Los miércoles de la marmota

Los miércoles de la marmota

Mientras el Congreso no daba quorum para tratar un proyecto de recomposición de los haberes jubilatorios, como todos los miércoles se llevaba acabo en las afueras del Parlamento la marcha de los adultos mayores que exigen aumento y la restitución de los medicamentos gratuitos. Una vez más terminó con represión de las fuerzas de seguridad de Patricia Bullrich: palazos, gas pimienta y esta vez cuatro detenidos. Entre ellos el fotógrafo de AFP Tomás Cuesta, que por la noche fue liberado sin cargos en su contra. Mirá las fotos de ANCCOM.

“No alcanza ni para comprar dos kilos de carne”

“No alcanza ni para comprar dos kilos de carne”

Ante la precarización y los salarios de hambre, los trabajadores de Página/12 realizaron un paro de cinco días en reclamo de sus derechos más básicos. “No queremos que el periodismo se convierta en un hobby”, manifestó una de sus delegadas.

“¡Basta! Nos estamos muriendo de hambre. Los salarios de prensa y los pagos por colaboración están en niveles por debajo de la línea de indigencia. Es imposible e inaceptable”, denunció la periodista Ailín Bullentini, delegada de la comisión interna de Página/12, en diálogo con ANCCOM.

La asamblea de trabajadores de Página/12 votó un paro que se extendió desde el miércoles 14 de mayo hasta el domingo 18 a la medianoche. La medida se tomó ante una situación desesperante: los salarios apenas pasan los 500.000 pesos y lo que cobran los colaboradores “no alcanza ni para comprar dos kilos de carne”.

En una semana marcada por movilizaciones del gremio de prensa, Bullentini afirmó: “Uno nunca lo espera de una patronal o de la dirección de un diario como Página/12, que nació principalmente para darle voz al pueblo, para hacer oír este tipo de reclamos. Pero una patronal siempre es una patronal, y un trabajador o trabajadora siempre tiene que ser consciente de sus derechos. No importa dónde trabaje”.

La delegada contextualizó cómo fue cambiando la relación con la dirección en los últimos años. Aunque el diálogo nunca fue sencillo, en 2016, cuando el diario fue adquirido por el Grupo Octubre, dirigido por el empresario y dirigente sindical Víctor Santa María, el vínculo se deterioró notablemente.

Desde sus comienzos, en 1987, Página/12 ha tenido una asamblea y una comisión interna fuertes. Según Bullentini, la intención de Víctor Santa María ha sido tratar de disciplinar y desarmar esa organización. La pandemia agravó el panorama, ya que se eliminó el espacio físico compartido y la redacción quedó atomizada. “Cada uno desde su casa, lo cual dificulta mucho la organización”, agregó Bullentini.

El paro en Página/12 es la punta del iceberg de un conflicto más profundo que abarca a todos los medios, donde también se vienen repitiendo movilizaciones y medidas de fuerza. Hace casi un año, en ocasión del Día del Periodista, una encuesta del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) arrojaba un resultado alarmante: el 76 por ciento de los trabajadores del sector cobraban salarios por debajo de la línea de pobreza. Hoy el panorama es todavía más dramático. No hay profesión posible sin sueldos dignos, sostienen desde el sindicato.

En el actual mes de mayo, el SiPreBA declaró la emergencia salarial, y en este escenario el paro en Página/12 se suma a una serie de reclamos que son parte de una lucha más amplia en contra de la precarización del oficio periodístico. El pasado martes 13 de mayo, el gremio organizó una olla popular frente a la sede de Clarín para denunciar los salarios de hambre en “el gran diario argentino”.

Recientemente, algunas empresas periodísticas, en el marco de negociaciones paritarias, han ofrecido aumentos mínimos, pero aún en esta dura realidad, Página/12 paga los peores sueldos y valores de colaboración. Es más, desde febrero sus trabajadores no han recibido ningún incremento salarial.

