Trabajadores despedidos, víctimas sin derechos

Trabajadores despedidos, víctimas sin derechos

El gobierno de Milei echó al 26 por ciento del personal de la línea 137, que atiende casos de violencia sexual y familiar, incluidas la explotación de niñas, niños y adolescentes y el grooming.

Desde que asumió la gestión libertaria, la línea 137 del Ministerio de Justicia de la Nación, que brinda asistencia los 365 días del año a las víctimas de violencia sexual y familiar, está siendo vaciada de personal y, por tanto, dejando de garantizar derechos a quienes requieren de asesoramiento legal, psicológico y administrativo.

De diciembre a hoy son 19 los profesionales despedidos sin justificación del Programa las Víctimas contra las Violencias de la línea 137, lo que representa “el 26 por ciento del total, mientras que el resto enfrenta una incierta situación laboral con vínculos contractuales hasta junio de 2024”, señala el petitorio de los trabajadores a las autoridades de la cartera de Justicia en reclamo por su reincorporación inmediata.

El programa existe hace 18 años, tiene alcance nacional y es gratuito. Está conformado por un equipo interdisciplinario de psicólogos, abogados y trabajadores sociales que, en articulación con redes de acompañamiento y contención territorial, es el que actúa ante situaciones de violencia y urgencias.

El vaciamiento comenzó el 29 de diciembre. Ese día, dos trabajadoras de la línea 137, a través del Sistema de Gestión Documental Electrónica, (GDE), recibieron un mensaje de un renglón en el que las informaban que su contrato no sería renovado. En ese momento, una de ellas estaba acompañando a una mujer embarazada y la otra asistiendo a una adolescente que había sido abusada sexualmente.

 

Mariana Vázquez es trabajadora social y estaba con licencia por ART cuando la despidieron después de 12 años. Se enteró en Semana Santa a través de la lista que circuló por el GDE. “Hasta el momento no tengo telegrama de despido ni notificación”, afirma.

Ella fue una de las profesionales que brindó capacitación a la Policía Federal en materia de género. “Desde el programa pudimos armar una cátedra en la que capacitamos tanto en la Universidad de Rosario como en la Escuela de Cadetes de la Policía Federal, en Villa Lugano, y en la comisaría de Chacarita”, cuenta. Con la línea 137, además, se encargaba de las formaciones del Ministerio Público Fiscal y de instituciones de salud como el Garrahan y el Hospital Elizalde, donde se atienden en su mayoría niños, niñas y adolescentes.

En el petitorio que presentaron los trabajadores de la línea 137, también exigen la garantía de estabilidad laboral y derechos para todos sus pares del Programa las Víctimas contra las Violencias, y el compromiso de las autoridades del Ministerio de Justicia de “velar por la integridad y continuidad de los programas estatales destinados a combatir la violencia familiar y sexual, reconociendo su importancia en la protección y asistencia de las víctimas”.

Según el Portal de Datos Abiertos de la Justicia Argentina, en el último año se recibieron más de 6.100 llamados a la línea 137 por violencia familiar.

Laura Boggon es psicóloga, trabaja en el programa desde 2010 y es delegada de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE). Explica que la iniciativa de este acompañamiento surgió como respuesta a la necesidad de asistir a las mujeres victimizadas sexualmente en la vía pública. “Cuando las víctimas acudían a hospitales o comisarías, las revictimizaban. En ese contexto, la psicóloga Eva Giberti, actual coordinadora del programa, creó lo que devino en las Víctimas contra las Violencias, que trabaja tanto en situaciones de violencia familiar como sexual”, detalla Boggon.

Según el Portal de Datos Abiertos de la Justicia Argentina, en el último año se recibieron más de 6.100 llamados a la línea 137 por violencia familiar. En estos casos “se necesita el acompañamiento de un equipo para hacer una denuncia en la oficina correspondiente, o trasladar a la mujer que salió de su casa, o cuando los chicos y chicas quedan con el agresor. Entonces, denuncia mediante, asistimos para que autoricen a retirar a los niños. Solemos acompañar todo ese proceso –comenta Boggon–. Cuando son situaciones de violencia sexual, ya sea que actúen fiscalías o juzgados, también piden nuestra intervención, que vayamos al lugar donde está siendo asistida la persona, y hacemos un informe que pasa a formar parte del expediente judicial. En una segunda instancia nos citan para dar testimonio en los juicios. Hay un despliegue para brindar la mayor protección que puede lograrse y que no estemos marca la diferencia”.

