Por Juan Rossel
Fotografía: Valentina Gomez

El colectivo NI Una Menos organizó un conversatorio para discutir sobre el contexto actual, marcado por la crueldad, con la presencia de la intelectual Rita Segato.

La antropóloga y escritora Rita Segato participó del conversatorio Combatir la crueldad, organizado por el colectivo Ni Una Menos el viernes 12 de abril en el auditorio de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), en el corazón del barrio de Balvanera. El motivo del encuentro fue pensar en clave feminista el contexto actual, marcado por la crueldad, y discutir las estrategias de lucha y resistencia. “Nosotras, las mujeres, tenemos que tomar las riendas de un movimiento de la sociedad para superar las lógicas que hoy se nos imponen”, resaltó.

La actividad fue transmitida en vivo por YouTube. La sala Eva Perón, con capacidad para 170 personas, estaba desbordada por un público, en su mayoría, femenino. En el escenario seis oradoras acompañaban a Segato, entre ellas, Lucia Cavallero, del movimiento Ni una Menos y organizadora del evento, que fue la encargada de la apertura: “Lo que queremos hacer es crear un espacio para que los trabajadores puedan pensar sus propias prácticas políticas”, señaló antes de pasar a la lectura de un escrito sobre la situación actual de los empleados del Estado por parte de Clarisa Gambera, secretaria de Género y Diversidad de ATE. Luego llegó el turno de la autora del libro Contrapedagogías de la crueldad.

La ponencia de Segato duró poco más de 40 minutos y dejó un análisis profundo del momento actual en el que los despidos y recortes en materia de subsidios, avalados por gran parte de la sociedad, son moneda corriente. Durante la exposición resaltó que “la crueldad es una lógica que se reproduce en busca de un supuesto bien común, es la cosificación de la vida que pregona la aceptación del dolor y de la muerte como cosas que forman parte de la existencia y no pueden evitarse, es el acostumbramiento al sufrimiento”. 

Que la mujer del mañana no sea como los hombres que estamos dejando atrás.

Rita Segato

Al referirse al gobierno y su llegada al poder, la intelectual dijo: “Hay un resentimiento en la sociedad porque no se han cumplido las promesas de la modernidad ni las de la democracia y Milei lo supo capitalizar” y en esa línea realizó una crítica al área comunicacional que no fue capaz de generar una conciencia superadora. Además, resaltó la necesidad de revisar los intereses fundacionales del Estado, no solo en Argentina sino en toda América Latina. En cuanto a las estrategias de lucha y resistencia, revalorizó el papel del humor como antídoto ante el avance de las derechas neoliberales y en ese sentido Leonor Cruz,  secretaria de Géneros y Diversidades de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A), revalorizó la ternura política y transformadora cómo vehículo sanador y potencial para combatir la crueldad y señaló: “Es necesario que el movimiento haga críticas y no permitir que la precarización se normalice y posibilite que los despidos se hagan con esta facilidad”.

Dina Sánchez, secretaria general adjunta de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), resaltó la necesidad de rescatar las experiencias previas de resistencia y lucha porque “hay que seguir organizando la bronca y el territorio, pero con una lógica de abajo hacia arriba”.

Antes del cierre hubo unos minutos en donde algunos participantes alzaron su voz y señalaron algunos puntos de la exposición. Entre otras cuestiones, un integrante del colectivo Zaguán TranSindical – Frente de Travajadorxs Travestis-Trans No Binarios (TTNB) en el Estado detalló la situación del colectivo frente a la ola de despidos que busca recortar el cupo laboral logrado a través de la ley. Antes del cierre Rita Segato retomó la palabra para contestar algunas dudas planteadas. Resaltó la potencialidad de la organización feminista y de las mujeres para realizar una verdadera transformación. El encuentro terminó con una advertencia de la antropóloga para lograr el objetivo: “Que la mujer del mañana no sea como los hombres que estamos dejando atrás”, el público la despidió entre aplausos y el canto: “Unidad de las trabajadoras y al que no le gusta que se joda que se joda”.