
Un paro docente contra la destrucción de la universidad
Este martes habrá clases públicas y el miércoles cese de actividades debido al congelamiento presupuestario y al deterioro salarial que sufren los profesores desde que asumió Milei. «Somos los trabajadores que más perdimos, estamos aún peor que el empleo informal», señalan los gremialistas.

A un año de la multitudinaria marcha federal universitaria, los gremios docentes universitarios convocan a un paro nacional de 48 horas. El principal motivo de la medida de fuerza se centra en la emergencia salarial que atraviesan los docentes y no-docentes de las universidades públicas nacionales de todo el país. La situación se agrava aún más ante la falta de convocatorias a negociaciones paritarias y por el congelamiento del presupuesto.
“La docencia universitaria y el campo de la investigación científica están atravesando uno de los peores momentos de los últimos cuarenta años; tanto en relación al brutal ajuste a través de un presupuesto que está congelado hace dos años con algunas partidas que no alcanzan ni siquiera a cubrir lo más elemental, junto a los salarios que se han desplomado”, declaró Santiago Gándara, Secretario de Prensa de la Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires en diálogo con ANCCOM, y agregó: “La situación es crítica a tal punto que estamos advirtiendo el hecho de que muchos docentes e investigadores dejan sus puestos de trabajo. Renuncian para buscar otro trabajo o en otras universidades privadas en las que pueden obtener un pequeño salario mejor o cambian directamente de actividad”.
Luis Tiscordia, Secretario Gremial de CONADU Histórica mandato cumplido el pasado 8 de abril, advirtió que “La investigación está al borde de la parálisis. Los proyectos de docencia que estamos llevando adelante los estamos tratando de mantener con nuestros propios fondos personales porque la financiación está completamente deprimida. En muchas facultades se interrumpen investigaciones porque no hay fondos. Yo soy docente en la Facultad de Agronomía de la UBA y todo lo que es salidas al campo, que implican traslados en vehículos. se tuvo que suspender por falta de fondos para sostenerlas”.

Pablo Perazzi, Secretario General de FEDUBA, afirma: “Nosotros somos de todos los sectores asalariados, los que más poder adquisitivo perdimos. Esto incluye a los trabajadores informales, es decir, perdimos más que ellos”. En esa misma línea, su compañero Darío Capelli, Delegado General de la Comisión Interna de FEDUBA Sociales, agrega: “El salario de los docentes y no-docentes universitarios desde el inicio del gobierno de Milei quedó ochenta puntos por debajo de la inflación acumulada. Es decir que mientras la inflación aumentó de manera acumulada alrededor de un 190%, nuestro salario aumentó alrededor de un 110%. Ochenta puntos por debajo, en términos de poder adquisitivo del salario representa aproximadamente una pérdida de más del 30%”.
“Vamos al paro no solo por una cuestión de números, esto tiene que ver también con la concepción que este Gobierno tiene sobre la educación superior: totalmente mercantilista, elitista, desea que sea para unos pocos y que esté puesta al servicio de las grandes corporaciones”, subraya Perazzi, quien comenta también que hicieron coincidir el paro con el primer aniversario de la gran marcha federal universitaria.
“Hace un año, logramos empezar a limitar la embestida diaria que hacía el Presidente y su pandilla respecto de lo que era la universidad, que según ellos era un lugar de adoctrinamiento, nosotros éramos ideólogos y la sociología era una mancha roja. Lo siguen pensando, pero no están diciendo todo el tiempo como lo hacían antes de la gran marcha universitaria que les demostró que la universidad pública es considerada un derecho, no solo por docentes y estudiantes, sino también por las familias de unos y de otros”, expresó Santiago Gándara (AGD).
“Probablemente, la del año pasado va a ser recordada de acá a cincuenta, sesenta, setenta años como la marcha más importante que llevó a cabo la universidad. Probablemente, el 2024 sea recordado como el año de la lucha universitaria”, agregó Capelli y además destacó a la unidad gremial como un aspecto fundamental para que se convoque a las movilizaciones, ya que justamente esas manifestaciones generaron que el pueblo en su conjunto se sienta interpelado por la problemática y salga a bancar y defender como propio el derecho a los estudios universitarios”.

FEDUBA y la CONADU, y todas las asociaciones de base de la CONADU, llevarán adelante un paro nacional de 48 horas que iniciará este martes 22 con clases públicas y el miércoles 23 paro sin concurrencia a los lugares de trabajo y con movilización al Congreso para acompañar el reclamo de los jubilados. Además, en su plan de lucha también está incluido adherir a la movilización convocada por la CGT para el 30 de abril. Todo esto con miras a construir en la segunda quincena de mayo una nueva marcha universitaria que aún no se sabe si va a ser antes o después de las elecciones en CABA.
Por su parte, la AGD realizará el paro de 48 horas del 22 y 23 de abril con clases públicas y actividades de visibilización. “Nosotros planteamos la necesidad de un plan de lucha que sea sistemático: medidas de fuerza aisladas no sirven para nada. Tenemos que retomar el camino de la movilización. No se trata solo de una mirada nostálgica de decir que hace un año hicimos esta movilización, sino que se trata de volver a poner todo, todo, todo, para que esa movilización vuelva a ser muy grande”, señaló Gándara.
Capelli también reflexiona : “A partir de la marcha del año pasado, se logró algo muy valioso: la adhesión social producto de la fuertísima visibilidad que tuvo el conflicto universitario y producto de que la propia sociedad argentina acogió en su corazón al sistema universitario nacional”.
“Entendemos que todos tenemos que salir a defender la educación y es lo que vamos a hacer estos días. Por eso, el 23 es un paro nacional que conmemora esa marcha y debemos nuevamente decirle a la sociedad tenemos que salir a defender la universidad pública porque lamentablemente estamos bajo un gobierno que está empecinado en destruirla”, concluyó Tiscornia.