El Gobierno porteño redujo los corsos porque le molesta que las murgas corten las calles

El Gobierno porteño redujo los corsos porque le molesta que las murgas corten las calles

La obsesión del Gobierno porque no se obstruya el tránsito hizo que se recortaran este año casi una decena de corsos. Mientras que bares y restaurantes pueden utilizar la vía pública para hacer negocios, la fiesta popular más antigua suma barreras y dificultades.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires aplicó una reducción de casi diez corsos en el circuito oficial porteño. Mientras que en 2023 fueron 24 los puntos donde las murgas brindaban sus presentaciones, este año son solo 15. Inclusive en los canales de comunicación del GCBA solo se habían anunciado 8, pero dicho número se logró elevar luego de algunas negociaciones.

Febrero es el mes del carnaval en toda Argentina y la Ciudad de Buenos Aires no es la excepción. Durante los meses previos, suelen escucharse ensayar a las mugas en plazas y parques de los distintos barrios. Además, en ese periodo arreglan y producen los trajes y estandartes que utilizan en cada presentación.

La teoría del carnaval elaborada por el crítico literario Mijail Bajtin sostiene que en esa celebración el mundo se da vuelta y los estratos sociales bajos pueden ejercer cierta autoridad sobre las clases altas o autoridades. En los carnavales se inventa un lenguaje vulgar, obsceno y lúdico; la risa y el humor invaden las calles, la ciudad se convierte en un gran teatro.

Este tipo de características también pueden registrarse en el carnaval porteño, y a esto habría que sumarle las influencias de la diáspora africana, algunas costumbres europeas y cierta idiosincrasia autóctona que se amalgaman en el sonido de los bombos, redoblantes y silbatos.

ANCCOM intentó comunicarse con el Ministerio de Cultura de la Ciudad, pero desde ese organismo no brindaron respuesta.

ANCCOM intentó comunicarse con el Ministerio de Cultura de la Ciudad, pero desde ese organismo no brindaron respuesta. Algunos de sus empleados deslizaron tener miedo a perder sus puestos de trabajo, especialmente en este contexto. Desde las redes sociales oficiales se comunicó lo siguiente: “Los carnavales son una fiesta tradicional querida por muchos porteños y creemos que se pueden hacer de manera organizada y respetuosa con todos los vecinos de la Ciudad. Por eso vamos a reducir la cantidad que se realizaba y a mover muchos de los puntos de encuentro a lugares que no provoquen cortes de calles ni inconvenientes para los que no quieren participar de estas celebraciones.”

El comunicado remarcaba: “Es fundamental mantener la buena convivencia entre todos los porteños y como en los últimos años el exceso de calles cortadas que alteraron el orden en el espacio público generó problemas para muchos vecinos, los estamos reorganizando para este año. Esto no significa limitar la diversión, por el contrario, buscamos crear un ambiente para que las personas que quieran festejar puedan hacerlo reduciendo el nivel de molestias a los demás.”

Anabel Cichero tiene 26 años, es politóloga y forma parte del Centro de Murga La Gloriosa de Boedo. Ella explica cómo inciden estos recortes en las murgas en general: “Esto nos afecta porque nos reduce la cantidad de noches que sale cada murga. Hay ocho noches en febrero más los dos feriados de carnaval, si el Gobierno de la Ciudad baja menos guita para la financiación de cada uno de los corsos, las murgas que participan o que organizan estos corsos se quedan sin poder realizarlos a menos de que tengan los recursos. Se reducen los espacios donde tocar, hay más de cien murgas y no podemos salir todas juntas porque la noche se hace interminable”.

Anabel también explica que mediante un jurado las murgas adquieren distintas categorías (A, B, C y pre carnaval): las de la primera categoría adquieren más corsos donde tocar y las demás poco a poco van quedando relegadas.

 Por último, Anabel profundiza acerca de la organización y sus contradicciones: “La perspectiva a veces se hereda de generación en generación, y con dictadura, neoliberalismo y  crisis mediante esa incomodidad que generan las murgas va mutando. Antes quizás el argumento era que la ciudad se llena de negros bailando y copando las calles, hoy quizás el argumento es que el ruido les molesta a los vecinos, las calles se llenan de mugre y cortan el tránsito. Pero ojo al piojo, porque por ejemplo desde San Juan hasta Independencia, durante el año pasado y el anterior el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta cortaba toda esa calle para hacer una pasarela de restaurantes y bares, sábado y domingo durante todo el día, todos los fines de semana. Entonces es un poco cómico cómo la gente que apoya esta medida de Macri no se quejaba de esas pasarelas”.

Fabián Guerra, de 42, años pertenece a la  agrupación murguera Legendarios de la Esquina de Villa Pueyrredón, que tiene 10 años de vida y clasificó en 2020 a lo que sería el circuito  después de cuatro intentos en los que quedaron en precarnaval. “Es una medida que mata a muchas murgas, yo más o menos sabía cómo venía el tema porque tengo a mi mamá viviendo en Vicente López. Allá Macri mató a muchas murgas y armó un corsódromo donde tenerlas más controladas”, dice. “Ellos plantean que somos un corte de calle, y esto no es un corte, es una fiesta popular de la gente, hay muchos que no tienen para irse de vacaciones y es uno de los entretenimientos que le quedan para el verano”, remarca.

Cabe destacar que algunas murgas se manejan por fuera del circuito y los cronogramas oficiales: son las denominadas independientes. Cachengue y Sudor es una murga que realiza su corso en la Plaza 24 de Septiembre, ubicada en el límite entre los barrios de Villa Crespo, Caballito y La Paternal.

