Contra el avance de un Estado machista, organización feminista

Contra el avance de un Estado machista, organización feminista

Una asamblea abierta y feminista se realizó en la Plaza del Congreso frente al cierre del Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidad para visibilizar el ajuste, los despidos y el vaciamiento de políticas públicas que promuevan la igualdad y la protección de derechos. Trazaron un plan de lucha.

La Asociación de Trabajadores del Estado del Ministerio de Géneros y Diversidades realizó ayer una movilización en la que participaron sindicatos, movimientos sociales, políticos, feministas, transfeministas, organismos institucionales frente al cierre del Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidad para visibilizar el ajuste, vaciamiento y los despidos en el sector.

Una de las presentes fue Elizabeth Gómez Alcorta, abogada especializada en derechos humanos, docente de la UBA, militante feminista y primera ministra de Mujeres durante el gobierno de Alberto Fernández. “La particularidad que tenemos –expresó- es que se trata de un Ministerio que nace de la calle y de las entrañas del feminismo popular. Por eso lo defendemos con uñas y dientes. Por eso sabemos que no nos regalaron la conquista del derecho al aborto, el cupo laboral travesti-trans, por eso sabemos que acompañar ya es un derecho de todas las mujeres que sufran violenciade genero. Por eso no vamos a renunciar a la línea 144”.

Entre las cientos de personas reunidas, ondeaban banderas de la comunidad LGBTQI+ y whipalas. Se recordó a las referentas Lohana Berkins y Diana Sacayán por sus activismos que culminaron en la sanción de la Ley de identidad de Género y se las conmemoró con los cantos: “Lo dijo Lohana y Sacayán, al calabozo no volvemos nunca más”.

Durante las distintas exposiciones, las reflexiones fueron sobre el neofascismo patriarcal que puso como principales enemigas y enemigues a las mujeres y diversidades. Se reafirmó la necesidad de que las políticas de igualdad de género tengan continuidad más allá del gobierno de turno. Otra temática que estuvo muy presente fue la necesidad de combatir la idea de que las personas que trabajan en el sector público son “ñoquis”. En consonancia con esto, otra de las expositoras expresó: “Soy estatal y mi trabajo son tus derechos”. Cada intervención fue acompañada con aplausos, bombos y tambores.

Sobresalieron la diversidad de colores en las pecheras, signos políticos, banderas y consignas, así como la participación de organismos de orígenes y tradiciones distintas como el INTI, INTA, Télam, la CONADU histórica, la Secretaría de Género de ATE y PAMI, AGDUBA, la CGT, el movimiento No Matarás, entre otros. La transversalidad da cuenta de una unidad que desborda al sector estatal. Otra de las temáticas que surgió fue la necesidad de volcar esa unidad en las calles para frenar la Ley Bases, cuyo tratamiento se realizaría en ese mismo espacio, comenzará hoy.

 

Un retroceso de tres décadas

Marina Bruceras es delegada general adjunta del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Trabaja en el programa Producir, que dependía de la Secretaría de Violencias. En diálogo con ANCCOM, explica cuáles son las consecuencias del vaciamiento del Ministerio: “Si quedan cien trabajadoras, es lo que están diciendo que va a quedar en el Ministerio de Justicia, implicaría que la línea 144 no pueda atender los 7 días de la semana las 24 horas los 365 días del año, porque solo quedaría reducido a un turno. La línea 144 hace acompañamientos, que son las que aprietan el botón cuando hay una emergencia y se comunican con la policía. Después no existiría más el programa Acompañar, que tampoco se está ejecutando presupuestariamente. Este implica también el acompañamiento financiero de un salario mínimo vital y móvil para que las compañeras que están en situación de violencia puedan tener esa independencia económica para irse de la casa de sus agresores. No habría capacitación de la Ley Micaela. No habría programas de prevención contra las violencias. Esto indefectiblemente lleva a un crecimiento de los crímenes de odio”, y agrega: “Estamos hablando de que por primera vez en 30 años no vamos a tener un organismo que se ocupe de la violencia de género”.

En sintonía con Bruceras, Esther Lombardi trabajadora, chofera y delegada de ATE del exministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, manifiesta: “La violencia en la sociedad se va incrementando porque hay un aval de esta gestión, que termina en lo peor como fue la masacre de Barracas, los tres lesbicidios que tuvimos y la compañera sobreviviente”. Suma que la desidia y el abandono estatal también repercute en la vida de una persona vulnerable por la pobreza que, a la vez, fue víctima del crimen de odio: “¿Qué política pública tiene el Estado para acompañarla?”, pregunta.

