Una política de desinformación ciudadana

Una política de desinformación ciudadana

Una de las primeras medidas del gobierno de Javier Milei fue suspender la pauta publicitaria oficial, una acción que atenta contra el derecho ciudadano a la información y obtura la transparencia de los actos de gobierno. Los medios comunitarios son los más perjudicados.

El pasado martes 12 de diciembre, el vocero presidencial Manuel Adorni anunció, en su segunda conferencia de prensa, la suspensión de la pauta publicitaria oficial de la Nación en los medios de comunicación, por lo menos por un año. El funcionario dio a conocer la medida aclarando que ya se había adelantado la medida durante la campaña electoral. Serán pocos los medios que no se verán afectados.

La pauta publicitaria oficial es el dinero que el Gobierno destina a los medios de comunicación a cambio de dar a conocer sus políticas gubernamentales a través de la publicidad. Las publicidades pueden, por ejemplo, difundir distintas políticas e informaciones consideradas de interés público: la fecha de cobro de la jubilación, las obras públicas realizadas y las que están en proceso, las campañas de concientización sanitaria (los cuidados ante el covid-19 o el dengue), los trámites para solicitar subsidios a ciertos servicios, las prestaciones de la ANSES, entre muchas otras. Por ello, “más allá de la publicidad de los actos de gobierno, también es un servicio necesario para la población y hay que ponerlo en valor”, sostiene Yair Cybel, comunicador de El Grito del Sur e integrante de la Red de Medios Digitales.

Ante la suspensión, el principal actor afectado es la ciudadanía argentina. Esta verá vulnerados sus derechos de acceso a la información y de libertad de expresión, que están contemplados en la Constitución Nacional desde la incorporación de distintos tratados internacionales en la reforma de 1994, entre ellos la Convención Americana sobre Derechos Humanos (ver artículo 13). La medida, por tanto, perjudica el acceso al conocimiento de los actos, políticas y campañas de interés público, que deberían garantizarse para el pleno ejercicio de los derechos mencionados y para sostener el debate público.

Grandes versus comunitarios

El otro actor profundamente afectado serán los medios medianos y pequeños, ya sean privados, comunitarios o autogestivos. Si bien estos pueden tener diversos auspiciantes, como el gobierno local, sindicatos, bancos cooperativos o cooperativas de consumo, el gobierno nacional es “un auspiciante de peso dentro de las estructuras de los medios, que se suma al resto de actores y a la venta de publicidad online, como Google Ads”, sostiene Cybel. Es decir, el gobierno nacional, a través de la pauta publicitaria, puede no ser el mayor auspiciante pero es uno de los principales. “Para el empleo digno y bien pago, las condiciones laborales que garanticen nuestra subsistencia y sobre todo para contenidos de calidad, la pauta es una de las variables necesarias”, sentencia el comunicador.

El pluriempleo es una categoría que hace años define el trabajo periodístico. Si la pauta oficial, en el caso de los medios comunitarios, era parte del financiamiento de los salarios laborales y de los equipos técnicos, el trabajo periodístico se degradará aún más.

Del otro lado, en las empresas mediáticas de mayor envergadura como Clarín, La Nación, Indalo o Grupo Octubre, la pauta oficial representa un porcentaje ínfimo de los ingresos. A pesar de que “muchos de estos medios privados con fines de lucro venían cobrando pautas altísimas, eso después no lo traducían en, por ejemplo, el respeto del Estatuto del Periodista”, comenta Lucas Molinari, periodista de Radio Gráfica e integrante de la mesa del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO).

Molinari destaca que, en cualquier caso, “todo esto obviamente hoy está desdibujado porque se está llevando al límite de discutir la supervivencia”, ya que la medida afectará directamente la mera existencia de medios cooperativos y comunitarios. “Incluso muchos medios provinciales privados van a cerrar porque se sostienen básicamente a partir de la pauta publicitaria, como Perfil por ejemplo”, agrega Cybel. Cabe aclarar que la pauta no debe entenderse como subsidio, sino como un acuerdo entre un auspiciante y un medio, como los que pueden resultar con otros auspiciantes públicos y privados.

Tanto Cybel como Molinari comparten otra reflexión: “Hay una confusión en ciertos dirigentes nacionales del campo popular que nos preocupan precisamente por ser dirigentes de un movimiento nacional”, aludiendo a los dichos de un ex candidato a la presidencia en las PASO, Juan Grabois, quien planteó que se vuelva a poner sobre la mesa la discusión de la pauta como subsidio.