Desde su denominada “Comisión de Agite y Propaganda de Cachengue y Sudor” , brindaron para ANCCOM el siguiente testimonio: ” Siempre hubo trabas de parte de la Comisión de Carnaval a las murgas independientes para organizar corsos, hubo momentos donde se pudo destrabar, pero un par de años antes de la pandemia esas trabas se agudizaron a tal punto de negarnos el permiso porque habían sacado una resolución donde decía que la comisión ya no daba más permisos de corte para corsos y murgas que estén por fuera del circuito (año 2019).”

Los corsos que perduran

Los quince corsos que finalmente funcionan son los siguientes: Boedo 1 (Avdenida Boedo y  Avenida Independencia), Colegiales (Polideportivo Colegiales), Flores/Caballito (Seguí entre Neuquén y Gaona), Lugano 1 ( Avenida Fernández de la Cruz entre Lisandro Torres y Cañada de Gómez), Lugano 3 (Plaza Unidad Nacional), Mataderos ( Avenida Alberdi entre Escalada y Araujo), Palermo 2( Plaza Unidad Latinoamericana), Parque Saavedra ( Avenida García del Rio entre Freire y Zapiola), Pompeya (Avenida La Plata entre Federico De la Cruz y Caseros), San Cristóbal (Plaza Martin Fierro), San Telmo ( Anfiteatro Parque Lezama), Villa Crespo (Scalabrini Ortiz entre Avenida Corrientes y Velazco), Villa Devoto ( Plaza Richieri), Villa Pueyrredón ( Avenida Mosconi entre Bolivia y Terrada) y Villa Urquiza ( Avenida Triunvirato entre Monroe y Olazábal).

Un paisaje que invita a reflexionar sobre los vínculos familiares

Un paisaje que invita a reflexionar sobre los vínculos familiares

«Paisaje», la película de Matías Rojo, es un thriller atrapante con la inmensidad de la naturaleza de Uspallata como antagonista.

Leandro y Eugenia, una pareja joven, transitan el octavo mes de embarazo cuando deciden regresar de las vacaciones familiares de manera impulsiva. En el transcurso del viaje el auto se rompe y quedan varados. Se acerca la noche y deben enfrentar numerosas adversidades en medio de las montañas en un crudo invierno.

Este es el comienzo de la película Paisaje. La oscuridad descubre la verdadera naturaleza, dirigida por Matías Rojo. Se trata de un thriller rodado en Uspallata, Mendoza. “Paisaje fue pensada para ser disfrutada en una sala de cine”, asegura el director, dado que el paisaje no pasa desapercibido sino que se transforma en un antagonista de los personajes.

Rojo cuenta que la historia gira sobre la paternidad, “de ésta como una pregunta, una construcción compleja y que pone en movimiento la identidad”. Aparte del “retrato emocional de ese tránsito” se generan reflexiones con respecto a los vínculos familiares, algo que se ve en Leandro, interpretado por Juan Luppi, y su padre, con Dady Brieva en ese rol. El elenco principal se completa con Ailín Salas como Eugenia y María Ucedo como madre de Leandro, a los que se suman actores y actrices mendocinos.

“La película cumple muy bien con dos niveles muy diferentes. Uno a nivel narrativo con la aventura que vive esta pareja esperando un hijo y con las adversidades en la montaña que se presentan, y otra a nivel simbólico: cómo se ven reflejadas la paternidad o la relación del personaje de Leandro con la vida”, menciona Luppi, dado que también su personaje pasa de la niñez a la adultez con la llegada de su hijo. Por otro lado Ailín Salas plantea que se manifiesta la soledad de manera más abstracta y que la película “deja muchas preguntas más que respuestas sobre vínculos y sobre las personas”.

Paisaje es de la productora audiovisual mendocina Madraza. El largometraje recibió financiamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), está respaldado por el Gobierno de Mendoza mediante el Fondo para la Transformación y el Crecimiento y el programa Mendoza Activa, impulsado por el Ministerio de Economía de la provincia. Cuenta también con el apoyo del Municipio de Las Heras y del Gobierno de Entre Ríos.

El cine bajo alerta

 El cine argentino, la cultura en general, se ve amenazada por la Ley Ómnibus aunque ahora el proyecto haya vuelto al primer casillero. De aprobarse, se produciría un recorte del presupuesto al INCAA, que hace posible películas como Paisaje. El presupuesto aportado para la realización de películas nacionales no queda solo en el cine, sino que se genera una cadena que implica un amplio equipo, sueldo a familias, promoción del turismo, representación de costumbres locales, etc.

Frente a esto Luppi comparte: “Es un momento donde vos prendés Netflix y tenés acceso a las mejores series y películas nórdicas, y hay que competir con eso. La competencia de ahora, en el mercado, es internacional, tenes que hacer contenido que pueda competir con Breaking Bad porque la persona que mira puede elegir una cosa u otra”. Y agrega que los recortes al INCAA implican que no se pueda hacer películas o que se hagan películas cada vez peores, siendo así excluidas del mercado.

“Lo que me da esperanza es que es un país con un pueblo que lucha fuerte, que todo a lo que quieran sacar que construiste con años de lucha se defiende, la gente está demostrando eso”, reflexiona Salas. Asegura que el cine argentino ya venía golpeado, pero este último tiempo más aún. Pese a todo, aclara, “es un gran momento del cine argentino”, debido a los grandes éxitos y reconocimientos internacionales que tuvo.

