El salario ya no es ganancia

El salario ya no es ganancia

Con 38 votos afirmativos y 27 negativos la reforma del impuesto a las Ganancias impulsada por el oficialismo ya es ley. Los trabajadores organizados festejaron en los palcos y hoy convocan a una marcha para celebrar la medida.

La Cámara de Senadores aprobó ayer la reforma de la Ley de Impuesto a las Ganancias, con 38 votos a favor y 27 en contra la Cámara Alta del congreso otorgó la media sanción que faltaba. Los votos afirmativos fueron por parte del Frente de Todos, sus aliados y Unidad Federal, en tanto que Juntos por el Cambio votó en contra de la ley.

El proyecto enviado al Congreso por parte del ministro de Economía y candidato a presidente Sergio Massa, entre otras normativas consiste en la eliminación de la cuarta categoría de Impuesto a las Ganancias y elevando el piso del Mínimo No Imponible a 1.700.000 pesos. El martes pasado se otorgó media sanción en le Cámara Baja con los votos afirmativos del Frente de Todos, el socialismo, la izquierda, el peronismo disidente y La Libertad Avanza.

Si bien la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner estuvo al inicio de la sesión, no presenció el debate. El ambiente en el recinto era de tensión entre los senadores del oficialismo y de la oposición luego de que se aprobó el pliego de la jueza Ana María Figueroa, siendo la senadora Claudia Ledesma Abdala la encargada de definir la votación a raíz de que se generó un empate.

El debate por Ganancias comenzó a las 18.05, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Ricardo Guerra fue el primero en tomar la palabra: “Las modificaciones que plantea el proyecto de ley parten de un concepto de no considerar al salario como una ganancia sino como lo que es, una remuneración al trabajo”.

El senador Luis Alfredo Juez de Córdoba de Juntos por el Cambio declaró en dialogo con Anccom: “Estamos a 60 días de un nuevo presidente, se mandó un presupuesto donde no hay cómo justificar de donde se va a cubrir semejante faltante, me parece más una maniobra electoral”. Y continuó con su acusación: “Me parece inoportuno, es un tema que podemos discutir con tranquilidad y que podemos discutir con las nuevas autoridades que están por venir. Esto es un acto demagógico en campaña electoral”.

El radical porteño Martin Lousteau mencionó en el debate que el costo de esta medida es la “pérdida del 0,83 del PBI, o sea, duplicar el déficit del presupuesto del año que viene”. Además, se refirió a “la cuestión de si el salario es ganancia o no es ganancia” afirmando que “esto es un impuesto a los ingresos, no a la ganancia”.

El jefe del interbloque del Frente de Todos, José Mayans respondió en su discurso de cierre: “Nosotros sostenemos el principio de que sin justicia social no hay paz social, sin paz social hay violencia social, y trabajar por la justicia social es trabajar por la dignidad humana”. En ese momento, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ya se encontraba ocupando su lugar como presidenta del Senado.

A diferencia de la sesión en diputados, Massa no estuvo presente en los palcos, pero sí estuvo el sindicalista Pablo Moyano acompañado por Sergio Palazzo. La conducción nacional de la CGT convocó a los trabajadores y a las organizaciones gremiales confederadas a movilizarse este viernes hacia la Plaza de los Dos Congresos para expresar su «absoluto apoyo» a las leyes de Ganancias, de Compra sin IVA y de empleo Mi Pyme.

A las 22.09 se inició la votación en donde se aprobó la modificación de la ley de Ganancias, que fue aplaudida desde los palcos por sindicalistas, seguida del canto de La Marcha Peronista. Estas nuevas normativas se ponen en vigencia el 1 de enero de 2024.

Los trabajadores se movilizaron para apoyar la eliminación del impuesto a las ganancias

Los trabajadores se movilizaron para apoyar la eliminación del impuesto a las ganancias

La CGT y las distintas vertientes de la CTA realizaron una vigilia frente al Congreso de la Nación para apoyar el proyecto de ley presentado por Sergio Massa. La Cámara Baja dio media sanción y si la confirma el Senado solo pagarán el tributo quienes perciban más de 15 salarios mínimos.

“Dale vamos, que tenemos que ir a bancar”, exclamaba un joven a su grupo de cuatro compañeros, cargando redoblantes y trompetas. Bajo el lema de “el salario no es ganancia”, distintas organizaciones sindicales lideradas por la Confederación General de Trabajadores (CGT) se movilizaron este martes frente al Congreso de la Nación para apoyar el proyecto de ley impulsado por el oficialismo, que ayer obtuvo media sanción en Cámara de Diputados, para modificar el impuesto a las ganancias en el salario de los y las trabajadoras.

