Una marcha contra la crueldad

Una marcha contra la crueldad

A 10 años de la primera movilización Niunmenos, las organizaciones feministas confluyeron en la tradicional marcha de los jubilados de los miércoles para exigir aumento de haberes y la restitución de los medicamentos gratuitos y de la moratoria. También se acercaron al Congreso los científicos del Conitet, el personal del Garrahan y familiares y colectivos de personas con discapacidad. Al mismo tiempo, la Cámara de Diputados dio media sanción a una ley que aumenta del 7,2 por ciento las jubilaciones, lleva bono a 100.000 pesos mensuales y prorroga el acceso a la moratoria. Ahora lo tiene que ratificar el Senado. No obstante, el gobierno adelantó que lo vetará.

Junio es el mes de la marcha histórica del Ni Una Menos y, ante la situación de los jubilados, desde el colectivo convocaron a movilizarse el miércoles 4, en lugar del tradicional 3J, fecha en que se viene llevando adelante desde hace exactamente 10 años, a partir del femicidio de Chiara Páez en la ciudad de Rufino, Santa Fe.

A los miércoles de protestas de los jubilados que reclaman por un aumento de haberes y el retorno de los medicamentos gratuitos y la moratoria, en esta oportunidad también se sumaron científicos, trabajadores del Hospital Garrahan, diferentes sectores del área de discapacidad y algunos sindicatos.

La jornada arrancó antes del mediodía cuando comenzaron a llegar jubilados, personas con discapacidad, familiares, trabajadores, desempleados y asambleas barriales. La cantidad de personas que se acercaba a las inmediaciones del Congreso fue aumentando durante la jornada alcanzando el momento más masivo a la media tarde. En un contexto de niveles de represión y quita de derechos sistemática, el avance del gobierno no cesa, el apoyo a los jubilados tampoco.

La jubilación para el mes de junio subió sólo 8 mil pesos, es decir que quienes cobren la mínima –la mayoría de los adultos mayores- recibirá 304.000 pesos. Mientras tanto, la canasta básica de bienes y servicios de un jubilado asciende a 1.200.000 pesos mensuales.. 

La convocatoria buscó visibilizar las políticas de ajuste generalizado de la actual administración nacional. Alberto Shocrón, de 78 años, contó a ANCCOM: “Yo soy jubilado y estoy por la unidad de todas las luchas, que es fundamental porque sufrimos de lo mismo. Este es un gobierno criminal, pedimos que no nos maten ni a palos ni de hambre y lo están haciendo. Tenemos que estar nosotros porque no hay nadie que pueda hacer una rebelión. Cuando nosotros les decimos que son nazis, para nosotros es terrible pero para ellos es un elogio. Quieren que tengamos miedo, sino para qué van a mandar mil policías para custodiar ochenta mil personas en un Boca-River y para custodiar a cien jubilados mandan dos mil”.

Esta vez, la suma de colectivos y reivindicaciones hizo que fueran varios miles los que llenaron la plaza del Congreso. No alcanzó para que que los diputados realizaran la audiencia especial para declarar en emergencia al Gárrahan. Por eso, minutos después la Asociación de trabajadores del Estado lanzaba un comunicado anunciando un paro a partir de las 0:00 del jueves 5 de junio. 

Los trabajadores del CONICET también se hicieron presentes para denunciar la política de vaciamiento en ciencia y tecnología del gobierno, desarmando los equipos de investigación y rompiendo todo el sistema científico.

Lidia Cantón, jubilada, instó a “que vengan todos, con bastones, sillas de rueda. Cada miércoles tiene que estar así, la gente tiene que reconocer que votó mal, el presidente no tiene empatía”.

Por su parte, Lorenzo de 73 años aseguró que “este gobierno es intolerable, lo que están haciendo es terrible”. Además, el jubilado consideró que “si el pueblo se equivocó tiene que rectificar el error, el pueblo tiene que venir acá, tiene que despertar. “Yo quiero vivir, lo que nos pagan es una condena a muerte”, concluyó.

