El Garrahan en terapia

El Garrahan en terapia

Residentes del hospital pediátrico, acompañados por trabajadores de su institución y de otros centros de sanitarios, marcharon hasta el Ministerio de Salud para reclamar por el aumento de sus haberes y el fin del desfinanciamiento.

La calle se transforma en un campo de lucha nuevamente, el bombo y el platillo acompasan el caminar de los presentes que llenaron las calles en pos de un pedido de reconocimiento salarial de su labor médica. “Sin residentes no hay hospital” es el canto recurrente, que evidencia el esfuerzo, las horas sin dormir, sin comer, corriendo de aquí para allá, para atender los pacientes que ingresan al hospital.

Los corazones violetas son portados por varios, en señal de apoyo y vinculación con el hospital Garrahan cuyos residentes fueron quienes encabezaron la marcha de este jueves, a la que también se sumaron residentes de otros hospitales, como los del Fernández, los de Ana Goitia, y los del Laura Bonaparte, entre otros.

Las personas que se cruzan con la procesión aplauden, tocan bocina, saludan desde sus lugares de trabajo, y desde las escuelas también, mostrando su apoyo al reclamo, no obstante, médicos y residentes, tienen otro canto que impulsa la reflexión, “con aplausos no se llena la heladera”.

La residente de clínica pediátrica, Candela Medina, comenta: “hoy en día los residentes de primer año de pediatría ganamos entre dos mil o tres mil pesos la hora, percibimos un sueldo de 797 mil pesos, y trabajamos entre sesenta y setenta horas por semana, con guardias de veinticuatro horas, sin descanso, con demanda complejísima”. El hospital Garrahan es un centro de atención pediátrica de alta complejidad; sin embargo, los profesionales que se formaron durante años para estar al nivel de tratar estas afecciones, viven con un sueldo bajo la línea de pobreza. Según Candela, esto es ya “insostenible”.

La marcha comenzó con un fragmento del himno, “Al gran pueblo Argentino, salud”, y en momentos posteriores, se señaló lo contemplado en nuestra constitución como el derecho a la salud, a la educación y al trabajo digno que no estaría siendo respetado. Lola Flores, quien tiene una hija que se atiende en el Hospital comenta: “apoyar a la Garrahan es una necesidad, es mi obligación, mi nena se atiende ahí, si llega a cerrar nos perjudica a nosotras también, que nuestros hijos se atienden ahí”.

Micaela Ramos, jefa de residentes de medicina general y familiar del Hospital Álvarez, reflexiona sobre las implicancias futuras de esta precarización: “Esta lucha no es solo salarial, habla también del funcionamiento del sistema de salud, de fomentar el hecho de que se vayan profesionales de hospitales nacionales, provinciales y municipales a causa del salario, no sólo en detrimento de la salud actual, sino de la salud futura”. Agrega, que al irse estos profesionales, aquellos que vengan después a capacitarse en el sistema de residencias, no tendrán el mismo grado de formación.

Si bien el reclamo salarial fue encabezado por residentes, se extiende para toda planta y equipos de salud, ya que los sueldos están depreciados y estáticos desde hace un año y medio. El paro, afecta también el funcionamiento del hospital, ya que se está haciendo un paro sin cobertura de guardia desde la semana pasada, “y esto dificulta cubrir guardias y brindar una buena calidad de atención a los pacientes”, explica Rita Marcela Fernández, pediatra y miembro de la Comisión Directiva de la Asociación de Profesionales.

El viernes 30 de mayo, habrá una audiencia pública en el Congreso donde se pedirá por una ley de financiamiento y blindaje presupuestario para combatir el vaciamiento de la salud pública.

“El sector de enfermería tiene salarios miserables”

“El sector de enfermería tiene salarios miserables”

Una diputada provincial, una enfermera y un representante sindical denuncian la precarización que padecen los trabajadores de la salud, esenciales durante la pandemia, invisibles en la actualidad.