El día era gris y el viento ondeaba las banderas de diferentes organizaciones, algunos manifestantes se turnaban para mantenerlas en alto; “ojo que no se caiga”, comentó entre risas uno de ellos a su compañero que sostenía una de las tantas banderas que desde las 11 se hicieron presente en la Plaza de los Dos Congresos. Se veían estandartes de la CGT y de las dos Centrales de Trabajadores de Argentina, tanto como de la Confederación Argentina de Trabajadores de Transporte, el Fresimona, la Corriente Federal, y Asociación Bancaria, fueron algunos de los tantos sindicatos que se manifestaron a las afueras del recinto.

Luego del medio día se empezaron a ver los primeros rayos de sol y la Cámara de Diputados inicio el debate. En la reforma del Impuesto a las Ganancias que se debatió se encuentra la eliminación de la imposición a la cuarta categoría que excluye del gravamen a empleados en relación de dependencia, jubilados y pensionados, y solo lo pagaran los sueldos equivalentes o superiores a 15 salarios mínimos que en la actualidad representan 1.770.000 pesos, con una actualización cada seis meses. “Para nosotros es sumamente positivo, esto impacta en todos los docentes de gestión privada que tengan más de dos cargos, es un reclamo histórico que venimos llevando adelante desde la CGT”, declaró Patricia Rodríguez, secretaria adjunta del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) de la Provincia de Buenos Aires en dialogo con ANCCOM.

Mariano Migueles, subsecretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Entre Ríos, desde temprano en la plaza, frente al Congreso, declaraba: “Más allá de como salga la votación, que espero que sea favorable, hoy está en la agenda de la política argentina que para nosotros nos parece importante”.  Héctor Abel Ramírez miembro de la Comisión Directiva de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina en Buenos Aires, también se mostraba optimista respecto a la aprobación de la reforma de la ley por parte de Diputados y manifestó que espera que se “resuelva con el voto de las fuerzas populares”. Además, reconoció que en “diferentes gobiernos se ha argumentado de todas las formas posibles y se han llevado a cabo muchas medidas de fuerzas que no lograron lo que ahora se está consiguiendo que es reconocer que el salario no es ganancia”.

Respecto a si no se llegaba a aprobar las nuevas medidas, Roberto Pianelli, Secretariado General de Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro, expresó: “Si hay un sector de diputados que quiere que los trabajadores sostengan las rutas, los hospitales públicos, cuando en verdad lo que más ganan son los empresarios, seguramente el movimiento sindical discutirá de qué manera responder a esto”.

Si bien en las afueras del Congreso el clima era de compañerismo entre todos los trabajadores con un mismo objetivo, dentro del Congreso la situación de tensión era evidente. Allí hubo cruces entre diputados del oficialismo y Juntos por el Cambio.

Finalmente, la noche del 19 de septiembre cerró con media sanción a la reforma del Impuesto a las Ganancias con 135 votos afirmativos y 103 negativos, seguido por los festejos de diputados por parte del oficialismo. Entre los que apoyaron el proyecto se encontraban los legisladores de Unión por la Patria, la izquierda, una parte del Bloque Federal y Evolución radical y La Libertad Avanza. El PRO votó en contra.

Desde los palcos del recinto, Sergio Massa, ministro de Economía de la Nación y candidato a presidente de Unión por la Patria, junto a los sindicalistas Pablo Moyano, Carlos Acuña y Héctor Daer, acompañaron la celebración con aplausos y abrazos entre ellos. En el caso de que la Cámara de Senadores de media sanción, la medida se aplicaría el próximo año.

“Lo que pedimos es que se cumplan todo lo que vamos trabajando en conjunto, respeten las paritarias, la jubilación, los convenios colectivos, no más el impuesto a las ganancias porque el salario no es ganancia”, finalizó Rodríguez de SADOP.

Mazazo pero no massazo

Mazazo pero no massazo

Sergio Massa le ganó a Grabois con amplitud, pero solo le alcanzó para ser el segundo candidato más votado a nivel nacional, detrás de Milei. Unión por la Patria obtuvo el 27% de los votos y se ubicó en el tercer lugar, un punto debajo de Juntos por el Cambio y tres de La Libertad Avanza.

