Diez años de lucha contra el asbesto

Diez años de lucha contra el asbesto

Trabajadores del subte marcharon a las oficinas de SBASE para reclamar la incorporación de nuevas formaciones en la Línea B y retirar las actuales que contienen asbesto. El Gobierno porteño les aseguró que no habría más prórrogas y que este 10 de enero se realizaría la apertura de sobres Ya murieron cuatro empleados contaminados.

Los metrodelegados de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro marcharon a las oficinas de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) para reclamar al Gobierno porteño que se avance con la compra de nuevas formaciones sin asbesto para la Línea B, cuyo concurso inició en 2023 y ha sido prorrogado en cinco ocasiones.

«Estamos en la continuidad de un plan de lucha, que venimos sosteniendo desde hace casi 10 años los trabajadores exigiendo que se compren las flotas para reemplazar las existentes contaminadas y que se deje de postergar la licitación», expresó el delegado Claudio Dellecarbonara en diálogo con ANCCOM.

La manifestación arrancó al mediodía de ayer en Plaza Miserere, donde trabajadores del subte, en especial de la línea B, realizaron una concentración en reclamo de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires deje de postergar la apertura de sobres de la licitación para comprar 29 formaciones que reemplacen a los actuales con presencia asbesto.

«Es un material cancerígeno que está prohibida su utilización. Después de todas las denuncias y conflictividad, que reconozca el Gobierno que existía este mineral que estaba enfermando a los compañeros y con cuatro fallecidos, empezamos a retirarlo, pero hay una parte de eso que no se puede sacar porque sino hay que cerrar la línea», dijo el secretario general, Roberto Pianelli, sobre el estado de la flota actual.

Posteriormente y con presencia policial debido a la activación del protocolo anti piquetes para evitar cortes en Avenida Rivadavia, los Metrodelegados marcharon desde las 13 a las oficinas de SBASE para pedir respuesta a los reclamos que realizan desde hace tres años.

Durante el trayecto, la columna no llegaba media cuadra. Algunos de los mnifestantes movilizaron con bombos y banderas representativas del gremio. Al llegar a la sede ubicada en Agüero 48, cortaron brevemente la calle hasta que se les ordenó liberar el carril, por lo que la concentración siguió en ambas veredas.

La línea B conecta el exCorreo Central (hoy Palacio de la Libertad) con el barrio de Villa Urquiza. En palabras de los metrodelegados, está en estado de emergencia debido a las malas condiciones en las que se encuentra: desde una reducción de la velocidad de la línea, hasta vías partidas, fisuradas y en el aire. Hay «un riesgo constante de descarrilamiento, desprendimiento de rieles», según Dellecarbonara.

«Las estaciones y la infraestructura en general están muy abandonadas, no se hacen las obras que corresponden. No se hace mantenimiento, muchas veces no hay ni escaleras mecánicas, ni ascensores funcionando, no hay acceso para personas con capacidades diferentes habilitados para que ingresen, lo poco que hay está roto».

En el medio, recientemente, fue cerrada la estación Pueyrredón para llevar adelante «obras de renovación integral», según fuentes oficiales. Se trata de una estación clave para varios pasajeros, ya que es una parada de combinación con la estación Corrientes de la H.

Por otro lado, la flota actual de la B está conformada por una mayoría coches traídos de segunda mano de Japón, fabricados hace más de 70 años y traídos en la década del 90. A su vez, durante la gestión de Mauricio Macri, fueron traídos en 2013 trenes provenientes del Metro de Madrid fabricados a fines de los 90 y que iban a ser vendidos como chatarra.

En ambos casos, presentan niveles de asbesto, un mineral que fue prohibido en Argentina en 2003 por ser cancerígeno. Debido a estar en contacto constante, cuatro empleados del Subte fallecieron, 107 resultaron afectados (de los cuales cinco tienen cáncer) y más de dos mil se encuentran bajo vigilancia médica.

