Declararon Sitio de Interés Cultural a la casa de las Madres

Declararon Sitio de Interés Cultural a la casa de las Madres

La Legislatura porteña descubrió una placa en el solar de Piedras 153 como reconocimiento a la sede que se convirtió en símbolo de la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.

La casa de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora fue declarada Sitio de Interés Cultural por la Legislatura porteña. Este sábado en Piedras 153 se colocó una placa para homenajear al domicilio que simboliza la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.

En una jornada de mucho sol, la música de La Chilinga y Victor Heredia le dieron melodía al festival al que asistieron distintas agrupaciones sociales, diputados nacionales, legisladores porteños artistas y, por supuesto, las Madres de Plaza de Mayo. 

Durante el acto, las Madres relataron el recorrido histórico del grupo de Madres Líneas Fundadoras. Recordaron que en los comienzos no contaban con una casa. Las reuniones se realizaban en domicilios particulares, bares, plazas y luego en instalaciones del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y la sede del Servicio de Paz y Justicia. 

La falta de un espacio propio fue siempre una deuda pendiente de la organización. De este modo, un grupo impulsado por Taty Almeida decidió realizar una campaña para recaudar fondos y adquirir una sede. «La casa de las madres la compra el pueblo», fue la consigna. La solidaridad de los artistas se sumó a la del pueblo y en un recital internacional en el estadio de Ferro -del que participaron Joan Manuel Serrat, Pablo Milanés, Víctor Heredia, Adriana Varela y Jaime Ross- se

Al adquirir la casa de Piedras 153 las Madres comenzaron una nueva historia aunque con el mismo objetivo: luchar contra la impunidad y en favor, por la memoria, la verdad y la justicia. Las locas de la Plaza también se propusieron hacer docencia sobre la defensa de los derechos humanos fundamentales y promover la protección de los derechos sociales de los pueblos, trabajando por el futuro de las nuevas generaciones y preservando la ética de los principios solitarios que inspiraron a la generación del 70. 

Otros de los artistas que participó del homenaje, fue el actor Pablo Echarri, quien leyó algunos poemas dedicados a los nietos desaparecidos y a sus abuelas. Además, señaló: «Es un placer enorme acompañar a mis madres y en esta oportunidad, declarando este sitio de interés cultural». 

Las Madres Plaza de Mayo comenzaron a reunirse en 1977, bajo la dictadura de Jorge Rafael Videla, con el objetivo principal de recuperar a sus hijos desaparecidos. Un jueves decidieron citarse en la Pirámide de Mayo y se les acercó un oficial que les ordenó circular. Así nacieron las rondas alrededor de las la Pirámide que  todos los jueves se repite desde entonces a las 15:30.

La iniciativa de declarar a la casa de las Madres como Sitio de Interés Cultural de la Ciudad correspondió al legislador de Unión por la Patria Juan Pablo O’Dezaille, quién llevó adelante la propuesta que le realizó Pascual Espineria, integrante del Grupo de Apoyo a las Madres. El proyecto fue acompañado por el bloque de izquierda, el radicalismo y también un sector del PRO. “Votaron en contra -subrayó O´Dezaille- quienes hoy vienen con el discurso negacionista”.

La madre de Plaza de Mayo Lidia Stella Mercedes Miy Uranga, popularmente conocida como Taty Almeida, cerró: «Acá no hubo guerra, hubo genocidio. Acá no ha habido Teoría de los Dos Demonios. Un solo demonio que desapareció embarazadas, las torturaron, las mataron y se apropiaron de sus bebés».

Presentan un proyecto para legislar el negacionismo

Presentan un proyecto para legislar el negacionismo

Este martes se hará pública una iniciativa de Ley Integral contra el Negacionismo que busca combatir los discursos de odio y la apología de los crímenes de lesa humanidad. El debate sobre el punitivismo y qué pasa cuando son los funcionarios públicos quienes banalizan un genocidio.

La reciente proliferación del discurso negacionista respecto a lo ocurrido durante la última dictadura cívico-militar en la Argentina preocupa a parte de la sociedad que creía saldada la discusión acerca de los crímenes cometido en el marco del terrorismo de Estado, delitos de lesa humanidad que vienen siendo juzgados y sancionados por la justicia nacional e internacional, desde hace más de 20 años. 

Los organismos de Derechos Humanos ven con preocupación expresiones negacionistas y apologistas del terrorismo de Estado, como también los discursos y acciones de odio, que proliferaron en los últimos tiempos. En ese contexto, el próximo martes 7 de noviembre presentarán un proyecto de Ley Integral contra el Negacionismo que busca combatirlo “a través de la educación, previniéndolo y erradicando los discursos de odio, poniéndole un límite a quienes respaldan el negacionismo como la etapa final del genocidio y defendiendo la democracia que tanto nos costó conseguir y nos cuesta defender”. Carlos Charly Pisoni., referente de H.I.J.O.S Regional Capital y uno de los impulsores del proyecto, explicó: “A partir de comenzar a estudiar y a entender los negacionismos en el mundo, pudimos redactar un proyecto de ley que tiene una base en la educación con derechos humanos, cuyo objetivo es que todos sepamos lo que se vivió en este mundo y que no vuelva a ocurrir, ese es el principal objetivo referido a los crímenes contra la humanidad”.