Movilización de trabajadores del Garraham. ARCHIVO ANCCOM

“Estamos reclamando por el aumento de la canasta básica, el reconocimiento profesional y el pase a planta permanente de los trabajadores de enfermería, que son aparentemente invisibles a los ojos del Estado, el mismo Estado que en plena pandemia los consideraba como altamente esenciales, pero que hoy son menos que eso”, expresa la diputada provincial bonaerense Laura Cano Kelly.

Según Cano Kelly, en la provincia de Buenos Aires se quita reconocimiento a los trabajadores del sector teniéndolos a la mayoría bajo la Ley 10430, es decir como “administradores públicos”.Si bien más tarde, con la Ley 15433, de 2023, hubo un reconocimiento, solamente alcanzó a los licenciados en Enfermería como profesionales en salud, quedando afuera miles que no cumplían los requisitos. “Esto es una falta enorme de respeto y de empatía hacia ellos”, sostiene Cano Kelly, quien además de su cargo en el parlamento bonaerense ejerce su profesión de médica en el Hospital “Horacio Cestino” de la localidad de Ensenada.

Cano Kelly, de 33 años, oriunda de la ciudad de Rauch, forma parte del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) en el Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad (FIT-U). Feminista, referente de la agrupación internacional Pan y Rosas, docente e integrante de la directiva de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires(CICOP) –en representación de la oposición–, afirma: “Junto a mis compañeros del Frente de Izquierda llevamos adelante el reclamo por la precarización laboral histórica, que todos los gobiernos han perpetuado, del sector de enfermería, compuesto en gran medida por mujeres y la mayoría jefas de hogar”.

En la sesión legislativa del pasado 12 de mayo, Día Internacional de la Enfermería, Cano Kelly tomó la palabra para rendir homenaje a todas sus trabajadoras.“Mis mayores respetos y mi homenaje total a los compañeros y compañeras enfermeras. Cobran dos mangos y son los que están ahí. Les dan de comer en la boca a los pacientes muchas veces –remarcó–. Estamos hablando de gente que pone su vida al servicio de la salud pública, que la defiende por muy precarios salarios, mientras diputados senadores y jueces cobran por encima de los cuatro millones de pesos”.

Pese al intento del presidente del cuerpo de interrumpirla, señalándole que su intervención debía limitarse a un homenaje, Cano Kelly continuó defendiendo al sector de enfermería, denunciando las condiciones laborales y la precariedad en la que están inmersos los trabajadores de lasalud no sólo en la provincia sino en todo el país. “El sector tiene salarios miserables, de vergüenza –agrega en diálogo con ANCCOM–, que están por debajo de la línea de pobreza, mientras que la billetera de los grandes políticos de turno engorda todo el tiempo. ¿Cómo puede ser que un trabajador de 30, 35 años de antigüedad en la profesión, tenga un básico de 500 mil pesos mensuales? Estos hechos indignan y hacen que cada vez llevemos los reclamos en defensa del sector de la forma más visible y combativa posible. Es así como en la legislatura mostré,a los que ocupan las bancas, los recibos que me alcanzan los trabajadores de salud,exponiendo sus ingresos como pruebas,que no me dejan mentir, ante los ojos de todos, de su triste realidad”.

“El arte de cuidar, así llaman a la enfermería”, dice Graciela Viola, enfermera con 35 años de profesión y licenciada de la carrera y completa:. “El arte de cuidar a otro que atraviesa una situación muy vulnerable, una de las profesiones más nobles y más humanas que existe”. Sin embargo, “el sistema de salud está cada vez más caótico”, asegura Viola, quien se desempeña en el Hospital Central de San Isidro. “Hay mucha demora para la atención, ya que los médicos hacen guardias de doce horas, y atendiendo de a dos no logran cubrir las necesidades de los pacientes, aparte de que muchos médicos emigran a otros países”.