17% para Massa, en la primera y nunca asertiva boca de urna que se escuchó en el bunker de Unión por la Patria, a las 19:22. En la Capital Federal se sigue votando. Voto papel, voto electrónico, voto papel, voto electrónico. El primer vocero en el UxP, Matías Lammens pide “buscar responsables políticos de lo que pasó” -en Capital Federal-. La cita es en Corrientes 6271, Complejo Art Media, el ya habitual espacio de encuentro poselectoral del frente oficialista.

Twitter: Milei presidente. Massa segundo. En el bunker de UP se escucha: “¿A Larreta le fue mal?” Casi las 20:00. Daniel Scioli llamó a ampliar el espacio para ofrecer una propuesta que represente al campo nacional y la producción. Milei arrasa en la Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Dicen. La policía de la Ciudad alerta sobre una amenaza de bomba en la Rosada. Justo al mismo tiempo que en el búnker de UP crece el miedo por el cuco de Milei. “¡Qué país, hermano!”, se escucha ahora.

“Nuestro candidato sacó un buen resultado. Tenemos que seguir ampliando la fuerza.” Dijo Cecila Moreau, con una voz casi quebrada.

20:25. Massa 29 puntos. ¿29 puntos? Después del primer nerviosismo, un poco de paz. Pasaron cinco minutos, 20:30. Se escuchan bombos por primera vez. Un periodista preguntó textual, con asombro: “¿Qué es eso?” La carpa de prensa es una burbuja.

Milei, el más votado de la oposición. Bullrich le gana a Larreta. Llega Julián Domínguez al búnker de UP. 20:50. Juró por el campo, la producción y el futuro en un minuto y medio. A esperar, a esperar. Se levantó y se fue. Así lo hace un profesional.

Antes de que se termine de ir el vocero de las 20:50, un periodista que escucha con las rodillas en el piso, de traje negro y remera escote en v, también negra, se levanta mientras entra de lleno en el aire de Crónica: “Sí, sí, clima de velorio, todos con caras largas”, dice. Todo es preocupación. ¿Pasa el 25% Massa a las 21:03? Ya no se escuchan bombos. No lo sabíamos pero esa declaración de un minuto fue la última hasta los números de las mesas testigos dados por Agustín Rossi en el escenario.

Pero vamos de nuevo. El Tribunal Electoral tiene algo para decir. 

21:48. Los primeros datos oficiales, vienen de la Ciudad de Buenos Aires: Macri, Jorge, no el expresidente, le gana a Lousteau por un punto, 28,26% para el primero y 26,90% para el radical. El otro radical, ahora en Unión por la Patria, Leandro Santoro, 22,19%, salió tercero. Con el 64,3% de las mesas escrutadas. Massa y Rossi llegaron al búnker de UP.Vuelven los bombos con más intensidad pero es evidente que no es un acto de Cristina. A las 20:50 fue la última declaración. Son las 22:38. Habla Agustín Rossi en el escenario abierto a la militancia: “Queremos darle el resultado de nuestras mesas testigo, son 2002 mesas: Milei 30%, el compañero Sergio Massa: 23%, Bullrich 16%. Larreta 13%.” Ganó Milei, efectivamente.

La cuenta del tiempo se detiene. hasta las 0:50 del lunes 14 de agosto, hablaron para un público sin color ni euforia Juan Grabois, Leandro Santoro, Axel Kicillof y Sergio Massa. Las ausencias de Alberto Fernández y Cristina Kirchner le dan sentido al cambio de nombre, ese frente ya no es el Frente de Todos. Un subibaja de intensidades y tonalidades, que representan casi todas las de un frente multiverso que gobierna y pretende seguir gobernando el país.

Juan Grabois arrancó con potencia y destacó que “ganamos la Provincia de Buenos Aires, loco”. Como diciendo: “Che, pasó algo bueno”. El público lo acompañó, por única vez y cantó: “Olé, olé, Axel, Axel.” Antes se escuchó un tímido “no nos han vencido”, como reflejo de un pasado que no termina de irse. Y frente a ese público, Juan Grabois. Que necesitaba que a sus consignas las acompañe un aplauso, le sobraron silencios ahí donde el orador descansa con el aplauso. Manifestó su disciplina partidaria y le entregó a Segio Massa, junto a su vice, Paula Abal Medina, el plan de gobierno que presentó en la campaña.