Una licitación, muchas postergaciones

Subterráneos de Buenos Aires llamó a licitación en agosto de 2023 para la adquisición de material rodante para la línea y reemplazar a la flota actual. La apertura de sobres estaba prevista para el 20 de diciembre de aquel año y estipulaba la adquisición de 16 formaciones por un monto total de 155 millones de dólares y un plazo de entrega total de 36 meses.

Sin embargo, fue postergada por SBASE en cinco ocasiones. En el medio, se sumaron 13 trenes más al proceso y el presupuesto ahora es de 294 millones. «Teóricamente el día 10 (de enero) sería la nueva fecha que dieron, por eso la idea de esta movilización es decirles que para nosotros no se sostiene más esta situación. Cualquiera que viaja en la Línea B, va a ver que cada dos por tres hay problemas en la línea», comentó Pianelli.

Consultado por los motivos de la postergación, Dellecarbonara no supo decir exactamente el motivo, aunque aseguró que la gestión macrista no tiene interés en resolver de fondo la emergencia.

«Cada vez que hacen algún tipo de compra de material, hay un negociado atrás. Se puede ver con los últimos trenes que trajeron para la B de Madrid, pagándolos más caros que si fueran nuevos, cuando eran chatarra, además de saber que estaban contaminados».

Después de unas horas de incertidumbre, los trabajadores recibieron una respuesta de SBASE, la cual fue reproducida a las 14:50 por megáfono a los presentes: no habría más prórrogas en la licitación y la apertura de sobres se haría este 10 de enero. «Ellos están tan interesados en que el proceso avance rápidamente», expresó Pianelli a ANCCOM.

A su vez, destacó que hay un principio de diálogo con la propietaria del Subte: «Hablamos otros temas más, como los trenes que faltan en las líneas A y C. También dijeron que están avanzando, después infraestructura y otros asuntos que quedamos en reuniones posteriores para poder seguir avanzando».

Orgullo y rebeldía

Orgullo y rebeldía

En un mismo acto, los trabajadores del Garrahan homenajearon a sus compañeros que realizaron el primer transplante en asistolía a un niño en Latinoamérica y reclamaron contra el desfinanciamiento de salud y la precarización laboral que lleva adelante el gobierno de Milei.

La comunidad del Hospital Garrahan realizó un acto en homenaje a los trabajadores y trabajadoras que hicieron posible el primer trasplante de hígado pediátrico de un donante en asistolia en Latinoamérica. El acto se desplegó en el marco de un paro y jornada de lucha para reclamar salarios mínimos equivalentes a una canasta básica familiar, recomposición salarial del 100%, mejoras en las condiciones de trabajo, y rechazar tanto el recorte del presupuesto 2025 del 20% para el hospital como el impuesto al salario de la cuarta categoría. “Queremos seguir construyendo salud como derecho universal accesible para todos, de calidad y mejorar cada día. Sin salarios ni condiciones dignas del equipo de salud, no hay Garrahan. Prodigios como este trasplante que hoy festejamos están en riesgo por las decisiones que están tomando”, manifestó Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APT) del Garrahan.

Participaron de la convocatoria la APT del hospital, Autoconvocados del Garrahan, ATE, médicos, enfermeros, técnicos, administrativos, trabajadoras sociales, maestras jardineras, instrumentistas, camilleros, choferes, entre otros trabajadores que conforman el equipo de salud de la institución pediátrica. Además, se sumaron en solidaridad los jubilados del Plenario de Trabajadores Jubilados y de las asambleas barriales San Cristóbal, Monserrat y Constitución, artistas que imprimían en serigrafía, músicos tocando en vivo, la Asociación Gremial Docente y el diputado Gabriel Solano.

La canción “Cerca de la Revolución” de Charly García dio la bienvenida a los trabajadores que se fueron amontonando en la entrada del hospital. La banda de músicos Somos Puré tenía como telón de fondo una bandera con la consigna: “Salud en Lucha. Salud pública y de calidad para las infancias”. Charlas animadas sobre residencias y el día a día en el hospital iban y venían entre los trabajadores que almorzaban y disfrutaban de la música.