Primera ausencia

“Lo que venimos planteando con la Confederación de medios cooperativos y comunitarios es la democratización y federalización de la pauta pública publicitaria”, explica Molinari. En marzo de 2021 distintas federaciones y sindicatos de prensa, diario y radio de Argentina presentaron 12 puntos para la creación de una ley que regule la asignación de pauta a partir de distintos criterios.

Con respecto a aquellos que rigen la distribución, uno de los puntos menciona que la misma debe ser “transparente, justa y equitativa” para garantizar “la libertad de expresión, el derecho a la información y el pluralismo informativo”. Otro demanda que “la distribución de Publicidad Oficial no puede regirse por criterios de mercado. […] El Estado no se dirige a un consumidor, sino a un ciudadano. El gobierno no vende un producto o un servicio, busca informar y educar a ciudadanos”.

Con respecto a porcentajes y cupos, hay tres puntos claros: primero, que la ley establezca un máximo de 3% del monto total de la pauta nacional para asignar a un medio o a los medios de un mismo grupo económico; segundo que, con un criterio federal, existan cupos por provincias y Ciudad Autónoma de Buenos Aires según los criterios con que se asigna la coparticipación federal de impuestos; y, por último, que se “establezca un cupo de no menos del 33 % de la Publicidad Oficial a ser adjudicada a medios de titularidad de entidades sin fines de lucro”. Este porcentaje se equipara al porcentaje del espectro radioeléctrico que corresponde a los “sin fines de lucro”, según la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en su Artículo 89.

Segunda ausencia

La discusión sobre la regulación de las plataformas digitales en Argentina data desde hace, al menos, una década. Pero es un debate que “no está solamente en Argentina, y obviamente es paradójico porque nosotros como medios también utilizamos las redes, ¿no? Producimos contenidos para redes y sabemos que estas cumplen un rol muy importante en todo lo que tiene que ver con la información”, advierte Molinari, periodista de Radio Gráfica. La suspensión de la pauta también juega con eso: si no hay regulación sobre plataformas y tampoco una ley que regule la asignación de pauta, el acceso a la información y el derecho a la comunicación se verán doblemente afectados.

“Esto favorece a las plataformas. Cuanta más plata se ingrese a las plataformas, más se alimentará a empresas multinacionales que no están radicadas en el país y que ya están absorbiendo la publicidad privada y pública”, agrega Molinari.

Una de las propuestas de los medios sin fines de lucro es generar un gravamen a las plataformas que se destine a un fondo de fomento a la comunicación popular, “como tienen por ejemplo los clubes de barrio o las iglesias”, explica Cybel. Este, distinto del FOMECA, tendría como destinatario a aquellos medios comunitarios y cooperativos que producen contenido y comunican a través de redes sociales. El comunicador de El Grito del Sur agrega: “No hay políticas específicas para nosotros, y eso nos pone en una situación de gran vulnerabilidad. No de dependencia de la pauta, porque muchos de los medios cooperativos y comunitarios existimos desde antes de percibir pautas y vamos a seguir existiendo aunque no percibamos pauta, ya que hemos diversificado nuestra fuente de financiamiento. Pero sí nos afecta, a todos, en nuestra capacidad de planificar y en la disputa por una comunicación democrática, que es la discusión de fondo”.

La suspensión de la pauta publicitaria nacional, anunciada sin preámbulos y sin agregados posteriores, abre muchas ventanas. Primero, afecta tanto a la población entera como a los pequeños y medianos medios de comunicación privados, comunitarios y cooperativos. Segundo, retoma el debate sin fin por la democratización de la pauta y la federalización de las comunicaciones, además de vulnerar las condiciones laborales de los trabajadores en medios. Por último, va en concordancia con otras actuaciones del gobierno nacional con los medios, al vetar la presencia de los reporteros gráficos en el acto de asunción presidencial y no permitir el ingreso de medios en la jura de ministros. Si esas decisiones arbitrarias son consideradas como libertad, queda muchísimo por discutir.

 

“A cada paso que das, se levanta una barrera”

“A cada paso que das, se levanta una barrera”

Natalia Vinelli, docente y una de las fundadoras de Barricada TV, conversó con ANCCOM sobre su último libro: “La televisión alternativa en la transición digital. Las experiencias de Argentina y Chile” una investigación que debate los desafíos de los canales comunitarios en la actualidad. ¿Qué panorama se avecina para los medios alternativos?

