«Capacitación sí, sabados no»

«Capacitación sí, sabados no»

Los gremios docentes de la Ciudad de Buenos Aires realizaron un paro de 24 horas contra la eliminación de la capacitación en servicio, entre otros reclamos históricos.

La Asociación de Enseñanza Media y Superior (ADEMyS), la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera), el Sindicato Argentino de Docentes Privados SADOP y la Unión Argentina de Maestros y Profesores (CAMyP) convocaron ayer a un paro docente en defensa de los derechos laborales ante las medidas tomadas por el Ministerio de Educación de la Ciudad.

El reclamo principal fue por la suspensión de la jornada denominada Espacio para la Mejora Institucional (EMI) que debería realizarse el 31 de octubre. El Gobierno porteño decidió trasladarla a un sábado con el argumento de no perder días de clase. Esto implicaría que los docentes deban presentarse a trabajar durante el fin de semana, algo por fuera de lo establecido por el Estatuto Docente ya que son sus días de descanso.

La jornada de protestas comenzó desde temprano en el centro porteño, donde ADEMyS realizó una concentración y una conferencia de prensa. A su vez, se organizaron distintas actividades descentralizadas en los establecimientos educativos como clases públicas, asambleas, semaforazos, y abrazos a edificios escolares.

La convocatoria a los “semaforazos” se anunció para las 12, en distintos puntos de la Ciudad. Uno de ellos se desarrolló en la esquina de Avenida Caseros y La Rioja, en el barrio de Parque Patricios.

Más de un centenar de docentes se acercaron con cartulinas y pancartas que contenían distintas consignas, entre las que se destacaron “basta de violencia a los docentes”, “nuestros derechos valen”, y “tocá bocina y apoyá la educación”.

El representante de la CAMyP, Fernando Messina, dialogó con ANCCOM y sostuvo que “el semaforazo tiene que ver con el avasallamiento que tiene el Gobierno hacia los derechos docentes. Hoy se engloba a las capacitaciones en servicio y los cursos de ascenso que históricamente eran los días de semana, y ahora quieren implementarlo los sábados. Las capacitaciones deben ser en servicio”.

Frente al posteo en redes sociales del jefe de Gabinete del gobierno porteño, Felipe Miguel aclarando que las capacitaciones serán pagas, Messina agregó: “Suponiendo que lo paguen en término, muchos docentes no van a ir ya sea por no estar de acuerdo o docentes madres solteras que no tienen con quien dejar a sus hijos. ¿Qué espacio para la mejora institucional se plantea si no va a estar toda la comunidad educativa?”.

Sin embargo, la suspensión de la jornada EMI no fue el único reclamo. Los gremios denunciaron problemas en la aplicación MIA que otorga las licencias médicas, ante casos de rechazo de licencia sin explicación alguna a docentes que presentaban graves problemas de salud, por lo que sufrieron el descuento de esos días. Los pedidos por la pronta normalización del sistema se suman a los reclamos históricos de problemas edilicios y de infraestructura.

La jornada de paro se trabaja al interior de las escuelas, para derribar el mito de que son los docentes quienes no quieren dar clase. “Hoy nos estamos preocupando porque los alumnos el año que viene van a tener 192 días de clase. Nosotros nos preguntamos, teniendo en cuenta que hay 30.000 alumnos que no tienen vacantes. ¿Esos alumnos dónde están hoy en día? Ellos no tienen ni un día de clase, ni hablar de 192”, reflexiona Messina.

Otra de las propuestas en el lugar fue la de Radio Abierta, a cargo de UTE-Ctera, para contar acerca de las diferentes problemáticas actuales. Monona Gutiérrez, Secretaria de Inicial del gremio, declaró: “También necesitamos que la obra social OBSBA nos atienda y nos dé respuestas. Es todos los días una cosa nueva. Los docentes nos cansamos y hoy acá se lo demostramos. Ascenso, sí. Capacitación, sí. Sábado, no”.

Por su parte, la ministra de Educación, Soledad Acuña, publicó en las últimas horas unos tweets en alusión al paro docente: “Sindicatos dicen que defienden la educación, pero dejan a los chicos sin clases. Otra vez. Otro día. Como si no hubiera sido suficiente con la pandemia, sostienen y alimentan la tragedia educativa”, y agregó “Usan a la escuela y a los chicos como campo de disputa partidaria y alientan a los centros de estudiantes a tomar colegios. Lo voy a decir una y mil veces. No importa cuál sea el argumento: el derecho a la educación no se puede vulnerar”.

Frente a los dichos de la ministra, Gutiérrez consideró que “tendría que estar una maestra al frente del Ministerio de Educación, y no una persona que no para de agredirnos y generar odio en nuestra comunidad educativa, un odio que no va a poder romper el lazo estrecho entre los padres, madres, alumnos, y la comunidad educativa en general”.

Desde ADEMyS, informaron que el paro tuvo una adhesión del 90 por ciento, y convocaron para el próximo jueves 29 de septiembre para definir la continuidad del plan de lucha.

Los gremios de la salud festejaron su día reclamando por un mejor salario

Los gremios de la salud festejaron su día reclamando por un mejor salario

Sindicatos y trabajadores, realizaron una jornada nacional de lucha en diferentes partes del país, para reclamar por el 82% móvil, la creación de una paritaria nacional de salud y la inclusión de los enfermeros a la carrera nacional.