Lezana leyó la carta de los trabajadores del equipo de salud dirigida al ausente ministro de Salud Mario Lugones, a los diputados y a los senadores de las comisiones de Salud que fueron invitados al acto. Allí contaron cómo fue posible este hito: el trasplante requirió de la participación de más de 50 personas que incluyó cirujanos, percusionistas médicos, enfermeros especializados, intensivistas, instrumentadores, camilleros, choferes y coordinadores del hospital donante. Además de las horas de trabajo e investigación científica, se realizaron entrenamientos y capacitaciones en el exterior. Esta técnica “permite utilizar órganos de donantes que no sean exclusivamente por muerte encefálica, sino ahora también por paro cardiorespiratorio”. Lezana explicó: “La continuidad de ese avance es que se van a hacer más trasplantes para chicos que hoy no tendrían la posibilidad de sobrevida”.

El repertorio siguió con “Raros peinados nuevos” y “Nos siguen pegando abajo”. Los ambos verdes, azules, amarillos y combinados se mezclaban con los delantales blancos e impolutos de los médicos y el cuadrillé de las maestras jardineras. En pintura roja y sobre el lienzo blanco de su guardapolvo, una médica tiene en su espalda escrito “Salud pública”. Otra trabajadora, lleva en su uniforme intervenido con pintura negra todavía fresca: “El Garrahan no se toca”. Una jubilada tiene colgado el cartel “Jubilados con el Garrahan. Uniendo todas las luchas”. 

Pese al logro reconocido por el mismo Ministerio de Salud, el borrador del presupuesto para el 2025 incluye un 20% de ajuste al hospital. A tres semanas de terminar el año, los funcionarios del gobierno de Javier Milei y el Consejo de la Administración continúan desoyendo las demandas salariales que producen una fuga de los profesionales a otros centros de salud por los bajos salarios. Los puestos no son reemplazados por nuevos trabajadores y ponen en riesgo la continuidad del hospital. Se le suman la reducción de las vacantes del jardín que imposibilita a la simultaneidad de trabajar y maternar, y la amenaza permanente del gobierno que baraja privatizar el hospital volviéndolo inaccesible para niños y niñas de bajos recursos. “Esta lucha que estamos dando también es porque están en riesgo los derechos que tienen los niños, las niñas y las adolescencias de este país con la política criminal que estamos sufriendo”, manifestó Alejandro Lipcovich, Secretario General de la Junta Interna de ATE.

«La vida de nuestros pacientes no cabe en columnas de Excel”, dijo Lezama.

A un año del comienzo de gobierno de Javier Milei, el delegado adjunto de ATE y auxiliar de farmacia del Garrahan Gerardo Oroz, describe su política en salud como destructiva y criminal: “Mientras nosotros reclamamos aumentos de salarios, a 80 metros de acá querían cerrar el Hospital Bonaparte. En el Posadas hay despidos. En el Garrahan la gente se va porque los salarios son malos y no los reemplazan. Todo lo que no es un negocio para este gobierno, es algo marginal que se tiene que excluir y solo sirve la salud pensada para ellos en términos de negocio”. En sintonía con Oroz, Lezana expresa: “No somos números. La vida de nuestros pacientes no cabe en columnas de Excel”. El recorte del 96% a medicamentos y test de VIH, el aumento de aranceles en el Hospital Roffo que deja sin tratamiento oncológico a pacientes que no puedan pagarlo y la quita de remedios a jubilados que ganen más de 398 mil pesos, pintan una escena sombría para el futuro de la salud pública.

