A pesar del silencio gubernamental, los periodistas de los medios públicos cumplieron con su rol de informar

A pesar del silencio gubernamental, los periodistas de los medios públicos cumplieron con su rol de informar

Mientras que los medios públicos ignoraron la multitudinaria marcha por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, sus trabajadores armaron un operativo informativo en el portal autogestivo SomosTelam y en el canal de youtube de SiPreBa.

Este domingo 24 de marzo por primera vez desde el retorno de la democracia en 1983 los medios públicos no cubrieron los actos por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Sin embargo, los periodistas de Somos Télam llevaron adelante la transmisión de la marcha, punto culminante de la jornada de que comenzó con una radio abierta en las puertas del vallado edificio de la Agencia de Noticias Télam –que el gobierno de Javier Milei suspendió y pretende cerrar– y luego al mediodía se hicieron presentes en Plaza de Mayo junto a las demás agrupaciones sociales y políticas. También hubo una transmisión en vivo de los cronistas de la TV Pública. Por primera vez en estos 40 años de democracia, el noticiero televisivo oficial no transmitió las manifestaciones conmemorativas.

 Somos Télam es la respuesta al cierre de la agencia de información pública por parte del gobierno actual que armaron sus trabajadores y trabajadoras. Alfredo Luna, reportero gráfico de Somos Télam y delegado de Sipreba (Sindicato de Prensa de Buenos Aires), dialogó con ANCCOM y se refirió a esta iniciativa que ya se había llevado adelante en el año 2018, cuando el gobierno de Mauricio Macri ejecutó despidos masivos con el mismo objetivo que ahora tienen los libertarios: acallar una voz federal. En aquel entonces, el portal se dedicaba a comunicar aquel conflicto. Esta vez, volvieron a poner en marcha su trabajo autogestivo luego de que de el 1º de marzo, durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, el presidente Javier Milei anunciara el cierre de la Agencia Pública de Noticias y dispensara de tareas a todo su personal, el que se encontró con las vallas y custodia policial cuando acudieron a sus tareas al día siguiente.

 “Tuvimos que reactivar el portal para comunicar este nuevo conflicto y empezar a producir material periodístico porque la situación en la agencia se encuentra suspendido el servicio, no está cerrada y la mejor forma de demostrar la utilidad de un medio público tan importante es haciendo periodismo de calidad”, explicó Luna.

Somos todos

Por su parte, Tomás Eliaschev, delegado de Sipreba y editor del portal Somos Télam, habló de la organización que están teniendo los trabajadores. “Nos organizamos en el Sindicato de Prensa de Buenos Aires y en la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa. Estamos organizados en la ciudad de Buenos Aires y los corresponsales en todo el país con el apoyo de todo el gremio, de nuestros compañeros de todos los medios y con el apoyo del movimiento obrero, de los movimientos sociales, de las universidades, los estudiantes y las organizaciones de derechos humanos”. Eliaschev señaló que es un momento de emoción para honrar a los trabajadores de prensa desaparecidos como Rodolfo Walsh y para reflexionar sobre la importancia de hacer esta cobertura. “Nos sentimos abrazados por este pueblo, por esta plaza y eso nos da enormes fuerzas para seguir adelante”, añadió sobre la jornada de lucha.

 

Millares de personas y un solo grito: «Nunca más»

Millares de personas y un solo grito: «Nunca más»

Estudiantes, artistas, jubilados, empleados, militantes políticos y de organizaciones sociales confluyeron en la Plaza de Mayo en el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Conocé sus motivaciones.

Camila Villarreal, 29 años, estudiante de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) e integrante de Murgas por la Identidad.

“Estamos acá para conmemorar la lucha de los compañeros, para recordar a los 30.000 desaparecidos. Nuestra presencia es para que esto no vuelva a suceder. Hoy salimos con mucha más fuerza contra el negacionismo y contra todo lo que quiere borrar este gobierno”

 

 

Ramón Bebiglia, 68 años, jubilado metalúrgico e integrante del Movimiento Autoconvocado.  

“El gobierno de Milei está elevando un discurso negacionista porque necesita crear un clima de violencia y autoritarismo para que la burguesía monopólica pueda avanzar en las reformas laborales, en los ajustes, que nunca cierran sin represión. Hoy la principal violación de los derechos humanos es el hambre, la superexplotación y la miseria a la que nos vienen sometiendo; estamos acá para evitarlo”.