 “También hay que decir que cuesta cada vez más organizarnos, porque estamos muy golpeados, y la realidad es que hay compañeros y compañeras que efectivamente no se quedan esperando a que Víctor Santa María nos mejore el sueldo. Tienen que salir a buscar otra cosa porque si no, no viven. Tienen familias que mantener”, remarcó Bullentini, para quien es inadmisible que se paguen salarios de hambre a periodistas, una profesión clave para sostener la salud democrática de un país y sus instituciones republicanas.

“No podemos hacer nuestro trabajo cuando no podemos comer de nuestro trabajo. No es un hobby, no queremos que se convierta en un hobby. Deseamos que sea un trabajo con plenos derechos, como alguna vez lo fue”, concluyó.

«No hay libertad de prensa sin trabajo digno»

«No hay libertad de prensa sin trabajo digno»

El Sindicato de Periodistas de Buenos Aires montó una olla popular frente al diario Clarín para exigir la reapertura de paritarias. El primedio salarial de los trabajadores de prensa escrita es de 520.000 pesos.

Este martes, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) realizó una olla popular bajo la consigna “ollas del hambre”, frente al diario Clarín, en Tacuarí al 1700. La protesta se debe a la delicada condición salarial a la que se enfrentan los trabajadores de prensa, y a la negativa de las empresas mediáticas a negociar recomposiciones de sueldos, a pesar de haber pasado más de tres meses desde las últimas paritarias.

La protesta pacífica también se centró en los ataques del gobierno de Javier Milei al periodismo, en referencia a las denuncias penales que el mandatario realizó la semana pasada hacia Carlos Pagni, Viviana Canosa y Ari Lijad. Además, entre los presentes en la actividad se encontraba Fabian Grillo, padre de Pablo, el joven fotógrafo víctima de la represión en la marcha de jubilados el 12 de marzo, que recibió un disparo que le impactó en el cráneo y lo dejó en terpaia intensiva hasta ahora.

Frente a su lugar de trabajo, los trabajadores de Clarín y los integranes de SiPreBA se van organizando para la actividad convocada para las 14. Un carril queda disponible para el paso de autos y los colectivos, que tocan su bocina en señal de apoyo a la protesta. Entre varios manifestantes, logran colocar dos garrafas, un anafe y una gran olla en el asfalto, dando inicio a la cocción del guiso de lentejas. Trajeron todo: ingredientes y banderas. Solo queda reunirse con un mate al calor del hervor de la olla.

“Estamos haciendo una olla contra el hambre. La idea es recorrer otras redacciones también, en tanto sigamos sin poder firmar una paritaria que nos saque de la situación angustiante que estamos viviendo como trabajadores de prensa, con sueldos ya no solamente debajo de la canasta básica, de pobreza, sino sueldos abajo de la línea de indigencia. Frente a un conglomerado empresario que parece no importarle tener trabajadores indigentes. Nuevamente están empujando la paritaria, y nos quieren forzar a firmar un acuerdo por debajo de la inflación. Negocian de mala fe”, afirma Sebastián Díaz, trabajador de Clarín en la redacción de Olé y delegado de SiPreBA.

De acuerdo con el último informe de escala salarial publicado por el sindicato, el promedio de los trabajadores de prensa escrita gana alrededor de 520.000 pesos por una jornada laboral de al menos seis horas y media por día.

Paula Ongaro, trabajadora en el medio desde hace casi 27 años y delegada desde octubre del año pasado explica: “En noviembre de 2024, hicimos un relevamiento de salarios mostrando los recibos concretamente y complementando esa información con los datos del nivel del cargo, del nivel de formación y de la antigüedad. Teníamos gente con más de 15 años de antigüedad que era encargada de un producto, cobrando por debajo de los 600.000 pesos. Hoy en el diario tenemos para las jornadas de 7 horas, un piso de 700.000 pesos brutos. Cuando vos haces las deducciones, ese salario de bolsillo, te da por debajo de los 600.000”.