ANCCOM conversó con investigadores, historiadores y docentes en genocidios para reflexionar sobre cómo frenar esta ola de expresiones que incitan al odio y la negación de crímenes de Estado.

Una posible respuesta se encuentra en el ámbito legislativo; promulgar una ley contra el negacionismo, como proponen algunas organizaciones de derechos humanos. Este es el camino que han tomado países como Alemania, Francia, Austria y Suiza, que cuentan con leyes que penalizan la negación y/o la apología de crímenes de lesa humanidad perpetrados por el nazismo. Actualmente, en Argentina hay tres proyectos de ley que plantean sanciones similares: lapso mínimo de prisión, multas y, en el caso de funcionarios públicos, inhabilitación para ocupar cargos públicos por cierto tiempo. Algunos hablan de establecer una capacitación sobre genocidio y delitos de lesa humanidad obligatoria para funcionarios públicos que ejerzan como máximas autoridades de los tres poderes o que resulten sancionados por la misma ley.

Héctor Shalom, director ejecutivo del Centro Ana Frank, expresó que, en lo que concierne a funcionarios públicos y comunicadores, “el negacionismo en la voz de personas con incidencia en la opinión pública orientadas a la construcción de violencia, a la incitación a la violencia, al odio, a la apología del odio y de la violencia, debe ser sancionada”. Shalom marcó una distinción entre las personas que generan este tipo de discursos y las personas “que lo replican acríticamente”, por lo que también se diferencian las maneras de contrarrestar el negacionismo. Considerando al negacionismo como discurso de odio, y que como tal está fuera de lo que comprende la libertad de expresión, Shalom dijo que, en el caso de los que expresan estos dichos, “el discurso del odio es un acto fáctico que debe tener una respuesta fáctica de sanción” y que no sancionar estos discursos es dar “un mensaje al sujeto y a todos los demás que observan el accionar de ese sujeto”. También señaló que “paralelamente debe haber una estrategia educativa sobre qué significa el discurso de odio, qué significa el negacionismo, la distorsión, la banalización, qué implicancias tiene, qué consecuencias genera”.

Por otro lado, Marcelo Musante, sociólogo y docente que forma parte de la Red de Investigadores sobre Genocidio y Política Indígena en Argentina, no parece estar tan seguro de que una ley contra el negacionismo sea el camino y opinó que una consecuencia de promulgar una ley de este estilo sería darle a la gente que promueve discursos negacionistas “espacio para que se victimice, y que termine yendo a los programas de televisión, organizando marchas al respecto”, pero que “quizás en lo que tiene que ver con los discursos de los funcionarios, uno podría llegar a pensar algo que vaya en ese sentido”. 

Jonathan Karszenbaum, politólogo, docente y director ejecutivo del Museo del Holocausto de Buenos Aires, en el mismo sentido que Musante, expresó que «evaluaría si después de cinco, diez años, el efecto de la ley fue que se multiplicaran los recursos negacionistas y las sanciones negacionistas» y afirmó: “No creo que sea efectivo, el punitivismo al negacionismo en general. Sí me parece interesante cuando se trata de funcionarios públicos, y con sanciones, como multas o de prohibición o restricción en la función pública, y tal vez no con penas de cárcel. Porque el funcionario público sí debe reconocerse parte de un Estado con una trayectoria, con una historia y con sus propios reconocimientos”. Quien también coincide con la idea de una ley que no sea punitivista es Alex Hadjian, director de comunicación del Centro Armenio de Argentina, quien señaló que él estaría más a favor de que se tomen medidas como que “no se pueda estar en un cargo público y tener discursos negacionistas. Debe formarse a esa persona que expresa públicamente discursos negacionistas en relación al crimen de lesa humanidad sobre los que se manifestó. No simplemente sancionar a esta persona y que siga pensando igual, que entienda el error que está cometiendo. Me parece tocarlo desde ese sentido”.

