La educación es esencial para regular los paros pero no para financiarla

La educación es esencial para regular los paros pero no para financiarla

La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley que declara a la educación como un servicio estratégico esencial. Sindicatos y funcionarios de la oposición advierten que la norma va en contra del derecho a huelga y la legislación internacional. También reclaman al oficialismo inversión en la educación. El impulsor del proyecto insiste.

El sistema educativo se encuentra en estado de alerta tras la aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto de ley que reglamenta a la educación como un servicio estratégico esencial. La norma, entre otras cuestiones, tiene como objetivo garantizar la apertura de todos los establecimientos educativos todos los días que establecidos en el calendario lectivo y una asistencia del 30% de docentes los días de paro, proporción que se incrementa a medida que aumenten los días de medidas de fuerza.

“Nosotros entendemos que la educación no es un servicio, es un derecho y que en realidad a lo que apunta esta ley es a prohibir el derecho a huelga”, explicó Sonia Alesso, secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA). En esta misma línea se mostró, Alberto Sileoni, ex ministro de Educación durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y actual director general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires que detalló: “El objetivo de esta norma es el disciplinamiento de las organizaciones gremiales, es regular un derecho constitucional. La educación es un derecho universal para ciudadanos y ciudadanas y no un servicio para clientes, para pocos”.

La medida fue impulsada por el exministro de Educación y actual diputado del PRO, Alejandro Finocchiaro, y obtuvo 131 votos positivos, mayoría constituida por la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza, ante 95 negativos, correspondientes a Unión por la Patria y el Frente de Izquierda. Además, hubo dos abstenciones. El proyecto declara que el Estado debe garantizar el ejercicio del derecho a la educación durante todo el ciclo lectivo y pone el foco en los días de clases perdidos por las distintas medidas de fuerza directas o indirectas del personal docente y no docente que afecten al calendario y desarrollo curricular establecido.

En diálogo con ANCCOM el legislador del PRO explicó el motivo de su proyecto: “Declarar a la educación como servicio estratégico esencial para garantizar el derecho a educarse fue el punto de equilibrio que encontramos ante el conflicto de derechos: el derecho a huelga y el derecho a la educación de los niños y adolescentes”. En contraparte, Sileoni crítico de la media sanción aprobada sostiene que “las medidas no pueden ser zócalos de TV o medidas efectistas, tienen que ser de verdad, tienen que tener profundidad, por tanto, tampoco creemos que la educación sea esencial para este gobierno. Si no, no la estarían desfinanciado”. Sobre la situación en la provincia de Buenos Aires, profundizó: “Tenemos 1.000 obras paradas por Nación de las cuales 80 son escuelas, no hay distribución de libros, no hay distribución de tecnología, no hay una política de formación docente, entonces: ¿dónde se ve el aprecio que este gobierno tiene por la educación?”

Para la Organización Internacional del trabajo (OIT), de la que Argentina es miembro, un servicio esencial es aquel cuya interrupción pondría en peligro la vida, la seguridad personal o la salud de la totalidad o parte de la población, y por lo tanto prohíbe o regula el derecho a huelga. Alesso sostiene que en base a este reglamento hay dos fallos judiciales que dicen que la educación no se encuentra dentro de los servicios esenciales, además detalla: “Este proyecto tiene varios aspectos cuestionables: en primer lugar no puede ir contra la Constitución Nacional y la OIT. Además, en el trámite parlamentario el tratamiento de la ley no pasó por la Comisión del Trabajo o la de presupuesto y solo lo hizo por la Comisión de Educación y, por último, no se dio un debate a fondo, no se tuvo en cuenta la participación de los docentes pese a que pedimos que nos dejaran hablar y algunos legisladores estuvieron de acuerdo. Nos quitaron la palabra y eso que nos estaban declarando como servicio esencial”.

