Morir de frío

Morir de frío

En junio, tres personas en situación de calle murieron en la Ciudad de Buenos Aires. Mientras tanto, el Gobierno porteño desalojó a 160 personas que dormían en el Aeroparque ¿Qué políticas les ofrece Horacio Rodríguez Larreta? ¿Por qué fallan?

Héctor era un joven de 36 años que dormía en Parque Centenario. Siempre buscaba changas y se desempeñaba usualmente como albañil. Ramiro era un hombre que dormía en un banco de Almagro. Durante una época logró conseguir un trabajo lo suficientemente estable para poder alquilar, pero tiempo después perdió su empleo y volvió a las calles. Orlando era un hombre mayor, de unos 80 años, que vivía en las veredas del barrio porteño de Belgrano. Los tres se encontraban en situación de calle. Los tres murieron durante las temperaturas bajas ocurridas a finales de mayo y principios de junio. Los tres fueron víctimas fatales de la desidia estatal. 

Mientras tanto, el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, con asistencia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, desalojó en la madrugada del viernes a 160 personas refugiadas en el Aeroparque Jorge Newbery. Además de los desalojos, la otra política que mantiene el Ejecutivo porteño es el Operativo Frío y convoca a la comunidad a involucrarse a través del llamado a la línea 108 para dar aviso de personas que pernoctan en la vía pública. A su vez, las organizaciones sociales intensifican sus recorridas nocturnas, la Iglesia refuerza la colecta y entrega de abrigo. Sin embargo, la Ley 27.654, aprobada en 2021 y reglamentada en abril de este último año, espera su adecuada implementación, según sostienen asociaciones civiles y el propio impulsor de la ley. 

En medio, más de 3.500 personas, acorde el último relevamiento oficial -las organizaciones sociales estiman el doble-, habitan las calles de la ciudad porteña a la espera de una solución. El tercer Encuentro Latinamericano y del Caribe de Personas en Situación de Calle, que se realizó esta última semana de junio en nuestro país, reavivó una polémica palpable en el día a día que parece no tener una salida inmediata.

La realidad oculta

Conforme el Relevamiento Censal de Personas en Situación de Calle de la Ciudad de Buenos Aires hay un total de 3511 personas en situación de calle, 34% más que el año anterior. Según la Dirección General de Estadística y Censos, el 64,6% del total es asistido en un Centro de Inclusión Social y el 35,4% habita aún las calles porteñas. Estas cifras contrastan con los datos recabados por el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, realizado en mayo del 2022. El mismo reconoció un total de 903 personas en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires y 2962 a nivel nacional. De todas maneras, estos números no coinciden con los obtenidos por las organizaciones que noche a noche recorren las calles y mantienen un contacto estrecho y frecuente con las personas en extrema vulnerabilidad. «El Censo Nacional tenía por primera vez la posibilidad histórica de contemplar a las personas en situación de calle, pero terminó siendo vergonzoso lo que hicieron», afirmó en diálogo con ANCCOM, Mónica De Russis, presidenta de la asociación civil Amigos en el Camino.

A partir del descreimiento de las cifras recabadas por el Estado, el conjunto de las organizaciones  decidieron realizar sus propios censos. El último de ellos, llevado a cabo en 2019, identificó 7.251 personas viviendo en la calle. Un número ampliamente mayor al obtenido por Nación y Ciudad. «No coincidimos con las cifras del Estado porque nosotros, que solo somos una ONG que recorre una pequeña porción de la Ciudad de Buenos Aires, vemos a más de mil personas en situación de calle por semana en los distintos barrios y comunas», sentenció De Russi.

Una de las razones principales de la causa del desfase de estos números claramente opuestos es la enorme cantidad de personas indocumentadas que se encuentran viviendo en la calle actualmente. A pesar de que existe una ley que garantiza el acceso de todos los hombres y mujeres sin techo a un Documento Nacional de Identidad (DNI), muchas personas aún no cuentan con uno y quedan fuera de los registros. No solo son desplazados del sistema, sino que también son invisibilizados. Incluso, algunos mueren en esas condiciones. «Héctor, Ramiro y Orlando eran los que nosotros visitábamos, de los que pudimos denunciar, pero seguramente murieron muchos NN que desconocemos, que mueren no solo en estos días de frío, sino los 365 días del año», afirma la presidenta de Amigos en el Camino y deja al descubierto una problemática aún más grande que parece no ser tenida en cuenta por las autoridades.

