Declararon Sitio de Interés Cultural a la casa de las Madres

Declararon Sitio de Interés Cultural a la casa de las Madres

La Legislatura porteña descubrió una placa en el solar de Piedras 153 como reconocimiento a la sede que se convirtió en símbolo de la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.

La casa de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora fue declarada Sitio de Interés Cultural por la Legislatura porteña. Este sábado en Piedras 153 se colocó una placa para homenajear al domicilio que simboliza la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.

En una jornada de mucho sol, la música de La Chilinga y Victor Heredia le dieron melodía al festival al que asistieron distintas agrupaciones sociales, diputados nacionales, legisladores porteños artistas y, por supuesto, las Madres de Plaza de Mayo. 

Durante el acto, las Madres relataron el recorrido histórico del grupo de Madres Líneas Fundadoras. Recordaron que en los comienzos no contaban con una casa. Las reuniones se realizaban en domicilios particulares, bares, plazas y luego en instalaciones del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y la sede del Servicio de Paz y Justicia. 

La falta de un espacio propio fue siempre una deuda pendiente de la organización. De este modo, un grupo impulsado por Taty Almeida decidió realizar una campaña para recaudar fondos y adquirir una sede. «La casa de las madres la compra el pueblo», fue la consigna. La solidaridad de los artistas se sumó a la del pueblo y en un recital internacional en el estadio de Ferro -del que participaron Joan Manuel Serrat, Pablo Milanés, Víctor Heredia, Adriana Varela y Jaime Ross- se

Al adquirir la casa de Piedras 153 las Madres comenzaron una nueva historia aunque con el mismo objetivo: luchar contra la impunidad y en favor, por la memoria, la verdad y la justicia. Las locas de la Plaza también se propusieron hacer docencia sobre la defensa de los derechos humanos fundamentales y promover la protección de los derechos sociales de los pueblos, trabajando por el futuro de las nuevas generaciones y preservando la ética de los principios solitarios que inspiraron a la generación del 70. 

Otros de los artistas que participó del homenaje, fue el actor Pablo Echarri, quien leyó algunos poemas dedicados a los nietos desaparecidos y a sus abuelas. Además, señaló: «Es un placer enorme acompañar a mis madres y en esta oportunidad, declarando este sitio de interés cultural». 

Las Madres Plaza de Mayo comenzaron a reunirse en 1977, bajo la dictadura de Jorge Rafael Videla, con el objetivo principal de recuperar a sus hijos desaparecidos. Un jueves decidieron citarse en la Pirámide de Mayo y se les acercó un oficial que les ordenó circular. Así nacieron las rondas alrededor de las la Pirámide que  todos los jueves se repite desde entonces a las 15:30.

La iniciativa de declarar a la casa de las Madres como Sitio de Interés Cultural de la Ciudad correspondió al legislador de Unión por la Patria Juan Pablo O’Dezaille, quién llevó adelante la propuesta que le realizó Pascual Espineria, integrante del Grupo de Apoyo a las Madres. El proyecto fue acompañado por el bloque de izquierda, el radicalismo y también un sector del PRO. “Votaron en contra -subrayó O´Dezaille- quienes hoy vienen con el discurso negacionista”.

La madre de Plaza de Mayo Lidia Stella Mercedes Miy Uranga, popularmente conocida como Taty Almeida, cerró: «Acá no hubo guerra, hubo genocidio. Acá no ha habido Teoría de los Dos Demonios. Un solo demonio que desapareció embarazadas, las torturaron, las mataron y se apropiaron de sus bebés».

«Nunca olvidé los ojos de las Abuelas, Madres y hermanas»

«Nunca olvidé los ojos de las Abuelas, Madres y hermanas»

Los periodistas neerlandeses Frits Jelle Barend y Jan Van der Putten fueron los que entrevistaron a las Madres de Plaza de Mayo, por primera vez, durante el Mundial 78. Sus testimonios trascendieron al mundo. Ahora estuvieron en Buenos Aires por un reconocimiento a su labor. ANCCOM conversó con ellos.

Los periodistas neerlandeses Frits Jelle Barend y Jan Van der Putten fueron reconocidos ayer en la Biblioteca de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por haber difundido en 1978 los crímenes de la dictadura cívico militar. Se trata de los reporteros que durante el Mundial disputado en la Argentina, entrevistaron a las Madres de Plaza de Mayo y lograron que todo el planeta supiera lo que se escondía debajo del entramado de mentiras y distracciones elaborado por los represores.