La línea 137 es federal y brinda asistencia en todo el país. Los equipos profesionales tienen dos sedes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la metodología ha sido replicada en Chaco y Misiones. “Los llamados que llegan de otras provincias se intentan articular con el 911 de ese lugar donde está ocurriendo el hecho, para dar protección a esa persona. A veces nos encontramos con la traba de que quien llama no se anima a dar sus datos o tiene miedo, muchas veces son vecinos y no quieren quedar expuestos. Entonces, desde el programa, relatamos lo que se nos informa, los aspectos que vulneran los derechos de niñas, niños y adolescentes, y elevamos un acta que es enviada a los organismos locales de protección. No es una denuncia, pero es informar para que se comience a intervenir”, puntualiza Boggon.

El Ministerio de Justicia de la Nación todavía no responde al reclamo de reincorporación de los despedidos de la línea. Sus trabajadores, mientras tanto, sostienen reuniones gremiales y actividades para visibilizar el conflicto, como una radio abierta y la proyección del documental de la línea Cada 30 horas de la directora Alejadra Perdomo. “Desde la gestión manifiestan interés en el programa, pero lo están vaciando de personal –refiere Boggon–. No sé cómo pretenden que se mantenga cuando es un trabajo de 24 horas, todos los días, en torno a una temática tan compleja”.

«La deuda se paga devaluando el trabajo femenizado»

«La deuda se paga devaluando el trabajo femenizado»

Trabajadoras de Télam, la CGT, la CTA, la UTEP y del colectivo Ni una menos debatieron sobre sindicalismo y feminismo en un acto realizado en el acampe que realiza la Agencia Nacional de Noticias.

Ayer, lunes 6 de mayo, se llevó adelante a las 17.30 una charla debate con la consigna La deuda es con nosotras y nostores en el acampe por la defensa de la Agencia Nacional de Noticias Télam, en Bolívar 531. Asistieron representantes de la CGT, CTA, UTEP, Ni una menos y SipreBA.

Al horario convocado, se reunieron varias trabajadoras en la vereda, entre mates, saludos y algunos pañuelos verdes. Alrededor de las 19, comenzó oficialmente la charla con un homenaje a la reportera gráfica de Télam, Luciana Granovsky, a un año de su partida. Se proyectó un video que recopila registros de mujeres y diversidades que fueron coberturas de Télam. También, en la vereda, se encontraban exhibidas notas de la agenda feminista y transfeminista que fueron llevadas adelante por la agencia en los ultimos años.

 

Panel

La mesa, con carteles que decían “Defendamos Télam”, estuvo compuesta por cinco mujeres, cada una representando a una agrupación distinta. Escuchándolas se encontraban alrededor de 30 personas reunidas en la vereda de calle Bolívar, en su mayoría mujeres. Algunas gotas de lluvia caían, pero no se robaban la atención de la charla.

La primera en tomar la palabra fue Luci Cavallero, del colectivo de Ni Una Menos. Habló de la importancia que tiene en el feminismo la mezcla con el sindicalismo: La agenda del sindicalismo cambió profundamente la agenda del feminismo y le dio un contenido de clase de una manera novedosa: poniendo en el centro a las trabajadoras de la economía popular”. Y explicó: Sindicalismo no sólo como el trabajo registrado, sino un sindicalismo feminista, que tiene como horizonte abrazar distintas realidades laborales, partiendo de que trabajadoras somos todas: todas las que hacen la cama, crían. Las que crían y además van a trabajar a Télam. Las de la economía popular”.

Cavallero sostiene que ese cruce entre feminismo y sindicalismo es el que permite poner en el centro a los feminismos luchando contra la deuda:En todos los lugares en donde está el Fondo Monetario, la deuda se paga devaluando el trabajo feminizado. Ya sea el trabajo no remunerado, la economía popular, el trabajo estatal, el trabajo en general de las mujeres”. Y cerró: No sólo se hace no reconociendo el trabajo que hacemos en el presente, también no reconociendo el trabajo que hicimos en el pasado. Pagar la deuda es algo que antagoniza con la posibilidad de avanzar en la agenda de los transfeminismos y los feminismos populares”.