En general, los consultados coincidieron en la importancia que tiene la educación a la hora de contrarrestar el negacionismo, tanto como complementando las sanciones a las que daría lugar una ley, como herramienta principal que tendría una ley más pedagógica. El doctor en historia e investigador del Conicet Mariano Nagy explicó: “Las personas más jóvenes no vivieron en dictadura, más de la mitad de la población no vivió la dictadura y le queda lejanísimo” y, por eso, subrayó la importancia de las políticas educativas y la necesidad de seguir generando material pedagógico sobre la última dictadura cívico-militar para acercar a las nuevas generaciones a ese período, ya que la escuela suele ser el ámbito en el que hablan sobre la dictadura por primera vez. Musante coincidió en esto último y planteó que “si queremos avanzar contra estos discursos negacionistas y de odio, se construye con la memoria, con más trabajos en las currículas escolares, con más exposición pública”. Y agregó: “Pero no imagino que una ley lo resuelva”. Karszenbaum también coincidió en que “La alternativa siempre es el camino educativo. El museo es una propuesta y se percibe así, entiendo que toda la tarea que hacen en los sitios de memoria en la Argentina también tiene esa impronta”. Aunque agregó: “La amenaza del discurso negacionista está y es verdad que no se soluciona con una visita al museo”. Aunque duda sobre la eficacia de una ley, sostuvo que prefiere que haya una ley a que no la haya.

Otro punto abordado fue qué genocidios debería abarcar una ley contra el negacionismo. Para Héctor Shalom es sumamente importante que la ley “debe involucrar a los procesos de negación, distorsión y banalización de la dictadura cívico militar más aquellos genocidios, crímenes de lesa humanidad o manifestaciones masivas de discriminación que atraviesan diferentes minorías”. Alex Hadjian también expresó que este punto le “parece sumamente importante ampliarlo y generalizarlo hacia todos los crímenes de lesa humanidad”. Por su parte, Mariano Nagy expresó que “el tema de que incluya procesos locales es fundamental”, refiriéndose a que la ley trate también sobre los genocidios sufridos por los pueblos originarios.

En este sentido, el historiador Marcelo Musante destacó la importancia del abordaje comparativo de los genocidios: “Si uno puede trabajar en los distintos genocidios, como el armenio, como la Shoá, me parece que también nos puede servir. Uno cuando analiza las masacres de Napalpí y de la Bomba, por pensar en dos procesos judiciales que tienen sentencia de crimen de lesa humanidad en el marco de genocidio, ambas masacres, por ejemplo, tienen cosas muy distintas, perotambién muy similares. El modo en el que la prensa fue construyendo con anterioridad a la masacre la idea de la peligrosidad del indígena, cómo todos esos discursos mediáticos habilitaron efectivamente la represión, y cómo después esos discursos mediáticos la invisibilizaron y la negaron, y que son discursos que podemos ver en lo ocurrido ahora con Rafael Nahuel o cuando fue la desaparición y asesinato de Santiago Maldonado en el lof en Resistencia de Cuyá. Entonces, me parece que estudiar los genocidios en claves comparativas nos pueden permitir también empezar a ver cuando hay ciertas cosas que empiezan a repetirse”.

En ese sentido, Carlos “Charly” Pisoni, explicó que el proyecto de ley contra el negacionismo que se presentará mañana busca “tipificar el negacionismo en el Código Penal, que esa tipificación sancione a los funcionarios públicos que nieguen, relativicen, minimicen los crímenes de lesa humanidad reconocidos por el Estado Argentino, y que la pena sea la inhabilitación en el cargo de seis meses a cuatro años”. Y aclaró que el proyecto “busca la educación en derechos humanos dándole al INADI la funcionalidad de poder trabajar el tema en sus misiones y funciones. Que se implemente una ley de capacitación obligatoria para todos los funcionarios del Estado, como la Ley Micaela”, ejemplificó. Y destacó la amplitud del proyecto: “No es una iniciativa solamente de organismos de derechos humanos, sino que al implicar los negacionismos de todos los crímenes de lesa humanidad reconocidos por el Estado es un proyecto muchísimo más amplio”.

De las topadoras en los barrios populares a la integración urbana | Estuve ahí

De las topadoras en los barrios populares a la integración urbana | Estuve ahí

El Padre Pepe, José María di Paola, del Movimiento de Curas Villeros, repasa el trabajo de los últimos 40 años. El 2001, la edad de imputabilidad, el rol del Estado, el narcotráfico y los movimientos sociales. Los barrios populares como cuna de los policías.

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales ? – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso, Estefanía Hernández e Ian Werbin.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini
Un alegato pronunciado en una fecha simbólica

Un alegato pronunciado en una fecha simbólica

El mismo día en que se cumplían 40 años del retorno de las urnas al país, comenzó el alegato de la querella en el juicio por la apropiación de Victoria Donda Pérez.

En el Tribunal Oral Federal N° 6 comenzó el alegato de la querella de Abuelas de Plaza de Mayo en el juicio por la apropiación de Victoria Donda Pérez, el lunes 30 de noviembre último.

