La abuela de todos | 40 años de Democracia

La abuela de todos | 40 años de Democracia

La entrevista a Estela Barnes de Carlotto inaugura el ciclo “Estuve ahí”, una serie de conversaciones intergeneracionales realizada por los jóvenes periodistas de ANCCOM para celebrar los cuarenta años de democracia. La presidenta de Abuela de Plaza de Mayo cuenta cómo fue construir un camino que le permitió a la Argentina restituir 133 identidades, su relación con los distintos presidentes y el traspasado de la lucha por la memoria, la verdad y la justicia a los nietos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales 💚 – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso, Estefanía Hernández, Lucia Fabiana e Ian Werbin.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini
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40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)
ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.
La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.
Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.
Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.
No se olviden de Cabezas

No se olviden de Cabezas

A 25 años del asesinato del reportero gráfico, Netflix estrena un documental que reconstruye el caso. El periodista Gabriel Michi recuerda a su compañero, habla de la necesidad de seguir haciendo memoria y de qué le pasó cuando vio la película.

A 25 años del crimen de José Luis Cabezas, este jueves se estrena El fotógrafo y el cartero: el crimen de Cabezas, una película documental basada en el caso del reportero gráfico asesinado. Presentado por primera vez durante en el último BAFICI, el film estará disponible a partir del jueves 19 de mayo en Netflix.

Mediante material de archivo y testimonios exclusivos, la investigación relata el asesinato del fotógrafo de la revista Noticias, ocurrido en 1997 en un balneario de Pinamar, y su vínculo con el autor intelectual del crimen, Alfredo Yabrán. El verano anterior, Cabezas había conseguido la fotografía del misterioso y cada vez más poderoso empresario postal caminando por la playa. El caso conmovió a todo el país y arrojó luz sobre el contexto de impunidad que se vivía en el poder de la década de los noventa. 

El documental es dirigido por Alejandro Hartmann y producido por Vanessa Ragone, quienes también trabajaron juntos en la realización de la serie de Netflix Carmel: ¿Quién mató a María Marta? La película cuenta con la participación de los compañeros de Cabezas en la revista Noticias: Gabriel Michi, Edi Zunino y Hugo Ropero. Además de testimonios del exgobernador de la provincia de Buenos Aires Eduardo Duhalde; del juez Mariano Cazeaux; del abogado Alejandro Vecchi; del empresario Oscar Andreani; el abogado y asesor legal de Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina ARGRA Miguel Gaya; la investigadora y docente Cora Gamarnik, el fotoperiodista y docente Julio Menajovsky; el entonces comisario inspector Jorge Gómez Pombo; Gustavo González, uno de los condenados por el crimen; Manuel Lazo, uno de los tres periodistas que tuvieron acceso al cuerpo de Yabrán y los periodistas Lorena Maciel y Ricardo Ragendorfer, que cubrieron el proceso y el juicio por el asesinato.

En diálogo con ANCCOM, Gabriel Michi reflexiona sobre el estreno y los 25 años de lucha y memoria. El periodista y licenciado en Comunicación Social (UBA) escribió y publicó el libro Cabezas. Un periodista. Un crimen. Un país. Actualmente se desempeña como columnista en temas internacionales en C5N, además de ser el creador y director de Mundo News.

¿Cómo te llegó la propuesta de participar en la película?

Me llamó hace más de año y medio el director y me pidió tomar un café. Estuvimos charlando y ahí me contó que estaba con la idea de hacer este documental. Me preguntó si yo podía dar mi testimonio, le dije obviamente que sí. También me consultó qué testimonios no podían faltar. Después me fueron consultando a lo largo de la producción cosas puntuales de la causa, de hechos que nosotros habíamos vivido con José Luis. Como yo tengo prácticamente toda la causa en la cabeza y todo lo que vivimos juntos, me consultaron en varios tramos mientras estaban realizándolo.

¿Cómo fue ver el estreno del documental?