El pasado 21 de septiembre, Día de la Sanidad, se llevó a cabo una movilización frente al Ministerio de Salud impulsada por FESPROSA (Federación Sindical de Profesionales de la Salud) y la CTA Autónoma, que contó con la participación de una gran catidad de trabajadores de la salud que reclaman por el 82% móvil, la implementación de una paritaria nacional de salud y por la inclusión de los enfermeros a la carrera profesional. Esta manifestación adquirió la característica de nacional por los actos y movilizaciones que se desarrollaron en todo el país y tuvo su epicentro en la Ciudad de Buenos Aires.

La jornada de lucha que comenzó a las 11 del mediodía y que concluyó en horas de la tarde, se manifestó en torno al grito de “salud unida, jamás será vencida”. En las calles de esta ciudad se observaban carteles y banderas de todos los sindicatos que formaron parte del acto, entre ellos ATE Salud, OSPLAD (SITOS), SITRE (Sindicato de Trabajadores de Enfermería) y FENAT (Federación Nacional Territorial). Un camión, micrófonos, parlantes y los secretarios de las organizaciones exhibieron sus reclamos con firmeza, alentando al pueblo a acompañarlos en esta lucha.

Rodolfo Arrechea, coordinador nacional de ATE Salud, indicó: “Estamos en este Día de la Sanidad festejando pero también reclamando. Le quiero decir al Presidente de la Nación que no ha cumplido con lo que se comprometió en nuestra central y está pendiente esa deuda. Los trabajadores queremos una paritaria nacional, para que en ese ámbito podamos recuperar el 82% móvil que nos sacaron en la época del menemismo. No aceptamos ese acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, porque los trabajadores de la salud estamos siendo una variable de ajuste ya que Sergio Massa, el superministro, lleva adelante un recorte de más de 15 mil millones para todas las áreas estratégicas de la salud pública. Nosotros, solo pedimos tener sueldos acordes al inmenso esfuerzo que, desde el 20 de marzo de 2020, llevamos adelante todos los trabajadores del equipo de salud. En donde pusimos el pecho y hemos sufrido la pérdida de casi 1.400 trabajadores, de Jujuy a Tierra Del Fuego, por estar en la primera línea durante toda la pandemia”.

Alejandro Bassignani, Secretario General de SITOSPLAD (Sindicato de trabajadores de OSPLAD) en diálogo con ANCCOM contextualizó la situación del sector y sostuvo la importancia de difundir sus reclamos para lograr mayor apoyo de la sociedad en esta lucha: “Nos estamos movilizando, para relcamarle al Ministerio de Salud que se conforme una mesa paritaria nacional de salud, y tratar las problemáticas de los trabajadores del sector de toda la Argentina. Así como existe una paritaria nacional docente, necesitamos que haya una paritaria nacional de salud: hoy los niveles salariales son muy desiguales en el hospital público, en las obras sociales y en el sector privado”, detalló.

Eran pocos los medios que se encontraban presentes en la movilización, así como también, las personas que se acercaban a escuchar. Hugo Cachorro Godoy, secretario general de ATE y secretario adjunto de CTA Autónoma fue contundente en su discurso cuando sostuvo que “se critican subsidios de políticas sociales, pero no se critica el subsidio que se da desde el Estado para financiar el dólar soja o el dólar minero, que engorda las ganancias extraordinarias de los grandes grupos económicos. Mientras, se reduce el presupuesto en salud, en educación, en obra pública, en mejoramientos de barrios populares. Hay un golpe de mercado de los grandes grupos financieros y el gobierno se ha rendido y está aplicando un plan económico a la medida de las imposiciones del Fondo Monetario Internacional y de las trasnacionales”.

Godoy, expresó una propuesta en la que busca la unión de todos, para hacerle frente a esta situación: “Se deben realizar todas las medidas de luchas que emanan de asambleas y decisiones de nuestros compañeros trabajadores para pelear por sus derechos, no sólo se respaldan los aumentos salariales y las condiciones de trabajo. Sino también, el reclamo para el reconocimiento pleno a todos los trabajadores del equipo de salud, particularmente que se les reconozca su derecho profesional a los enfermeros. Hay que construir un sistema nacional basado y respaldado en la capacidad e intervención del Estado en todo el país, para que garantice el derecho universal y la gratuidad de la salud. Así como también, el derecho a ‘igual trabajo, igual remuneración’ para todos los trabajadores del sector”.

María Fernanda Boriotti, presidenta de FESPROSA y Secretaria General del Sindicato de Profesionales Universitarios de Sanidad de Santa Fe (SIPRUS), contó qué es lo que ocurre cada vez que le solicitan al Estado que cumpla con lo que se comprometió. “Cuando venimos a reclamar al Ministerio, nos dicen que para los trabajadores de la salud no hay plata, reclamamos hace muchos años la paritaria para fijar un piso de derechos. Hace un año, el presidente en la Casa Rosada nos decía que estaba de acuerdo, que iba a apoyar la iniciativa y que íbamos a avanzar en ese sentido. La realidad es otra”. Y añadió que “para los trabajadores de la salud, no hay plata. Pero para el dólar diferenciado para los sojeros, sí la hay. Por eso tenemos que estar en la calle, clamando por un paro nacional para terminar con este ajuste que nos está hundiendo”.

En medio de una jornada que cambió celebración por lucha, Bassignani con una luz de esperanza confensó que considera que los puntos por los que reclaman se pueden conquistar: “Esperamos que el Ministerio dé respuestas favorables, por eso los trabajadores nos movilizamos y los trabajadores de la Obra Social Docente estamos hoy de paro, en reclamo de recomposiciones salariales acordes a la canasta básica. Desde 2018 hemos perdido el 40% de nuestro salario. Es una situación insostenible”, indicó.