El 28 de marzo de 1977 María Hilda Pérez fue secuestrada embarazada de cinco meses en la zona oeste del conurbano bonaerense y en agosto de 1977 fue trasladada al Centro Clandestino de Detención que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). En la clandestinidad dio a luz a una beba a la que llamó Victoria, apropiada por el prefecto Juan Antonio Azic. En 2004 Victoria Donda Pérez, hija de María Hilda Pérez y José Laureano Donda, quienes continúan desaparecidos, recuperó su identidad. El que está imputado como coautor del hecho es Adolfo Miguel Donda, tío de Victoria, quien formó parte de la patota de la ESMA.

El TOF 6 integrado por Ricardo Basílisco, Daniel Horacio Obligado y Gabriela López Iñíguez llevó a cabo una audiencia mixta, en la que se imputa a Adolfo Donda quien asistió de manera virtual mientras que su abogado defensor Guillermo Fanego presenció el alegato.

El abogado de Abuelas Emanuel Lovelli, comenzó su exposición recordando lo significativo del día: “Como integrante de un organismo de Derechos Humanos pronunciar este alegato en un día como hoy, que se cumplen 40 años de la puesta en funcionamiento de las urnas, dejando atrás la dictadura más terrible que conoció nuestro país, es muy significativo para nosotros ejercer esta oportunidad procesal. Estamos aquí buscando justicia por uno de los tantos crímenes de lesa humanidad cometidos en la dictadura de la cual el imputado fue parte”.

Lovelli también señaló dos cuestiones que estuvieron presentes a lo largo de este juicio oral. Primero, las ofensas provenientes del abogado defensor y el imputado a los testigos y víctimas, “figuras imprescindibles en este juicio y en la historia de la democracia”. Por otro lado, también se refirió a lo que fue y es el proceso de justicia en nuestro país. El representante de las Abuelas de Plaza de Mayo reiteró en varias oportunidades que este proceso de justicia no es un  “juicio de venganza”.

Lovelli hizo un repaso por la historia de la causa de Victoria Donda Pérez. Señaló que Juan Antonio Azic fue un subordinado de Donda, hizo mención de las violaciones de derechos humanos y las desapariciones forzadas durante la última dictadura militar. También recordó las palabras de Adolfo Donda que, en una de las tantas indagatorias, dijo que el 90 por ciento de las fuerzas armadas estuvo comprometida con la denominada “lucha contra la subversión”.

Según las estadísticas de la Secretaria de Derechos Humanos,, hubo 332 juicios desde el año 1985, 1.194 personas condenadas y más de 800 centros clandestinos de detención quedaron al descubierto.

El abogado defensor de Abuelas retomó las palabras de Victoria en su declaración: “Estamos orgullosos de este proceso de justicia, estamos conforme con las garantías constitucionales, aun para los que lo enfrentan en carácter de imputados”, también agregó: “Son quienes están privados de su libertad, por órdenes judiciales, en las mejores condiciones del servicio penitenciario federal”. 

“Adolfo Donda está alojado en la Unidad 31, el informe público de la Secretaría de los Derechos Humanos mostró las condiciones de esa unidad. Para ellos, el Articulo 18 que establece cárceles sanas y limpias es plenamente operativo, en la pandemia hubo un cuidado especial para que fueran los primeros en recibir las vacunas contra el covid ¿Eso es venganza?2”, apuntó Lovelli en respuesta a quienes denominan este tipo de juicio como “juicio de venganza”.

Cerrando el apartado repitió que no se t rata de venganza sino de un proceso de memoria, verdad y justicia en reparación para los familiares y sobre todos para los 30.000 desaparecidos. “Reiteramos que son 30.000”, subrayó.

La audiencia pasó a cuarto intermedio y continuará el 6 de noviembre a las 14, donde la querella continuará con la exposición de su alegato, en el que le resta exponer todas las pruebas obtenidas a lo largo del juicio y realizar el pedido de pena para el acusado.

Las audiencias pueden seguirse vía YouTube a través del canal de La Retaguardia y el canal del Consejo de la Magistratura de la Nación.

«No hay que bajar los brazos»

«No hay que bajar los brazos»

Abuelas de Plaza de Mayo celebró su 46º Aniversario con funcionarios, amigos, personalidades de la cultura y los nietos restituidos.

Las Abuelas de Plaza de Mayo fueron homenajeadas por su larga lucha, aquella que hoy continúan los nietos, el 30 de octubre último. El festejo se llevó a cabo en el teatro El Nacional Sancor Seguros con cientos de invitados y amigos. Entre los presentes se encontraban ministros, representantes de distintas organizaciones de derechos humanos, como H.I.J.O.S y Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas, personalidades de la cultura y de la política.

Durante un poco más de dos horas, El Nacional se convirtió en una fiesta para las Abuelas que estaban presentes: Estela de Carlotto, Buscarita Roa, Luisa Barahona y la Madre de Plaza de Mayo, Clara Weinstein. Los encargados de llevar adelante el acto fueron los nietos restituidos Leonardo Fossati Ortega y Manuel Gonçalves Granada, quienes se ocuparon de presentar a los invitados que dieron un show muy emocionante.

