El papel contraataca

El papel contraataca

Contra la lógica de lo inmediato y lo digital, cuatro publicaciones autogestivas eligen el impreso un espacio de creación y resistencia. En la Feria del Libro, Cancelado, Pulpa, Tinta Local y El Cable encuentran, en las viejas formas de circulación en los kioscos, una forma de intervención del espacio público.

En una charla en la Zona Futuro de la Feria del Libro, cuatro periódicos en papel presentaron sus publicaciones. Se trató de medios que, en tiempos de consumo digital casi exclusivo, apuestan a volver al formato físico y compartieron su experiencia en ese desafío.

A la sala llena, la jornada comenzó con la presentación del colectivo de humor Alegría Política, que contó su recorrido hasta la creación de Cancelado, un diario de historietas de humor político. “La idea fue juntarnos entre colegas y hacer algún tipo de movida para después imprimirnos y no depender ni de las redes sociales, ni de un lugar, ni sponsor, ni nada», explicó Ernán Ciriani, integrante del proyecto, en diálogo con ANCCOM. La idea surgió en oposición a las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri y, pese a los cambios de contexto político, continuó creciendo.

En un principio, Cancelado fue un anuario de tiras de humor gráfico relacionados con la política. Sin embargo, por cuestiones económicas, se transformó en una revista, buscando volver a los kioscos de diarios. Aunque reconocen que las redes sociales fueron útiles para darse a conocer, también sufrieron censura, sanciones y denuncias. «Quedábamos baneados o desaparecíamos de la red social. Estábamos ocultos. Entonces surgió la idea del papel», explicó Maxi Falcone, también integrante del colectivo. Han tenido denuncias de personalidades políticas importantes. “Nosotros no estamos haciendo negocio, no estamos ganando dinero pero sí estamos intentando formar algo que quede en la escuela del humor gráfico que tiene este país», agregó Lele, otro de sus integrantes. Actualmente, llevan publicados cinco periódicos y una revista digital.

Luego fue el turno de Pulpa, la publicación de historietas impulsada por Juan Szama. Su primera edición en este formato salió en 2024 con la historia “A tu rojo ruta” de Mariano Taibo. “Yo venía de imprimir libros y es un costo altísimo para una cosa que termina siendo más de nicho como la historieta. Entonces pensaba que si no lo iba a recuperar, prefería no recuperarlo pero por lo menos que tenga mayor visibilidad y circulación”, explicó Szama en diálogo con ANCCOM. Satisfecho con la recepción del público, que ya prepara la segunda edición, protagonizada por El Zíngaro, de Quique Alcatena.

A pesar de haber pensado previamente al formato de diario como algo muy lejano, Szama expuso que le interesaba “que la historieta dialogue y difundirla en mayor cantidad de lugares posibles. Me parecía que el papel permitía eso en tanto costos y distribución y que aparezca en lugares que la historieta hoy en día perdió. Ya no hay historietas más allá de las pocas que hay de saldo europeas o yankis, no hay historieta argentina en kioscos”.

Que la historieta vuelva a ocupar un lugar en el espacio público, especialmente en los kioscos de diarios y revistas, no es tarea sencilla. Para que un diario pueda exhibirse en un puesto de canillita, el kiosquero debe establecer un acuerdo comercial con las editoriales responsables de los títulos que desea vender. Esto implica firmar un contrato que regule el suministro, los precios, las devoluciones, entre otros aspectos. Recuperar ese espacio público era uno de los intereses que Szama señalaba como fundamentales.

El tercer turno fue para Tinta Local, impulsado por Espacio Moebius, una galería, tienda y editorial dedicada al cómic y al dibujo. Su proyecto propone un enfoque federal: convocaron a 21 dibujantes de distintas regiones del país para retratar comercios de cercanía. «La idea era jugar a tener un periódico donde las noticias se trasladaran al público a través del dibujo, con cronistas que fueran también dibujantes», explicó Martín Ramón, director del proyecto.

Finalmente, con una propuesta provocadora e irónica, se presentó El Cable. La introducción, performática, mostraba a un joven leyendo un diario en papel prensa cuya tapa decía “Únicos, como todos los demás”. Vestido de traje, el presentador leyó: «Te ofrecemos un camino alternativo, diferente, un medio impreso para que puedas sentir de verdad aquello que lees, para que puedas palpar, oler, tocar».