«a lo que apunta esta ley es a prohibir el derecho a huelga”, explicó Sonia Alesso. FOTO: ARCHIVO

En cambio, Finocchiaro explica que la ley no habla de servicio esencial en los términos de la OIT, ya que la norma se refiere a servicio estratégico-esencial y pone énfasis en la palabra estratégico para diferenciar los conceptos. Además, justificó la ausencia de docentes al debate debido al tiempo acotado y a las difíciles negociaciones en las cámaras legislativas para lograr aprobar leyes. “No hay sector más democrático que el Congreso, ahí estamos todos representados y las discusiones las tenemos que dar los representantes en las cámaras, porque para eso fuimos elegidos. Muchas veces las presentaciones lo único que hacen es dilatar las resoluciones”, sostuvo el presidente de la Comisión de Educación en Diputados, quien también se refirió a la necesidad de ampliar el debate ya que “tenemos una escuela del siglo XIX, docentes del siglo XX y alumnos del siglo XXI, algo está fallando”. 

Alesso, por su parte, descree de la preocupación del gobierno por la educación y sostiene que “pensar que los problemas de la educación se resuelven sin financiamiento educativo, sin resolver los problemas salariales, sin discutir los temas de fondo y prohibiendo el derecho a huelga, nos parece que es empezar al revés o poner el carro adelante del caballo”; y detalló la difícil situación que atraviesan los docentes: “Venimos desde diciembre sin paritarias que aumenten el piso nacional. Además, el gobierno eliminó de forma unilateral el fondo de incentivo docente, no se están enviando los fondos para infraestructura escolar, no se amplían los fondos para la copa de leche, ninguna de las políticas que tengan que ver con mejorar la educación este gobierno las ha tomado”.

Con todo este panorama, el conflicto entre el Gobierno y el sector educativo está lejos de apaciguarse, a este frente debe sumarse el que mantienen las universidades nacionales que siguen reclamando la emergencia presupuestaria y salarial. “Si el presupuesto sigue subejecutándose y si, además, no aumentan los salarios y la conflictividad lejos de bajar va a subir”, sostiene Alesso, que aunque suene como advertencia es lo que marca la experiencia. El proyecto deberá tratarse en el Senado y para ese momento desde CTERA buscarán informar, convocar y movilizar para evitar su aprobación.

“Nuestro salario se redujo a la mitad”

“Nuestro salario se redujo a la mitad”

Bajo la consigna «No hay universidad pública de calidad sin salarios dignos», el Frente Sindical de Universidades Nacionales llamó al no inicio del segundo cuatrimestre en todo el país con un paro de 72 horas en reclamo de una recomposición presupuestaria.

Como respuesta a la profunda crisis salarial de las trabajadoras y trabajadores docentes y no docentes, el Frente Sindical de Universidades Nacionales (UUNN) resolvió el no inicio del segundo cuatrimestre y un paro de 72 horas desde el lunes 12 de agosto hasta el 14 inclusive. Por su parte, la CONADU, una de las federaciones que agrupa a docentes universitarios de todo el país, además del paro sin concurrencia a las aulas, realizará actividades de visibilización del conflicto los días 13 y 14. La medida de fuerza incluye a las 60 UUNN y es parte de un plan de lucha que continuará con otro paro de 48 horas convocado para 20 y 21 de agosto.

Si bien la gran marcha universitaria del pasado 23 de abril obligó al gobierno de Javier Milei a replantear su política de congelamiento presupuestario en lo que respecta a las universidades nacionales, la movilización no fue suficiente. Las partidas que el Ejecutivo incrementó en un 270 por ciento fueron las correspondientes a los “gastos de funcionamiento”, segmento que representa tan solo el 8 por ciento del presupuesto total. El resto, compuesto por salarios docentes y no docentes, prácticamente quedó igual.

En diálogo con ANCCOM, Darío Capelli, sociólogo, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y delegado general de FEDUBA, afirma: “Tampoco es que el tema de los gastos de funcionamiento esté totalmente resuelto. En el caso de nuestra facultad, llegan las partidas presupuestarias a cuentagotas, lo que hace imposible continuar con obras ya iniciadas y torna dificultoso el mantenimiento integral del edificio”.