Uno de los temas que se mencionaron y que generan gran indignación en la comuniad es que enfermeros y enferemeras no sean reconocidos como trabajadores de la salud. Nancy Rojas, Secretaria General de SITRE explicó: “Trabajamos todos los días en la pandemia, demostramos que ningún sistema de salud podía sostenerse sin nosotros. Incluso la campaña que se hizo de vacunación por el covid-19 tampoco hubiese sido posible si no estábamos. Somos los más precarizados, los más olvidados, los que más bajo salario recibimos, además de malas condiciones de trabajo. Exigimos mejoras salariales, sueldos dignos, no queremos ser trabajadores pobres. Trabajamos por 30 mil pesos. Somos discriminados por Horacio Rodríguez Larreta y por SUTECBA (Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires) que nos dejan afuera de la carrera por negocio. Nos quieren tener atrapados en su sistema. Son unos corruptos. A los enfermeros no nos dejan crecer. No nos dejan ser. Soy licenciada, tengo una carrera de grado, pero tengo que trabajar en dos lugares porque no llego a fin de mes. No nos reconocen. Ni a mí ni a miles de mis compañeros. Por eso en el Día de la Sanidad estamos junto a todos los sindicatos: porque necesitamos que nos acompañen con esta lucha para tener un sueldo digno. Necesitamos el apoyo de la población, porque solos, no podemos”, sentenció.

La cocina del planeta

La cocina del planeta

Manos al Mundo es una cooperativa de mujeres que prepara comidas para trabajadores de otras cooperativas. Nació hace dos años como salida a la incertidumbre económica y cada día crece gracias a la promoción de boca en boca.

“Los medios nos muestran como los planeros y no muestran la parte en la que nosotros estamos trabajando. Ese es el problema -dijo Vanesa sentada en medio de la pequeña cocina de la calle Borges, a dos cuadras del cementerio de Olivos. Y agregó:- Y no lo van a hacer nunca. Van a ir a buscar a esa persona que no sabe nada para que diga cualquier cosa. Pero nosotros tenemos que mostrarle al mundo que sí trabajamos, tenemos que mostrarle a los vecinos que sí se trabaja”. “Porque aparte acá en el barrio el que cobra plan también trabaja”, agregó Carla, mientras removía las cebollas para que no se quemaran. “Claro -asintió Vanesa- y es eso lo que hay que mostrarle a la gente.”

El portón bordó de la entrada con el cartel verde de Manos al Mundo da una colorida bienvenida, acompañada por el aroma a comida casera que desde temprano inunda la cuadra advirtiendo a todo el que pasa que la cocina está abierta y funcionando. 

“Manos al Mundo” es uno más de los emprendimientos que en los últimos años se fue organizando en la economía popular. Ante la incertidumbre económica y la falta de trabajo, la organización de los movimientos populares hicieron posible la creación de nuevas fuentes de trabajo organizadas y solidarias. “Este proyecto comenzó hace dos años -contó Vanessa-. Empezamos en la casa de una compañera, no teníamos este espacio, así que preparábamos todo ahí. Este año ya pudimos conseguir nuestra cocina así que arrancamos acá, y es mucho mejor”. 

Vanesa, Norma, Carla, Inés y Karina trabajan de lunes a viernes en la cocina preparando las viandas para las y los trabajadores del Polo Productivo de la Ex Esma. “Generalmente mandamos entre 80, 90 o 100 viandas, dependiendo el día”, explicó Norma. Barrios de Pie es la organización que lleva adelante ambos emprendimientos y acompaña la creación de cada vez más puestos de trabajo en la economía popular.

“Yo estoy hace un mes”, dijo Karina. “Sí, Karina hace un mes -decía Vanesa mientras señalaba a las compañeras-. Norma e Inés arrancaron en enero de este año, Carla en febrero más o menos y yo estoy hace ya casi dos años”. Norma la interrumpe: “Vanesa, se está quemando”, avisó mientras revolvía el contenido de la olla.

“¿Ya está la cebolla? Apagala entonces -indicó Vanesa y siguió con la descripción:- Todas somos del barrio. Una de enfrente, yo vivo cerca y ella, a la vuelta. Estamos todas cerquita”. 

“A mí me gusta el lugar. Es de nosotras”, afirmó Norma. Tres hornos grandes, una bacha, tres mesas de metal y pequeñas pilas de alimentos almacenados que esperan ser cocinados, colman las dos habitaciones pequeñas que conforman la cocina de Manos al Mundo. “Estamos más organizadas ahora que tenemos nuestro propio espacio. Yo tengo las llaves, pero hay que ver si el año que viene alguna otra se hace cargo”, dijo Vanesa, y con una sonrisa agregó: “Yo el año que viene no sé qué haré, de la cocina no me sacan, eso seguro. Pero hay que dar oportunidades, que las demás crezcan y puedan ocupar otros espacios”.

“Se va armando red -dijo Vanesa- se suma más trabajo y gente trabajando. La idea es que podamos hacer más, emprender más y vender la comida que hacemos. Poder empezar a vender afuera es otra cosa. Ahora tenemos un pedido de 25 viandas. Eso está buenísimo. Porque no solo podemos agarrar lo del Polo, sino que el día de mañana esta cooperativa puede seguir porque le vendemos a otras empresas”. 