Continuó la charla Dina Sánchez, secretaria general adjunta de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular. Al presentarla, le agradecen ya que junto a sus compañeros y compañeras, ha cocinado para los acampes de Télam. Al comenzar a hablar, Sánchez confiesa su angustia, y a medida que la charla avanza, por momentos se le quiebra la voz. Comienza diciendo: Hoy nos toca ver a nuestras compañeras, no solo no pudiendo llegar a fin de mes, también muy angustiadas de no saber qué hacer. Esas conquistas que fueron fruto de nuestras luchas, hoy están siendo avasalladas brutalmente’’. Y agregó que la Ley de Bases, con las moratorias y la baja del monotributo, de verdad nos pega directamente. Tenemos compañeras que trabajaron toda su vida en economía popular, y que no pueden jubilarse”. “La feminización de la pobreza es real. Las trabajadoras de la economía popular en su mayoría son mujeres. Las que sostenemos esos espacios estamos angustiadas”.

Maia Valcovinsky, cosecretaría de derechos humanos de la CGT, afirmó: «La agenda es para poder llevar el pan a nuestra casa. Es por la dignidad. La posibilidad de desarrollo nuestro y de nuestros hijos. La podemos poner sobre la mesa nosotras, porque somos las que parimos. Sabemos el valor de eso que están destruyendo”.

 

«Conquistas fruto de nuestras luchas, hoy están siendo avasalladas brutalmente’’, afirmó Dina Sánchez.

¿Qué significa?

Otra de las panelistas fue Leonor Cruz, representante de la CTA. Al comenzar a hablar promete ser breve : “Se me activa el chip de madre y veo que están todas abajo de la lluvia y digo: se me van a enfermar’’, confiesa con ternura. “La deuda es con nosotras y nosotres significa que las compañeras no comen en una mesa en su casa, comen con sus hijos en comedores y merenderos. Implica a nuestras compañeras que no pueden salir de la calle, a las que nunca van a llegar a la jubilación. Implica años de hambre en nuestros barrios. Nuestros pibes sin futuro. Nuestras pibas con violencia”.

En este sentido, Cavallero sostiene: “Cuando decimos que la deuda es con nosotras, lo que estamos diciendo es que ellos nos deben el reconocimiento del trabajo comunitario, nos deben salarios por arriba de la inflación. Nos deben el acceso a una vivienda digna. La deuda se paga a costa de nuestros cuerpos, a costa de nuestros territorios”.

 

Télam y la lucha feminsita

Para Cavallero, “cuando nosotras empezamos a hablar un lenguaje que discutía con el modelo económico, que se metía con la distribución de la riqueza, que decía que la deuda se pagaba a costa de nuestros derechos, los medios de comunicación concentrados, empezaron a hacer una campaña de boicot, a silenciar las marchas, no las cubrían”. Y afirma: “Télam siempre estuvo ahí, siempre hizo todo lo contrario a lo que hacen los medios concentrados”. Sostiene que los medios concentrados, intentaron una y otra vez reducir la lucha del movimiento feminsita a la violencia de género, sin hablar de cómo la violencia de género está relacionada con la violencia económica. Sostiene: “No se puede salir de la violencia sin autonomía económica. Si el Estado no invierte en salud, en educación, si no reconoce el trabajo comunitario, no hay forma de salir de la violencia de género. Esa es la parte que los medios concentrados recortan. Por eso vamos a defender a Télam. No hay una causa más feminsita que defender a Télam”.

Feminismo combativo

Sánchez hace hincapié en la importancia de salir de lo corporativo y unificar las luchas. Afirma: “Es necesario llorar, descargarnos, pero volver a cargarnos colectivamente. Como lo venimos haciendo hace muchos años. Lo que se está jugando es el retroceso de derechos y conquistas que ya teníamos”. Y agrega: Hay que defender a Télam, a las compañeras del Estado, a las trabajadoras de la economía popular, a esas mujeres que no están organizadas’’. Y cierra diciendo: “Defendamos todo lo que haya que defender”.

Cruz sostiene: Cada una de nuestras consignas tiene sentido y valor político. Por eso es necesario y urgente salir a discutir con nuestras compañeras. El 9 tenemos un paro, debemos garantizar el paro. Nos andan preguntando: ¿dónde anda el feminismo combativo? Que vengan a Télam que les vamos a decir dónde está el feminismo combativo. ¿Dónde están las centrales? En la calle, en los sindicatos, construyendo solidaridad. Volviendo a construir ternura ante la perversidad y la crueldad de un gobierno fascista que nos viene a decir que nos salvemos solas”.

El miércoles 8, el colectivo Ni una Menos, convoca a una acción callejera en el congreso, con la consigna «Ni una jubilada menos«, que surge como una accion feminista contra la Ley Bases.