Natalia Vinelli tiene una amplia trayectoria en los medios. Es periodista, comunicadora social, docente de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), una de las fundadoras del canal comunitario Barricada TV, investigadora y autora de libros como Ancla: una experiencia de comunicación clandestina y Comunicación popular y alternativa, entre otros. Su último libro La televisión alternativa en la transición digital es la tesis de su doctorado en Ciencias Sociales, una de las primeras en ser defendida de manera virtual. También es militante del Frente Patria Grande, liderado por el abogado Juan Grabois, y forma parte del Ente Nacional de Comunicaciones desde el año 2020: “Trabajar en la gestión pública sigue siendo parte de la militancia, porque lo que a mí me preocupa centralmente es que la política pública llegue a donde tiene que llegar para no perderse en el camino”, explica. 

Ambas experiencias, tanto en Barricada TV como en el ENACOM, construyeron la perspectiva que orienta la investigación. La autora compara las experiencias chilenas y argentinas para reflexionar acerca de nuevas políticas públicas que establezcan un escenario más democrático para los medios. Para eso, destaca la necesidad de un Estado responsable por estas regulaciones. 

 

¿Cuánto tiempo te llevó la investigación?

Me llevó muchísimo tiempo, aunque ya había trabajado unos cuatro años sobre televisión alternativa en la maestría. Me parece importante decir que es la tesis de doctorado. En un contexto donde todo un sector de la sociedad y dirigentes políticos cuestionan la educación pública, siempre es fundamental destacar que fue la que me permitió investigar y formarme. Esta investigación es parte de esa historia. El libro en su conjunto es el resultado de una reflexión sobre mi práctica como parte integrante de un canal de televisión alternativo, popular y comunitario que es Barricada TV. La experiencia me llevó a cuestionarme muchos temas vinculados al funcionamiento del canal, lo cual me pareció que podía ponerlo en común, ver qué pasaba en otros canales para que toda la investigación funcione como insumo para tomar decisiones sobre la gestión de los propios canales y también para pensar políticas públicas.

 

¿Qué obstáculos atraviesan hoy estos canales?

Hay de todo tipo. El primero tiene que ver con la cantidad de años en los cuales se fue llevando adelante las experiencias de televisión sin licencia, la cual te permite acceder a fuentes de financiamiento y a otras cuestiones vinculadas a la gestión. Este atraso de tantos años, desde la transición democrática hasta acá, genera una desigualdad en el punto de partida para los medios populares que es indiscutible. La segunda es que para poder jugar un juego, primero tenés que emparejar la cancha. Nos venimos encontrando con radios y canales que una vez legalizados se encuentran con un montón de barreras en el sistema. Por ejemplo, PARES TV es un canal que hizo todo su vínculo con la comunidad a partir de la transmisión del fútbol. Seguían a Flandria, uno de los equipos de fútbol de Luján. TS Sport, les manda una carta documento para que no sigan transmitiendo los partidos de fútbol porque ellos son “los dueños de los derechos”. Otra cuestión: en la ciudad de Buenos Aires, el 70% de la población mira televisión a través del cable. El vivo, que es lo que más se sigue viendo, no se mira a través de la televisión de aire. Todas las estadísticas demuestran que se miran por cable. Sin embargo, las cableras tienen la obligación de levantar a los canales comunitarios en su área de cobertura de manera gratuita. Nunca cumplieron con la normativa. Como canal, seguís transmitiendo para el pequeño porcentaje que sigue mirando televisión por aire, digital, pero por aire. ¿Qué quiero decir con esto? Que son detalles. A cada paso que das, se levanta una barrera. Y en definitiva, la pregunta sería ¿Por qué? ¿Qué puede joder que PARES TV transmita Flandria? Bueno, evidentemente jode. Cuando vos del otro lado tenés medios que son hiperconcentrados suceden estas cosas. No dejan nada librado al azar y tienen un control absoluto de lo que pasa.

Solemos consumir más canales de cable, incluso cuando existen canales de aire con mejor contenido ¿Por qué?

Los canales de aires son mejores. El problema es que tenés muchísimos canales de cable, más de 300, y un puñado de canales de aire. Entonces, ¿compite o no compite? Además, aunque tengas las dos opciones no es una tecnología que se haya instalado masivamente entre los televidentes. Mucha gente no sabe que se puede combinar entre los canales de cable y de aire. Todo eso dificulta un contexto en el cual la televisión digital durante el macrismo se desfinanció y no recuperó los niveles de desarrollo que tenía en los años previos. Hay una serie de elementos que tienen que ver con la forma en la cual nos comportamos al consumir medios de comunicación que entorpecen el encuentro con sus audiencias. En algún punto hay un gran avance en términos de profesionalización y sostenibilidad. Se encontró la manera de generar medios que a su vez sean una salida laboral y profesional para sus propios integrantes, pero aún con esas ventajas, se complica su funcionamiento. Me parece que ahí está la discusión central. Cuando mirás el sistema de medios, se puede medir la democratización de la sociedad.

