Caminos de tiza y tierra

Caminos de tiza y tierra

Julio Pereyra, apodado «El Profe», cuenta su proyecto de educación no formal por la Selva Misionera, donde alfabetiza cientos de niños de loclidades rurales desconectadas.

Julio Manuel Pereyra Sánchez es docente y educador. Ejerce la docencia formal en Posadas, pero ocho años atrás creó el proyecto escuelita ambulante “Caminos de tiza”. Hace cuatro que se radicó definitivamente en Misiones. Profesor de Ciencias Sociales, Pereyra recientemente fue becado por la Asociación Educar para el curso de neurosicoeducador en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Prefiere ser nombrado como «El profe Julio». Trabaja a la par junto a Yanina Rossi, profesora en educación especial y encargada de la Educación Sexual Integral (ESI) en niñas, niños y adolescentes.

El profe Julio cuenta sobre «Caminos de tiza” y cómo articula la “educación comunitaria voluntaria”, la alfabetización y la pedagogía en contextos rurales, selváticos e, iIncluso, en los basurales del noroeste argentino. Para él, la conectividad no es requisito indispensable para generar una comunidad educativa. Su pilar principal es el compromiso con los poblados a veces algo olvidados por el sistema formal. 

En 2018, según datos de la organización Argentinos por la educación la provincia de Misiones tuvo una matrícula que se distribuyó en: 13,8% en el nivel Inicial; 42,8% en primaria; 33,3% en secundaria y 10% en superior no universitario. La cantidad de estudiantes total pasó de 334.702 en 2011 a 370.215 en 2018. Sin embargo, las estadísticas no son claras respecto a ciertos pueblos alejados.

La educación comunitaria itinerante que propone Pereyra trabaja la inclusión y abarca integralmente desde el apoyo escolar y alfabetización junto con la estimulación temprana, la psicomotricidad, el braille, el lenguaje de señas y la comunicación alternativa. Uno de los objetivos de la escuelita ambulante es generar políticas públicas en el marco de la educación no excluyente y la discapacidad. Fomentando una propuesta de intervención con conciencia situacional.

Con la pandemia aumentó la cantidad de niños y niña que necesitaban garantizar su educación. Caminos de tiza fue su único acceso y de forma gratuita. Sustentado con donaciones y vocación, hoy trabaja de forma directa y presencial con 364 chicos y chicas de diversas edades, articulando varias disciplinas, en áreas con conectividad nula o baja y en los puntos geográficos más alejados. En especial, zonas rurales, selváticas y basurales. Actualmente, abarca 14 comunidades de la provincia de Misiones: Colonia Yacutynga, Paraje 130, Aldea Mby´a Guaraní Kaa´ guy Porá II, Barrio El Mirador, Rosa Chico, San Gotardo, entre otras.

Vocación y compromiso

El proyecto nació al ver niños viviendo, comiendo y trabajando en un basural en la provincia de Corrientes. “Al adentrarme en esas zonas, encontré trazas discontinuas, analfabetismo y abandono escolar. Esto me llevó a diseñar una estrategia de intervención para (re)institucionalizar niños y alfabetizarlos. En conjunto al abordaje de atención primaria de la salud desde lo educativo como en la prevención de enfermedades. Lo básico que debemos saber”, cuenta.

Entre las actividades educativas se encarga de traducir textos al Guaraní o Portugués en zonas interculturales bilingües y de la frontera, sacar piojos; e, incluso, recomponer el material terapéutico y ortopédico que le donan o consigue. “Caminos de tiza se basa en dejar capacidad instalada, formando a otros, generando escuelas o sitios para la primera infancia. Armamos materiales y recursos. Creamos bibliotecas comunitarias y espacios de formación a padres en prevención de zoonosis, tenencia responsable de mascotas, alerta de accidentes domésticos, cuidados con animales ponzoñosos/venenosos. No es lo que hacemos, sino lo que dejamos para que otros de manera permanente se desarrollen. Educamos a través de los mitaí (niños, en guaraní)», agrega.

El proyecto se solventa apelando a la creatividad, con materiales didácticos de bajo o nulo costo y con elementos reciclados. “Nosotros indicamos que las problemáticas principales que se presentan se resuelven educando. Realizamos diseños de innovación readaptando algo. Salidas didácticas para reconocer peligros, flora y fauna, raza de perros peligrosos. Identificar arañas, plantas con espinas, etc. También usamos tecnología educativa : tablets, lupas, microscopios, lentes VR, celulares. Pero se alterna o se complementa. No son de necesidad primaria”, sostiene.

También dan accesibilidad a niños y niñas con discapacidades múltiples. “Seguimos apostando a crear conocimiento y diseños para la educación no excluyente. Mantenemos secuencias pedagógicas y continuidades terapéutico-didácticas, y como se basa en competencias [no solo en contenidos] nos da hiper flexibilidad. Depende de las actividades que hacen los chicos. En su contexto o algún suceso que obligue a trabajar un tema específico. Por ejemplo: un accidente en la ruta, cuidados a tener con un enjambre de abejas o un incendio en la zona. Trabajamos en cómo prevenirlos.”

