Otra policía se disfrazó de periodista

Otra policía se disfrazó de periodista

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos De Córdoba denunció al ministro de seguridad provincial, Juan Pablo Quinteros, al jefe de Policía local, Leonardo Gutiérrez y a la sargento primero Claudia Melián Aranibar, a quienes acusó de haber realizado inteligencia interior ilegal en la marcha del 20 de diciembre. En vez del uniforme de la fuerza, la mujer -que tomaba fotografías- utilizaba chaleco de prensa.

La manifestación contra el gobierno de Milei y posterior represión policial del 20 de diciembre en la provincia de Córdoba contó con un elemento adicional: horas antes del inicio del cacerolazo una oficial de esa fuerza se infiltró como periodista. La APDH hizo la denuncia penal por inteligencia ilegal.

La primera protesta con ruido de cacerolas en la ciudad Capital de Córdoba, frente al céntrico Patio Olmos, había sido convocada por el Polo Obrero con el objetivo de recordar los hechos del 19 y 20 de diciembre de 2001, y también para rechazar las medidas tomadas por el presidente Javier Milei. Esa misma tarde del cacerolazo, previamente a la represión por parte de la policía local, hubo tareas de inteligencia hacia los manifestantes, una acción explícitamente prohibida por la ley.

Fueron algunas de las personas que estaban marchando las que detectaron que una persona tomaba fotos con la cámara de un celular, usando un chaleco beige que en la espalda llevaba escrito en grandes letras negras “prensa”. Pero no era una fotoperiodista. Un manifestante le consultó a qué medio pertenecía y ella respondió “prensa independiente”. Con el correr de las horas, con los videos de la marcha que se viralizaron, varios usuarios detectaron que la mujer de chaleco beige se llamaba Claudia Susana Melián Aranibar y que es miembro de la Policía de Córdoba.

Cerca de las 22, los manifestantes superaban los 3.000 y como la plazoleta donde estaban les quedó chica, bajaron a la calle. Fue el inicio de la represión que incluyó palazos, gases e incluso balas de goma. Hubo cinco detenidos, entre ellos el periodista Rodrigo Savoretti, del sitio Enfant Terrible.

Antes del inicio de la feria judicial de verano, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) realizó una denuncia contra el ministro de seguridad de la provincia de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, el jefe de Policía de Córdoba, comisario general Leonardo Gutiérrez y la sargento primero Claudia Melián Aranibar, a quienes acusó de haber realizado inteligencia interior ilegal. La acusación quedó formalizada ante el fiscal Luis Fernando Micheli. Por su parte, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Córdoba también presentó una querella en igual sentido.

Guillermo Torremare, presidente de la APDH Nacional, dialogó con ANCCOM y señaló que la infiltración policial viola tres leyes nacionales. “Un funcionario policial se infiltre en una movilización popular, ocultando su rol de policía y haciéndose pasar por un periodista, es contrario a la Ley de Inteligencia, de Seguridad Interior y de Defensa”, expresó. También destacó que podría configurar otros delitos del Código Penal, como el abuso de autoridad y el incumplimiento de deberes de funcionario público. 

Torremare remarcó que “las fuerzas policiales se meten en movilizaciones presumiendo que tienen algún contenido delictual que ellos deben prevenir o custodiar, lo cual es contrario al actuar policial, por eso denunciamos para que se investiguen estas conductas”.

Por otro lado, indicó que la denuncia fue presentada y que próximamente “la justicia va a disponer algunas medidas”. El objetivo de iniciar el camino de la querella legal es que “se censure judicialmente todo tipo de acción de inteligencia policial sobre movimientos de derechos humanos, movilizaciones populares que se expresan frente a cualquier hecho concreto”.

A su criterio, la inteligencia policial tiene que estar destinada a prevenir el delito en aquellos ambientes en los cuales se presume que se pueden cometer delitos. “Las movilizaciones populares no son ambientes donde se presume que se pueden cometer delitos, por eso a nuestro juicio estas acciones están encaminadas a criminalizar protestas, reclamos, marchas”, indicó.