Una solución integral para una problemática urgente

La Ley Nacional de Personas en Situación de Calle y Familias sin Techo 27.654 comenzó  como una iniciativa del Frente Patria Grande, con el diputado Federico Fagioli a la cabeza, y redactada en conjunto con organizaciones sociales y con las mismas personas en situación de calle. Surgió a partir del deseo de poder brindar soluciones interdisciplinarias a partir de políticas públicas acordes a la gravedad de la problemática. 

Fue aprobada en diciembre de 2021 por el Senado de la Nación y reglamentada en abril de este año. «Sin embargo, falta su implementación, es decir, que se le otorgue el presupuesto correspondiente para hacerla efectiva. Esto se debe a que no hay la voluntad política del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y del de Economía para concretarlo», comenta Fagioli.

Su objetivo principal es “garantizar integralmente y hacer operativos los derechos humanos de las personas en situación de calle y en riesgo a la situación de calle que se encuentren en el territorio de la República Argentina”. Exige el rápido acceso al Documento Nacional de Identidad (DNI) de todas aquellas personas que no cuenten con uno. También ordena un relevamiento nacional de las personas en situación de calle. Estos dos elementos van de la mano y son primordiales para abordar esta cuestión de la manera que se merece, partiendo de datos reales y concretos. Al mismo tiempo, prevé la creación de una Red Nacional de Centros de Integración Social, de atención las 24 horas de los 365 días del año, que funcionen no solo como alojamiento, sino que también ofrezcan alimentación, higiene y cuidados de la salud. También establece el acceso y uso de los servicios, de la infraestructura y de los espacios públicos, y procura evitar la implementación de la fuerza coercitiva por parte de las autoridades. 

La regulación de la ley por parte del Gobierno llegó pocos días después de la muerte de una beba de tres meses en las inmediaciones de la Casa Rosada. La pequeña vivía con su familia a la intemperie. Fagioli anunció la noticia en redes sociales y recalcó «la ley sin duda va a evitar muchas muertes». Lamentablemente eso no ocurrió, las últimas temperaturas heladas se llevaron la vida de tres hombres más. «Lo que hace el Estado no alcanza. En general, lo que se realiza es paliativo y lo que necesitamos son políticas de fondo, como proponemos en la Ley Nacional. En muchos casos, por desconocimiento de la problemática o, incluso, por desinterés, se la aborda de formas totalmente inapropiadas», sentencia con énfasis el diputado del Frente de Todos (rebautizado, Unión por la Patria). Al respecto, la presidenta de Amigos en el Camino agrega: «El Estado debería cumplir con la ley, que no se cumple en muchos de los aspectos, y cambiar el sistema de paradores, que realmente se conviertan en centros de inclusión nacional».

Los sin techo rechazan los centros de inclusión que ofrece el Gobierno debido a los robos de las pertenencias, los actos de violencia cometidos en los complejos, la prohibición de la entrada de mascotas y el impedimento de acceder con los carros, que muchos utilizan como herramienta principal de trabajo.

¿Centros de inclusión?

La ministra de Desarrollo Humano y Hábitat porteña, María Migliore, incentiva desde sus redes sociales los centros de inclusión, más conocidos como “paradores”, e invita a los ciudadanos a comunicarse al 108, la línea telefónica que brinda asistencia inmediata a las personas en situación de calle durante las 24 horas. Sin embargo, muchos de los comentarios en sus publicaciones al respecto reclaman lo contrario. En 2022 se realizaron 116.657 llamadas y en lo que va del año más de 40.000.

Migliore también asegura que en los centros de inclusión, además de lugar donde dormir, proveen a las personas de cuatro comidas y duchas calientes. Al mismo tiempo que reciben asistencia física y psicológica, y la posibilidad de iniciar el trámite para obtener el DNI. Además, sostiene que el gobierno cuenta con más de cuarenta de estos centros a lo largo y ancho de la ciudad.

Todas estas medidas se enmarcan dentro del Operativo Frío, un programa impulsado por el Gobierno de la Ciudad con el fin de minimizar el impacto de las bajas temperaturas en las personas en situación de calle, brindando asistencia inmediata. Se lleva a cabo los meses más fríos del año y se complementa con el programa Buenos Aires Presente (BAP) que ayuda a personas y familias en condición de emergencia social.

A lo largo del invierno, equipos móviles recorren las calles porteñas durante la tarde y parte de la madrugada, entregando frazadas, infusiones, viandas secas y viandas calientes  a todas aquellas personas con las que se encuentren durante su trayecto. Al mismo tiempo, les ofrecen el traslado a los centros de inclusión. 