La radio local

En las zonas que visitan se presentan como maestros comunitarios. Es ad honorem. Llevan una propuesta educativa de pedagogía de la emergencia. “Hablamos de lo que es este tipo de tarea que poco tiene que ver con las escuelas formales aunque articulamos contenidos de ellas. Constantemente, coordinamos las actividades con el maestro rural, el docente auxiliar indígena o un referente barrial. El itinerario de la escuelita ambulante tiene un cronograma que se realiza día a día.”

Puede tener obstáculos o complicaciones sea por el clima o cortes de ruta. Mantiene un sistema de comunicación básico para quienes su única conexión es la radio local. “Las actividades no se suspenden. Hacemos lo posible por llegar porque los gurises te esperan. Damos aviso por la radio local que vamos camino a tal hora a tal barrio o comunidad. Llamo a la emisora Aquarius FM y le digo a Omar que de la información: “El profe Julio avisa que permanezcan en sus hogares porque a las 14h llega a tal paraje”. Y entre los vecinos se avisan. Se forma una comunidad educativa. Se toma con responsabilidad nuestra visita y en las que no existe otra propuesta. Hay zonas que no tienen ni internet ni datos ni telefonía directa. Sólo la radio o un vecino que la escucha”, explica.

Desde la Cámara Argentina de Internet (Cabase) las estadísticas sobre índices de conectividad dentro del territorio nacional, indican que Misiones tiene sólo el 43% de su población conectada y figura entre las provincias con menor índice. Las que poseen mejor performance en cuanto a niveles de penetración de internet fija cada 100 hogares, son Capital Federal (108%), La Pampa (82%), San Luis (82%) y Córdoba (78%).

Trabajo en conjunto

Sin distinción, estos capacitadores rurales  llevan todos los materiales y recursos a cuestas. Realizan trabajos individuales o con grupos familiares. En las Aldeas Mby’a Guaraníes vamos varios días. Convivimos generando diversas actividades lúdico-didácticas. Experimentos, juegos, talleres, clases y salidas. Respetamos su identidad, creencias, rituales, leyendas y los caciques lo saben. Nos permiten compartir y estar con ellos trabajando sobre esto. Nosotros llevamos la alfabetización científica y la articulamos con el trabajo de los docentes auxiliares indígenas”, asegura.

 Caminos de tiza lo hace sólo Julio, con la colaboración de Yanina. No sumanvoluntarios temporales, dice Pereyra, porque el compromiso es a largo plazo. “La jornada comienza a las ocho de la mañana y a veces se extiende hasta las 19. Lo alternamos según otras actividades. Hay días que permanecemos en la ciudad [Puerto Rico-Misiones] porque damos clases gratuitas voluntarias en el Centro de Apoyo Pedagógico y Tecnológico para niños con problemáticas del aprendizaje. Trabajo sábados, domingos y feriados. O a veces son 20 días los que estoy en la selva. Nuestro trabajo es permanente, no es sólo un rato, dos días o para la foto. Se debe entender que es para quedarse. Es prolongado”.

Con la escuelita a cuestas

Pereyra es invitado y reconocido por diferentes medios locales. Participa en convenciones, jornadas y congresos. Se destaca las novedosas estrategias para garantizar la continuidad y la calidad educativa. “Somos evaluados y capacitados constantemente. Dejamos registrado todo nuestro trabajo. Tenemos compromiso; y la difusión es un pilar importante. No sólo conseguimos donaciones, ayuda y becas;también sostenemos la Biblioteca Tekom’boe, levantamos escuelas en medio de la selva. Caminos de tiza funciona porque va donde no existe otra propuesta.», agrega.

 

Llevamos al hombro todos los materiales de trabajo [pictogramas, hojas, títeres, lápices, libros ,etc]. Esto el dinero no lo paga. Diseñamos una modalidad única de intervención que da clases en cuatro lenguas: guaraní, español, portugues, lengua de señas]. Se ha erradicado el embarazo, malnutrición y trabajo infantil. No hay repetición de grados ni abandono escolar. Durante la pandemia alfabetizamos a más de 120 niños en un año. No hay accidentes con animales venenosos, casos de dengue y de leishmaniasis. En los parajes se alternan intervenciones particulares domiciliarias o plurigrado; y escolar para familias completas o individuales si son casos de discapacidad”, explica Julio.

 

Desde la red social de Facebook, Escuelita ambulante, Caminos de tiza deja plasmado todo su trabajo, recorrido y la labor cotidiana en cada comunidad. Ha recibido distintos reconocimientos iberoamericanos, latinoamericanos, regionales y nacionales.  Sin embargo, el profe Julio asegura que “se habla de la educación del siglo XXI cuando Caminos de Tiza sigue resolviendo problemas del siglo XIX”.

«El Palacio Ceci es nuestra casa»

«El Palacio Ceci es nuestra casa»

Alumnos, exalumnos, maestros, familias y asociaciones civiles se manifestaron en contra de la avanzada del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de despojar a la comunidad sorda del emblemático edificio donde funciona una escuela para transformarlo en una vidriera del Distrito del Vino. El legislador de Vamos Juntos que criminaliza a los directivos escolares.

