemos como desafío el volver a darle sentido a la participación política de los ciudadanos, al voto como un derecho que costó tanto conseguir y sostener en nuestra democracia.”

Los inicios en Llaryora en política se remontan a su militancia durante su paso por la universidad, donde fue presidente de la Juventud Peronista, y se desempeñó en el cargo de Coordinador de Empleo y Formación Profesional del Gobierno de la Provincia de Córdoba. Ocupó también los cargos de: concejal de la Ciudad de San Francisco (2003-2007); intendente de esa ciudad (2007-2013); ministro de Industria, Comercio, Minería y Desarrollo Científico Tecnológico a nivel provincial (2013-2014); vicegobernador junto a Juan Schiaretti (2015-2017); diputado nacional por Córdoba (2017-2019); Intendente de la Ciudad de Córdoba (2019 hasta la actualidad).

“El discurso de Llaryora sobre una renovación generacional, un fin de ciclo, sobre ‘empezar desde cero’, y la propia trayectoria política del candidato, nos habilitan a pensar, o al menos a no desechar algo que por lo menos con la gestión de Schiaretti estaba completamente descartado, que es una revinculación (hay que ver en qué términos y si efectivamente sucede) entre el peronismo cordobés y el peronismo nacional, o alguna fracción de él. Ese vínculo que estaba completamente roto e imposible de restaurar entre Schiaretti y la dirigencia peronista a nivel nacional, con Llaryora se abre un signo de interrogación.”, plantea el doctor en Ciencia Política, docente de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), e i nvestigador en la Consultora Plebs, Fernando Chávez Solca

Formosa

Por su parte, en Formosa, con casi la totalidad de las mesas escrutadas, el Frente para la Victroria se volvió a imponer por amplia mayoría (71,2% de los votos), y Gildo Insfrán fue reelecto para su octavo mandato como gobernador. En segundo lugar quedó Fernando Carbajal, candidato del Frente Amplio Formoseño, con un 20,4%.

En dicha provincia no hubo PASO, ya que se rige la Ley de Lemas, por la cual las internas partidarias se definieron en simultaneo con la elección general para cargos provinciales. Cada espacio político se presentó a las elecciones con un lema diferente, integrado a su vez por sublemas que compitieron internamente.

 

Masiva marcha de repudio a la represión en Jujuy

Masiva marcha de repudio a la represión en Jujuy

Miles de personas se movilizaron a la Casa de Jujuy en Buenos Aires para reclamar la libertad de los detenidos y el cese de la violencia institucional.

Organizaciones sociales, gremiales y de derechos humanos se movilizaron en varias provincias para reclamar el cese de la represión en Jujuy y exigir la liberación de los detenidos durante las protestas contra la reforma constitucional que impulsa Gerardo Morales. En la Ciudad de Buenos Aires, el punto de encuentro fue el Obelisco. Gustavo Plumero, oriundo de Tilcara pero que actualmente reside en la ciudad de La Plata, fue parte de la manifestación que se movilizó desde 9 de Julio y avenida Corrientes hasta la avenida Santa Fe. “Tengo un compañero que el sábado casi pierde un ojo por culpa de la represión policial y ahora está en rehabilitación”, comentó. Acompañado de coprovincianos con la misión de visibilizar la violencia que se está viviendo en Jujuy, son quienes evitaron que “gente infiltrada prepotentemente rompiera la Casa de Jujuy. Nosotros no somos de ninguna agrupación, somos las comunidades de los pueblos originarios, la comunidad kolla, la comunidad aymara”, agregó Gustavo.

Estas comunidades son las que más se ven afectadas con el nuevo texto constituyente, sancionado y jurado en tiempo exprés y sin una real consulta popular. La Convención Constituyente, quedó conformada sólo por los representantes del oficialista Frente Cambia y el Frente Justicialista aliado a Morales, excepto dos de sus integrantes que se retiraron del recinto junto a seis representantes que tiene la izquierda.

La Casa de Jujuy, ubicada en la avenida porteña de Santa Fe, fue a donde llegó la masiva movilización que convocó a docentes, organizaciones sociales, de derechos humanos y sindicatos. “Lo que prima acá hoy, y lo que se ve, es la unidad del cuerpo de trabajadores y trabajadoras”, señaló Cristian Ardiles, Secretario General de SUTEBA Ezeiza; “Esperamos que Morales de vuelta atrás con estas medidas que van en contra del pueblo trabajador”, agregó. Además, manifestó la necesidad de que la política en su conjunto se pronuncie en este conflicto político que empezó con los trabajadores docentes.

