Desclasificados del Mundial

Desclasificados del Mundial

El proyecto Desclasificados.org.ar lanza una nueva colección de documentos temáticos, esta vez, sobre el Mundial 78. El intento de usar el deporte como distracción sobre los crímenes de Estado, la estrategia de las Madres de Plaza de Mayo para visibilizar las desapariciones y represión y las pujas al interior de la Junta Militar.

A pocos días de que la pelota comenzara a rodar en Qatar, el proyecto Desclasificados lanzó la Colección Mundial, un conjunto temático de archivos provenientes de diversas agencias gubernamentales estadounidenses. La documentación está compuesta por 30 piezas que dan cuenta de la centralidad que tuvo el mayor evento de fútbol para la última dictadura cívico-militar argentina.

El 25 de junio de 1978, la Selección Argentina de fútbol masculino levantaba la Copa del Mundo en el estadio Monumental, a escasos metros de la entonces Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los mayores centros clandestinos de detención, tortura y exterminio que funcionaba en ese momento, durante el terrorismo de Estado en nuestro país.

Existe un consenso general acerca de que la última dictadura militar en nuestro país se valió de la organización del Mundial de 1978 para legitimarse en el poder. En dos comunicados de la Embajada de Estados Unidos a la Secretaría de Estado en Washington DC se afirma que “el Mundial y la mejora de las perspectivas de Argentina de llegar a la ronda final han sumergido todas las cuestiones políticas, económicas y sociales en Argentina. Argentina, desde los taxistas hasta los oficiales de policía, está claramente en su mejor comportamiento”, y se habla de “los arduos esfuerzos de Argentina por despolitizar el Mundial de Fútbol celebrado aquí en 1978”.

No obstante, un documento de junio de 1978 de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) detalla una serie de medidas tomadas por el dictador Jorge Videla con el objetivo de “desactivar las críticas a los derechos humanos”: la invitación a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a realizar una visita especial al país, la posible liberación de líderes sindicales y de Alfredo Bravo, y la suspensión de algunas restricciones a la libertad de prensa. El mismo informe indica más adelante que “estaremos en mejores condiciones de evaluar el impacto de estos pasos después de la finalización del entorno artificial creado por la competencia de fútbol de la Copa Mundial (del 1 al 25 de junio), durante la cual el aparato de seguridad ha estado pisando muy a la ligera”.

Esta última declaración se contradice con el dispositivo securitario montado por la Junta Militar durante el Mundial. Días previos al comienzo del evento, una nota de Clarín titulaba “Harguidenguy reiteró que la seguridad para el Mundial es absoluta”. La nota continúa: “Señala el alto jefe militar que han sido adoptadas todas las medidas de seguridad posibles para evitar atentados durante la disputa del próximo Campeonato Mundial de Fútbol, pero que es posible se distribuyan panfletos y se trate de organizar manifestaciones, aprovechando la presencia de fotógrafos europeos.”. Más adelante en el texto, Harguidenguy afirma sin preámbulos que “han sido indispensables, por trágica necesidad, muertos y millares de ‘desaparecidos’ pero finalmente los grupos subversivos han sido vencidos”, demostrando que, durante el desarrollo del Mundial, se tenía conocimiento de la desaparición de personas. 

 En esta línea, otro documento de la CIA hace mención al secuestro y posterior liberación de Alfredo Sofía, detenido por hacer propaganda en contra de la dictadura, y se afirma que “el momento de la detención refleja el dilema de los funcionarios de seguridad del gobierno, que están tratando de prevenir incidentes terroristas durante el torneo de fútbol sin causar más daño a la imagen de derechos humanos de Argentina”.

Algunos archivos de la Colección hacen referencia a la manera en que se vivía en los países del exterior la cuestión de los derechos humanos en Argentina. Un informe de la CIA menciona que, en una sesión del Parlamento europeo, se “subraya la preocupación por la participación de los estados de la CE (Comisión Europea) en los partidos de la Copa Mundial de fútbol en Argentina, un país donde varios europeos occidentales han sido detenidos o desaparecidos, y donde las violaciones de los derechos humanos han sido generalizadas”.

Distintos medios insistían con denominar “campaña anti-Argentina” a estas acciones que buscaban llamar la atención sobre los crímenes de lesa humanidad que se estaban cometiendo en el país organizador del Mundial de fútbol. Un reporte del Ministerio de Defensa estadounidense recopila cinco artículos del diario La Opinión que evidencian un discurso de descrédito hacia estos actos, a la vez que se demuestra el modo en que los medios de comunicación orquestaban en favor de generar consenso en la población alrededor de la dictadura cívico-militar. En una de estas noticias, se acusa a los “subversivos” de llevar adelante una campaña de boicot contra el Mundial: “Se puede presumir la existencia de algún tipo de acción psicológica, ya que los terroristas han prometido a los visitantes que serán testigos de «la represión del pueblo». “Como todo observador de buena fe lo puede confirmar, en la Argentina los visitantes verán un pueblo pacífico y trabajador, que rezonga como es su costumbre, tanto en el presente estado de excepción como en épocas de normalidad”. En otro artículo de este mismo periódico, se reprocha a la Organización Mundial de la Salud de contribuir a la “campaña anti-Argentina” a partir de una advertencia por parte de esta institución sobre una epidemia de gripe que asolaba Córdoba y Buenos Aires, dos de las provincias argentinas que eran sede de los partidos del certamen. Por su parte, otras noticias recuperaban testimonios que argüían en favor de las duras medidas de seguridad implementadas y del desarrollo organizativo del Mundial por parte de Argentina.