El pasado sábado 9 de abril se realizó el festival bajo las consignas “Las llaves no se entregan” y “El Palacio Ceci no se toca”  frente al histórico edificio del barrio porteño de Villa Devoto. El evento se realizó con el objetivo de defender un lugar emblemático de la comunidad sorda, donde actualmente funciona la Escuela de Educación Especial y Formación Laboral Nº 28 Prof. Bartolomé Ayrolo, ahora amenazado en convertirse en una vidriera en del Distrito del Vino, recientemente creado por el Gobierno de la Ciudad.

“Esta lucha es mucho más que por el edificio, se está poniendo en juego la dignidad de la comunidad sorda. Exigimos que el Palacio Ceci siga vinculado a la escuela Ayrolo. Nos estamos manifestando familias enteras de alumnos y ex alumnos. Concurrieron exalumnos de hasta 85 años de edad que se hicieron presentes para defender la que es su casa, porque alguna vez la escuela también funcionó como internado. Imaginate que mi hijo hizo la escuela primaria acá y luego tuvo apoyo escolar mientras cursaba el secundario, y ahora que estaba en dudas para anotarse en un terciario con respecto a la orientación vocacional vino acá a hablar con sus pares, sus referentes, sus profesores y que lo guíen. Así como mi hijo se siente contenido le pasa a muchas familias porque además no sólo acuden personas sordas o hipoacúsicas sino también con discapacidades donde se compromete el habla y necesitan de la lengua de señas para poder comunicarse”, expresó Patricia, mamá de Luciano, exalumno de la escuela y agregó: “Luego de la convocatoria masiva del 2 de marzo, donde vinieron de la Ciudad a buscar las llaves y negaron el asunto del Distrito del Vino, propusieron armar mesas de diálogo. El primer encuentro fue al día siguiente, se presentaron los directivos de la escuela, representantes de asociaciones para sordos y entre tantas contradicciones propusieron que hasta podría ser una salida laboral para los chicos de la escuela Ayrolo ser guías o contar la relación del Palacio Ceci con la comunidad educativa para personas sordas. ¡Esto es un disparate! ¿Qué tiene que ver una escuela con la cultura del vino? Estamos hablando de una escuela que comparte el patio con el Palacio. ¿Qué ejemplo quiere dar el gobierno poniendo un espacio gastronómico de la cultura del vino al lado de una escuela? Nos quieren conformar con migajas laborales, ofreciendo puestitos de trabajo en el distrito del vino. Esto es una falta de respeto. Las personas sordas también tienen derecho a estudiar, formarse y tener opciones laborales. Es un atropello total. Exigimos que den la cara los autores de esta situación, que no nos manden a sus asesores, que se hagan cargo quienes están detrás de esto, sea Rodríguez Larreta o Soledad Acuña. En el Ministerio de Educación se lavaron las manos: dicen que ahora el edificio pasó a ser parte del Ministerio de Desarrollo. En fin, queremos que alguien se haga cargo de lo que sucede, que nos den respuestas y trabajen para garantizar los derechos de la comunidad sorda.”

El festival comenzó alrededor de las 17, con un discurso de madres de alumnos. De fondo se veía el Palacio cubierto con el cartel amarillo de puesta en valor del Gobierno de la Ciudad. Maestros y maestras se hicieron presentes con sus delantales a pesar de no querer dar declaraciones a medios ya que expresan que están en situación de desamparo laboral.

Carolina, mamá de Rodrigo, exalumno de la escuela, aportó su testimonio: “La semana siguiente de habernos negado a entregar las llaves del Palacio, el legislador Juan Facundo Del Gaiso, del bloque Vamos Juntos, integrante del oficialismo porteño dentro de la Legislatura y quien además es impulsor de la Ley Nº 6447/21 del Distrito del Vino, realizó una denuncia penal por usurpación, administración fraudulenta y malversación de caudales públicos a los administradores de la cooperadora, a la directora de la escuela y a un periodista y fotógrafo que ha colaborado y aportado como ciudadano y vecino para el bien de la escuela. Claramente, esta denuncia es una maniobra política para ensuciar a las personas que formamos parte de la escuela Ayrolo. Tenemos los comprobantes de todo, los libros a disposición, además de tener el aval del Ministerio de Educación”. Carolina explicó que frente a la situación de desmejora edilicia y la falta de presupuesto, la institución había solicitado el permiso del Ministerio de Educación para usufructuar partes de las instalaciones como locaciones cinematográficas y para visitas guiadas. “Hubo muchos permisos administrativos que tramitar, fuimos muy prolijos y con ese dinero emparchamos lo que tendría que haber solucionado el Estado. En mi caso, formé parte de la cooperadora por casi 20 años. Pusimos plata, tiempo, horas de nuestra vida para poder resolver o solucionar situaciones de emergencia porque se nos caía encima el Palacio.” Lo que agrava esta denuncia es que “el legislador Del Gaiso luego, en la reunión en la Legislatura, pidió disculpas pero no retiró la denuncia ni dio la cara a la comunidad de forma correcta. Esto es muy doloroso, que nos quieran sacar el Palacio Ceci es como que nos quiten una parte de nuestro cuerpo, de nuestra vida y encima que lo cuidamos en todo lo que pudimos como nuestra casa que nos traten de ladrones es lastimoso. Una vergüenza”, concluyó Carolina.