Pero los Centros de Inclusión que ofrece el GCBA parecen no funcionar de la manera en que deberían. Mónica de Russi afirma que muchas de las personas sin techo prefieren optar por las calles en lugar de los centros y la mayoría de los que fueron, prefieren no volver. Esto se debe a varias razones: los robos de las pertenencias, los actos de violencia cometidos en los complejos, la imposibilidad de poder permanecer todos juntos, en el caso de las familias sin distinción de géneros, la prohibición de la entrada de mascotas y el impedimento de acceder con los carros, que muchos utilizan como herramienta principal de trabajo. Todas razones aparentemente no contempladas o ignoradas por las autoridades.

La presidenta de Amigos en el Camino continúa su relato y afirma: «Todas las noches las ONG entregamos frazadas, el BAP compra y entrega frazadas también, pero Espacio Público pasa, tira todas las frazadas y corre a las personas para limpiar el lugar. Por lo menos deberían tener una política de comunicación y trabajar en conjunto. La gente en situación de calle no es basura para limpiarla». 

Acompañamiento, abrigo y Duchas del Sagrado

Lo cierto es que a pesar de las medidas llevadas a cabo por el Estado, la problemática continúa y las soluciones parecen no ser suficientes. O por lo menos eso es lo que indican las cifras cada vez más altas de pobreza y personas sin techo. Allí es donde entran en juego dos piezas fundamentales: las organizaciones civiles y las Iglesias. 

Amigos en el Camino es una organización sin fines de lucro que recorre los barrios porteños durante las noches y ofrece, además de acompañamiento, alimentos y abrigo. Comenzaron su labor en octubre de 2011 y, desde entonces, recolectan y entregan todo tipo de elementos útiles para aquellas personas que más lo necesiten, pero también procuran que las personas en situación de calle accedan a sus derechos e intentan ayudarlos a salir de la posición en la que se encuentran. Sostienen que el subsidio habitacional, entregado por el Estado, no es suficiente. Es necesario acompañar a las personas sin techo porque aunque salir de esa situación es difícil, más difícil es sostenerlo en el tiempo. 

Esta problemática también atraviesa a la Iglesia. «Donde el Estado no puede hacer pie, donde no quiere, no puede o se olvidó, llegamos nosotros con algunos sectores de la Iglesia», afirma el Padre Santiago García, en diálogo con ANCCOM

La Basílica Sagrado Corazón de Barracas es solo uno de los tantos ejemplos. Liderados por el Padre Santiago, allí se realizan las Duchas del Sagrado, una actividad que buscó replicar lo hecho por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro allá por 2015. Todos los sábados por la mañana, desde marzo de 2016, la Basílica abre sus puertas a todas las personas que lo necesiten. Son recibidos con un desayuno y una vianda. Las personas en situación de calle tienen la posibilidad de una ducha caliente y un cambio de ropa. Desde la iglesia les brindan productos de aseo y también la posibilidad de ingresar a los talleres que ofrece la Basílica.

El Padre Santiago afirma que la demanda en épocas de frío aumenta en comparación al resto del año y, aunque las Duchas del Sagrado funcionan de manera exitosa desde hace siete años, considera que no deberían existir, porque, en primer lugar, no deberían existir las personas en situación de calle. Considera la problemática muy injusta y aunque reconoce que la comida y el abrigo son los pedidos más urgentes de parte de las personas sin techo, existe uno mayor y es la necesidad de ser mirados y observados. De esta manera, el Padre Santiago instala una cuestión central de todas y cada una de las personas en situación de calle: la necesidad inmediata de dejar de ser invisibilizados. 

La asistencia ofrecida por organizaciones civiles, como Amigos en el Camino, y por Iglesias, como la Basílica Sagrado Corazón, son fundamentales, pero no suficientes. No agotan la situación, aunque tampoco deberían hacerlo. El Estado es quien debe hacerse presente, cumplir lo que dicta la Ley Nacional y solucionar una problemática que hace años crece a pasos agigantados sin ninguna solución inmediata a la vista. 

Por lo pronto, alrededor de 160 personas que dormían hace ya varios meses en el Aeroparque Jorge Newbery fueron desalojadas esta madrugada del viernes. Algunos aceptaron ser trasladados a los centros de inclusión social, otros optaron por quedarse en las puertas del lugar. Muchos de ellos no pudieron retirar sus pertenencias personales una vez fuera y denunciaron maltrato por parte de las autoridades. El operativo fue llevado a cabo en conjunto entre organismos nacionales y el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires, quienes de momento no ofrecieron ninguna otra alternativa más que pasar la noche en los “paradores”.