«Las mujeres tenemos que tomar las riendas de un movimiento social»

«Las mujeres tenemos que tomar las riendas de un movimiento social»

El colectivo NI Una Menos organizó un conversatorio para discutir sobre el contexto actual, marcado por la crueldad, con la presencia de la intelectual Rita Segato.

La antropóloga y escritora Rita Segato participó del conversatorio Combatir la crueldad, organizado por el colectivo Ni Una Menos el viernes 12 de abril en el auditorio de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), en el corazón del barrio de Balvanera. El motivo del encuentro fue pensar en clave feminista el contexto actual, marcado por la crueldad, y discutir las estrategias de lucha y resistencia. “Nosotras, las mujeres, tenemos que tomar las riendas de un movimiento de la sociedad para superar las lógicas que hoy se nos imponen”, resaltó.

La actividad fue transmitida en vivo por YouTube. La sala Eva Perón, con capacidad para 170 personas, estaba desbordada por un público, en su mayoría, femenino. En el escenario seis oradoras acompañaban a Segato, entre ellas, Lucia Cavallero, del movimiento Ni una Menos y organizadora del evento, que fue la encargada de la apertura: “Lo que queremos hacer es crear un espacio para que los trabajadores puedan pensar sus propias prácticas políticas”, señaló antes de pasar a la lectura de un escrito sobre la situación actual de los empleados del Estado por parte de Clarisa Gambera, secretaria de Género y Diversidad de ATE. Luego llegó el turno de la autora del libro Contrapedagogías de la crueldad.

La ponencia de Segato duró poco más de 40 minutos y dejó un análisis profundo del momento actual en el que los despidos y recortes en materia de subsidios, avalados por gran parte de la sociedad, son moneda corriente. Durante la exposición resaltó que “la crueldad es una lógica que se reproduce en busca de un supuesto bien común, es la cosificación de la vida que pregona la aceptación del dolor y de la muerte como cosas que forman parte de la existencia y no pueden evitarse, es el acostumbramiento al sufrimiento”. 

Que la mujer del mañana no sea como los hombres que estamos dejando atrás.

Rita Segato

Al referirse al gobierno y su llegada al poder, la intelectual dijo: “Hay un resentimiento en la sociedad porque no se han cumplido las promesas de la modernidad ni las de la democracia y Milei lo supo capitalizar” y en esa línea realizó una crítica al área comunicacional que no fue capaz de generar una conciencia superadora. Además, resaltó la necesidad de revisar los intereses fundacionales del Estado, no solo en Argentina sino en toda América Latina. En cuanto a las estrategias de lucha y resistencia, revalorizó el papel del humor como antídoto ante el avance de las derechas neoliberales y en ese sentido Leonor Cruz,  secretaria de Géneros y Diversidades de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A), revalorizó la ternura política y transformadora cómo vehículo sanador y potencial para combatir la crueldad y señaló: “Es necesario que el movimiento haga críticas y no permitir que la precarización se normalice y posibilite que los despidos se hagan con esta facilidad”.

Dina Sánchez, secretaria general adjunta de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), resaltó la necesidad de rescatar las experiencias previas de resistencia y lucha porque “hay que seguir organizando la bronca y el territorio, pero con una lógica de abajo hacia arriba”.

Antes del cierre hubo unos minutos en donde algunos participantes alzaron su voz y señalaron algunos puntos de la exposición. Entre otras cuestiones, un integrante del colectivo Zaguán TranSindical – Frente de Travajadorxs Travestis-Trans No Binarios (TTNB) en el Estado detalló la situación del colectivo frente a la ola de despidos que busca recortar el cupo laboral logrado a través de la ley. Antes del cierre Rita Segato retomó la palabra para contestar algunas dudas planteadas. Resaltó la potencialidad de la organización feminista y de las mujeres para realizar una verdadera transformación. El encuentro terminó con una advertencia de la antropóloga para lograr el objetivo: “Que la mujer del mañana no sea como los hombres que estamos dejando atrás”, el público la despidió entre aplausos y el canto: “Unidad de las trabajadoras y al que no le gusta que se joda que se joda”.  

Condenaron al exDT del Boca femenino

Condenaron al exDT del Boca femenino

Jorge Martínez recibió un año de prisión en suspenso por abusar de la e jefa de prensa de la institución, Florencia Marco, quien llevó adelante la denuncia después de que el Departamento de Igualdad del club no se acercara a protegerla.