Las trabajadoras que buscan acompañar, prevenir y disminuir la violencia machista que afecta a decenas de miles de personas que asisten son, asimismo, blanco de la violencia que enfrentan diariamente: “Sufrí hostigamientos, gritos, me golpearon el vidrio, me gritaban desde afuera porque iba con la camioneta ploteada del Ministerio. Recibimos amenazas de bomba en la línea 144. Hubo que evacuar, casualmente el día que presentaban trabajos sobre los femicidios y transfemicidios”, ejemplifica Lombardi.

Las dos amenazas de bomba sucedieron en el edificio del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación el viernes 24 de noviembre de 2023, después del ballotage que llevó a Javier Milei a la presidencia. “Hay un recrudecimiento de la violencia que empieza por las trabajadoras”, expresa Bruceras.

A la deriva

Una trabajadora del Área de Igualdad, especialista en políticas sociales de género, expresa que el cierre del ministerio implica “Menos recursos. Cuando reducen la cantidad de trabajadoras, rerecortan los agentes que estamos a cargo de poder llevar adelante esas políticas públicas. Reducción de los lugares de atención, de las personas que pueden acercarse a los territorios. Que no se pueden generar capacitaciones, políticas de prevención, de sensibilización, de visibilización”. Frente a la pregunta de qué pasará con aquellas personas que necesiten asistencia responde que, al igual que ellas, “quedarán a la deriva”.

Mientras que el programa Registradas fue cerrado, la línea 144 sigue reduciendo trabajadores. Algunos convenios internacionales que no implican un gasto presupuestario por parte del gobierno nacional fueron suspendidos. Tal es el caso de la prestación para la paridad de los municipios. Frente a la suspensión de convenios y acuerdos internacionales a los que adhiere la Argentina en carácter constitucional y en materia de derechos humanos, Lombardi da cuenta de que “incumpliendo las normas internacionales, la multa que paga el Estado es mucho más cara que mantener todos nuestros ministerios”.

A la violencia machista sistemática se le suma el contexto de crisis y recesión. Según el Informe sobre la participación de las mujeres en el trabajo, el ingreso y la producción en base a la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (EPH-INDEC) las mujeres ganan, en promedio, 28,1% menos que sus pares varones, los sectores de menores ingresos están compuestos en un 64% por mujeres y están más expuestas a trabajos informales que vulneran sus derechos laborales. La otra cara de la moneda muestra que el decil más rico de la población está integrado en un 66% por varones. Estos datos muestran la feminización de la pobreza. Por esta razón, la crisis económica social recrudecida impacta en mayor medida sobre el sector social de las mujeres y diversidades. “Sabemos que la mayoría de las mujeres y diversidades somos las que pagamos los costos de la crisis”, cuenta Bruceras. Gómez Alcorta, agrega: “La Ley de Bases viene por los derechos de todos y de todas. Sabemos que viene con un paquete fiscal que va a asegurar más ricos a los ricos, que no casualmente son varones, y nos van a dejar más pobres a los pobres, que no casualmente somos mujeres. Ya lo dijeron: 9 de cada 10 mujeres nos podemos jubilar por la moratoria previsional. Eso es lo que nos quieren arrebatar mañana. Nuestro futuro, nuestro proyecto de vida, nuestras vejeces y a eso también le decimos que no”.

El abrazo

El plan de lucha votado por unanimidad en la asamblea constituye: el 12 de junio encontrarse frente al Congreso para manifestarse en contra de la Ley Bases, el martes 18 de junio realizarán una campaña por redes sociales para darle visibilidad al cierre del organismo, y el miércoles 19 de junio harán una movilización desde la sede del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad del Paseo Colón al Ministerio de Justicia con trabajadoras del organismo, organizaciones sociales, movimientos feministas y personas autoconvocadas. 

Ante el interrogante por los objetivos y los frutos de la asamblea, Bruceras responde: “Fuerza. Me llevo mucha fuerza. Estamos muy cansadas. Venimos siendo violentadas laboralmente desde hace muchos meses. Sin autoridades, sin que se puedan llevar adelante los programas en los que estamos trabajando” y finaliza: “Como laburantes lo que intentamos todo el tiempo es buscar estrategias, armar planes de lucha y lo que faltaba y creo que necesitábamos mucho es más allá de las laburantes de los ministerios, el abrazo de los feminismos”.

 

 

 

Astrología para paliar la crisis

Astrología para paliar la crisis

En lo cotidiano se percibe un creciente interés de mujeres jóvenes por la astrología. Una encuesta de la consultora Sentimientos Públicos fundamenta este vínculo a partir de cierta dificultad para la construcción de miradas a futuro. ¿Es contradictorio este dato en tiempos de olas verdes?