“Hay más chicas igual, están también las ayudantas que se van sumando. Somos cuatro cocineras: Inés, Norma, Karina y yo. Y tenemos a las chicas que vienen un día cada una a ayudarnos. El lunes viene Cintia, el martes viene Romina, el miércoles Luciana y el jueves Sol”, contó Vanesa. En esta economía popular conformada en su mayoría por mujeres, no es necesario un ojo atento para conectar la mayor participación de feminidades con los altos índices de pobreza concentrados en ellas. “Siempre nos dejaron a las mujeres abajo, pero nosotras vamos por más siempre. Ojalá podamos abrir tres o cuatro cocinas más”, continuó la mujer de ojos amables.

“Para contratarnos es mucho de boca en boca. Van a algún evento y dicen: ‘Ay que ricas que son estas tortas. ¿De dónde son?’ Nos mandan presupuesto y nosotras arrancamos. Nunca decimos que no a un laburo”, sostuvo Vanesa. Pernil, pastas, empanadas, tartas, pollo, tortas, budines, muffins y muchas delicias más se preparan a diario en la cocina de Manos al Mundo. “El pernil es el éxito del emprendimiento. Cuando lo llevamos a la feria de Munro la cola para era larguísima -dijo Vanesa orgullosa-. Para el Día del Niño, cuando hay ferias, talleres, encuentros y actividades siempre llevamos la comida”.

Todos los días a partir de las ocho de la mañana la cocina está en funcionamiento. “Ella dice qué hacemos hoy y nos dividimos. Picamos la papa y la cebolla, otra el morrón y así. Ya nos organizamos, nos dice el menú y arrancamos directo”, explicó Karina. “A la una sí o sí la comida tiene que estar, porque ellos paran a comer a las dos. En el Polo esperan con ansias a que llegue -contó Vanesa con aire de sabiduría: ella misma estuvo trabajando en el Polo antes-. A la una salen las viandas y ahí nos ponemos a limpiar los pisos, las ollas, dejamos todo hecho y limpio para el día siguiente”.

“Inés y yo trabajamos en una parrilla por doce años. Hasta que pasó esto de Macri y se pudrió todo. No trabajamos más -contó Norma-. Ahí hacíamos lo básico: papas fritas, milanesas, ensaladas, todo para la cocina. Ahora este año pudimos empezar acá”.

“En las actividades del movimiento, cada coordinador da una charla para motivar. Queremos que todos se den cuenta que esto es un trabajo, que no se tiren abajo cuando lean ‘estos planeros’, porque nosotros estamos trabajando, somos trabajadores, y tienen que saberlo -dijo Vanesa-. Coordinar no es fácil, son bastantes personas, pero nos apoyamos, nos acompañamos y vamos de a poco trayendo a nuevas personas”.

“En mi casa vivo con mi marido y mis cinco hijos. Dentro de todo son todos grandes, porque si fueran chiquitos se me complicaría muchísimo”, contó Vanesa. “Yo tengo lo mismo -agregó Carla-: marido, cuatro hijos y una nena. Se maneja más el padre con ellos cuando yo me voy a las reuniones”.

“Tres o cuatro de azúcar Kari?”, preguntó Maira. “¡Tres!” -contestó Karina acompañada del eco de risas-. En una de las mesas de metal, reposaba una solitaria cafetera naranja, de las primeras cafeteras de filtro que se vendieron. Todos los días a las nueve de la mañana se pone en funcionamiento para preparar el café de las cocineras. “A las nueve se para todo y se desayuna. Es sagrado el desayuno acá”, dijo Maira, encargada de gestionar los pedidos que hacen al emprendimiento.

 

 “Al tener este espacio sabemos que esto es de nosotras y lo manejamos, está muy bueno -explicaba Vanesa, ya en medio de los ruidos de cuchillos, de ollas, del agua corriendo, de la cocina ya en marcha- Que vean también que no solo estamos acá sino que sumamos y tenemos ganas de trabajar más. Es una forma de mostrarle a la gente también”.

Sin trabajadores no hay ganancia

Sin trabajadores no hay ganancia

Bridgestone pagará un bono de 990.000 pesos a cada uno de sus empleados en concepto de participación de las ganancias. ¿Por qué no lo aplican otras firmas si es un derecho constitucional?

La empresa de neumáticos Bridgestone anunció la semana pasada que pagará a sus trabajadores la cuota pendiente del bono de participación de las ganancias. El monto alcanza los 990 mil pesos para cada empleado y trae nuevamente una vieja discusión sobre el derecho de los trabajadores a ser reconocidos y formar parte de los beneficios de las empresas de las que forman parte.

            “Esto nace en el 2001, cuando la empresa acusa una falsa situación económica de desventaja y se obliga a los trabajadores, con la amenaza de despido y demás, a aceptar una rebaja salarial del cuarenta por ciento, colocando este item (el de participación de los trabajadores en las ganancias) como algún tipo de paliativo a la situación que iban a vivir los trabajadores”, cuenta Alejandro Crespo, secretario general del gremio del neumático (SUTNA).

            Para que este bono se entregue, explica Crespo, la empresa debe superar una ganancia neta del 6% de la facturación total de las fábricas en forma anual. De existir un excedente, este se reparte en tres partes, una de las cuales corresponde para los cerca de 1450 trabajadores que estuvieron involucrados en el año de producción, excepto los directivos. Los 990.000 pesos adicionales son significativos en una empresa en la que el salario promedio es de $250.000, pero puede verse como una compensación por la caída en los salarios de los últimos años. “Todo esto es con los balances aprobados hechos por la misma patronal”, aclara.