“Queremos que las fuerzas de seguridad y la política sean respetuosas de los derechos de las personas a manifestarse con absoluta libertad y sin ser espiados; cuando se da este tipo de espionaje se vulneran derechos elementales de las personas a participar y a expresarse. En un país donde existe libertad de conciencia y donde estos derechos están garantizados, el Estado no puede tomar estas medidas como las que nosotros estamos denunciando”, afirmó Guillermo Torremare.

Reiterada mala costumbre

No es la primera vez, y probablemente no será la última, que alguna fuerza policial o de seguridad viola la legislación vigente para realizar tareas de inteligencia interior.

La Comisión Provincial por la Memoria, cuya mesa integra Torremare, ha denunciado tareas de inteligencia ilegal en perjuicio de familiares de la Masacre de Monte y de familiares del joven Germán Gómez en julio de 2019, encontrado muerto en la comisaría de Alejandro Korn. También de Lucas Verón, cuando en el transcurso del juicio realizado en la Universidad de La Matanza de jurisdicción federal, policías bonaerenses fotografiaron a familiares y referentes de organismos de derechos humanos y sociales que acompañaron el juicio. 

En la Policía Federal nunca fue desmantelada la sección Cuerpo de Informaciones a la que pertenecía el agente Américo Balbuena, condenado por espionaje tras haber estado infiltrado una década en la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh. A la misma división pertenecía el espía Iosi Pérez, infiltrado en la AMIA, la mutual de la comunidad judía, cuya historia fue recogida por el libro de Miriam Lewin y Horacio Lutzky, y luego por una serie de Netflix. 

El macrismo fue especialmente propenso a cruzar la línea de la legalidad para espiar, por ejemplo, a los familiares de las víctimas del hundimiento del submarino ARA San Juan. Sin embargo, desde el libro Azul del ex ministro del Interior Carlos Corach en adelante, pasando por el espionaje de Gendarmería Proyecto X en 2011, en todas las administraciones hubo uniformados espiando a quienes se organizan, protestan y reclaman. El gobierno de Pablo Llaryora, en Córdoba, no parece ser una excepción.

 

El Código Penal como mordaza y la represión policial sin límites

El Código Penal como mordaza y la represión policial sin límites

El mega proyecto de reformas que Javier Milei llevó al Parlamento cercena el derecho a la protesta, amplia el terreno para el gatillo fácil y legitima la defensa por mano propia. «Remite a la dictadura», dice el juez penal Adrián Martin.

Despliegue policial en la movilización aniversario del 20 de diciembre de 2001. 

El presidente Javier Milei presentó en la Cámara de Diputados este miércoles 27 de diciembre el proyecto de «Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos». 

El proyecto se erige, con sus más de 360 páginas y 664 artículos, en el epicentro de una avalancha reformista aún más amplia: aquella con la que el Poder Ejecutivo busca llevar a fondo sus políticas de desregulación y desguace del Estado a menos de un mes de su asunción.

En la propuesta -referida también como “Ley Ómnibus”- se pide al Congreso la aprobación de una serie de reformas en materia económicas, impositivas, previsionales, electorales, entre otras. Además de la delegación de las facultades legislativas en el Poder Ejecutivo por dos años, con posibilidad de extenderla a cuatro. Otro punto central son las propuestas de modificación del Código Penal. ¿Qué dice el proyecto específicamente en cuanto a esta área?

Las modificaciones principales o más paradigmáticas del proyecto en lo referente a la seguridad son dos, según Adrián Martin, juez penal y profesor de Derecho Penal en la UBA y en UNPAZ. La primera es la que afecta el actual Artículo 194, agravando una disposición que ya era problemática de por sí. “Amplía la penalización a quienes organicen manifestaciones o las convoquen -amplía Martin-. Ello agrava la situación del ya problemático artículo, pero además le agrega una regulación administrativa la cual van a poner a jugar en conjunto con esas disposiciones penales: la de la autorización previa del Ministerio de Seguridad”. 

