
«El PRO podría perder la mayoría en la Legislatura porteña»
La fragmentación de Juntos por el Cambio y LLA beneficiaría al peronismo en un distrito históricamente adverso. El análisis de dos especialistas sobre las elecciones del próximo 18 de mayo en la Ciudad de Buenos Aires.

Politólogo, Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Florencia, investigador del CONICET, y ex presidente de la Sociedad Argentina de Análisis Político, Miguel De Luca dirige actualmente la Carrera de Ciencia Política de la UBA. Su especialidad es investigar asuntos relacionados a instituciones, procesos de gobierno, régimen electoral y partidos políticos. Es además autor de numerosos artículos en revistas académicas y libros.
Por su parte, Facundo Nejamkis también es licenciado en Ciencia Política de la UBA y cursó estudios en Administración y Políticas Públicas en la Universidad de San Andrés. Cuenta con experiencia en la gestión pública local e internacional y es director de la consultora Opina Argentina, enfocada en desarrollar campañas políticas, fortalecer gestiones de gobierno y realizar análisis políticos para empresas.
En diálogo con ANCCOM, De Luca y Nejamkis analizan la situación de las principales alianzas que se presentan en las elecciones legislativas en la Capital Federal del próximo 18 de mayo, desdobladas de las nacionales, así como los potenciales efectos de la fragmentación de los libertarios y Juntos por el Cambio, así como el lugar del kirchnerismo, que también sufrió una división, aunque menor.
Lo que antes era Cambiemos se dividió en cuatro listas: Buenos Aires Primero (PRO), Evolución (UCR-PS), Volvamos (Larreta) y la Coalición Cívica. Mientras tanto, el mileismo con Manuel Adorni tendrá de rival ideológico a la UCeDé, que lleva a Ramiro Marra. Por su parte, el peronismo tendrá representación con Leandro Santoro por Es Ahora Buenos Aires, Juan Manuel Abal Medina por Seamos Libres y Alejandro Kim por Principios y Valores –el sello de Guillermo Moreno.
¿Qué nos dice que el Gobierno porteño haya desdoblado las elecciones?
Miguel De Luca: Es consecuencia de la relación, a veces conflictiva, otras cooperativa, entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA). El jefe de Gobierno Jorge Macri separó la elección porque entendía que generaba un mejor escenario de cara a la votación nacional de octubre. En caso de un buen resultado, el PRO estaría en mejores condiciones de encarar una negociación de candidaturas a diputados nacionales con LLA. Esa fue la apuesta de Macri.
Facundo Nejamkis: El PRO desdobló la elección porque si no iba a un escenario de confrontación sobre la agenda nacional contra LLA. Ya preveían que no era posible una alianza. Al macrismo le hubiese costado mucho más que defender la gestión de la ciudad, que es un lugar donde se siente más cómodo. Luego, no se puede soslayar que se trata de una batalla anticipatoria de la elección nacional, porque está el enfrentamiento entre los Milei y los Macri: hay que ver si Javier Milei puede confirmar su predominancia sobre el hemisferio no peronista o de derecha, o si se ve obligado a negociar.

¿Por qué las principales coaliciones del 2023 hoy se presentan fragmentadas?
MDL: Porque al sistema partidario basado en dos grandes coaliciones, Unión por la Patria y Juntos por el Cambio, le cayó un meteorito: Javier Milei. Un cuerpo extraño, de aparición rápida y sorpresiva. La llegada de Milei a la Casa Rosada y, sobre todo, sus acciones como presidente, resquebrajaron a ambas coaliciones, de tal forma que no lograron mantenerse unidas como sí lo habían estado en todas las elecciones desde, al menos, 2019 (o 2015, en el caso de Cambiemos, antecesora de Juntos por el Cambio). La división de LLA entre las candidaturas de Adorni y Marra, en cambio, es una derivación de la construcción partidaria de LLA bajo el liderazgo de Karina Milei, porque Javier es el frontman (N. del R.: la figura principal), pero “el jefe” es ella.
¿Puede ser efecto de la suspensión de las PASO? ¿O tiene más que ver con las diferencias internas?
MDL: El fenómeno Milei en primer lugar. Las diferencias internas existían desde el mismo origen de Unión por la Patria (antes Frente de Todos) y de Juntos por el Cambio. Las “Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias” eran una herramienta que facilitaba procesar esas diferencias y resolver el principal conflicto al interior de ambas coaliciones: la distribución de candidaturas entre cada socio. La suspensión de las PASO derribó la última vía para que ambos pudieran competir en forma unificada.
FN: Hay un escenario complejo. La ciudad tenía una estabilidad, la hegemonía del PRO, primero solo y después con Juntos por el Cambio, y el peronismo era una fuerza que no amenazaba, pero hacía de contrafigura –la excepción podría ser Lousteau en 2015–. Esa estabilidad hoy está amenazada porque Juntos por el Cambio explotó por el aire y no sólo los votos del PRO o de esa coalición se reparten entre Evolución Radical, Horacio Rodríguez Larreta y la Coalición Cívica, sino porque la aparición de LLA también le “come” una parte. Todo el mundo del centro a la derecha y del hemisferio no peronista en la ciudad está fragmentado
¿Por qué las listas apostaron a candidatos fuertes para las legislativas?
FN: Hay mucho en juego y si alguno juega fuerte, todos se ven obligados a hacerlo. Vivimos en una época que es de mucha personalización en la política. La gente vota a personas y si no, de alguna manera, baja la competitividad. Ahora, cuando recorremos los candidatos, los más reconocidos son Santoro, Larreta y Adorni. El PRO lleva una candidata (Lospennato) que es reconocida, pero no es de sus principales figuras.
¿Por qué el PRO no va en alianza con LLA?
MDL: Porque tienen diferencias “arriba” y coincidencias “abajo”. En el PRO, Mauricio Macri no acepta el tipo de relación con LLA que propone Karina Milei. Y esa división “arriba” parece insalvable hasta ahora. Pero mientras tanto, “abajo”, en el electorado, las dos listas compiten por grupos de votantes superpuestos. En este escenario solamente es esperable una competencia entre ambos.
FN: Desde el mileismo argumentan que no están de acuerdo con la gestión de Jorge Macri, en términos de que hay un despilfarro de recursos públicos. Pero el argumento central es la disputa por quien tiene la hegemonía del espacio político del hemisferio no peronista. Milei llega al poder con un voto prestado en la segunda vuelta (de las presidenciales). Hay un intento por definir de quién es ese espacio, y la ciudad es un escenario anticipatorio de eso.
Un estudio de CB Consultora Opinión Pública ubica a Jorge Macri con una imagen negativa del 55 por ciento, ¿puede traer consecuencias negativas al PRO en su principal bastión?
MDL: Sí, sin dudas. El PRO podría perder la mayoría en la Legislatura porteña. Y, en ese escenario, puede incluso perder la presidencia de la misma. Lo cual daría lugar a la peor situación del partido desde que (Mauricio) Macri ganó la jefatura de Gobierno (en 2007). Con un resultado muy adverso, su bloque estaría muy lejos de garantizar la aprobación de la legislación ordinaria y muy próximo a una doble presión: por un lado, de LLA y, por el otro, del bloque peronista. Ante este escenario, debería recomponer una base de apoyo parlamentario con grupos antes aliados y ahora adversarios: Coalición Cívica, UCR y la eventual bancada de Rodríguez Larreta.