El nivel de los salarios explica la necesidad desesperante que lleva a los periodistas, cualquiera sea su trayectoria, al pluriempleo para poder llegar a fin de mes. “Muchas veces se nos percibe como un sector privilegiado de la sociedad, asimilando la situación de los y las trabajadoras a la de los empresarios dueños de medios. Necesitamos que se entienda bien que nosotros somos parte de la clase trabajadora, y una parte particularmente castigada por años”, agrega.  

Esta situación de precarización laboral no solo lleva al deterioro de los trabajadores, sino también al de la calidad del debate en democracia y la información periodística. “Vos no podés hacer bien tu trabajo si estás pensando que terminás acá y tenés que ir a otro laburo, y terminás ahí y vas a otro, y que así quizás llegás a un ingreso que te permita vivir”, señala Díaz. “Lo que está en juego es la libertad de expresión, no hay libertad de prensa sin trabajo digno”, refuerza Ongaro.

A medida que pasaron los minutos, fueron muchos los trabajadores que se reunieron con sus compañeros para compartir el pan en platos descartables. Lo que importaba era estar presente en esa comunión. A este encuentro se sumó Fabián Grillo -recibido con afecto por todos-, quien megáfono en mano dio el parte del estado de salud de su hijo.

Finalizando el acto, Francisco Rabini, delegado, llamó a la organización de una colecta para conseguirle una nueva cámara a Pablo. Por otro lado, se continuó con el reclamo del encuentro, señalando la gravedad de las acciones legales y las incitaciones de odio del presidente para la libre empresa.

Rabini remarcó la dificultad de ejercer el oficio, frente a un gobierno que constantemente reprime y denuncia. “En el caso de Ari Lijalad, fue por una nota que escribió. Por lo tanto, estamos traccionando que todo aquel que quiera, firme esa nota. Que sea una nota escrita no por un periodista, sino por cientos de periodistas. Si al presidente no le gusta y va a denunciar a un periodista, que denuncie a todos. Tenemos que ser capaces de ejercer una defensa colectiva, una defensa común”. Ya lleva casi 400 firmas en la nota del periodista denunciado.

Con respecto a los últimos dichos de Milei rechazando la compra de Telefónica por parte de Clarín, Rabini declara: “Dicen pelearse, pero lo cierto es que cuando vamos a firmar paritarias, el que nos pone el techo es el gobierno. O sea, el gobierno defiende a los empresarios. La lealtad de clase la tienen muy clara”. Y agrega: “Estos ataques son la mejor manera de tener un periodismo manso, hambreado. Estamos hablando de personas que tienen 30 años de oficio y dejan la actividad. Un compañero se fue a trabajar con su familia en una distribuidora de papel higiénico. Estamos ante la posibilidad de la extinción del oficio como lo conocemos”, concluye.

Ongaro sostiene en sus declaraciones finales: “El sueldo ha convertido a esta actividad en un hobby. Se han ido muchos compañeros buscando nuevos horizontes, pero también sufrimos dos despidos masivos en los últimos cuatro años. Luchamos contra la desesperación, y a veces es difícil convertir la bronca y la angustia en combustible para tomar medidas de fuerza”.

Al interior de las redacciones ella describe la dificultad: “Con los compañeros con menos trayectoria tenemos que salir a dar la pelea porque hay toda una generación que solo conoce el trabajo en términos precarios. Son pasantes, son contratados por poco tiempo. Las redacciones están llenas de esas figuras grises, variantes de la precarización. A esos compañeros hay que salir a buscarlos y a conquistarlos, a convencerlos de que la única salida posible es colectiva”.

Desalojo y silenciamiento

Desalojo y silenciamiento

Los trabajadores de El Grito del Sur denunciaron que el gobierno nacional pretende desalojarlos del Espacio para la Memoria Virrey Cevallos, donde funcionan desde 2017, como una manera de silenciar voces disidentes a la gestión oficial.

Trabajadores del medio digital y autogestivoEl Grito del Sur realizaron una conferencia de prensa, ayer, en las puertas del Espacio para la Memoria Virrey Cevallos -donde funcionó un Centro Clandestino de Detención durante la última dictadura- lugar en donde es sede la redacción desde 2017, para denunciar los abusos y atropellos por parte del gobierno nacional, que busca desalojarlos.