“Jujuy de pie, nunca de rodillas”, “Abajo la reforma, arriba los salarios”, eran algunos de los cánticos entonados por los manifestantes que se acercaron al Obelisco en el primer mediodía del invierno porteño, de este miércoles 21 de junio. Con el pedido unánime para que el Gobernador -y precandidato a encabezar la fórmula presidencial opositora- frene la escala represiva; que se libere a todas las personas detenidas ilegalmente, manifestantes pacíficos, entre ellos periodistas, turistas, gente discapacitada sin acceso a sus medicamentos y referentes de derechos humanos. El relamo común fue también que se derogue la constitución que se sancionó, que no cumplió, por ejemplo, con la debida consulta a los pueblos indígenas.

En un principio está movilización, encabezada por la CTA, CTERA, ADEMyS, CONADU y SiPreBa, se iba a desarrollar el jueves, pero frente a la impactante represión desatada frente a la Legislatura jujeña al mismo momento en que se juraba la nueva Carta Magna, , se decidió adelantar la convocatoria.

“La represión ocurrida en Jujuy, que inició con un reclamo docente y luego se fueron sumando pueblos originarios y lo que pasó ayer, es el motivo por el que estamos acá”, comentó a ANCCOM Jesica, docente de educación especial en un colegio bonaerense. “En un sistema democrático que cumple 40 años no puede pasar que la gente no pueda reclamar y pedir por sus derechos. Es un retroceso de años”, agregó otra docente del mismo colegio que la acompañaba: “Se han visto escenas, propias de una dictadura”, concluyó.

«Detrás de la reforma de la Constitución están el litio y el cobre, las riquezas de la que quieren apoderarse las multinacionales», dijo Hugo Yasky.

Justamente, este tipo de escenas obligó a proclamarse a diferentes organismos de derecho humanos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH). En una carta enviada al Gobernador Gerardo Morales, el representante de la ONU en América del Sur, Jan Jarab, manifestó la “preocupación de los reportes sobre vulneración de derechos y acciones violentas en el marco de protestas contra una reforma a la Constitución provincial de Jujuy, en Argentina”.

Por su parte, Morales le respondió a través de una nota a estos organismos internacionales, haciendo responsables de la violencia en la provincia que gobierna hace ocho años a grupos de izquierda, a La Cámpora y al presidente de la Nación, Alberto Fernández y a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, sin presentar ningún tipo de pruebas sobre estas acusaciones. Paradójicamente, en esa misma nota el Gobernador destacó que “la nueva Constitución amplía los derechos” y el texto es “un instrumento constitucional de avanzada”.

Miles de manifestantes se movilizaron hasta la intersección de avenida 9 de julio y Santa Fe, donde las centrales sindicales habían dispuesto un escenario. El primero en hablar fue el secretario general de la UTEP, Estaban «Gringo» Castro: «Morales reformó la Constitución en detrimento de los derechos de los jujeños. Esa es la estrategia política de la derecha. Tenemos que seguir marchando en paz porque la violencia es del poder concentrado», comenzó. Luego, fue el turno del secretario general de la CTA Autónoma, Hugo «Cachorro» Godoy, quien señaló: «Estamos acá porque la unidad y la dignidad del pueblo jujeños tienen que ser acompañados por todo el pueblo argentino. Porque eso es un globo de ensayo que pretende trasladar las políticas represivas y apropiatorias a todo el país». El cierre estuvo a cargo del secretario general de la CTA, Hugo Yasky, quien señaló que la resistencia debe ser en la calles: «Detrás de la reforma de la Constitución están el litio, el cobre, las riquezas de la que quieren apoderarse las multinacionales. La única manera de cerrarle paso a la violencia y a la derecha es con la unidad del campo popular».

Criminalizada por protestar

Criminalizada por protestar

Andrea Leonett, integrante del SiSaP, relata su la lucha para defender la prohibición de la megaminería en la provincia de Chubut y cuenta cómo es vivir con una causa penal abierta en la que está procesada junto a otros dieciséis compañeros.

En una causa que tramita ante el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional 2 de Rawson, a cargo del juez Gustavo Lleral, 16 vecinos de Trelew, Puerto Madryn y Rawson se enfrentan a procesamientos por el delito de entorpecimiento de servicios públicos.