Al timbre alto que propuso Grabois le siguió el “radicalismo” de UP. Suave primero para ir enojándose hacia el final, Santoro denunció las irregularidades del voto electrónico, que no hay vacantes para los pibes en las escuelas y que no se invierte en el subte. Marcó que la única opción para sacarle la ciudad al PRO es UP y le dejó el micrófono a Axel.

Habla largo. Nada que patear ni festejar a pesar de los sólidos 36,4% de los votos obtenidos en la provincia. Lee, se extiende, explica y desarrolla los slogans de su campaña. Está ahí y es, el único ganador de ese escenario. Obra pública en rutas y escuelas, notebooks y cunitas repartidas, kilómetros recorridos. El abrazo con Massa concluye su discurso.

Habla el candidato a presidente, El mejor candidato, según el propio Axel. Tranquilo, vuelve a bajar excesivamente el tono de su antecesor. Habla de ampliar, de juntar y seguir creciendo en consensos. Le habla a su público, porque en el búnker de Unión por la Patria el color del público es el del Frente Renovador. En su discurso impone la idea de inicio de campaña. Quedan 60 días y “empieza a discutirse qué país vamos a construir en los próximos años”. Comparó, una vez más, las elecciones con el fútbol. “Falta el segundo tiempo, el alargue y los penales”, dijo para convencer a la militancia que aún no se perdió el partido a pesar de Unión por la Patria fue la tercera fuerza votada, un punto debajo de Juntos por el Cambio y tres de La Libertad Avanza.

«No compremos perlas truchas sin chistar»

«No compremos perlas truchas sin chistar»

“Te aseguro que a los medios concentrados los arruino, chau pauta, chau exenciones impositivas”, dijo Juan Grabois en una rueda de prensa de medios comunitarios, alternativos y universitarios. En la recta final de la campaña el precandidato a la presidencia de Unión por la Patria aseveró que, de perder la interna, apoyará a Sergio Massa, aunque no sería ministro de un eventual gobierno.

En la última semana de su campaña de las Primarias Abiertas para Presidente de la Nación, el precandidato de Unión por la Patria Juan Grabois se presentó en una rueda de prensa para medios populares, alternativos y universitarios en Barricada TV. “Para caretas ya están los demás”, dijo el abogado y activista social, que respondió todas las preguntas y, tras citar una canción del Indio Solari, se declaró ricotero. A continuación, tramos salientes del intercambio con los periodistas que participaron de la conferencia.

 Dentro de un programa de gobierno, ¿qué cosas se pueden implementar para que quienes hacemos comunicación comunitaria estemos en espacios de definiciones políticas y de contribuición a la causa popular?

Nosotros predicamos y practicamos que la gente que tiene un fuerte lugar de decisión es está embebida en la temática por su experiencia vital, no únicamente por conocimientos académicos. Promovemos una cartonera diputada y también una cartonera directora de reciclado o una villera para que dirija la organización de los barrios populares. Tenemos esa concepción doctrinaria de que sólo el pueblo salva al pueblo. En relación a los recursos que se destinan, no sé cuánto va a ir para los medios comunitarios, pero para los medios concentrados te aseguro que los arruino, chau pauta y chau extensiones impositivas. Los medios están exentos de IVA, no van a seguir recibiendo guita del Estado. Efectivamente creo que debe haber un sistema de pauta; primero que aplique un criterio de discriminación inversa, más para el más débil; segundo que sea transparente, porque se utiliza de una manera que no es ética; y tercero, yo soy muy crítico de nuestro propio movimiento de economía popular, entonces aparece el dilema sobre cuál es la función de los medios comunitarios. Si ser un canal de comunicación masiva que dispute sentido, si ser un espacio de apertura local de la consciencia y acceso al trabajo y a la formación en medios audiovisuales. Los medios comunitarios son trincheras de resistencia social que construyen a partir del acceso que tienen un montón de pibes a un mundo desconocido que es el de manejar una consola, agarrar un micrófono. Si el conjunto de los medios comunitarios va a construir una contrahegemonía comunicacional, no lo sé; y tampoco me desvela, porque tampoco creo que la economía popular tenga que competir en términos de productividad con el sector privado capitalizado. Creo que su productividad es alternativa y creo que hay una mitología gorila, meritocrática, de que todos tenemos que tener el impacto del grupo Clarín. Y si todos tuviéramos ese impacto seríamos una máquina de manipulación, porque para tener ese impacto hay que manipular, construir formas adictivas como las redes sociales.

