La memoria y el derecho a la identidad en las aulas

La memoria y el derecho a la identidad en las aulas

“Los derechos en las aulas”, el ciclo de Abuelas de Plaza de Mayo destinado a docentes volvió a la presencialidad con un conversatorio sobre la edición de libros sobre memoria a cargo de Laura Leibiker y Cecilia Rassi, editora y asesora infantojuvenil respectivamente, moderadas por los escritores Mario Méndez y Paula Bombara.

¿Cuál es la mejor forma de trabajar el tema de la vulneración de los derechos humanos con las infancias? ¿Cómo trabajar el derecho a la identidad desde la literatura infantojuvenil? ¿Cuál es la información apropiada para cada nivel educativo? Estas y otras preguntas funcionaron como ejes del conversatorio «Editar para la memoria. Producción de libros infanto juveniles sobre la historia reciente» organizado por Abuelas de Plaza de Mayo y la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (ALIJA).

En el Auditorio de Casa por la Identidad Espacio Memoria y Derechos Humanos, luego de dos años, se volvió a realizar presencialmente el ciclo “Los derechos en las aulas”, que desde hace cuatro años Abuelas destina a docentes y público educativo. Laura Leibiker, directora editorial del área de literatura infantil y juvenil de Norma, y Cecilia Rassi, asesora pedagógica de la misma editorial y también docente del Instituto de Formación Docente “Santo Domingo” de Ramos Mejía, fueron invitadas para que, desde sus experiencias profesionales, compartieran sus miradas sobre el tratamiento de la violencia y la vulneración de los derechos humanos durante la última dictadura cívico militar en los libros infantiles. El conversatorio estuvo moderado por dos escritores: Paula Bombara y Mario Méndez, él también presidente de ALIJA.

Si bien las editoriales constituyen espacios de la periferia de la escuela, también la nutren e influyen en los estudiantes. Para Laura Leibiker el editor es un constructor de sentido: construye un catálogo de libros y este refleja una visión determinada del mundo. “Al leer un libro que me llega lo que busco es que me interpele a mí como lectora, me tiene que pasar algo, me tiene que transmitir algún tipo de emoción. Uno tiene una posición política y frente al mundo. En el trabajo esa posición también está ahí, te acompaña. El catálogo refleja lo que yo creo que el mundo debería ser, lo que creo que es necesario que se diga en este momento. También, surge de una necesidad de los lectores, de poner a disposición ciertas temáticas, narrativas. La cuestión de los derechos y la identidad son dos temas muy presentes”, explica.

Ante la preocupación o el miedo de que las familias se opongan a ciertos ejemplares Laura Leibiker comenta que se deben encontrar mecanismos para que eso no sea un impedimento. “Cuando algo está amparado por ley la discusión se corre un montón. Hay leyes que permiten que se aborden ciertos temas. Las escuelas no deciden las leyes. Podemos hablar de eso porque está legitimado por la ley, los textos que tienen que ver con la reivindicación de derechos van a provocar una discusión, porque qué texto interesante no provoca una. Todo lo que tenga que ver con la libertad, la libre elección, el conocimiento de la propia identidad, esos son los libros que a mí me interesa que lleguen a las escuelas”.

Cecilia Rassi, quien cuenta con una vasta experiencia docente en todos los niveles educativos, considera que la escuela debería funcionar como un espacio de libertad. Es por eso que el rol del docente es tan importante y conlleva una gran responsabilidad. “La escuela debería funcionar ofreciendo caminos, sentidos diversos. Un buen docente debería ser quien habilite esos distintos sentidos, quien introduzca al niño cuando se está formando como lector. Tiene que ser una mano que lo lleve a una zona de libertad”, expresa en diálogo con ANCCOM. Para Cecilia la literatura es muchas veces una aliada para meterse con los temas más complicados como es en este caso el tratamiento de lo ocurrido en la dictadura cívico militar.

“Tanto con los chicos como con los grandes se puede hablar de cualquier cuestión, el problema es cómo lo vas a encarar. Hay información que no hace falta darle a un nene muy chiquito. Hay que hablar sobre dictadura pero quizás hay textos que permiten abordar la cuestión sin el nivel de detalle que impide que un nene duerma, sí con un nivel que haga que ese mismo nene vuelva a la casa y pregunte qué fue lo que pasó, cuándo pasó, dónde estaba la familia”, agrega Laura Leibiker.