El Cable sostiene un tono irónico en toda su edición, con secciones de moda, psicología, entrevistas, reflexiones sobre inteligencia artificial y originalidad. Su lema: ofrecer un diario “sin tiempo”.

Al cierre del encuentro, los protagonistas exhibieron sus publicaciones en una mesa común. Tapas disruptivas, colores vibrantes y propuestas gráficas contundentes dejaron en claro que, en un mundo saturado de pantallas, el papel todavía puede ser un territorio fértil para la creatividad y resistencia.

 

Juventud, divinos lectores

Juventud, divinos lectores

La nueva edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires incorpora Tribuna Juvenil, un espacio exclusivo para charlas y actividades de ese segmento etario.

Una de las novedades que trae este 2025 la Feria del Libro de Buenos Aires es la incorporación de Tribuna Juvenil; un espacio destinado exclusivamente a realizar actividades orientadas a un segmento etario, en general, poco atendido.

Si bien en ediciones pasadas se han realizado encuentros organizados por la Movida Juvenil de la Feria, como el Encuentro Internacional de Bookfluencers que se realiza cada año, es la primera vez que los jóvenes cuentan con un espacio propio. El mismo es una demanda histórica, según explica Cristina Alemany, licenciada en Letras y editora con más de 33 años de experiencia en el mundo del libro, quien actualmente es curadora de la nueva iniciativa: “El primer año que estuvo el espacio de Orgullo y Prejuicio [destinado a actividades que abordan cultura y la diversidad sexual] me dije ‘qué bárbaro, qué genial’. Me fascinaba eso de que se tuviera un lugar con el que te sientas identificado para ir. Sobre todo para los jóvenes. Lo veía un año y lo veía otro. Y un día estaba parada ahí y pensé ‘Yo quiero un Orgullo y Prejuicio joven’, o sea, quiero un espacio que sea especialmente para los jóvenes.”

Sin embargo, aclara que no fue una decisión improvisada sino que la idea se gestó durante un largo período antes de llegar a la creación del espacio concreto: “Es muy raro que una cosa así se improvise. Siempre se habla de mucho tiempo y las cosas salen cuando llega su momento. Uno es muy ansioso por ahí, queremos las cosas ya… Pero esta ansiedad fue madurando y bueno, llegó el momento.”

Además, la organizadora considera que Tribuna Juvenil “es un centro de oportunidades para toda la gente joven que está en el mundo del libro. Que lee, que escribe, que no sabe lo que quiere, pero que quiere estar ahí. Y a lo mejor ahí, descubre lo que quiere.”

Los participantes de actividades de este año también reconocen el valor que tiene la incorporación de un espacio propio, como dice Celeste Sawczuk, periodista y creadora de contenido literario: “La verdad siempre es lindo ver cómo la literatura y la movida juvenil están teniendo el reconocimiento que merecen. Tener  un ‘cuarto propio’, parafraseando a Virginia Woolf, es tener un espacio donde los jóvenes podamos expresarnos y compartir entre nosotros lo que más nos gusta y apasiona que es la literatura.”

La programación en la Tribuna Juvenil es muy extensa: durante toda la Feria, se realizarán 63 charlas. Haciendo un panorama general podemos conocer sobre qué hablan los jóvenes hoy: hablan de todo. De respeto por la diversidad, de derechos, de culturas que nos son ajenas, pero también de la nuestra.

La charla inaugural del espacio, el viernes 25 de abril, fue “Heartstopper: diversidad, salud mental y todo lo que está bien. Tomando como punto de partida la serie de cómics escritos por Alice Oseman, que también cuentan con su propia adaptación a serie en una plataforma de streaming, se habló de temas que interpelan a los jóvenes y los atraviesan en el día a día. Muchos de ellos se animaron a compartir sus propias experiencias. La Tribuna Juvenil se llenó: había gente sentada en el piso porque se llenaron las gradas.

Haciendo un recorrido general, podemos encontrar desde charlas como “La construcción de los mundos en Sanderson, en la cual se debatió sobre las distintas sagas de Brandon Sanderson, autor estadounidense de Nacidos de la Bruma, hasta las próximas “Cómo leen El Eternauta los jóvenes de hoy (10 de mayo, 19 horas) y “Literatura juvenil uruguaya” (11 de mayo, 17 horas).