“El gobierno de Javier Milei, a través de la nueva directora de Sitios, Emilse Gallo, informó a la redacción su expulsión del lugar vía WhatsApp”, indicó el director de El Grito del Sur, Yair Cybel. Como es sabido, el desmantelamiento de los Espacios de Memoria forma parte de la cotidianidad política del gobierno de La Libertad Avanza.

El funcionamiento de la redacción de El Grito del Sur en el Espacio para la Memoria Virrey Cevallos está respaldado por un convenio suscripto por Osvaldo López, excoordinador del lugar. Este acuerdo se enmarca en lo establecido por la Ley de Sitios de Memoria (Ley 26.691), que tiene como objetivo principal proteger, preservar y conservar los espacios vinculados con el terrorismo de Estado. Dicha norma declara de interés nacional la señalización y preservación de los excentros clandestinos de detención, tortura y exterminio, así como de otros espacios representativos de la memoria.

Los trabajadores presentaron un amparo administrativo para que cese el hostigamiento a la redacción, ya que consideran que se están vulnerando tanto el derecho a la libertad de expresión como lo establecido por la Ley de Sitios. “Estamos ejerciendo el periodismo, dándole voz al pueblo que está sufriendo el ajuste de Milei”, declaró la trabajadora Belén del Huerto. La conferencia de prensa contó con el acompañamiento de SIPREBA, diversas organizaciones sociales, de derechos humanos, sindicatos, universidades y referentes políticos de distintos espacios, además de otros medios digitales.

Victoria Montenegro, quien asistió a la conferencia de prensa, declaró: “Esta es una nueva investida por parte del gobierno nacional: la decisión de cercenar todo, el derecho a la memoria, a la comunicación, el derecho de que otras voces que no sean las que ellos quieren imponer puedan multiplicarse. Que la redacción funcione en un sitio de memoria tiene que ver con la apropiación del sector por parte de la comunidad”.

Lucía Cámpora, secretaria general de La Cámpora, también declaró su apoyo a los trabajadores de la redacción: “El Grito visibiliza situaciones de injusticia que los grandes medios no le cuentan a la sociedad, por eso al gobierno nacional le interesa sacarlos, además de continuar con su política de censura y desmantelamiento de los espacios de memoria”.

Gabriel Solano, actual legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del Partido Obrero, también expresó su apoyo: “El Grito informa con una mirada distinta a la mirada de los medios oficiales. Necesitamos medios que informen a la población sobre lo que realmente pasa. El desalojo de la cooperativa comunicacional es especial, forma parte del vaciamiento más amplio en los Espacios de Memoria”.

La caminata de Rodolfo

La caminata de Rodolfo

Vecinos y organizaciones sociales de San Vicente realizaron la XV caminata a la última casa del periodista desaparecido Rodolfo Walsh, en la que escribió la Carta Abierta a la Junta Militar. Quieren que sea declarada sitio de memoria y la Cámara Baja bonaerense aprobó su expropiación. Faltan los senadores.

El pasado martes 25 de marzo se realizó en la ciudad de San Vicente la 15º caminata hasta la que fue la última casa del militante, periodista y escritor Rodolfo Walsh antes de su desaparición. Vecinos de la localidad y agrupaciones sociales y políticas se hicieron presentes en este acto con un reclamo como bandera: la recuperación de esa vivienda que fue usurpada hace algunas décadas. El proyecto para su expropiación tiene media sanción en la Legislatura provincial. 

La vieja estación de San Vicente fue testigo en la tarde del martes, una vez más y por decimoquinta ocasión, de una significativa jornada en memoria de Walsh. Las verdes columnas cubiertas de fotos del periodista y escritor, los micrófonos envueltos en pañuelos blancos y con imágenes del fotoreportero -herido por la Gendarmería- Pablo Grillo colgando de sus soportes, y un largo telón rosado que exponía los nombres de aquellos sanvicentinos desaparecidos por la dictadura conformaron la escena. En ese marco, hubo una previa con cantos y poemas de artistas locales que entonaron letras propias y de Walsh antes de caminar hasta la que fue su última casa.  