            A pesar del tamaño de la suma, Crespo afirma que no es suficiente para compensar por las pérdidas que han sufrido los salarios de los trabajadores del neumático a lo largo de los años. Para el secretario general, “los trabajadores no pueden cobrar algo dependiendo de la situación de las fábricas” y el nivel de vida de las familias que marcan los salarios tiene que estar garantizado mes a mes y no esperar que en algún momento surja uno de estos pagos. Es importante recordar que esta es la sexta oportunidad en la que se entrega este bono desde 2004, cuando se pagó por primera vez, por lo que no es un ingreso que los trabajadores reciben regularmente.

            Si bien este bono no alcanza para solucionar los atrasos salariales y la flexibilización del sector que denuncia el secretario general de SUTNA, sí logra poner el foco de atención en un derecho de los trabajadores que continuamente ha sido olvidado en el país.

Constitución y reglamentación

            Claudio Gaboada, abogado laboralista y profesor de derecho del trabajo y seguridad social en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), explica que el derecho de participación de las ganancias de las empresas está explicitado en el Artículo 14 bis de la Constitución Nacional. Entre muchos de los derechos fundamentales básicos que defiende, el artículo proclama la “participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección”. Sin embargo, este fragmento constitucional nunca fue reglamentado.

            “Es una norma programática que no ha sido reglamentada porque obviamente se pone en juego el enfrentamiento de intereses que existe entre el empresario y el mundo de los trabajadores”, dice Gaboada. La falta de una reglamentación clara explica por qué los casos donde este derecho se logra aplicar en el país son muy pocos y, en general, producto de convenios colectivos de los sindicatos con algunas empresas particulares como es el caso de Bridgestone en el rubro del neumático.

            En otros lugares del mundo, este debate también está presente. Gaboada menciona la cumbre de Lisboa de 2002, donde los países de Europa occidental discutieron los potenciales beneficios de aplicar el derecho a la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas. También recuerda países como Inglaterra, Japón o Estados Unidos, donde existen empresas que ofrecen voluntariamente participación de las ganancias a sus trabajadores, muchas veces a cambio de estímulos fiscales o debido al aumento de productividad que puede ocasionar esta medida. Entre los casos más determinantes, en México y Francia la participación de las ganancias es obligatoria por ley.

            Mientras tanto, en Argentina, la discusión está pendiente. El mes pasado se realizó en Mar del Plata el primer congreso bonaerense de derecho del trabajo y la participación de las ganancias de los trabajadores fue uno de los primeros temas presentados. Uno de los exponentes de ese congreso fue el senador porteño del Frente de Todos, Mariano Recalde, quién busca discutir un proyecto de ley en el Senado que garantice este derecho. Tres meses antes, el diputado nacional del Frente de Todos por San Luis, Carlos Ponce, presentó un proyecto similar.

La discusión está presente y la pregunta permanece: ¿Cuánto tiempo más se puede postergar un derecho fundamental amparado en la misma Constitución? ¿Cuánto tiempo más se puede seguir ignorando que sin los trabajadores no hay ganancia posible?

 

 

 

«Cooperativa es que no dependas de una persona»

«Cooperativa es que no dependas de una persona»

La cooperativa Kaiken Cultivo Natural en Moreno, integrada por productores de hongos que agregan valor a sus cosechas, investiga y se proyecta en el mercado de alimentos con el plan de lograr una simbiosis entre la producción de hongos y de cannabis.

Una calle de tierra da entrada a Kaiken Cultivo Natural, ubicado en Moreno, provincia de Buenos Aires. Ignacio “Nacho” Tirelli socio gerente de la cooperativa abre los portones dando la bienvenida a este emprendimiento de cultivo de gírgolas.

Su comienzo data en 2013, cuando Nacho, ingeniero en alimentos junto con su padre empiezan a cultivar hongos en un cuarto del fondo.  A través de un estudio de mercado “bancado” por la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa (SEPYME) se pudo llevar a cabo el proyecto. “Estaba trabajando con los productores, le propuse a mi viejo hacer una sala de cultivos de hongos modelo, en el galpón del fondo. Cultivar e invertir en hongos en ese momento era un suicidio, pero había una proyección de que esto podría surgir”, cuenta Nacho sobre el comienzo del cultivo.

Kaiken Cultivo Natural ofrece al mercado productos de alta calidad, saludables e innovadores. Integra la cooperativa ALDEA conformada en 2012 por pequeños y medianos productores de hongos comestibles y medicinales. Elegido “entre gallos y medianoche” el nombre Kaiken en la lengua quechua significa natural y pradera, haciendo eco a dos grandes pilares que recorren la idea detrás de la marca. 

Lo que comenzó como TEKOA, la marca propuesta por la cooperativa ALDEA para que varios socios produjeran con el mismo sello e ingresar así al mercado, se disolvió debido a que la mayoría de los socios ya contaba con su propia marca. “Esa misma noche, cree Kaiken Cultivo Natural porque no tenía otra forma de salir al mercado”, cuenta Tirelli sobre su propia producción de gírgolas en el jardín que las cultiva. 

En el galpón del fondo de su casa se comenzó con el cultivo de gírgolas. Al momento de decidir si el hogar que compartía con su expareja se lo dedicaría para su vivienda o para el cultivo, la respuesta fue clara. Su casa desapareció para convertirse en lo que hoy es el establecimiento de Kaiken Cultivo Natural. 