Paisaje pone en la sala no solo la riqueza de la naturaleza mendocina, sino también la reflexión de los vínculos familiares, la paternidad, la soledad y la apreciación del cine nacional.

 

Paisaje. La oscuridad descubre la verdadera naturaleza se estrena el 15 de febrero en diferentes salas del AMBA y Mendoza.

El Gobierno avanza contra los medios públicos

El Gobierno avanza contra los medios públicos

Especialistas, académicos e investigadores critican y rechazan el decreto presidencial que dispuso la intervención de Telam, Radio Nacional, TV Pública, entre otros medios. ¿Qué significa la amenaza de la privatización?

La soberanía del país está en jaque. Este lunes se publicó el decreto 117/2024 en el Boletín Oficial de la Nación, donde el Gobierno nacional oficializó la intervención de los medios públicos. La misma ya se encuentra activa en la agenda y se enmarca en un pretendido “reordenamiento” de empresas públicas. Aquí se ven afectadas la agencia de noticias Télam, Radio Nacional y Televisión (RTA) y Contenidos Públicos y la plataforma Educ.ar. El presidente Javier Milei puso a cargo de las empresas estatales al jefe de Gabinete Nicolás Posse, dándole plena facultad para reestructurar estas instituciones, desde el personal y directorio hasta en las estrategias de comunicación y contenidos.

Frente a este escenario surgen algunas interrogantes que algunos especialistas y protagonistas del tema comentaron a ANCCOM. “Los medios públicos son un símbolo de soberanía comunicacional y cultural, que han llevado la voz a cada rincón de nuestro país”, sostiene Daniela Rodríguez, trabajadora de Radio Nacional y delegada de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

Rodríguez plantea que los medios públicos están presentes allí donde los medios privados no llegan, defendiendo la cultura incluso en las fronteras y teniendo un papel vital para las provincias argentinas. Son eslabones clave de la democracia que garantizan la pluralidad de ideas y voces. En este sentido Ezequiel Rivero, especialista en medios públicos y becario posdoctoral del CONICET, destaca la labor de canales temáticos como Encuentro, PakaPaka, y DeporTV y admite que la TV Pública enfrenta críticas que la acusan de parcialidad política, falta de independencia editorial, y gestión ineficaz de recursos públicos. Él mismo valida algunas de estas críticas e insiste en la urgencia de abordarlas para mejorar el desempeño de los medios estatales. No obstante, cree evidente que el actual gobierno utiliza estas debilidades como excusa para justificar la violencia institucional que ejerce mediante su intervención. Y señala que no existe un plan para el crecimiento o mejora de los medios estatales, sino más bien un interés en reestructurarlos, con vistas a una privatización o la entrega de ese patrimonio a otro tipo de negocios.

Por otro lado Larisa Kejval, directora de la Carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires, explica que en 2015 la facultad hizo una medición de la calidad de la TV Pública a través de un conjunto de indicadores propuestos por la UNESCO pensados para analizar a de este tipo de emisoras. Allí se evaluaban gestión y programación entre otras cosas. El resultado de la misma fue muy bueno para el caso de Argentina. Sin embargo, hoy, nadie tiene en cuenta esta evaluación, señala Kejval. “Aquí lo que está puesto en cuestión es la propia existencia de los medios públicos, es decir, si el Estado argentino, sea el gobierno que sea, debe tenerlos”. Y sostiene que no se puede prescindir de medios que tienen la capacidad de llegar a todo el país son sus propias programaciones sin estar pendientes del mercado, con calidad educativa, y donde se expresan diversas voces, intereses y preocupaciones que quizás no son rentables necesariamente.

“Todos los Estados que el presidente dice emular tienen sus robustos medios públicos –afirma Kejval–. En todo caso, las medidas tendrían que enfocarse en robustecer estos medios y no desarmarlos o privatizarlos”.

Rodríguez destaca que la información no puede ni debe ser una mercancía que dependa de los intereses económicos de las diferentes empresas privadas. Para Rivero la privatización conduce a la conversión de los medios estatales en activos del sector privado de servicios audiovisuales, o peor aún del sector inmobiliario. “Están especulando con el valor de nuestros inmuebles donde están emplazadas la TV Pública, cada una de las emisoras de Radio Nacional y la planta transmisora de la radio”, expresa la delegada de ATE.

Kejval sigue la misma línea: “Esto es un plan económico de saqueo en el menor tiempo posible, saquear a nuestro pueblo de sus recursos”. E insiste en que la medida del Gobierno gestiona una apropiación privada de los grupos concentrados de ciertos recursos y un vaciamiento cultural de las herramientas que la sociedad tiene para ejercer sus derechos, ejercer la soberanía nacional y desarrollar pensamiento crítico y todo lo que hace mejor a un pueblo y nación.

“Los desafíos legales asociados a una privatización no representan un gran impedimento para un oficialismo que parece distanciarse de los principios republicanos”, expresa Rivero, que también se desempeña en el Centro de Investigación de Industrias Culturales, Políticas de Comunicación y Espacio Público (ICEP) de la Universidad de Quilmes (UNQ).

El oficialismo también señaló al Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) como un obstáculo para que los argentinos tengan más conectividad y mejor acceso a servicios básicos como Internet en todo el país. Según Rivero, la intervención a esta institución no está relacionada con estas cuestiones: “El obstáculo desde la óptica oficialista no es el Enacom sino la presencia de representantes de otras fuerzas políticas en su directorio”, asevera.