Este miércoles, en los tribunales de Comodoro Py, el juez Sergio Paduczak dictó sentencia por el juicio iniciado por Florencia Marco, exjefa de prensa del Club Boca Juniors, contra el exentrenador del equipo femenino, Jorge Martinez, por abuso sexual simple. El acusado fue sentenciado a un año de prisión en suspenso al ser considerado culpable y, en el plazo de tres años, deberá realizar un taller de integridad sexual, trabajos sociales y se le prohibió todo tipo de contacto con Florencia Marco, cuya denuncia fue, finalmente, escuchada. Durante cuatro horas, antes de la sentencia, las partes desarrollaron sus alegatos. 

Flor Marco llevaba once años como jefa de prensa, a cargo del cuidado de la imagen de  Boca hasta que Jorge Martinez, en enero del año 2022, asumió como DT del equipo femenino. A los dos meses de que el nuevo DT había ingresado, Marco fue víctima de abuso según se probó durante el juicio. Luego de varias situaciones de acoso verbal y físico, Florencia afirmó que el hecho tuvo lugar el 30 de marzo de 2022 cuando Martínez se acercó a ella y le tocó el glúteo derecho con la excusa de sacarle el celular del bolsillo trasero. 

Marco, en varias ocasiones, acusó a la institución de mirar para otro lado y de no protegerla. De hecho, cuando realizó la denuncia ante el Departamento de Inclusión e Igualdad de la institución, se limitaron a ofrecerle una licencia con goce de sueldo, corriendo a la víctima de su lugar laboral en vez de accionar con el acusado quién continuaba asistiendo y realizando la labor de su empleo. Tras un año de no ser escuchada, la exjefa de prensa decidió acudir a la Justicia, y, con el caso ya bajo la mirada de todo el público fue que Boca decidió tomar cartas en el asunto, desplazando de sus funciones a Martinez, al ver perjudicada la imagen del club. Sin embargo, en reiteradas ocasiones, Florencia afirmó que ninguna autoridad de la institución se comunicó con ella. ‘’El error fue minimizar todos los hechos por no saber cómo tratarlos’’, sostuvo la abogada de Marco, Andrea Lucangioli, durante el alegato.

En septiembre de 2021, Boca informó la aprobación del Protocolo de Prevención y Acción Institucional en casos de discriminación, acoso y violencia por razones de género y/u orientación sexual dentro del club; protocolo que busca sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres pero que no se puso en práctica ni protegió a la víctima, según sostuvo Lucangioli durante el juicio.

Se hizo justicia. Los gritos que se escucharon en la sala después de la lectura del fallo dejaron en claro la aprobación del público. Del lado de Marco, las mujeres que estaban allí sentadas se lanzaron hacia ella para celebrar el resultado, mientras la denunciante se fundía en un abrazo con su abogada. Entre festejos y agradecimientos, finalmente, Marco dejó la sala.

 

¿El sexting es sinónimo de libertad o un nuevo mandato?

¿El sexting es sinónimo de libertad o un nuevo mandato?

Valentina Arias escribió “Mandar fotitos. Sexting, imagen y sexualidad en la era digital”, donde analiza sin prejuicios ni estigmas el fenómeno de envío de imágenes eróticas como una práctica cotidiana ya establecida.

Mandar fotitos. Sexting, imagen y sexualidad en la era digital (Eduvim y UNRN, 2023) es el nuevo libro de Valentina Arias, licenciada en Ciencias de la Comunicación, doctora en Ciencias Sociales y docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo. Nacida en Mendoza, la escritora también es becaria postdoctoral en el CONICET y posee un Magíster en Psicoanálisis por la Universidad del Aconcagua.

En la investigación la autora propone tomar el fenómeno del sexting como objeto de estudio desde una perspectiva analítica por fuera de discursos estigmatizantes: “En líneas generales siempre se trabaja el tema desde las ciencias jurídica, para pensar en todas las consecuencias legales que puede tener la práctica, o desde el punto de vista de la psiquiatría o la psicología conductual donde dan por supuesto que el sexting es una práctica de riesgo”, explica la autora. 

A lo largo de cinco capítulos, Mandar fotitos hace un recorrido histórico del sexting hasta las disyuntivas que se presentan en la actualidad en relación con testimonios de mujeres de entre 18-15 años. ¿Es realmente una actividad libre de mandatos? ¿Qué pasa con aquellas mujeres que no lo practican?

¿Cómo nació la idea?