Yo salí con un nudo en la garganta terrible. Revivir muchas de las cosas que padecimos en su momento durante y todos estos 25 años también fue muy fuerte. Me conmovió mucho ver a los padres de José Luis que fallecieron hace unos años, ver toda esa pelea que estuvieron dando por justicia y lo que sufrió esa familia. Porque incluso, entre las imágenes, apareció mi hermana que nos acompañó mucho tiempo en la lucha y que falleció hace un par de años. Más allá de lo de José Luis me pegó por ese lado. Incluso, en una parte del documental ellos hacen un juego entre lo que yo decía hace 25 años, cuando fue el crimen, y conmigo ahora. Era una continuidad del relato, pero con muchos años de diferencia. Vi el paso de estos 25 años en mi vida en ese juego cinematográfico. Fue recontra movilizador. Estaba en el cine, con varios compañeros de Noticias de aquella época, todos salieron muy conmovidos.

¿La familia de José Luis vio la película?

No, ellos están viviendo en España. No pudieron estar para el estreno, pero seguramente ahora la van a poder ver. Yo incluso hablé con la viuda de José Luis y le expliqué que era fuerte. Le dije que si miraban el documental traten de verlo todos juntos, en familia. Les aconsejé que no la vieran solos porque es muy dura y sé que va a ser muy movilizador para ellos también.

Escribiste y publicaste tu libro sobre el caso para el 20 aniversario ¿qué diferencia ves ahora que pasaron cinco años más?

Principalmente, la diferencia con la situación legal de los asesinos ya que están todos libres. Con el paso del tiempo nos enteramos, por ejemplo, que el asesino de José Luis, el expolicía, estaba ejerciendo como abogado cuando supuestamente no podría tener la matrícula habilitada porque no terminó de cumplir su condena a pesar de que está en libertad. También cosas que tienen que ver con la vida. El 24 de noviembre pasado nació el primer nieto de José Luis y cuatro días después, el 28 de noviembre, hubiera cumplido 60 años. Fue muy movilizador todo ese momento. Cosas que ocurrieron en estos años.

El documental tiene una parte que rescata al José Luis persona y al fotógrafo, pero también retrata muy claramente el país en aquel momento, así como también las pujas de poder en torno a este crimen.

Gabriel Michi

¿Hay alguna parte que destaques del film?

El documental tiene una parte que rescata al José Luis persona y al fotógrafo, pero también retrata muy claramente el país en aquel momento, así como también las pujas de poder en torno a este crimen. Lo sitúa históricamente y cómo se relacionó este caso con el contexto histórico y político. La guerra entre Eduardo Duhalde y Carlos Menem, entre otras cuestiones.

¿Cómo era trabajar con José Luis?

Él era una persona muy especial. Un tipo muy divertido, solía hacer bromas todo el tiempo, pero tenía un carácter difícil, era muy cabeza dura. Pero después de cubrir tantas temporadas juntos, nos conocíamos de memoria entonces nos sabíamos manejar los tiempos del uno y del otro. Él era muy familiero e hincha de Independiente como yo, compartimos esa misma pasión. Como profesional era muy detallista. Muy obsesivo con el trabajo. Tenía por un lado la calidad del fotógrafo artístico y, por otro lado, la destreza del reportero gráfico de batalla que necesitaba la foto de ese momento único, en él se cruzaban esas dos variables. Lo otro que a mí siempre me sorprendió es la capacidad de convencimiento que tenía sobre las personas que entrevistamos para hacerlos hacer lo que él quería. Desde Ernesto Sábato posando con una pintura naif en plena Plaza Lavalle u Oscar Andreani vistiendo el traje de cartero de su empresa. Esas cosas las lograba José Luis, porque tenía un poder de convencimiento para lograr el objetivo que él buscaba. La verdad que era un gran fotógrafo y un gran tipo.

¿Por qué es importante seguir hablando del caso?