“Lo peor es que el resto de las demandas siguen desatendidas –prosigue Capelli–: las becas estudiantiles siguen discontinuadas, no hubo restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente, no hay actualización salarial de los trabajadores universitarios ni llamado a paritarias. El llamado a paritarias existe, pero es una pantomima, ya que en ninguna instancia hubo negociación entre los representantes de los trabajadores y el Estado empleador. Los miserables aumentos que fuimos recibiendo desde enero hasta hoy fueron unilateralmente decididos y, en el caso de los otorgados en los primeros meses del gobierno de Milei, correspondían a acuerdos que se habían concretado con el Gobierno anterior”.

Tras los anuncios del Frente Sindical llamando al paro, el viernes último se concretó la reunión paritaria que había sido interrumpida por las idas y vueltas del Gobierno. Federico Montero, secretario de Organización de CONADU y profesor de la UBA y de la Universidad Nacional de la Artes, señala que “se buscó generar una expectativa en relación a la convocatoria a la paritaria, pero nosotros íbamos con pocas esperanzas de que hubiera novedades. Lamentablemente teníamos razón. En la reunión, el Gobierno, nuevamente de manera unilateral y arbitraria, anunció un 3 por ciento de aumento para agosto y un 2 por ciento para septiembre, lo cual consolida una política de desfinanciamiento y rebajas salariales que, en estos momentos, alcanzó más de 50 puntos por debajo de la inflación”.

“El poder de compra de nuestro salario se redujo a la mitad”, remarca Capelli. Por esto, y a partir de la respuesta del Gobierno, desde CONADU ratificaron el paro de 72 horas. “El jueves (15 de agosto) tendremos un nuevo plenario para determinar cómo seguir y, en coordinación con el frente sindical, los rectores y el movimiento estudiantil, preparar una nueva marcha universitaria para mediados de septiembre”, añade Montero. Y Capelli, a su turno, enfatiza que el plan de lucha “se completa con acciones de visibilización (clases públicas, banderazos y apagones) durante la segunda semana de clases y con posibles nuevas huelgas”.

Todos los representantes gremiales coinciden en que el cuatrimestre está comprometido. “De fondo, en la política del Gobierno hay un horizonte de estupidización muy marcado: la producción de conocimiento, la imaginación política e incluso la creación artística, libradas a la inteligencia artificial”, concluye Capelli.

La versión argentina de Dr. Jekyll y Mr. Hyde

La versión argentina de Dr. Jekyll y Mr. Hyde

Mientras que el gobierno de Javier Milei goza todavía un gran apoyo popular, una encuesta realizada por el Programa de Investigación Regional Comparada de la Estructura Social Argentina, que aglutina a 15 universidades, muestra que la abrumadora mayoría del país se opone al retiro del Estado de la salud, la educación y de las regulaciones económicas.

Los resultados de una reciente investigación del Programa de Investigación Regional Comparada de la Estructura Social Argentina (PIRC-ESA) ponen en cuestión la importancia que le otorga la ciudadanía a la presencia estatal. ¿Es posible que los argentinos reconozcan el valor del Estado a pesar de votar un gobierno como el de Milei, que lo considera una “organización criminal”?

Concretamente, el estudio muestra que una mayoría de las personas que está a favor de la presencia estatal en ámbitos como la salud y la educación. El PIRC-ESA es un programa federal en el que participan 15 universidades nacionales, entre ellas la UBA, y la investigación aludida consistió en una encuesta probabilística presencial de 1500 casos (personas de distintos grupos de edad y géneros) de todo el país, relevada entre abril y mayo de este año.

El 81 por ciento de la población encuestada se pronunció a favor de la regulación y del subsidio de tarifas y servicios, el 76 por ciento cree que el Estado debe intervenir en el mercado inmobiliario para ponerle tope a los alquileres, y el 72 por ciento que debe garantizar el derecho a la vivienda única familiar a través de distintos financiamientos.

En diálogo con ANCCOM, el sociólogo Julián Rebón, doctor en Ciencias Sociales e integrante del PIRC-ESA, afirma: “Estos datos muestran que es discutible el consenso en cuanto al repliegue de todas las áreas del Estado y que todo puede ser comprado y vendido sin ningún tipo de regulación. Según los resultados, lo público y la intervención estatal están muy bien vistos”.