“Yo les propongo algo, un acto de rebeldía”, dijo Lezana durante el acto. Con la voz entrecortada, temblorosa por la emoción, entre aplausos y silbidos de apoyo, recitó el poema de Walt Whitman: “No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte, que es casi un deber. No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario”. La Licenciada finalizó diciendo: “Pongámonos de pie compañeros. Pongámonos arriba de los bancos. Pongámonos arriba de lo que sea. El Garrahan está de pie. El Garrahan está en lucha, no nos van a vencer”. Uno a uno, médicos, enfermeros y técnicos se elevaron sobre los asientos. Algunos ayudaban a otros a subir. Otros cantaban “Llamen al peluca de Milei para que vea que este equipo no cambia de idea, pelea y pelea por el hospital”.

Durante el 2024, los trabajadores del Hospital del Garrahan marcharon, hicieron RCP frente a la casa Rosada, movilizaron al estadio de River, al Obelisco y, además, salvaron vidas.

“Todos estamos en la indigencia, no tendríamos que hacer ningún trámite”

“Todos estamos en la indigencia, no tendríamos que hacer ningún trámite”

Los jubilados volvieron a manifestarse frente al PAMI ante el anuncio del Gobierno de Javier Milei de que quitará el beneficio de los medicamentos gratuitos a quienes cobran más del monto equivalente a un haber mínimo y medio. Otra vez hubo hostilidad policial.

Los jubilados se movilizaron ayer desde la sede del PAMI, en el centro porteño, hasta el Congreso de la Nación, donde fueron reprimidos por la Policía de la Ciudad, en reclamo de la restitución del 100 por ciento de la cobertura en medicamentos.

La movilización estuvo encabezada por el Plenario de Trabajadores Jubilados y la agrupación Jubilados Insurgentes, con el acompañamiento de militantes y dirigentes del Frente de Izquierda.

“Llegamos a un punto en que tenemos que elegir entre comer o comprar los medicamentos. Este gobierno, con su política de indigencia, ajusta cada vez más a los jubilados. Nosotros no somos la casta, Milei dijo que la casta debía pagar el ajuste”, afirmó Alicia Paz, de la Agrupación de Jubilados Clasistas.

Otro miembro de la agrupación, Antonio Massimilla, criticó a la Confederación General del Trabajo (CGT) y a otras organizaciones que no acompañaron la marcha: “La CGT ya tendría que haber manifestado su apoyo y hacer un paro general. No podés tener a un jubilado con 300 mil de mínima, ni hablar si tiene que alquilar. ¿Y para comer, cómo hace?”.

Durante la protesta, la Policía porteña intentó reprimir a los manifestantes, lo que generó empujones e insultos, aunque sin mayores consecuencias. “Estábamos tranquilos, expresándonos en democracia, pero ellos vienen a provocar. Es una vergüenza que repriman a gente mayor”, señaló una jubilada que prefirió permanecer en el anonimato.

“De alguna manera, el protocolo que está vigente vulnera el derecho a la protesta y la posibilidad de la libertad de asociación y de expresión. En ese sentido, es un hecho más que se suma luego de la implementación de ese protocolo, ya hace un año. Es algo que venimos denunciando consecutivamente en nuestros informes”, señaló FedericoSchmeigel, representante de la Comisión Provincial por la Memoria, durante la movilización.

En el último año, los medicamentos más consumidos por las personas mayores en Argentina registraron un incremento promedio del 210,7 por ciento, superando la inflación general del período, que alcanzó el 201,5. Este panorama, agravado por la reducción de la cobertura del PAMI y el endurecimiento de los requisitos para acceder a beneficios, evidencia un retroceso significativo en los derechos de una población vulnerable, que en promedio consume cinco medicamentos mensuales.

“El daño psicológico que le produce a un jubilado pensar que no puede tener su medicamento diario genera un impacto enorme en la salud psíquica y física. Además, los medicamentos no están indicados caprichosamente, todo tiene una prescripción”, indicó Virginia Fernández, de Jubilados Insurgentes.