Durante el el evento estuvieron presentes la embajadora de los Países Bajos, Annemieke Verrijp; los legisladores Emmanuel Ferrario, Matías López, Victoria Montenegro y Claudio Morresi; la secretaria de Derechos Humanos de Río Negro, Evangelina Salazar; la subsecretaria derechos humanos y pluralismo cultural de la Ciudad de Buenos Aires, Pamela Malewicz y el director de la Casa Ana frank, Héctor Shalom. 

“Lo que hemos hecho, no es menos que nuestro trabajo. Nuestro trabajo es escribir, hacer reportajes sobre lo que pasa en el mundo – explica Barend ante ANCCOM–. En ese momento me dije que no podía venir como periodista de deportes, tenía que escribir lo que pasaba en Argentina”.

Cuando el gobierno de facto logró quedarse con la sede del Mundial, fijó la inauguración del campeonato para el jueves 1 de junio, de modo que todos los periodistas se concentraran en lo que ocurría en El Monumental. Frits y Jan decidieron ir en contra de la corriente y acercarse hasta la plaza donde todas las semanas las mujeres se reunían para denunciar las desapariciones.

“No nos dicen dónde están nuestros hijos, no sabemos nada de ellos, nos han quitado lo más preciado que puede tener una madre. Angustia porque no sabemos si están enfermos, si tienen frío, si tienen hambre. Y desesperación, señor, porque ya no sabemos a quién recurrir”, denunciaba esa tarde de junio Marta Moreira de Alconada ante las cámaras de la televisión holandesa.

“Todas me decían ‘Por favor, escribe qué pasa con mi hija, con mi madre, con mi nieto’. Nunca voy a olvidar ese momento”, confiesa Barend. No habla solo como reportero, detrás de su desafío al poder se esconde la historia de un hijo de la generación que sufrió el Holocausto: toda su familia fue asesinada por la ingeniería del terror diseñada desde Berlín.  Por ese motivo, al llegar a Buenos Aires rápidamente comprendió que tenía que asumir el objetivo de trabajar para que los genocidas no volvieran a salirse con la suya.

“Antes de venir, me preparé muy bien. Mis abuelos también habían sido asesinados, entonces para mí era una obligación humana hacer esto”, señala.

La primera sospecha de que estaban molestando al Gobierno llegó cuando quisieron transmitir sus notas a través del Télex. Mientras que con sus colegas el servicio demoraba media hora, con Frits y Jan tardaba más de cuatro.

La confirmación llegó cuando se dieron cuenta de que el equipo de prensa del campeonato les mentía con las fechas de los viajes de la selección de su país, para mantenerlos alejados del evento.

Con el miedo de ser alcanzados por las fauces de la represión, alertaron en su embajada de lo que estaba ocurriendo. Desde Europa les informaron que, si les pasaba algo, no se jugaría la final del Mundial. La amenaza de suspender el show montado por Jorge Rafael Videla fue lo que les permitió continuar con su trabajo.

“Lo que hemos hecho, no es menos que nuestro trabajo: escribir, hacer reportajes sobre lo que pasa en el mundo – explica Barend–. En ese momento me dije que no podía venir como periodista de deportes, tenía que escribir lo que pasaba en Argentina”.

Luego de la final, la Junta Militar invitó a la delegación neerlandesa a una cena de honor. Cuando Barend se enteró, consiguió una acreditación perteneciente a un jugador y se infiltró en el evento. Apenas ingresó al salón donde se realizaba la fiesta, se dirigió rápidamente hacia donde estaba Videla y le preguntó por los desaparecidos. La respuesta fue que las Madres mentían. El falso futbolista comparó la situación con lo que había ocurrido en la década del 1940 en su país. El dictador volvió a ser escueto:

Son cosas que pasan

“Fue algo espontáneo, pero también peligroso. Nunca olvidé los ojos de las abuelas, madres, hermanas. Eran ojos de personas que habían perdido sus amores, no podían mentir”, recuerda.

 

El riesgo del negacionismo

Al hablar sobre su historia personal y el parecido con lo que ocurrió en Argentina, Barend alerta: “Estoy preocupado con lo que pueda pasar después de las elecciones, porque hay un candidato que dice que los desaparecidos fueron ocho mil personas. Es muy peligroso. Argentina merece un presidente que respete la democracia”.

En la misma línea, Van Der Putten sostiene: “No es casualidad que en esta fecha hayamos sido invitados por la Casa Ana Frank a venir. Nosotros, con nuestros testimonios directos, intentamos hacer pensar a la gente que quizás la democracia es el bien más grande en la sociedad. Sin democracia no hay nada, solo destrucción, terror, maldad, infelicidad y todo lo que un ser maligno no quiere”.

Y añade: “Lo esencial es que la conmemoración que se realizó hoy sirva para sacar las conclusiones y lecciones para este presente y no dejarse arrastrar por slogans vacíos, absurdos y fakes news. Los políticos tienen que tener ideas, no slogans”.