 

Teniendo en cuenta tantos casos latinoamericanos sobre televisión alternativa, es casi irónico que las personas no se encuentren con estos espacios tan accesibles…

No se construyen audiencias de un día para el otro. Pero, si miras para atrás, los medios comunitarios siguen estando, existen, persisten y siguen creciendo. Todavía hay que seguir construyendo el camino a la masividad, derribando todas las barreras que sean necesarias para eso. Pero, a la vez, creo que la función del canal comunitario en su propio entorno sigue siendo muy importante. Porque en definitiva la gente que lleva adelante estos medios son aquellos que se acercan a participar, a militar. Los que se suman son constantes. Lo que pasa es que es mucho más largo el trecho que hay que caminar para igualar esa cancha. La clave en todo esto es que esa base social pueda seguir luchando por sus conquistas junto a normativas que se encarguen de igualar estas condiciones. 

 

¿Se puede pensar en el desarrollo digital como una ayuda para impulsar estos canales?

Es interesante porque yo me acuerdo que FM La Tribu, que está al aire hace más de 30 años, hizo un programa especial por el 2001 al año siguiente. Era un podcast. Las radios comunitarias vienen haciendo podcast desde el año cero. Cuando empezamos a transmitir con Barricada TV veíamos que nadie se conectaba a lo analógico, que ya lo digital iba avanzando, por lo que empezamos a salir con streaming antes que Netflix se volviera masivo. En esa búsqueda de poder hacer circular nuestros contenidos, fuimos explorando un montón de formas. La experiencia, la posibilidad y el ejercicio está, lo que no se puede hacer es separarlo de las condiciones de producción. Vos te metés a internet y pareciera que todo es libre, pero el algoritmo te pone primero determinadas cosas. Eso es porque hay una transnacionalización de por medio. Es un lugar muy diferente. ¿Cómo hacés para instalarte y funcionar en el sistema de medios con una lógica que no es capitalista, sino de cooperación, colaboración, y de solidaridad?

 

Si mirás el sistema de medios, podés medir la democratización de la sociedad.

Natalia Vinelli

¿Cómo ves el panorama de ahora en más?

El escenario que se abre para los medios comunitarios es de muchísima incertidumbre. Las declaraciones que han hecho quienes son parte de la fuerza política de Javier Milei en torno a los medios públicos enciende una alarma. Esto no es algo nuevo. Vamos a tener que estar en estado de permanente movilización. En estos momentos las organizaciones de medios comunitarios, el sindicato de prensa y los distintos sectores de la comunicación estamos discutiendo sobre cuál va a ser nuestra agenda.

 

A la hora de no retroceder con todo lo logrado, ¿qué va a ser primordial?

Como punto de partida, la defensa de lo conquistado hasta la actualidad. Todo lo que tenga que ver con el sostenimiento de medios, con su financiamiento y con las condiciones de posibilidad para poder seguir desarrollándose con alguna oportunidad en el sistema de medios: como los fondos de fomento de concursos del Fomeca, todo lo relativo en torno a las legalizaciones y las licencias obtenidas por radios y canales de televisión. También, la defensa de la pauta, la cual no tiene una ley, pero fue parte de la conformación de resoluciones que permiten a los medios comunitarios poder aplicar a la pauta oficial.

 

En un contexto donde representan un “gasto”, ¿por qué son tan importantes los medios públicos y comunitarios?

Tienen una función muy importante para la pluralidad de voces. Dejar todo librado a la ley de la oferta y la demanda permite que solo las voces dominantes pongan en circulación sus ideas y sus discursos. Es lo que sucede con los medios masivos, privados y comerciales centralizados en Buenos Aires. Los medios alternativos tienen que dar vuelta esta mirada porteña sobre las realidades provinciales y regionales para poner en circulación perspectivas que están vinculadas a sus propias comunidades y a otras miradas del mundo que no tienen tratamiento en los medios tradicionales. No darles la oportunidad de ser escuchados a otros medios afecta profundamente la democracia. Recordando lo que fueron las jornadas en 2001 y el papel que cumplieron los medios alternativos en ese contexto de rebelión, había dos consignas muy fuertes: “¿Vos lo viste? ¿Vos lo viviste? No dejes que te lo cuenten” y “Nos mean y los medios dicen que llueve”. Fue un momento que permitió el desarrollo de un montón de espacios de intervención político comunicacional y se pusieron en circulación nuevas miradas que daban la batalla cultural desde la contrainformación. Ese es el piso por el cual se fueron consolidando muchos de los medios populares que lograron hacer un proceso de profesionalización al amparo de las discusiones de la ley audiovisual. Es decir, que para dar todas las batallas que se vienen por delante, tenemos toda esa experiencia acumulada. Desde haber arrancado trabajando en un contexto en el cual había que salir a mostrar la verdad ocultada por los medios, a hacerlo ahora con un piso de profesionalización muchísimo mayor, me parece que va a hacer un diferencial importante para los tiempos que se vienen.

