¿Cuáles son los sectores más golpeados? ¿Cuáles consideras que eran más predecibles?
En primera instancia, Milei gobierna lo nacional. Indirectamente, que no manden fondos a las subdependencias también afecta el salario de sus trabajadores, pero no es una acción directa. La única herramienta federal con la que puede afectar trabajadores públicos de otros sectores es mediante la capacitación federal y eso está totalmente parado. Esta estrategia de no-gobierno es una forma de dejar morir a distintos organismos.
La ciencia y tecnología es uno de los sectores más atacados que todavía no pueden cerrar porque se crearon por ley o por decreto. Además porque tienen demasiado prestigio como para ir contra ellos de forma abierta en esta primera etapa. Pero la desfinanciación, la designación de una dirigencia de baja jerarquía, los deja sin forma de conseguir nada.
La Agencia de Promocion Cientifica y Tecnologia venía mejorando mucho a nivel instrumentos, pero ahora no está funcionando y el sistema científico queda en órbita de un Ministerio de Capital Humano que es un experimento raro, un amalgama de funciones de Trabajo, Educación, Cultura, Mujeres, Género y Diversidad, un mega ministerio imposible de gobernar, puesto a cargo de gente sin antecedentes. Esto va a presentar un problema severo para hacer que se implementen medidas desde él.
Todo gobierno tiene problemas para coordinar la acción del Estado pero este caso es realmente inédito, con muchos cargos aún sin designar y altísima cantidad de renuncias a cargos políticos de autoridad. Esto no pasó nunca, es una inestabilidad de rotación del cuadro inusitada. No es gratis cargarte gente de 15 o 20 años de antigüedad, porque cumplen funciones específicas de una trayectoria al interior del Estado. Eso explica la cantidad de errores de gestión. Esto habla de una fragilidad en la administración de la cosa pública que va a ir en aumento con el correr del tiempo.
¿Cómo te parece que le llega al resto de la población? ¿Ves posibilidades de un juicio político?
Es un panorama malo, pero no desolador. Las cosas buenas que tiene la Argentina son activos que no hay que destruir. En esa medida se puede construir arcos de alianza en los reclamos. Por lo demás, el mercado laboral que tenemos ya tenía problemas y ahora empieza a tener otros mayores. La gente no está mejor, eso es objetivo. En algún momento, ya pedís un resultado y sin un sendero de mejora que te dé un horizonte de posibilidad, no vas a resistir mucho.Ahí es que todo esto que fue gracioso y llamativo y le permitió a Milei llegar se vuelve totalmente en su contra: las canchereadas de los funcionarios, los paseos, los premios, los aviones… todo alimenta la indignación. Si no se resuelven los problemas materiales, es difícil que el gobierno consolide el marco de apoyo. Yo lo veo totalmente frágil. Ellos sostienen que esa fragilidad es una virtud. Yo creo que no es una virtud la fragilidad en una fuerza política, es una flaqueza del estilo de liderazgo. Si a eso le sumás la falta de trayectoria, la no posibilidad de articulación y la dinamización de estas articulaciones lo único que les queda es ir a por todo rápido, desatar un “ahora o nunca”. El fracaso de la administración se paga con disconformidad social. El juicio político vendrá después. Si vos echas 11 mil o más empleados estatales, eso se derrama en problemas sobre el sector privado, sobre todos los trabajadores. Toda esa gente entra a competir con vos por un puesto de trabajo y también baja su nivel de consumo. Estabilizar lo macroeconómico no sirve si no tenés un mercado laboral dinámico, porque solamente le sirve a los que están adentro, quienes quedan afuera del mercado laboral, ¿cómo compran alimentos?
¿Considerás que algún sector que no conoce el trabajo formal dio pie a este avance a nivel ideológico ?
Si en algún punto hubo sectores que tuvieron funcionamientos que habilitaron esto, no creo que esta sea la solución. Al menos debe acompañarse de cierto armado legal, porque este proceso habilita una gran cantidad de movimiento, pero deja a mucha gente desempleada en una economía ya frenada. La república tiene sus contrapesos, pero ahora no están funcionando como uno esperaría porque todavía hay una idea de que el presidente cuenta con el aval popular. No hay que estar urgido, esto no es el club del helicóptero. Independientemente de cómo le vaya en el gobierno, la llegada de Milei instala ideas muy distintas a las que creíamos parte de la identidad nacional. Esto no es un fenómeno exclusivo de Argentina. Es un fenómeno mundial, donde se corren los límites de lo posible en materia discursos. La fragilidad de la democracia que no ha sabido dar respuestas al resto de problemas cotidianos de la ciudadanía abre el juego político. Todo es cuesta arriba en la gestión. Hoy estás en el mejor momento, mañana estarás peor. La gestión es ardua y cada vez se hace más compleja. Argentina, a diferencia de otros países de la región, sigue teniendo un montón de mecanismos de solidaridad y construcción colectiva como los sindicatos. Por eso se los ataca tanto. Sin tener una visión idílica de ellos, obviamente también son conflictivos, los sindicatos son una forma poderosa de organización colectiva. Eso y los demás sectores que se organicen para hacer frente, son acciones muy importantes. La gente necesita ocuparse con tranquilidad de su vida familiar, doméstica, cotidiana. Ir a trabajar, ir al colegio, hacer un asado cada tanto, juntarse con sus amigos. Pero entre tantos paros, escasez y otros malestares, es todo palo y nada de zanahoria.
La Argentina no es una sociedad suicida. Cuando está peor, sabe decir “Ya basta”. Siempre ha sido así. No pudo la dictadura desmantelarla, con todo lo que se hizo. Así y todo se sigue dando pelea. Imagínate con un gobierno que cada dos años tiene que ver como reválida en las urnas. Ni este ni ningún otro.