“La oferta es la más extensa que he visto, hay para todos los gustos. No hay chance de que no te interese al menos una, yo ya estoy viendo cómo repartirme los tiempos para poder ir a varias“, dice Natalia Bustamante, emprendedora y creadora de contenido que participará de la actividad  «Leo, luego emprendo» (12 de mayo, 19 horas). 

La Tribuna Juvenil cuenta con la participación de representantes de distintas provincias de país. Agustina Cámara, autora y creadora de contenido, quien formó parte de la actividad “La construcción de mundos en Sanderson, en diálogo con ANCCOM, contó cómo llegó a participar desde Córdoba capital: “En la Feria del Libro de Santiago del Estero, comenté que me encantaría participar de una charla sobre Sanderson y se dieron las cosas. El año pasado también fui invitada, pero por ser ‘del interior’ y no tener fondos en ese momento para viajar, se me complicó. Estoy contenta de poder ser parte este año.”

La incorporación de la Tribuna Juvenil en esta feriaa abre una puerta de oportunidades para los jóvenes apasionados por la literatura. Es una manera de darle un espacio concreto a nuevas demandas, nuevas voces que tienen mucho para decir sobre su forma de ver el mundo.

Una estatua para no olvidar

Una estatua para no olvidar

Se inauguró en la Feria del Libro «La niña y la Paz», una escultura que recuerda a las mujeres coreanas esclavizadas sexualmente por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. Las presiones para no recordar.

El viernes 25 de abril se inauguró en la edición número 49 de la Feria del Libro la estatua de la Niña de Paz, símbolo de mujeres coreanas esclavizadas sexualmente por el ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial y llevadas a estaciones llamadas eufemísticamente “del confort”.

La actividad estuvo organizada por las asociaciones culturales: Coreanos en la Argentina y la Fundación Man You, presididas por Dante Choi. Estas organizaciones cuentan con dos stands en el pabellón amarillo del predio ferial, en uno de ellos se exhiben libros traducidos de autores coreanos y en el otro la estatua, rodeada de cuadros del fotógrafo japonés Tsuyaka Yajima.

La estatua llegó al país en 2022. La idea original era que tuviera su lugar en el predio de la ex ESMA. Sin embargo, por presiones de la Embajada japonesa en Argentina no fue posible. “No hay en este momento reconocimiento de parte del gobierno japonés de esta historia –señala Choi-; niega estos hechos históricos. Por eso es importante que nosotros insistamos, persistamos en este reclamo, porque con el paso del tiempo se olvida, pasan las generaciones y no vamos a poder aprender de los errores del pasado”.

Sobre las dificultades que se encontraron a la hora de exhibir la estatua y la decisión de hacerlo en la feria, Choi aclara que se trabajó mucho para poder instalarla, se tuvieron muchísimas dificultades, y la idea es encontrar un lugar para que tenga una instalación permanente. “Creía que íbamos a lograr un impacto muy grande y muy importante instalándola en la Feria del Libro, porque es un entorno con concurrencia masiva, la gente viene por los libros y los derechos que se enseñan en este lugar”, apunta.

El día también se presentó también Keum Suk Gendry-Kim, la autora del libro Hierba, que narra la historia real de Lee Ok-Sun, una sobreviviente del tormento japonés, quien durante la Segunda Guerra Mundial había sido secuestrada  y prostituida por militares japoneses, Gendry-Kim en diálogo con ANCCOM, explicó su motivación para retratar esta historia: “Las víctimas femeninas no sólo ocurren en tiempos de guerra, sino que el duelo femenino ha estado ocurriendo en todo el mundo durante mucho tiempo, y es por eso que decidí hacer esta pieza por mi interés en las mujeres”. Por otro lado, explicó que esta historia la cuenta como mujer, sin importar la nacionalidad ni la ascendencia, es una historia universal.

La estatua llegó al país en 2022. La idea original era que tuviera su lugar en el predio de la ex ESMA. Sin embargo, por presiones de la Embajada japonesa en Argentina no fue posible.

Este año, además, es la conmemoración del 60° aniversario de la inmigración coreana en la Argentina y el 80° aniversario de la liberación de Corea del Sur y Corea del Norte, en agosto de 1945. “Es de una importancia muy grande poder informar y divulgar nuestra historia, nuestra historia triste, historia moderna coreana –opina Choi-, es el gran sufrimiento de muchísimas personas y la idea es poder divulgar para que esto sea símbolo de la violencia de género sexual de todas las mujeres y también identificar el dolor que se sienten las víctimas de violencia sexual en Argentina”.