Para entender la contradicción entre los resultados del estudio y lo que la ciudadanía eligió en noviembre pasado, Rebón sostiene: “Hay dos elementos. Por un lado, la gente vota por diversas razones, y algunas pesan más que otras, seguramente el tema inflacionario pesó más que otras aristas. Por otro lado, en este estudio no indagamos sobre qué tan importantes son los temas sobre los cuales preguntamos, o sea, cuál es el tono valorativo que les dan. Esto no quiere decir que la población va a apoyar todas las medidas del Gobierno, pero tampoco quiere decir que van a dar la vida por ello. El común de los ciudadanos no funciona como una orquesta sincronizada”.

Lejos del apoyo a la desregulación del mercado de trabajo y a la eliminación de la moratoria jubilatoria, el 83 por ciento de los encuestados está a favor de aumentar las multas a las empresas que tienen empleados en negro y el 72 por ciento considera que el Estado debe garantizarle una jubilación a quienes no hayan realizado aportes suficientes en su vida activa.

Además, según el estudio, la ciudadanía también se opone a la mercantilización de servicios sociales básicos como la salud y la educación: el 86 por ciento cree que el Estado debe garantizar la educación primaria y secundaria, el 83,5 por ciento está a favor de que las universidades sigan siendo gratuitas y el 78 por ciento está en contra de arancelar la atención en los hospitales públicos.

Al respecto, Rebón afirma que, si bien falta presupuesto en la mayoría de las universidades, el Gobierno tuvo que parar un poco y cambiar el rumbo de su política tras la masiva marcha del 23 de abril. “Hay una sociedad polarizada que, a pesar de haberlo votado, no necesariamente ‘compra’ toda la agenda del Gobierno. El sentido común es fluido y heterogéneo”, precisa.

En cuanto a las políticas referidas a poblaciones vulnerables como niños, niñas, adultos mayores y personas en situación de calle, la encuesta arrojó que el 75,3 por ciento está a favor de garantizar jardines maternales públicos y el 93 por ciento sostiene que hay que subsidiar los medicamentos para los jubilados. Asimismo, el 82 por ciento considera que el Estado debe proveer alimentos a los comedores populares.

El apoyo a la regulación y sostén estatal es sistemáticamente algo mayor entre las mujeres que entre los varones (entre dos y cinco puntos porcentuales) en todas las dimensiones descritas, debido a que son de las más afectadas por estas políticas y están muy implicadas en las tareas de cuidado.

Además, los segmentos de la población de bajos y medios niveles educativos tienen “una percepción más estatal”, ya que para ellos el Estado es un elemento de protección, y exhiben un acuerdo aún más intenso respecto a las políticas de formalización del empleo e intervención en el mercado laboral. Y el grueso de los encuestados con altos niveles educativos expresan un sesgo aún mayor hacia la defensa de la educación pública.

La magia de la ciencia

La magia de la ciencia

El empresario en tecnología e ilusionista Gustavo Guaragna presentó el espectáculo de magia “Memorias del futuro” en el edificio Cero+Infinito de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA en defensa del sistema científico y tecnológico. Entrevistado por ANCCOM, el CEO habló del rol de la educación pública, de la meritocracia y de la internet actual.

Diez minutos antes de la hora pautada en el edificio nuevo Cero + Infinito, en Ciudad Universitaria, se encontraban el protagonista del espectáculo y las personas de técnica ultimando detalles. También había algunos allegados entre amigos y compañeros de trabajo. A medida que se aproximaba la hora la sala empezaba a recibir estudiantes, docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. La mayoría se había enterado de la función por la gacetilla enviada por correo electrónico. “Yo me enteré dos minutos antes porque me contó una amiga”, explicó un estudiante de grado de la Carrera de Matemáticas.

Los encargados de presentar al ilusionista fueron el secretario de extensión de la Facultad, Santiago Sosa, y el secretario académico Rodrigo Castro quienes expresaron que el espectáculo buscaba dar visibilidad  a los recortes presupuestarios en el sistema de investigación de nuestro país. También señaló Castro que la acción conjunta de un empresario con la universidad pública obedece a la necesidad permanente de solidificar lazos, ya que la investigación y la industria tienen un vínculo directo.