 ¿La radicalidad de tus propuestas podrían jugarte en contra? ¿Te ves como un candidato fuerte para las próximas elecciones?

Si no hiciera las propuestas que hago sería un mentiroso, porque son las cosas en las que creo. Quiero que si la gente nos vota lo haga por nuestras convicciones e ideas y no porque la careteamos mejor; porque además para caretas ya están los demás, y les sale bárbaro. En relación a la candidatura digo lo que siento, esto lo digo y lo hago; hay cosas de las que estoy seguro, como de que no voy a ser ministro de Massa, y de que si gana Massa las PASO lo vamos a apoyar. Si a nosotros nos va muy bien, sí creo que quedará un piso armado; y si nos va muy mal lo que me corresponde es decir «che a la gente no le caí muy simpático, no le gustó la forma en que yo transmitía, busquemos otro compañero o compañera». Del resultado de esta elección depende para mí la interna, cómo queda la relación de fuerzas dentro de Unión por la Patria, porque si nos va muy mal va a quedar todo corrido para la derecha; y también depende de la construcción de un liderazgo para el futuro. Vi tanta gente que arruinó organizaciones y grupos queriendo siempre estar, con pésimos resultados… Yo voy a tratar de no reincidir en ese rol que siempre critiqué.

¿Qué valoración haces de la Ley de Equidad de Género en los medios? Y en relación a la libertad de expresión, ¿qué posición tenés sobre los discursos violentos y de odio?

Salvo en los medios comunitarios, la primera vez que vi en un medio público, en un medio grande, a una mujer con una cámara, fue en la TV Pública. Me dijeron que fue una lucha ganada por SiPreBa para que haya mujeres con cámaras. Yo creo que hay que avanzar con eso y también creo en los sistemas de cupos, siempre creí que tiene que haber un cupo para personas que viven en barrios populares, pueblos originarios, personas con discapacidad, etc, porque hay siempre un corte de clase que queda afuera, ahí sí banco fuerte. Con respecto a los discursos de odio no tengo una posición tan firme porque lo que tengo claro es que están mal en torno a las discriminación de grupos que tienen vulneraciones específicas, nacionalidad, clase; pero en términos de política, salvo que sea una amenaza directa contra la integridad física de una persona, creo que hay que bancársela; si es contra un dirigente político.

 Hay algo que aparece mucho en tu campaña, una minoría intensa que te acompaña. ¿Cuál es el mandato para esa minoría y cuáles son las tareas que se vienen en la nueva etapa de Argentina?

Es difícil contestar si no podemos caracterizar la etapa y el resultado electoral va a tener una incidencia fuerte en esa caracterización. Una etapa gobernada por Bullrich es distinta a una gobernada por Massa. Creo que la tarea fundamental de la militancia popular desde hace años es unir a los sectores excluidos. La prioridad es levantar la bandera de los que están socialmente excluidos, de los más empobrecidos y por otro lado, la prioridad es, hoy estoy un poco ricotero, no comprar perlas truchas sin chistar como dice la canción. Comprala, ¡pero chistá! Porque si no estamos en una especie de narrativa disociada, entregando y arrastrando todas las banderas, y prácticamente con una estrella roja en la boina.

«Yo soy del pueblo»

«Yo soy del pueblo»

Medio millón de personas escucharon bajo la lluvia a Cristina Fernández de Kirchner a 20 años del primer gobierno kirchnerista.Señaló cuatro ejes promogramáticos que debe tener el próximo gobierno y no ungió candidato. Pero Wado de Pedro hizo un guiño por twitter.

Que Cristina esté significa más gente de la que puede tolerar el espacio físico donde su presencia se confirma. Un estadio, la calle de un canal de televisión, algún teatro, las veredas de Juncal y Uruguay o la Plaza de Mayo. Su presencia trasciende al tiempo, se vuelve, siempre, histórica por la centralidad política que arrastra.

Cerca de medio millón de personas entre paraguas, pilotos y pelos mojados conformaron una Plaza de Mayo que conmemoró los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner, día también en el que Héctor Cámpora asumió el poder, 50 años atrás. Pero el recuerdo es la excusa, o mejor, el anclaje histórico para la coyuntura que obliga al oficialismo a definir precandidaturas de cara a las PASO.