“En los hospitales provinciales –detalla Viola–, los enfermeros trabajan entre 6 y 7 horas diarias.En cambio, en otros,como en el que yo estoy, las guardias son de 8 horas y el sueldo aumentó muy poco, es paupérrimo. En el Hospital Municipal ‘Bernardo Houssay’ de Vicente López tienen el sistema ‘tranquero’ (cuidado de transición que se brinda a los pacientes cuando pasan de una fase a otra de su enfermedad o tratamiento), siendo reconocidos sus profesionales y teniendo un sueldo mejor. O sea, hay muchas diferencias de salarios entre hospitales públicos municipales”.

“La enfermería ha ido cambiando en el tiempo –prosigue Viola–.Se ha desarrollado tanto teórica como científicamente. Hoy una enfermera puede dar su opinión ante un médico. Considerando que el Estado tiene tres grandes instituciones -educación, policía y salud-, al fin y al cabo es todo política. Parece que no conviene que estas personas ganen bien y sean reconocidas como se debe.”.

La diputada Cano Kelly refiere que desde su espacio proponen un salario básico de 1.700.000 de pesos mensuales y por el reconocimiento completo de la enfermería como profesión en salud. También pone el foco en los municipios: “Son las grandes agencias precarizadoras del país. No permiten que sus trabajadores puedan ser representados por sindicatos fuertes, ya que estos reciben la constante presión de los gobiernos locales, teniendo sus canales de diálogo negociación muy limitados”.

Desde su función como delegado del sindicato municipal del Hospital Central de San Isidro, Marcelo Yandel subraya que están en un continuo proceso de asambleas con sus trabajadores en el reclamo y la negociación con el municipio, exigiendo el incremento del salario básico y rechazando aumentos del 5 y 8 porciento “que son humillantes –afirma–, no alcanza ni para ir a comprar carne, y teniendo que aceptar los llamados bonos únicos, que ayudan en el momento pero no son la solución,como el que el municipio otorgó en mayo, de 3.000 mil pesos”.

La propuesta del sindicato al municipio, según Yandel, es conseguir un aumento al sueldo básico para todos los trabajadores en salud del hospital. “Y no tener que recibir los ya conocidos bonos que representan una humillación y una descalificación y que son pan para hoy hambre para mañana”, enfatiza el representante gremial, quien anticipa que van a seguir luchando y reuniéndose en asambleas, tomando medidas fuertes y, en caso de ser necesario, añade, se llegará al paro. Entre los numerosos reclamos, además del salario básico, están el pase a planta permanente yla vestimenta de trabajo.

La lucha de los trabajadores de la salud por mejores condiciones laborales y salariales es un tema que atraviesa jurisdicciones. Tanto en hospitales públicos municipales, provinciales y nacionales –como lo demuestra, por caso, la lucha de los profesionales del Garrahan– todos buscan el justo reconocimiento a su labor. “La salud no es un negocio –sostiene la diputada Cano Kelly–y es fundamental que se priorice la protección de los derechos de los trabajadores y la calidad de atención médica para todos. No sirve homenajear a la enfermería si después no se la reconoce como profesión”.

La baja del Reprocann es puro humo

La baja del Reprocann es puro humo

En febrero, Patricia Bullrich advirtió sobre el probable cierre del programa que ya lleva cuatro años. Sin embargo, continúa funcionando para el beneficio de múltiples pacientes. ¿Cómo impactaron las políticas del gobierno de Milei?

Las declaraciones de Patricia Bullrich acerca del probable fin del Reprocann, generaron fuerte preocupación en cultivadores y usuarios del cannabis medicinal. Las afirmaciones, que no se han concretado hasta el momento, produjeron temor por la desaparición de una herramienta para la salud de más de 300 mil inscriptos. Anccom dialogó con varios cultivadores y activistas cannabicos para conocer la realidad del programa tras cuatro años de su aprobación. ¿Es el cierre del programa una posibilidad concreta?