¿Cómo le puede afectar que el larretismo y radicalismo vayan en diferentes listas tras romper con el PRO?
MDL: La lista de Larreta (Volvamos o MAD, Movimiento al Desarrollo) y la de la Coalición Cívica, sobre todo, tienen electorados superpuestos con el PRO. En menor medida, lo mismo ocurre con la lista de Evolución. Es probable que estas listas afecten al PRO. Incluso al punto de que por primera vez desde que es oficialismo en la Ciudad de Buenos Aires no obtenga el primer puesto.
Los libertarios también van de manera fragmentada. ¿Esto le puede jugar en contra a Milei?
MDL: Sí, porque si bien Adorni es el candidato por el “sello oficial” de LLA, Ramiro Marra es un postulante con un importante nivel de conocimiento en el distrito. Y los votos que pueda obtener Marra pueden significar la diferencia entre un primer, segundo o tercer puesto para LLA. También, aunque sus apoyos sean comparativamente pocos, en la oferta del espacio libertario está la lista encabezada por Mila Zurbriggen.
FN: Hay un escenario de fragmentación que afecta a todos los espacios y cada caso explica esa fragmentación. En LLA, hay una conducción que no pudo contener a un candidato, Ramiro Marra, que está siendo una opción por afuera y amenaza las expectativas del candidato principal, Adorni, de ganar la elección.
Las encuestas ponen a Leandro Santoro como favorito ¿Ve una gran oportunidad de dar el golpe en un territorio visto como anti K?
MDL: La Ciudad de Buenos Aires ha sido, desde 1983, un distrito adverso para el peronismo. De hecho, de los 24 distritos electorales es el que, en promedio, registra el menor apoyo para listas justicialistas. La notable excepción fue la elección de 1993, en el auge del menemismo y con Erman González como candidato. Pero incluso en esa elección el peronismo obtuvo el 32 por ciento. Y entre un cuarto y un tercio de los votos es lo que consigue históricamente en CABA. Así que sí, si se presenta una fragmentación importante, Santoro podría obtener el primer puesto incluso con un porcentaje que apenas roce un tercio de los votos.
FN: Es posible que gane, pero entendamos que hay un marco de extrema fragmentación del espacio político hegemónico de la ciudad, porque si no sería difícil. Está ganando la elección en las encuestas con el 25/26 por ciento de los votos. La diferencia con el PRO y LLA es que el voto peronista es más homogéneo, es siempre el mismo que se repite en las elecciones y siente que tiene la expectativa de ganar en la ciudad, entonces le da más solidez. Igual hay que ver cuánto sacan Abal Medina y Kim.
¿Los resultados en CABA pueden incidir en el armado nacional?
FN: Sí. Va a tener repercusiones en la relación entre el PRO y LLA, así como también al interior del peronismo. No es lo mismo para el peronismo ganar que perder, ni para el mileismo salir arriba o abajo del macrismo, y viceversa. Tampoco lo es para Larreta mostrar que sin él el PRO no puede ganar, que un PRO ganador y él por debajo de 10 puntos. Hay combinatorias de escenarios y resultados que van a afectar la elección de octubre, por lo menos en la ciudad.