Primero es importante porque toma una dimensión internacional al ser presentado en una plataforma como Netflix, es volver para instalarlo internacionalmente. Pero fundamentalmente para mantener viva su memoria., para que se recuerde que acá en la argentina asesinaron a un periodista en democracia. Que lo mataron por cumplir con su trabajo, que tuvo un mensaje mafioso de silenciamiento, coordinado por un empresario vinculado con el poder, como era Alfredo Yabrán. Que participaron en ese asesinato sus custodias, la policía de la Provincia de Buenos Aires, delincuentes que trabajaban para la policía, y además el poder político del gobierno de Menem que lo intentó encubrir. Que el caso reveló un país que estaba oculto. También me parece clave que lo conozcan las nuevas generaciones, que los jóvenes sepan esta historia. Aquellos que tal vez pensaban que hechos como estos ocurrieron solo en dictadura, sepan que en democracia también pasaron. Y que fue el enorme compromiso de la sociedad, de los periodistas y de los medios de comunicación lo que ayudó a que este caso no quede impune.

¿Qué debates va a traer el estreno del documental?

Está bueno que se reactive un poco la discusión sobre el rol que el periodismo tiene en una sociedad, cuando ese rol se asume con responsabilidad y con compromiso, en búsqueda de la verdad. En lugares como la carrera de Comunicación sé que estos debates están siempre, pero está bueno que vuelvan a aparecer el tema de la rigurosidad en la información, en tiempos donde prevalece la desesperación por ir detrás de la primicia sin chequear la información y sin la profundidad que merece. Reinstalar la discusión sobre el periodista y la prensa en general frente a esta sociedad. Y cómo, a veces, asumir el rol que debemos tener implica ciertos riesgos por lo que vale la pena dar la pelea, porque si no ganan los malos ¿no? Esa es la conclusión.

Con la abolición del «chineo» como bandera

Con la abolición del «chineo» como bandera

Desde el domingo se desarrolla en Salta el 3º Parlamento Plurinacional de Mujeres y Diversidades Indígenas. Las violaciones sistemáticas niñas y adolescentes de las comunidades, en el centro de la agenda.

El 3º Parlamento Plurinacional de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir se lleva a cabo entre el 22 y el 25 de mayo en Chicoana, Salta. Del encuentro participan 36 naciones de los pueblos originarios con el objetivo de fortalecer sus voces, debatir y abrazar la espiritualidad para continuar con su lucha como defensoras territoriales y decir #BastaDeTerricidio #BastadeChineo.

“La lucha que llevamos adelante las mujeres indígenas viene de muchos años, de nuestras abuelas y madres. Continuamos esa lucha por la defensa de nuestros territorios, somos mujeres que estamos comprometidas con la lucha por nuestros derechos, la protección de nuestras niñas y de nuestras hermanas. Porque sabemos que la cultura occidental es avasallante en todas las dimensiones: no tenemos acceso a agua potable, no tenemos acceso a una vivienda digna; no tenemos una seguridad legal en cuanto a nuestros territorios para poder acceder a esos derechos”, denuncia Seila Pérez, del pueblo simba guaraní de Tartagal Salta, integrante del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir. “Somos guardianas de la semilla -sostiene-, tenemos que recorrer muchos kilómetros para buscar semillas madres porque este sistema extractivista es un monstro que avasalla nuestros derechos”. 

Por su parte, Neli Curia de la nación mapuche y hermana del Movimiento describe las demandas centrales de este encuentro. “Queremos terminar con este crimen hacia nuestras niñes, que sea tipificado como un crimen de odio racial”, se refiere a la violación sexual cometida contra las niñas de las comunidades de los pueblos originarios, mayormente en las provincias del norte del país, a la que ancestralmente se denomina “chineo”, en alusión a la expresión que le da origen: “Andar de chinas”. Curia agrega que también exigen hablar de terricidio, lo que implica “hablar de todas las formas destructivas que padecemos en los territorios. Vamos a hablar de la educación que necesitamos para un buen vivir”, concluye.

El Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, que organiza esta actividad, fue creado en el 2015 por Moira Millán, weychafe (guerrera) mapuche y activista. Desde 2013, junto a algunas compañeras, comenzaron a recorrer los territorios de los pueblos indígenas y encontraron a otras mujeres atravesadas por las mismas necesidades y problemáticas, entre ellas la racialización. En 2021 se organizaron y realizaron la primera manifestación del movimiento apartidario y plurinacional que respeta la cultura de cada hermana y la espiritualidad de cada pueblo.

“Nosotras, Mujeres y Diversidades Indígenas de las 36 Naciones, tras dos largos años de resistencia activa en nuestros territorios queremos volver a encontrarnos. Somos las denunciantes del terricidio, somos las guardianas de la semilla, defensoras del agua y de los territorios. Nos están asesinando, violan a nuestras niñas y contaminan nuestras cuerpas. Estamos en emergencia humanitaria. El sistema destruye la vida en todas sus formas. El genocidio indígena no ha terminado. Mientras el racismo colonial trabaja para invisibilizarnos, nosotras luchamos por la vida toda”, declara la organización. 

Los tres ejes del Parlamento son: “Terricidio y defensoras territoriales” junto a la campaña #BastaDeTerricidio; “pluriversidad”, incluyendo la educación intercultural, la autogestión y la participación de las mujeres indígenas en los medios de comunicación; y los “tipos de violencias hacia las mujeres y diversidades indígenas”, junto a la campaña #BastaDeChineo.

La campaña #BastaDeChineo busca abolir la violación contra los cuerpos de las mujeres y niñas indígenas. El “chineo” proviene de la época de la colonización en la que los españoles llamaban a las mujeres indígenas “chinitas” por la forma de sus ojos. Desde hace siglos, las niñas indígenas sufren violaciones por parte de criollos que poseen poder económico y social, que los eligen a modo de rito iniciático de la sexualidad de las niñas. Como se explica en “Conversatorio sobre Chineo (abusos sexuales sobre las mujeres y niñxs indígenas), racismo y violencia de género”, organizado por el INADI, “el chineo es una práctica colonial que hoy continúa existiendo en manos de los criollos, las empresas transnacionales que operan en nuestros territorios, las fuerzas de seguridad del Estado y el patriarcado que atraviesa las comunidades”.

La localidad elegida para el encuentro es Chicoana, ubicada a 40 kilómetros de Salta en el norte de Argentina. Sobre esta elección, Curia explica que “si hablamos de violencias hacia mujeres y niñas indígenas, violencias de todo tipo, lo que está sucediendo en el norte es alarmante. Es necesario y urgente ver este dolor de cerca para dar las luchas desde ese lugar”. Esto hace referencia a, entre otras cosas, las denuncias que se hicieron públicas en febrero de este año, donde un grupo de mujeres wichis se reunió para visibilizar y pedir justicia por más de 25 hechos de violencia sexual de los cuales fueron víctimas. Muchas de ellas también denunciaron la falta de filiación de hijas e hijos nacidos producto de esos abusos y reclamaron que se reconozca su derecho.

