Falta el Senado
Tres veces se presentó en la Legislatura bonaerense un proyecto de expropiación para recuperar el lote y declararlo «Bien de Interés Histórico Cultural de la Provincia de Buenos Aires», siempre con la consigna de que la casa se pueda convertir en un lugar de memoria y homenaje a la figura del escritor. “Hubo dos proyectos anteriores en la Legislatura provincial, pero perdieron estado parlamentario. Este último sería el tercero, presentado por el Frente de Izquierda, y por primera vez conseguimos la media sanción”, contó a ANCCOM Mariana Meza, Directora de Derechos Humanos del Municipio de San Vicente y actual organizadora del evento.
Ante el fracaso de los dos primeros proyectos, la diputada Laura Cano (PTS-FITU), insistió el pasado octubre y consiguió la media sanción. “Falta que el Senado le dé la otra media sanción”, comentó Cano. “Estamos comunicándonos con algunos legisladores, sobre todo de Unión por la Patria, para que presionen. Si quisieran, lo sacan el 3 de abril”, agregó. Cano comentó que “en el aniversario de la desaparición y asesinato de Rodolfo Walsh, y en medio de este contexto nacional con una fuerte impronta negacionista, avanzar en la expropiación sería un logro muy importante”.
Para Donadío “no es una expropiación, es una recuperación, y los que viven ahí son usurpadores». La misma noche de la desaparición de Walsh, un grupo comando de La Plata ubicó la casa por el boleto que él llevaba en su maletín y la balearon. Ese grupo de tareas saqueó todo, se llevaron todas sus pertenencias e incluso algunas obras inéditas. Luego, la vivienda fue usurpada.
“El subcomisario Sala se apropió del lugar después de participar en el secuestro de Rodolfo y hoy su familia vive en la casa», contó Donadío. Se refiere a Rubén Oscar Sala, quien fuera subcomisario del destacamento de Alejandro Korn, sospechoso de participar en el secuestro de Walsh, tomó posesión del lugar. Años después de lo sucedido, ya en democracia, Patricia Walsh, hija del escritor, se acercó y se encontró con María Sala, hermana del policía, que le aseguró que no la iban a poder sacar del lugar.
“Al día de hoy siguen ahí los parientes”, comentó Mariana Meza. “Tuvimos un pequeño acercamiento hace dos años con un par de visitas, pudimos hablar con una de las hermanas de él y ella nos contó otra historia de lo que pasó”. Lo que ellos dijeron a las autoridades municipales es que encontraron de casualidad el lugar, una pequeña casa deshabitada y, por la humilde situación en la que vivían en ese entonces, decidieron habitarla con su madre.
“Ella sabe de esta historia, pero está enojada con la comunidad porque piensan que ellos son asesinos y genocidas, pero son vecinos que pertenecen incluso a la comunidad católica local”, contó Meza. Sin embargo, igualmente desconocen que sea la casa que habitó Walsh, por lo que decidieron no seguir entablando conversaciones con las autoridades del municipio.