En contraposición a lo que afirma el gobierno, el Enacom financió la mejora en la cobertura y calidad del servicio de internet a una variedad de proveedores de esta red en todo el país, sostuvo el programa de internet en barrios vulnerables y financió la conectividad de centros de salud primario y escuelas de todo el territorio, comenta Rodríguez, y agrega que esas acciones fueron fundamentales para las poblaciones más vulnerables. También advierte que siguiendo las medidas que desea el oficialismo no se podrá acceder a contenidos de calidad de forma gratuita.

Pospandemia se desarrollaron muchos programas relacionados al acceso y la conectividad. “En el libro Conectividad Popular damos cuenta acerca de cómo las políticas públicas permitieron el fortalecimiento y acompañamiento de redes comunitarias de internet y cooperativas de tal modo de que se pueda llegar a muchos lugares del país donde el mercado no llega, porque no le es rentable prestar el servicio”, cuenta Kejval y agrega que para ello fue y es fundamental el sostenimiento de la Red Federal de Fibra Óptica con activa participación del Estado que en este caso sería la Empresa Estatal Argentina de Telecomunicaciones (ARSAT).

Rivero cree que la intervención es innecesaria, ya que vuelve al organismo aún más dependiente del Poder Ejecutivo, que ahora puede vincularse con sectores económicos estratégicos como las telecomunicaciones, la conectividad y el audiovisual, de forma directa, discrecional y sin rendir cuentas.

Esta visión es compartida con el ámbito académico. La Red de Carreras de Comunicación Social y Periodismo de la Argentina (Redcom) y la Federación Argentina de Carreras de Comunicación Social (Fadeccos) presentaron ante los legisladores una carta en contra del avance de las medidas del oficialismo. La misiva se encuentra firmada por César Arrueta, presidente de Fadeccos y decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy, y de Aixa Boeykens, presidenta de Redcom y decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos. Además obtuvo el apoyo de más de 50 carreras de instituciones públicas y privadas.

 El escrito advierte el daño que supone llevar a cabo las medidas que plantea el gobierno en materias de derecho a la comunicación, democracia y soberanía. También destaca que la historia de los medios públicos en nuestro país es inmensa y rica, siendo el sistema de medios públicos más grande y federal de América Latina. “Se quiere convencer a la sociedad argentina de que las privatizaciones y cierres significan un ahorro que beneficiará al país cuando ya se ha demostrado en diferentes oportunidades que los fondos en cuestión resultan nimios para el déficit fiscal”, se asevera en la carta, donde también se plantea que la intervención no es más que un capricho ideológico que busca dañar aquello que represente o pueda representar visiones antagónicas a la del capital concentrado.

Uno de los puntos del texto menciona la importancia de la Defensoría del Público. Kejval destaca tareas fundamentales que realiza esta institución: “Su papel es profundamente formativo y ha desarrollado una sensibilización con respecto al derecho a la comunicación”, explica, y cuenta que han hecho foco en las infancias, juventudes, migrantes, mujeres, salud mental, en definitiva, en las diversidades. Uno de sus trabajos fue el de elaborar materiales para la formación periodística con el fin de ejercer la profesión de una manera más respetuosa. Observación que Kejval considera clave, ya que uno de los lugares que históricamente ha estereotipado a muchos actores han sido los medios de comunicación. Su disolución, asevera, sería una enorme pérdida.

El objetivo final del Gobierno no está muy claro, pero sí es evidente que en la intervención de los medios estatales hay un interés económico y la posibilidad de anular la representación y eventual contrapeso de otras fuerzas políticas dentro del directorio, especialmente en el caso de Radio y Televisión Argentina S.E. “Si el gobierno de Macri se ocupó de bajarle el volumen a unos medios estatales que habían sonado fuerte durante el kirchnerismo, el de Milei tiene todos los condimentos para terminar de apagarlos”, expresa Rivero.

Mientras tanto, la realidad de los trabajadores de los medios es delicada. El escenario de los mismos oscila entre amenazas de cierre, despidos multitudinarios, difamaciones, sueldos congelados por decreto y todo esto con sólo dos meses de gobierno de Milei. “Nuestra realidad como trabajadores de medios públicos empeora día a día y mucho más rápido que durante cualquier otro gobierno neoliberal”, cierra Daniela Rodríguez.

El fascinante mundo del Tango

El fascinante mundo del Tango

La muestra, una experiencia para vivir el género rioplatense, se puede visitar hasta el 31 de marzo, de lunes a viernes de 9 a 21 hs. y sábados y domingos de 12 a 19 hs. en la Sala Leopoldo Marechal de la Biblioteca Nacional. Una propuesta con entrada libre y gratuita.

En la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, ubicada en la calle Agüero al 2502 de la ciudad autónoma de Buenos Aires, se exhibe la Muestra “Tango que fuiste y serás”. Para asistir no encontrará mayores inconvenientes, se encuentra en un edificio bacanazo, con mucha historia y fácil de junar por su arquitectura tan particular. Carpeteando piola los nombres de las calles no hay manera de pifiarla, sino, chamuyando con cualquier vecino, podrá encontrar el lugar. Sin embargo, si es una persona sin mucha parla o con miedo a que algún gil le bata cualquiera puede utilizar Google Maps para no meterse en tanto bardo.

No le van a manguear para la entrada, no se preocupe si no anda con resto en el bolsillo; adentro no se puede escabiar ni tampoco fumar faso. El establecimiento cierra a las 20 horas, por lo tanto se recomienda mirar bien el bobo antes de salir y calcular cuánto tarda el viaje en bondi, tacho o medio de transporte que decida utilizar. 