Cuando la función comenzaba, Gustavo Guaragna se apresuró a aclarar que no es egresado de la UBA, pero que estudió en otras universidades públicas: aunque no finalizó las carreras, asistió a la UTN de Rosario donde estudiaba Ingeniería en Sistemas y más tarde a la Universidad Nacional de La Plata, para cursar Ciencias de la Computación.

Luego explicó que esta presentación en la UBA fue su forma de contribuir de alguna forma para dar difusión a un momento difícil del sistema educativo. El ilusionista abrió el show con la frase de Einstein: “La imaginación es más importante que el conocimiento”. De ahí en adelante el mago sorprendería a la audiencia con sus trucos.

Guaragna es un reconocido empresario en el sector informático. Cuenta que siempre supo qué quería ser: cuando aún estaba en el nivel primario que quería programar computadoras y ser mago ilusionista.

Su presentación en la Facultad de Ciencias Exactas ofrecía el particular contraste de llevar la magia a un lugar donde prima la racionalidad.

 

¿Hay una presión extra frente a un público de científicos?

No. A mí me gusta jugar con esa cosa de la racionalidad y nada me gusta más que verles la cara y los ojitos cuando en un momento pueden soltarse de la lógica y dejarse llevar por la poesía que trato que quede impregnada en lo que voy contando. El show está pensado para que en algún momento tengan esa sensación de maravilla y de dejarse llevar por el misterio. Obviamente la ciencia persigue un misterio para buscar una verdad, pero siempre que corrés un velo para develarlo te das cuenta que detrás de eso aparecen diez o mil, un millón de misterios nuevos. Entonces también hay una parte muy fuerte de eso de perseguir algo que a  lo mejor no tiene solución pero igual estás convencido y para mí es ese proceso el que lo hace científico al científico.

 

Entonces la ciencia y el arte no son contrarios.

Para nada, en absoluto. Después hay buen arte, mal arte; buena ciencia y mala ciencia. Cuando uno percibe la buena ciencia, no tiene ninguna diferencia con el arte.

 

Guaragna es CEO de una empresa que tiene 70 empleados en la Argentina y otros veinte en Chile. Trabajan totalmente de manera remota. “Lo más importante para valorar a alguien a la hora de ser contratado es la honestidad”, explica y cuenta que en general prefiere contratar a personas con formación universitaria.

¿Qué postura tenés frente a la cuestión de la meritocracia? ¿En qué medida incide el esfuerzo personal y en qué medida las condiciones iniciales?

A la mayoría le gustaría que las condiciones fueran equivalentes para todos; que frente a las mismas condiciones puedan tener las mismas oportunidades. La realidad es que vivimos en un mundo en que la no-distribución de la riqueza es una tendencia imparable. Entonces esto del mérito, creo que se podría llegar a abordar solamente frente a la igualdad de condiciones o de oportunidades. Tenés que tener un centro de coordenadas a partir del cual podes decir: “Bueno hizo más esfuerzo, menos esfuerzo”. Pero la realidad es que no todos tienen las mismas oportunidades. Tiene que ver con la alimentación, con el entorno, un montón de cosas. Aparecen muchas más flores cuando tenés un jardín bien cuidado.

 ¿Qué significa para vos estar acá en la universidad pública y, particularmente, en la UBA?

A la universidad pública le debo todo. En particular la UBA para mí es un tótem. Y en particular la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales es un orgullo nacional. En la universidad pública yo también trabajé y formé parte de la Universidad Nacional de La Plata y la tecnológica de Rosario. Exactas de la UBA es uno de los lugares que son centros de conocimiento donde está la cuestión de la universalidad del conocimiento. Gente que estudiando cosas dentro de la misma rama estudia cosas muy diversas. Es cuna de grandes y también casa de grandes. Para mí, es un honor estar acá.

 ¿Qué rumbo está siguiendo internet en este momento?