En defensa del éter estatal

En defensa del éter estatal

Los trabajadores de Radio Nacional se declararon en estado de asamblea y movilización permanente frente a las amenazas de privatización realizadas por el presidente electo Javier Milei.

 

“No adhiero a esas prácticas de tener un Ministerio de Propaganda encubierto: tiene que ser privatizado. Lo mismo con Radio Nacional. Todo lo que pueda estar en manos del sector privado, va a estar en manos del sector privado”. Esta declaración, entre otras expresadas por Javier Milei en diversas entrevistas desde el 20 de noviembre, anticipó algunas de las medidas que pretende aplicar en su gobierno para ajustar gastos y recortar presupuesto del Estado.

Aún sin gabinete ni medidas formalmente presentadas, las declaraciones del nuevo presidente electo apuntaron, entre uno de sus objetivos principales, a la privatización de diversos sectores públicos, entre ellos, el de los medios de comunicación como Radio Nacional, la agencia de noticias Télam y TV Pública. 

Ante esta advertencia, los trabajadores de Radio Nacional convocaron a una asamblea para determinar cuáles son los valores e ideales que deben defenderse y acordar un pacto de unión como colegas frente a la arremetida contra los derechos conquistados que presenta la inminente asunción del nuevo gobierno.

En primer lugar, hubo un voto por la positiva para declararse en estado de asamblea permanente y movilización de los sindicatos que representan a los trabajadores. En segundo lugar, hubo otro voto por la positiva para ejercer el derecho a réplica y de rectificación en todos los medios que mientan, acusen o descalifiquen a los trabajadores de la radio por su relación de dependencia con el Estado. Además, se acordó proponer un aumento de salario, el pase completo a planta permanente, la renovación de contratos y el adelantamiento del aguinaldo. Y por último, una moción a favor de difundir la necesidad de defender el rol fundamental en la comunicación social de Radio Nacional, medio imprescindible en diversos puntos del país para garantizar el derecho a la información.

La jornada, que había iniciado analizando el contexto crítico a nivel sociopolítico, prontamente desembocó en un repudio generalizado a la acusación de funcionar como una herramienta de propaganda. Se insistió en que los medios nacionales, siempre son del Estado, y se ratificó que nunca son influenciados por la subjetividad del gobierno de turno.

La radio libera

La radio libera

Se desarrolló la Primera Conferencia Latinoamericana de Radio en Contextos de Encierro. Miembros del programa de diferentes rincones del mundo compartieron sus experiencias y dieron cuenta del poder de reinserción de esta herramienta.

Se realizó la Primera Conferencia Latinoamericana de Radio en Contextos de Encierro, organizada por Prison Radio International, el Programa de Extensión en Cárceles de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) y FM La Tribu donde se inauguró el encuentro el 4 de octubre, último.

En esta primera conferencia llamada “Escuchar la cárcel”, invitados de distintas ciudades del mundo reflexionaron y dialogaron acerca del derecho a la comunicación de las personas detenidas, de derribar mitos y prejuicios del mundo exterior y de pensar a futuro la radio en contexto de encierro.

La conferencia contó con tres paneles de especialistas en la temática: “Radio en cárceles en América Latina y el mundo” del que participó Phil Maguire, director ejecutivo y fundador de Prison Radio International en Inglaterra. Al comienzo de su ponencia propuso creer en el poder de la radio para transformar las vidas. En cuanto a la puesta en marcha del Programa de Prison Radio Internacional en cárcel planteó: “Nosotros no nos acercamos al micrófono porque supimos que las voces que importaban eran las de ellos”. Maguire fue productor radiofónico en la BBC y creó con Prison Radio la primera emisora de radio nacional del mundo para personas privadas de su libertad.