La muestra expuesta en la sala Leopoldo Marechal, fue resultado de la curaduría de Diego Antico y Florencia Ubertalli. “Una de las propuestas de la muestra es poder dar a conocer parte del material que está en la Biblioteca, cualquiera puede acceder a esos archivos ya que son bienes públicos. Otro de los hilos narrativo que decidimos abordar se relaciona con cuestiones del tango que no son muy tratada en otros lados como por ejemplo, la música con todas sus variantes, las letras, el baile, la imagen, el lenguaje, la sociedad en sí misma. No nos centramos tanto en las figuras, sino en lo periférico a estas”, explica Antico en diálogo con ANCCOM. 

“Tango que fuiste y serás” comienza abordando algunos de los mitos fundacionales del género: ¿De dónde provienen sus raíces? ¿Quiénes fueron sus actores principales?¿Cuál fue la distribución de los roles de género?¿En qué momento aparecieron las primeras partituras?

Más allá de que la muestra no busca responder de manera explícita a estos interrogantes, vuelve a reabrir el debate a través de distinto material de archivo bibliográfico, audiovisual, e imágenes que junto a algunos objetos refuerzan la propuesta. Steven Craig es un médico estadounidense de 54 años, Michelle Rodríguez de 45 años es su esposa y trabaja de enfermera y recorren la muestra porteña. “A pesar de saber español sus letras nos parecen muy enigmáticas debido a que muchas de sus palabras no las conocíamos. Está bueno ver cómo se aborda algo de esa cuestión en la muestra”, explica el turista. Su compañera agrega: “Conocimos el tango a través de unas clase de baile, ya sabíamos español y a partir de ahí nos fuimos metiendo más en este mundo”. 

La segunda sección propone seguir con la industria cultural del tango y aborda cómo fueron sus comienzos en los medios. Podemos encontrar una pared decorada con las portadas de revistas que contiene a los cantantes, actores y orquestas más reconocidas de ese “Star system”. Además hay disponible una pequeña sala de cine donde se proyecta la película “Tango”, estrenada en 1933, dirigida por Luis Moglia Barth, y considerada el primer largometraje sonoro de la Argentina.

Su curadora, Florencia Ubertalli afirma: “Una buena parte de los objetos y material de archivo expuesto forman parte del patrimonio de la Biblioteca, no se trata sólo de material de lectura, sino también en otros formatos que son de nuestra audioteca y videoteca. Sin embargo, también tenemos objetos prestados como los expuestos en la segunda sección que son propiedad del coleccionista Guillermo Elías. Él nos cedió un fonógrafo original y nos prestó los cilindros de cera, primeros dispositivos en donde se reprodujo la música del tango; además nos brindó algunas fotos y otros objetos de valor que están expuestos a los largo de la sala”.

Siguiendo el recorrido, aparece una sección dedicada a la milonga, la sala recrea un salón de baile de principios del siglo XX, posee instrumentos, escenario y botellas de bebidas que se consumían en esos lugares. Este tramo se propone reflexionar acerca de lo que es el baile del tango, sus códigos y cómo se resignifica en la actualidad. Franco Vázquez es guitarrista y músico de 28 años, en su recorrido opinó: “Es muy interesante, todos los códigos que se manejan y manejaban en las milongas. Por ejemplo, antes existía lo que era el cabeceo, se dice que se hacía para que los hombres no queden expuestos si una mujer los rechazaba para bailar y además para no entorpecer la pista circulando en vano”.

La muestra entra en su etapa final con una exhibición de otras expresiones artísticas que han hecho referencia al tango; como por ejemplo las pinturas de Juan Lorenzo-guitarrista y artista plástico- y Romina Pernigotte-bailarina e ilustradora–. La literatura también se hace presente en esta exhibición con Jorge Luis Borges a la cabeza y otros autores reconocidos que son exhibidos en las vitrinas del salón. Algunas paredes de la sala poseen postales fotográficas de principios de siglo que dialogan con otras que han sido seleccionadas en un concurso realizado por la Biblioteca a principios del 2023. Ubertalli explica: “Las fotografías expuestas en la sala de milonga y en la primera parte de la exposición fueron producidos especialmente para un concurso se llamó ‘Postales del Tango’, son fotografías de distintas partes del país que daban cuenta de cómo se vive hoy el tango. Las 10 fotos que fueron premiadas son expuestas en esta muestra, es decir que no solamente se ha exhibido material que ya existía, sino que se puso en circulación fotografías nuevas que conviven con otras que son mucho más antiguas y forman parte del Archivo General de la Nación. Es una manera de representar algunas continuidades y rupturas en el género”.

Por último, se ofrece una línea histórica a los largo de toda una pared, que contiene fechas significativas para el tango y la política argentina. Aparecen marcados meses, años y días de la creación de algunas canciones emblemáticas como por ejemplo: “A Leandro”, “Unión Cívica”,“Tirana Unitaria”, “Bronca”( grabado por Edmundo Rivero), o “Pan” (tango anarquista que interpretó Gardel).

Al final de la pared y de la muestra una televisión reproduce nuevas expresiones artísticas que toman al tango como referencia, desde obras de teatro hasta artistas musicales de otros géneros como el rock y el rap que afirman que la esencia del tango sigue viva e influencia sus nuevas creaciones más allá que no pertenezcan al mismo género.

“Tango que fuiste serás” dialoga constantemente con la sentencia de muerte que tantas veces se le dictaminó a esta música. A lo largo de la muestra algunos QR nos dirigen a varias playlistsorganizadas por la Biblioteca que mezclan obras de antaño con artistas contemporáneos.