«El medicamento que tomo para la presión arterial siempre estuvo cubierto al 100 por ciento, pero ahora solo tiene una cobertura del 50. Lo mismo ocurre con otro que uso para el colesterol alto, que también pasó de estar completamente cubierto a tener solo el 50 por ciento de cobertura. Conozco a otros jubilados que toman más medicación y ya no cuentan con ningún medicamento con cobertura total», detalló Silvia Gabay, jubilada y militante del Partido Obrero.

“Yo tomaba diez remedios, ahora solo cuatro, bajé diez kilos porque como una vez al día. Y tengo anemia al no poder comer bien”, expresó Argentina Leyes, otra jubilada presente en la movilización. Además, compartió su dolor por la muerte de su hijo, Javier Gerez, hace 11 años: “A mi hijo lo mató la policía con una bala de goma. Lucho por justicia porque cerraron la causa y nadie fue preso. Un pajarito no lo mató, y yo soy la mamá. Voy a luchar hasta el último día”.

En 2024, el PAMI redujo el vademécum gratuito de casi 3 mil a 2 mil medicamentos, limitando el acceso a cinco mensuales para quienes perciben hasta una jubilación mínima y media. Además, el descuento en medicamentos “de uso eventual” pasó del 80 al 40 por ciento, y se endurecieron los requisitos para el subsidio social, excluyendo a jubilados con ingresos superiores al umbral o que posean ciertos bienes.

“Hay que hacer una declaración jurada para demostrar que uno no es pudiente. Como si ganar 400.000 pesos te da el carnet de pudiente, ¿no? Es decir, todos estamos en la indigencia, no tendríamos que hacer ningún trámite”, se quejó Víctor Ragonese, de Jubilados Insurgentes.

“He presentado cuatro proyectos por el tema del PAMI. Ya con la resolución anterior que habían recortado una parte de los medicamentos, habíamos pedido la interpelación a Esteban Leguízamo (director del organismo) en la Cámara de Diputados, y no fueron ni capaces de responder”, sostuvo Vanina Biasi, diputada del Frente de Izquierda.

Los proyectos proponen aumentar los haberes jubilatorios hasta alcanzar la canasta básica, financiado por impuestos a grandes fortunas y evasores, no por el IVA. También busca promover el trabajo registrado para asegurar fondos para el ANSES. Además, plantea interpelar al director del PAMI y derogar resoluciones que limitan el acceso a medicamentos gratuitos para quienes ganan más de 389.000 pesos.

Gabriel Solano, diputado del Frente de Izquierda de los Trabajadores, subrayó: “Ya no se trata de proyectos nada más, hay que luchar. Porque el Gobierno bloquea los proyectos, y cuando eventualmente se aprueban, los veta. La pelea más importante es fuera del Parlamento”.

«No queríamos caer en la autoayuda»

«No queríamos caer en la autoayuda»

Con un humor ácido y sin endulzar la realidad, la novela ilustrada “Montaña. Crónica de un cáncer” se propone como un compañero de viaje antes que dar un mensaje esperanzador.

Lo que comenzó como un desahogo personal durante el tratamiento contra el cáncer de mama, pronto se transformó en un proceso creativo profundo y transformador. Escrita por Florencia Curi, editada por Maite Diorio y con las ilustraciones de Marianela Müller, Montaña. Crónica de un cáncer es una novela que cuenta en primera persona la historia de una joven que enfrenta su diagnóstico de manera honesta y sin filtros.

A través de páginas que mezclan palabras con imágenes, la obra explora no sólo la enfermedad sino también los vínculos familiares y la relación con el propio cuerpo. En diálogo con ANCCOM, Curi y Müller reflexionan sobre los desafíos que enfrentaron durante la escritura, revelan por qué eligieron el formato de novela ilustrada y cuentan cómo fue llevar adelante un proyecto autofinanciado por ellas mismas.

Definen al libro como una obra coral, ¿cómo fue el proceso de trabajar en conjunto?