Monumento a la publicidad

Monumento a la publicidad

Carteles enormes recubren numerosos monumentos históricos en la Ciudad de Buenos Aires. La Ley de Patrocinio permite que las empresas privadas financien su restauración. ¿Pero qué pasa cuando se van los andamios? Un argentino radicado en España encabeza un movimiento de denuncia.

Hace escasos años, sobre todo tras la pandemia, los porteños se acostumbraron a ver algunos de los monumentos de la Ciudad cubiertos por andamios con extensas lonas que lucen estampados publicitarios. La explicación a ese cambio del paisaje urbano proviene de la Ley 6163 que establece un régimen de patrocinio. La nueva normativa, aprobada en mayo de 2019 por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, busca promover la participación de “las personas humanas o jurídicas de carácter privado en contraprestación a la difusión del nombre, denominación, marca, imagen, productos  y/o  servicios del patrocinador”.

Aquellos que quieran participar de este sistemas de contraprestaciones pueden presentar una Manifestación de Interés detallando el valor del aporte, las acciones de difusión propuestas y los valores de la marca a asociar. La autoridad de aplicación, designada por el Poder Ejecutivo porteño, es la responsable de aprobar los proyectos de patrocinio, establecer límites y condiciones de seguridad, verificar la ejecución de los proyectos y aplicar sanciones en caso de incumplimiento. Por su parte, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana es quien designa cuales monumentos deben restaurarse y el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción establece los convenios a realizar.

Sin embargo, todo lo que parece tan claro en papel, no lo es tanto para algunos funcionarios y vecinos que indican que las cosas no son como se las plantea. Como explicaba Jonatan Baldiviezo, titular del Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), en marzo de este año a Tiempo Argentino, el valor del patrocinio solía ubicarse en un rango de entre 1,5 millones y 10 millones de pesos. Seguramente ese dinero habría venido a las arcas del Estado pero, según reconoció el Gobierno de la Ciudad, se pagan con canjes y no en efectivo.

¿Por qué, en algunos casos, cuando se sacan los carteles las estatuas parecen estar igual que antes? Los intentos de ANCCOM por contactar con el GCBA para obtener algunas respuestas no dieron frutos. ¿Qué pasa realmente detrás de los carteles?

Poco y nada

“Quienes deben hacer el control sobre esta ley son la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, la Auditoría de la Ciudad y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad”, explica María José Lubertino, abogada y exmiembro de la Cámara de Diputados de Argentina. “Estos órganos son quienes tienen que pedir informes, los que deben exigir las estadísticas, los datos sobre la publicidad, los monumentos y la eficacia de la ley de patrocinio. Yo fui constituyente de la Ciudad de Buenos Aires, y esos son los tres órganos que deberían estar monitoreando este asunto público. No solamente la eficacia y las estadísticas, sino también cuánta plata se destina a ese proyectos y la efectividad de la ley”, continúa.

Para la actual Presidenta de la Asociación Ciudadana de los Derechos Humanos, “el problema es que los pedidos de informe en la Legislatura los bloquean. No les dan quórum, no los tratan en las comisiones. Y la Auditoría realiza investigaciones que se publican después de dos años o tres años”.

Lubertino aclara: “Nuestra Constitución de la Ciudad protege el ambiente, protege el patrimonio, protege el buen vivir y consagra una democracia participativa ambiental. Esta modalidad de poner publicidades en los monumentos son otra manera más de violarla, porque además genera contaminación visual. Que determinadas publicidades estén durante meses que exceden a la reparación de esos monumentos, deja en claro que esto tiene que ver con el negocio de las empresas y la recaudación de la Ciudad de Buenos Aires”.

“Estos temas se están planteando en los consejos consultivos comunales, a nivel de las comunas y los plantean los comuneros, los juntistas. Los de la oposición, obviamente”, detalla Lubertino y comparte una lista de monumentos históricos actualmente intervenidos por la Ley del Patrocinio (Ver recuadro).

Una fuente de un organismo nacional que prefirió no dar su nombre explicó a ANCCOM: ”Yo no tengo esa información porque no depende de mí. Lo único que te puedo decir sin estadística es que las estatuas y monumentos estuvieron tapados y eso se usó para propaganda. Es comprobable que, por ejemplo, en la estatua de Bernardo de Irigoyen ni siquiera se le practicó una limpieza superficial. En los dos Congresos se verificaron malas prácticas también”.