En mayo de 2021, el descontento de la población estalló cuando se mantuvo en curso el proyecto de Zonificación Minera, que finalmente fue aprobado en diciembre de ese año. En este contexto, cientos de vecinos se movilizaron en la Ruta Nacional 3 en la ciudad de Trelew, fueron desalojados por la fuerza policial provincial y en ese momento varios de los manifestantes comenzaron a ser criminalizados por protestar en defensa del agua. 

El 13 de junio se realizó una audiencia en la Cámara de Casación de Comodoro Rivadavia por esta causa judicial. Además, se programaron movilizaciones y concentraciones tanto en la provincia como en la Ciudad de Buenos Aires para expresar solidaridad y apoyo a los imputados que ejercen la resistencia frente al modelo extractivista. Este proceso judicial se enmarca en una situación más amplia de represión y criminalización de las luchas y movimientos populares en todo el país, tanto en la región patagónica como en las últimas semanas en Salta y Jujuy. Diversas organizaciones y activistas denuncian esta avanzada criminalizadora y argumentan que responde a una política de persecución que busca disciplinar a aquellos que luchan por la defensa del territorio y la reivindicación de derechos conquistados.

“Siempre fueron manifestaciones pacíficas, en la provincia de Chubut desde hace mucho tiempo el gobierno siempre está reprimiendo las movilizaciones y protestas sociales, y utiliza diferentes mecanismos. Por un lado están las fuerzas policiales, que son las fuerzas represivas del Estado, pero también utiliza fuerzas de choque que son como la tercerización de la represión, son grupos, sindicatos u organizaciones afines al gobierno que van a las manifestaciones a querer romper”, explicó en diálogo con ANCCOM Andrea Leonett, integrante del SiSaP (Sindicato de Salud Pública). Madre de 30 años, comenzó con la militancia cuando se desempeñaba laboralmente como administrativa en un centro de atención primaria de la salud en el barrio Etchepare. Ahora está imputada por su participación en las manifestaciones de 2021.

¿A ustedes los reprimieron con este tipo de fuerzas de choque?

A nosotres, en la ruta nos sucedió con un sector de camioneros, no podemos generalizar a los trabajadores camioneros en su totalidad, sino que fue un sector. Siempre nos sucede que es un sector que responde a otros intereses, a otros fines que, en realidad, tienen que ver con esta intención de desalojarnos por parte del gobierno. De todos modos, nosotres en ese momento teníamos establecido ya un protocolo a seguir y se realizó un cordón de mujeres que impidió que estos varones camioneros pasen y quieran romper y tratamos de llevarlo adelante con el mayor diálogo posible. Y la verdad que después fue un corte totalmente pacífico, la gente entendía, también nosotros utilizamos esa oportunidad para concientizar, para hablar con el resto de camioneros. Además que fue un corte intermitente, cada tanto los autos y camiones pasaban.

 

¿En qué consistió el Proyecto de Iniciativa Popular?

El proyecto de Iniciativa Popular fue el segundo que se presentó y lo que pretendía era reforzar la Ley 5001, que es la ley que prohíbe la minería en el territorio, pero en uno de sus artículos deja abierta la posibilidad de zonificar. Y esto es lo que estaban buscando desde el Ejecutivo provincial: la zonificación minera. Entonces, la iniciativa popular reforzaba esta ley y prohibía terminantemente la megaminería en todo el territorio de la provincia, por lo tanto nos resguarda de cualquier intento de explotación a gran escala como es la megaminería en Chubut.

 

¿Por qué consideras que es importante?

Sabemos que la iniciativa popular es un mecanismo de democracia directa que tiene el pueblo para poder presentar un proyecto y que se contemple en la Legislatura. Y es una movida muy grande que requiere de mucha militancia, de mucho recorrer, de juntar firma por firma, de poner la mesita en una esquina, de recorrer las localidades. Para nosotros fue un esfuerzo muy grande, como para que en dos segundos la Legislatura lo descarte y nos deje sin este proyecto del pueblo, porque era un proyecto de la comunidad entera de Chubut.

¿Cuál fue el impacto de la derogación de la iniciativa popular?