Florencia Curi: Fue de mucho trabajo y tuvo dos etapas. En la primera escribí con Maite el primer borrador sobre mi tratamiento y en la segunda la dinámica fue mucho más fluida porque se incorporó Marianela. Más allá de que yo había hecho un boceto de cómo iba a ser la estructura, el libro ganó fuerza en el momento en que empezamos a trabajar en cada capítulo y en lo que queríamos mostrar.

Marianela Müller: Me gusta decir que el libro se fue amasando, porque hubo mucho de ver y rever qué era lo que queríamos contar y cuál era el sentido que tenía, tanto en texto como en imagen. Las tres propusimos, movimos y corrimos las cosas de lugar, así que hubo una puesta a prueba y evaluación constante.

¿Cómo surge la necesidad de responder al tratamiento con el arte?

FC: La idea fue de Maite, que me sugirió que empezara a escribir lo que me estaba pasando. Primero funcionó como un momento de desahogo y de refugio en donde escribí un montón de palabras que expresaban lo que sentía y que tenían que ver en su mayoría con mi enojo. Después hubo una intención de transformar todo eso en un proceso creativo y en el que cuidé mucho más lo que quería decir. También funcionó como disparador la novela ilustrada El arte. Conversaciones imaginarias con mi madre, que me regaló Maite y que fue el único libro que yo pude usar en las quimioterapias. En esos momentos la verdad es que no se puede leer nada porque se te nubla la vista, así que yo quería que nuestro libro fuese ilustrado para que quien tenga que hacerse la quimio, pueda ver, aunque sea las imágenes.

¿De qué manera se articulan texto e ilustraciones?

MM: Las ilustraciones buscan aportar un recorrido emocional, no desde una representación literal de las acciones sino de contar el universo sensible que atraviesa tanto la protagonista como su entorno. Busqué jugar con escenas, lugares y hasta incluso paisajes para abrir desde las imágenes la cabeza de quien lee y que pueda empezar a sentir otras cosas. Cuando alguien escribe una acción es mucho más fácil trasladarla a una imagen y construir el mundo emocional a partir de eso que si un texto solamente menciona que el personaje está triste o aburrido. Lo más interesante es que nos permitimos construir determinadas líneas de trama simbólica a través de las ilustraciones que fueron sumando pequeñas capas.

¿Cómo se cuenta una historia así sin caer en la autoayuda?

FC: Fue una de las cosas en la que no queríamos caer. Yo creo que el libro lo logra porque, por un lado, cuenta todo de manera muy cruda, y por el otro, porque lo hace con un humor bastante ácido. No tiene el tono del “sí se puede” ni romantiza la situación, sino que es la cruda realidad con respeto. Si bien tiene imágenes que son dulces, no buscamos tamizar ni esconder nada.

MM: Sí, las imágenes lo logran porque no tienen una intención romántica, sino que buscan mostrar la sensación de estar en carne viva durante el tratamiento. También hubo una búsqueda de determinadas ilustraciones con ciertas sombras para generar distintas atmosferas y proponer la idea de que primero hay que navegar la situación y después se empieza a ver cómo se sale.

¿Cómo es llevar adelante un proyecto autofinanciado?

MM: Si bien veníamos de ser seleccionadas por unos fondos concursables para proyectos culturales de la provincia de Entre Ríos, que nos ayudaron a tener la maqueta final del libro, no creímos que fuese posible verlo materializado este año. De hecho, fue Maite la que nos propuso pensar distintas alternativas para publicarlo y ahí surgió la salida del financiamiento colectivo. Tomamos la decisión de empezar con la campaña un mes antes de lanzar el libro al público y nos desbordó positivamente, porque la recepción fue muy buena. Somos personas que estamos en movimiento, conocemos gente y tenemos redes, pero logramos llegar a personas que no formaban parte de nuestros círculos. Eso ayudó a que el libro se empiece a mover solo y que hayamos podido llegar de manera rápida al objetivo planteado.

¿Esperaban que tuviera tanta repercusión?