Algunos casos llegaron a Twitter donde los vecinos comentan casos particulares de publicidades masivas ubicadas en sus barrios. Una vecina de Recoleta, por ejemplo, informa que en la plaza Rodriguez Peña el monumento de Bernardo de Irigoyen estuvo más de seis meses cubierto por una publicidad de “Samsung”. El resultado de la espera fue nulo: la estatua del expresidente se encontraba igual que antes de que la cubrieran. Al finalizar esa “obra”, desplazaron los andamios y cubrieron una palmera que, al parecer, estaba siendo restaurada con el patrocinio de la empresa coreana. Semanas más tarde, la palmera fue totalmente tapada para colocar un anuncio de “Heineken”. Los vecinos se preguntan cuál es el trabajo que hay detrás de esos andamios, ya que no ven a ningún trabajador realizar ninguna tarea en ningún momento del día.

Una moda internacional

Estos negocios monumentales no ocurren solamente en la Ciudad de Buenos Aires, ya que publicidades de grandes marcas a nivel internacional dominan monumentos mundialmente reconocidos, como la Catedral de Barcelona, la Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana.

El movimiento artístico político «Adeu Ad« , propone un adiós a la publicidad en los monumentos históricos. Esta organización logró remover una publicidad de “Samsung” en su iglesia. Emi Nogueroles, un estudiante de publicidad argentino que actualmente reside en España, fundador del grupo, cuenta: “El movimiento Adeu Ad surge como una respuesta pública ante la gran cantidad de denuncias y quejas que provocaba el gigantesco cartel de Samsung en la Catedral de Barcelona. Nosotros somos un grupo de tres jóvenes que trabajamos con la publicidad y nos encanta el mundo creativo, pero el problema surge cuando las publicidades se aplican de manera absurda e invasiva en un monumento tan significativo para todos“.

La agrupación lanzó folletines en la zona de la catedral con la consigna: “Hay un poco de catedral en tu valla publicitaria”. “Nuestra estrategia comunicacional fue hacer una campaña de titulares en Semana Santa: cuando estaba lleno de gente repartíamos los folletos con un código que te lleva a nuestro filtro de Instagram capaz de recrear la imagen de la catedral sin publicidad”, recuerda Nogueroles. “Fue una acción en vía pública que se volvió digital, una experiencia en la calle donde la gente se sumó y compartió. Hubo más de 5.500 fotos e impresiones compartidas con nuestro filtro, hilo en Twitter y debates públicos. Salimos en 20 medios locales y nacionales. Algunos influencer de Madrid lo levantaron y llegamos a más de medio millón de reproducciones y seguimos contando los números aún. Y después de siete días exactos retiraron el cartel de Samsung de la Basílica“.

¿Podría hacerse algo similar en Buenos Aires? “Creémos que Adeu Ad propone una interesante movilización que se puede implementar en distintos lugares donde surja el mismo problema, como en Buenos Aires donde este asunto está en permanente tensión entre los ciudadanos. Mi compañera viajará a Buenos Aires dentro de poco, veremos cómo podemos aplicar esta intención activista en una Ciudad como Capital Federal. Creemos que la clave para que algo se modifique es siempre moverse, hacer, activar hacia un cambio mejor. El problema estaba enfrente de todos y todos sabían que eso estaba mal y que alguien debía hacer algo, pero si nadie se empieza a movilizar, nada cambiara“.

 

La marca de los próceres

Estos son los monumentos en restauración que aparecen rodeados de publicidades:

  • Monumento de los Sirios a la Nación (Bouchard y Sarmiento)
  • Monumento de San Sebastián (Libertador y Castilla)
  • Monumento al Libertador Bernardo O’Higgins (Plaza Chile)
  • Monumento de la Carta Magna y las Cuatro Regiones Argentina (Parque tres de febrero)
  • Monumento a Garibaldi (Plaza Italia)
  • Fuente de la 9 de Julio y Córdoba
  • Monumento a Bernardo de Irigoyen (Plaza Rodríguez Peña)
  • Monumento a Nicolás Avellaneda (Plaza Holanda).

Las empresas patrocinantes son Samsung, Chevrolet, Garnier Fructis, Heineken, Cif, El Cronista, Puma, Iveco, Bundesliga, entre otras marcas.

El antifeminismo y la campaña electoral

El antifeminismo y la campaña electoral

La socióloga e historiadora feminista Dora Barrancos analiza la avanzada  en contra del feminismo en medio de los discursos de campaña. La importancia de contar con un Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, el llamado a deconstruir los discursos que se denominan liberales y cuáles son hoy los objetivos del movimiento feminista.