El libro es una reescritura de mi tesis de doctorado en Ciencias Sociales que inicie en 2015 y termine en 2020. Yo veía que el sexting se practicaba pero en ámbitos públicos se hablaba muy poco así que me pareció que era una buena oportunidad para indagar sobre la práctica. Cuando comentaba lo que estaba estudiando a todo el mundo le parecía interesante por lo que me pareció que se podía bajar esa tesis a un libro con un corte más de divulgación. En parte, esa es la idea del libro: presentar un cuadro descriptivo sobre la práctica del sexting específicamente en mujeres cisgénero en vínculos heterosexuales, ya que todas las chicas que entrevisté me relataban relaciones con varones. Si bien el libro tiene ese recorte de alguna manera yo espero que aquello que se relata como los placeres, los miedos y las tensiones que tienen al sextear, puedan ser extensivas también a otras formas de sexualidad no binarias.

 

Las distintas formas de establecer un vínculo con una pareja ¿son reconfiguradas por los medios digitales?

Sin duda, los medios digitales, incluyendo el teléfono, las redes sociales, las aplicaciones, internet, etcétera, modifican profundamente las maneras en las que nos relacionamos. En particular por la cuestión de la fotografía. A lo largo de la historia, las tecnologías de la imagen se han puesto rápidamente al servicio de la sexualidad y el erotismo. En ese sentido no hay nada nuevo. Sin embargo, en el caso del teléfono inteligente este tipo de imágenes permiten su creación en cualquier lugar, de manera inmediata y de forma relativamente gratuita, una vez que tenés el aparato podes sacar cuantas fotos quieras. Hay una facilidad técnica para que estas imágenes circulen. Pero además existen ciertas características sociales y culturales que se modifican. Hoy vivimos lo que para muchos pensadores se denomina “cultura sexualizada”, la cual hace alusión a la circulación cada vez con menos resistencia de contenido antes comprendido como demasiado erótico o sexual. Esto se puede entender desde un punto de vista celebrante, más crítico y conservador o teniendo en cuenta otras posturas más matizadas, que en vez de celebrar o condenar, plantean analizar cómo está operando y que sucede con esto.

 

¿Cómo habría que mirar el fenómeno?

Cuando afinás un poco el ojo, podés darte cuenta de que no todas las imágenes sexuales son leídas igual. Por ejemplo, no es lo mismo una foto sexual de una chica de clase alta que otra de sectores más populares. Lo mismo ocurre con el tipo de cuerpo. Si condice con los parámetros hegemónicos de belleza contemporánea tiene una lectura; si la chica de la foto tiene un cuerpo no normativo habilita otra lectura diferente. Por lo tanto estamos en un momento de una cultura sexualizada que opera atada a determinados sesgos como la edad, el tipo de cuerpo, clase social, orientación sexual o la raza de la persona que aparece en la imagen. Hay facilidades técnicas que tienen que ver con el teléfono pero también sacarte fotos desnuda y mandársela a otra persona muchas veces va en línea con lo que propone la época. Hoy quizás lo transgresor es no mandar la foto.

Sin embargo, aunque está muy normalizado también es una actividad “secreta”, ¿puede ser?

Exacto. Siempre que se habla de sexting se tiende a hablar de las consecuencias negativas de la práctica, como la viralización de la foto. Por ejemplo, el año pasado surgieron en las noticias esos grupos en telegram de varones donde comparten imágenes. De ninguna manera quiero minimizar los riesgos que tiene, pero sí es importante darse cuenta que hay cierta naturalización del abuso. Está recontra normalizado que eventualmente tu foto va a ser usada sin tu consentimiento. Es importante hacer mucha concientización para que las chicas, sobre todo las jóvenes y las niñas, se cuiden porque son muy reales los peligros. No hay que minimizarlo. Pero también es necesario poner el foco en que cada vez que hablamos de sexting, estamos hablando de cómo cuidarnos. Que una foto circule sin tu consentimiento no está bien y no tiene que pasar. No deberíamos preocuparnos por que no se nos vea la cara o el tatuaje en una foto. Como horizonte deberíamos de llegar a un momento donde podamos hablar de sexting sin tener que estar todo el tiempo pensando en las prácticas de resguardo.