Puertas adentro, en la habitación contigua a lo que solía ser su dormitorio, se encuentra la sala de incubación, primer paso para la producción de gírgolas, donde los bloques con el micelio de paja de trigo son inoculados a 24°C durante 20 días, luego las bolsas viajan hacia la sala de fructificación. 

Una oleada de humedad recibe a los bloques inoculados en la sala de fructificación ubicada al fondo de su casa. El galpón de 70m2 que marcó el inicio de Kaiken Cultivo Natural está totalmente equipado para el desarrollo de gírgolas, compuesto por estanterías de bloques de trigo y caños de agua que sobrevuelan la sala para asegurar que el hongo permanezca a más de 80% humedad, constante riego, con 12 horas de luz y 12 de oscuridad, manteniendo un equilibrio entre ambos. La sala se mantiene entre 18°c y 20°C para que las gírgolas salgan de sus semillas, proceso que demora de 10 a 20 días.

“Yo tengo hongos todo el año por el sistema de enfriamiento en el que invertí, pero muchos pequeños productores no llegan a tener y no pueden controlar la temperatura y el hongo depende de eso. Es una inversión muy grande que a no ser que seas un capitalista o un enamorado de esto, es una inversión que difícilmente la recuperes pronto. Es una forma de vida que una vez que vos hiciste la inversión, el recupero pasa por otro canal”, cuenta el productor mientras cierra la puerta de la sala de fructificación. 

Los hongos pertenecen al reino Fungi y, por lo tanto, su tratamiento es diferente al tratamiento de una planta o vegetal. El proceso de cultivo y de cosecha se realiza enteramente de manera manual y delicada. Por semana el cultivo cosecha alrededor de 100 kilos de gírgolas. Cada bolsa que contiene el hongo dura alrededor de 2 meses teniendo entre 2 o 3 oleadas de hongos.

Una parte de la producción es destinada a su venta en fresco y se la conserva en cámara de frío donde permanecen a 2°. Otra parte, es llevada a la secadora “made in Kaiken” como la describe Nacho. La secadora “made in casa” tarda tres días en secar las gírgolas. Con la futura adquisición de una nueva secadora, más eficiente ,se lograría un aumento en la producción y reducción en los tiempos, lo que antes tardaba tres días en secar, podría ocurrir en 24 horas.  

Una parte de las gírgolas secas se envasan y las que no, se muelen, no hay desperdicio. El polvo luego puede ser utilizado para consumir en el hogar como condimentos o es comercializado para hacer suplementos dietarios. 

“En Argentina no existen máquinas para los pequeños y medianos productores, se pasa de una máquina pequeña a una industrial.  Afuera hicieron equipos chiquitos, medianos, grandes y los industriales. Industrias grandes tenemos muchas pero medianas o pequeñas no hay”, señala el productor como una de las grandes falencias que tiene argentina en su entramado económico. 

La cocina se convirtió en la sala de etiquetado y envasado de los productos secos. Allí se encuentra Roxy, con su cofia blanca, delantal azul, sellando las bolsas al ritmo de la música que transportan sus auriculares blancos. Yo lo que hago es venir a aliviarlos, vengo durante la semana y les dejo todo empaquetado y etiquetado para que preparen pedidos y se los lleven”, indica Roxy, oriunda de San Juan y madre de Cecilia quien trabaja en administración. 

Las tareas que hoy realiza un equipo de trabajo estaban a cargo de dos personas que se repartían las tareas de mantenimiento, cosecha, fructificación, envasado y entrega de productos. En la actualidad no existe un convenio laboral reglamentado por la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) destinado a los pequeños y medianos productores de hongos: “El compromiso que tiene Kaiken es que persona que ingresa a esta familia, forma parte de la familia. Somos un grupo de laburo que trabaja juntos. Las estructuras jurídicas que hoy existen en el marco laboral acá no existen. No somos una empresa”, comenta el productor. 

A través de INAGRO pudieron participar de la Mesa de hongos realizada durante la pandemia, en la que se pidió que las pequeñas producciones de menos 200 m2 fueran contempladas en el convenio laboral, ya que en comparación a la grandes champiñoneras que tiene una mayor producción y tecnología, los pequeños y medianos productores no podían hacer frente a los costos. El convenio realizado es especializado, divide las tareas y no contempla a los pequeños productores cuyas tareas son comunitarias. El sector se encuentra en constante disputa para poder lograr un convenio capaz de disputar los sueldos, mejoras salariales, pero desde la economía popular. 

El depósito de productos solía ser el dormitorio de Nacho. La cama, escritorio y decoraciones fueron reemplazados por estantes y cajas etiquetadas con productos que comercializan. También se leen cajas que pertenece a otras marcas, “Saros” es una de ellas: es un emprendimiento cuyo envase y etiquetamiento queda a cargo de Kaiken, que realiza trabajos para terceros para que puedan consolidar su lugar en el mercado y ampliar aún más la cadena de valores entre los productores. 

El cultivo estuvo siete años sin prosperar ya que la semilla no crecía “Tuvimos que sí o sí ir al gran productor de semilla de la argentina Gertisem.”, señala Nacho como otra de las problemáticas con las que se encuentran los pequeños y medianos emprendedores, vinculada al mantenimiento de la cepa, sin una modificación genética, con las cepas preservadas y que no haya ningún tipo de contaminación plausible. Para febrero del 2020 Kaiken Cultivo Natural estaba casi fundido.