Ximena Granja, trabajadora del servicio nacional de integración a personas adultas privadas de su libertad en Ecuador, también hizo su aporte a esta mesa y contó lo gratificante que le resultó la implementación del Programa de radio en su país: “Los privados de su libertad proponen los temas en el programa de radio en cárcel, nadie les impone el tema, el guion, la producción, edición, locución es cien por ciento elaboración de los detenidos”. Además agregó que ellos solo hacen revisión por si hay algún contenido que no es adecuado aunque eso nunca pasó. Sobre la respuesta de los detenidos declaró: “Ellos asumieron el reto, fueron respetuosos y tuvieron una gran experiencia, de todo el grupo que salió y pasó por el taller. Hubo cero reincidencias y eso es algo que nos llena de satisfacción porque entienden que estos proyectos les trajo nuevos retos a su vida, los empoderó como seres humanos al momento de obtener su libertad y eso da la idea que están bien organizados”.

Paulina Olalla, exdetenida que participó del Programa en Ecuador contó: “Fue maravilloso porque me sentí libre frente a un micrófono, mis pensamientos eran libres, nunca ninguna de las autoridades me dijo `di esto`. Mis compañeras y yo éramos libres, manifestamos lo que sentíamos, volábamos detrás de unos muros que nos detenían, estábamos encerradas pero nuestra mente fue libre”.

Ruth Armstrong, abogada y criminóloga, experta en justicia penal, contó su experiencia en una cárcel en Texas: “Estuve frente a detenidos que hicieron cosas muy malas, pero en vez de conocer criminales conocí personas. Todos necesitamos construir algo mejor y la pena de muerte no es la solución, yo aprendí a escuchar las voces. Muchos crecimos con una política que dice que tenemos lo que merecemos y te das cuenta de que esa no es la realidad. Hacer este tipo de actividades te motiva a tener otro corazón, a tener un sentimiento social distinto y te promueve a hacer otra cosa.” Para ella “la radio en la cárcel construye esperanza, esa esperanza es un hacha con el que se derriba una puerta cuando hace falta”.

“Fue maravilloso porque me sentí libre frente a un micrófono, mis pensamientos eran libres. Mis compañeras y yo éramos libres, manifestamos lo que sentíamos, volábamos detrás de unos muros que nos detenían, estábamos encerradas pero nuestra mente fue libre”, dijo Olalla.

El panel de Derechos y comunicación contó con la participación de Miriam Lewin, defensora del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual quien habló del trabajo de la Defensoría y comunicó: “En la Defensoría consideramos que la comunicación desde adentro es fundamental. Estamos convencidos de que, cuanto más porosas y transparentes sean las paredes de las instituciones cerradas, menos posibilidades hay de que se violen otros derechos fundamentales”. 

Lewin también compartió las «Recomendaciones para el abordaje mediático responsable de los contextos de encierro y las personas privadas de la libertad» disponibles en la página de la Defensoría. (https://defensadelpublico.gob.ar/wp-content/uploads/2023/07/recomendaciones-contextos-de-encierro-1.pdf ).

También estuvieron Claudia Cesaroni, directora del CEPOC (Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos) y Macarena Fernández Hoffman, la coordinadora del equipo de Política Criminal y Violencia en el encierro del CELS (Centro de Estudos Legales y Sociales), ambas hablaron del derecho a la comunicación de los detenidos informando, desmintiendo mitos en torno a la tenencia de los celulares en la cárcel.

Cesaroni aclaró: “El derecho a la comunicación significa poder usar dispositivos como lo usamos todas las personas, y si algunas personas usan estos dispositivos para cometer delitos, de ninguna manera eso implica prohibirlas para todos”. Luego habló del derecho que tienen las personas privadas de su libertad a poder mostrarse o ser mostrados, habló de cómo se comunica cuando una persona es procesada, condenada o que cometió un delito y la necesidad de evitar que esas comunicaciones sean violatorias de su dignidad: “No hay una intervención pública suficiente cuando esa manera de ser mostrado es denigrante”, advirtió.

Por otro lado, la coordinadora del CELS recalcó: “La cárcel es sólo privación de libertad y el resto de los derechos, como la comunicación, deben ser garantizados”.Y sobre el uso de celulares, describió:“El celular no es solo comunicarse sino también una puesta a futuro al momento de la salida.. Es una fuente de denuncia de violencia, el celular expande otros derechos. Un ex detenido contaba que antes, cuando usaban el teléfono público, había peleas si te pasabas un minuto y había una pelea que no sabía cómo podía terminar. Con el uso del celular bajo la violencia y la ansiedad de saber qué pasa con su familia al estar encerrado”.