Internet hoy en día se ha transformado en una sombra o en una caricatura de lo que se soñaba o se esperaba que fuera cuando comenzó. Internet, que planteaba la posibilidad de construir la famosa idea de la aldea global, del acceso común al conocimiento y compartirlo, se ha convertido en una caja de resonancia, de eco. Ha habido una concentración enorme. Nuestro consumo cultural está muy sometido a algoritmos que lo que hacen es mantenernos en lo que ya nos gusta o en el gusto común. Estos tiempos requieren muchísimo más esfuerzo del consumidor, del lector, para criticar, someter a juicio eso que se nos ofrece para el consumo, ver si verdaderamente es lo que queremos consumir e inclusive forzarse uno a probar otros contenidos culturales completamente distintos, como una manera de ver otra parte del mundo. Conocer otros sabores: no puede ser todo dulce o salado.

En uno de los carteles que promociona el show aparecía la frase de Arthur Clarke: “Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”.

La presentación de Gustavo Guaragna en la Facultad de Ciencias Exactas planteaba desde el principio el desafío a las falsas dicotomías. Pudo observarse durante el espectáculo que la búsqueda del conocimiento  y el ejercicio de la imaginación son perfectamente compatibles. Pero otra idea desmitificada fue la que opone a la actividad empresarial con el compromiso por la educación pública. El desarrollo económico de un país requiere investigación científica y educación de calidad.

Las escuelas bonaerenses en alerta por las apuestas online

Las escuelas bonaerenses en alerta por las apuestas online

Según un estudio realizado por Ibope, el 12,5 por ciento de los argentinos que apuestan en línea son niños, niñas y adolescentes que tienen entre 16 a 24 años y en su mayoría son mujeres. La Secretaría de Educación provincial ya colocó el tema en su agenda.

Desde finales del año pasado y principios del ciclo lectivo 2024, se incrementó la cantidad de casos de niños, niñas y adolescentes que realizan apuestas online a través de sus teléfonos en las escuelas y desde la Subsecretaría de Educación de la Provincia de Buenos Aires se encendieron las alarmas: “No puede haber silencio pedagógico frente a estas situaciones que afectan la salud emocional y la integridad de nuestros estudiantes. La escuela no puede ni debe mirar para otro lado, aunque no solamente esta sea la única que debe abordar este tema”, afirma el subsecretario de Educación bonaerense, Pablo Urquiza, y agrega que los jóvenes llegan a situaciones en las cuales corren el riesgo de endeudarse, de destinar dinero que su familia le dan para otras actividades y las utilizan para las apuestas.

La semana pasada, la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires presentó un documento ante la Comisión de Adicciones de la Cámara de Diputados de la Provincia, a pedido de la Asociación Civil Pensando en Generar Políticas Públicas, para avanzar en un marco normativo para combatir los sitios clandestinos y la prevención de la ludopatía en niños, niñas y adolescentes.

El documento consiste en un estudio sobre el impacto del juego online en jóvenes y adolescentes elaborado recientemente por Walter Martello, defensor del pueblo adjunto general de la Provincia, a cargo el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos y del Observatorio de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, y se basa en los datos de un estudio realizado por Target Group Index-Ibope Argentina.

El estudio de Ibope, en el que se encuestó a 10.018 personas en el país, arrojó que el 8,29 por ciento ha realizado apuestas online y que, de ese porcentaje, el 12,5 son jóvenes entre 16 a 24 años, y el 15,5 son personas de 25 a 34 años. “Dado el vertiginoso crecimiento de las apuestas online en nuestro país no sólo es necesario hacer más efectivo el control del Estado ante la proliferación de las plataformas ilegales, sino también avanzar en un marco normativo acorde a los desafíos del presente”, sostiene el informe del Observatorio.

“Las apuestas online son un tema que atraviesa a todos los estratos sociales. No es patrimonio de determinado sector, lo estamos viendo en el amplio abanico de heterogeneidad de nuestras instituciones educativas, tanto en escuelas de gestión privada como de gestión pública. Es un tema que está preocupando mucho a la comunidad educativa”, alerta Urquiza.

Desde la Subsecretaría de Educación de la Provincia de Buenos Aires detallan que han elaborado materiales en conjunto con la Dirección Provincial de Educación Secundaria y con la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social para trabajar en las aulas y que se van a distribuir en las escuelas en los próximos días a través de comunicaciones.“No hablamos de ludopatía –aclara Urquiza–, sino de consumo problemático que están teniendo los chicos, porque la persistencia en esta conducta les trae aparejadas situaciones de conflictos, malestar, angustia y temor: sabemos de situaciones en la que los chicos han contraído deudas y se sienten amenazados para pagarlas”.