Señala que el 194 siempre existió y que, históricamente, fue a través de él que se convalidó la represión de muchas protestas sociales. Sin embargo la transformación propuesta podría hacerlo aún peor. Martin explica que, al exigir una notificación ante el Ministerio de Seguridad, se genera una especie de andamiaje burocrático truculento que, ya de por sí, provoca la obstaculización de la protesta. Pero no solo eso: “Además -agrega-, el Ministerio puede no autorizar la protesta o modificar el lugar o la hora, lo que puede es desvirtuarla completamente, licuar su sentido y que nadie se entere de nada”. 

“Lo que agrava aún más la cuestión -añade Martin- es que considera una reunión a cualquier grupo de tres o más personas. Es ridículo… o directamente, una remisión a la dictadura”.

En esto coincide Mariano Fusero, abogado, Presidente Honorario de RESET (asociación especializada en políticas de drogas y derechos humanos), y miembro del comité de Ética del Instituto Knowmad de Alemania. Fusero señala que la idea de la modificación del Artículo 194 es que el hecho punible no sea solo la obstaculización del libre tránsito, sino cualquier grado de participación en la convocatoria, organización y participación en el ejercicio pleno del derecho humano y político a reunirse, expresarse, manifestarse y oponerse a las medidas de gobierno. Resulta familiar: como dijo Martin, una remisión a la dictadura. Eiminando esta clase de instancias, el proyecto de normativa busca reducir la democracia al voto.

“Lo que agrava aún más la cuestión -añade Martin- es que considera una reunión a cualquier grupo de tres o más personas. Es ridículo… o directamente, una remisión a la dictadura”.

La segunda modificación no hace más que atar con moño el posible nuevo panorama en lo que respecta a la seguridad interna. Se trata de la transformación del Artículo 34 del Código Penal. “La propuesta en cuanto a este artículo habilita la violencia institucional bajo la figura de legítima defensa o cumplimiento del deber, haciendo que los requisitos muy estrictos para avalar una legítima defensa -y más aún cuando es utilizada por las fuerzas de seguridad-  sean flexibilizados al extremo” cuenta. 

“Uno de los requisitos de la legítima defensa -ejemplifica Martin- es que el medio empleado para repeler la agresión ilegítima sea proporcional. Ahora la modificación agrega que la proporcionalidad debe ser interpretada siempre en favor de quien obra en cumplimiento del deber -la policía-. Frutilla de esa regulación es que le prohíbe a quien es lesionado o a la familia del fallecido accionar judicialmente contra la figura policial responsable”. 

El camino del proyecto de ley en cuanto al área penal está delineado: flexibilización para las fuerzas de seguridad y amordazamiento de quienes se opongan. 

“La regulación del derecho pierde legitimidad cuando su objetivo es la anulación plena de su ejercicio -expone Mariano-. Puede que estas medidas estén direccionadas a cautivar o representar las ansias represivas de un sector social hastiado de las manifestaciones de quienes consideran Otros, cuando no Orcos. En esa construcción del enemigo está el germen de su aniquilación y sobre ello debemos ser cautelosos, porque lamentablemente tenemos experiencia histórica”.

Movilización en Tribunales contra el DNU presidencial el 27 de diciembre. 

“Creo que estamos presenciando la afrenta institucional y constitucional más grave desde el regreso de la democracia hace 40 años -dice al respecto Fusero-. Los DNU son una herramienta de excepción constitucional ante la circunstancia de que el Poder Legislativo no pueda sesionar, por ejemplo, ante una pandemia. Y existen materias sobre las cuales no pueden versar. Todo ello fue abolido por el gobierno actual y se plasmará en una aberración histórica constitucional si no es frenado oportunamente por los contrapesos que deben ejercer los otros poderes del Estado, Legislativo y Judicial”.

“El gobierno actual no fundamenta necesidad y urgencia alguna para la utilización de dicha herramienta excepcional en materias de lo más disímiles. Pretenden derogar o modificar cientos de leyes de nuestro sistema normativo obviando el Congreso Nacional. Imponer de facto su plataforma de gobierno”, concluye Fusero.