El músico Ramiro Abrevaya fue quien abrió el acto e interpretó tres canciones invitando al público a participar en los coros. Una de ellas “Pulsión de amor”, dedicada a las Abuelas. Luego de su interpretación, los nietos presentaron un video realizado en honor a los 40 años de Democracia que se cumplían ese mismo día, el 30 de octubre. En ese video las imágenes mostraron un breve recorrido de toda la historia de nuestro país, desde la vuelta a la democracia con Raúl Alfonsín, hasta hoy.

Seguido de ese video, el evento continuó con una divertida actuación de la comediante y locutora Dalia Gutmann, quien interpretó una parte de su unipersonal, Tengo cosas para hacer. En diálogo con ANCCOM dijo: “A mí me da mucha admiración como encararon la lucha las Abuelas, también enseñándole al mundo cómo hacerlo”. Además, agregó que “es responsabilidad de todos los argentinos encontrar a los nietos, a mi me sensibiliza mucho pensar que son niños que fueron robados y no saben su verdadera identidad”.

Luego del monólogo de Gutman, se proyectó un segundo video en donde se mostraron las distintas actividades y reconocimientos que tuvieron las Abuelas de Plaza de Mayo durante todo este año, como la visita de la genetista Mary-Claire King, quien descubrió el índice de abuelidad para encontrar a sus nietos a través de pruebas de material genético.

Para la tercera parte del espectáculo-homenaje, el invitado fue Benito Cerati, quien interpretó la canción “La carta de Violeta Parra” que representa las atrocidades de la dictadura no solo en Argentina sino también en Chile. “Yo soy mitad chileno y mitad argentino, en Chile hubo una dictadura incluso más larga que la de acá. Hay que recordar”, señaló. Luego interpretó una canción de su propia autoría: “Buenos días amor”. A su término, se proyectó un tercer video relacionado a las distintas herramientas que las Abuelas de Plaza de Mayo desarrollaron en la búsqueda. Una de ellas, el Archivo Biográfico Familiar de Abuelas que recientemente cumplió 25 años, otra es la nueva web del organismo que tiene una plataforma repleta de información para quienes dudan de su identidad, los 20 años del Centro de Atención psicológico de Abuelas y la inauguración de las nuevas sedes de las filiales. Cerrando el video, hubo un momento para recordar a la Abuela Sonia Torres, quien falleció el 20 de octubre.

Para cerrar este gran homenaje a las Abuelas, estuvo presente el músico Esteban Morgado, quien luego de interpretar en la guitarra “Libertando”, de Astor Piazzolla, invitó al escenario a su hija, Julia. Ambos hicieron un popurrí de canciones de rock nacional que atravesaron generaciones. Sonaron canciones de Charly García, Vox Dei, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez, Gilda, León Gieco y algunos más. La sala completa cantó. Entre risas y algunas inevitables lágrimas, todos disfrutaron de ese gran cierre musical.

Finalmente llegó el turno de mencionar las restituciones del último año: Quevedo Nadín, Juan José Morales y el caso resuelto más reciente, Daniel Santucho Navajas. El nieto restituido 133, fue invitado a decir unas palabras: “Al acercarme a Abuelas por primera vez en el 2019, con el apoyo de mis seres queridos, recibí mucho amor. Recibí contención, me escucharon, me aconsejaron y me tuvieron paciencia. Para mí fue un sueño poder encontrar a mi familia. Yo me debía la verdad, la necesitaba para mí y para mis hijos.” Agregó además: “También tenía una familia en Abuelas. Ahí me di cuenta del amor que hay en ellas, que son mi familia desde ese día y para siempre”.

Leonardo y Manuel Gonçalves invitaron a las Abuelas y a todos los nietos restituidos presentes al escenario. Sumaron además a los familiares que continúan buscando y a los bisnietos, la nueva generación que comenzará a acompañar a las Abuelas. Todos juntos con los artistas que participaron del evento cantaron “Como la cigarra” y “Yo vengo a ofrecer mi corazón”. El cierre estuvo a cargo de la presidenta de Abuelas: “Estoy feliz, queridos amigos. Feliz con ustedes, feliz con nuestros nietos, los bisnietos, los amigos, todos los artistas que luchan también para que esto no se olvide”. Estela de Carlotto además explicó que hoy la Comisión Directiva está integrada por varios de los nietos, en lo que llama un “recambio generacional”, quienes serán los encargados de continuar con la búsqueda de los 300 nietos que faltan encontrar. “Saben que la Argentina es el país más acreditado en el tema de los Derechos Humanos. Porque no nos hemos quedado en nuestra casa llorando, lloramos en casa, afuera peleamos”, continuó Carlotto. “Memoria, verdad y justicia no son tres palabras, son tres realidades. Estamos en un momento político difícil, no bajemos los brazos porque vamos a vencer.”