La directora editorial concluye que siempre se preocupó por encontrar una forma de acompañar a las abuelas. Al pensar en el momento en que firmaron el contrato por Ovillos de trazos, un libro infantil integrado por doce microrrelatos donde se entrecruzan historias en torno a la memoria y a la identidad, en diálogo con ANCCOM recuerda: “lloramos desde que llegamos hasta que salimos. Siempre me interesó mucho poner en nuestros libros cuestiones que tienen que ver con la memoria histórica, porque nos parece importante que en la escuela haya material para trabajar con la literatura sobre nuestra historia reciente”.

La Seguridad Vial como política de educación, salud y planificación pública

La Seguridad Vial como política de educación, salud y planificación pública

En el primer cuatrimestre de este año se registraron 1200 siniestros de tránsito fatales, que se llevaron la vida de 1339 personas. El riesgo de ver esta problemática solo como un error humano ante la falta de planificación y prevención.

En el primer cuatrimestre de este año se registraron 1200 siniestros de tránsito fatales, que se llevaron la vida de 1339 personas. Estos datos, provistos por el Observatorio Nacional Vial, ilustran una clara problemática: calles, avenidas y rutas pueden ser peligrosas.

Alberto Gasparín, de Luchemos por la Vida, una asociación civil que tiene como objetivo la prevención de accidentes de tránsito, sostiene que hay que concientizar al público general para evitar muertes innecesarias. Si bien la educación vial debería ser curricular en las escuelas desde el año 1986, hasta el día de hoy no existe de forma oficial en los programas. “No existe seguridad vial en los colegios, solo existen maestros o directores preocupados que nos convocan. No pretendemos que sea una materia de currícula, pero sí que aparezca la seguridad vial como algo transversal”, asegura.

Por su parte, Mariana Sena, miembro de la organización Compromiso Vial, de Rosario, dice: “No pasa por agregar más cosas a la escuela. Muchas veces los Estados generan programas y planifican, depositando más que generando. Depositan la responsabilidad a las escuelas, pero en las escuelas es un elemento, no pueden ser ellas las encargadas de que esto se lleve a la práctica.”

La falta de educación vial se ve reflejada en las actitudes de quienes circulan; no solo de los conductores, sino también de los peatones. Sin embargo, en la medida que todos forman parte de un mismo sistema, se debe encontrar una forma de convivencia que genere empatía respecto de los demás. Desde Compromiso Vial se comprende a la circulación vial como un fenómeno social, que se vincula con la salud psíquica y física. Por ello hacen uso del concepto de “violencia vial”. “Hablamos de violencia porque en la calle aparece un cuadro donde convergen diferentes actitudes agresivas”, indica Mariana Sena.

También Sena sostiene que desde la organización se hace especial mención a la perspectiva de género en el tránsito. “La mujer aparece siempre en un lugar de cuidado y el macho siempre aparece como imponente, que no se apega a las normas. No es una cuestión de cupo, sino que se debe tener sensibilidad y respeto al manejar”. La figura masculina tiene ciertas habilitaciones que le permiten actuar de forma imprudente. Por ello proponen una pespectiva feminista para la deconstrucción del sistema actual de circulación.

En lo que respecta a la seguridad vial parecería haber una ausencia del Estado. Una de las áreas más notorias en la falta de intervención es la de la seguridad infantil. Según un informe realizado por la Sociedad Argentina de Pediatría, en conjunto con la Asociación para la Disminución de Siniestros Viales (ADSV), actualmente en Argentina se venden 326 modelos de Sistemas de Retención Infantil, más conocidos como “sillitas”. De este número, hay 10 modelos que no tienen homologación alguna, es decir, no se verificó su efectividad ante un posible siniestro vial y aun así son comercializadas como si cumplieran con este propósito, sin ninguna condena o sanción por parte de los organismos pertinentes. Asimismo, el valor de mercado de estos artículos es muy elevado (pueden llegar hasta a los 125 mil pesos), lo que sugiere que el transporte seguro de los niños no implica un derecho, sino un privilegio.

De acuerdo a Axel Dell´Olio, presidente de ADSV, la seguridad vial debe entenderse como un problema de salud pública. Propone no pensar en el “error humano”, sino en la ineficiencia de la infraestructura existente. “Cada vez que no se invierte en un metro de ruta, se paga en un hospital siete veces más de lo que no se invirtió”, afirma.