Del festival participaron artistas que ofrecieron espectáculos, tanto para la comunidad oyente como para la comunidad sorda. También asistieron representantes de las asociaciones para personas sordas quienes se manifestaron con mucho enojo: “Cuando fuimos notificados de la situación de la escuela Ayrolo y el Palacio Ceci, la sensación fue horrible”, sostuvo Agostina Poggio, vicepresidenta de Asociación Argentina de Sordos. “La Confederación Argentina de Sordos nos lo comunicó a las más de treinta asociaciones para personas sordas que nos nucleamos en esa organización, y que tiene peso a nivel nacional. Al principio no entendíamos nada. Tuvimos una reunión para organizarnos. Nos sorprende la informalidad con la que se manejan: no hay un acta, un mail formal. Solo por mensajes de whatsapp. Ningún papel que avale lo que están haciendo o que están pidiendo las llaves. Hay muchas cosas que no están claras como cuál será el destino del Palacio. El Ceci tiene que ser de la comunidad educativa como lo fue hasta ahora.”

Por su parte, Claudia Novoa, secretaria de la Asociación Argentina para Sordomudas Casa Hogar expresó: “Pensaban que los sordos no vamos a decir nada, que íbamos actuar de forma pasiva, creo que no se lo imaginaron. Por eso se echaron para atrás el 2 de marzo, cuando vinimos a oponernos a la entrega de las llaves del Palacio.” Y agregó: “Al principio la escuela Bartolomé Ayrolo era solo para hombres, entonces se creó el instituto Osvaldo Magnasco para mujeres. Luego del Magnasco venían a hacer actividades al Ayrolo. Entonces, mujeres y hombres sordos se conocían, se enamoraban y luego se casaban. Hay familias enteras que tienen anécdotas en esta escuela, hay historias de vida detrás del Palacio Ceci. Si nos sacan el Palacio, nos quitan el tronco del árbol de nuestras vidas. Todos tenemos raíces aquí.”

En la misma línea se manifestó el presidente de Unión Argentina de Sordomudos Román Carbone: “Nosotros nos sentimos contenidos con el Palacio Ceci. Se sabe que es patrimonio cultural muy importante para nuestra comunidad sorda, para la comunidad argentina, porque es la primera escuela para sordos en nuestro país y en Latinoamérica. Que nos quiten el Palacio Ceci es como que nos saquen el Cabildo, hago esta analogía para que se comprenda el peso histórico. Es un espacio importante, fundacional, brindado a la educación y ahora lo quieren rebajar a una vidriera del vino.”

Para el presidente de la Asociación de Sordomudos de Ayuda Mutua, Claudio Vitti, “además de que muchos de nosotros pasamos por esta escuela, generaciones enteras hemos estudiado aquí. La mayoría de los socios fundadores de las asociaciones para personas sordas fuimos alumnos del Ayrolo. Años de historia y de gran aporte para nuestra comunidad y nunca lo arreglaron ni mostraron interés porque no se caiga. El edificio estaba abandonado, las cooperadoras, los directivos hacían lo que podían y ahora, de repente, desde el Gobierno de la Ciudad hay plata e interés porque se arregle el edificio y se pone la puesta en valor del mismo. Nosotros somos personas sordas pero también somos argentinos y vivimos en esta Ciudad. Tenemos derecho a exigir una respuesta al gobierno que hasta el momento se ha manejado con informalidad legal y administrativa ante esta situación.”

«Las llaves del Palacio no se entregan»

«Las llaves del Palacio no se entregan»

La comunidad educativa de la escuela para sordos Bartolomé Ayrolo resiste la embestida del Gobierno de la Ciudad que quiere convertirlo en la Casa del Vino. El 9 de abril organizan un festival de protesta.

 

Este sábado 9 de abril, de 17 a 21, se llevará a cabo el festival “El Palacio Ceci no se toca” en Av. Lincoln 4300, en el barrio de Villa Devoto. El objetivo del festival es manifestarse en contra del traspaso de ese edificio histórico, que pertenece ael Ministerio de Educación porteño, a la Dirección General de Administración de Bienes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA). Participarán del mismo, artistas sordos y no sordos ofreciendo espectáculos para las familias.

El Palacio Ceci es un edificio simbólico y de pertenencia para la comunidad sorda ya que desde la década del 30 funcionó allí el primer Instituto Nacional de Sordomudos e Hipoacúsicos de Argentina y Latinoamérica, hoy Escuela de Educación Especial y Formación Laboral Nº 28 Prof. Bartolomé Ayrolo.