Para Valeria Salech, presidenta de la organización civil Mamá Cultiva, es necesario poner paños fríos en el asunto. “El Reprocann sigue funcionando correctamente; las licencias siguen funcionando y se sigue autorizando gente”, declaró. “Las declaraciones de Bullrich como ministra de Seguridad no tienen lugar en cuestiones de salud: es como si el ministro de Economía anunciara un plan de vacunación”, aclaró.

Bullrich se refirió a la necesidad de empezar de cero con el programa como consecuencia del “desvío de la marihuana hacia el mercado ilegal”. Ante estas declaraciones, Salech afirma que la ministra está utilizando casos aislados para justificar una política que no tiene base en la realidad: “Puede ser que haya gente que use el Reprocann de esa manera, pero también hay gente que pasa el semáforo en rojo y no por eso vamos a prohibir los autos”.

“Las declaraciones de Bullrich como ministra de Seguridad no tienen lugar en cuestiones de salud: es como si el ministro de Economía anunciara un plan de vacunación”, aclaró Salech.

Las licencias: Un proceso cada vez más lento y limitado.

“El proceso de inscripción se hace desde la app o la web de Mi Argentina, es un sistema que es bastante intuitivo y sencillo de completar. Una vez que la persona lo completa como paciente debe contactarse con un médico para realizar una entrevista y llenar un formulario. De ahí quedan a la espera del Ministerio de Salud que se encarga de aprobar o rechazar las licencias”, explica Salech y añade: “Desde que asumió el gobierno actual se ralentizó mucho este proceso, hay gente que está esperando hace casi dos años”.

La resolución de agosto del 2024 del Ministerio de Salud establece que solo  “un profesional médico que se encuentre registrado en la Red Federal de Registros de Profesionales de la Salud (REFEPS) y contar con una Diplomatura o Maestría sobre el uso medicinal de la Planta del Cannabis Medicinal” puede indicar un tratamiento con cannabis, requisito para la aprobación del Reprocann. Emilio Ruchansky, editor adjunto de la revista THC e integrante del Centro de Estudios de la Cultura Cannábica (CECCA), aclara que desde este cambio “se ha rechazado a muchas personas por no tener el aval de un médico diplomado, lo cual es arbitrario porque cuando esas personas se inscribieron al Reprocann, no existía esa resolución”.

Estas medidas del gobierno provocan que el proceso de aprobación de la licencia sea cada vez más lento, limitando el acceso a personas que necesitan del cannabis para llevar una vida plena. Los cultivadores Nicolás Rodríguez y Joana Scapiel, creadores de la organización Aura Salta que promueve proyectos vinculados al cannabis, denuncian una paralización de las licencias de cultivo: “Esto afecta a todas las empresas nacionales productoras de cannabis, impidiendo el desarrollo de una industria nacional autónoma y soberana”.

Beneficios a la salud

“El Reprocann fue una política pública ejemplar en Argentina y en el mundo”, sostiene Salech, remarcando la importancia de acercar esta herramienta a personas que no encuentran solución a sus problemas de salud en la medicina tradicional. “Las personas con enfermedades crónicas que llegan al cannabis, suelen hacerlo después de recorrer muchos tratamientos, de haber probado por todos lados, pagando un dineral para ir a especialistas y no encontrar un alivio a sus síntomas. De esta manera, les estás dando a esa gente una chance más”, asegura.

Salech también destacó cómo la aprobación del Reprocann legitimó al cannabis como herramienta terapéutica. “Se borró el estigma que hacía que la gente que llega al cannabis medicinal, lo haga con miedo y el Reprocann les sacó ese temor”, explica Salech y añade: “Ahora, la gente puede ir con confianza a su médico para que le autoricen el cultivo y abrirse a una nueva manera de construir salud con personas que está dispuesta a ayudarte y a acompañarte en este proceso”.