Según Dell´Olio “es muy simplista decir que es un error humano. Hay un error de infraestructura, que se comparte con el error humano. Hay que hacer campañas de concientización, pero también hay que generar infraestructura, y hay que fortalecer la ley. Falta un consenso en el que se definan las acciones que se van a hacer, es un problema de salud pública, y mientras no se entienda como tal, no se va a avanzar”.

A pesar de la necesidad de un cambio estructural, constantemente se proponen medidas para evitar que los siniestros viales terminen con víctimas fatales o con traumatismos graves. Ema Cibotti, historiadora de reconocida trayectoria y miembro de la Asociación Civil Trabajar contra la Inseguridad Vial y la Violencia con Acciones Sustentables (ACTIVVAS), comenta que la iniciativa #Calles30 propone bajar la velocidad mínima de 40 kilómetros por hora a 30. Esto se debe a que muchas de las muertes de peatones se producen porque 40 todavía es una velocidad bastante alta en las ciudades. Al reducir la velocidad, entonces, se resulta en un menor número de accidentes, dado que permite al conductor tener más tiempo de visualizar la situación con más claridad y al peatón observar la aproximación del vehículo. “La velocidad 30 no es un capricho, salva vidas”, asegura Cibotti.

Si bien el escenario en Argentina impone una necesidad de planificar nuevas estrategias de seguridad vial de largo plazo y todavía queda un largo camino por recorrer respecto a nuestra forma de transitar, el constante trabajo de las organizaciones civiles apunta en la dirección indicada.

El mercado avanza sobre las universidades latinoamericanas

El mercado avanza sobre las universidades latinoamericanas

Investigadoras y docentes de educación superior describen el avance de la mercantilización de los estudios en la región y alertan que la tendencia está penetrando en la Argentina, a pesar de su tradición pública.

La privatización y mercantilización de la educación superior y su impacto en las condiciones de trabajo docente es una temática que inquieta a distintos investigadores de las Ciencias Sociales, ya que, en el período de pandemia, estas tendencias se profundizaron a nivel global. Según un estudio publicado por el Instituto de Estudios y Capacitación de CONADU, América Latina es una de las dos regiones más privatizadas del planeta, con más de la mitad de sus estudiantes en el sector privado junto a Asia meridional.

Fernanda Saforcada, Doctora en Educación de la Universidad de Buenos Aires y Especialista en Política Educativa, propone tres nudos críticos para entender cómo se expresa esta problemática en América Latina. En primer lugar, explica que asistimos a una híperprivatización de la universidad. En la región hallamos un número mayor de estudiantes en el sector privado que en el sector público. “El sector privado no solo ha ido creciendo y expandiéndose sino que hoy tiene dimensiones mayores que el sector público: 2 de cada 3 instituciones son privadas y 6 de cada 10 estudiantes se gradúan en universidades privadas”, comenta Saforcada en el marco de un conversatorio realizado por CONADU con el objetivo de debatir esta problemática y desarrollar estrategias políticas.

En segundo lugar, la investigadora observa una creciente incidencia del sector privado en los ámbitos de política pública. Para Saforcada, este sector fue construyendo modos de insertarse en los ámbitos de gobierno, en los sistemas universitarios y científico tecnológicos. Por último, explica que se produce un reposicionamiento de algunas universidades privadas. Son aquellas que se identifican a sí mismas como de calidad o más rigurosas, que buscan distanciarse de las universidades masivas, de bajo costo y que tratan de asimilarse con el sector público. “De esta forma, se borra la frontera entre el sector público y privado y se vacía de sentido político lo que es entendido como público. Una de las formas en las que se manifiesta el borramiento de las fronteras es en el financiamiento. Se direcciona al sector privado sin decirse explícitamente, bajo un supuesto de equidad. Los fondos de investigación, las becas para posgrado, de inclusión, el financiamiento de créditos estudiantiles comienza a asignarse en base a criterios de calidad, de rigurosidad científica y eso oculta un redireccionamiento de fondos que antes iban solo al sector público y ahora van hacia el sector privado”, alerta la investigadora. 