La muestra seguirá en exhibición hasta marzo 2024. Además de la propuesta del primer piso, la Biblioteca presenta una serie de shows con cantantes y orquestas, además habrá charlas y debates en torno a la temática.

Las calesitas de Buenos Aires tienen ese qué se yo…

Las calesitas de Buenos Aires tienen ese qué se yo…

Calesitas o carruseles -según si están fijos o se mueven verticalmente los caballitos, elefantes o leones- son parte del paisaje porteño desde 1867. ¿Qué tuvo que ver la guerra con este popular juego?

En pleno Boedo, Avenida Independencia al 4200, se cuela la Placita de los Vecinos entre tanto edificio. A pesar de la oscuridad tenue de la tardecita, hay un sector lleno de luz en su entrada. Es un núcleo colorido, musical y en movimiento que atrae a los niños cual polillas y les hace repetir como disco rayado: “¡Otra vez! ¡Una más!”. El éxtasis está en el aire y en su atmósfera. Gira una calesita.

Hernán Pernochea piensa que su calesita es moderna” en comparación con otras. Se encargó de que, además de los icónicos caballos y los ciervos de nariz respingona, también estén los personajes que convocan a los niños y niñas del presente como el Rayo McQueen, la Rapunzel de Disney y Spiderman. La ilusión de los chicos es la materia prima de su trabajo: “La verdad es que siempre quise ser calesitero, y hoy es mi profesión y lo que elijo”.

Antonio Cid, calesitero desde 1971 del Parque Pereyra, en Barracas bien al sur, va más allá al definir su oficio y utiliza una curiosa metáfora, similar a la del economista Emanuel Álvarez Agis sobre la deuda pública: “Esto es lo que me gusta. Una vez que entrás es como la droga… la diversión es una droga que no te hace mal”.  

En general, resaltan estos trabajadores, el oficio es heredado. “Mi abuelo era calesitero, mi viejo es calesitero y yo también lo soy”, confiesa Hernán. Don Antonio también cumple la regla y se enorgullece al contar que desde los 18 años sigue la tradición de su papá. Hoy tiene cerca de 70 y se pregunta si alguno de sus hijos continuará haciendo girar a sus caballitos de madera al ritmo de La Vaca Lola. El tiempo lo dirá.

Las reglas del juego

Según datos oficiales, en la Ciudad de Buenos Aires hay 55 calesitas. La Ley 5418 determina que los permisos para el funcionamiento de los carruseles en el espacio público son por cinco años y tienen la posibilidad de renovación. Además, se estipula una prioridad para el otorgamiento de licencias para quienes hayan sido titulares en el pasado. Este punto, destacado en el Capítulo 9.15 del Código de Habilitaciones y Verificaciones, resuelve un viejo problema que, según recuerda Pernochea, generaba un proceso poco transparente donde “podía concesionar el que ponía más guita”.

Desde hace unos años, los calesiteros acordaron con el Gobierno que los jardines y chicos de hasta primer grado pueden hacer una excursión gratis. Otra regla ordena que las calesitas deben guardar una distancia mínima de diez cuadras entre sí. La idea es que no haya competencia entre compañeros.

Algunos de los carruseles están protegidos por la Ley de Patrimonio Cultural, lo que implica que fueron declarados sitios de interés para la identidad porteña. En los hechos, esto significa que hay que pedir una autorización para hacer alguna refacción, como darle una mano de pintura o cambiar un caballito de lugar. Por ejemplo, Antonio firmó un contrato recientemente con la empresa Bayer porque la marca se ofreció a restaurarle la calesita a cambio de poder utilizarla para un evento. Distintas formas de conservar el patrimonio.

De la guerra al juego

En un inicio, la calesita fue un medio de entrenamiento para los jinetes turcos que combatían contra enemigos ficticios que giraban en la sarianguik, un plato de madera con caballos hechos del mismo material. Luego, con las cruzadas, se extendió hacia Europa Occidental y, así, recibió su nombre en castellano: carosela, “la primera batalla”. Más tarde, la realeza del viejo continente construyó carruseles en jardines privados y le dio su propósito actual, el entretenimiento infantil. La última parada de este viaje fueron las ferias populares, lo que permitió que la actividad se emancipe de los ricos y se vuelva un juego para el pueblo.

La primera calesita argentina data de 1867, de fabricación alemana, estaba ubicada en la actual Plaza Lavalle. Pasaron 24 años para que llegara la primera confeccionada por manos nacionales. Y si hablamos de inventos argentinos, la sortija es uno de ellos. Su fisonomía se compone de una bocha con forma de pera, una chaveta y una arandela. Las hay simples o más sofisticadas. Su valor está en la idea de regalar otra vuelta más. Pero no es fácil: los niños deben superar el hábil muñequeo del calesitero. Para Cid, el secreto está en esperar lo suficiente y en asegurarse de que todos los gurises logren conseguirla. Sabe que para un pibe hay pocas alegrías como atrapar la sortija y ganar otro paseo.

El ritual se remonta a las corridas de sortija gauchescas del siglo XIX. Los jinetes de la Pampa Húmeda competían para demostrar su habilidad en la monta. El objetivo era embocar un palo en una argolla que estaba a casi tres metros de altura. Los años pasaron y la tradición se conservó. Ahora el bravo quiebre de muñeca ilusiona con un viaje gratis para cualquier niño. Otra vez la competencia se hizo juego.

 

Mi carrusel arrabalero

Una diferencia fundamental: la calesita es un juego mecánico que tiene asientos inmóviles, mientras que en el carrusel se mueven verticalmente. Cuestión de nomenclaturas, las palabras y las cosas.