“En Aura Salta, hemos recibido numerosas consultas y solicitudes de información de personas que sufren de dolores crónicos, pacientes con cáncer y aquellos que tienen dificultades para conciliar el sueño”, afirma Scapiel y añade: “Numerosos usuarios reportan mejoras en su calidad de vida, reducción del dolor, disminución de crisis, mayor estabilidad emocional y descenso en el consumo de psicofármacos y opioides, muchos de los cuales generan dependencia o efectos adversos”.

«Se está persiguiendo la tenencia por consumo personal, afirma Ruchansky. Foto Archivo.

“No más presos por plantar”

La otra cara del éxito del Reprocann es haber sacado de la clandestinidad a los cultivadores del cannabis medicinal. “Los beneficios son múltiples porque beneficia a la salud de los pacientes y a la salud de los cultivadores reduciendo el número de detenidos por plantar”, manifestó Ruchansky.

Salech, por su parte, remarca lo positivo que fue para los cultivadores la legalización del cultivo para uso medicinal. “Nos dio la posibilidad de salir del closet, de hacer `a cara limpia`  lo que antes hacíamos con miedo”, explica.

Pese a estos grandes avances en la despenalización, la criminalización del uso del cannabis medicinal no cesó completamente. “Con la implementación del Reprocann se logró cierta reparación institucional. No obstante, la criminalización persiste y se ha intensificado nuevamente desde el regresó de Patricia Bullrrich al Ministerio de Seguridad en 2023”, relativiza Scapiel.

Para Ruchansky: “las estadísticas no están claras porque no las están brindando, pero sabemos que se está persiguiendo la tenencia por consumo personal en este último año y medio”. También aseguró que este accionar refleja lo ocurrido durante el primer mandato de la ministra de Seguridad: “Cuando se debatió la Ley de Cannabis Medicinal en 2017 hubo más allanamientos a personas que cultivan,  lo cual fue una clara respuesta corporativa por parte de la policía”.

Por otro lado, en lo que respecta a los datos personales que el Ministerio de Salud tiene sobre las personas con licencia Reprocann, Ruchanzky desestimó la posibilidad de que el gobierno pueda usarlos para tomar represalias. “La información de los pacientes está protegida por habeas data y solo se puede ingresar con pedido de allanamiento a través de un juez, por lo tanto, la base de datos todavía es segura”, sentenció.

«La consigna es vaciar, cerrar, privatizar»

«La consigna es vaciar, cerrar, privatizar»

Los trabajadores del Garrahan marcharon frente al hospital en reclamo de la asfixia presupuestaria que hace renunciar a numerosos trabajadores e impide la atención de una creciente cantidad de pacientes.

Tras un largo proceso de vaciamiento, recortes salariales y despidos que vienen afectando al sector público, el 27 de marzo fue el turno de la marcha en defense del hospital pediátrico Garrahan . Los trabajadores y trabajadoras del centro de salud de alta complejidad especializado en infancias y adolescencias se manifestaron contra del desfinanciamiento de la salud pública, pidieron una recomposición salarial y mejora en las condiciones laborales, para frenar las renuncias masivas que actualmente están mermando el personal, altamente calificado, de la institución.

La movilización comenzó a las 11 en la entrada del Garrahan, en Parque Patricios, y contó con cientos de profesionales de la salud que coparon toda la cuadra. Las calles se tiñeron con los colores que distinguen a cada sector: remeras estampadas con el logo del Garrahan para los administrativos, ambos blancos, turquesas y azules para los médicos y rojos para el personal de limpieza. “Olé olé, olé olá, nuestro trabajo es esencial, salario igual a la canasta familiar”, pedían los trabajadores a coro.

Los manifestantes marcharon por el carril del Metrobús de la Avenida Brasil, aplaudiendo y alzando carteles que expresaban su solidaridad con otros centros de salud en riesgo de cierre como el Hospital Bonaparte, el Sommer y el Posadas. “La consigna de vaciar, cerrar y privatizar alcanza a todos los hospitales nacionales”, expresó la diputada nacional del Partido Obrero Vanina Biasi, presente en el frente de la movilización.