 

 

Kai Aguilar y Faus Alfonso Islas, 15 años, alumnas del colegio Mariano Acosta.

 Kai:”Somos la juventud que viene a levantar la bandera que dejaron los compañeros desaparecidos, sobre todo frente a un gobierno que está negando el pasado, diciendo que fue una guerra todo lo que pasó.”

 Faus: “Es un gobierno que niega ese pasado, la tiene a Villarruel que fue a visitar militares a la cárcel, tenemos que cuidar el pasado, hacer memoria y no permitir que todo esto quede en el olvido. Nosotros somos el futuro del país.”

 

 

Nadia Vázquez, 31 años, docente e integrante de la “Coordinadora de DDHH del Fútbol Argentino».

 “Siendo el primer 24 de marzo del gobierno de Milei es importante recuperar las calles porque son nuestras, no hay que retroceder. Son muchos los motivos que hoy nos convocan a estar a acá, uno es el negacionismo de este gobierno, otro es el no al DNU y nosotros en particular como hinchas de fútbol también decimos no a las sociedades anónimas deportivas.”

 

 

Charo Delgado, 30 años, estudiante de circo e integrante de Murgas por la Identidad.

“Estamos acá ante todo por la memoria, es lo que nos une hoy ante estos discursos de odio. Tenemos un lema que es resistir con alegría y estamos acá para cumplir con eso”.

 

 

Agata Rosemberg, 29 años, trabajadora del buffet de un colegio e integra Murgas por la Identidad. Kali, su hija de 5 años.

“Estamos acá para reivindicar la memoria, la justicia y la verdad, a pesar del peligro y miedo a la represión. Vengo acá con mi nena porque es muy importante que ella sepa todo lo que pasó en esos años. Hoy empezamos el día con la canción de Canticuenticos ‘Pañuelito blanco’, dedicada a las Abuelas. Le vamos hablando un poco de toda esa época y de diferentes maneras para que esté al tanto de estos temas”.

 

 

Maximiliano Vera, 31 años, músico y guitarrista de “La Chancha Muda”, autoconvocado.

“Hoy más que nunca es muy importante estar, había muchas cosas que dábamos por sentadas y  en estos últimos tiempos fueron vulneradas, hay que mostrar lo que es la calle y lo que es el verdadero sentimiento de la gente. No hay que permitir que nos sigan sacando los derechos, no es momento de quedarse en la casa sentado”.

 

 

Paulo Arguindegui, 72 años, integrante de Jubilados insurgentes.

“Todos los años venimos, es un deber con todos los compañeros que han secuestrado, en Astilleros Río Santiago, donde trabajaba, secuestraron 40 trabajadores, los que sobrevivimos se lo debemos a los que se fueron. Además estamos acá porque este gobierno va a matar de hambre a los jubilados, una nueva forma de genocidio”.

 

 

Marcela Tita, 56 años, desocupada integrante del colectivo LGTTB.

“No queremos que los derechos adquiridos se pierdan, además creemos que hay que hacer memoria. Con las chicas trans se perdió la memoria, yo fui presa en dictadura pero no existía, no tenía un documento para corroborarlo, cuando fuimos a pedir los legajos en la policía nos negaron toda información”.

 

 

 

Eduardo Abel Arias, 68 años, jubilado e integrante de Uruguayos por los Derechos Humanos.

“Uruguay tuvo 120 desaparecidos en Argentina como efecto del Plan Cóndor que se encargaba de atacar y secuestrar a distintos compañeros de Latinoamérica, estamos acá para reivindicar su memoria y decir: ¡Nunca más!”.

 

 

 Matías Rosales, 40 años, empleado del gobierno nacional, autoconvocado

“Vine por mi cuenta, hoy sufrimos una crisis de representatividad y estamos desamparados en este contexto. Hay que salir porque nos están vendiendo un discurso de odio que nos interpela y ante eso debemos organizarnos colectivamente para pelear. Nos quieren individualizar y deshumanizar, por eso más que nunca tenemos que estar acá”.

 

 

Magalí Martínez, 54 años, docente, autoconvocada.

“Me sumo a denunciar el terrible genocidio, no solo del pueblo argentino sino también de nuestros pueblos originarios, primero empezaron con la colonización, la exclavitud y después con una dictadura para acentuar todo eso, por eso tenemos que decir ¡Nunca más!”.