Algunos carruseles superan los 100 años, como el caso de la calesita de Antonio. Fue diseñada originalmente por un portugués en 1897 y adquirida luego por su padre, quien la refaccionó para convertirla en un carrusel. Don Antonio se enorgullece, respira hondo y hace historia: “Sus partes son de madera maciza. Un caballo pesa alrededor de 90 kilos. Son de material bueno, a diferencia de las actuales que se hacen con fibra de vidrio. La madera tiene más aguante”, asegura.

¿De qué manera se logra conservar a estos gigantes forjados en hierro? En general las refacciones suelen ser realizadas por los propios calesiteros. Los trabajadores rodantes dicen que “escuchan y sienten” cuándo deben intervenir. “Es el calesitero el que se trepa, agarra un pincelito y le manda grasa a lo que sea. Se encarga de evitar que haya problemas”, aporta Hernán.

Pero la autogestión no todo lo puede, por eso muchas veces recurren a sus compañeros. Así comenzó la Asociación Argentina de Calesiteros y Afines: “Hay un aguante colectivo, nos damos una mano entre todos», asegura Cid. Su germen fueron las juntadas entre colegas en el lejano 2004. La organización adquirió su personalidad jurídica en el 2010. Actualmente funciona como un lugar de encuentro en el cual los primeros lunes de cada mes, los trabajadores comparten un almuerzo e intercambian opiniones sobre su profesión.

Si todo este dispositivo llega a fallar, hay que levantar el teléfono y contactar a un matricero. La matricería es ese pequeño taller que repara la infraestructura del carrusel cuando está dañado. Puede arreglar los engranajes o recuperar algunos de los asientos. “Es la persona que labura en el fondo de su casa. Podés llegar al taller y ver que tienen un autito o un caballito en el techo”, apunta Pernochea. Los jardines de la mente, diría Charly García, y las estatuas que (ellos deben) pulir.

Cosa seria

Fermín tiene apenas dos años y rota por todos los juegos del patio inaugurado en Parque Lezama, cerca del cruce de Martín García y Defensa en San Telmo. De la hamaca a la locomotora, del auto al tobogán tirabuzón, no hay tiempo que perder. Pero cuando se eleva del medio metro que le consta por su edad, la vista se le clava en aquel techo descolorido del predio de enfrente que gira y gira desde 1960. La cale”, demanda. Si quiere dar la vuelta, que no se quede con ganas.

Para Celina Vietto, psicóloga maestrando en infancias y juventudes, el juego es una parte esencial en la constitución de las personas: “La creación es salud”, porque es un proceso de apropiación del mundo en el que se inventa lo que no se tiene al alcance. Incluso, el juego es considerado un derecho para los niños y en nuestro país está protegido en uno de los artículos de la Ley 26.061 sobre derechos de las infancias y adolescencias.

Fermín ruega una vuelta más apenas termina y acecha la sortija repleto de adrenalina. Francesco Tonucci, reconocido pedagogo, plantea que las ciudades no están adaptadas para la apropiación infantil. Desde 1991 lleva a cabo el proyecto Ciudad de los Niños donde remarca la importancia de reconocerlos como sujetos de derecho para pensar la planificación urbana a partir de sus necesidades: “Los niños quieren salir de casa y vivir en autonomía su experiencia de juego y de contacto con otros”.

Las calesitas son parte del paisaje urbano, pero para Pernochea son un momento de libertad: “En la cabeza de los pibes es una película. Hay un dicho que dice que es el primer viaje que el nene hace solo. A veces vienen los padres y le dicen ‘pero ese es aburrido, subite a tal’ y yo digo, loco, es el que eligió porque cuando entró lo vio y en su cabeza ya empezó su idea, su mundo, su mambo”.

Sigue girando

La calesita y su dueño echan raíces en la plaza. Don Antonio es famoso por su antigüedad y su carácter: “Hay gente que vivía en Barracas, se mudó pero tiene algún pariente en el barrio. Después vuelve y dice Oh, ¡todavía estás acá!’ ¿Qué querés, que me vaya? Es gente grande que venía cuando era chiquita. Venían los padres, trajeron a los hijos y a veces hasta vienen los nietos. Es lindo porque vas por cualquier lado y te dicen ‘¡Ahí va el calesitero!’”.

Cada uno con sus modos, los calesiteros se vuelven figuritas del barrio que encarnan las añoranzas de muchos; un pedazo de su pasado conservado en el presente.

El golpe del arancelamiento a la universidad pública

El golpe del arancelamiento a la universidad pública

El proyecto de Ley Ómnibus presentado por Javier Milei transforma a la educación en una mercancía. Uno de los pasos propuestos es el arancelamiento de la universidad pública a estudiantes extranjeros sin residencia en el país. Opinan estudiantes y funcionarios.

El proyecto de Ley Ómnibus presentado por el presidente Javier Milei desató el temor de los miles de estudiantes extranjeros que eligieron Argentina para estudiar. Es que uno de sus puntos propone arancelar la educación universitaria para todos aquellos que no tengan la residencia permanente en nuestro país.

-En cuanto me enteré, entré en pánico — confiesa María José, de 22 años, mientras mira cómo sus dedos se entrelazan en las manos apoyadas sobre la mesa.

En 2022 abandonó Sogamoso, una pequeña ciudad perdida entre las sierras de Bogotá, y arribó a Argentina con el objetivo de seguir la carrera de Psicología en la Universidad de Buenos Aires. Aún le faltan dos años más para poder conseguir la residencia permanente.