Seila Pérez explica: “Nuestras niñas están en situación de vulnerabilidad en el norte de Salta, tenemos niñas de 12 y 13 años que son madres de dos o tres niños. Y vemos un Estado totalmente ausente en los territorios, tanto el Estado municipal como el provincial y nacional. Históricamente, los patrones de conducta machista nos posicionan como un objeto, que se mira y observa, un objeto de burla, para llegar a la violación, al chineo. Actualmente se naturaliza, no ha cambiado nada”, explica y describe que los hombre dicen: “Me voy a chinear, me voy a pescar”. Pérez denuncia: “Nos violan y nos matan como si fuéramos una cosa, como si nuestro cuerpo no merece valor y respeto”. Para ella esta violencia ancestral debe combatirse culturalmente: “Estos patrones de conducta machista, racistas y genocidas hay que trabajarlos con educación, no solo en el ámbito educativo formal, sino también en la educación no formal, popular y comunitaria. Queremos políticas públicas educativas con participación de la mujer indígena. Nos encontramos todos los días con una justicia patriarcal que nos dice que nos merecemos esa violencia porque estamos viviendo en la tierra de los terratenientes. Inclusive ni la policía está capacitada para poder recibir este tipo de denuncias, porque cuando los terratenientes amenazan de muerte a 20 mujeres, en las denuncias figura como que amenazaron a 20 personas, no mujeres”. Curia agrega: “Esperamos juntes ver cómo seguimos trabajando para terminar con el chineo. Cómo juntes ponemos voz a la injusticia que pasan en los territorios. Vamos a terminar este Parlamento fortalecides”.

En 2018, se realizó el primer Parlamento en Ensenada, La Plata, con la consigan #NosQueremosPlurinacional. El segundo se hizo en 2019, en Las Grutas, Río Negro. La tercera edición del encuentro se pospuso por la pandemia y hoy se realiza en Salta. “Esperamos que en este encuentro haya un despertar de voces de los territorios y también de resistencia, sobre todo en el norte. Porque esto nos va a fortalecer para nuestra lucha y nos permitirá perder el miedo. Ahora vamos a estar unidas y esas voces van a ser la lucha colectiva. Para animarnos a denunciar y no permitir más la violación a los derechos humanos, porque esto es una violación a los derechos humanos”, concluye Pérez.

¿Cómo colaborar?

Quienes deseen ayudar económicamente con la organización del 3er Parlamento pueden hacerlo en https://linktr.ee/mmujeresindigenas. Para colaboraciones desde Europa https://www.gofundme.com/f/solidaridad-por-el-parlamento-plurinacional; y desde Estados Unidos https://www.gofundme.com/f/indigenous-women-and-diversities-for-good-living. Para contactarse con la organización y obtener más información, dirigirse a: https://movimientodemujeresindigenasporelbuenvivir.org/tercerparlamento/

¿Qué hacer con el negacionismo?

¿Qué hacer con el negacionismo?

Daniel Feierstein, Sandra Raggio y Nadia Schujman debatieron qué hacer con los discrusos que niegan la Dictadura. ¿Sirve la legislación punitivista? ¿Cuál es el rol de la escuela?

Este lunes se desarrolló el conversatorio Disputas sobre la memoria colectiva. Qué hacemos frente al negacionismo organizado por la filial de Rosario de Abuelas de Plaza de Mayo junto a la agrupación H.I.J.O.S. Rosario. La actividad se enmarca en el programa «La escuela y los juicios»: “Los juicios no solo están construyendo memoria, si no también verdad. Esta charla se nos ocurre en un momento en el que es importante contextualizar el por qué del negacionismo hoy. Un pueblo olvida solo cuando la generación poseedora del pasado no lo transmite a la siguiente. He ahí el compromiso ineludible que nos toca, ser portavoces de ese relato. No claudicar en ese ejercicio ético y político de recordar las tragedias pasadas, de recordar a las víctimas, exigir justicia y de construir esa memoria colectiva”. Con estas palabras inauguró la conversación Nora Pastorini, hija de Alejandro Pastorini quien fue secuestrado el 7 de agosto de 1976. 

De la charla participaron Daniel Feierstein, sociólogo y especialista en el estudio de las prácticas sociales genocidas, junto a Sandra Raggio, profesora de historia y directora de áreas de la Comisión Provincial de la Memoria de Buenos Aires; y Nadia Schujman abogada en causas de delitos de lesa humanidad e integrante del equipo jurídico de H.I.J.O.S Rosario.

«La penalización es un arma fallida, lo único que hace es victimizar y, en ese sentido, darle mucha más potencia al argumento negacionista», opina Feierstein.