Memoria, verdad y justicia y algo más

Memoria, verdad y justicia y algo más

A 47 años del Golpe militar y a 40 del retorno de la democracia, una multitud marchó a Plaza de Mayo para gritar Nunca Más y exigir justicia a los culpables. Las columnas del Frente de Todos sumaron el rechazo a la proscripción de Cristina Kirchner y el repudio al Poder Judicial.

Organismos de derechos humanos, partidos políticos y movimientos sociales se movilizaron hacia Plaza de Mayo a 47 años del golpe de Estado que inició la última dictadura cívico- militar. Las convocatorias, distintas como las consignas, fueron atravesadas por las tres estrellas: Memoria, Verdad y Justicia. Y, al pedido del ‘Nunca Más’ por los 30 mil desaparecidos, se agregó en las columnas de militantes del Frente de Todos la crítica a la condena de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el pedido de su candidatura presidencial para el 2023.

Con el sol de las primeras horas de la tarde, comenzaron a llegar a la plaza integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S Capital, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Matanza, Asociación Buena Memoria, Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), entre otros.  «Estamos acá para reivindicar la desaparición de nuestros familiares, apoyar otro 24 de marzo y defender la democracia. Todos los 24 son memoria, verdad y justicia», comentó Liliana Ogando, hermana de Gustavo Ogando, secuestrado en 1977 por la dictadura militar.

También dijeron ‘presente’ militantes de la Confederación General del Trabajo (CGT), Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), el Polo Obrero (PO) y La Garganta Poderosa. “Estamos acá porque no están 30 mil y es un día donde nos volvemos a conectar con sus causas, sus valores y sus vidas. No creo que las caravanas enormes de familias, organizaciones populares y de partidos de distintas tradiciones políticas estén acá convocados por la desaparición, la tortura y la muerte, me parece que estamos convocados por la vida, los valores y el legado de sueños que nos dejaron 30 mil con demandas muy parecidas a las que traen compañeros y compañeras de los barrios”, dijo a ANCCOM Nacho Levy, referente de La Garganta Poderosa, y agregó: “Si la militancia terminara tan cruenta de la noche a la mañana y nos preguntaran qué quisiéramos que pase 47 años después, 47 años después nos gustaría ver una sociedad movilizándose por un interés que excede a la mezquindad y peleando para transformar efectivamente la vida de la gente en cualquier realidad siniestra de la misma forma que 30 mil transformaron la nuestra”.

Las agrupaciones de izquierda convocaron a marchar de forma independiente desde el mediodía, bajo las consignas “Contra la impunidad de ayer y de hoy”, “Por juicio y castigo contra todos los responsables militares civiles y eclesiásticos de la última dictadura y la represión y criminalización de la protesta social en la actualidad” y “No al FMI, no al pago de la deuda externa”. En este sentido se realizó el primer acto, donde no hubo ningún apoyo a la vicepresidenta. “Rechazamos todo intento de convertir esta fecha con fines electoralistas menos aun cuando el Gobierno instala programas de hambre del FMI”, leyeron voceros del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.

La jornada siguió entre cantos y abrazos que anunciaban encuentros, columnas y miles de ‘sueltos’ que continuaron llegando a la plaza durante la tarde. ‘Defender a Cristina es volver a Perón’, era uno de los tantos pasacalles que se leían en Avenida de Mayo y se encarnaba en los asistentes. Corría la tarde y subyacía el eco que denuncia las complicidades del Poder Judicial, tanto en la dictadura como en la actualidad. “Estoy acá porque intento, con esta presencia, mantener vivo el recuerdo de tantos, de los 30.000 que por jugarse y exponer lo que pensaban, la pagaron con su vida. Pero también estoy acá porque quiero la candidatura de Cristina nuevamente y la no persecución política”, mencionó Verónica Giménez, quién llegó temprano a la plaza con su compañero.

 “Mis padres me contaron la historia de Perón y de Evita, no se podía decir la palabra Perón. Esto es algo reeditado pero en otros términos porque son otros tiempos. Solo la fuerza popular y la movilización pueden con esto”, agregó.