Durante el trayecto, se sumaron las bocinas de algunos vehículos mostrando su apoyo, que se mezclaron con bombos, cantos y frases pronunciándose en contra del actual ministro de Salud y del Presidente de la Nación: “Llamen a Lugones y a Milei, para que vean, que este equipo no cambia de idea, pelea y pelea por el hospital”,  “No al vaciamiento y el ajuste, si a la salud pública”, “La salud es del pueblo, no se vende, se defiende” fueron las consignas que más se repitieron en la jornada.

Durante la marcha, los participantes también mostraron su apoyo por la causa del fotoperiodista Pablo Grillo; compartieron una ronda de aplausos y exclamaron al unísono gritos de aliento para el reportero herido gravemente por la Gendarmería en la marcha de los jubilados el pasado 13 de marzo. Si bien el motivo principal que los encontraba en las calles era el vaciamiento del sector sanitario, su reclamo tenía un alcance aún más amplio y generalizado.

En diálogo con ANCCOM, Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APT), explicó que hay una política de ajuste y destrucción del sistema público de salud, que a través de las autoridades del hospital el gobierno nacional está asfixiando los salarios de los profesionales, con intenciones de que renuncien. “Hay falta de mantenimiento en general; se ve como el hospital se deteriora. El ministro Lugones no tiene diálogo con las y los trabajadores y la doctora El Kik, máxima autoridad del hospital, no recibe a los representantes de profesionales y técnicos desde octubre del año pasado”, manifestó Lezana. Fue justamente en ese período en el cual se intensificó la lucha en defensa de la salud pública en general y del Garrahan en particular, llegando a realizar un total de diez paros generales en el transcurso del año pasado.

“Esto es un hospital, no es una empresa. Es imposible pretender gastar lo mismo que se ingresa cuando el presupuesto hace más de dos años que está congelado. Esto más que déficit cero tiene lógica cero y las consecuencias las vemos en compañeros que se van, infraestructura sin mantenimiento y falta de insumos”, expresó uno de los trabajadores del Garrahan tomando la palabra a través del micrófono. En cuanto a cuál es el principal problema que encuentran los trabajadores de la institución pediátrica en el contexto actual, tanto un empleado administrative que evitó identificarse, como Antonella Melgarejo, desde el sector de Hematología, coincidieron en que la sobrecarga a la que está expuesta el personal es uno de los principales agravantes. “La explotación es la consecuencia número uno de este desfinanciamiento. Hay un vaciamiento debido a las renuncias, y a la vez un aumento en la cantidad de pacientes”, afirmó el administrativo. Además, añadió que hay una demora en el suministro de medicamentos caros y esenciales en el tratamiento de los pacientes: “Antes demoraba días o a lo sumo semanas y ahora están tardando meses”.

En relación a la problemática salarial, Andrea Bernasconi, bioquímica, dijo: “Yo estaba con una becaria que estuvo un mes y se fue al siguiente, porque afuera ganaba mucho más de lo que gano yo con 30 años de antigüedad”. Su colega Nora Saraco resaltó que se estima un ingreso de un 50% menos de becarios que junto con los residentes son parte fundamental para el funcionamiento del Garrahan.

“No hay presupuesto, el gobierno viene manejándose con la prórroga de un presupuesto y ahora ni siquiera está en debate algún monto, y lo que las autoridades del hospital hacen es que, en vez de reclamar los fondos necesarios, se ajuste al hospital para que se adapte al presupuesto”, aseguró Alejandro Lipcovich, secretario general de la Junta Interna ATE Hospital Garrahan. Esto trae consecuencias como la escasez de insumos, perjudicando el tratamiento o demora este de algunos pacientes, la mencionada renuncia de profesionales, que además es muy difícil de reemplazar, ya que se trata de personal con muchos años de trayectoria y muy calificada en el hospital de más alta complejidad en lo que tiene que ver con pediatría. “Tampoco el gobierno tiene intención de reemplazarlos, no está ingresando gente nueva”, sentenció Lipcovich.