Para Daniela Atairo, docente e investigadora de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina es un sistema que es casi una excepción con respecto a otros países de América Latina por su tradición público-estatal. “Estos datos de la híperprivatización no los encontramos ya que la mayor cantidad de estudiantes están en universidad pública. Sin embargo, hay algunas tendencias y hay que mirar a Argentina en clave regional. Ciertas lógicas de mercado se instalan en el sistema público y en el trabajo docente como la híperproductividad, los requisitos del trabajo académico. Argentina posee un grado bajo de privatización pero en términos de mercantilización nos queda bastante por mirar respecto de cómo están instaladas estas lógicas de la competencia”, agrega.

En Argentina, la lógica de mercantilización en la educación superior también aparece en el modo en que las universidades públicas deben generar recursos propios cuando los fondos asignados por el estado nacional no alcanzan. En diálogo con ANCCOM, Adrián Sancci, Prosecretario de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de La Matanza explica: “En la UNLaM se ofrecen cursos de posgrado, complementación curricular, idiomas, capacitaciones, asesoramientos, vinculación tecnológica y deportes. Son recursos adicionales a los que recibe por ley de presupuesto. Lo recaudado se distribuye equitativamente en toda la universidad en virtud de las necesidades planteadas por las unidades académicas o de gestión. Su administración es centralizada, es decir, las unidades académicas no manejan dinero sino sólo docencia, investigación y extensión. Luego, al interior de la universidad, los recursos se utilizaban para gastos de funcionamiento y obras. También, para la compra de equipamiento”.

El impacto de las condiciones de la privatización y mercantilización también puede verse en un aumento de la precarización del trabajo docente. “Pasó la pandemia pero la virtualidad no se ha ido. Hoy estamos en duda sobre cuáles son las condiciones en las que van a terminar funcionando nuestros claustros”, comenta Sofía Thisted, investigadora en el campo de la educación intercultural. “Hay que pensar en condiciones de trabajo para este tiempo que no sean la duplicación del trabajo de lo virtual y lo presencial que parecería ser la salida más económica”. Durante el conversatorio realizado en CONADU, también, recalcó lo difícil de la coexistencia de la crianza y la escolaridad a la hora del trabajo de docentes que tenían niños a su cargo en el momento de dar clase durante la pandemia. Sobre todo para las mujeres hay “reglas implícitas de la universidad como no tengas hijos antes de doctorarte o ahora hasta posdoctorarte”, agregó.

Frente a la situación en la que se encuentra la educación superior, Saforcada concluye que se trata de “empezar a construir una posición más proactiva que no sea solamente identificar estas cuestiones y salir a discutirlas, sino construir una agenda propia de lucha, ideas y propuestas concretas para instalar otros temas”.

Pequeños economistas ilustrados

Pequeños economistas ilustrados

En un país con inflación y probreza crónicas, ¿por qué los jóvenes estudian Ciencias Económicas? Cuáles son sus motivaciones y cómo vieron la salida de Guzmán y la asunción de Batakis.        

El sábado pasado renunció el ministro de economía de la Nación, Martín Guzmán. Durante el discurso de Cristina Fernández de Kirchner por el aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón, Guzmán dio a conocer la noticia vía Twitter, con una carta que sentenciaba que las disputas políticas hacia adentro del Frente de Todos impulsaban ahora a su renuncia. 

“El sábado me tocó tomar la decisión más dolorosa de mi vida, de la cual estoy convencido. Fue un acto de responsabilidad con la Patria”, dijo Martín Guzmán en su despedida en el Palacio de Hacienda con los trabajadores y trabajadoras del Ministerio. El ministro dio un paso al costado justo en un momento de gran debilidad de la imagen presidencial y de fuertes internas en la coalición oficialista. El domingo por la tarde, fue anunciada su sucesora, Silvina Batakis, la segunda mujer en ocupar ese cargo en la historia argentina. Llegó casi como consolidando un sentido común que dice que las mujeres suelen ser las que se hacen cargo de los conflictos. 

En este contexto en el que el fenómeno Milei interpela a la juventud desde “una construcción puramente económica” o economicista; y desde el campo popular los y las pibas dan una batalla cultural que no alcanza para conseguir su primer trabajo o laburar con sueldos dignos, ANCCOM se preguntó ¿por qué hay jóvenes que eligieron estudiar carreras afines a la economía en una universidad pública y en un país en crisis?¿Cómo impactó la salida de Guzmán y la llegada de Batakis al gabinete económico en la Facultad de Ciencias Económicas?¿Qué perspectivas tienen a futuro?