Valiéndose de una posible gran repercusión mediática internacional, las Madres de Plaza de Mayo denunciaban las violaciones a los derechos humanos en el país frente a periodistas extranjeros, durante las rondas de los jueves alrededor de la Pirámide de Mayo. “Las detenciones de más de 200 Madres el pasado octubre, la desaparición de 13 partidarios del grupo de Madres en diciembre, la persecución policial de Madres fuera de la Plaza a mediados de marzo y la demostración de acoso en contra de las Madres durante el Mundial produjeron publicidad adversa al gobierno en el exterior. Muchos observadores locales creyeron erróneamente que el gobierno reanudaría sus esfuerzos para detener las manifestaciones de los jueves de Madres una vez finalizada la Copa del Mundo. No obstante, después de su extensiva exposición en TV en junio, las Madres se han convertido en un símbolo internacional de la cuestión de los derechos humanos en Argentina, y esto quizás les ha dado una medida de pátina de protección”, reza un cable del Departamento de Estado. Otro archivo interesante relata que, una vez finalizado el Mundial, hubo 11 “reapariciones” en Argentina. 

Por su parte, también se encuentra documentada la interna militar entre Juan Alemann, secretario de Hacienda durante el Mundial de Argentina, y parte de los exmarinos que formaron la Junta. De acuerdo con el cable de la Embajada, Alemann “parece haber estallado un alboroto no provocado contra lo que él denomina malversación oficial del fondo de medio millón de dólares del campeonato Mundial de fútbol de 1978 en Buenos Aires”, y también detalla que “los objetivos iniciales de Alemann para lo que él llama ‘malas decisiones’ de los militares, que le costaron millones al contribuyente y deberían ser castigados como ‘criminales’, son el excomandante de la Marina devenido en candidato presidencial Emilio Massera y el exministro de Bienestar Social, almirante Carlos Lacoste”.

El proyecto Desclasificados

Los 30 documentos que componen la Colección Mundial forman parte de los casi cinco mil archivos que Estados Unidos le entregó a Argentina en 2019. El proyecto Desclasificados, integrado por organismos de derechos humanos y estudiantes universitarios, confeccionó una base de datos pública que sistematiza estos documentos y los vuelve accesibles a la sociedad. 

Quienes quieran recurrir a los documentos citados, los pueden encontrar en la página web del proyecto, bajo los nombres C06281222, C06294988, Terrorism – Remarks By Interior Minister Harguindeguy, INR WEEKLY HIGHLIGHTS OF [15499927], SANITIZEDHUMAN RIGHTS REV [15516116], Terrorism – Psychological Campaign to Disrupt World Cup Games, C06274996, C06279983, C06281176.

La mujer que nació en un Falcon

La mujer que nació en un Falcon

Teresa Laborde, hija de Adriana Calvo, sobrevivió junto a su madre del Pozo de Banfield. Su historia se hizo famosa en el Juicio a las Juntas y ahora volvió a la Luz con el estreno de «Argentina 1985». ¿Qué opina de la película?

Teresa Laborde nació el 15 de abril de 1977 en la parte trasera de un Falcón mientras su mamá, Adriana Calvo, era trasladada por los militares al centro clandestino de detención Pozo de Banfield. El testimonio de esa situación por parte de su madre conmovió a todo el país, una vez más, tras el estreno de Argentina, 1985, la película dirigida por Santiago Mitre que relata el Juicio a las Juntas Militares. 

ANCCOM conversó con ella, que ahora tiene 45 años y continúa el legado de su madre en la lucha contra la impunidad y por la memoria, verdad y justicia. Luego de tanto tiempo, actualmente se está llevando a cabo el Juicio Brigadas donde se tratan los crímenes efectuados en los Pozos de Banfield, Quilmes y El Infierno; allí Teresa declaró como testigo. El juicio cuenta con 17 imputados y lo que se intenta determinar es qué ocurrió con 442 personas que hoy continúan desaparecidas.

 

Luego de la película, donde muchísima gente conoció tu historia, ¿sentiste una cierta responsabilidad de contarla en primera persona o más ganas de darla a conocer?

Sentí la responsabilidad de contar esta otra parte de la historia que por ahí no está reflejada en la película, fue una necesidad de decir que, en realidad, ese juicio no tuvo mucho de ejemplar. En mi casa y en mi familia los sobrevivientes lo tomaron así. Hubo absoluciones, hubo condenas muy flacas, de tres años, cuatro años, no se quiso juzgar a más. Mi mamá estaba muy indignada con esos asuntos. Fue un juicio que se vivió con mucho miedo, con terror porque había muchas amenazas, eso la peli sí lo muestra con el testigo que no quiere declarar porque dice que el que lo torturaba trabajaba de médico. En mi casa pasaba lo mismo, Bergés que era apropiador, torturador de embarazadas y ladrón de bebés, siguió ejerciendo, trabajaba en una clínica en Quilmes. De hecho, ahora está en prisión domiciliaria, estuvo en la cárcel, pero favor va, favor viene… Se arregló. De este lado se vivió como la puerta a la impunidad.