Escribir la historia con imágenes | Estuve ahí

Escribir la historia con imágenes | Estuve ahí

El fotógrafo Eduardo Longoni registró para que recorra el mundo la imagen de los comandantes de las juntas militares sentándose en el banquillo en el juicio que fundó la democracia. También fue quien aportó las pruebas gráficas judiciales que demostraron que hubo personas desaparecidas tras el asalto al cuartel de La Tablada, en 1989. ¿Cómo se sacan fotos llorando?

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

 

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso y Estefanía Hernández.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini
La peor herencia de la dictadura | Estuve ahí

La peor herencia de la dictadura | Estuve ahí

María del Carmen Verdú, presidenta de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), describe la construcción de la lucha contra el gatillo fácil y las muertes bajo custodia del Estado. Recuerda los primeros tiempos en que los organismos de Derechos humanos les daban la espalda y cuenta cómo finalmente comprendieron que era la continuidad de la represión militar. Walter Bulacio, Miguel Bru, el soldado Carrasco, José Luis Cabezas, Petete Almirón, Mariano Ferreyra, Jorge Julio López, Santiago Maldonado y Facundo Astudillo Castro entre una infinidad de casos que dan cuenta de una de las deudas más horrorosas de la democracia.

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

 

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso y Estefanía Hernández.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini
Contar para no olvidar

Contar para no olvidar

En el teatro de la UMET se presentó «Los nietos te cuentan cómo fue», el libro que narra 13 casos de restitución de identidad a través del trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo. Las autoras son la periodista Analía Argento y dos protagonistas que narran sus propias historias: Mariana Zaffaroni Islas y Sabrina Guillino Valenzuela Negro.

“Escribí este libro porque hay desaparecidos que pueden aparecer, y con cada nieto que aparece se le devuelve la esperanza a este país”, fueron las palabras de Analía Argento periodista, escritora y coautora de Los nietos te cuentan cómo fue, sobre la obra que escribió junto a las nietas restituidas Mariana Zaffaroni Islas y Sabrina Gullino Valenzuela Negro, esta última, a cargo de las ilustraciones.

El libro está destinado a un público adolescente y juvenil porque como sostiene la autora es necesario hacer el ejercicio de la memoria y volver a contar una y otra vez esta parte de nuestro pasado reciente. En Los nietos te cuentan cómo fue se narran trece historias de nietos y nietas de Argentina y Uruguay que restituyeron su derecho a la identidad, relatos únicos y diferentes pero atravesadas por el mismo horror: el secuestro y la apropiación de bebés durante la última dictadura cívico militar. 

La presentación del volumen se realizó el martes 12 de diciembre en el auditorio de la UMET con la presencia de miembros de Abuelas de Plaza de Mayo, nietos y nietas restituidas, familiares y amigos de las autoras. Entre el público se destacaron también Mariana Herrera Piñero, directora del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG); la periodista, sobreviviente y titular de la Defensoría del Público, Miriam Lewin, entre otras figuras destacadas del ámbito de los derechos humanos.

historias, moderó la mesa de presentación y sostuvo: “Es un momento político difícil, pero seguiremos luchando por la memoria, la verdad y la justicia”. Tanto Brunet, como Analía Argento, Zaffaroni Islas y Gullino Valenzuela Negro insistieron en la necesidad de transmitir la historia a los más jóvenes, aunque parezca que se contó muchas veces y pareciera no ser necesario seguir haciéndolo. “Mientras tengamos a los protagonistas, es un documento testimonial que tiene que quedar. El Operativo Cóndor estuvo en las dos orillas, no permitiremos el avance del negacionismo”, afirmó Zaffaroni Islas, quien a partir de su propia historia describió: “Yo soy una sola persona con dos vidas. Es importante tender un puente porque son muchos los nietos por recuperar. No siempre es fácil recuperar la identidad, pero es sanador, no hay una sola forma de recibir la noticia, ni de expresarlo, todo es válido.”