En mayo de 2021 es cuando nos tiran a la basura la iniciativa popular, y quedó dentro de la Legislatura el proyecto de zonificación minera, porque en noviembre de 2020, cuando se presenta la iniciativa popular en la Legislatura, ese mismo día entra el proyecto de zonificación minera del Ejecutivo. Por lo tanto, quedaron los dos con estado parlamentario y jugando dentro de la Legislatura. Cuando a nosotres, en mayo, nos quitan nuestra iniciativa nos sacan la posibilidad de tener una ley del pueblo, pero sigue adentro el proyecto de Mariano Arcioni para meter la megaminería en la provincia. Finalmente en diciembre sucedió: la Legislatura de la provincia aprobó la zonificación minera, pero la gente, con una muestra muy digna de lucha y resistencia, salió a las calles durante siete días. Para luego generar una batalla campal con una represión desmedida: el Chubutazo. La gente estaba dispuesta a todo, porque lo que estaba en riesgo era el agua y nuestro territorio. Fueron momentos muy difíciles, pero también muy dignos porque gracias a esa lucha se logró derogar la ley. 

 

¿En qué consistió el Chubutazo? 

Fueron movilizaciones inmensas que obviamente no había forma de organizar absolutamente nada, fue algo muy espontáneo y masivo, había mucho enojo del pueblo porque también tenía que ver con el hartazgo de todos. Era la bronca de que nos hayan aprobado la megaminería, pero también era la bronca diaria que vive la gente de los distintos barrios, que la pasa mal, que no tiene para comer, que no tiene trabajo, que la policía los reprime y hostiga constantemente en los distintos barrios. Muchas situaciones que se dieron y terminaron con esta furia en el pueblo en las calles que realmente funcionó, ya que tuvieron que dar marcha atrás. 

 

¿Cómo se vive estando imputada por participar en las manifestaciones? 

Son muchas cosas. Por un lado, quienes estamos en la militancia socioambiental nos sentimos muy orgullosos de saber que estamos haciendo lo que tenemos que hacer, que somos quienes estamos llevando adelante la lucha, pero que nos precedieron compañeros y compañeras que hace veinte años vienen caminando las calles y generando conciencia, y eso permitió que en diciembre la gente salga a la calle a derogar esta ley. Entonces, nosotres sentimos que estamos en el camino correcto. Después, obviamente que llevar adelante un proceso judicial no es fácil, porque se te juegan un montón de cosas, pero también es lo que busca el gobierno a través de la justicia: busca individualizar, busca fragmentarnos. 

 

¿Desde el gobierno lograron ese cometido o ustedes han desarrollado estrategias para evitarlo?

Nosotres estamos en el intento constante de no estar solos. Desde que empezó la causa, ya van a ser dos años, que la abordamos de manera colectiva, para que ninguno se sienta solo, para que las dudas, los miedos, los abordemos en conjunto. Porque entendemos que fuimos muchas personas que estuvimos en ese corte de ruta y no es justo que unos pocos se sientan con esa presión de tener que atravesar un proceso judicial. Sin embargo, sabemos que es lo que el gobierno quiere. Busca meter miedo, amedrentar, disciplinar, corrernos de las calles, busca que la gente no vuelva a salir a luchar por nada. Estamos haciendo lo que hay que hacer, hicimos lo que había que hacer y seguiremos en este mismo camino. 

 

¿Qué impacto tienen estos procesamientos en la lucha contra la megaminería y la defensa del medio ambiente en la región?

Sabemos que esta es una traba que nos ponen para corrernos de la calle, pero nuestra idea es poder aglutinar con el resto de los sectores que también están criminalizados, porque no solo son las asambleas o los movimientos social-ambientales quienes están sufriendo esta judicialización, sino también un montón de sectores que están en lucha por diferentes derechos, como la docente Estela Juárez en 2019 o el pasado año el ex dirigente de ATECH, Santiago Gutman. Entonces, no estamos aislados del resto. Esto es un plan sistemático de los gobiernos en convivencia con la justicia que busca disciplinar, que busca dar este mensaje de «paren de luchar porque los vamos a judicializar a todos». No vamos a parar de luchar, porque sabemos que si no somos quienes denunciamos todo lo que está mal, nadie lo va a hacer. 

 

¿Cómo percibís esta de criminalización de la lucha? 