A la noche, con la plaza ya vacía, en la Cámara de Diputados terminaba la discusión sobre un posible aumento a los jubilados, una moratoria y muy modesta mejora en el bono. Finalmente, los legisladores aprobaron un aumento de un 7,2%, la actualización del bono a 140.000 pesos y la prórrogo de la moratoria jubilatoria por dos años. Desde el gobierno nacional ya advirtieron que vetarán la ley aprobada .

No al cientificidio

No al cientificidio

Investigadores autoconvocados se reunieron en el Polo Científico para protestar en contra del recorte del presupuesto y aseguran que es el peor de las últimas décadas. En la previa, una denuncia del Gobierno nacional sobre una presunta maniobra fraudulenta en la Fundación de Nanotecnología.

La Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología, la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (RAICyT) e investigadores autoconvocados encabezaron un acto de autoconvocados en el Polo Científico, en el barrio porteño de Palermo, para protestar en contra del recorte presupuestario del Gobierno de Milei.

“Estamos viviendo una de las peores crisis en décadas, este ajuste es peor que el del macrismo y que el que sufrimos en pandemia durante el gobierno de Alberto Fernández. Estamos en niveles de inversión similares a la crisis del 2002, en niveles salariales están por debajo y hay una pérdida de puestos de trabajo que no tienen comparación”, dijo Gonzalo Sanz Cerviño, secretario general adjunto de ATE-CONICET en dialogo con ANCCOM.

El frío de la Capital Federal no detuvo a los distintos grupos de científicos, quienes arribaron al lugar momentos antes de las 13 de hoy, a partir de una convocatoria realizada por redes bajo la temática de El Eternauta y con algunos de los presentes portando máscaras y trajes, en sintonía con la vestimenta del personaje principal de la historieta argentina, protagonizado por Ricardo Darín en su reciente versión de Netflix.

El objetivo no fue solamente denunciar el vaciamiento en el sector, sino también generar conciencia sobre las consecuencias a largo plazo de los recortes, que terminarán perjudicando el desarrollo del país y poniendo en riesgo a la Argentina frente a los desafíos globales que se vienen.

Mediante un comunicado que fue leído en el acto, el RAICyT denunció que el sector está siendo “amenazado hoy como nunca desde la recuperación de la democracia”, que “padece una situación crítica, que costará muchísimo recuperar” y a pesar de todo, “las ideas científicas fueron, son y serán centrales para impulsar cambios significativos en el sistema productivo”.

Frases como “No al cientificidio”, “Nadie se salva solo”, “Sin ciencia, no hay futuro” y “Las fuerzas del cielo nos están destruyendo”, entre otras, aparecían en los carteles de los manifestantes, mientras se escuchaban cánticos y los automovilistas que pasaban tocaban bocina en apoyo a la medida.

Además de integrantes de los organismos vinculados a Ciencia y Tecnología como el INTI, estuvieron en la explanada representantes de SIPREBA, los centros de estudiantes de las facultades de Ciencias Exactas, Filosofía, Sociales y Veterinaria de la UBA; políticos del kirchnerismo y la izquierda; representantes del Centro de Jubilados y de ARSAT, entre otros.

El RAICyT llamó a la unidad y a un acuerdo amplio entre diversos espacios para enfrentar la “destrucción realmente dramática de las capacidades científico-tecnológicas” del país. “Hoy debemos construir un punto de inflexión en nuestra pelea. La decisión es nuestra, el futuro está en juego”.

En simultáneo al acto central, se llevaron a cabo movilizaciones para defender la ciencia pública en ciudades como Córdoba, Rosario, Bahía Blanca y Ushuaia, entre otras.

 

¿Qué pasa en Ciencia y Tecnología?

Desde que asumió Javier Milei, se perdieron 4148 profesionales en el sector público, según indicaron desde la Red, y no se cumple con la Ley N° 27614 de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, la cual establecía que para este 2025 tenía que representar un 0,45% del PBI.

Respecto a la falta de recursos, se impide el pago de servicios esenciales como luz, limpieza y seguridad en laboratorios; genera un faltante de insumos y mantenimiento de equipos; y problemas en la ejecución de créditos internacionales otorgados durante el gobierno anterior. Además, los salarios se mantienen estancados desde hace más de un año.