Memoria infinita

Memoria infinita

Con un enfoque íntimo y personal, Leo Vaca retrató a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en sus casas para componer Un abrazo infinito, la muestra fotográfica que se inauguró en el Centro Cultural Haroldo Conti.

“¿Pueden los objetos capturar algo de lo que puede un cuerpo? ¿Pueden ser acunados? ¿Pueden acunar a su vez a las mismas manos que tantas veces los han acariciado, interrogado? ¿Cómo se teje la trama de la existencia en torno a un cuerpo ausente?” Estas preguntas pueden leerse en el texto de presentación que la periodista Marta Dillon escribió para Un abrazo infinito, la muestra fotográfica de Leo Vaca, que retrató a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en sus casas, así como objetos preciados que remiten a la memoria.

La muestra, iniciativa de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, está compuesta por unas 120 fotografías y se inauguró el 6 de julio en el Centro Cultural Haroldo Conti. Leo Vaca es fotógrafo, editor y colaborador de revistas nacionales e internacionales como Anfibia, Rolling Stone y Brando. En 2018 ganó el Premio Gabo en la categoría Imagen por el trabajo “Memoria, verdad y justicia para las pibas”, una cobertura del Ni una menos.

El secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, y las madres de Plaza de Mayo Taty Almeida, Clara Weinstein y Bella Friszman presenciaron la inauguración de la muestra.

En diálogo con ANCCOM, el fotógrafo contó el proceso de creación de la muestra: “El inicio del proyecto fue en el contexto de la pandemia y la única forma de retratar a las Madres y a las Abuelas era en sus casas. Encontré en ese esquema de trabajo un hallazgo, porque nos permitió verlas en otro contexto, en un perfil mucho más íntimo, en su cotidianidad. Esos espacios también reflejan sus historias de lucha: esos livings, esas habitaciones están abarrotados de objetos y de memoria”.

 Unas manos que sostienen un portaretrato con una fotografía en blanco y negro, un paquete de cigarrillos, un poema escrito en un cuaderno escolar, un vestido, un álbum con recuerdos. “Los objetos tienen mucho para decir. Son objetos con vida, muy presentes y muy latentes. Resguardados por ellas, adquieren un sentido muy diferente al que podría tener el objeto por sí mismo”, reflexionó Leo Vaca sobre el protagonismo que adquieren las cosas en Un abrazo infinito.  

. “Los objetos tienen mucho para decir. Son objetos con vida, muy presentes y muy latentes. Resguardados por ellas, adquieren un sentido muy diferente al que podría tener el objeto por sí mismo”, reflexionó Leo Vaca.

 

El evento contó con la presencia de las Madres Taty Almeida, Clara Weinstein y Bella Friszman y del secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla Corti. Un grupo de la Escuela Popular de Música Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora 

interpretó temas como “Zamba para olvidar” y “Déjame que me vaya”.

“Pensamos constantemente cómo explicarles a las generaciones jóvenes lo que significó esa dictadura y cuanto aún perdura del daño que generó- reflexionó Pietragalla Corti- Quiero agradecer al fotógrafo Leo Vaca porque esta muestra contribuye a eso”.

“La memoria nunca va a desaparecer a pesar de que muchos la quieren borrar. No lo van a lograr mientras existan jóvenes como ustedes que tomen la posta de nuestra lucha”, dijo ante el público Taty Almeida.

 

 

La muestra puede visitarse de martes a jueves de 13 a 19 y viernes, sábados y domingos de 13 a 21. Centro Cultural Haroldo Conti, Avenida del Libertador 8151, CABA. Entrada gratuita.

«Hasta la victoria siempre, Hebe»

«Hasta la victoria siempre, Hebe»

Este jueves, una multitud acompañó la ronda 2328 de las Madres de Plaza de Mayo con el corazón puesto en el homenaje a Hebe Bonafini. Sus cenizas fueron depositadas en un altar junto a la Pirámide. Organizaciones, partidos políticos, sindicatos, dirigentes y mucha gente de a pie estuvieron presentes.

En ronda su número 2328, las Madres de Plaza de Mayo convocaron, otro jueves, a una manifestación histórica alrededor de  la Pirámide para poder despedir junto al pueblo a su última presidenta Hebe de Bonafini, fallecida el domingo pasado. Organizaciones sociales, partidos políticos, sindicatos, agrupaciones y una multitud se congregó en la plaza de las madres para homenajearla con un mensaje claro: “Ahora hay que seguir adelante”.