El 21 de septiembre del 2021 se publicó en el Boletín Oficial la Ley N° 6447 que promulga la creación del distrito del vino en la ciudad porteña que implica a los barrios de Villa Devoto, Villa del Parque y La Paternal. Según la página del GCBA sería una apuesta público-privada. La implicancia de esta ley con la escuela que funciona en el Palacio Ceci es que el Gobierno porteño tiene intenciones de que este edificio deje de formar parte de la comunidad educativa para sordos y que sea la vidriera y espacio administrativo del distrito del vino.

Estas intenciones por parte del Gobierno porteño se vieron reforzadas con la visita que realizó al Palacio Ceci la ministra de Turismo de Mendoza, Nora Vicario, junto a un contingente en septiembre del año pasado, mes en que se desarrollaba la fiesta de la vendimia. Luego de esta  visita, desde la cuenta oficial de twitter Cultura Mendoza @Cultura_Mza apareció el siguiente tuit: “La ministra Nora Vicario visitó el Palacio Ceci, futura Casa del Vino en el Distrito del Vino en CABA. Un espacio de vidriera para mostrar las bodegas y experiencias enoturísticas de Mendoza”. Apenas publicado, el mensaje rápidamente fue borrado.

Esa fue la alarma para la comunidad educativa que, frente al temor de represalias  laborales, prefiere mantener en reserva sus nombres reconociendo encontrarse en una situación de total desamparo. De todos modos, y ante la confirmación del rumor que circulaba sobre el intento de traspaso del Palacio Ceci de la órbita del Ministerio de Educación a la Dirección General de Administración de Bienes, la comunidad educativa, asociaciones y organizaciones de la comunidad sorda e hipoacúsica y agrupaciones de vecinos del barrio de Villa Devoto que están en contra de aceptar la vulneración del derecho a la educación en detrimento de este negocio se manifestaron el pasado 2 de marzo frente a las puertas del edificio histórico bajo la consigna “La llave del Palacio no se entrega”. Es que ese mismo día se habían acercado desde el Ministerio de Educación para realizar de manera formal la quita de las llaves de la escuela con el propósito de comenzar con las obras de acondicionamiento del edificio.

Ante esta manifestación, las autoridades porteñas, además de negar que el edificio en disputa formaría parte del distrito del vino, ofrecieron abrir una mesa de diálogo que hasta el momento no ha procurado ningún acuerdo entre las partes.

En diálogo con ANCCOM Lilia, mamá de Manuela, alumna de la escuela Ayrolo, sostuvo: “Si quieren hacer el distrito del vino porque favorece a los sectores inmobiliarios y turísticos que lo hagan en otro lado. Tiene que haber otros lugares incluso más propicios. No le saquen a la comunidad sorda, parte de su historia, un símbolo emblemático y de sentido de pertenencia a la escuela pública y a la sociedad. De por sí ya cuesta conseguir espacios para el desarrollo de la educación especial. No nos quiten esto también.”

Procurando mostrar la importancia de este edificio, Lilia continuó: “Estamos hablando de un espacio que forma parte de la historia de muchas personas, de chicos y chicas que han vivido además de haber estudiado en la escuela. La comunidad sorda solo tiene dos sedes de escuela pública en la Ciudad. Pero durante mucho tiempo fue la primera y única institución educativa para sordos con lo cual funcionaba también como internado para las personas que venían desde otras partes del país. Además de ser un espacio donde tenían el primer contacto con pares sordos y no estar siempre en el medio de la comunidad oyente. Construyeron su lenguaje de señas. En el Palacio funcionaron aulas, dormitorios para hospedar a los pibes, espacios de formación docente, talleres de oficios para que los estudiantes tengan salida laboral: un montón de cosas que hacen a la identidad de la comunidad sorda e hipoacúsica en nuestro país”. Yagregó: “Mi hija entró a la escuela con siete años en 2009 y en 2010 comienza a construirse la escuela con predio nuevo al lado del edificio del Palacio. En 2016, aproximadamente, lo terminan y coincide con la falta de agua, por falta de mantenimiento, con lo cual trasladan gran parte de la escuela al predio nuevo por una cuestión elemental de sanidad. En ese entonces ya venía muy deteriorado el Palacio, se veían las manchas de humedad, se caía parte de la mampostería. En el Palacio finalmente solo quedaron funcionando oficinas, espacios de archivos, legajos, administración, gabinete y talleres de computación. Al día de hoy en el predio nuevo también funciona, y el espacio es compartido, con una escuela de nivel medio. El único espacio abierto de la escuela es el patio en común con el Palacio.” Actualmente ese patio común se encuentra vallado. El edificio está cerrado por obras de mantenimiento que estiman llevará al menos dos años y que no permiten el acceso de ninguna persona.

En 2018, por pedido de las autoridades de la escuela, se había realizado un peritaje del estado de situación del edificio cuyo expediente digital concluyó en 2019. Las autoridades de la escuela habían peticionado al Gobierno la puesta en valor del edificio con motivo del deterioro por falta de mantenimiento y por seguridad de los estudiantes, docentes y personal no docente. La puesta en valor es un programa que contempla la recuperación y ampliación de edificios históricos y patrimoniales, como así también, la mejora de las condiciones de guarda y conservación de archivos, bibliotecas y bienes culturales nacionales.