Otras señales de destrucción y vaciamiento, de acuerdo al comunicado de la RAICyT, son el cierre de la Carrera de Investigador Científico y del personal de apoyo; la desaparición de la Agencia Nacional de Promoción en la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación; la eliminación de programas nacionales y el embate sobre los organismos que integran el Consejo Interinstitucional y Universidades.

“El CONICET está atravesando un profundo vaciamiento, perdimos 1500 puestos de trabajo entre los despidos, recortes de becas y las renuncias. Tenemos una enorme cantidad de trabajadores que se están yendo por los bajos salarios, la falta de perspectivas para la investigación”, denunció Sanz Cerviño.

Algunos políticos y sectores, tanto del peronismo como de la izquierda, participaron de la manifestación para apoyar la lucha y dieron su punto de vista. “La ciencia es el futuro de la Argentina y la brutalidad de este proyecto que destroza las bases nos condena a una decadencia permanente. Lo que se destruye en un año, se tarda décadas en recuperarlo”, opinó el investigador del CONICET, politólogo y reciente candidato a legislador porteño Juan Manuel Abal Medina.

Christian Castillo, sociólogo y diputado nacional por el Frente de Izquierda, calificó al reclamo como muy importante: “Si no salimos a la pelea en las calles, el Gobierno nos pasa por encima. Esta reacción era necesaria. Milei quiere ahogar al sector por desfinanciamiento y a los trabajadores pagar salarios más bajos, lo que está llevando a una rebelión salarial. No se puede seguir viviendo con salarios de miseria y hambre”.

 

La denuncia del mileismo antes de la marcha

En la previa a la manifestación, la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, publicó un comunicado anunciando que iba a emprender acciones legales contra autoridades de la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN), designadas durante el gobierno de Alberto Fernández, por una presunta operatoria fraudulenta.

Desde la cartera nacional, denunciaron que detectaron una presunta “maniobra de vaciamiento institucional”, en la que empleados habrían sido echados de dicha institución, indemnizados “por un total cercano a los $300 millones” e inmediatamente recontratados para cumplir con las mismas tareas que tenían antes.

Sanz Cerviño definió la movida como una mentira más para atacar a la ciencia: “El Gobierno se ha cansado de amenazar, inventar mentiras. Han acusado a las universidades e institutos de no haber rendido los fondos, cuando lo que pasó es que no se reciben los pedidos de ampliación para la compra de equipamientos frente a la devaluación. Los trabajadores estamos dispuestos a someternos a cualquier auditoría”.

Por su parte, Abal Medina expresó: “Es la misma táctica que siempre viene haciendo, o sea, demonizar algún área puntual para justificar la destrucción en conjunto, pero a las luces es un disparate. Empezó con los merenderos populares, también buscando un par que tenían irregularidades”.

 

El Garrahan presente

Mientras médicos residentes del Hospital Garrahan protestaban en el ingreso al establecimiento, anunciaban paro y movilización en el marco del estado de emergencia salarial, un pequeño grupo de Pediatría se acercó al Polo para acompañar el reclamo del RAICyT y dieron un breve discurso para contar la situación que atraviesan.

“Agradecemos el espacio para visibilizar nuestra protesta. Sin la ciencia básica, nuestra profesión no puede existir desde lo que es el financiamiento y la necesidad de que exista una entidad como el CONICET, y que sus trabajadores tengan un salario digno, como también reclamamos nosotros. Hay que seguir la lucha”, manifestó Joaquín, residente de segundo año.

Por su parte, Azul, residente de primer año, afirmó: “El sueldo es de 797 mil pesos, trabajamos entre 60 y 70 horas semanales de lunes a viernes de 8 a 16 y le sumamos dos guardias de 24 horas. A eso le agregamos el tiempo que le dedicamos afuera para estudiar y seguir formándonos. Nuestra hora de trabajo vale 2800”.

Un test nacional para detectar el dengue

Un test nacional para detectar el dengue

Ya lo aprobó la ANMAT. Fue creado por el Laboratorio de Virología Molecular liderado por la Dra. Andrea Gamarnik del Instituto Leloir junto con el CONICET. Las autoridades científicas nacionales invisibilizaron un hallazgo que prestigia al área y hará ahorrar dinero al país.