En diálogo exclusivo con ANCCOM, Dora Barrancos analizó algunas de las postales que cristalizan discursos en medio del inicio de la campaña electoral que ya comenzó antes de estar definidos los futuros candidatos.

Postal 1: 2022. Javier Milei, diputado nacional, líder del partido La Libertad Avanza y candidato a presidente, es entrevistado en el marco de la presentación de su libro El camino del libertario en la Rural. “Yo no tengo por qué sentir vergüenza de ser un hombre blanco, rubio y de ojos celestes. No tengo que pedir perdón por tener un pene, el Ministerio de la mujer ya saben, pista”, dice Milei y hace un gesto con la mano como quien echa a alguien. El público aclama.

Postal 2: 2023. Horacio Rodriguez Larreta, Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y candidato a presidente por la alianza Juntos por el Cambio, realiza una entrevista para Radio Rivadavia. “Voy a reducir los ministerios a la mitad. Yo no creo que la importancia que uno le de a un tema dependa de tener un ministerio, secretaría o subsecretaría”. El periodista le pregunta si planea cerrar el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad a lo que Larreta responde que sí, que los ministerios solamente implican más burocracia. Esta entrevista se realizó un día antes del  8 de marzo. Al día siguiente, el movimiento feminista se movilizó a las calles por el Día Internacional de la Mujer.

¿Por qué estos discursos sobre el cierre del Ministerio pasaron a formar parte de la campaña electoral?

Esa es la superficie, la fórmula discursiva en realidad entraña algo más. En primer lugar, es una oposición al avance de la perspectiva de género. Lleva embutido ese principio medular una oposición a los feminismos, a las feministas y a una política de las feministas, el avance con derechos hacia la equidad, hacia la paridad y hacia la justicia de género. En segundo lugar, es una oposición a la diversidad sexogenérica, al reconocimiento de los derechos de las personas y sus identidades. Ahí está el programa. Entonces, cuando dicen que quieren eliminar el Ministerio en realidad quieren eliminar estos principios. No se trata simplemente de una degradación del Ministerio, porque no podrían hacerlo desaparecer del todo, eso es evidente. En suma, es una amalgama de retrocesos tal como viene ocurriendo en las plataformas de la derecha y de la extrema derecha del mundo.

 

¿Qué importancia tiene contar con un Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad?

¿Cómo se puede analizar la jerarquía valorativa conceptual del Estado sino a través de sus simbolizaciones en materia de jurisdicciones, potencias y poder? Si el Ministerio es llevado a una Dirección General, hay una degradación de las políticas tendientes a la equidad humana. Es el aspecto simbólico que el Estado le da, que corresponde a jerarquías. En el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires nunca se jerarquizó la institución por lo tanto nunca se jerarquizaron las políticas que tienen que ver con la equidad de género. Tiene una cierta materialidad pero además tiene un valor simbólico respecto de la jerarquía de los problemas del Estado.

¿Qué concepciones del Estado se ponen en juego cuando se reproducen estos discursos?

Primero, desde la perspectiva de esos discursos el Estado debería reducirse a una expresión mínima. Una expresión apenas emergencial, exclusiva a lo que las operaciones del mercado no pueden hacer. Se llegan a exacerbaciones que ponen en tela de juicio al mismo liberalismo. No son fuerzas liberales, son fuerzas que se han construido sobre la base de una gran operación ideológica y política contraria al Estado. La vieja receta liberal, si nos vamos a las fuentes liberales como Smith y Ricardo, no tienen nada que ver con esta pantomima. El poco retazo de liberalismo que tuvimos en Argentina fue la construcción de algo en manos del Estado. El liberalismo en Argentina se determinó por dos circunstancias que son eminentemente construcciones del Estado: la educación básica y la salud pública. Ni siquiera leen sus propias tradiciones.

 

¿Qué modelo de libertad proponen?

La libertad que proponen es la libertad de los fuertes, de los poderosos, no la libertad que tiene cada individuo. Es una libertad para subyugar. Es todo muy falaz y hay que deconstruir sus argumentaciones haciendo un buen ejercicio semiológico. Por eso yo a menudo recuso que a todas estas fuerzas se las llame neoliberales. Son neoconservadoras y neofascistas en gran medida. Se mueven con la falacia más cínica, la revolución. Es un oxímoron. Esas fuerzas están muy complicadas por situaciones gravísimas. Si hay una justicia un poquito más independiente, menos colonizada, algo debería pasar con los rituales de cercanía que han tenido con quienes intentaron el feminicidio y el magnicidio.