Cesaroni opinó sobre el caso de la Provincia de Buenos Aires con la regulación y la habilitación del uso de celulares a partir de marzo del 2020: “Para garantizar los derechos al contacto con familiares y con el afuera, el servicio penitenciario bonaerense desarrolló un protocolo para habilitar y regular los celulares y a partir de ese momento el protocolo está vigente. De esta práctica se observó una disminución de la violencia dicho tanto por los detenidos, los defensores y los jueces como los trabajadores del servicio penitenciario.

La Comisión de Hechos Violentos comunicó que desde el 2019 al 2021 los hechos violentos disminuyeron un 49%. “Todas las personas con celulares tienen registrados el aparato y el chip, solamente se puede tener acceso a whatsapp, no a redes sociales, Si de alguna manera te conectas a una red social salta de una manera y te hacen un acta o una sanción disciplinaria”.

En el último panel, denominado “Qué será de la radio en cárceles”, fue una invitación a pensar la construcción de la identidad sonora identitaria.

Gastón Montells, comunicador, docente y productor cultural, afirmó que las ideas más grandes son las que podemos pensar en conjunto. “Si hay un desafío comunicacional inicial que habilite una conversación tiene que ver con el hecho de ́desencantar, de quitar el encantamiento, entendiendo como encantamiento a todo proceso normalizador o de sumisión, debemos desnaturalizar, permitirnos construir otros reales posibles”.

“Los proyectos que logran contarse son realmente diferenciales, las experiencias con las radios comunitarias o los proyectes en cárceles son una confirmación de eso, de cómo juntos habilitan narrativas que empiezan a ser originales, empiezan a anunciarse por sí mismos, la oportunidad que permite, con otros tiempos y otros lenguajes”, describió Montells.“Los proyectos comunitarios han sido fundantes de procesos porque siempre intentan construir sus condiciones de existencia .Los cuerpos están encerrados y las imaginaciones son infinitas, la imaginación nos permite narrarnos con otras enunciaciones”.

Mikki Lusardi, directora de Nacional Rock, sostuvo que  lo mejor que puede dar lo público es el federalismo. “La gran ventaja de institucionalizar este tipo de comunicación tiene que ver con romper con la estigmatización, cuando algo se vuelve institucionalizado es mucho más difícil construir un discurso que vaya en contra. Si las personas privadas de su libertad puedan tener un entramado que los ampare y los proteja solo les abre oportunidades”.

Lili Cabrera, exdetenida cerró la mesa: “Pensaba en el título del evento “escuchar la cárcel”, cómo sobreviven estos proyectos si nos gana el neofascismo y en ese contexto veo la crueldad del sistema”. Cabrera recordó: “Se llevaron a cabo proyectos que parecían imposibles, yo soy liberada pero pienso en las personas que estaban dentro y en sus familiares, pienso también en las conquistas y es difícil que estos proyectos funcionen. Yo también entré con otros proyectos, como el de la fibra óptica para que se pueda estudiar en la cárcel”. Luego retomó algo de construir sentido y recordó: “En nuestro colectivo la comunicación es muy importante para comunicar un producto de la cooperativa textil y de encuadernación, como comunicar lo que hacemos sin victimizarnos”.

Cabrera cerró: “Como sociedad tenemos ese desafío, cómo hacer que las personas privadas de su libertad salgan y puedan hacer otra vida, las personas pobres son las que van a la cárcel pero cualquiera puede pasar por un penal”.

En la conferencia se abordaron distintos temas en torno a la comunicación en el encierro. Algo quedó en claro y es que nada sucede sin intervención y sin articulación colectiva.

La construcción del miedo

La construcción del miedo

El asesinato de la niña Morena Domínguez dio lugar a la distribución de fakes news, la acusación falsa sobre un chico de 14 años, y la utilización política eludiendo responsabilidades. Opinan Claudia Cesaroni abogada antipunitvista y Mercedes Calzado, expertas en medios.

La muerte de Morena Domínguez, la nena de 11 años de Lanús que falleció a raíz de un violento asalto mientras iba al colegio, tejió un extenso manto de dolor y, con él, cubrió al país entero. Su trato mediático, político y, por qué no, político-mediático, transmite una sensación de deja-vú a la sociedad respecto a noticias policiales anteriores de índole similar, al reavivar las discusiones sobre la edad de imputabilidad, la capitalización político-partidaria de la pérdida y el duelo, la espectacularización de los hechos policiales, y la propagación de fake news lejos de cualquier búsqueda de la verdad. ANCCOM habló con Claudia Cesaroni, abogada antipunitivista, y Mercedes Calzado, doctora en Ciencias de la Comunicación, para entender estas dimensiones del hecho.