Al respecto Lilia recordó: “Siempre fui testigo, mientras se esperaban respuestas, del trabajo de la cooperadora de la escuela para poder más o menos arreglarlo. El presupuesto que le manda el Gobierno a una escuela especial es exiguo y tiene muchos condicionamientos. La cooperadora de la escuela, como pasa lamentablemente en muchos otros casos, termina siendo la ‘tapa-agujeros’ de las  situaciones inmediatas. En algún momento recuerdo que se acercó alguien para pedir una parte del espacio como locación cinematográfica. Por supuesto primero hubo que pautar condicionamientos y pedir permisos porque se ingresaba a una escuela y se tomaron los recaudos posibles para resguardar a los estudiantes. Con ese dinero que entraba a la cooperadora se compraban materiales y también se realizaba alguna tarea de mantenimiento dentro de todo superficial para que no se nos cayera el edificio.”

Ante la falta de respuesta del gobierno porteño y de las autoridades responsables del Ministerio de Educación, frente a una situación de necesidad y urgencia ya que el deterioro edilicio ponía en riesgo la vida de la comunidad educativa, se presentan como último recurso legal a un proyecto de mecenazgo en 2020. La ley de mecenazgo promulgada por el GCBA en 2006 mediante la Ley N° 2264 es una propuesta de incentivo a la participación privada en el financiamiento de proyectos culturales.

Lo cierto es que, desde aquel entonces a la actualidad, las acciones de la comunidad continúan procurando defender con firmeza el derecho a la educación. Que esperan una masiva participación en apoyo a sus acciones este próximo sábado 9 de abril. Y que hasta el momento del cierre de esta nota, las autoridades del Ministerio de Educación del GCBA  solo respondieron con silencio.

¿Qué hacer con el negacionismo?

¿Qué hacer con el negacionismo?

Daniel Feierstein, Sandra Raggio y Nadia Schujman debatieron qué hacer con los discrusos que niegan la Dictadura. ¿Sirve la legislación punitivista? ¿Cuál es el rol de la escuela?

Este lunes se desarrolló el conversatorio Disputas sobre la memoria colectiva. Qué hacemos frente al negacionismo organizado por la filial de Rosario de Abuelas de Plaza de Mayo junto a la agrupación H.I.J.O.S. Rosario. La actividad se enmarca en el programa «La escuela y los juicios»: “Los juicios no solo están construyendo memoria, si no también verdad. Esta charla se nos ocurre en un momento en el que es importante contextualizar el por qué del negacionismo hoy. Un pueblo olvida solo cuando la generación poseedora del pasado no lo transmite a la siguiente. He ahí el compromiso ineludible que nos toca, ser portavoces de ese relato. No claudicar en ese ejercicio ético y político de recordar las tragedias pasadas, de recordar a las víctimas, exigir justicia y de construir esa memoria colectiva”. Con estas palabras inauguró la conversación Nora Pastorini, hija de Alejandro Pastorini quien fue secuestrado el 7 de agosto de 1976. 

De la charla participaron Daniel Feierstein, sociólogo y especialista en el estudio de las prácticas sociales genocidas, junto a Sandra Raggio, profesora de historia y directora de áreas de la Comisión Provincial de la Memoria de Buenos Aires; y Nadia Schujman abogada en causas de delitos de lesa humanidad e integrante del equipo jurídico de H.I.J.O.S Rosario.

«La penalización es un arma fallida, lo único que hace es victimizar y, en ese sentido, darle mucha más potencia al argumento negacionista», opina Feierstein.

“Es interesante pensar el negacionismo en clave de las disputas por la construcción de sentido. Ha habido una cantidad de mantras que se empiezan a repetir que muchas veces nos han jugado muy negativamente en la posibilidad de esta construcción dé sentido. ¿Qué genera decir terrorismo de Estado? ¿Qué efecto genera decir dictadura cívico-militar o solo militar? Hay que ser más críticos con nuestro propio trabajo para ver qué efectos genera cada una de esas cosas en una nueva generación. Es mucho más trabajo esa disputa por el sentido que creer que el negacionismo se resuelve con una ley. La experiencia histórica comparada del negacionismo nos muestra lo contrario. La penalización es un arma fallida, lo único que hace es victimizar y, en ese sentido, darle mucha más potencia al argumento negacionista en lugar de salir a confrontarlo y construir su marginalidad en un sentido sociopolítico”, reflexionó Feierstein.