FC: Ni por casualidad. Quizás Maite fue la que tenía más fe y la que nos dijo que teníamos que prepararnos para lo que se iba a venir por la temática que abordamos.

MM: Sí, pienso que tiene que ver también con la responsabilidad con la cual encaramos el tema y el proyecto. No queríamos hacer algo a medias tintas, sino que queríamos que el libro tuviera toda esa fuerza y calidad con la que lo estábamos imaginando, no solo en la impresión y en la materialidad, sino también en el contenido. En el camino de pensar la historia, su sentido y también sus lectores nos encontramos con la sorpresa de que la gente no solo apoyó el proyecto, sino que apostó por un libro de tres personas. Nos seguimos sorprendiendo con las devoluciones de quienes lo leyeron y con que nos lleguen mensajes tan lindos desde diferentes partes del país.

¿Qué buscan transmitir con la novela?

MM: Si bien el eje es que la protagonista atraviesa el cáncer de mama, busca trascender la enfermedad. Es la historia de alguien que vive en una ciudad a 500 kilómetros de la Capital, que atraviesa una situación personal que le cambia la vida y que es sostenida y acompañada por los vínculos, la familia y las amistades.

FC: Lo primero que pensamos fue en un libro que pudiese acompañar a personas que estuvieran pasando por algo similar para que no se sintieran solas. No necesariamente tiene que ser alguien que esté enfermo ya que la novela toca un montón de aristas con las que se puede empatizar. Si bien el relato aborda el cáncer de mama, también habla de la amistad, la familia, los vínculos, la mujer y lo que le pasa con su cuerpo. No buscamos que sea un manual ni que funcione como una receta que dice lo que está bien y lo que está mal, porque cada uno lo vive como puede. La novela busca interpelar a quien lo lee y ponerlo en un lugar reflexivo.

Abrazo cultural al Garrahan

Abrazo cultural al Garrahan

El conflicto laboral del hospital pediátrico más importante del país lleva tres meses ininterrumpidos. Artistas para todas las edades realizaron un festival público en apoyo a los trabajadores.

Hace más de doce semanas que los trabajadores del Hospital Garrahan llevan a cabo medidas de fuerza en reclamo de la abrupta rebaja salarial que están percibiendo desde el comienzo de las gestiones del presidente Javier Milei y del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Benos Aires Jorge Macri. Este viernes 8 de noviembre, la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) del Garrahan, la Junta Interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y los Autoconvocados Garrahan organizaron un paro activo de 24 horas y un abrazo cultural en la entrada de la institución ubicada en Combate de los Pozos 1881.

“Este movimiento empezó porque la destrucción del salario fue brutal. Tenemos a miles de trabajadores del hospital que no cubren ni siquiera la canasta de pobreza”, comentó Alejandro Lipcovich, trabajador del Hospital Garrahan y Secretario General de la Junta Interna de ATE. Y aludió a los tres pedidos principales que están realizando: “Reclamamos que el mínimo equivalga al costo de la canasta familiar, planteamos una recomposición del 100% de todos los salarios, sin distinción de profesión u oficio y pedimos que el sector del hospital que está siendo afectado por el mal llamado impuesto a las ganancias sea eximido”. 

La jornada inició a las 9:30 y contó con la presencia de varios artistas quienes desde su música decidieron apoyar a la causa. La grilla del festival incluyó un bloque especialemente destinado para las infancias, con bandas como Los Raviolis y Anda Calabaza, seguido de presentaciones de solistas como Julieta Laso y Bruno Arias y grupos como Las Manos de Filippi, entre muchos otros. Mostraron su adhesión a la protesta múltiples organizaciones, entre las que destacó Madres de Plaza de Mayo.

El Hospital Garrahan es una institución pediátrica reconocida tanto nacional como internacionalmente que se dedica a la atención de pacientes provenientes de todo el país de entre 0 a 15 años con patologías severas y complejas, es decir, casos de alta complejidad que no tienen otro lugar en donde ser tratados. “Es una lucha que responde a algo muy sentido del pueblo argentino. No son solo nuestros intereses como trabajadores del hospital sino también de todos los trabajadores que quieren tener un lugar para atender a sus niños, un hospital que es emblema en nuestro país”, agregó Lipcovich.