Se acercan el verano, los mosquitos, la fiebre, la incertidumbre, los testeos. El último brote de dengue de la temporada 2023/2024 marcó un récord en la última década en Argentina. Los hospitales colapsaron y los kits de diagnóstico no fueron suficientes. Frente a esta problemática, especialistas del CONICET desarrollaron el primer kit nacional de diagnóstico de dengue para laboratorios de análisis clínicos, que brinda resultados disponibles en tres horas. El test se realiza a partir de una muestra de sangre de pacientes con síntomas y permite establecer la infección por cualquiera de los cuatro serotipos del virus. Además, es sencillo de medir y menos costoso que otros, porque no requiere un equipo sofisticado o insumos adicionales.

Con posibles casos de dengue respirándonos en la nuca por la llegada del verano, este kit de diagnóstico rápido de dengue será entre un 30% y 40% más barato que los importados. La producción nacional de este test permite mayor autonomía para los testeos y facilita la distribución a los laboratorios de todo el país que lo necesiten. Además, el diálogo con los laboratorios resulta más fácil: “Tenemos contacto directo con los bioquímicos y técnicos de laboratorio que lo usan, y así podemos perfeccionarlo”, cuenta a ANCCOM Belén García Fabiani, doctora en Bioquímica del Laboratorio de Virología Molecular que desarrolló el kit.

El equipo contaba con el subsidio de Proyecto de Redes Federales, que promueve la formación de redes de investigación en temas prioritarios para el desarrollo nacional. Al respecto, Andrea Gamarnik comentó a ANCCOM que sólo recibieron la primera cuota del subsidio pero no saben qué sucederá con las próximas: de momento no han tenido respuesta de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. Este proyecto les permitía formar una red de intercambio con laboratorios y grupos de investigación del interior del país. Asimismo, García Fabiani señaló la importancia del vínculo con los centros de salud y laboratorios, que les permitieron realizar pruebas con muestras de dengue de la temporada 2023/2024. “Trabajar para el CONICET genera una confianza que nos permitió contar con un montón de reactivos y herramientas claves para el desarrollo del kit. Subsidios como este son vitales para que la ciencia crezca en el país de forma federal”, comenta.

La base de la ciencia

 Para alcanzar un logro como este kit de diagnóstico de dengue es fundamental la ciencia básica que estudia los fenómenos naturales sin fines prácticos inmediatos. Antes de desarrollar el kit, fue necesario que científicos estudiaran la proteína que circula en las personas enfermas de dengue. “Es importante que siga existiendo la ciencia básica porque construir científicos con capacidad crítica de pensamiento lleva muchos años de trabajo. Es muy triste que eso se diluya en poco tiempo”, señaló García Fabiani.

En 2024, el CONICET, a cargo de Daniel Salamone, está atravesando un preocupante vaciamiento: menos becas, despidos, demoras o ausencia de respuesta en las altas de investigadores, subsidios paralizados y restricciones en el presupuesto para el funcionamiento y la infraestructura. “La situación es crítica. Creo que lo que más afecta es la incertidumbre de no saber si vas a entrar, si van a dar de alta la beca o no. Porque en el medio hay personas, hay familias, hay puestos de trabajo en juego. Si sabés, al menos podés pensar otras alternativas. Hay muchos becarios que están pensando en irse del país. Y sí, porque salarialmente está dura la cosa, hubo mucha pérdida de poder adquisitivo. No hay esperanza de que eso mejore”, expresa García Fabiani.

No parece que las cosas vayan a mejorar pronto: el proyecto de Presupuesto 2025 para la Argentina contempla una caída de la Función Ciencia y Tecnología del 34,5%, desde 2023 en términos reales. Al respecto, García Fabiani comentó: “Hablan de transformar el sistema científico y yo estoy de acuerdo, pero no en los términos actuales. Hoy hay una situación de destrucción, de estrangulación”.