Quienes se mueven en ciertos círculos de mujeres jóvenes, por debajo de los 40 años, perciben un creciente interés por la astrología. En ese sector parecería multiplicarse como sentido común la validez de arquetipos astrológicos creados a partir de las constelaciones vinculadas a la mitología griega y que tienen más de 2000 años. Pese a que no tienen ningún fundamento científico, mujeres de variados niveles educativos vuelven con naturalidad a esta forma de pensamiento mágico para encontrar explicaciones para el amor, los vínculos pero incluso para explicar fenómenos sociales o históricos. 

¿Es realmente una tendencia? Una reciente encuesta brinda una perspectiva amplia a este fenómeno en crecimiento.

 Datos

 Según el estudio “La astrología: Una religiosidad de la nueva Argentina”, realizado por la consultora Sentimientos Públicos, con un total de 3.500 casos a nivel nacional, hay una relación entre consumir astrología, el contexto de inflación y la dificultad para construir miradas a futuro. De acuerdo a la segmentación, a un 38% de los encuestados le parece que la astrología se trata de una fantasía, algo que no tienen en cuenta, pero no le molesta mientras que un 37% no le presta atención pero le gustaría saber más. A estos dos resultados a favor, le sigue un porcentaje que orienta sus opciones amorosas (9%) y decisiones de vida (7%) a partir de información proveniente de la astrología. Sólo a un 9%  le molesta su influencia en la gente. Si se discrimina por género un 15% de hombres se ha hecho la carta astral, contra un 25% en mujeres.

Otro dato que podría llamar la atención es que entre la gente que votó a Myriam Bregman un 18,3% asegura que las astrología “orienta mis opciones amorosas” o “Me hace entender mejor mis emociones”.

Entre las conclusiones a las que llega la consultora, aparece que “la astrología es una religiosidad en expansión” y “permite el análisis de los contextos emocionales y de los vínculos afectivos en una época de precariedad”, además de que la asumen como “consumible en términos individuales pero con una muy positiva tasa de conversión a lo gregario”, es decir, con tendencia a reafirmar un carácter de comunidad alrededor de sus seguidores, algo que les da un espacio de pertenencia donde compartir sus deseos, miedos o dudas.

Estas comunidades suelen ser mayoritariamente de jóvenes mujeres, dos cualidades que coinciden con un tiempo de demandas sociales de los feminismos hacia reivindicar las autonomías y la equidad. También suman que “representa a una nueva Argentina de clase media baja, empobrecida y sumida en la incertidumbre y la falta de referencias éticas”.

Hernán Vanoli, sociólogo y director de Sentimientos Públicos, asegura que detectaron que “a menor nivel socioeconómico había una mayor proclividad a considerar seria o vitalmente la astrología” y que “esto nos habla de que las élites mantienen otra relación con la espiritualidad”, aunque aclara que en el estudio no se desarrolló la relación de las clases más altas con otras corrientes como el tarot o los registros akáshicos. “Esto no significa que siempre la astrología se use para sobrellevar crisis económicas o políticas. Puede hacerlo, pero es una clave de lectura relacional para entender la historia y los padecimientos personales que está menos presente en las élites”, explica Vanoli.

Desde la consultora creen que existe una relación entre esa mayoría y el género determinada “por las características histórico-sociales que se asignaron a las identidades de género” y que a largo plazo creen que “se irá normalizando porque los jóvenes en general son más proclives” a este tipo de consumos. Si bien no se puede prever el futuro mediante una encuesta, Vanoli sostiene la necesidad de investigaciones subsiguientes y diferenciar bien las variables que intervienen.

 

Una mirada feminista

Danila Suarez Tomé, filósofa feminista, investigadora y docente universitaria, cree que la astrología, el tarot, los registros akáshicos o el reiki no son simplemente parte del  “pensamiento mágico” y prefiere llamarlas “prácticas culturales esotéricas” o “pseudocientíficas”. En este sentido, la licenciada sostiene que apelan a modos de pensamientos por correspondencia, entablando conexiones simbólicas dentro de la realidad: “Se habla de una naturaleza viva en la que hay un flujo de energía, en donde se supone que el conocimiento de estos pensamientos requiere una iniciación o un conocimiento especializado, un médium o alguien que haga de intermediario”.