“Es interesante pensar el negacionismo en clave de las disputas por la construcción de sentido. Ha habido una cantidad de mantras que se empiezan a repetir que muchas veces nos han jugado muy negativamente en la posibilidad de esta construcción dé sentido. ¿Qué genera decir terrorismo de Estado? ¿Qué efecto genera decir dictadura cívico-militar o solo militar? Hay que ser más críticos con nuestro propio trabajo para ver qué efectos genera cada una de esas cosas en una nueva generación. Es mucho más trabajo esa disputa por el sentido que creer que el negacionismo se resuelve con una ley. La experiencia histórica comparada del negacionismo nos muestra lo contrario. La penalización es un arma fallida, lo único que hace es victimizar y, en ese sentido, darle mucha más potencia al argumento negacionista en lugar de salir a confrontarlo y construir su marginalidad en un sentido sociopolítico”, reflexionó Feierstein.

Por su parte, Schujman comentó: “No podemos naturalizar las declaraciones y actos simbólicos que relativizan o niegan el genocidio en la argentina. Acá en Santa Fe, el senador provincial Lisandro Enrico (UCR) y el diputado nacional Gabriel Chumpitaz (PRO) hicieron declaraciones que tienen que generar una reacción inmediata en al ámbito administrativo y ético, sobre todo para representantes en un cargo político”. Y continuó: “Hay que poder hablar y dar todos los debates. No ponernos a la defensiva con respecto a algunas manifestaciones y volver a discursos que no tienen sentido a esta altura. No podemos volver a no hablar de todos los argumentos con los que nos quieran correr. De lo que no se quiere hablar parece que hay algo que esconder, pero no tenemos nada que esconder. Debemos tener la madurez y la formación para poder hablar de esto y que no sea un obstáculo para que crezcan argumentos falaces”. 

Por su parte, Sandra Raggio expuso que “es relevante hablar de este tema por la emergencia de estos tipos de discursos y por las propuestas que hay para combatirlo.  Tenemos que preguntarnos por qué se expresa, por qué en este momento y de qué manera lo hace. Antes de llegar a la sanción me parece que tenemos un camino que recorrer, ahí la escuela aparece como un lugar. Porque también allí circulan discursos negacionistas. Es un momento para repensarnos y eso es lo primero que hay que hacer para ubicarnos en una confrontación con el negacionismo”.

“Promover el trabajo pedagógico de reflexión sobre los Juicios de Lesa Humanidad, desde una perspectiva local, entendiéndolos como procesos colectivos de construcción de memoria, verdad y justicia”, es el objetivo del programa “La escuela y los juicios”. Es una iniciativa conjunta de Abuelas de Plaza de Mayo filial Rosario e H.I.J.O.S. Rosario e intenta acercar a las y los docentes una propuesta educativa para posibilitar en las y los estudiantes aprendizajes en torno al pasado reciente, tomando como recurso pedagógico el juicio que se llevó adelante en Rosario conocido como “CAusa Klotzman”.

Según La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Klotzman es una de las causas emblemáticas del genocidio en la ciudad. Se juzgó la responsabilidad de  27 homicidios, privaciones ilegítimas de la libertad, tormentos y asociación ilícita. También los delitos de sustracción de una menor de diez años y supresión de identidad con relación a la hija de Ricardo Klotzman y Cecilia Barral. Durante el curso de la instrucción pudo establecerse que la joven dio a luz a una nena que fue sustraída por los represores y entregada a una familia de la ciudad de Santa Fe. Se trata de la nieta 103, restituida en abril de 2011. 

Apostando a la construcción de una sociedad basada en los valores de Memoria, Verdad y Justicia, las agrupaciones confeccionaron una Caja de Herramientas Pedagógicas para que docentes generen espacios de reflexión y conocimiento a partir de los juicios por delitos de lesa humanidad. Los destinatarios de la propuesta son estudiantes de 6º y 7º grado de escuelas primarias, estudiantes de nivel medio y estudiantes de institutos speriores de formación docente de la región. Además de los recursos, hubo charlas con Estela de Carlotto, con integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense, y con Irene Strauss, responsable de educación de Abuelas de Plaza de Mayo.