ANCCOM consultó acerca de que la web oficial del CONICET no difundió esta gran noticia, mientras era furor en todo el país. “No sabemos qué pasó. Es raro, porque este desarrollo nacional puede aportar a mejorar la imagen de los científicos del CONICET. También es raro porque el kit es de todos, del CONICET, de los investigadores que lo desarrollaron en el Instituto Leloir y del Laboratorio Lemos, que lo produce”, cuenta García Fabiani.

El actual escenario evidencia un vaciamiento deliberado, junto con desfinanciamiento e incertidumbre. Nuestros científicos y científicas son violentados día a día y el rol de la ciencia pública es cuestionado sistemáticamente. “En estos tiempos, mi estrategia es focalizarme en lo que hace falta para el país, y en demostrar con hechos que la ciencia sirve. Este kit va a ser muy útil para nuestro sistema de salud y tiene un impacto claro en la sociedad: genera puestos de trabajo y permite una independencia de la importación. Además, nos permite generar ingresos, porque parte de lo que se recaude vuelve a investigación. Queremos seguir trabajando e investigando para el país”, concluye García Fabiani. Los científicos argentinos siguen haciendo ciencia y desarrollando proyectos esenciales para el progreso y la autonomía de nuestro país.

El CONICET se desangra

El CONICET se desangra

El organismo de ciencia y técnica desvinculó a otros 300 investigadores por medio de un recorte a las becas posdoctorales. A pesar de estar incumpliendo con la resolución 967/2021 que garantiza su continuidad, la Dirección del CONICET ratificó los despidos. Mirá las fotos de la jornada de protesta.

Los científicos salen a la calle

Los científicos salen a la calle

En 62 puntos del territorio nacional, se desarrollaron festivales para defender el trabajo científico y comunicar su importancia para el desarrollo nacional.

Elijo Crecer: ciencia por Argentina, el primer festival federal de ciencia y tecnología, se desarrolló durante el fin de semana último, en 62 puntos del territorio nacional para reclamar por el financiamiento en ciencia y tecnología y repudiar los despidos en el Estado. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dos de estos encuentros se realizaron en el barrio de Caballito: uno en Parque Centenario y otro en ParqueRivadavia, sábado y domingo respectivamente. Allí, Investigadores del CONICET, trabajadores de instituciones públicas, de museos nacionales y músicos mostraron sus trabajos e investigaciones.

El evento tuvo como objetivo acompañar la lucha “por el cumplimiento de la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, manifestarse contra el desmantelamiento del sistema de ciencia y tecnología y contra los despidos arbitrarios en el Estado”, sostuvo en el discurso de apertura Valeria Edelsztein, una de las organizadoras del evento e investigadora del CONICET. Y agregó: “Este festival es necesario porque la ciencia nos da la posibilidad de ir hacia adelante, es el motor del desarrollo y por eso estamos acá. La producción de conocimiento es un valor y llevarla adelante es un trabajo y también queremos compartir la pasión que tenemos al hacer nuestro trabajo”.

En diálogo con ANCCOM, otra de las organizadoras e investigadora del CONICET Nadia Chiaramoni, contó que la iniciativa surgió cuando Edelsztein y ella se enteraron que un programa de comunicación pública de la ciencia daba de baja sus becas y seguía funcionando sin ellas, lo que las preocupó: “Realmente es algo horrible porque es un programa de primera para pibes que se forman y me parece que no hay nadie como un estudiante avanzado súper apasionado por lo que está haciendo que te explique la ciencia como te la explicaban ellos” y describió: “Dijimos: `Esto viene bastante difícil´. Y ahí decidimos hacer una movida que comunique la ciencia a la gente y decidimos hacerlo cerca del 10 de abril, que es el día del investigador científico”.

Chiaramoni también habló del carácter federal del festival; el hecho de que se realice, en simultáneo, en diferentes nodos, en distintas localidades del país. “Lo llamativo de los nodos es la diversidad de temas que se tocan, no es lo mismo la ciencia o las investigaciones que se hacen en Jujuy como la que se hace en Tandil, en el sur o en el conurbano de la provincia de Buenos Aires”. Y agregó: “Cada nodo tiene sus exponentes para mostrar a su comunidad. No queríamos que un investigador de CABA se vaya a Córdoba, queríamos que cada comunidad vea lo que tiene a su alrededor, que quizá no sabe que existe”. Respecto a la organización, Chiaramoni contó que los nodos se determinaron en base a las ubicaciones de los inscriptos y que se nombró un coordinador para cada nodo, con quienes ellas estuvieron en constante comunicación.