Este Festival por la Memoria se llevó a cabo en el Predio Ferial Vieja Estación de San Vicente, y fue organizado por la dirección de Derechos Humanos del municipio y la Mesa de Trabajo por la Casa de Rodolfo Walsh, y contó con la presencia, entre otros, de Nicolás Mantegazza, intendente de San Vicente, y de numerosas organizaciones sociales.

 “Continúa la lucha para que Rodolfo Walsh siga vivo en la memoria de nuestros vecinos y que su casa se convierta en un espacio de memoria”, comentó Mantegazza.

Por la calle Rodolfo Walsh, bautizada así hace pocos años, a siete cuadras de la vieja estación, por un camino de piedras, se encuentra el que fue el último hogar del escritor. Allí fue donde con su puño y letra, y alumbrado por un farol de kerosene, Walsh escribió su emblemática Carta Abierta a la Junta Militar, que hoy es documento de incalculable valor para la historia de nuestro país, y símbolo de coraje y lucha contra la última dictadura cívico-militar. 

La denuncia detallada y descarnada incluyó la visionaria mención a los intereses económicos que estaban detrás de los armados golpistas. Se dice que el escritor pensaba firmarla en anónimo, pero finalmente plasmó su nombre completo y número de documento, y la distribuyó entre conocidos el 24 de marzo de 1977, un día antes de su secuestro.

 Un gran grupo de vecinos orgullosos de sus raíces y agrupaciones sociales y políticas recorrió el camino, escoltado por tambores y encabezado por un pañuelo blanco que rezaba «nunca más».  

El 25 de marzo de 1977, en un violento tiroteo, Rodolfo Walsh fue emboscado por un grupo de tareas en la esquina de San Juan y Entre Ríos, y llevado a la Escuela de Mecánica de la Armada. Su cuerpo jamás apareció, y desde entonces se lo recuerda por su incansable labor como escritor, periodista y militante de la agrupación Montoneros.

Luego de que allanaran su residencia en el Tigre, Walsh se recluyó en esta ciudad junto con quién fue última pareja, Lilia Ferreyra, en un lugar que debía estar alejado de la estación de trenes y de miradas indeseadas. “Él buscaba un lugar tranquilo y, sobre todo, con agua”, contó a ANCCOM María Elena Donadío, una docente sanvicentina y miembro fundadora de la caminata, haciendo referencia a la costumbre que tenía el escritor de disfrutar de tardes de pesca. La tranquilidad de un cómodo y verde espacio junto a la Laguna de San Vicente, fue el sitio idóneo para Walsh.

En aquella casa vivió seis meses, escapando de un gobierno que lo perseguía. Encontró en la ciudad un perfecto lugar de exilio interior. La adquirió bajo una falsa identidad, Norberto Freyre y llevaba el boleto de compraventa del terreno con esa firma en su maletín el día que fue emboscado. Y no fue sino hasta hace tan solo quince años que se pudo conocer su existencia. Desde entonces, una incansable agrupación de derechos humanos, liderada por docentes sanvicentinos, no ha parado de insistir para que se reconozca aquel lugar como un sitio de memoria, reflexión y homenaje. “Nosotros tomamos el compromiso de reconstruir la historia y la memoria, porque el pasado estaba”, dijo María Elena. “Nos formamos, construimos varios espacios, trabajamos con el pueblo y distintas organizaciones para que se visibilice que en San Vicente vivió Rodolfo Walsh”.

Falta el Senado

Tres veces se presentó en la Legislatura bonaerense un proyecto de expropiación para recuperar el lote y declararlo «Bien de Interés Histórico Cultural de la Provincia de Buenos Aires», siempre con la consigna de que la casa se pueda convertir en un lugar de memoria y homenaje a la figura del escritor. “Hubo dos proyectos anteriores en la Legislatura provincial, pero perdieron estado parlamentario. Este último sería el tercero, presentado por el Frente de Izquierda, y por primera vez conseguimos la media sanción”, contó a ANCCOM Mariana Meza, Directora de Derechos Humanos del Municipio de San Vicente y actual organizadora del evento.