El programa fue declarado de interés educativo por el Ministerio de Educación de Santa Fe y cuenta con el apoyo de las secretarías de Derechos Humanos de la provincia y de la Nación, del área de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario y de la Universidad Nacional de Rosario. Para conocer la propuesta, las actividades y los recursos disponibles, visitar el sitio visitar el sitio web laescuelaylosjuicios.com.ar. También es posible ponerse en contacto con el programa a través del correo escuelayjuicios@gmail.com para pesar recorridos posibles y ayudar a circular las producciones que se vayan logrando con las y los estudiantes. 

«Somos malvinizadores mundiales»

«Somos malvinizadores mundiales»

Tres excombatientes argentinos de Malvinas, protagonistas de la obra Campo Minado junto a otros tantos veteranos ingleses de cuentan su experiencia actoral y testimonial.

Vuelve Campo Minado al Teatro San Martín para el 40º aniversario de la Guerra de Malvinas. El espectáculo de la directora Lola Arias reúne a seis excombatientes argentinos e ingleses para explorar y reconstruir sus recuerdos de la guerra y su vida después de ella. Luego de seis años de su estreno y de presentarse en más de 30 ciudades de todo el mundo, vuelve a la Sala Martín Coronado de jueves a domingos a las 20, hasta el 24 de abril. 

“Nos encanta hacer la obra y contar la historia de Malvinas. Eso es una de las principales cosas que nos motivan. Nosotros somos malvinizadores mundiales, porque llevamos la historia de las islas por un montón de ciudades del mundo para que la gente las conozca, sepan dónde están y, en ese proceso, se dan cuenta que es imposible que sean de los ingleses”, reflexiona uno de los protagonistas del proyecto y veterano de guerra, Rubén Otero.

“¿Qué es un veterano: un sobreviviente, un héroe, un loco?” Estas son algunas de las preguntas que propone la obra teatral mientras confronta distintas visiones del mconflicto armado. Como explica su sinopsis: “Campo Minado indaga las marcas que deja la guerra, la relación entre experiencia y ficción, las mil formas de representación de la memoria”.

En escena se presentan Rubén Otero, sobreviviente al hundimiento del Buque General Belgrano y que actualmente tiene una banda de tributo a Los Beatles; Gabriel Sagastume, un soldado que nunca quiso disparar y hoy es abogado penalista; y Marcelo Vallejo, un apuntador de mortero convertido en atleta de triatlón. 

Estos tres veteranos argentinos comparten escenario con David Jackson, quien se pasó la guerra escuchando y transcribiendo códigos por radio y hoy escucha a otros veteranos en su consultorio de psicólogo; Sukrim Rai, fue un gurkha que supo usar su cuchillo y que en la actualidad trabaja como guardia de seguridad, y Lou Armour fue tapa de todos los diarios cuando los argentinos lo tomaron prisionero el 2 de abril de 1982 y hoy es profesor de niños con problemas de aprendizaje. Este último será reemplazado en esta oportunidad por Tip Cullen, quien es parte del Cuerpo de Marines Reales de la fuerza británica y tuvo experiencias similares a la Guerra de Malvinas. 

En mayo de 2016, la obra se realizó por primera vez en el Royal Court Theatre de Londres y aunque sus protagonistas no son actores, con el tiempo aprendieron a serlo. En ese sentido, Otero comenta: “En las primeras funciones teníamos papeles escritos con escena por escena pegados en el escenario porque no nos acordábamos cómo era la mecánica. Cambió mucho porque ahora tenemos un training increíble. Hoy en día, con la incorporación de Tip, ya nos acordamos tanto que nosotros lo vamos ubicando a él en lo tiene que hacer y que no. Aprendimos a movernos todos juntos. Nos fuimos adaptando, siempre bajo la tutela de nuestra directora. Nosotros ponemos lo nuestro, pero Lola (Arias) es el alma del equipo”.