A su vez, los participantes comunicaron que la próxima marcha incluirá un paro general el día 10 de abril, organizado por la CGT y acompañado por acciones propias de los miembros del hospital en los días previos para aumentar la convocatoria. Si bien el plan de lucha de los funcionarios del centro médico tuvo como objetivo principal visibilizar las condiciones de precariedad laboral y deterioro del Garrahan, la participación se extendió a estudiantes, autoconvocados y miembros de la Junta General. La medida buscaba transmitir que si bien el ajuste afecta a los trabajadores de la institución, también impacta en la población en general, debido a que atenta contra el derecho de acceder a la salud.

Los animales verdes no son un chiste

Los animales verdes no son un chiste

Las cianobacterias pueden producir toxinas que traen severas consecuencias en la salud de humanos y animales mucho menos simpáticas que el cambio de coloración que se dio en carpinchos, vacas y demás que circularon como memes. ¿Qué puede hacer el Estado para mitigar el problema?

 

Hace unas semanas circularon imágenes de carpinchos cubiertos por un manto verde brillante en el Río Uruguay, Entre Ríos. Más allá de lo llamativo de la escena, este fenómeno no es nuevo. Las cianobacterias que pintaron a los roedores son organismos fotosintéticos de larga historia: fueron las primeras productoras de oxígeno en la Tierra, viven en la superficie del agua y están adaptadas a casi todos los ambientes, desde lagos helados hasta ríos y termas. Su nombre significa “bacterias azuladas”

Sin embargo, hay cepas que pueden producir toxinas peligrosas para los seres vivos, llamadas “cianotoxinas”. Las más frecuentes y abundantes son las “microcistinas”, tóxicas para el hígado, y las “saxitoxinas”, que pueden dañar el sistema nervioso. Según la especialista en limnología Inés O’Farrell, “pueden tener distintos efectos que pueden llegar al cáncer, entre otras enfermedades, dependiendo del tipo de exposición, aguda o crónica”.

En los últimos años, las floraciones de cianobacterias en ríos y lagunas de Argentina están en aumento. Lo novedoso es que actualmente han llegado hasta el sur de Argentina, algo que antes no ocurría. Hay varias causas que favorecen su proliferación: el incremento de nitrógeno y fósforo en el agua, generado por la falta de regulación en el uso de agroquímicos y el vertido de cloacas sin tratar, el calentamiento global y el represamiento de los ríos, que limita la circulación del agua. “Mientras no se frene esto, las floraciones van a seguir”, advirtió O’Farrell.

 

Un riesgo para la salud

Las cianotoxinas pueden afectar a animales como carpinchos o vacas que viven cerca de lagunas o ríos, los peces que los habitan,  las aves que se alimentan de esos peces, mascotas que beben agua de río o, incluso, a personas que se toman un baño en aguas contaminadas, sobre todo niños pequeños. En los últimos años, en Argentina se registraron casos de intoxicaciones graves en humanos. Por un lado, un adulto que practicaba deportes acuáticos en Salto Grande sufrió alteraciones hepáticas por exponerse a zonas contaminadas. También una niña de veinte meses tuvo que recibir un trasplante de hígado tras sumergirse en el Río de la Plata. «Cuanto más pequeño es el organismo, más vulnerable es al efecto de las cianotoxinas», explicó O’Farrell.

En ciudades sin acceso a agua potable segura, como algunas del Chaco, Santiago del Estero y el Delta del Tigre, la presencia de cianotoxinas representa un grave problema de salud pública. Según Iribarren, poblador del Delta de Tigre y doctor en Ciencias Biológicas (UBA), en el último brote de 2022 muchas tomas de agua del conurbano bonaerense fueron afectadas. “En las islas del Tigre usamos el agua para bañarnos, limpiar, regar las huertas, lavar los platos, darle agua a los animales. Y puede intoxicar a todos por igual, ya sea ingiriendo alimentos de la huerta o por alergias en la piel».