El escenario en el que resuena la muerte de Morena está poblado de actores. Por ejemplo los vecinos de Lanús que, como ellos mismos cuentan, se ven obligados a cuidarse entre ellos ante los hechos de inseguridad. En el escenario también están las numerosas personas que acompañaron el coche fúnebre de Morena camino al cementerio. Está su familia, sus compañeros del colegio, y las madres de otros chicos que la asistieron inmediatamente después del asalto, a la espera de la ambulancia municipal que tardaría demasiado. Se abre espacio entre la multitud de gente un actor más: el actor político, cuyo primer paso luego del asalto lo da el Municipio de Lanús al difundir la primera versión policial de los hechos.

Según esta versión ya desmentida, el responsable por la muerte de Morena habría sido un chico de 14 años de la zona. Mercedes Calzado reflexionó sobre la difusión de esta versión y las posibles intenciones detrás. “Hubo muy probablemente un doble propósito – cuenta-. Primero, uno de índole política. ¿Cómo? Así: difundir rápidamente la idea de que el asesino es un chico de 14 años les permite alimentar las definiciones políticas de la mano dura y seguir militando la baja de la edad de imputabilidad”.

“Segundo – dice Calzado -, está el propósito de darle a la sociedad una respuesta rápida y cerrar el caso. Pero el deseo real es tirar la pelota a otro lado y no hacerse cargo”. Sostiene que entre ambas intenciones el actor político entreteje un doble juego que nunca lo deja mal parado y le permite señalar dedos acusatorios al mismo tiempo que evita toda responsabilidad.

Cesaroni comparte la observación de Calzado: “Me parece gravísima la intervención de la política, sobre todo de Diego Kravetz (Jefe de Gabinete, Responsable del área de Seguridad del municipio y actual intendente provisorio en reemplazo de Néstor Grindetti, de licencia para presentarse como candidato a gobernador bonaerense en la fórmula de Patricia Bullrich) al insistir en una mentira”.

La temporalidad del hecho no es algo menor. A pocos días de las elecciones, mucho se dijo sobre el impacto del homicidio de Morena en la intención de voto. La sensación es que los candidatos, dirigentes y campañas se esfumaron de los medios tradicionales y las redes sociales sin dejar rastro. Pero algo indica que este proceso fue más complejo de lo que parece a simple vista.

“La campaña sigue estando, no se cerró, sólo se suspendieron los actos de campaña – sugiere Mercedes Calzado-. El actor político no paró sus esfuerzos, sólo los redirigió. Además a la mayoria de los candidatos les es fácil hacerlo, porque se sienten cómodos hablando de la inseguridad. Incluso muchos cuentan con carreras políticas dadas por la gestión de la seguridad; algunos, como Bullrich, ni siquiera tienen que decir nada. Les viene como anillo al dedo”.

“Lo mismo pasó con el caso de Roberto Sabo, el kiosquero asesinado cerca de las elecciones legislativas de 2021 – dice Claudia Cesaroni -. Lamentablemente tenemos una mayoría de clase politica que usa estos casos para carenciar. También los medios de comunicación. La verdad prácticamente pierde sentido y la mentira se convierte en motor para una ganancia distinta – para ellos, más valiosa”.

Explica la abogada que en casos como estos la intervención de los medios tiene un gran nivel de perversión y de mentira. Hablar de que demoraron al menor implicado en el homicidio no es lo mismo que hablar del niño que fue falsamente acusado e ilegalmente detenido por la policía. “Los medios que actúan así saben lo que causan – sostiene -, saben que fomentan el odio y la política del exterminio. No son discursos gratuitos”.

Parecen convivir en aquellos discursos dos exigencias distintas intentando hacerse lugar entre ellas: una que pide que la justicia y la seguridad funcionen como deberían, y otra que, en simultáneo, erige a la vindicta pública y la bala en la nuca como única solución.

La especialista en comunicación sostiene que el trato mediático del caso de Morena es un disparador muy claro para ver cómo se construyen las noticias policiales y qué perspectiva toman como válida a la hora de difundir una noticia. La fuente policial fue tomada como verdadera antes de la versión oficial de la fiscal, con lo cual para muchos el responsable por el delito fue y sigue siendo un chico de 14 años. A esto se le suma la relevancia de la filmación de la cámara de seguridad. “Los golpes y la muerte – cuenta – quedaron filmados y hacen que la noticia se haga doble: la imagen se suma a la historia y hace que una historia policial tome más relevancia, la urgencia de esa grabación permite que se convierta en un caso público”. La fuente se amplía gracias a la imagen. El sistema mediático y el político-partidario capitaliza. El dolor se espectaculariza.