Por su parte, Natalia Veliz, pediatra especialista en medicina interna que trabaja hace veinte años para el Garrahan, afirmó que “los salarios están muy por debajo de lo que un profesional de la salud merecería estar ganando en este momento. Está totalmente desfasado con la labor que realizamos”. A su vez, destacó que una situación que se desprendió de la baja salarial es la pérdida de los profesionales, lo cual “pone en riesgo el funcionamiento de la institución, la estabilidad y la labor de los equipos interdisciplinarios que para nosotros es fundamental en nuestra tarea cotidiana”.

Veliz junto a su compañera Carola Saure, pediatra especialista en nutrición que lleva 23 años trabajando en el Garrahan, mencionaron que otra preocupación que desata esta problemática es la búsqueda de segundos empleos por parte de los trabajadores. “Este es un hospital que se caracteriza por tener jornada completa y extendida. Todos trabajamos hasta las 4 o 5 de la tarde, por lo cual conseguir otro trabajo significa a veces trabajar 80 horas semanales“, remarcó Saure.

Sin embargo, la tarea del hospital no es únicamente brindar asistencia a sus pacientes. Tal como lo mencionó la pediatra Saure, el Garrahan también se ocupa de formar profesionales de todo el país. “Eso es fundamental porque este es un país enorme que requiere atención de calidad y formación pos básica para todo el territorio nacional. Es una tarea que el hospital viene cumple desde hace 37 años”. Explicó, asimismo, que los sueldos bajos generan que los futuros profesionales no elijan al Garrahan como su lugar para formarse y que esto va a repercutir en el futuro. “No es un déficit de ahora solamente. Es un déficit a futuro de la salud pública y de la salud de excelencia de nuestro país en general. No es solo mirar el Garrahan como institución, sino mirarlo en su expansión a todo el país”, sentenció Saure.

Respecto a la jornada organizada para este viernes, el Secretario General recalcó la importancia de hacer los reclamos visibles en las calles, ya sea con eventos de esta índole como con algún otro tipo de manifestaciones: “Siempre buscamos movilizarnos para que no sea simplemente un paro dominguero porque entendemos que la movilización activa de los trabajadores es lo que puede cambiar la situación”. En este sentido, la diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires por el Frente de Izquierda Vanina Biasi opinó que “es clave estar con el cuerpo en las calles y en las luchas para darle confianza a la gente que hoy está atemorizada o deprimida para que salga”. Y continuó: “Hoy hay mucha gente que está muy impactada por la política de Milei y hay mucha fuerza política que dice que hay que guardarse, que hay que esperar. Y eso no es verdad”.

La diputada Biasi, quien presentó dos proyectos elaborados bajo la discusión de los trabajadores del hospital acerca de los salarios y la insalubridad, estuvo presente en el evento. En diálogo con ANCCOM, mostró preocupación porque “están desfinanciando toda la atención a los menores” y explicó que “es fundamental unir las luchas para que en definitiva golpeemos el corazón de la política de Milei, que es destrozar las condiciones de vida de la clase trabajadora argentina”.

“Venimos de una marcha donde pudimos unificar salud con educación y jubilados. Hay que fortalecer cada sector y salir juntos a la calle. Es la única manera de parar el plan del gobierno que es devastador”, concordó Norma Lezana, Secretaria General de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APYT). Finalmente, refirió sobre las actividades para el futuro: “Estamos impulsando una acción para el día 21 de noviembre que es también el Día de la Enfermería. Con paro y movilización desde el Congreso, donde se va a estar decidiendo el presupuesto nacional, y a la Legislatura que es donde se decide el reconocimiento de la enfermería como labor profesional en la Ley 6035”, manifestó la secretaria.