 

El remordimiento y la culpa

Arias hace énfasis en los discursos ya deslegitimados, como el famoso “para que salió vestida así”, en casos de acoso callejero o violación. Si bien estos dichos generan rechazo, sostiene que en el sexting siguen pasando: “Están estos cambios discursivos donde teóricamente las mujeres tenemos que ejercer nuestra sexualidad con todo el derecho y el placer que podamos, pero lo cierto es que hay una doble vara funcionando. Cuando la imagen llega a otras manos se tiende de nuevo a culpar a la mujer”, sentencia. A lo largo de las entrevistas notó cómo esa culpa también se internaliza: “Lo podés hacer pero te quedás con cierta culpa o remordimiento, te pones a pensar qué pasaría si se enoja la persona a la que le mande la foto”, ejemplifica. Mantiene que le resulta problemático el hecho de que las mujeres se queden con estas sensaciones. En muchos casos, aquellas que se dedican a la educación son las que más temen a la viralización de sus fotos. A pesar de que en la actualidad el sexting se rige por discursos de libertad sexual y el libre uso del cuerpo, parece ser una práctica que siempre trae consecuencias.

Introducís el concepto del “régimen visual contemporáneo” que determina lo que es deseable y lo que no. ¿De qué depende eso? ¿Influyen en gran medida los mandatos y estereotipos patriarcales? 

La idea de régimen visual es tratar de pensar que todas las formas de reaccionar frente a las imágenes que circulan no son naturales ni objetivas sino que son construcciones. Hay determinadas imágenes en determinados momentos que son dables a ver y otras que no. En el caso del sexting sucede que por más que haya una cuestión de la época acompañado de discursos body positive (mostrate como sos y ama tu cuerpo tal y como es) en la intimidad siguen operando criterios estéticos al momento de producir las propias imágenes. Si vos le preguntas a una chica como quiere salir en la foto las numeraciones siempre tienen que ver con un modelo hegemónico: que las tetas se les vean paradas, que no se marquen los rollitos, que no aparezca la papada, la celulitis, los pelos. La mayoría posee un saber informal, como el ángulo o la luz correcta, para que estos detalles no figuren. Esto permite poner en entredicho la cuestión de que vivimos en una época sin intimidad. En lo que refiere a las imágenes sexuales hay ciertas cosas que para las mujeres tienen que quedar fuera de la vista de la sociedad. De pronto la variable que modula lo que es íntimo, es una variable estética. Si es lindo y condice con el modelo, lo muestro. Si hay algo del cuerpo que no alcanza los parámetros de lo que se considera bello, lo escondo.

 

Termina condicionando la forma en la que nos percibimos.

Exacto. Es interesante dirigir la crítica cuando uno la ubica en cuáles y en qué sentido hoy sextear es también un mandato. Muchas chicas me comentaron: “Lo hago para que me deje de joder porque no para de insistirme’. Ahí es donde están los puntos críticos para analizar: ¿En qué medida el sexting, que es una práctica voluntaria y que teóricamente es recreativa y de disfrute, se puede convertir en un mandato? Cuando no lo hacés o no tenés ganas de hacerlo. Es interesante poner el foco de atención en las violencias que suscita y sobre todo en los aspectos negativos que les puede originar a las mujeres cuando no lo haces lo suficientemente bien, cuando no te sentís cómoda con tu cuerpo, cuando no tenés ganas y sentís que por ahí vos sos la del problema. Mientras del otro lado surge otro tipo de violencia en donde se empiezan a generar unas dinámicas súper machistas que de alguna manera u otra la mujer termina responsabilizarse por eso.

 

Valentina Arias recalca que las campañas de concientización sobre el sexting deben ser trabajadas desde una perspectiva de género orientada a una reducción de riesgos que, sobre todo, no responsabilice a la persona que comparte la foto. Además deben tener en cuenta el valor diferencial que tienen esas imágenes cuando el “blanco” es una mujer y no un hombre. Insiste: hacer circular fotos sin el consentimiento de la mujer es abuso sexual.

 

Unidas en la diversidad y ante la adversidad

Unidas en la diversidad y ante la adversidad

Madres, mujeres con discapacidad, trans, trabajadoras de la economía popuplar, jubiladas, adolescentes marcharon juntas en el 8M para protestar contra las políticas de Milei. ¿Cómo las afecta el ajuste?

Mery,  vendedora ambulante. 

“Desde que entró este presidente estoy mas preocupada porque no puedo conseguir ningún trabajo. Soy madre soltera y tengo una hija de 12 años que va a la escuela y en la secundaria me piden muchos materiales y no me alcanza la plata, pero no me dejo caer.”

Mariela Verzero, psicóloga especializada en casos de violencia sexual. 

