Por Sabrina Denisse Bucci Isasmendi
Fotografía: Francisco Córdova y Martín Schiappacasse / Subsecretaria de Comunicacion Facultad de Ciencias Sociales UBA.

En un hecho inédito, directivos, profesores, no docentes, estudiantes y todos los espacios políticos de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA realizaron un banderazo en defensa de la educación pública, gratuita, masiva y de calidad. Unidad en la diversidad frente a la amenaza electoral de la derecha.

“Nuestra facultad se caracteriza por la diversidad política, pero donde no tiene dudas es en la defensa de la educación pública y de la universidad gratuita y de calidad”, sostuvo el vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales (FSOC) de la UBA, Diego De Charras.

En una jornada inédita en la que coincidieron fuerzas políticas y gremiales estudiantiles, docentes y no docentes de diferentes espacios, se realizó un banderazo bajo la consigna “UBA Sociales por la educación pública y gratuita”. Al canto animado de “¡Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode!”, integrantes de diversas agrupaciones se concentraron en la plaza seca de la sede de FSOC, en el barrio porteño de Constitución, en rechazo a las propuestas que amenazan la gratuidad de la educación y abogan por un sistema de vouchers.

Impulsado por la gestión de la Facultad y acompañado por toda la comunidad educativa, el banderazo fue parte de una acción comunitaria en “un contexto amenazante y de cara al debate social que antecede al voto”, como explicó la directora de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, Larisa Kevjal.

Frente al avance de un candidato como Javier Milei, que explícitamente promueve la privatización y el arancelamiento de la educación, personalidades destacadas de la colectividad académica reconocieron la necesidad de una acción conjunta: “La unidad fue sencilla porque lo que está en juego lleva necesariamente a juntar las voluntades —afirmó Ana Arias, decana de FSOC—. Los problemas que tiene actualmente el sistema educativo, con el proyecto de vouchers pueden llegar a potenciarse de manera extraordinaria”.

La estudiante de Sociología Naza Sciola expresó: “Venimos de años de erosionamiento de nuestra educación pública y estas propuestas vienen a ofrecer una falsa respuesta a los problemas que estamos enfrentando”.

“Este año, el presupuesto de la universidad tuvo un aumento del 70 por ciento cuando hay una inflación por arriba del 120, lo que afecta fuertemente a la universidad pública y su posibilidad de funcionamiento”, explicó Juan Diez, trabajador no docente y miembro a cargo de las becas de la Subsecretaría de Investigación. Acompañados de carteles denunciando el ajuste y en contra de la exclusión de trabajadores docentes y no docentes jubilados de la obra social DOSUBA, integrantes de la gremial no docente participaron del acto: “Una convocatoria en defensa de la universidad pública debía incluir estos reclamos frente a los ataques a nuestros derechos”, agregó Diez.

“La voucherización lo único que hace es lesionar las posibilidades de formarse y educarse de aquellos que encuentran en la universidad pública una oportunidad de ascenso y movilidad social”, señaló De Charras.

El banderazo es sólo una de las medidas posibles de acción para frenar el avance de estos proyectos privatizadores. “Nos toca asumir muchos protagonismos para dotar de argumento algunas ideas que son reduccionistas, para que la sociedad pueda comprender qué es lo que está en disputa”, remarcó Kejval. El vicedecano De Charras añadió que “hay que trabajar la toma de conciencia y explicar particularmente a los jóvenes lo lesivas que son estas propuestas que ven como novedosas, ya aplicadas por el neoliberalismo”.

“La mejor manera de superar los impulsos que amenazan la educación pública es con una propuesta superadora, que incorpore nuevas demandas y genere más espacio público, no menos”, aseguró la decana Arias.

Sciola, militante de la agrupación socialista La Emergente, sentenció que la mayor iniciativa para decir no a los intentos de privatización es “seguir invirtiendo en educación pública, apostando al presupuesto y democratizando la universidad”.

Lucas Grimson, militante de La Mella-Frente Patria Grande y estudiante de Ciencia Política, argumentó que “para poder construir más universidad pública necesitamos no retroceder sobre lo conquistado históricamente y para ello necesitamos ‘darla vuelta’ de cara a la elección de octubre”.

La presidenta del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales y estudiante de Relaciones del Trabajo, Ludmila Peralta, se refirió a la Comisión en Defensa de la Educación Pública: “Un espacio para hablar de la situación y pensar diferentes iniciativas que puedan visibilizar que existe la posibilidad de perder la educación pública y su rol como transformadora de vidas”.

A días de las elecciones generales del 22 de octubre, proyectos políticos antagónicos debaten qué tipo de país queremos. Esta manifestación de alerta en unidad de espacios ideológicamente diversos es indispensable para entender los derechos que están en juego para estudiantes actuales y futuros.