Las apuestas online deben ser abordadas en la escuela como un consumo problemático, reafirman en el comunicado publicado por la cartera educativa bonaerense ya que –siguiendo las definiciones de la Sociedad Argentina de Pediatría, y la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar)– “los consumos de personas menores de 18 años siempre son considerados problemáticos porque afectan la salud física y mental”. Por esto, desde la Subsecretaría de Educación bonaerense, explican que la comunidad educativa tiene que generar dispositivos y herramientas para trabajar en las aulas y problematizar desde esta perspectiva: “La escuela siempre ha puesto palabras en relación a muchos temas que a veces a la sociedad le cuesta un poco más hablarlas: salud mental, educación sexual integral, violencia en los noviazgos y políticas de Memoria, Verdad y Justicia. La escuela es un ámbito más amigable para los chicos para poner palabras y nos parece que si tenemos un abordaje integral de esta problemática, puede ser receptado por los chicos”.

«En las escuelas notamos la alteración de los hábitos de descanso, de alimentación,  dificultades para concentrarse y advertimos también la ruptura de amistades por deudas de juego. Los chicos contraen deudas para apostar, que provocan la pérdida de bienes y pueden exponerlos», dice Urquiza.

Las marcas de los sitios de apuesta online están a la vista. En publicidades que aparecen en videos, camisetas de fútbol o contenidos de influencers que promocionan casinos y casas de apuesta. En nuestro país sólo en 17 provincias está regulado el juego online, alguno de los sitios de apuesta más utilizados son Betsson, Bplay, Betwarrior, Bet365 y 1xBet, estos dos últimos son los más elegidos por los argentinos, según Ibope. En el caso de Bet365, opera internacionalmente y tiene licencia para la explotación del juego online en la Provincia de Buenos Aires, mientras que 1XBet no cuenta con ninguna autorización de las jurisdicciones del país y se suma a la lista de las casas de apuestas online sin licencia para operar, según explicita el estudio de Martello.

Las apuestas online deportivas se basan en predicciones de resultados de partidos y competiciones. Según el estudio realizado por Ibope, el 41,2 por ciento de los argentinos apuesta al fútbol, le siguen los bingos online con el 37 por ciento, mientras que el boxeo es la tercera opción más elegida en el país con el 16,8. Las mujeres son las que tienen mayor participación en las apuestas online con un porcentaje del 8,50 por ciento respecto a los varones con 8,05.

“También tenemos que abordarlo como una política de cuidado. Porque el consumo de apuestas online genera la idea de que siempre podés ganar, que siempre hay una chance más y que te podés recuperar. Entonces, esa idea te lleva a, si no tenés dinero, conseguirlo de cualquier manera endeudándote o pidiéndole a los amigos. En estos juegos siempre gana la banca”, subraya Urquiza.

El comunicado advierte que estas prácticas chocan de lleno con los derechos del niño, niña y adolescente a la salud integral, el derecho al juego y el acceso a la recreación y esparcimiento: “Desde las escuelas notamos la alteración de los hábitos de descanso, de alimentación, las dificultades para concentrarse y sostener la atención; y en ocasiones advertimos también la ruptura de amistades por deudas de juego, o las familias nos comentan que las chicas y los chicos llegan a contraer deudas para apostar, que provocan la pérdida de bienes y pueden exponer a las y los jóvenes y sus allegados a riesgos por contraer deudas con personas desconocidas”.

“La prohibición de los celulares en el recreo no genera que no haya estas conductas. Hay algunas iniciativas también destinadas al uso del celular en el ámbito educativo y creemos también que el celular es un instrumento que puede facilitar determinados aprendizajes. Abordar esta problemática no va por el lado de la prohibición, sino por el del diálogo. Porque tampoco es solamente que estas conductas se presentan en el recreo: los chicos lo pueden hacer a la entrada de la escuela, a la salida o en algún momento de la clase. Lo que tenemos que trabajar es poder acompañar a los chicos en la idea de que estas conductas son complejas para su salud integral y para su cuidado”, concluye Urquiza.