Victoria Basualdo, historiadora e investigadora del CONICET, se dedicó a estudiar durante quince años la influencia de las empresas en las violaciones de derechos humanos en Argentina. Así, junto con otros investigadores e instituciones lograron contribuir “en los juicios por delitos de lesa humanidad, ya que muchos de nosotros hemos ido a declarar y presentamos documentación sobre la represión en los lugares de trabajo”, explicó dando cuenta de la incidencia de la ciencia en los procesos de justicia. Y agregó: “Por eso, la ciencia es muy importante, porque permite reconstruir la historia y entender, en este caso, qué ocurrió con los desaparecidos trabajadores y el rol que jugaron las empresas, que no fueron casos individuales, sino que había toda una dinámica detrás”.

En la actualidad, la ciencia argentina se encuentra atravesada por el congelamiento presupuestario y los despidos en sus instituciones. Basualdo señaló: “Está muy difícil para nosotros hacer ciencia hoy, porque las condiciones que nos ofrecen son miserables y ridículas, pero vamos a pelearla igual porque creemos que hay que transformarlo y que este país no puede quedar así”. En cuanto a los despidos masivos en el Estado destacó: “La persecución de la ciencia y de muchas dependencias estatales tiene que ver con su enorme y con gente que está trabajando en líneas estratégicas. Por ejemplo, el caso de víctimas de trata: echar del Ministerio de Justicia a todo el equipo que hacía seguimiento a las víctimas de trata, gente que pasaba noche y día atendiendo teléfonos de gente que está en emergencia. Son cuestiones estratégicas”.

Además, esta situación se traslada a otros ámbitos científicos e instituciones, como en el caso de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Tomás Avallone, empleado de dicho organismo, señaló que “actualmente el Estado no está destinando más presupuesto para que los trabajadores puedan llegar a su lugar de trabajo, como lo es en el caso de las oficinas de Ezeiza, que se encuentran lejos de los centros urbanos y por ende no hay transporte público para llegar allí. Antes teníamos micros para llegar, pero desde el lunes ya no van a estar. O sea que ni siquiera se está cumpliendo con lo básico, que es poder ir a nuestros puestos de trabajo. Y con esto se ven frenadas un montón de actividades complejas y difíciles: hay un montón de cuestiones regulatorias alrededor de las actividades para que la radiación esté contenida”.

También existen instituciones que requieren de la ciencia para poder existir. La Alianza Argentina de Pacientes (ALAPA) es una organización paraguas que nuclea asociaciones y personas con enfermedades poco frecuentes. Alexis Descourvieres, miembro de ALAPA, destacó la importancia de la investigación: “Nosotros queremos resolver problemáticas de salud y un camino es que la investigación clínica estudie estos temas para que los pacientes puedan tener soluciones a sus patologías”. Y detalló la importancia del trabajo científico: “Nosotros para hacer investigación la única manera que tenemos dehacerlo es con científicos y nosotros no somos científicos, por eso los investigadores son nuestros mejores aliados”.

El festival tuvo un cierre especial el domingo en Parque Rivadavia. Había terminado de tocar la última banda del día, El Quinteto de los Muertos, y las organizadoras cantaban los números ganadores de una rifa para libros de ciencia donados por las editoriales que participaron del festival. Sin embargo, la banda no se bajaba del escenario y entre el público se repartían papeles con la letra de una canción. Al final de la rifa, las organizadoras llamaron a cantar en conjunto, al ritmo de Vení Raquel de los Auténticos Decadentes, una letra de su autoría que incluía “Hay que evitar / que puedan destruirla / Si resistimos / Ellos no pasarán” y “Hay que bancar / a la ciencia argentina / porque es un / orgullo nacional”.