Para Tomé estas prácticas esotéricas funcionan “mercantilizadas” y son ofrecidas de maneras agradables, fácilmente memificables y como recursos para lidiar en el corto plazo con angustias e incertidumbres. También las ve como “una nueva forma de esencializar las identidades” por funcionar mediante arquetipos y pensamientos deterministas: es el caso de quienes ven que, al coincidir en fecha o mes de cumpleaños con otra persona, deducen rasgos de personalidad como que “quienes nacen de Piscis son extremadamente sensibles” o “si sos de Leo tenés que ser muy seguro de vos mismo”. De alguna manera las contradicciones naturales de las personas se aplanan y se encajan en arquetipos preestablecidos habilitando también la posibilidad de emitir opinión sobre la personalidad del otro.

Sobre la apropiación que hacen de la astrología algunos feminismos, Suarez Tomé afirma que una razón sobre esta atracción pasa por “el objetivo de captar un mercado”, es decir de sólo tomar al movimiento feminista como un público potencial más: que el feminismo sienta un gusto hacia este tipo de prácticas no quita los aportes que históricamente se han dado desde el movimiento. En este sentido, más allá de esta atracción, Suárez Tomé ve que el feminismo ha tomado a la producción científica “en favor de la liberación sexual y la disrupción de jerarquías de género”. Es decir, que aunque existan ciertas manifestaciones en el mainstream que muestran “preferencias hacia los consumos esotéricos, el feminismo no tiene una tendencia natural” hacia estos y ha hecho aportes sustanciales para una mirada de género sobre las ciencias.

Suárez Tomé también asocia que “lo femenino genera alejamiento” en la producción de conocimiento, dados los ejes sexistas en la ciencia moderna: “Las mujeres hemos sido expulsadas del sujeto epistémico. Es difícil pensar en una ciencia feminista o un movimiento feminista apropiándose de la ciencia. Es una herramienta difícil de agarrar y es una institución social muy permeada por la desigualdad de género”.

En las marchas feministas suele repetirse el canto: “Somos las nietas de las brujas que no pudiste quemar”. Suarez Tomé, sobre esto, prefiere “recuperar a las brujas” no en sentido literal de la persecución por hacer magia, sino “como las primeras científicas, que generaban medicamentos y tenían prácticas protocientíficas”. “Esa idea de que se necesita el saber de las mujeres para llevar adelante la práctica científica-biomédica es una idea que apoyo. En muchos casos se han tenido que organizar por fuera, para generar conocimiento sobre sus cuerpos: es el caso de las feministas de los 70, que tomaron prácticas médicas como activistas y empezaron a producir conocimiento en torno a las diferentes partes del cuerpo de las mujeres que no habían sido exploradas como el placer femenino, la menstruación, el aborto”, explica Tomé.

El ojo de la ciencia

Alberto Rojo, físico y profesor titular del Departamento de Física de la Universidad de Oakland, en Rochester, Michigan, hace unos años  mantuvo un debate sobre el consumo de esta pseudociencia que tuvo una importante repercusión. Allí explica las razones por las que el comportamiento de los astros en el cielo no influye en la personalidad de los humanos y que se trafican muchos conceptos científicos para darle validez injustificada a la astrología.

Para el físico existe una conexión entre consumir “terapias alternativas” como la astrología, el tarot, registros akashicos o el reiki en momentos de crisis políticas y económicas: “La crisis política en el mundo para mí está vinculada a una disminución de la sofisticación cultural de la población. Este fenómeno a su vez está conectado con la transición hacia nuevas tecnologías. El internet y las redes son maravillosas, pero la transición es un proceso que desorienta por lo novedoso”. Desde su punto de vista, “la proliferación desmedida de datos, ni siquiera de información, abre la puerta a un todo vale, a cuestionar la ciencia, las vacunas, los métodos de validación. Y en paralelo, el mundo se hace cada vez más complejo, conocemos más de neurociencias, de cosmología, pero seguimos pensando con arquetipos anteriores a ese conocimiento. La realidad es mucho más sutil”. Al ser consultado sobre la actualidad del tema, sostiene que la gente acude a creer en estas teorizaciones para soportar angustias y afirma: “La validez de estas disciplinas está en que representan una verdad interna, íntima. Si te sirve y estás convencido de que funciona, es válido, del mismo modo que el placebo funciona” y suma que “el problema está cuando uno piensa que la astrología es parte de lo verificable, porque postula un modelo de funcionamiento en el que los secretos del universo pueden leerse o descifrarse”.

Para el físico e investigador este modelo está “en contradicción con el conocimiento monumental adquirido”, detrás del cual están los avances tecnológicos como los celulares, internet, la medicina moderna, entre otros, “curiosamente, todas herramientas tecnológicas usadas profusamente por los detractores de la verdad científica”, concluye.