Por otro lado, la investigadora del Conicet María del Pilar Álvarez, explicó sobre la relevancia de la inauguración de la Niña de la Paz. Señaló que es muy importante porque tenían la estatua desde el año 2022, sin poder encontrar un espacio debido a las pujas internas del país en torno a los derechos humanos.

La estatua por el momento no cuenta con un destino fijo a la vista, sin embargo desde la Asociación Civil de los Coreanos en la Argentina y la Fundación Man You están en tratativas con varias instituciones para encontrar un lugar de exhibición permanente, de no poder hacerlo, se continuará presentando en los lugares donde haya una concurrencia masiva.

Malvenido Cifelli

Malvenido Cifelli

Con abucheos al secretario de Cultura de la Nación, abrió la edición 2025 de la Feria del Libro. El discurso inaugural estuvo a cargo de Juan Saturain, quien criticó la figura de Best Seller; puso en valor al guionista de aventuras Héctor Oesterheld –desaparecido por la dictadura militar-y, elogió a los presidentes que leían y proponían debates. También advirtió sobre aquellos que perdieron la vergüenza, en un discurso lleno de entrelíneas, dedicado a los buenos entendedores. Reivindicación colectiva a Osvaldo Bayer.

La Feria del Libro volvió a abrir sus puertas en Buenos Aires como quien insiste en un ritual ancestral: con libros, multitudes, y una sensación compartida de estar participando, aunque sea por un rato, de algo que revitaliza. Sin embargo, esa apertura y cordialidad con el público en general, tuvo su interrupción en el Restaurante Central. Allí, donde se realizó el acto inaugural de la Feria, primó la exclusividad y el corporativismo: para poder acceder a la sala, decorada con arañas y luces azules, era necesario contar con una invitación otorgada por la Fundación El Libro, de la cual no se difundió información previamente, lo que provocó dificultades para el ingreso de la prensa. Entre los afortunados que recibieron la invitación, se encontraban en primera fila los funcionarios del Gobierno de la nación y de la Ciudad de Buenos Aires, directores de editoriales, representantes de la monarquía de Arabia Saudita -su capital, Riyadh -ciudad invitada en esta edición- y personalidades de la cultura afines al oficialismo, como el caricaturista Nik.

El encargado de dar inicio al evento fue el flamante Presidente de la Fundación El Libro, Christian Rainone, quien, en su discurso, estableció una marcada diferencia discursiva con su antecesor Alejandro Vaccaro, buscando el consenso con las autoridades nacionales y enfocando sus palabras más en convencer a los editores y empresarios que en interpelar a lectores y escritores. Con un tono empresarial y diplomático, afirmó que el eje de su gestión es “consolidar un escenario donde vivan armónicamente el valor de la tradición y la fuerza de la innovación”.

Siguiendo esta línea, Leonardo Cifelli, Secretario de Cultura de la Nación, hizo su primera aparición en la feria tras su ausencia el año pasado por las diferencias con Vaccaro. Cifelli le agradeció a Rainone por “haber impulsado un clima de diálogo respetuoso, constructivo y comprensivo con la realidad que atraviesa nuestro país. Su decisión de dejar atrás el tono politizado y confrontativo de las ediciones, pasadas abre una etapa renovada y valiosa», sosteniendo que «la política partidaria no debe intervenir en la cultura y mucho menos debe ser el motivo de gastos innecesarios», lo que provocó el abucheo de escritores y fotógrafos que, al grito de “mentiroso” y “caradura”, expresaron su desacuerdo. Este escenario se volvió a repetir cuando Cifelli le agradeció a Karina Milei por su “respaldo constante que ha sido clave para poder estar presente hoy”.

El secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, pronunció su exposición en medio de constantes abucheos y silbidos.

 

Luego de las intervenciones, menos tensas y polémicas de Jorge Macri -jefe de Gobierno de Buenos Aires- y de Abdulatif Alguacil -Director Ejecutivo de la Comisión de Literatura del Ministerio de Cultura de Arabia Saudita-, finalmente llegó el turno del escritor, poeta, periodista, guionista, editor´, docente y exdirector de la Biblioteca Nacional, Juan Sasturain. El autor de Manual de Perdedores comenzó su discurso de más de 26 páginas -lo que fastidió a algunos de los presentes- y con su habitual tono satírico y humorístico destacó la “sensación de impostura en esta arena de lo que no deja de ser un circo”, seguido de la dedicatoria al rosarino Roberto Fontanarrosa con un chiste suyo para ilustrar la situación: “Ahora correspondería que, como en el chiste memorable, aparezca el presentador y con megáfono le explique al público presente: ´Señores y señoras, por ausencia del hombre bala, les ofreceremos una perdigonada de enanos…´ Y en el dibujo de Fontanarrosa aparecían los cinco enanitos asomados a la boca del cañón”.