La Cámpora, arribó a la plaza pasadas las 17,  luego de su marcha desde las inmediaciones de la exEsma, presentando en las primeras líneas a Lucía Cámpora, la diputada porteña que recientemente asumió como nueva secretaria general de la organización. En el marco de las entrevistas que realizaron transmitiendo por Youtube, la legisladora comentó: «Las consignas de memoria, verdad y justicia nos tienen que hacer recordar lo que vivimos en este país y nos obligan, a 40 años de la democracia, a defender esa democracia y defenderla de las nuevas formas, como son el ‘partido judicial’ que intenta condicionar a la democracia y por eso pretende proscribir a la principal dirigenta política que es Cristina Fernández de Kirchner”.

En el mismo sentido, hablaron el ministro de Interior, Wado De Pedro y Máximo Kirchner, quien recordó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), repudió la persecución judicial contra la vicepresidenta y señaló: “Hay un desencanto en muchos sectores que en el 2019 fueron a votar masivamente porque estaban quebrados por las políticas macristas; tenemos que tener una propuesta que incentive a nuestro pueblo a participar”.

Para el final de la jornada, en el segundo acto que representa a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la denuncia al Poder Judicial en los crímenes de la dictadura y la persecución política a los líderes populares de la actualidad se cristalizó en el escenario montado frente a Casa Rosada. “Hubo una corporación judicial al servicio de la persecución política del terrorismo de Estado y de la apropiación de niños, niñas y bebés, dirigida por grupos económicos que financiaron el terror, se beneficiaron con él y además armaron mecanismos para garantizarse la impunidad. Décadas después, las estrategias de persecución y violencia política e institucional han cambiado sus metodologías y protagonistas. Los grupos de poder ya no utilizan a las Fuerzas Armadas para condicionar según sus intereses y necesidades a los sectores populares y al sistema democrático, sino directamente al sistema judicial, transformado hoy en una corporación más, a través de una feroz estrategia de persecución contra los luchadores sociales”, se escuchó desde los parlantes.

A meses de cumplirse 40 años del regreso a la democracia, su cuidado continúa vigente convocando a la memoria que es pasado, presente y futuro.

Sembraron vida en la tierra de la muerte

Sembraron vida en la tierra de la muerte

En el límite norte de la Ciudad de Buenos Aires se despliega un gran predio de 17 hectáreas que abarca un complejo de edificios donde se estableció, originalmente, la Escuela de Mecánica de la Armada. Con el advenimiento de la última dictadura cívico militar la escuela siguió funcionando en convivencia con el mayor centro clandestino de detención, tortura y exterminio de la Argentina.

Toda la fachada del complejo provoca un quiebre visual a cualquier observador desprevenido, su estilo arquitectónico parece detenido en el tiempo y eso se debe a la incansable lucha de los organismos de derechos humanos para que este lugar se preserve y se convierta en lo que es hoy: un Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos. 

Este 24 de marzo en este mismo espacio, símbolo del terrorismo de Estado, diferentes referentes de derechos humanos realizaron la campaña denominada Plantemos Memoria, que consistió en plantar 30.000 especies autóctonas en todo el país en homenaje a los detenidos desaparecidos de la última dictadura.

Los organismos de derechos humanos convocaron en un comunicado conjunto a poner “la memoria en acción”. “En el marco de una pandemia que nos impide realizar concentraciones de gente, queremos que el recuerdo de nuestrxs desaparecidxs trascienda las redes sociales”, decía la invitación. La propuesta de plantar árboles tiene de trasfondo la idea de sembrar un país más justo y solidario.

Con casi 90 años, Lita Boitano participó de la recorrida.

El primer escenario del recorrido fue en la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo, con la plantación de un tala, como significado de tesón y perseverancia, y en donde participaron nietos recuperados. “Esta campaña es mucho más de lo que pensamos”, definió Manuel Gonçalves Granada, uno de los nietos recuperados. En su intervención agregó que es impresionante cómo se ha diversificado el apoyo: “Se hace desde en una casa familiar hasta en un club de fútbol”.

La siguiente parada tuvo lugar en la Casa Nuestros Hijos, la Vida y la Esperanza, de Madres Línea Fundadora. Allí se plantó un espinillo, como símbolo de dolor, lucha y esperanza. Uno de los integrantes de esta posta fue un estudiante de la Tecnicatura en Música Popular que tiene su sede en ese lugar y quien agradeció el especio que le dedican las Madres a la formación y la educación como herramienta fundamental para transmitir el pasado reciente a las futuras generaciones.