La ilustradora Sabrina Gullino Valenzuela Negro declaró que nos encontraremos con un libro que tiene una buena lectura para los jóvenes y que es necesario hacer puentes intergeneracionales. “Tiene una apuesta para ser soporte pedagógico, para ser utilizado en el aula. Es una cartografía poética y también política”. “La memoria y la identidad es conflicto y dolor. Pienso en las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo frente a lo trágico, ellas nos dan una clase magistral de ciudadanía”, finalizó Guillino Valenzuela Negro, quien restituyó su identidad en 2008 y como se autodenomina “hermana que busca” porque su hermano mellizo continúa desaparecido. 

“Necesitamos la verdad para ser libres. Los que faltan encontrar no son libres, siguen presos del delito”, subrayó Argento, quien sostuvo que es muy compleja la restitución de la identidad pero que es necesario saber y conocer esa parte de la historia que es propia de un país. “Escribí este libro porque hay desaparecidos que pueden aparecer y en cada nieto que aparece le devuelve la esperanza a este país. Les tenemos que contar a los jóvenes que eso estuvo mal, y que está demostrado en la justicia”, explicó. Y en diálogo con ANCCOM, al terminar la presentación se explayó: “Yo creo que a veces es difícil contar lo que sucedió porque no hace mucho que ocurrió, de hecho, muchos de los protagonistas están vivos, y a los nietos se los siguen buscando y todavía son víctimas, entonces es muy reciente esta historia. Pero al mismo tiempo como es reciente podemos contarlas a través de las personas que la vivieron directamente. Por eso, en el caso de los nietos me parece muy importante para reconstruir la memoria hablar con los protagonistas, hablar con las víctimas y sobre todo hablar mucho con los nietos porque son una prueba en vida de lo que fue el secuestro, la tortura, el robo de bebés, el plan sistemático”.

Argento continuó sobre la vigencia del delito de apropiación: “En el libro hay un caso de un nieto, Ezequiel, que cuando el Equipo Argentino de Antropología Forense encontró los restos que podían ser de sus padres se identificaron esos restos gracias a su sangre. Entonces, todo eso sigue ocurriendo y es parte de nuestra vida. Pero hay que seguir contándolo ahora porque dentro de algunos años ninguno de nosotros va a estar, entonces hay que ir contándolo para ahora, para que los que van naciendo conozcan la verdad y también para el futuro. Para que cuando esto sea histórico o muy viejo tengamos estos testimonios para la posteridad”.

Las coautoras Mariana Zaffaroni Islas y Sabrina Gullino Valenzuela Negro, cuyas historias también son parte del libro, contaron lo que significó volver a escribir y a contar una vez más sus propias vidas. “Realmente fue muy movilizante, al escribir cada historia se te vuelve a pasar por el cuerpo la tuya y decís esto yo lo sentí, yo sé cómo se sintió y entiendo lo que es haber pasado por eso y comparto esto, también había cosas que decía qué loco lo que le paso, qué tremendo, que terrible: esto gracias a Dios a mí no me paso. Hay como un permanente ponerse en el lugar del otro o saber cómo se siente el otro, y, por otro lado, también hay experiencias y vivencias totalmente nuevas”, confesó Zaffaroni Islas. “Sin ninguna duda, lo más difícil fue escribir mi historia en primera persona porque yo dije, ´Bueno ya lo conté muchíusimas veces´ y no es una vez más porque escribirla yo y elegir qué contar fue un montón. También es movilizante leer las otras historias que contó Analía, todas las historias son increíbles y son únicas como cada una de las personas que la vivió”, concluyó.

Por su parte, Sabrina describió: “Para mí fue un gran desafío, porque si bien algunas de las historias las conocía, volverlas a leer te atraviesa cada vivencia de los protagonistas. Está tan lindo escrito, es muy ameno pero no deja de ser bastante fuerte y en relación a cada una de las experiencias, pero también es sanador y creo que en cada una de estas historias que no son tan conocidas también es un reconocimiento necesario y una visibilización a las historias que parecen estar más alejadas, me parece que también es darle voz y darles un lugar, una visibilidad gráfica, desde mi lugar, a estas historias que son muchas, distintas y todas tienen sus características y particularidades”.