Nosotres venimos de un proceso muy largo de lucha en todos los sectores en la provincia del Chubut, porque sufrimos un ajuste estructural desde 2017 y tiene que ver con este intento de aprobar este modelo extractivista. Y por eso es que estamos organizando en la ciudad de Rawson, para el día 4 de julio, una jornada patagónica en contra de la criminalización de las luchas. Esta jornada pretende aglutinar a compañeros y compañeras de los distintos sectores que están criminalizados: docentes,  salud, comunidades originarias, la lucha socioambiental y con fuerte presencia de los organismos de derechos humanos. Nuestra idea es cruzar a todos estos compañeros criminalizados con organismos de derechos humanos para ver de qué manera se puede abordar situaciones individuales, pero también pensar de manera colectiva una estrategia para seguir adelante. Porque detrás de compañeros y compañeras que están criminalizades siempre hubo una lucha por algún derecho conquistado o un derecho por conquistar, siempre hubo una defensa digna. El derecho máximo y primero es el derecho a protestar. Entonces no nos pueden arrebatar este derecho a protestar. Es muy grave.

«Arriba los salarios, abajo las reformas»

«Arriba los salarios, abajo las reformas»

Gremios y organizaciones sociales llevan más de diez días de masivas movilizaciones en Jujuy para rechazar la reforma constitucional impulsada por el gobernador Gerardo Morales que criminaliza la protesta social y quita derechos a las comuniades originarias. Además, protestan por los sueldos que no cubren la canasta alimenticia.

Luego de más de diez jornadas de movilización masiva llevadas a cabo por diversos sectores de la sociedad en la provincia de Jujuy, el gobernador y convencional constituyente Gerardo Morales aprobó la reforma Constitucional Provincial repudiada por masivas manifestaciones populares en las calles jujeñas.

En la noche del pasado jueves 15 de junio, al mismo tiempo que una masiva movilización de antorchas encabezada por sindicatos docentes, comunidades indígenas, entre otros sectores, gremios y agrupaciones sociales y de derechos humanos que conforman la Intergremial, se aprobó la reforma de manera express. La votación se produjo a pesar de la renuncia de ocho convencionales: los justicialistas Carlos De Aparici y Amelia De Dios y Gastón Remy, Natalia Morales, Alejandro Vilca, Keila Zequeiros, Gloria Zambrano y Sebastián Copello del Frente de Izquierda Unidad. Pero con total apoyo de los representantes del oficialista Frente Cambia y los demás representantes del Frente Justicialista.

Junto al lema que sintetiza este “jujeñazo”: «Arriba los salarios, abajo las reformas”, ahora se suma “Gerardo Morales aprobó su reforma constitucional a espaldas del pueblo”. Lo que comenzó como un reclamo de sectores docentes por salarios dignos, que ya lleva dos semanas, sumó la adhesión masiva de la población en rechazo de la reforma constitucional provincial que, entre otras cosas, criminaliza los cortes de ruta, las tomas de escuelas y otras formas de protesta social.

En horas de la tarde quienes marchaban fueron violentamente reprimidos por las fuerzas provinciales. Uno de los principales focos de represión tuvo lugar en Abra Pampa, a aproximadamente 200 kilómetros de la ciudad capital.

Natalia Morales, referente del PTS-FITU y convencional constituyente, en diálogo con ANCCOM, expresó respecto al proceso de reforma: “Es escandaloso. Menos de quince días para reformar una Constitución con temas y artículos que son de gravedad. Por ejemplo, criminalizar la protesta, prohibir los cortes, entre otros puntos que venimos planteando no solamente desde el Frente de Izquierda sino junto a organizaciones sociales, sindicales, políticas, de derechos humanos, del espacio ‘No a la Reforma’”.

Actualmente la situación es de paro por tiempo indeterminado y asamblea permanente. “Se necesita más fuerza para torcerle el brazo finalmente a Morales, tirar abajo la reforma y conquistar la agenda de la docencia, salud y otros sectores que son parte de esta importante lucha que se viene desarrollando en la provincia”, expresó la referente del PTS-FITU.

El rechazo se ha masificado en toda la provincia. Muchos sindicatos convocaron al paro, la docencia continúa con el suyo por tiempo indeterminado y se logró la adhesión de la CTA y la CGT que no venían convocando a ninguna movilización.

“Podemos decir que la sociedad de Jujuy ha perdido el miedo y ha recuperado el espacio de las calles”, afirmó la profesora Silvia Torres perteneciente al gremio CeDEMS (Centro de Docentes de Enseñanza Media y Superior). En diálogo con ANCCOM, la docente dijo: “El gobierno de Jujuy nos ha llevado a tocar fondo. Sabemos cuáles son los índices de inflación a nivel nacional y en Jujuy los salarios no acompañan esa inflación. Estamos con un básico de alrededor de 34.000 pesos, que es uno de los más bajos del país. Tenemos sumas en negro con ítems que no se actualizan hace más de ocho años. Tenemos ítems de 12 pesos, de 50 pesos, es decir que está absolutamente abandonada la situación salarial de las y los docentes de esta provincia.”