A pocos metros, en la Casa 30 mil compañeros, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, se plantó un curupí que simboliza las redes de contención. Lita Boitano, presidenta de esa organización, con casi 90 años de edad no se cansó de expresar que “la lucha es en la calle y en la justicia”. Y recordó que hace 45 años, cuando ingresó a Familiares de Desaparecidos, que aún no llevaba ese nombre, no se sabía cuáles eran los lugares donde se podían denunciar los secuestros de sus hijos o familiares. Los hijos de Lita Boitano son dos, Miguel y Adriana, ambos eran estudiantes universitarios cuando fueron secuestrados y desaparecidos durante los primeros años de la dictadura.

En esta plantación también tomó la palabra Graciela Lois, compañera de Ricardo Lois que fue detenido y desaparecido en ese mismo predio. “Para mí es un lugar muy especial porque mi marido al igual que mis compañeros estuvieron acá”, recordó. También resaltó que este año se sintieron realmente acompañados por la sociedad con la propuesta de plantar memoria, estima que sembrar un árbol es una iniciativa que unificó y sumó a los que otros años no elegían la Plaza de Mayo como forma de manifestarse. “Estamos resignificando este lugar. Nos unió el dolor pero ahora nos une otra cosa que es las ganas de vivir”, concluyó.

El curupi se plantó para simbolizar las redes de contención que se tejieron para resistir frente a la dictadura.

Luego de una caminata más extensa, la caravana de abuelas, madres, nietos, familiares y sobrevivientes arribó al área que pertenece al Espacio Interreligioso Patrick Rice. Como no se permite plantar árboles en esa zona, se sembró un palo amarillo con varios troncos ramificados desde la base, que simboliza la unión de toda la humanidad y sus diferentes cosmogonías religiosas. Ramiro Varela fue uno de los representantes del colectivo y es fundador de la agrupación Palotinos por la Memoria, la Verdad y la Justicia que reivindica a los cinco palotinos asesinados en lo que se conoció como la Masacre de San Patricio el 4 de julio de 1976. Varela puntualizó que “es muy valioso visitar este lugar, escuchar el testimonio de los sobrevivientes, en una fecha tan trascendental”.

En la otra punta del complejo histórico, en el Museo Sitio de Memoria, donde funcionó el exCasino de Oficiales y por el cual pasaron miles de detenidos desaparecidos, el Consejo Asesor de Sobrevivientes y trabajadores del lugar plantaron un timbó que refleja el dolor de un padre ante la pérdida de una hoja y el sobreviviente es visto como un canto a la vida; y un árbol de palta como símbolo de fertilidad.

Hace 45 años, un joven de 29 años, Néstor Fuentes, ingresó a ese mismo sitio encapuchado y luego fue torturado. Ahora es uno de los sobrevivientes que participó del recorrido. Cuando llegó su turno contó, mientras observaba al edificio reconvertido, que «es muy fuerte entrar a ese lugar” y bregó a «echar raíces sobre la memoria, en un predio que era símbolo de muerte para transformarse en símbolo de vida».

La jornada de la memoria culminó en el parque frontal al Museo de Malvinas con la presencia del ministro de Cultura, Tristán Bauer; el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus; y Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. El árbol allí plantado fue un ceibo, símbolo de la Argentina. Sin importar el peso de la pala, las víctimas del terrorismo de Estado sembraron vida en un lugar que antes sólo fue tierra de dolor.

Plantar memoria con los pies

Plantar memoria con los pies

A 45 años del golpe cívico militar más oscuro de la historia argentina, con una pandemia que atraviesa toda coyuntura, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia marchó desde Congreso a Plaza de Mayo. La manifestación fue convocada por agrupaciones de izquierda como el PO, el PTS, MST y Nuevo MAS, entre otras,  en conjunto con referentes de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora como Nora Cortiñas, Elia Espen, Mirta Baravalle y Elsa Pavón.

Ayer la izquierda copó las calles en una marcha que comenzó en el Congreso a las 15 y culminó pasadas las 18. A pesar del contexto sanitario, los militantes coincidieron en que no podían dejar pasar un año más sin movilizarse. “Creo que el 24 nos revuelve un montón de cosas, que nos llama a pensar cómo queremos que sea el mundo y nos  llama a cuidarnos de forma colectiva y no individual”, dijo Malena Martínez,  que forma parte de Antena Negra TV. En este sentido, Violeta Alonso, militante del Nuevo MAS y secretaria general del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, comentó: “Hay que enfrentar en las calles a la derecha nefasta que niega que hayan sido 30 mil y que el pasado 27 de febrero puso una bolsa mortuoria con el nombre de Estela de Carlotto”.