Es cierto que la ciencia nunca tuvo un desarrollo lineal y distintas formas de astrología acompañaron el estudio de los cielos en distintas culturas. Sin embargo, al menos desde la Revolución Científica, la astronomía dejó atrás a sus primas lejanas. Por otro lado, la liberación de las ataduras, cierta desconfianza de una ciencia que históricamente no aceptó a las mujeres y un contexto preocupante, surge el interés por formas alternativas de pensamiento que den un horizonte y cierto alivio en el encuentro con pares. El precio, sin embargo, puede ser alto y habilitar un comercio que ofrece respuestas fáciles que tienen patas cortas.

La marea verde de ayer a hoy

La marea verde de ayer a hoy

La fotógrafa Mónica Hasenberg convocó a mujeres de diferentes artes para presentar una muestra que acompañe imágenes que tomó durante la concentración por el 8M de 1984 frente al Congreso.

El 8 de marzo de 1984 grupos de mujeres se reunieron frente al Congreso en el Día Internacional de la Mujer, el primero luego de la última dictadura cívico-militar. La fotógrafa Mónica Hasenberg subía entonces las escalinatas en la plaza para buscar las mejores tomas. Hoy, sus registros se resignifican junto con las obras que forman parte de la muestra “Mujeres Artistas”, exhibida en La Casona Cultural Humahuaca.

“Convoqué artistas mayores de 60 años para recrear esa marcha. Cada una podía hacerlo como quisiera, ponerse a sí misma dentro con la ropa que usaba, o pintar familiares desaparecidos -cuenta Hasenberg en conversación con ANCCOM-. Queremos reivindicar a las que lucharon por nuestros derechos y estimular la militancia, la participación que nos hermana con otros en las conquistas colectivas”.

Las luchas populares son el centro del trabajo de Hasenberg desde que se vio conmovida por la historia de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y empezó, durante la dictadura, a formar parte de las rondas de los jueves. Hija de un fotógrafo y una madre concertista que había dejado la profesión al casarse, aprendió el oficio de niña. Así, el feminismo la atravesó, no por formación orgánica, sino como rebeldía a las injusticias patriarcales de su propia familia.

Sus fotos cuelgan de grandes banners en las paredes de la Casona. Algunas de las activistas retratadas volvían al país tras años de exilio y sostenían carteles con consignas marcadas por el contexto: «Machismo es fascismo», «Violación es tortura». También, se distinguían reclamos del momento como la «igualdad de los hijos ante la ley» y la patria potestad compartida, sancionados en 1985, así como el reclamo por la despenalización del aborto. Otras pancartas dan cuenta de reclamos que continúan sin respuesta: «Igual salario por igual trabajo».

Una de las fotos muestra a Susana “la Tana” Rinaldi, actriz y cantante, rodeada de mujeres que cargan sobre sus cabezas los carteles. “Fue la que más me atrapó, es imponente, se nota la fuerza que tenía esa marcha, como de avance”, cuenta la artista plástica y docente Adriana Tavares sobre la imagen que inspiró su obra “Manifestación”. Se trata de una pintura hecha con acrílicos donde destacan los colores y la expresión en las caras pintadas: todas con la boca abierta. 

En mis cuadros de marchas, la gente siempre está gritando”, agrega Tavares. Las pinta desde que transformó su perspectiva, antes prefería los paisajes y retratos. Cuando al mismo tiempo que criaba a sus hijos, logró estudiar, conoció el cuadro La libertad guiando al pueblo sobre la Revolución Francesa. “Me empecé a cuestionar las cosas, tenía la misma edad que los chicos que desaparecieron La Noche de los Lápices, mi padre era comunista, sentía que se los debía”, cuenta.

Otras pinturas expuestas son de Paula Pasini y Marcela Seoane, mientras que las artistas Ana Rosa Givanetti, Mónica Vidal y Silvia Carrasco optaron por técnicas mixtas. El collage está presente en muchas de ellas y es la técnica principal en los cuadros de Patricia Pellegrini y Verónica del Giudice. Por su parte, Vicky Biagiola realizó Mujeres de fuego a partir de acrílicos cortados con láser.

Con la coordinación de Ariel Muñoz y entrada gratuita, la muestra puede visitarse de martes a sábados por la tarde en Humahuaca 3508, en el barrio de Abasto.