“Hasta la victoria siempre, Hebe”, “Amor con amor se paga”, rezaban los carteles hechos de puño y letra por los convocados, colgados en la reja circular de la Pirámide. Con cada ofrenda que colgaba otra persona se fue formando un altar de rosas rojas y blancas, fotos, pañuelos, frases y banderas. La gente se detenía a leer, a mirar de cerca, se paraba a escribir sus mensajes para Hebe en una bandera enorme. Pero esto solo pudo apreciarse cuando comenzó la desconcentración. Aún con el tremendo calor, una multitud colmó la plaza para despedir –y también para recibir– a Hebe.  

“Tenemos que estar a la altura para defender a Hebe a partir de ahora. Para reivindicarla entera, no para inventarnos una Hebe a nuestra medida. Nos toca estar a la altura de su ejemplo extraordinario, de su cualidad revolucionaria para siempre decir las verdades más duras en los momentos más difíciles”, expresó el periodista Demetrio Iramain, quien llevaba adelante el acto.

El padre Paco Olivera, de Curas en Opción por los Pobres, bendijo los restos de Hebe mientras una multitud se persignaba con aplomo. Luego, el cura y las madres presentes iniciaron la ronda, junto a todas las personas que los seguían detrás. En un hueco en el jardín del interior de la Pirámide, vertieron las cenizas de Hebe, que se mezclaron con la tierra para descansar junto a los de Azucena Villaflor. De fondo resuena un largo y sentido aplauso. 

Fue un 30 de abril de 1977 la primera vez que las madres hicieron una ronda. A un año del golpe cívico-esclesiástico-militar, en medio de un Estado de Sitio que no permitía las reuniones, se movilizaron por sus hijos e hijas. Unos militares cobardes les dieron la orden de que circulen. No sabían qué motores estaban poniéndose en marcha.  

La última ronda de Hebe con vida fue, en sí misma, una cuestión vital. Convenció a los médicos de que asistir era también parte de su salud. El pasado 10 de noviembre dio la vuelta a la Pirámide como más de dos mil veces lo hizo durante los últimos 45 años. “No sé cuánto se recuperó viniendo a la plaza, pero a sus enemigos los jodió y mucho. Ese último día convocó una pueblada contra los jueces del partido judicial para echar a la Corte Suprema”, comentó Iramain. 

Ayer dio su última vuelta de una forma trascendente y quedó inmortalizada en el lugar donde comenzó todo.

“Hebe nos dijo, la política no es un camino para conseguir un cargo, la política es construir un proyecto donde la distribución de la riqueza esté en el pueblo, donde la vida es vida, donde garanticemos que los niños sean felices”, expresó Irene de Chueque, madre de Plaza de Mayo, en sus palabras a Hebe. Arriba del escenario junto a ella también le expresaron su cariño Visitación de Loyola, Josefa de Fiore, Sara Mrad y Carmen Arias. Algunas ya con 98 años, otras desde su silla de ruedas, le expresaron su amor, le agradecieron y, sobre todo, le prometieron que seguirán adelante con su lucha. 

  “Dicen que en la naturaleza hay cuatro elementos. Yo siento que Hebe es la tierra fertilizada en la lucha de nuestras hijas e hijos. Siento que es el agua que humedece esa tierra para que la semilla germine. Siento que es el aire que respiramos en las plazas. Y siento que es ese fuego infinito encendido con pasión revolucionaria”, se despidió como un poema Sara Mrad. 

“El amor pudo más que el odio” rezaba la enorme bandera con la que las madres, junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof y otras figuras, encabezaron la marcha de este jueves. Entre la multitud acompañaron el dirigente de La Cámpora y ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia, Andrés «Cuervo» Larroque, y otros dirigentes de distintos sectores, el ministro de Cultura Tristán Bauer, la cantante y exministra de Cultura Teresa Parodi, la exministra de Mujeres, Género y Diversidad Elizabeth Gómez Alcorta, el exministro de Economía, Amado Boudou, el gremialista Daniel Catalano de ATE Capital, y el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa.

No fue exactamente una fiesta en la plaza como Hebe había deseado que fuera. Tampoco fue la pesadumbre de un velorio inmóvil y gris. Fue una tarde desordenada que dio lugar al llanto y al bombo, un paso más allá de la estructura del deber ser, un estallido así como ella lo había sido. 

Mientras, en medio del homenaje a Hebe en la Cámara de Diputados, ciertos legisladores de ultraderecha evocaron el “nunca más del kirchnerismo” y el “cierre de una etapa” jugando con la muerte, el pueblo estuvo de pie dando batalla a la discursiva odiante. En el epicentro del intento de la desestabilización de la democracia, que Hebe y tantas han dado su vida por defender, ante su ausencia no se dio ni un paso atrás. Las madres han dejado en claro que por ella hay que seguir adelante. Para siempre, hasta el próximo jueves.