Por su parte, Abuelas de Plaza de Mayo y otros organismos de derechos humanos decidieron no marchar ni hacer convocatorias multitudinarias. “Abogamos por el derecho a la vida y la salud”, declararon. Con este emblema y en medio del contexto de crisis ambiental, las Abuelas lanzaron la campaña “Plantemos Memoria” que propone plantar un árbol por cada víctima del terrorismo de Estado en la última dictadura cívico- militar. El presidente Alberto Fernández se sumó a esta iniciativa, y el pasado sábado 20 de marzo plantó un Jacarandá en la ex ESMA.

La marcha comenzó a las 15 en Congreso y finalizó a las 18 en Plaza de Mayo.

Además del repudio a la dictadura militar, los reclamos en la marcha a Plaza de Mayo se centraron en los casos de desaparecidos en democracia como el de Santiago Maldonado y Facundo Castro. “A mí el caso Maldonado me pegó muy fuerte porque él estuvo luchando el mismo día que yo, en la misma movilización, y tranquilamente podría haber sido yo la desaparecida”, advierte Rocío Orué, joven de 16 años que milita en el Partido Obrero.

Luis Zamora, ex diputado y fundador del partido Autodeterminación y Libertad, expresó: “Había razones para no marchar, pero priorizamos más las que nos impulsan a salir a la calle y sacar todo lo que tenemos dentro”. Y agregó: “Los desaparecidos en democracia es algo que no nos sorprende porque sabíamos que se venían tiempos de lucha y la lucha trae represión, pero sí nos indigna”.

Otra de las consignas fue el pedido de renuncia de Sergio Berni, ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. “Por Sergio Berni me sale un repudio tan grande, está lucrando para hacer campaña”, afirmó Zamora. De igual manera, Alonso, la militante de Nuevo MAS y dirigente estudiantil opinó: “Berni es un represor y responsable político de la desaparición y encubrimiento del caso Facundo Castro, y tendría que renunciar”.

En la Plaza se pudo ver en vivo la transmisión virtual con la participación de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Elia Espen, Mirta Baravalle, Nora Cortiñas, Elsa Pavón, hermanos y hermanas de detenidos-desaparecidos y militantes.  El acto contó además con la asistencia de Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz en 1980, y fiscales y abogadas querellantes en los juicios por causas de lesa humanidad. El streaming, que duró 4 horas, se proyectó a los manifestantes y también pudo contar con espectadores en las redes sociales.

Sergio Maldonado, el hermano de Santiago, participó de la movilización.

A pedido de las Madres, se puso en debate la apertura de archivos de la Dictadura. “Son archivos de inteligencia, información que salía de los centros clandestinos y pasaba por todos los cuerpos de Inteligencia, iba al Batallón 601 y terminaba en la cabeza madre que era la Jefatura II de Inteligencia del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas”, explica la fiscal Gabriela Sosti. “No me cabe ninguna duda que en el sótano de la casa de algún milico deben estar, pero no sé si formalmente las tiene el Ejército”, opinó. “La ciudadanía tiene que reclamarle al Estado, al Poder Judicial, la responsabilidad política de esos archivos”,  afirmó Sosti.

Por su parte, Guadalupe Godoy, abogada querellante, advirtió que la pandemia puso en jaque a los juicios, pero con respecto a la virtualidad rescató que los mismos están llegando a gente mientras que antes no los veía o no podía acceder, y destacó el rol de los comunicadores populares en su difusión.

Las palabras de las Madres no dejaban de emocionar y movilizar a los presentes. “Hoy no se podía estar adentro. Había que estar presente, ahora y siempre”, expresó Nora Cortiñas y provocó el aplauso y los gritos de los manifestantes. “Yo los envidio, como querría estar ahí”, comentó Mirta Barvalle con la voz quebrada de tanta lucha. “Las personas que están en las plazas me reconfortan porque veo que la humanidad no es tan despiadada. Veo a estos jóvenes y veo a mi hijo”, concluyó.