Por su parte, Schujman comentó: “No podemos naturalizar las declaraciones y actos simbólicos que relativizan o niegan el genocidio en la argentina. Acá en Santa Fe, el senador provincial Lisandro Enrico (UCR) y el diputado nacional Gabriel Chumpitaz (PRO) hicieron declaraciones que tienen que generar una reacción inmediata en al ámbito administrativo y ético, sobre todo para representantes en un cargo político”. Y continuó: “Hay que poder hablar y dar todos los debates. No ponernos a la defensiva con respecto a algunas manifestaciones y volver a discursos que no tienen sentido a esta altura. No podemos volver a no hablar de todos los argumentos con los que nos quieran correr. De lo que no se quiere hablar parece que hay algo que esconder, pero no tenemos nada que esconder. Debemos tener la madurez y la formación para poder hablar de esto y que no sea un obstáculo para que crezcan argumentos falaces”. 

Por su parte, Sandra Raggio expuso que “es relevante hablar de este tema por la emergencia de estos tipos de discursos y por las propuestas que hay para combatirlo.  Tenemos que preguntarnos por qué se expresa, por qué en este momento y de qué manera lo hace. Antes de llegar a la sanción me parece que tenemos un camino que recorrer, ahí la escuela aparece como un lugar. Porque también allí circulan discursos negacionistas. Es un momento para repensarnos y eso es lo primero que hay que hacer para ubicarnos en una confrontación con el negacionismo”.

“Promover el trabajo pedagógico de reflexión sobre los Juicios de Lesa Humanidad, desde una perspectiva local, entendiéndolos como procesos colectivos de construcción de memoria, verdad y justicia”, es el objetivo del programa “La escuela y los juicios”. Es una iniciativa conjunta de Abuelas de Plaza de Mayo filial Rosario e H.I.J.O.S. Rosario e intenta acercar a las y los docentes una propuesta educativa para posibilitar en las y los estudiantes aprendizajes en torno al pasado reciente, tomando como recurso pedagógico el juicio que se llevó adelante en Rosario conocido como “CAusa Klotzman”.

Según La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Klotzman es una de las causas emblemáticas del genocidio en la ciudad. Se juzgó la responsabilidad de  27 homicidios, privaciones ilegítimas de la libertad, tormentos y asociación ilícita. También los delitos de sustracción de una menor de diez años y supresión de identidad con relación a la hija de Ricardo Klotzman y Cecilia Barral. Durante el curso de la instrucción pudo establecerse que la joven dio a luz a una nena que fue sustraída por los represores y entregada a una familia de la ciudad de Santa Fe. Se trata de la nieta 103, restituida en abril de 2011. 

Apostando a la construcción de una sociedad basada en los valores de Memoria, Verdad y Justicia, las agrupaciones confeccionaron una Caja de Herramientas Pedagógicas para que docentes generen espacios de reflexión y conocimiento a partir de los juicios por delitos de lesa humanidad. Los destinatarios de la propuesta son estudiantes de 6º y 7º grado de escuelas primarias, estudiantes de nivel medio y estudiantes de institutos speriores de formación docente de la región. Además de los recursos, hubo charlas con Estela de Carlotto, con integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense, y con Irene Strauss, responsable de educación de Abuelas de Plaza de Mayo.

El programa fue declarado de interés educativo por el Ministerio de Educación de Santa Fe y cuenta con el apoyo de las secretarías de Derechos Humanos de la provincia y de la Nación, del área de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario y de la Universidad Nacional de Rosario. Para conocer la propuesta, las actividades y los recursos disponibles, visitar el sitio visitar el sitio web laescuelaylosjuicios.com.ar. También es posible ponerse en contacto con el programa a través del correo escuelayjuicios@gmail.com para pesar recorridos posibles y ayudar a circular las producciones que se vayan logrando con las y los estudiantes. 

En la Ciudad de Buenos Aires, 56.000 chicos no tienen vacantes

En la Ciudad de Buenos Aires, 56.000 chicos no tienen vacantes

El Gobierno porteño no logra resolver el problema que resurge cada marzo. Desde que el PRO está al frente del Ejecutivo, el presupuesto educativo se redujo un 10 por ciento. Los problemas de infraestructura.

Con el inicio del ciclo lectivo 2022, más de 56 mil chicas y chicos no han encontrado su lugar en el sistema educativo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Si bien no es la cifra definitiva, ya que algunos encontrarán lugar en las próximas semanas, es más que seguro que el número superará ampliamente a los 20 mil jóvenes que se quedaron sin vacantes durante el 2021”, indica Pablo Cesaroni, miembro de la Comisión de Educación del Consejo Consultivo de la Comuna 5 y de la agrupación Cooperadores en Movimiento. El dato, que se desprende de relevamientos realizados por agrupaciones gremiales, se condice con la caída de la inversión en educación por parte del Gobierno de la Ciudad en los últimos años. “Lo que el Ministerio de Educación ha hecho, con Soledad Acuña a la cabeza, es achicar todo lo que sea educación pública en gestión estatal. Tanto es así que desde que el PRO es gobierno el presupuesto educativo ha bajado más del 10%”, menciona Cesaroni.

“No solo tiene que ver con una política educativa, tiene que ver con una política sobre los inmuebles”, aclara Lisandro Teszkiewicz, auditor general de la Ciudad de Buenos Aires. Las palabras de Teszkiewicz apuntan a uno de los nudos centrales del problema, que es la infraestructura: es que el Gobierno porteño no ha construido ninguna escuela desde que comenzó la pandemia y tampoco tiene planeado iniciar obras con este fin durante el 2022.