Ante el fracaso de los dos primeros proyectos, la diputada Laura Cano (PTS-FITU), insistió el pasado octubre y consiguió la media sanción. “Falta que el Senado le dé la otra media sanción”, comentó Cano. “Estamos comunicándonos con algunos legisladores, sobre todo de Unión por la Patria, para que presionen. Si quisieran, lo sacan el 3 de abril”, agregó. Cano comentó que “en el aniversario de la desaparición y asesinato de Rodolfo Walsh, y en medio de este contexto nacional con una fuerte impronta negacionista, avanzar en la expropiación sería un logro muy importante”.

Para Donadío “no es una expropiación, es una recuperación, y los que viven ahí son usurpadores». La misma noche de la desaparición de Walsh, un grupo comando de La Plata ubicó la casa por el boleto que él llevaba en su maletín y la balearon. Ese grupo de tareas saqueó todo, se llevaron todas sus pertenencias e incluso algunas obras inéditas. Luego, la vivienda fue usurpada.

“El subcomisario Sala se apropió del lugar después de participar en el secuestro de Rodolfo y hoy su familia vive en la casa», contó Donadío. Se refiere a Rubén Oscar Sala, quien fuera subcomisario del destacamento de Alejandro Korn, sospechoso de participar en el secuestro de Walsh, tomó posesión del lugar. Años después de lo sucedido, ya en democracia, Patricia Walsh, hija del escritor, se acercó y se encontró con María Sala, hermana del policía, que le aseguró que no la iban a poder sacar del lugar.

“Al día de hoy siguen ahí los parientes”, comentó Mariana Meza. “Tuvimos un pequeño acercamiento hace dos años con un par de visitas, pudimos hablar con una de las hermanas de él y ella nos contó otra historia de lo que pasó”. Lo que ellos dijeron a las autoridades municipales es que encontraron de casualidad el lugar, una pequeña casa deshabitada y, por la humilde situación en la que vivían en ese entonces, decidieron habitarla con su madre.

“Ella sabe de esta historia, pero está enojada con la comunidad porque piensan que ellos son asesinos y genocidas, pero son vecinos que pertenecen incluso a la comunidad católica local”, contó Meza. Sin embargo, igualmente desconocen que sea la casa que habitó Walsh, por lo que decidieron no seguir entablando conversaciones con las autoridades del municipio.

Si bien se consiguió hace algunos años que se considerase la casa como patrimonio cultural de San Vicente, el reclamo sigue pendiente, y cada año que pasa se hace más fuerte. “Desde el municipio se ha hecho todo lo que se podía hacer, pero sin el respaldo jurídico no vamos a poder seguir avanzando”, declaró el intendente Mantegazza. “Ver una plaza llena de familias y de jóvenes, nos llena de esperanzas en este contexto en el que en el país se quieren instalar discursos de negacionismo y la vieja historia de los dos demonios”.

La caminata del 25 de marzo se ha convertido para los sanvicentinos en una jornada de reunión y de memoria, y la han transformado en un espacio de reclamo artístico, acompañado de tambores, poetas, cantantes y artistas que le ponen color. «Rodolfo Walsh presente, ahora y siempre», fue el grito que coronó la jornada frente a la casa, un terreno ubicado en lo profundo de San Vicente y cubierto por un alto arbusto y frondosos árboles, como ocultando su interior de las miradas de quienes marchan todos los años hasta ella.  

«Esta es la caminata número quince. Empezamos ocho personas. Y desde ese momento, no lo pensamos, pero fueron apareciendo las Madres, apareciendo los hijos, y seguimos con la esperanza de que la casa de Rodolfo Walsh sea de la ciudad de San Vicente», cerró Donadío.