“El placer es revolucionario” se lee en el cartel que aferra una mujer fotografiada por Hasenberg hace 40 años. ”Queriamos rescatar esa frase para pensar el cuerpo desde el disfrute de la sexualidad, pero también de la feminidad”, sostiene la escultora y arteterapista Estela Garber, sobre la idea detrás de su obra Chaleco antibalas Feminista. Se trata de una pieza de arte textil que realizó junto con la joyera Diana Torcoletti. Acerca del nombre, comentan que “ser feministas en este momento requiere portar metafóricamente un chaleco protector ante múltiples agresiones, como ironía del que usan políticos como Milei en los actos públicos”.

Su significado se refuerza a la luz de las amenazas del gobierno, algunas concretadas, de retroceder en materia de derechos. A la eliminación de programas y ministerios destinados a reducir la desigualdad, se le suma el proyecto de Ley Bases. La inclusión de la eliminación de la moratoria jubilatoria afectaría a mujeres que trabajaron toda su vida como amas de casa, o en trabajos precarios sin aportes. Por su parte, los cambios en licencia por maternidad permitirían a los empleadores hacer trabajar a una embarazada hasta diez días antes del parto.

El chaleco negro cuelga del techo en La Casona y sintetiza en las intervenciones  los avances de las luchas, como el acceso a los anticonceptivos y profilácticos, o la posibilidad de acceder a la educación y el mercado laboral. Al mismo tiempo, estas se articulan con experiencias personales:  “Diana tiene la costumbre de salir cerca del Parque Rivadavia los domingos a buscar muñequitos vintage que hacen a sus recuerdos, yo busqué distintos retazos en la casa de mi mamá y los agregamos también”, cuenta Garber.

En una esquina, destaca por su tridimensionalidad la obra de María Dogliotti. Sobre una base forrada con las fotos de Hasenberg, se erige un vestido rojo junto con unas hojas violetas y verdes, colores que distinguen al movimiento en los últimos años, especialmente a partir de su expansión con la lucha por la despenalización y legalización del aborto. Su título remarca uno de los sentidos más importantes de la muestra: La lucha sigue.

«La deuda se paga devaluando el trabajo femenizado»

«La deuda se paga devaluando el trabajo femenizado»

Trabajadoras de Télam, la CGT, la CTA, la UTEP y del colectivo Ni una menos debatieron sobre sindicalismo y feminismo en un acto realizado en el acampe que realiza la Agencia Nacional de Noticias.

Ayer, lunes 6 de mayo, se llevó adelante a las 17.30 una charla debate con la consigna La deuda es con nosotras y nostores en el acampe por la defensa de la Agencia Nacional de Noticias Télam, en Bolívar 531. Asistieron representantes de la CGT, CTA, UTEP, Ni una menos y SipreBA.

Al horario convocado, se reunieron varias trabajadoras en la vereda, entre mates, saludos y algunos pañuelos verdes. Alrededor de las 19, comenzó oficialmente la charla con un homenaje a la reportera gráfica de Télam, Luciana Granovsky, a un año de su partida. Se proyectó un video que recopila registros de mujeres y diversidades que fueron coberturas de Télam. También, en la vereda, se encontraban exhibidas notas de la agenda feminista y transfeminista que fueron llevadas adelante por la agencia en los ultimos años.

 

Panel

La mesa, con carteles que decían “Defendamos Télam”, estuvo compuesta por cinco mujeres, cada una representando a una agrupación distinta. Escuchándolas se encontraban alrededor de 30 personas reunidas en la vereda de calle Bolívar, en su mayoría mujeres. Algunas gotas de lluvia caían, pero no se robaban la atención de la charla.

La primera en tomar la palabra fue Luci Cavallero, del colectivo de Ni Una Menos. Habló de la importancia que tiene en el feminismo la mezcla con el sindicalismo: La agenda del sindicalismo cambió profundamente la agenda del feminismo y le dio un contenido de clase de una manera novedosa: poniendo en el centro a las trabajadoras de la economía popular”. Y explicó: Sindicalismo no sólo como el trabajo registrado, sino un sindicalismo feminista, que tiene como horizonte abrazar distintas realidades laborales, partiendo de que trabajadoras somos todas: todas las que hacen la cama, crían. Las que crían y además van a trabajar a Télam. Las de la economía popular”.

Cavallero sostiene que ese cruce entre feminismo y sindicalismo es el que permite poner en el centro a los feminismos luchando contra la deuda:En todos los lugares en donde está el Fondo Monetario, la deuda se paga devaluando el trabajo feminizado. Ya sea el trabajo no remunerado, la economía popular, el trabajo estatal, el trabajo en general de las mujeres”. Y cerró: No sólo se hace no reconociendo el trabajo que hacemos en el presente, también no reconociendo el trabajo que hicimos en el pasado. Pagar la deuda es algo que antagoniza con la posibilidad de avanzar en la agenda de los transfeminismos y los feminismos populares”.