Durante más de una hora, Sasturain realizó un recorrido por diferentes escritores y poetas latinoamericanos e hispanos, desde Discépolo, José Hernández y Maria Elena Walsh hasta Federico García Lorca, Nicanor Parra y Antonio Machado, pasando por los clásicos Jorge Luis Borges, Julio Cortazar y Adolfo Bioy Casares. En medio de citas memorables y chistes ácidos y sutiles, Sasturain destacó la importancia de recuperar el debate en la Feria del Libro entre voces diversas y posiciones contrarias: “Todavía oír se dejan sordos ruidos de escarceos y esgrimas ideológicas, brillos de espadas dialécticas, gestos de justa, libre y soberana argumentación nacional ante el discurso imperioso, presuntamente docente, de la mirada ajena. Porque no hace tanto tiempo –había una presidente lectora entonces- que el brillante escribidor que acaba de partir llevándose la justa gloria literaria, el Nobel y el apoyo explícito a flagrantes depredadores como gesto final, se cruzó con nuestro propio sensible argumentador serial: entre el penúltimo Vargas Llosa y el brillante objetor Horacio González acá, en diferido, se confrontó de lujo”.

Juan Sasturain brindó un discurso inaugural lleno de entrelíneas, como en los años más oscuros del país.

 

Para una mejor estructuración de su discurso -para el que recurrió, según sus palabras, al IA (Ingenio Argentino)-, Sasturain eligió un triple título: Elogio del libro abierto y usado, seguido de una reflexión sobre la idea narrativa de aventurar, con una modesta proposición como colofón y remate no vinculante. En la primera parte, el elogio, realizó un diagnóstico de la industria editorial, criticando a la figura de best seller y destacando la importancia de la lectura: “Escribir, editar, comprar y almacenar libros son actos generalmente saludables para y en el concepto de la equívoca cultura que supimos conseguir. Sin embargo, hay un solo acto central e ineludible con respecto al libro que otorga sentido a todos los demás, que es el fundamento en su origen y el único sostén genuino de su porvenir, de su mera existencia: la lectura, el gesto íntimo, personal, fundante de leer”.

Aprovechando que “la ocasión ha querido que este acto coincida temporalmente con la apoteosis celebratoria y de reconocimiento del autor y de la obra que uno considerara el relato más poderoso generado en la Argentina en la segunda mitad del siglo pasado”, la reflexión giró en torno a HéctorGermán Oesterheld -autor de El Eternauta y desaparecido por la última dictadura militar en 1977- y el acto de narrar la aventura. “Héctor Oesterheld fue un notable contador de aventuras y, por sobre todas las cosas, un hombre bueno y sensible, que contaba aventuras que no necesariamente ´terminaban bien´ pero que dejaban en claro que había razones suficientes para sentirse cerca de sus personajes buenos. Sus buenos no necesariamente ganaban. La vida no era para él una cuenta de resultados o una carrera por llegar antes o ser el mejor. No buscó ni la riqueza ni el poder. Quiso ser coherente, escribir y vivir de acuerdo y sin contradicción con lo que creía. Eso es muy valioso y cuesta caro. Y se gana respeto y admiración y memoria como ésta; pero se paga como en su caso, con la muerte violenta. Este hombre digno, bueno y coherente, que fue el mejor escritor de aventuras que dio este país, además de un ejemplo para uno y para muchos de nosotros, murió asesinado como un perro”.

Sasturain fue el único de los oradores que resultó ovacionado.

Los síntomas de la enfermedad mediante la cual las personas van perdiendo la vergüenza son “la incapacidad de empatía, la agresividad creciente, la flagrante irresponsabilidad y la megalomanía y la consecuente arrogancia”, dijo Sasturain y dejó que cada uno le coloque el sayo a quien corresponda.