Benito Seselovsky Peker, estudiante de la Carrera de Economía, expresó que “la economía en los jóvenes tiene cada vez un rol más central. No hay un crecimiento de un sólo sector de jóvenes -los libertarios- que quieren estudiar economía sino que hay como una efervescencia general” y destacó que “es muy interesante que los jóvenes queramos estudiar esta carrera porque es parte de entender el mundo de una forma más práctica”.

 En Argentina, inflación, crisis y deuda son conceptos que construyen nuestra trama social. Están arraigados en la cultura, son una especie de columna vertebral. Parece que siempre estamos discutiendo economía o política, y en ese contexto los estudiantes de la Facultad de Ciencias Económica ven a sus carreras como una caja de herramientas para un futuro incierto. Constanza Ganly, estudiante de Administración, comenta que “lo que aprendo me sirve un montón porque el mundo está en constante cambio y tenés que saber adaptarte, la carrera a mí me da las herramientas para poder hacerlo y trabajar en el sector o área que yo quiera, tiene un panorama muy amplio de salida laboral”.

 En la misma línea, Benito recuperaba la importancia de la salida laboral a la hora de elegir qué estudiar: “a mi lo que me decidió fue la salida laboral. En un principio ese fue mi primer gran motivo”, comenta. “Me hubiera gustado mucho hacer algo social pero en un país que está cada vez más complicado de repente la realidad es que hay tecnicismos que la economía me puede dar que me sirven”, concluye Seselovsky Peker.

Por otro lado, Joaquín Queirolo, estudiante de Actuario en Economía, dijo haber elegido la carrera “porque siempre me interesó la política y quería entender la situación del país”, y destacó que le gustaría “poder contribuir al país en un futuro”. En un contexto agitado y en un país en donde la política y la economía se convirtieron en el día a día de todos y todas, en la Facultad de Ciencias Económicas a los y las alumnas los atraviesa el contexto visceralmente. En cuanto a la interna dentro del bloque oficialista y la salida de Guzmán, Queirolo expresó que, en general, lo ve “todo muy improvisado y sin planificar”; mientras que Seselovsky Peker rescató el lugar de Guzmán como un cuadro técnico y el de Batakis como una mujer formada -otro cuadro técnico pero también político- con valentía para asumir el rol en un momento como este. 

“No me gustó la forma en la que lo hizo Guzmán”, dijo Constanza Ganly en relación a la renuncia del ministro. Martín Guzmán era un funcionario respetado y serio, que llevó adelante una ardua negociación con el Fondo Monetario Internacional, por eso Ganly comenta que su miedo es “la negociación con el FMI, porque lo estaba manejando Guzmán y no sé cómo lo hará Batakis pero confío y espero que la designación sea buena”.

Aldana Casali Dupuy, estudiante de Actuario en Administración, contó a ANCCOM que eligió la carrera porque le interesa “entender lo que pasa y saber cuales son las propuestas que sirven y cuáles no”. Sin embargo, también destacó que “su carrera es demandada en otras partes del mundo a distancia”. Esto último es importante teniendo en cuenta que Aldana ve que la economía argentina y el panorama a futuro es complicado: “Me gustaría que sea más estable para que la gente piense en invertir y no sólo en ahorrar en dólares”, comentó. La llegada de Batakis al Ministerio de Economía no parece haberle significado un cambio drástico, Casali Dupuy cree que “son básicamente lo mismo, con pensamientos parecidos”, pero además destacó que no le gusta que Batakis esté a favor del impuesto a la herencia. 

Otro estudiante de Actuario en Administración, Agustín Valente, comentó en esa línea que “sin evaluar si el gobierno está haciendo las cosas bien o mal, no es un cambio que vaya a hacer mucha diferencia porque la corriente ideológica seguirá siendo la misma”, además describió como “incoherente culpar a Guzmán de que las cosas salgan mal porque no son decisiones sólo suyas”.

 Según Valente, “el cambio se ve cuando hay un cambio de gobierno y, por ende, de ideología”, pero aún así cree que “si hay algo que no va a suceder es que se arregle la economía porque, aunque trabaje con números, es una ciencia social y los problemas que vienen desde hace años no se van a arreglar por arte de magia”.