Durante la pandemia, se realizó un cambio rotundo en la venta de sus productos, pasó de vender a restaurantes a granel a vender al consumidor final. En ese momento se consolidó el proyecto al tener un retorno suficiente.

Los hongos comestibles son los únicos que se pueden comercializar en el país y en ese grupo entran los champiñones, las gírgolas y los shiitakes, todos poseen sustancias betaglucano, utilizadas en terapias para prevención del cáncer y para favorecer el sistema inmunológico ante afecciones inmunodepresivas o autoinmunes. El reino Fungi en el Código Alimentario Argentino casi no es contemplado. El hongo no es considerado como un suplemento dietario como sí lo son la lavanda o la manzanilla. 

Kaiken Cultivo Natural y todos sus productos se basan en hongos. El futuro de la marca consiste en ampliar el cultivo con otro tipo de hongos como la melena de león o el shiitake y lograr ingresar a su producción algunas verduras orgánicas disecadas. 

Uno de sus productos de Kaiken es el kit de autocultivo de gírgolas, pensado para vivir la experiencia de producir, cosechar y consumir hongos en casa. El bloque rectangular de aproximadamente 1.250 kg de sustrato ya inoculado con el micelio da entre dos o tres oleadas. Se debe rociar con agua de tres a seis veces por día y el proceso demora aproximadamente 45 días.

Investigación, producción y expansión

El ruido de los taladros, sierras, martillazos, más el ir y venir de los obreros marcan la expansión del establecimiento: construir una planta productiva de alimentos y una planta dedicada a un laboratorio de medicina y fitoterapia. 

Nacho junto a un equipo integrado por bioquímicos y agrónomos conformaron la cooperativa de trabajo FUNGICAN.  El proyecto pretende generar una economía circular y la integración de la cadena productiva utilizando la misma generación de componentes para el desarrollo de alimentos. En el tratamiento del hongo se concentran sus propiedades. Uno de los objetivos de la cooperativa es extraer esas propiedades y colocarlas en la producción de alimentos.

En ese marco se encuentra el proyecto de producir aceite de cannabis y usarlo para producir alimentos. Este es un trabajo en conjunto con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), ya que se debe incluir a los biocompuestos en la lista 2 de suplementos dietarios para poder empezar a trabajar. “¿Qué problema habría si yo un aceite de canabidol (CBD- parte medicinal del cannabis) lo mezclo con chocolate? ¿Cuál es el problema de que el CBD esté en un alimento? 

Queremos democratizar el cannabis y que todos los pequeños productores hagan cannabis, pero ¿Cómo hacemos eso? Tenemos que trabajar en la normativa, para bajo”, cuenta Nacho sobre el proyecto presentado al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), y a los ministerios de Agricultura y de Ciencia y Tecnología de la Nación. Se quiere lograr una simbiosis entre la producción de hongos y la producción de cannabis, una vez que se cuente con la normativa legal para realizarlo. 

FUNGICAN se basa en traccionar pequeños productores tanto de plantas de cannabis como de hongos y poder agregarle valor. La cadena de valor es conformada por pequeños y medianos productores que velan por sus intereses como también por los de sus compañeros y compañeras. Los proyectos propuestos por Kaiken Cultivo Natural y por FUNGICAN buscan generar y ampliar una cadena de valor regional, ya que son proyectos regionales con expansión a la exportación y al mercado interno.

Tras un periodo de épocas malas, Kaiken Cultivo Natural pudo resurgir y establecer su lugar en el mercado. El proceso productivo, creativo y de distribución conlleva inversión, tiempo, conocimiento y dedicación, que son impresos en sus productos y en cada uno de ellos se puede encontrar la huella que deja el equipo de Kaiken Cultivo Natural. “El concepto de cooperativa es que no dependas de una persona. Creo en eso. Si el día de mañana no estoy quiero que esto siga. Es un concepto hermoso, en donde si no querés dedicarte más a esto, te retirás de la cooperativa, pero otros que quieran dedicarse podrán seguir. Es algo en lo que uno cree y quiere que trascienda”, concluye Nacho. 

Una ley que protege al medioambiente y a las relaciones laborales

Una ley que protege al medioambiente y a las relaciones laborales

La Ley de Envases con Inclusión Social, impulsada por las cooperativas de reciclado, permitiría reducir la cantidad de plástico que se produce en nuestro país y, al mismo tiempo, fortalecer a las organizaciones de cartoneros y cartoneras. Espera su tratamiento en el Congreso.

En el Centro de Reciclaje de Avellaneda se reciclan toneladas de residuos sólidos urbanos.

En Argentina se producen todos los días 50 mil toneladas de residuos. La mitad de ellos termina en alguno de los 5.000 basurales a cielo abierto que hay en el país, o en un relleno sanitario. Alrededor del 20 por ciento de los residuos sólidos urbanos generados son envases post consumo y se consumen 1,8 millones de toneladas de productos plásticos por año, con un promedio de 42 kg por habitante.

Frente a esta realidad cobra gran relevancia el proyecto de la Ley de Envases con Inclusión Social que fue presentado en el Congreso el pasado 3 de junio. El proyecto, elaborado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible junto a la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores, establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión integral de los envases -antes y después del consumo- en todo el país con el objetivo de prevenir y reducir su impacto sobre el medio ambiente. Del mismo modo, introduce el principio de responsabilidad extendida del productor e integra de forma prioritaria en la cadena de gestión a las trabajadoras y trabajadores recicladores.