«En el consultorio, que es el área donde más afecta el ajuste, las personas que atraviesan esta problemática no tienen el dinero para pagar la atención de las consecuencias de la violencia sexual. Y si trabajás por obras sociales, pagan a los 90 días. Cuando se cobra, el dinero ya se devaluó, no te sirve; la inflación se come ese aporte. Entonces, le impide a las personas acceder a la atención, y a nosotros a trabajar».

 

Victoria, mujer con discapacidad movil.

«El ajuste me pega no solo por la parte economica, que ya es algo muy dificil, si no porque el gobierno de turno usa términos horribles para nuestra comunidad. El presiendente se burla de los chicos con sindrome de dawn, uso palabras como ´mogólico´ para discriminar, me parece espantoso. Y, aparte de todo, las personas con discapacidad cada vez mas tenemos que luchar más para obtener nuestros medicamentos, lo mismo que los pacientes oncologicos. Es algo que a mi me ha golpeado desde el minuto cero».

 

Magda, jubilada.

«El ajuste me afecta dolorosamente por ser jubilada. Creo que merecemos tranquilidad a esta altura, habiendo trabajado toda la vida. Lo hicimos honestamente, entregando nuestro esfuerzo y, por lo tanto, queremos que nos retribuyan, que nos respeten como personas, y que nos den lo que necesitamos y merecemos.Esto que estamos pasando es una angustia».

 

Araceli Pasmera, trabaja en el Área de Desarrollo Social de Género y Diversidades del municipio de Escobar. 

“Hoy nos atraviesa el hecho que no podemos llegar a fin de mes, que nos viven violentando como colectivo trans y que el Estado se está volviendo cada vez más ausente. Vamos a seguir en las calles para visibilizarnos y no retroceder en cuanto a derechos conquistados”.

 

Vanina Beira, integra la Campaña Nacional por el Aborto Libre, Seguro y Gratuito.

«Esta vez vine por mi cuenta y traigo conmigo a todas las compas que mató este sistema patriarcal, que se viene reforzando día a día con gobiernos como el de Javier Milei, donde justamenete para conmemorar el Día de la Mujer, le quitan el nombre al Salón de las Mujeres. El ajuste es terrible: tengo 48 años y no consigo trabajo, agarro el auto y hago Uber, llevos mujeres nada mas porque llevar varones es una complicación».

 

Rocio (izquierda) y Croma (derecha), autoconvocadas.

«Este ajuste los estamos viviendo como el orto, con el trabajo, con el alquiler, con los precios de la comida. Nos quedamos sin laburo hace unos meses y nos quedamos sin casa tambien. Por suerte conseguimos algo por una persona con la que más o menos pudimos hacer un arreglo; pero la situación habitacional es un desastre, más después del DNU. Ya no te alcanza la guita.» 

Liliana (izquierda), docente e integrante la agrupación Nuevo Encuentro de la localidad de Presidente Perón; María Amelia (centro), referente del Plab FinEs  y Adriana (derecha), docente del Plan FinEs.

“Este 8 de marzo marchamos en un contexto de una pérdida total de la visibilidad de los derechos del pueblo. Siempre somos las femeninas las que estamos a la palestra de todo lo que es la economía social, popular y doméstica” afirma Liliana. Adriana agrega: «Son los alumnos quienes se ven perjudicados al no poder continuar con sus estudios frente a las actuales normativas del gobierno”. María Amelia completa: “No estoy a favor de todas las payasadas que está diciendo el presidente al burlarse de la legalización del aborto. Hoy vengo a defender los derechos de la educación y de las mujeres”.

 

Rocio, madre soltera.

«El ajuste me afecta porque no solo jamás llego a fin de mes si no tengo que estar midiendo entre criar a mi hija o salir a laburar por un mango más que tampoco alcanza para cubrir mucho. Tengo que poner en una balanza el tiempo que le doy a mi hija , estoy siempre contra la espada y la pared. A Milei le digo que salga más a la calle y que vea al pueblo, que nos estamos cagando de hambre».

 

Elizabeth, integrante del Grupo Afingheira y terapista ocupacional.

«El ajuste es tremendo, no llego a fin de mes, ni siquiera para poder hacer las cosas que me dan placer con mi cuerpo, como tocar el tambo o danzar. Es muy dificil seguir, estoy angustiada todos los dias».

 

Marcela Pedernera, integrante del Frente de Artistas del Hospital Borda.

«Todos los años preparamos una obra para presentar. Este año era en Chapadmalal pero no se va a dar, trabajamos todo el año para llevarla a escena y el recorte nos hace imposible poder viajar».