Una política no tan publicitada de Rodríguez Larreta es la del remate de terrenos públicos en donde se encuentran escuelas en funcionamiento.

Si bien las medidas que el Gobierno de la Ciudad presenta como novedades con respecto a este ámbito son garantizar 192 días de clases, el reemplazo de las horas libres en secundarios por Matemática e Inglés y la introducción de nuevas materias como Educación Financiera para alumnos del último año de secundario, una política no tan publicitada por la gestión de Horacio Rodríguez Larreta es la del remate de terrenos públicos en donde se encuentran establecimientos educativos en funcionamiento.

Uno de estos casos es el del Centro de Desarrollo Infantil (CEDI) ubicado en la calle Pringles 344, en el barrio de Almagro, en donde el 7 de marzo último se realizó un acto en contra de la decisión del Gobierno de subastar este edificio dos días después, junto a otros dos contiguos inutilizados que también pertenecen al Estado local (Pringles 342 y 340). Si bien el intento del Ejecutivo fracasó, ya que finalmente no se presentó ningún oferente, se trata de la cuarta vez que el establecimiento pasa por esta situación, con el último antecedente en agosto del 2021. “Prometieron tres mil jardines y lo único que hacen es cerrarlos”, señala María José Gutiérrez, secretaria de Nivel Inicial de la Unión de los Trabajadores de la Educación (UTE), para la dirigente, la solución es que la Ciudad ceda los terrenos lindantes al CEDI para que este pueda aumentar su capacidad. “Para esta franja etaria hacen falta quinientas vacantes solamente en esta comuna”, aclara Myriam Godoy, miembro del Observatorio del Derecho a la Ciudad. “Durante el año pasado aceptaban niños desde los 45 días hasta los tres años. Tuvieron que subir la edad mínima hasta el año porque no han contratado suficientes maestros -añade Godoy-. Ahora asisten 45 chicos en total pero si se amplía se puede satisfacer a un poco más de la mitad de la demanda comunal”.

A fines del 2021, la Escuela Indira Ghandi, ubicada en una de las zonas de mayor valor de la ciudad, cerca del Aeroparque Jorge Newbery,  con grandes espacios verdes, corría el peligro de ser trasladada para que sus terrenos sean vendidos con el fin de dar lugar a proyectos inmobiliarios a manos de privados. Más próximo en el tiempo, en los primeros días de marzo, fue el turno de la Escuela Especial N° 28 Bartolomé Ayrolo que funciona en el Palacio Ceci en Villa Devoto. En este caso se quería ceder el edificio para que pasara a formar parte del Distrito del Vino. En ambas ocasiones lo que detuvo el desplazamiento de los establecimientos educativos fueron las movilizaciones por parte de la comunidad educativa porteña. Para Gutiérrez, la situación es crítica: “Además de que no se abren escuelas las quieren cerrar”.

A estos acontecimientos se le suma el pobre mantenimiento de los establecimientos ya existentes. Para la maestra de Nivel Inicial, Natalia Simonelli: “Es evidente que durante el verano no hicieron mantenimiento en ninguna escuela”. Algunos accidentes durante el mes de febrero ilustran su afirmación: una explosión en la zona de calderas provocó quemaduras en un trabajador que estaba haciendo refacciones eléctricas en la Escuela N° 8 del barrio de Boedo, y en Parque Patricios, el padre de una alumna resultó herido cuando parte de la mampostería del Instituto Bernasconi cayó sobre él.

“El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha destruido la Dirección de Infraestructura Escolar. Hoy solo tiene empleados administrativos, no tiene trabajadores capaces de arreglar las escuelas -menciona Teszkiewicz-. Todo se hace a través de un sistema de licitaciones para empresas que no tienen ni experiencia ni vocación en el sector educativo”. Para el auditor un ejemplo de esto es que una de las contratistas que tiene mayor cantidad de establecimientos asignados en la Ciudad lleva el nombre Mejores Hospitales S.A. A la posible impericia de las empresas se le añade la lentitud con la que las gestiones de las autoridades de cada colegio atraviesan el aparato burocrático del Estado porteño: “El mecanismo de atención de los edificios hace que cualquier reparación demande más de un ciclo lectivo completo. Cada vez que un directivo solicita el arreglo de un baño, por ejemplo, significa que esa obra va a demorar todo un año en ser realizada”, enuncia Teszkiewicz.

Para Cesaroni es de central que desde el gobierno local se arme una mesa de diálogo con representantes de la comunidad educativa para poder dar cuenta de cuáles son los problemas que afectan a gran parte de la población con respecto a las vacantes en la educación de gestión estatal. Por su parte María José Gutiérrez concluye: “Si bien la ministra Acuña dice que los tenemos perdidos en los pasillos de las villas nosotros sabemos dónde están nuestros pibes y nuestras pibas, dónde ir a buscarlos y qué es lo que hace falta para que no sean excluidos de la escuela pública”.