Para finalizar, la proposición giró en torno a la vergüenza, introduciendo la noción del Mal de Bierce, una enfermedad social degenerativa mediante la cual las personas van perdiendo la vergüenza, sentimiento que para Sasturain “tiene que ver con la responsabilidad, lindante con la culpa, y es un mecanismo inhibitorio si se quiere de autodefensa o de represión sentimental o ética”. Los síntomas de dicha enfermedad son “la pérdida de la capacidad de empatía, la agresividad creciente, la flagrante irresponsabilidad y la megalomanía y la consecuente arrogancia” Dijo y dejó que cada uno le calce el sayo a quien le corresponde. Enseguida, el escritor propuso: “Cabe estar atentos todos a la aparición –enfrente, a nuestro lado o en el espejo personal- de cualquiera de estos síntomas lamentablemente generalizados. Y obrar en consecuencia, antes de que sea tarde. Mientras sintamos vergüenza habrá esperanza para todos y cada uno. La vergüenza es salud. Brindemos por eso”. Finalizando así su participación, que tuvo como frutilla del postre el reclamo de periodistas y escritores presentes por la reciente decisión del Poder Ejecutivo Nacional de retirar el monumento a Osvaldo Bayer, alzando varias réplicas de papel de su figura.

El escritor y periodista Osvaldo Bayer fue reinvindicado por los presentes frente a la destrucción del monumento que lo homenajeaba en la Patagonia, a cargo de las autoridades de Vialidad.

Después de 48 años de silencio, la Feria del Libro tiene sus jornadas de literatura originaria

Después de 48 años de silencio, la Feria del Libro tiene sus jornadas de literatura originaria

A lo largo de tres jornadas, escritores y poetas de distintos pueblos presentaron sus trabajos. «Era una deuda», subrayó Ezequiel Martínez, director de la Feria.

Este miércoles se inauguró en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires el ciclo de charlas La palabra indígena. Diálogo con escritoras y escritores originarios. El encuentro se puso en marcha por primera vez en este 2024, ya que nunca antes en los 48 años que lleva funcionando el acontecimiento cultural más importante de la Argentina se había reservado una sala exclusivamente para que los autores indígenas de diferentes latitudes pudieran visibilizar sus voces y escritos.

“El año pasado, durante la Feria, unos cinco o seis adolescentes que venían de la Patagonia me trajeron dos libros bilingües en castellano-mapuche, que hablaban sobre lo que hacían en su comunidad. Me dijeron: ‘Nosotros queremos que sepa que escribimos en nuestra lengua y queremos que tenga estos libros’. Yo me re emocioné, todavía lo hago”, dijo Ezequiel Martínez, Director General de la Fundación El Libro, en el discurso inaugural. Comentó que meses después de ese encuentro Fabián Martínez Siccardi —quien hoy forma parte de la coordinación del ciclo de charlas junto con Diego Antico y Fiona Martínez— le propuso realizar un diálogo de lenguas indígenas. “Era una asignatura pendiente que tenía la Feria. Hay 15 lenguas originarias activas todavía y si no las ponemos sobre el escenario, corren el riesgo de perderse. Esta sala tan colmada demuestra que no nos equivocamos”, concluyó Martínez.

El encuentro se dio en la Sala Alfonsina Storni del Pabellón Blanco, la cual efectivamente estuvo desbordada de gente. El número de sillas ubicadas en el lugar quedó corto y muchas personas presenciaron la apertura de pie. El evento estuvo protagonizado por Martínez Siccardi —quien, aparte de coordinador de este ciclo de charlas, es escritor— y por Liliana Ancalao, poeta de la comunidad mapuche-tehuelche Ñamkulawen, que vive en Comodoro Rivadavia, Chubut, y quien, además, es profesora en Letras e investigadora.