Entre los funcionarios presentes estuvo el secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla Corti, quien además es un nieto restituido por Abuelas de Plaza de Mayo. “Yo me siento parte, es mi familia Abuelas y sé lo importante que es para ellas conmemorar un año más -dijo-. Y uno tiene que estar. Para mí Abuelas significa poder ser quien soy hoy. Yo siempre digo que le debo media vida a las Abuelas”.

Por su parte, Juan Cabandié, ministro de Ambiente y también nieto restituido agregó: “Siempre es muy lindo y además este año hemos tenido tres nuevos encuentros y eso lo hace mucho más emotivo. Para mí es emoción, recuerdos, compromiso. Siempre cuando uno está en un acto de Abuelas renueva las energías.”

Estela de Carlotto en diálogo con ANCCOM agregó: “Me vuelvo renovada, vuelvo más joven. Estoy agradeciendo a los chicos que se ocuparon, lo bien que salió todo. Cómo el humor y también la lucha estaba presente. En este momento que estamos viviendo en la Argentina, tener un momento de expansión, de abrazarnos y saber que todos pensamos igual y nos ayudamos, es un alimento para el alma”. 

Con respecto al recambio generacional agregó: “Ya quedamos muy pocas abuelas, la mayoría enfermas. En la Comisión Directiva están todos los nietos y dos abuelas. Pero cuando terminan las reuniones yo les digo: ‘Todo muy bien, pero mientras haya una abuela, la que manda es la abuela’”.

La emotiva reunión que homenajeó a esta organización histórica de nuestro país, sirvió no solamente para el reencuentro con muchas personas queridas por los integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo. Sino que también fue un mensaje de esperanza y de demostración, de que, como dijo Estela “no hay que bajar los brazos”. La búsqueda continúa.

Cómo veía Estados Unidos el final de la dictadura

Cómo veía Estados Unidos el final de la dictadura

El proyecto Desclasificados publicó 129 documentos acerca de la transición a la democracia. La mirada que por entonces tenía EE.UU sobre el peronismo, el radicalismo, los universitarios y los obreros. El caso de Antonio Cafiero releído por su nieto Santiago, el canciller.

A pocos días de un balotaje histórico en nuestro país, este lunes 30 de octubre se cumplieron 40 años de la elección presidencial que consagró a Raúl Alfonsín como presidente en 1983; de esta manera, finalizaba el período más oscuro de la historia argentina –la última dictadura cívico-militar (1976-1983)– y se inauguraba el período democrático más largo e ininterrumpido de nuestro país. A propósito de esta efeméride, el proyecto Desclasificados publicó la Colección Democracia 1983, compuesta por 129 piezas documentales producidas por el Departamento de Estado y la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglás en inglés) durante el período comprendido entre los años 1982 y 1984. Este acervo recorre ejes temáticos como la transición a la democracia –antes, durante y después de las elecciones–, el resurgimiento de los movimientos políticos, las relaciones bilaterales con Estados Unidos, los problemas económicos que enfrentaba el gobierno entrante, el número de personas desaparecidas y los intentos de los militares por evitar los juicios por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.

Una transición turbulenta

“Políticamente agotadas y desacreditadas, las Fuerzas Armadas argentinas han prometido la restauración del gobierno civil”, afirma un documento de la CIA titulado Argentina: una transición turbulenta en junio de 1983, y continúa: “Los problemas económicos aparentemente intratables y los desacuerdos entre civiles y militares sobre cuestiones políticas delicadas agravan una situación inherentemente inestable. Además, existe cierto temor de que un gobierno civil no pueda sobrevivir”. Este informe de inteligencia señala a las violaciones de derechos humanos, la derrota en la guerra de Malvinas y la corrupción económica –particularmente, la millonaria deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI)– como factores clave para la transición a la democracia, tras la pérdida de legitimidad del gobierno de facto.

 La visión de la transición turbulenta se mantiene incluso de manera posterior a la elección presidencial del 30 de octubre. En noviembre de 1983, un artículo del Washington Post retomado por la CIA menciona que “fuentes de inteligencia remarcan dos posibilidades igualmente alarmantes a raíz de la elección del líder moderado del Partido Radical, Raúl Alfonsín, como presidente de la Argentina: un golpe militar para prevenir la ceremonia de apertura programada para diciembre o terrorismo de izquierda renovado si llega al cargo”. Asimismo, otros documentos de la misma agencia analizan minuciosamente las “inestabilidades políticas de la Argentina” o “las debilidades que enfrenta el gobierno de Alfonsín”.

 Sobre estos documentos, el sociólogo y periodista internacional Pedro Brieger desarrolla que en aquel período era “casi impensable creer que iba a haber 40 años de democracia. Todavía se pensaba mucho que los militares podían intervenir nuevamente. La pregunta parecía ser por cuánto tiempo tendríamos una ventana democrática, tomando en cuenta la historia argentina donde en las décadas anteriores había habido más dictadura que democracia”.