Cloacas al río y falta de regulación

A pesar de su peligrosidad, Argentina no cuenta con regulaciones específicas sobre los niveles de cianotoxinas en el agua. Según O’Farrell, muchas cepas presentes actualmente en el Río Uruguay son altamente tóxicas. «Muchísimas veces la toxicidad está por encima de los niveles de alerta de la OMS. En Argentina no tenemos normativas ni organismos oficiales que regulen la peligrosidad de las cianobacterias».

En la Ciudad de Buenos Aires, las cloacas son vertidas directamente en el Río de la Plata, arrojando grandes cantidades de nitrógeno y fósforo al agua, que alimenta a las cianobacterias. Los desechos cloacales son residuos de los baños o cocinas con gran cantidad de materia orgánica rica en carbono, nitrógeno y fósforo. Además, estos desechos contienen compuestos con fósforo, como los detergentes, o insumos químicos usados en plazas o jardines.

“Este aumento de nitrógeno y fósforo es la condición básica para que se dé un aumento excesivo de biomasa de cianobacterias y se llegue a la floración”, explica O’Farrell. En general, el aumento de cianobacterias conlleva un aumento en la concentración de las cianotoxinas.

Mientras tanto, las poblaciones más vulnerables son las más expuestas a esta contaminación. Muchas comunidades deben potabilizar su propia agua con recursos precarios, lo que implica un aumento del costo para quienes dependen de fuentes naturales para el consumo diario.

Por ejemplo, en las islas de Tigre no hay agua corriente como en la ciudad. Los habitantes suelen recolectar agua de lluvia que cae por sus techos hacia canaletas, con filtros para su consumo. Pero la situación se agravó en el último año. «Hasta el cambio de gobierno de Milei, AySA tenía una política de distribución de agua potable en una lancha para los pobladores. “Pero hace un año perdimos ese derecho, que habíamos alcanzado con el reclamo social», denunció Iribarren. Ahora, deben transportar agua potable desde el continente, exponiéndose a riesgos como la contaminación del plástico al sol.

Un reclamo silenciado

El problema de las cianobacterias tiene solución, pero requiere medidas urgentes. Como explicó O’Farrell, la clave es reducir la entrada de nitrógeno y fósforo en el agua: «Necesitamos plantas de tratamiento de desechos cloacales. No puede ser que en Buenos Aires, con 11 millones de habitantes, la cloaca se vierta en el río. Es un reclamo que venimos haciendo con el Ministerio de Salud de Nación, pero no hubo respuesta”.

El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires desarrolló un Programa de Gestión Integral de Cianobacterias, que cuenta con un sistema de alerta temprana de concentraciones de este tipo de microorganismos en ecosistemas acuáticos. Este medidor permite que, al menos, la población pueda estar informada de si es conveniente utilizar el agua para uso diario, dependiendo de la zona.

El impacto de la contaminación va más allá de los brotes actuales. Iribarren advirtió que a largo plazo incluso podría haber casos de cáncer de hígado en poblaciones expuestas a cianotoxinas en el agua sin saberlo. “Es muy injusto que niños y niñas que viven en Tigre no tengan acceso a agua potable. El Estado tiene que garantizar este derecho”, sostuvo Iribarren.

Los carpinchos pintados de verde-azul fosforescente (no esperanza) en las redes pueden asombrar, pero no se viralizan las imágenes de las cianobacterias intoxicando nuestras pieles, hígados, sistemas nerviosos o mascotas. Si los gobiernos no toman medidas de regulación y medición de toxinas en nuestras aguas, las floraciones de cianobacterias tóxicas seguirán expandiéndose en Argentina, afectando la biodiversidad, la salud pública y la calidad de nuestra agua.