-No podría costear mis estudios. Mis papás no me envían mucho dinero. Yo trabajo, pero no alcanza. Imagínate, con lo que pago de alquiler, para comer y los gastos diarios no puedo pensar en dónde voy a sacar para pagar la universidad.

En la misma situación se encuentran sus amigas de Colombia, Venezuela y Ecuador, que desde que el 10 de diciembre se transformaron en variable de ajuste, enfrentan el riesgo de tener que abandonar sus proyectos de vida.

-Es injusto porque desde que abandoné Santiago de Chile, no dejé de pagar impuestos — opina por su parte Iván, de 23 años —. Yo estudio Medicina en la Universidad de La Plata. Para estar acá pago un alquiler, compro mis víveres, voy al supermercado. Cada vez que gasto dinero pago impuestos, entonces no entiendo por qué dicen que estudio gratis.

Su padre, Jesús, se recibió en 1999 de la carrera de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Por ese motivo, creció con la expectativa de repetir los pasos familiares e ir a buscar del otro lado de la Cordillera la educación que su país le negaba.

-Oí que hay posibilidades de que el Congreso rechace algunos artículos, pero la verdad es que estoy muy preocupado. Si nos arancelan la Universidad no sé si podría pagarla. Sería un golpe muy duro porque encima la inflación hace que todo cueste un poco más.

Ney también debió abandonar su hogar para poder seguir con el sueño de estudiar economía. En 2023 partió de Guayaquil con el objetivo de regresar con un título bajo el brazo.

Son las once de la noche y aún lleva el delantal que utiliza en la rotisería en donde trabaja para poder pagar la habitación que comparte con tres brasileños en una residencia del barrio porteño de Monserrat.

-Tanto hablaban de la casta y al final la casta éramos nosotros — lamenta, mientras pica perejil en la mesada de la cocina común de la pensión —. Si nos privatizan la educación, voy a volver a trabajar en el campo con mi papá.

Levanta solo la cabeza para escuchar. Al momento de responder, vuelve a agacharla, casi como si sintiera culpa por un supuesto delito que no cometió. Pone sus ojos en la verdura, casi como si se quisiera abstraer de la realidad.

“En la residencia no hay contrato y nos aumentan cada dos meses. En la rotisería me tienen en negro ¿Y a mí me vienen a reclamar que pague impuestos?”, reclama.

Su voz temblorosa delata la bronca que intenta ocultar. Se trata de un enojo motivado por la incertidumbre de no saber, si una vez más, las clases subalternas pagarán por los negociados de los que dirigen las reglas de juego.

“La conciencia mayoritaria en nuestra sociedad es que nuestro sistema universitario es un activo de todo el país”, sostiene el ex ministro de Educación, Nicolás Trotta, en diálogo con ANCCOM y agrega: “Estamos ante un gobierno que viene exteriorizando posiciones que tienden a la mercantilización de ese sistema”.

Alberto Sileoni, titular de la cartera educativa durante el gobierno de Cristina Fernández y actual director general de Escuelas de la provincia de Buenos Aires, coincide con Trotta.

“La educación debe concebirse como un derecho, nunca como un bien transable. Y a eso, la ley lo anula. — advierte Sileoni —. Yo creo que hay que leerlo en conjunto con la propuesta de nuestra canciller, Mondino, de querer entrar a la OCDE. Para poder ingresar, los países tienen que concebir la educación como una mercancía. Eso es una puerta abierta a los negocios, a la privatización educativa, a las plataformas digitales”. En este sentido, advierte que “la ley es muy grave, porque deroga el artículo 10 de la Ley de Educación Nacional, que impide que la Argentina establezca convenios en donde se tome la educación como un bien de mercado”, advierte.

La presentación del proyecto oficialista estuvo acompañada de una campaña dirigida a sostener que las universidades están colmadas de alumnos extranjeros. Sin embargo, los dos funcionarios coinciden en señalar lo falaz de este argumento.

“La por entonces precandidata a presidenta, Patricia Bullrich, hoy ministra de seguridad de Milei, intentó plantear con información errada un supuesto problema que justifique el arancelamiento como primer paso, a un sector de nuestros estudiantes para después hacer un arancelamiento absoluto — declara Trotta —. Si nosotros vemos las estadísticas en términos de la cantidad de estudiantes que tiene nuestro sistema universitario, tiene el mismo reflejo de la población extranjera que hay en la Argentina”.

En la misma línea, Sileoni explica: “la cifra de estudiantes no argentinos es absolutamente irrelevante. Aparte, no se trata de que vos le das clase al colectivo de estudiantes extranjeros. No, ellos se incorporan a aulas de 30, 40, 50 estudiantes. Entonces no hay un costo que se incrementa por la llegada de ese extranjero al aula”.

El supuesto gasto extraordinario generado por el acceso irrestricto a las casas de estudios ha sido otra de las excusas para legitimar la privatización parcial de la educación superior.

En este sentido,Trotta sostiene que un trabajo de la Organización Internacional del Trabajo concluyó que “el aporte de los extranjeros en términos económicos es superior al costo de los bienes públicos y servicios sociales que consumen”.

Tenemos un saldo positivo — afirma — Producen más recursos que los que terminan consumiendo.

Por su parte, Sileoni concluye: “Todas las medidas que está tomando este gobierno, como rifar 41 empresas públicas, romper con la TV Pública, vender a cualquier precio YPF, los trenes. Todo eso huele a negocio. Si todo huele a negocio, por qué no lo van a hacer con la educación, que es un inmenso negocio a escala internacional”.