También contó que otra de las medidas de fuerza consiste en hacer ollas populares: “El pasado martes 13 hubo tres permanencias al costado de la ruta: una en San Salvador de Jujuy, una en Palpalá y la otra en Libertador General San Martín, en tierras del Ingenio Ledesma, donde además se hizo un gran fogón cultural”.

Para los miembros de CeDEMS, mientras Morales gasta millones en su campaña (que calculan alrededor de 50 millones de pesos) anunciando un superávit proveniente de la explotación del litio, Torres sostiene: “Tenemos una contradicción muy grande con el gobierno. Si hay superávit, ¿dónde está? Ya que esas ganancias que tanto promociona en su campaña presidencial no se reflejan en el salario de las y los docentes. Por otra parte, sabemos que el transporte, teniendo en cuenta la geografía de Jujuy, es muy complicado. Presenta precariedad y eso también lo hemos presentado en paritarias ya que los docentes que viajamos a la ruralidad no sabemos si regresamos: las unidades están en condiciones absolutamente precarias. Además, los y las preceptores de Jujuy están trabajando dos horas de más y no se les están pagando la sexta y la séptima hora. Por otro lado, hay un vaciamiento de bibliotecarios y bibliotecarias así que se está haciendo un pedido formal para que ingrese personal y no tengamos bibliotecas vacías. Ante todo esto el gobernador Morales nos ataca y nos amenaza diciendo que somos violentos. Nuestras únicas armas son el saber.”

 

La Reforma inconsulta

 Con respecto al proceso convencional constituyente encargado de la reforma, Natalia Morales, una de las convencionales constituyentes que renunció, afirmó: “Creo que lo que hay que marcar es que es una Constituyente antidemocrática. Estuvimos ocho días en los que esperamos que el oficialismo presentara un proyecto en relación a marcar qué puntos quería modificar o incorporar. Se contó luego con muy pocos días de presentado el proyecto, ni siquiera hubo debate cuando se abordaron los puntos referidos a la criminalización de la protesta. Esa Comisión solamente sesionó una tarde para tratar ese punto. Censuraron a más de sesenta expositores que presentamos en una lista, donde estaban propuestos referentes de derechos humanos y de las luchas por las libertades democráticas en la provincia, del movimiento de mujeres, ambientalistas, las comunidades indígenas.” Y agregó: “También hemos planteado lo antidemocrático del funcionamiento con un reglamento que se aprobó el primer día por parte del oficialismo y del PJ, que garantiza que puedan aprobar artículos con la mayoría simple. Se negaron también cosas muy sencillas, como por ejemplo la transmisión en vivo del debate. “

En este mismo sentido, Silvia Torres, afirmó: “Si bien inicialmente eran constituyentes que pertenecían a distintos espacios políticos como el radicalismo, el PJ y la izquierda, lo cierto es que cuando fueron llamados a sesiones no se les da la palabra y eso se está denunciando a nivel no solo provincial sino nacional. Esta reforma de la Constitución es un instrumento totalmente autoritario y totalitario ya que justamente es una quita de derechos. También afecta a la comunidad indígena tratando a sus tierras como propiedad privada con intención de avanzar sobre su territorio y sin presencia de los referentes de las comunidades indígenas como parte de los constituyentes en la reforma.”
Entre las 56 páginas del proyecto de reforma presentado, además de proponer limitar la libertad de expresión, se pretende eliminar las elecciones de medio término, es decir que se elegirían gobernador y los 48 diputados de una vez y por cuatro años. Además, en el punto 11 del Artículo 86, buscaban que la fuerza ganadora de la elección se quedara con la mitad más uno de la Legislatura sin importar el porcentaje de la elección. Es decir, una mayoría automática. Por otra parte, se establecen «vías rápidas y expeditivas» para terciar a favor de titulares registrales en la disputa de tierras con comunidades originarias.