Continuó la charla Dina Sánchez, secretaria general adjunta de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular. Al presentarla, le agradecen ya que junto a sus compañeros y compañeras, ha cocinado para los acampes de Télam. Al comenzar a hablar, Sánchez confiesa su angustia, y a medida que la charla avanza, por momentos se le quiebra la voz. Comienza diciendo: Hoy nos toca ver a nuestras compañeras, no solo no pudiendo llegar a fin de mes, también muy angustiadas de no saber qué hacer. Esas conquistas que fueron fruto de nuestras luchas, hoy están siendo avasalladas brutalmente’’. Y agregó que la Ley de Bases, con las moratorias y la baja del monotributo, de verdad nos pega directamente. Tenemos compañeras que trabajaron toda su vida en economía popular, y que no pueden jubilarse”. “La feminización de la pobreza es real. Las trabajadoras de la economía popular en su mayoría son mujeres. Las que sostenemos esos espacios estamos angustiadas”.

Maia Valcovinsky, cosecretaría de derechos humanos de la CGT, afirmó: «La agenda es para poder llevar el pan a nuestra casa. Es por la dignidad. La posibilidad de desarrollo nuestro y de nuestros hijos. La podemos poner sobre la mesa nosotras, porque somos las que parimos. Sabemos el valor de eso que están destruyendo”.

 

«Conquistas fruto de nuestras luchas, hoy están siendo avasalladas brutalmente’’, afirmó Dina Sánchez.

¿Qué significa?

Otra de las panelistas fue Leonor Cruz, representante de la CTA. Al comenzar a hablar promete ser breve : “Se me activa el chip de madre y veo que están todas abajo de la lluvia y digo: se me van a enfermar’’, confiesa con ternura. “La deuda es con nosotras y nosotres significa que las compañeras no comen en una mesa en su casa, comen con sus hijos en comedores y merenderos. Implica a nuestras compañeras que no pueden salir de la calle, a las que nunca van a llegar a la jubilación. Implica años de hambre en nuestros barrios. Nuestros pibes sin futuro. Nuestras pibas con violencia”.

En este sentido, Cavallero sostiene: “Cuando decimos que la deuda es con nosotras, lo que estamos diciendo es que ellos nos deben el reconocimiento del trabajo comunitario, nos deben salarios por arriba de la inflación. Nos deben el acceso a una vivienda digna. La deuda se paga a costa de nuestros cuerpos, a costa de nuestros territorios”.

 

Télam y la lucha feminsita

Para Cavallero, “cuando nosotras empezamos a hablar un lenguaje que discutía con el modelo económico, que se metía con la distribución de la riqueza, que decía que la deuda se pagaba a costa de nuestros derechos, los medios de comunicación concentrados, empezaron a hacer una campaña de boicot, a silenciar las marchas, no las cubrían”. Y afirma: “Télam siempre estuvo ahí, siempre hizo todo lo contrario a lo que hacen los medios concentrados”. Sostiene que los medios concentrados, intentaron una y otra vez reducir la lucha del movimiento feminsita a la violencia de género, sin hablar de cómo la violencia de género está relacionada con la violencia económica. Sostiene: “No se puede salir de la violencia sin autonomía económica. Si el Estado no invierte en salud, en educación, si no reconoce el trabajo comunitario, no hay forma de salir de la violencia de género. Esa es la parte que los medios concentrados recortan. Por eso vamos a defender a Télam. No hay una causa más feminsita que defender a Télam”.

Feminismo combativo

Sánchez hace hincapié en la importancia de salir de lo corporativo y unificar las luchas. Afirma: “Es necesario llorar, descargarnos, pero volver a cargarnos colectivamente. Como lo venimos haciendo hace muchos años. Lo que se está jugando es el retroceso de derechos y conquistas que ya teníamos”. Y agrega: Hay que defender a Télam, a las compañeras del Estado, a las trabajadoras de la economía popular, a esas mujeres que no están organizadas’’. Y cierra diciendo: “Defendamos todo lo que haya que defender”.

Cruz sostiene: Cada una de nuestras consignas tiene sentido y valor político. Por eso es necesario y urgente salir a discutir con nuestras compañeras. El 9 tenemos un paro, debemos garantizar el paro. Nos andan preguntando: ¿dónde anda el feminismo combativo? Que vengan a Télam que les vamos a decir dónde está el feminismo combativo. ¿Dónde están las centrales? En la calle, en los sindicatos, construyendo solidaridad. Volviendo a construir ternura ante la perversidad y la crueldad de un gobierno fascista que nos viene a decir que nos salvemos solas”.