El retorno de la política

En octubre de 1982, Antonio Cafiero realiza un análisis sobre la transición a la democracia –el exfuncionario se había reunido a discutir perspectivas sobre la temática con el embajador estadounidense Harry Shlaudeman– en el que afirma que “el gobierno civil tendrá que ser severo, duro e inspirar respeto o incluso miedo, pero este tipo de mandato sólo será posible si es en un gobierno de «unidad nacional» en el que los principales partidos acuerden sobre algunos puntos políticos fundamentales”. 

El actual ministro de Relaciones Exteriores de la Nación argentina, Santiago Cafiero, repasa este documento del Departamento de Estado y ofrece una visión contemporánea de las declaraciones de su abuelo Antonio: “Él proponía un gobierno de unidad nacional en un contexto en que Argentina tenía muchos desafíos: de ordenamiento macroeconómico y de ordenamiento social, más la cuestión de la recuperación de la institucionalidad democrática”. Consultado por una posible semejanza con la misma convocatoria en el presente a un «gobierno de unidad nacional», Santiago Cafiero responde que “si bien hay puntos en que puede vincularse, como la necesidad de avanzar con un programa económico que favorezca la distribución del ingreso y que reduzca la pobreza, hoy la institucionalidad democrática, quizás con dificultades y cosas a corregir, sí está garantizada en nuestro país”.

En un aerograma de diciembre de 1982, el Departamento de Estado realiza una caracterización de la historia política de Argentina y los partidos políticos que participarían de las elecciones democráticas prometidas por Reynaldo Bignone luego de la masiva marcha a Plaza de Mayo convocada por la Multipartidaria. Si bien este documento menciona un amplio abanico de partidos políticos –como el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), el Partido por la Democracia Social (Massera) [sic], el Partido Demócrata Cristiano (PCD), y a los partidos “socialistas” y de derecha, entre otros–, se hace foco en el Partido Justicialista (PJ) y en el partido de la Unión Cívica Radical (UCR) como los actores electorales más importantes de aquella coyuntura, a pesar de “la falta de dos gigantes de batallas pasadas, Juan Domingo Perón y Ricardo Balbín”. Además, el Departamento de Estado se pronuncia sobre las posibles alternativas en los comicios: “No vemos diferencias importantes entre los radicales y los peronistas, o los principales contendientes presidenciales como individuos, en cuestiones de política exterior. Todos dicen que quieren tener buenas relaciones con Estados Unidos. Aunque habrá diferencias en el énfasis, ninguno es prosoviético o procubano”, lo cual pudo haber sido un beneplácito del país del Norte a la transición democrática en nuestro país. 

 

“Se espera que los peronistas, tradicionalmente la fuerza política civil dominante del país, gane las elecciones programadas para el 30 de octubre. El partido radical, sin embargo, tiene una chance razonable de obtener su primera victoria electoral sobre los seguidores del fallecido Juan Perón”,  dice uno de los documentos.

En el documento Argentina: una transición turbulenta se puede observar un pronóstico más arriesgado sobre la suerte de cada uno de los partidos, cuando se afirma que “se espera que los peronistas, tradicionalmente la fuerza política civil dominante del país, gane las elecciones programadas para el 30 de octubre. El partido radical, sin embargo, tiene una chance razonable de obtener su primera victoria electoral sobre los seguidores del fallecido Juan Perón”.

En el cable del Departamento de Estado mencionado previamente, Antonio Cafiero afirma que “al partido peronista le está difícil sumar jóvenes a sus filas porque muchos jóvenes tienen miedo de una repetición de principios y mediados de los ‘70, cuando los jóvenes de las listas de los partidos peronistas eran supuestamente los objetivos de la guerra contra la subversión. El partido radical no tiene este problema”. El ministro Santiago Cafiero coincidió en este punto: “En ese momento existía una generación que había sido perseguida, desaparecida y absolutamente estigmatizada, entonces había mucho miedo en esas convocatorias”, y sumó una reflexión coyuntural aseverando que “hoy la situación que tenemos hacia adentro del peronismo no es igual, tenemos mucha participación de la juventud en nuestro espacio, y creo que eso tiene que seguir creciendo”.

Otros dos grandes protagonistas de la colección Democracia son el movimiento sindical y el movimiento estudiantil. En el documento Argentina: el resurgimiento del movimiento obrero, producido en junio de 1983, la CIA recorre la historia de este actor político, su comportamiento durante la transición a la democracia –con la mirada puesta en un posible pacto entre los gremios y los militares– y las expectativas de la agencia respecto al activismo de los sindicatos luego de diciembre de ese mismo año. Por otra parte, en un telegrama del Departamento de Estado se hace un análisis de las elecciones en los centros de estudiantes de diferentes universidades públicas durante septiembre de 1983 –las primeras luego de la dictadura cívico-militar–, en donde se menciona además que “la retórica [de las campañas] era más moderada que los slogans de los setenta. Ahora, la «revolución» en cualquier término era el último objetivo. Hoy, la preocupación más importante es el establecimiento y preservación de la democracia”.