 

 

Arriba las wiphalas

Rodolfo Alancay pertenece a la comunidad de San Miguel del Colorado, pueblo colla, comunidad conformada por más de 200 personas. En diálogo con ANCCOM expuso: “En la reforma que propone hay distintas cosas: respecto a nosotros nos usurpan las tierras, nos quitan nuestro derecho. Desde el primero de junio empezamos a caminar, desde Casira, pasando por Abra Pampa, La Quiaca, Tres Cruces. Somos más de cuatrocientas comunidades aborígenes de la provincia de Jujuy.” El viernes, a primera hora de la mañana, ya habían ingresado a San Salvador de Jujuy. Sin embargo, ya se había consolidado la reforma.

En referencia al gobernador Gerardo Morales, Rodolfo fue contundente: “El pueblo decidió que él se vaya destituido, con todo su gabinete. Eso es lo que pedimos.”

Blanco y negro sobre la inflación

Blanco y negro sobre la inflación

El índice de inflación de mayo marcó un 7,8%. Si bien hubo una desaceleración respecto al mes anterior, la situación sigue siendo crítica. Un economista cercano al peronismo y otro liberal analizan el problema de los constantes aumentos de precios. Uno habla de multicausalidad y el otro de déficit fiscal. En lo único que coinciden es en que la dolarización no es la solución.

 

Pasó el quinto mes del 2023 y el índice de precios de los bienes y servicios sigue en alza; con un 42,2% de inflación en los primeros cinco meses del año, los ciudadanos se encuentran con cada vez más dificultades para llegar a fin de mes, porque los salarios de los trabajadores no acompañan estos rápidos movimientos de la economía.

Problemas económicos que no tienen freno, que parecieran cada vez empeorar más; con una génesis que no está clara y una sumatoria de percances a la rastra, entre los que están un déficit fiscal que viene desde hace una década, el achique del presupuesto estatal, la deuda con el Fondo Monetario Internacional tomada durante el macrismo, una pandemia, y una sequía que obligaron a una amplia emisión monetaria, más una serie de intentos de políticas económicas que no dieron resultado durante el gobierno de Alberto Fernández.

Es evidente que no hay una única mirada a la situación actual, porque los economistas tienen perspectivas distintas en cuanto al origen de los altos índices de inflación en el país. Sergio Chouza, economista y columnista, aliado a las ideas del peronismo, sostiene: “La inflación es un tema con una multicausalidad de componentes donde la base es la de los desajustes macroeconómicos”. Mientras que Christian Buteler, empresario y analista financiero con mirada liberal, afirma: “La causa de la inflación es exclusivamente la emisión de pesos, después uno debe analizar el detrás y la justificación del por qué se hace”.

Ahora bien, la crisis existe, pero ¿cómo salimos de ella? Claramente no hay receta ni una fórmula que asegure un mayor bienestar económico, pero sí debe haber determinadas políticas que sea cual sea el color político, se deberían tomar. “Se debería ir a un programa de estabilización macro integral donde obviamente el centro tiene que ser una política antiinflacionaria consistente”, afirma Chouza.

Por su parte, Buteler comenta: “Al haber tantos desequilibrios macroeconómicos desde hace más de dos décadas, tiene que realizarse un plan integral, que considere a la economía como un todo, viendo la parte monetaria, lo fiscal, lo cambiario, al tema subsidios o asistencia social, y todo basándose en buscar un equilibrio fiscal, a los efectos de no depender de esa financiación que termina siendo emisión pura y que afecta a la inflación”.

Por lo tanto, ambas miradas coinciden en que cualquier plan de estabilización económica, debe tener en cuenta cada uno de los compartimientos, para que cuando se intente llevar a cabo la estabilización, no se termine perjudicando a algún sector más que otro.

Pero un plan de estabilización económica en cuanto a la inflación, ¿necesariamente conlleva a reducir el gasto público? Como es sabido, muchos economistas, políticos y especialistas en el tema sostienen que la inflación se da por la emisión monetaria, y que eso está dado para solventar al alto gasto público que lleva a cabo el gobierno nacional.

Acorde a esta mirada, Buteler asegura: “Parte fundamental del problema de la Argentina es tener un Estado que gasta más de lo que produce, el nivel del mismo debe ser acorde a sus recursos. El Estado no se puede hacer cargo de todo si no se tiene una organización y financiación que pueda solventar esos gastos. Entonces, en el caso de Argentina, sí es necesario ajustar, pero no vas a empezar por los planes sociales en un país que tiene casi un 50% de pobres, se tendrán que buscar otro tipo de recortes como en el área política conformada por la Cámara de Senadores, diputados nacionales y provinciales, concejos deliberantes”.