15:30 horas. Cristina Fernández entra al escenario y se ubica con un atril delante y una tribuna compuesta por dirigentes, organizaciones, artistas y posibles precandidatos detrás, para ser la única oradora. La centralidad de la política nacional está entre el atril que tiene las siglas de Néstor Kirchner y una tribuna variopinta que compone al Frente de Todos. Con una ausencia, claro. La del presidente de la Nación, Alberto Fernández, que estuvo presente más temprano en la Catedral porteña para la tradicional misa de los 25 de Mayo que, en este caso, reunió al jefe de Estado con a autoridades del Gobierno de la Ciudad, con Horacio Rodríguez Larreta a la cabeza.

Sin hacer mención a la ausencia de Alberto Fernández, la vicepresidenta dijo que “a pesar de los errores, equivocaciones o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor que el que hubiese sido otro de Mauricio Macri, no tengo dudas.”

Por las diagonales y por Avenida de Mayo ya se escuchaba a la vicepresidenta empezar su discurso mientras que, casi en silencio, todavía miles de personas se dirigían hacia la plaza. Un rumor de que su presencia en el escenario sería a las 16 horas hizo que muchos llegaran con el acto iniciado.

“Venimos a demostrar que nuestra candidata es Cristina. ¿Qué otro candidato podría llenar así esta plaza?, le dice a ANCCOM una militante que prefiere no identificarse.

En la identidad discursiva que construyó históricamente el kirchnerismo, los cantos que detienen un instante el discurso son centrales. Vamos con los de esta plaza: “Cristina presidenta”, cantado más de diez veces durante el discurso. “Una más y no jodemos más”, “Néstor no se murió, vive en el pueblo”, obligatorio en las recurrentes alusiones a su gobierno. “La proscripción se va a la puta que lo parió”; “somos la gloriosa Juventud Peronista”; “Junto a Néstor y Cristina, la gloriosa JP”; “Patria sí, colonia no”; “No me importa lo que digan los gorilas y Clarín”. Y alguno más en casi una hora de discurso.

De ese discurso, una plataforma electoral bajo una consigna de unidad. Para la vicepresidenta, se debe llegar a un modelo de acumulación acordado entre el sector público y el privado en “las actividades que más retornos provocan, y, por lo tanto, significan mayor incorporación de tecnología, son de valor agregado y de trabajo calificado”.

A los 40 minutos de discurso, empezó a llover de nuevo. En la calle Bolívar el tránsito de personas entre los que llegaban a la plaza y los que se iban, avanzaba en bloques que ponían en peligro el gazebo que intentaba cubrir de la lluvia a una parrilla, su parrillero y alguna persona que se tomaba un respiro de la lluvia, por momentos muy intensa.

Al discurso le faltaban 15 minutos, en los que Cristina se encargó de plantear cuatro ejes de gobierno para los próximos cuatro años: dejar de lado el programa que impone el Fondo Monetario Internacional y elaborar un programa propio de crecimiento, de industrialización, de innovación tecnológica” porque de otro modo, dice, “es imposible pagarles”. Pidió unidad nacional para dar una solución política a un problema político. En segundo lugar, destacó la necesidad de una alianza público-privada para explotar recursos estratégicos, en particular, el litio. En ese sentido, dijo: “No digo que los autos los hagas todos acá, pero por lo menos, hermano, una parte de la batería, o la batería entera, hacela acá. Si te la estás llevando toda”. Por último, pidió una renovación del pacto democrático y una Reforma Judicial, porque la Corte Suprema esun verdadero mamarracho, indigno”.

Minutos antes, Cristina había recordado los tres gobiernos kirchneristas, señaló que nunca hubo mejor distribución de riqueza que en el suyo y que para lograrlo, hay que poner “la carita fea”. Aseguró que por eso la persiguen judicialmente y atentaron contra su vida. “Aunque quieran matarme, nunca seré de ellos. Yo soy del pueblo”, exclamó

“Vengo de Mar del Plata. pagué 380 pesos para venir a escuchar a Cristina y ver a Boca. Imaginate si no es un fin de semana hermoso”, le dice un militante con un vino en la mano a ANCCOM. Para otra militante, “en la plaza hubo una sensación de derrota.”

De la plaza casi medio millón de personas se fue sin candidato pero con definiciones. Minutos más tarde, Wado De Pedro, ubicado en el escenario detrás de Cristina y entre Máximo Kirchner y Sergio Massa, lanzó un spot de campaña donde retoma los dichos de Néstor y Cristina. A su vez, en Twitter se viralizaron carteles de Wado y Cristina, casi en una fórmula, pegados en las paredes de alguna cuadra cercana a la plaza.