Los nietos te cuentan cómo fue se terminó de imprimir en diciembre de 2023, al cumplirse 40 años de la recuperación de la democracia más larga de la República Argentina. “Estamos convencidas de la necesidad de seguir contando para no olvidar, para que el Nunca Más no se repita y para seguir encontrando a los que faltan”, es el deseo de las autoras, la editorial y de gran parte del pueblo argentino que seguirá sosteniendo la memoria.

La búsqueda continúa

La búsqueda continúa

Belén Altamiranda Taranto es nieta recuperada y hace pocos días asumió como titular de la filial cordobesa de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. El legado que recibe y el discurso negacionista que aflora.

“Darnos la posibilidad y la legitimidad de hacer este traspaso generacional porque sabemos que la búsqueda continúa: hay muchos hermanos que seguimos buscando”. Quien habla, Belén Altamiranda Taranto, nació en el Hospital Militar de Campo de Mayo en junio de 1977 durante el cautiverio de su madre, Rosa Luján Taranto, y su padre, Horacio Antonio Altamiranda, quienes pasaron por el Centro de Detención, Tortura y Exterminio “El Vesubio”. El 29 de junio de 2007, Belén recuperó su identidad y hace unas semanas asumió como titular de la filial cordobesa de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. 

¿Cómo llegó a participar en Abuelas?

A los pocos meses de mi restitución, en febrero de 2008 pude entrar a colaborar en la búsqueda de nietos, gracias a la abuela Sonia Torres, que era la titular de la filial de Córdoba. Desde ese momento, empecé a aportar mi granito de arena en la localización y restitución de los nietos que faltan, hombro a hombro con ella y toda la organización. Primero empecé en el área de Presentación Espontánea, que es donde yo me había presentado con dudas sobre mi identidad. Después pasé a trabajar en el Área de Investigación, donde luego fui coordinadora. Ahí trabajamos con datos que nos llegan sobre personas que pueden ser las que buscamos.

¿Cómo la terminaron eligiendo como titular?

Desde el año pasado, formo parte de la Comisión Directiva de Abuelas. Lamentablemente, hace unos meses falleció la abuela Sonia y tengo la responsabilidad, que tomo con mucha gratitud, de hacerme cargo de la filial de Córdoba.

¿Cómo se siente ocupando el rol de Sonia Torres?

Las abuelas son irremplazables. Nunca vamos a poder sustituirlas ni es la intención, pero sabemos que cada institución es orgánica y cada filial tiene que tener su titular. Ellas son únicas. Más allá del dolor que sentimos todavía, sabemos que la institución sigue y que hay cuestiones institucionales que tenemos que seguir resolviendo. En mi caso, es trabajar como todos los días, tomando este desafío de continuar. Igualmente, no estoy sola: esto es un trabajo colectivo. Estoy muy agradecida por el respaldo y el apoyo que me brindan desde los trabajadores que le ponen el cuerpo a la Comisión Directiva. Aquí estamos, continuando, porque quedan muchas cosas por hacer. Siempre guiándonos por las enseñanzas que nos dieron las abuelas desde que pisamos esta institución.

¿Cree que su rol de hija y nieta aporta algo nuevo en Abuelas?

Las Abuelas fueron y son extremadamente sabias. A lo largo de toda su historia tuvieron esta apertura para dejarse aconsejar y abrir las puertas a las personas que se incorporaban a la institución. No se sentaron ellas solas. Por eso también se conformaron las distintas áreas de la institución: cada uno iba aportando para lograr todo esto que es Abuelas de Plaza de Mayo. Cuando nosotros íbamos creciendo, se creó Prensa para difundir la búsqueda, sabiendo que podían llegar a nosotros ya grandes, que podíamos ser partícipes de nuestra búsqueda.

Y también tener un lugar dentro de la organización…

Muchos años atrás se modificó el estatuto para que ingresen nietos recuperados y hermanos que buscan a la Comisión Directiva como para darle continuidad a la lucha. Darnos la posibilidad y la legitimidad de hacer este traspaso generacional porque sabemos que la búsqueda continúa: hay muchos hermanos que seguimos buscando. Fue un proceso, que lo tomamos con orgullo, felicidad y compromiso. Los que estamos más activamente y quienes no, ayudamos desde el rol que nos toca en la búsqueda de los nietos. Es el compromiso de ir tomando la posta y poder continuar.