Pero, ¿realmente tan solo reduciendo ese gasto público se solucionaría el problema del aumento de precios constantes que padece el país? Vale destacar que durante el gobierno de Mauricio Macri no solo se redujo la emisión de billetes casi a cero sino que también los índices inflacionarios duplicaron a los que había dejado el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. “Lo monetario es un factor muy determinante pero yo creo que no es el único, no podés solamente enfocarte en eso -sostiene Chouza-. Sin dudas hay que ordenarlo, pero sin descuidar el resto de los factores. La prueba está en el 2018, que se aplicó un programa bastante restrictivo en materias fiscales monetarias, pero la situación externa estaba mal con una situación de déficit muy pronunciado de la balanza de pagos, por los dólares que se iban de las reservas ya por el acuerdo con el FMI, entonces no alcanzó solamente tener una reducción del gasto y por ende menores necesidades de impresión de billetes”.

El gobierno actual también duplicó, a su vez, los preocupantes números de aumento de precios que había dejado el macrismo. La presidencia de Alberto Fernández realizó ciertos recortes estatales, como la disminución de subsidios y aumentos tarifarios, por el acuerdo con el FMI, y además, se incrementó la emisión monetaria, probablemente motivados para financiar los gastos durante la pandemia. La preocupación ante el ininterrumpido ascenso generalizado del valor de los bienes, hizo que en noviembre del año pasado, el Ministerio de Economía bajo el cargo de Sergio Massa, implementara una vieja fórmula ya utilizada por gobiernos anteriores para intervenir en los precios, pero esta vez con el nombre de “Precios Justos”. Chouza asegura que “son medidas que sirven para recomponer un poco las referencias de precios, que se suelen romper cuando la inflación supera determinado umbral, que yo prefiero que esté, pero no es un programa antiinflacionario que pueda solucionar problemas estructurales”.

Que el gobierno intervenga en los precios siempre despertó polémica, principalmente para el ala derecha de los economistas. “El Estado generalmente no debe intervenir en los precios porque lo suele hacer mal. Si hay problema con los precios, el Estado debería limitarse a incentivar la competencia, abriendo las importaciones de ese rubro en específico para que de forma natural los precios caigan”, opina Buteler. 

Ahora bien, reducir más o menos el gasto público, intervenir en mayor o menor medida en el mercado, en las políticas cambiarias y sociales, están dentro del debate habitual desde hace años en cuanto a la manera correcta de administración económica de un país.

De todas formas, en el último periodo se ha comenzado a evaluar como alternativa, como medida monetaria, en un grupo reducido de dirigentes vinculados a la Libertad Avanza, liderado por el economista y diputado nacional Javier Milei: la dolarización. Bajo la mirada de estos, los precios se manejan tras los movimientos del dólar y cambiarse a la moneda norteamericana ayudaría a detener la inflación definitivamente porque no se podría acudir a la emisión de billetes.

“No me parece factible porque tiene poco consenso, y además le encuentro un problema técnico en el sentido de que la dolarización requeriría cumplir con ciertos prerrequisitos, para que no sea muy traumática en términos sociales, los cuales se podría reducir al orden fiscal, monetario y acumulación de reservas –argumenta Chouza–. Pero si uno pudiera cumplir con esos puntos, ya de forma natural habría un descenso en la inflación sin necesidad de ceder soberanía monetaria, ni descuidando la cuestión social que esta medida cristaliza a través de una distribución del ingreso mucho más estática”.

Buteler ofrece una mirada similar: “Te puede hacer bajar rápidamente la inflación, pero hay muchos otros problemas económicos de distribución de ingresos o el equilibrio fiscal que no te los resuelve dolarizar. Para sostenerla se deberían hacer ciertos cambios estructurales que en caso de que pudieran mantenerse, tampoco vas a tener inflación. El problema no radica en el nombre que tenga la moneda que tengo en el bolsillo, sino el plan económico y la organización que hay detrás”.

Por lo pronto, la situación económica se encuentra en una situación gravísima, según lo que publicó el Banco Central con el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), que calcula que el aumento de precios esperado para el sexto mes del año rondará el 8%, al mismo tiempo que se estima un 148,9% de inflación anual. Números que preocupan ya que empeoran las previsiones anteriormente publicadas.

El gobierno actual no puede hacer mucho en el corto plazo más que poner un dique de contención para tabicar la crisis. Y esperar, así como sostuvieron los economistas, a un plan integral en manos del próximo gobierno, que pueda traer mayor bienestar al pueblo argentino.