 

¿Qué cree que debería hacer el feminismo?

El feminismo debería empinarse de manera rotunda. Yo lo que diría es que no tiene que perder mucho tiempo en nombrar personas, sino en nombrar las políticas. No importan los nombres, puede ser Milei o Bullrich, lo importante es denunciar estos programas. La novedad de las fuerzas reaccionarias es que han incorporado activamente ir contra el feminismo y la diversidad.

 

«Iglesia y Estado, asuntos separados»

«Iglesia y Estado, asuntos separados»

Movimientos feministas realizaron un acto en la Legislatura porteña para exigir la baja del “0800 Vida”, la línea que entró en vigencia a partir de un convenio entre el Consejo Social de la Ciudad, liderado por Cynthia Hotton, y sectores de la Iglesia evangelista.

“Plena implementación de la Ley IVE” y el rechazo de “la injerencia eclesiástica en las políticas públicas” fueron las principales consignas mencionadas por las oradoras de grupos feministas que participaron del acto realizado el jueves último frente a la Legislatura porteña, para exigir la baja de la línea “0800 Vida”.

La línea entró en vigencia a partir de un convenio entre el Consejo Social de la Ciudad, liderado por Cynthia Hotton, y sectores de la Iglesia evangelista, lo que dejó expuesta la estrecha relación de esa iniciativa con sectores religiosos que repudian la ley. Entre las manifestantes que repudiaron esta asociación se encontraban Nora Cortiñas, madre de Plaza de Mayo, y agrupaciones de mujeres como Isadora, Plenario de Trabajadoras, Juntas y a la Izquierda, Las Rojas y Pan y Rosas.

Para Mercedes Trimarchi, legisladora de la Ciudad por el Frente de Izquierda Unidad y dirigente de Isadora, el 0800 Vida “es un ataque” a la Ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo, y representa “una clara avanzada del sector más reaccionario”. Tratándose de un año electoral, advierte que es “una señal política para un sector atrasado de la sociedad”, y agrega: “Lo que no dicen es que quienes atienden son representantes de Ongs ligadas a las iglesias”.

Durante el acto, también se denunció que esta línea telefónica “busca llenar de culpa a las pibas. Genera confusión, culpa y desinformación. La persona gestante está muy vulnerable y puede creer cualquier cosa”, opina Agustina Alvarito, docente que asistió a la movilización y quien, además, propone hablar de “personas gestantes: No solo las mujeres abortan”, afirma.

Las promociones de la nueva línea telefónica dicen dirigirse a situaciones de “embarazos vulnerables”. De esta manera, se pretende que la decisión de ser madres debe sostenerse a partir de la aceptación de una ayuda económica. Virginia Rodríguez, miembro de la Red de Socorristas que acompañan a las personas en su decisión de abortar, reconoce que el hecho de carecer de recursos suma en la decisión de interrumpir el embarazo, pero que no es el motivo principal: “Subestiman nuestra capacidad de elegir sobre nuestros cuerpos, no tienen en cuenta que la decisión tiene que ver con el deseo”, explica, y asegura que el 0800 despliega un “hostigamiento” contra la persona que se comunica, contactándola desde distintos números “para evitar que pueda tomar una decisión pensando en su proyecto de vida”.

También se hizo énfasis en la escasa inversión en infraestructura y en la falta de capacitación de profesionales de la salud: “Faltan ecógrafos en todos lados. Tenemos un derecho que por ley es gratuito, pero en la práctica no es lo que sucede”, cuenta Virginia, y comenta que cuando la ecografía no la garantiza el Estado, el costo puede ser de hasta 5.500 pesos: “La gratuidad es algo relativo”, concluye.

Cerró el acto la tradicional batucada de las marchas feministas, luego de un pañuelazo bajo el reclamo: “Iglesia y Estado, asuntos separados”.

«Larreta cuidate, las enfermeras paramos si no hay respuesta»

«Larreta cuidate, las enfermeras paramos si no hay respuesta»

La enfermería, una vez más, marchó por las calles del centro porteño para reclamar a Larreta el reconocimiento como trabajadores de la salud. Por el momento, enfermeras y enfermeros porteños figuran en el escalafón de administración.

Una vez más, las avenidas Corrientes y Callao se llenan de ambos, guardapolvos y uniformes de todos los colores. Miles de enfermeros colman las calles con carteles que dicen “somos esenciales y también profesionales”, “no queremos más ajustes, no queremos exclusión”, “justicia: escucha a la enfermería, no al poder”, “somos enfermeros, no administrativos”. Va cayendo la noche y comienzan a prenderse las primeras antorchas. El olor a alcohol, desinfectante y quemado se mezcla con el aroma de mates y sandwiches, la merienda de aquellos enfermeros que acaban de terminar su jornada laboral. 