¿Cuál es la situación de las restituciones en Córdoba?

De embarazadas cordobesas, que son cordobesas y que desaparecieron en la provincia o en otros lugares, sólo se pudo restituir un caso, el de la nieta Marcela Solsona. Los que fuimos restituidos por la filial Córdoba, porque nos presentamos ahí o porque surgió ahí una investigación, somos todos nacidos en otras provincias y con padres de otras provincias. Las filiales se desarrollaron como medida estratégica para que no todo venga a Buenos Aires por las distancias y el tiempo. La búsqueda es colectiva, quizá en las provincias se puede hacer un trabajo más personalizado, centralizado en la región, pero buscamos a todos los nietos.

¿Cuántos nietos faltan encontrar?

El número aproximado es 300. Se sacó en base a las denuncias de hijas o nueras embarazadas al momento del secuestro. Puede aumentar porque, aunque parezca mentira y que pasó tanto tiempo, algunos se animaron a hacer la primera denuncia sobre lo que ocurrió recién hace un par de años. Eso ha permitido completar los grupos familiares o identificar genéticamente.También son datos que se obtuvieron en los juicios, donde los sobrevivientes pudieron contar y se llegaron a resolver casos que en su momento no dieron o dieron negativo.

¿Por qué cree que se animan a denunciar después de tantos años? 

Porque, como dice la palabra, el “terrorismo de Estado” impuso el terror, el “no te metás”, “miren para otro lado”, sabiendo las atrocidades que estaban pasando. Que algunos sobrevivientes hayan sobrevivido era también para que contaran lo que iba a pasar si “seguían molestando”, como ellos decían, o pensando en la forma que no era la militar. Esto dejó heridas en la sociedad que siguen estando ahí. Entonces, pasa que datos de un posible hijo de desaparecidos aparecen después de mucho tiempo. Animarse a brindar la información sabiendo cómo trabaja Abuelas -con contención y confidencialidad no sólo de los que se acercan buscando, sino de los que nos dan algún tipo de información- es también un proceso personal de cada uno, no debe ser fácil estar con ese miedo y con todo eso que tenés adentro y no podés sacar.

¿Cuál es su lectura del panorama electoral?

Estamos en un período como todos, alerta y preocupados por la dirección que pueda llegar a tener nuestro país, como cualquier ciudadano. Abuelas va a seguir trabajando como todos los días, buscando a los nietos. Es como nos dicen ellas, que atravesaron distintos periodos de la historia, desde el más terrible de buscar a sus hijos y salir a tocar las puertas en plena dictadura que significaba seguir o morir, con las abuelas que fueron perseguidas y las familias… Nosotros seguimos no solamente por nuestra causa, sino para que permanezcan las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que se lograron, para fortalecer y valorar la democracia que tanto tiempo, sangre y dolor nos costó. Por ahora tenemos incertidumbre, pero la certeza de que vamos a seguir como hasta ahora. Se irá viendo en la marcha. La lucha y la resistencia están y tenemos a las mejores guías para poder continuar.

¿Y con el surgimiento de los discursos negacionistas?

El tema del negacionismo no dejó de existir, pero había más cuidado en decirlo abiertamente, sobre todo quienes ejercen funciones públicas. Nunca  hay que confrontar, pero sí armar debates y poder contar lo que verdaderamente pasó, porque los fundamentos son reales y no tenemos nada que esconder ni mentir. Hay que seguir educando y llevando la palabra de Abuelas. Cuando yo iba a la secundaria no veíamos el terrorismo de Estado, pero ahora todas las escuelas tienen la obligación de enseñar esa parte de la historia de nuestro país. Podemos pensar ideológicamente distinto, pero en estas cosas, en defender la democracia y los derechos adquiridos (ESI, diversidades sexuales) tenemos que resistir unidos porque nos compete a todos, más allá de los partidos políticos o a quién hayamos votado. Va a ser un trabajo difícil, de mucha templanza, pero tengo una llamita de esperanza. Hay que seguir, no podemos bajar los brazos.