“Queríamos mostrar que somos las dos caras de una historia. Yo soy descendiente de colonos asturianos y ella es descendiente del pueblo mapuche. Somos personas similares, es decir, nacimos en la misma geografía patagónica, tenemos la misma edad, los dos somos escritores. No hay grandes diferencias en lo superficial, pero sí las hay en lo que no se ve. Yo siempre supe mi origen. En el caso de ella, no fue tan así”, aseguró Martínez Siccardi para dar pie a lo que se convertiría de ahora en más en un diálogo constante entre ambos escritores. “Yo crecí sin saber quién era. Nací en un barrio petrolero de Chubut, Diadema, que estaba partido por una vía que dividía dos barrios: el de los jefes y administradores de la empresa petrolera y el de los obreros. En la escuela, las maestras a mí me llamaban por el apellido y a los hijos de los administradores, por el nombre. Yo pensaba que esa diferencia era social pero con el tiempo me di cuenta de que había algo más”, afirmó Ancalao. Comentó que en los veranos, cuando visitaba a su abuela en Cushamen, tenía la oportunidad de escuchar la lengua mapuche. “Cuando, ya grande, supe que yo era mapuche —con la palabra de mi abuela empezó a cohesionarse todo lo que hasta el momento había estado suelto—, también supe que en realidad no íbamos al campo sino a una reserva mapuche, que era una parte del Wallmapu, del territorio ancestral. Supe, además, que el mapuzungún era mi lengua materna y paterna”, agregó. También dijo que su familia se comunicaba con “palabras impuestas para disimular ese origen”, un hecho que describió como “operaciones de la desmemoria y del avergonzamiento, cuyo lugar de adoctrinamiento fue la escuela”.

Más tarde, el diálogo entre ambos autores viró hacia la pregunta sobre desde qué lugar escribe cada uno, a lo que Ancalao respondió —alternando la lengua mapuche y el castellano—: “Escribo con indignación, impotencia y tristeza cuando recuerdo las atrocidades cometidas en la Campaña del Desierto, como el genocidio fundante, el despojo del territorio y los arreos humanos por cientos de kilómetros. También escribo con nostalgia, de ese idioma que nos perdimos todos, el mapuzungún, y de ese modo de construir el mundo donde todos somos parientes, incluso con los animales, los ríos y las plantas, con quienes nos debemos una buena convivencia. Además, escribo con responsabilidad porque las operaciones de la desmemoria nos abarcan a todos —soy una aprendiz de mi cultura, entonces no quiero tergiversar— y escribo concentrada en mi corazón, donde está mi gente”. Después leyó tres de sus poemas, titulados: La tarde del sábado para lavar la ropa, Una foto en la ruta 40 y Casos de pewma.

Hacia el final, Martínez Siccardi permitió que el público hiciera preguntas a Ancalao. ANCCOM le consultó si siente que se pierde el sentido original de lo que quiere transmitir cuando hace el pasaje del mapuzungún al castellano, y ella respondió: “Lamentablemente no soy hablante del mapuzungún, soy aprendiz de esa lengua. Así que mis procesos de escritura no tienen que ver con ese movimiento. Yo busco las experiencias de espiritualidad de mi pueblo, paso por mi cuerpo el mapuche kimün que me fue negado, después escribo en castellano y me autotraduzco al mapuzungún. Seguramente entre ambos pasajes se pierde y se gana. No son traducciones literales”.

Entre el público presente estuvo Ignacio Prafil, músico del pueblo mapuche y amigo personal de Ancalao, quien en diálogo con ANCCOM aseguró: “Esta convocatoria hace que, después de muchos años, haya participación plena de los pueblos originarios. En un lugar tan emblemático como lo es la Sociedad Rural, está bueno venir a hablar y decir que estamos vivos. Además, sabiendo que iba a estar Liliana, no podíamos estar ausentes”.

Media hora después de que terminó la apertura del ciclo de charlas, tuvo lugar en la misma sala la Mesa redonda I, moderada por Carolina Testa, la creadora de Inspirad@s, una iniciativa cultural que difunde arte y literatura latinoamericana en Canadá. En ese encuentro participaron Silvia Mellado —poeta e investigadora que integró la antología Lof sitiado. Homenaje poético al pueblo mapuche de Chile (2011, LOM ediciones)—, María Carbonetti —profesora del Departamento de Estudios Franceses, Hispánicos e Italianos de la Universidad de la Columbia Británica en Canadá y creadora del proyecto Palabras Madres— y Javier Viveros —escritor y Secretario de Políticas Lingüísticas de Paraguay—.

La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires confirmó que hoy, jueves 9 de mayo, no suspenderá las actividades por el paro, pero aclaró que cerrará sus puertas a las 20. Este ligero cambio en la agenda hizo que las Mesas redondas II y III se adelantaran en el horario, por lo que comenzarán a las 17:30 y a las 19, respectivamente. Las Mesas redondas IV y V, que tendrán lugar mañana, viernes 10 de mayo, siguen con el horario que estaba previsto: a las 19 y a las 20:30, respectivamente.