Gabriel Sagastume también da su punto de vista sobre el proceso: “Vos ves este teatro enorme, del que hay pocos en el mundo, pero nosotros nos sentimos como en casa. La primera vez que entrás es un monstruo y al salir al escenario te preguntas ¿dónde estoy? Ese miedo ya no existe más, estamos muy cómodos y es una alegría juntarnos a volver a hacer la obra”.

El proyecto comenzó cuando la directora argentina Lola Arias seleccionó a los seis veteranos de la guerra y pidió a cada uno de ellos que llevaran diarios donde registrar sus sentimientos y pensamientos con respecto a los sucedido en 1982. Ella asegura que una parte fundamental del proceso creativo fue lidiar con lo que surge de revivir esas experiencias y decidir qué aparecerá en la obra y qué no. “Volvemos al principio y reconstruimos sus recuerdos e historias. Yo creo el texto a partir de lo que me dicen y luego se lo devuelvo y ellos deciden si entra o no, y siempre pueden cambiar de opinión en cualquier momento, incluso una vez que la estamos representando. Ellos tienen el poder. Al final, la autoría de todas mis piezas es una responsabilidad compartida, porque todos estamos involucrados en el proceso», reconocía Arias en un reportaje a The Guardian de Inglaterra. “Esta obra es como una máquina del tiempo. Vemos a estos hombres tal y como son ahora, a sus 50 años, y también echamos un vistazo a su yo más joven, aquellos jóvenes de finales de la adolescencia y principios de los 20 que fueron a la guerra”, describió la directora. 

Pero a pesar de que han pasado cuatro décadas desde la guerra y que realizan la obra hace tanto tiempo, para los protagonistas contar su historia sigue significando lo mismo. “Yo seguiría contando mi experiencia durante todo el tiempo que me quede de vida, porque es una promesa que me hice cuando me salvé del hundimiento del Belgrano. Dije que ante cualquier solicitud de aquellos que quisieran saber mi historia, ya sea un periodista, ir a una escuela o estar en una obra, siempre iba a estar predispuesto a contarla en homenaje a ellos. Es una promesa que tengo hecha, que lo tengo que hacer por ellos”, confiesa Otero. 

Rubén reflexiona sobre lo que significa para él que la gente conozca y vea la obra. “Hoy los jóvenes tienen la posibilidad de escuchar lo que pasó hace cuarenta años y que lo contemos nosotros desde nuestro ser. Y también sería importantísimo para nosotros hacer una gira en el país. Nosotros ya sabemos el sentimiento de todos con respecto a las islas pero que vean como es la obra y la interioricen, es otra cosa”. Y se ilusiona con llevarla a donde fue el campo de batalla: “Nuestro sueño sería hacerla en Malvinas porque nosotros pensamos que los ingleses que viven allí, al ver la obra y al vernos actuar con nuestros compañeros ingleses, cambiarían mucho la imagen que tienen de nosotros. Queremos demostrar que no somos lo que ellos piensan y que nos entiendan, como lo hacen nuestros compañeros de escena. Aquellos que piensan que somos traidores porque estamos con los ingleses, yo les diría que es todo lo contrario. Nosotros somos unos malvinizadores mundiales, porque estamos llevando la historia de Malvinas al mundo”.

Campo Minado se presenta en el marco de las actividades desarrolladas en conmemoración del 40° Aniversario de la Guerra de Malvinas. Incluye funciones accesibles que cuentan con servicios para personas con discapacidad visual y auditiva el sábado 26 de marzo, el viernes 22 y 8 de abril. Además, se encuentra la instalación Manto de neblinas abierta al público de manera libre y gratuita en el hall central del teatro.