La crisis de confianza según los estudiantes no tiene que ver sólo con la renuncia del ministro, sino que es algo que responde a múltiples factores. “Con el macrismo estuvimos 15 días sin ministro de Economía y nadie dijo nada”, resaltó Benito. Y comentó que le parece “completamente honorable que Batakis haya aceptado el puesto. Nunca un recambio va a ser positivo, pero sí me parece positivo que sea Silvina Batakis”.  Además, Constanza Ganly resaltó que ve “un camino posible si empezamos por mirar un poquito al de al lado y a tirar todos para un mismo lado”.

Durante los últimos 5 días, la salida de Guzmán fue portada de diarios, hubo decenas de horas de televisión sobre el tema, muchos especialistas -en su mayoría varones- pasearon por los canales y las radios. Sin embargo, es importante volver a las calles y a las universidades para preguntarnos en qué están pensando los y las estudiantes que pueden llegar a ser parte de la clase política en el futuro.

 Los y las pibas ven en la economía una caja de herramientas, la oportunidad de tener un amplio abanico de opciones para insertarse en el mercado laboral, como la posibilidad de involucrarse políticamente y aportar algo a la construcción de una Argentina más inclusiva y estable. Ven en la economía ese nexo entre ser un cuadro técnico y también uno político; de manejar lo práctico y lo social; recuperar la sensibilidad pero también la eficiencia. Si es Guzmán o Batakis no les importa tanto; les importa la formación, las decisiones, las formas de ver el mundo. 

Lo que está en boca de todos y todas no es quién, ni la coyuntura con sabor a urgente o la actualización minuto a minuto del dólar blue en los portales de noticias. 

A los y las próximas profesionales de la economía les importa construir un futuro posible. 

La escuela es de todes

La escuela es de todes

Esta semana se realizaron dos movilizaciones que se unieron en una misma consigna: el rechazo a la resolución firmada por la ministra Soledad Acula y el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta que prohíbe el lenguaje no binario en las escuelas.

El jueves 23, en el marco de la Jornada ESI en los colegios, militantes, organizaciones sociales y docentes se movilizaron en las inmediaciones del ex Ministerio de Educación porteño, sobre avenida Paseo Colón.

“Ninguna apelación a la RAE, a los resultados de las pruebas estandarizadas ni a ´heridas en la educación producto de la pandemia” puede ser excusa para excluir a quienes no nos reconocemos en las marcas binarias y sexistas del lenguaje”, manifiesta el Frente Docente Disidente. “No se trata de un hecho aislado, sino que es parte de toda una serie de políticas de disciplinamiento y precarización laboral que el gobierno porteño viene desplegando en contra de les docentes”.

Desandar el binarismo en el lenguaje, implica superar la noción de inclusión: “Es lenguaje no binario”, manifestó Ese Negro Montenegro, de la Asamblea Travesti Trans No Binaria por la Salud Integral.

“Como persona no binaria pienso que es muy importante que podamos expresarnos desde un principio, y no esperar hasta los 20 o 30 años, para recién ahí identificar quiénes queremos ser en esta vida. Que no les roben más tiempo a las infancias”, manifiesta Nehu Asuad.

El viernes 24, estudiantes de distintos colegios dependientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realizaron una movilización con corte de calle en la intersección de Av. Nazca y Av. Rivadavia, en el barrio de Flores.

“Lo que el gobierno de la Ciudad no quiere es que nos organicemos democráticamente. La transformación que dicen que no para, es solamente recorte y persecución. Eso es lo que no para”, se escucha en la asamblea de estudiantes.

“Esto rebalsa por la prohibición del lenguaje inclusivo. Pero el reclamo viene siendo hace rato por mejoras edilicias, por comedores en todas las escuelas, por rechazo a las pasantías obligatorias en empresas sin consultar con la comunidad educativa, explica Valentina. 

“El Artículo 11 de la Ley de Identidad de Género defiende que una persona puede ser tratada por el género con el cual se percibe, sin necesidad del DNI previamente. Entonces, me parece totalmente aberrante que no se esté respetando, y encima que Horacio Rodríguez Larreta venga a decirnos que no se puede usar la letra e, es una total falta de respeto. No estamos pidiendo permiso para ser identificades por lo que sentimos o por lo que somos: es lo que nos corresponde”, comparten estudiantes del Colegio de Danzas Jorge Donn.