“¡Vamos compañeros, enfermería unida para que nos escuche Larreta!” se escuchó el grito desde el camión que lideraba la marcha. Convocados por ALE (Asociación de Licenciados de Enfermería), SITRE (Sindicato de Trabajadores de Enfermería) y ATE (Asociación Trabajadores del Estado) los enfermeros empiezan su recorrido hacia el Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires para reclamar la inclusión en la Ley 3065 que regula a los profesionales de salud y de la cual están excluidos.

La marcha se ve teñida de un ambiente familiar, los niños y adolescentes se enredan entre los pañuelos que dicen “inclusión YA”. Enfermería es una profesión conformada, en general, por mujeres que son el sostén del hogar, para muchas de ellas la única posibilidad de reclamar implica el acompañamiento de sus hijos. Ganan sueldos miserables, las empujan al pluriempleo y las obligan a sobrevivir como puedan. “Luchamos para conseguir  nuestro reconocimiento, nuestro salario y la posibilidad de tener una vida digna, tiempo de descanso, con vacaciones, poder disfrutar de la vida. No merecemos solo trabajar en buenas condiciones, también merecemos tener descanso y posibilidades de recreación, de seguir un proyecto personal y familiar”, destacó la representante de ATE. 

 

Mientras las luces de los emblemáticos edificios de calle Corrientes alumbran a la movilización, cientos de personas interrumpen sus cenas y cafés para acompañar el reclamo con aplausos, silbidos y grabar el momento.  “Quiero hablar a la sociedad, a los vecinos que están acá, que salieron al frente. Primero disculparnos por estar acá, haciendo este llamado, pero la verdad que necesitamos también de su apoyo. Nosotros, los hospitales públicos, somos los que los atienden a ustedes”, dice Pilar Zapata la licenciada en enfermería con un tono que se mezcla entra la culpa y la necesidad. Durante mucho tiempo, ante la posibilidad de que enfermería realice un paro se los amenazó con denunciarlos por abandono de persona. Para ellos salir a la calle, denunciar y protestar conlleva romper con el cargo de conciencia que se les ha inculcado por años.

El ritmo de la marcha es marcado por el sonido de bombos, tambores, silbatos y el canto de “cuidate Larreta de las enfermeras que paramos si no hay respuesta”. Al pasar la extensa columna de empleados de salud, se escuchó “ahí estuvo papá ¿no?” mientras un niño señala la bandera del hospital Ramos Mejía. Era imposible ignorar el reclamo, todos en algún momento habían sido atendidos en un hospital público.

“La perdí a Nora”, se comentan entre enfermeras del Hospital Gutiérrez. “Se fue, entraba a las doce en el Güemes”, le recordó otra colega.

El sueldo de enfermería se encuentra por debajo de la canasta básica. La mayoría de los trabajadores de salud deben recurrir a otros empleos u horas extras para llegar a fin de mes. La inclusión en la Lley 3065 no solamente significaría el reconocimiento a su profesión sino también un cambio significativo, importante y necesario en los ingresos mensuales. 

“Hoy en promedio una enfermera o un enfermero está ganando 140.000 pesos. La inclusión representaría cobrar prácticamente el doble de lo que estamos cobrando en este momento” comentó a ANCCOM, Cristian Acosta, miembro de SITRE y licenciado en enfermería.

Tener enfermeros sobreexplotados, que denuncian que no poseen los elementos necesarios y que ven sus ingresos sobrepasados por la inflación representa una disminución en la atención de calidad. “Es imposible trabajar con cinco horas de sueño y que encima te recorten el sueldo” comentó Juana, trabajadora del CESAC 17.

Llegando hacía la sede del Poder Judicial de Buenos Aires, sobre la calle Hipólito Yrigoyen se alzan los pedidos de justicia y nuevamente comienzan los cantos de “enfermería unida y al que no le gusta se jode, se jode”, acompañados por el movimiento de carteles y banderas.

“La población está en riesgo porque las enfermeras, porque los trabajadores de la salud estamos en riesgo. ¡Somos esenciales!” expresó en el escenario la representante de ATE mientras las antorchas que en un principio dieron fuerza al reclamo se iban apagando. Las carpas se iban abriendo y aparecían los primeros puestos de café y té que acompañarían la larga noche de vigilia. La movilización terminó, pero la lucha continúa.