La industria del reciclado y de cooperativas encargadas del reciclado de residuos sólidos urbanos son una pata fundamental de esta iniciativa, en pos de disminuir la contaminación ambiental. En la actualidad, se estima que se recupera como máximo un 10% de los residuos generados.

 

 

Agustina Legasa, es economista, concientizadora y activista ambiental, creadora de @blondaverde. En su cuenta busca concientizar y difundir información sobre residuos, reciclaje, compostaje y diversas temáticas que abarcan la contaminación y problemáticas ambientales. “La Ley de Envases es necesaria para que las empresas incorporen el costo ambiental de los productos que insertan en el mercado, de tal manera que se reconfigure hacia nuevas estrategias con envases y empaquetado más circulares”, afirma y agrega: “Actualmente, existe un sistema informal de recolección y comercialización impulsado por los recuperadores, por lo que esta ley serviría para formalizar, potenciar un sistema de reciclaje inclusivo, financiado por quienes introducen los productos en el mercado”.

La implementación de esta ley tendría grandes beneficios como lo son potenciar la industria recicladora nacional y centrar el foco en el reciclaje de materiales, lo que llevaría a que se disminuya la cantidad de desechos y materiales, evitando así el costo ambiental y económico asociado. “Este proyecto de ley tiene objetivos ambientales, sociales y económicos con beneficios tanto para el sector privado, el público y para la economía popular. Esta ley es el camino, un paso necesario y urgente, para empezar a hablar de reciclado en serio en el país”, asegura Legasa. Adicionalmente, la norma que se debate se enfoca en formalizar el trabajo de los recuperadores que se dedican a esta actividad, desarrollando fuentes laborales en condiciones adecuadas, para que ninguno deba trabajar en un basural a cielo abierto o en otras zonas de la ciudad.

Reciclar para vivir

Recuperadores Urbanos del Oeste es una cooperativa de reciclado formada por recuperadores y recuperadoras ambientales, dedicada al procesamiento de residuos sólidos urbanos secos. Sus propios protagonistas manifiestan que la tarea que realizan día tras día no es únicamente una forma de supervivencia, sino un servicio público para la Ciudad. Esta organización obtuvo como fruto del esfuerzo y el trabajo dos sedes, una en Caballito y otra en Villa Soldati. En esta última se halla el Centro Verde Varela, en el que se separa y procesa todo el material que se recicla, para que luego vuelvan a ser reinsertados dentro del circuito productivo como materia prima. El Centro Verde de Recuperadores Urbanos del Oeste recupera aproximadamente más de 60 toneladas de material reciclable de ocho barrios de la Ciudad por día.

El objetivo de los Recuperadores Urbanos del Oeste consiste en coordinar en conjunto con distintos actores de la ciudad para de esta manera colaborar en el manejo de los RSU de forma más racional y responsable. Desde la cooperativa no solo resignifican con su trabajo diario la tarea de “reciclar para vivir”, según reza su slogan, sino que también promueven el compromiso comunitario, la conciencia ambiental y la protección del ambiente. La tarea que llevan a cabo resulta muy importante en la lucha contra la contaminación, ya que si no dichos residuos terminarían en rellenos sanitarios. Las tareas están repartidas y organizadas en grupos, cada reciclador tiene asignado un recorrido fijo; y en promedio cada uno recicla por mes una tonelada de residuos sólidos. Se estima que recogen 70 kilos por bolsón.

“Es necesario que se ponga en valor la tarea que realizan millones de recicladores para que se los reconozca como el primer eslabón de la cadena medioambiental. Creemos que la acción asumida por la Cooperativa debe ser reconocida y valorizada, puesto que además de encargarse de la separación y reciclado, desarrollamos una intensa actividad ambiental, que construye conciencia y también plantamos especies autóctonas, favoreciendo el espacio que habitamos”, señala la cooperativa.

Las cooperativas, cómo la de Avellaneda, son una pata fundamental de la Ley de Envases con inclusión social. 

El compromiso de la organización no solo es en pos del reciclaje, sino que también le da una gran importancia a la formación de los recuperadores a través del plan de capacitación y profesionalización ambiental, destinado a contribuir con la formación de los recuperadores. La cooperativa tiene un rol activo en las calles, es por eso se movilizan y concurren a diversas marchas para defender su labor y exigir al Estado la protección de la industria del reciclado. Entre los reclamos se halla la protección a la industria del reciclado, ya que de ella dependen alrededor de 150 mil familias.

Es por esta razón que la ley de Envases con Inclusión Social sería un elemento necesario y de gran ayuda para las cooperativas, recicladores, y para la sociedad argentina en su conjunto. El proyecto de ley ya fue presentado en Diputados en el 2021, por lo que debe pasar por diversas Comisiones donde pueden llegar a incluirse modificaciones y luego sí se debe debatir en el recinto. Aunque, según Agustina, uno de los grandes obstáculos para que esto suceda es el lobby de las principales marcas “empaquetadoras” para evitar que el proyecto llegue a debatirse: “el año pasado vimos una gran jugada en medios, donde buscan asustar a la población con un “impuestazo”, con un impacto en precios que si leen el proyecto queda claro que no es posible que ocurra. “Hay que traer este tema a la mesa, que todas las personas sepan de qué estamos hablando cuando hablamos de la Ley de Envases, cuáles son sus beneficios y sus posibles impactos reales. Y hay que exigirle a nuestros legisladores que se sienten a debatirla, que queremos escuchar qué opinan también, más allá de su aprobación”.