El miércoles 8, el colectivo Ni una Menos, convoca a una acción callejera en el congreso, con la consigna «Ni una jubilada menos«, que surge como una accion feminista contra la Ley Bases.

«Las mujeres tenemos que tomar las riendas de un movimiento social»

«Las mujeres tenemos que tomar las riendas de un movimiento social»

El colectivo NI Una Menos organizó un conversatorio para discutir sobre el contexto actual, marcado por la crueldad, con la presencia de la intelectual Rita Segato.

La antropóloga y escritora Rita Segato participó del conversatorio Combatir la crueldad, organizado por el colectivo Ni Una Menos el viernes 12 de abril en el auditorio de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), en el corazón del barrio de Balvanera. El motivo del encuentro fue pensar en clave feminista el contexto actual, marcado por la crueldad, y discutir las estrategias de lucha y resistencia. “Nosotras, las mujeres, tenemos que tomar las riendas de un movimiento de la sociedad para superar las lógicas que hoy se nos imponen”, resaltó.

La actividad fue transmitida en vivo por YouTube. La sala Eva Perón, con capacidad para 170 personas, estaba desbordada por un público, en su mayoría, femenino. En el escenario seis oradoras acompañaban a Segato, entre ellas, Lucia Cavallero, del movimiento Ni una Menos y organizadora del evento, que fue la encargada de la apertura: “Lo que queremos hacer es crear un espacio para que los trabajadores puedan pensar sus propias prácticas políticas”, señaló antes de pasar a la lectura de un escrito sobre la situación actual de los empleados del Estado por parte de Clarisa Gambera, secretaria de Género y Diversidad de ATE. Luego llegó el turno de la autora del libro Contrapedagogías de la crueldad.

La ponencia de Segato duró poco más de 40 minutos y dejó un análisis profundo del momento actual en el que los despidos y recortes en materia de subsidios, avalados por gran parte de la sociedad, son moneda corriente. Durante la exposición resaltó que “la crueldad es una lógica que se reproduce en busca de un supuesto bien común, es la cosificación de la vida que pregona la aceptación del dolor y de la muerte como cosas que forman parte de la existencia y no pueden evitarse, es el acostumbramiento al sufrimiento”. 

Que la mujer del mañana no sea como los hombres que estamos dejando atrás.

Rita Segato

Al referirse al gobierno y su llegada al poder, la intelectual dijo: “Hay un resentimiento en la sociedad porque no se han cumplido las promesas de la modernidad ni las de la democracia y Milei lo supo capitalizar” y en esa línea realizó una crítica al área comunicacional que no fue capaz de generar una conciencia superadora. Además, resaltó la necesidad de revisar los intereses fundacionales del Estado, no solo en Argentina sino en toda América Latina. En cuanto a las estrategias de lucha y resistencia, revalorizó el papel del humor como antídoto ante el avance de las derechas neoliberales y en ese sentido Leonor Cruz,  secretaria de Géneros y Diversidades de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A), revalorizó la ternura política y transformadora cómo vehículo sanador y potencial para combatir la crueldad y señaló: “Es necesario que el movimiento haga críticas y no permitir que la precarización se normalice y posibilite que los despidos se hagan con esta facilidad”.

Dina Sánchez, secretaria general adjunta de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), resaltó la necesidad de rescatar las experiencias previas de resistencia y lucha porque “hay que seguir organizando la bronca y el territorio, pero con una lógica de abajo hacia arriba”.

Antes del cierre hubo unos minutos en donde algunos participantes alzaron su voz y señalaron algunos puntos de la exposición. Entre otras cuestiones, un integrante del colectivo Zaguán TranSindical – Frente de Travajadorxs Travestis-Trans No Binarios (TTNB) en el Estado detalló la situación del colectivo frente a la ola de despidos que busca recortar el cupo laboral logrado a través de la ley. Antes del cierre Rita Segato retomó la palabra para contestar algunas dudas planteadas. Resaltó la potencialidad de la organización feminista y de las mujeres para realizar una verdadera transformación. El encuentro terminó con una advertencia de la antropóloga para lograr el objetivo: “Que la mujer del mañana no sea como los hombres que estamos dejando atrás”, el público la despidió entre aplausos y el canto: “Unidad de las trabajadoras y al que no le gusta que se joda que se joda”.