Los desaparecidos

La cuestión de los “miles de desaparecidos” era un eje transversal a todos los análisis políticos en los documentos desclasificados de este período e, incluso, en muchos de ellos se mencionan cifras: sin ir más lejos, en el mencionado informe Argentina: una transición turbulenta se dictamina que “está involucrado el destino de unas 7.000 a 10.000 personas. Muchos de ellos probablemente murieron en manos de personal de las fuerzas de seguridad”, y en el artículo citado del Washington Post se afirma que “la principal causa de aprehensión es la enfática promesa de Alfonsín de responsabilizar a los altos mandos por la desaparición de unos 20.000 argentinos durante la «guerra sucia» antiizquierdista de la década de 1970”. En épocas actuales en donde la discusión pública pone en tela de juicio el número de los treinta mil desaparecidos, Pedro Brieger señala que “nadie tenía los números. La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) surge después de que Alfonsín asume. Era muy difícil en dictadura poder juntar las piezas de lo que estaba pasando y continúa siendo difícil hoy”.

 Mientras resonaban estos tambores, también aparecían los intentos de las Fuerzas Armadas por resguardarse de las posibles condenas que podían afrontar una vez restablecida la democracia, tal como resultó la denominada Ley de Autoamnistía. El Departamento de Estado desarrolla su posición acerca de esta norma en un telegrama de septiembre de 1983, en donde, a través de banalizaciones, afirma que “la amnistía en sí misma beneficia a aquellos que no han sido acusados aún o sentenciados que comitieron actos terroristas en un lado o, donde las fuerzas de seguridad operaron en el otro, excesos en represión contra el terrorismo (…). El período cubierto por la amnistía es desde la asunción de poder del último gobierno constitucional en mayo de 1973 a la instalación de Bignone en junio de 1982”.

Asimismo, en los documentos se puede encontrar numerosas menciones a una certificación sobre derechos humanos que Estados Unidos le hace a la Argentina. En esta línea, el Departamento de Estado desclasificó una propuesta de texto en la que se puede leer que “el presidente Reagan ha decidido que, de manera efectiva el 10 de diciembre, certificará ante el Congreso que Argentina ha hecho un avance significativo en el cumplimiento de los principios internacionales de derechos humanos y que esa determinación está en el interés nacional de los Estados Unidos”.

Balances

En noviembre de 1983, el Departamento de Estado reproduce una noticia que escribe el periodista Jesús Iglesias Rouco en el diario La Prensa, en donde afirma que “Estados Unidos endurecerá las políticas contra la Argentina” y, también, que “1) Washington no considera a Argentina un país importante, y mucho menos un aliado, 2) que Buenos Aires tampoco debería esperar ningún mejor trato que cualquier otro país del Tercer Mundo”.

Este documento entraría en aparente contradicción poco menos de un año después de la asunción de Raúl Alfonsín, cuando el Departamento de Estado realiza una primera evaluación de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Argentina: “El gobierno de Estados Unidos puede estar orgulloso de todo lo que hizo para mostrar su apoyo a la nueva democracia argentina. Contribuimos, en algo por lo menos, con el problema de la deuda externa (por ejemplo, en marzo ayudamos con los intereses de pagos atrasados). Además, colaboramos para que Alfonsín lograra restablecer el control civil sobre los militares (para eso tuvimos que restringir la relación entre los militares de ambos países para convencer al gobierno argentino de nuestra buena fe). También, fuimos pacientes respecto de los asuntos nucleares (pero, al mismo tiempo, alentamos al gobierno de Argentina a que se alinee con las salvaguardias del Organismo Internacional de Energía Atómica) y ofrecimos asistencia, pero advirtiendo del problema de las drogas que tiene el país y que va en aumento”.

 

Desclasificados

Los 129 documentos que componen la Colección Democracia 1983 forman parte de los casi cinco mil archivos que Estados Unidos le entregó a Argentina en 2019. El proyecto Desclasificados, integrado por organismos de derechos humanos y estudiantes universitarios, confeccionó una base de datos pública que sistematiza estos documentos y los vuelve accesibles a la sociedad. 

 

Quienes quieran recurrir a los documentos citados, los pueden encontrar en la página web del proyecto, bajo los nombres ARGENTINA A TROUBLED TRA[15499923];  COUP, TERRORISM SEEN AS P[15515160]; C06279877; ARGENTINA THE RESURGENT L[15515297]; C60274095; C06275125; C06273562; C06295219.