 

 

¿Qué le cambiarías o agregarías a la película Argentina, 1985?

Me parece que como toda película está hecha desde un punto de vista porque es ficción, no es un documental que te va a mostrar todas las aristas, todas las miradas del mismo suceso histórico. Es una película íntima, del fiscal y el fiscalito, de sus familias, cómo ellos atravesaron este juicio y ese es el enfoque. Creo que le agregaría un pantallazo de todo lo que fue la movilización popular para llegar a ese juicio. En las placas del final le daría una bajada histórica con una continuidad, pero no me lo hubiera bancado Amazon probablemente. A mi madre no se le hubiera ocurrido pararse a aplaudir a esos jueces. Esto igual la película lo dice cuando el hijo de Strassera le pregunta cómo le fue. Él le dice mal.

 

¿Cómo fue ver la imagen de tu mamá en la película? ¿Te quedaste conforme con cómo fue representada?

La vi con ojos amorosos, me pareció una buena decisión estética no imitarla, que Laura Paredes encuentre su Adriana Calvo, porque, así como mi mamá hubo muchas. Me gustó cómo lo hizo, que no agarrara el testimonio como lo hizo mi mamá sino las palabras y encuentre la suya. 

«Yo le preguntaba a mi mamá cómo hacía para no rendirse. Y ella me contestaba que los malos ganan si los buenos no hacemos nada para impedirlo.»

Teresa Laborde

Ahora estás participando como testigo en el Juicio Brigadas, ¿cómo se sigue luchando contra la impunidad después de tantos años?

Eso mismo yo le preguntaba a mi mamá cuando era más joven, cómo hacía, cómo no se rendía. Cómo podía cuando ellos tenían mucho, mucho poder. Ella me decía esta frase de que los malos ganan si los buenos no hacemos nada por impedirlo. Que estos eran malos malísimos y que los buenos buenísimos éramos muchos y muchas más y que si no iba a ser cada vez peor. La impunidad trae más impunidad. Yo digo siempre algo que decía mi mamá: los militares fueron el brazo armado de este plan sistemático que fue de exterminio, pero también económico. Los medios de comunicación fueron fundamentales. Nos estaba mirando el mundo, si hubieran salido esos testimonios de frente como ahora pudimos ver algunos ficcionados, imaginate, cómo hubieran podido hacer esas condenas tan paupérrimas. Deberían haber hecho un mejor desempeño, nadie se iba a creer además la Teoría de los Dos Demonios. Le quisieron hacer creer a la sociedad que hicieron todo este despliegue por las guerrillas armadas que en realidad ya estaban aniquiladas por la Triple A. Los (desaparecidos) de 1977 en adelante eran trabajadores, estudiantes, pero tenían que justificar con ese falso demonio. A mí me salvaron la vida tres militantes del PRT-ERP, las compañeras de cautiverio de mi mamá, Marina Santucho, Cristina Navajas de Santucho y Alicia D´Ambra. Las “subversivas” eran las que le levantaban el ánimo a las demás, las que le daban el plato de comida a mi mamá cuando llegaba cada tres días, las que armaron esa muralla para que no me lleven y no me envenenen. Ellos le querían hacer creer a la gente que eso era el demonio. Entonces tengo esa responsabilidad, cómo no la voy a tener, cómo no voy a salir a reivindicar a las tres mujeres que hicieron que yo no perdiera la identidad y a todas las demás mujeres que no están porque como mi mamá hubo cientas. Por algo seguimos buscando 300 nietos y nietas.

 

¿Cómo ves a las nuevas generaciones en términos de la memoria? 

Este plan sistemático económico y de exterminio, el Plan Cóndor, a lo que vino es justamente a quebrar nuestra empatía y a instalar la cultura del “no te metas”, de para qué te vas a meter si no podés cambiar nada. Eso fue lo que me atravesó a mí como juventud. Yo creo que esta película vino a remover esta cuestión. Antes por ahí no les interesaba el 24 de marzo, los desaparecidos, el pañuelo blanco, les parecía aburrido. Ahora les interesa. Por eso me pone tan contenta cuando me llaman, me preguntan. Esta peli vino a despertar una curiosidad sobre un pasado reciente que me parece maravilloso. Antes de que saliera igual creo que hay mucha juventud y mucha gente resistiendo en distintos lugares. Me parece que sí hay jóvenes comprometidos, que se están involucrando. A través de los celulares nos hacen llegar noticias que no van a salir en los medios de comunicación. Estamos llegando a una época del fin de la apatía. Tengo fe y esperanza en la juventud motora.

«Hasta la victoria siempre, Hebe»

«Hasta la victoria siempre, Hebe»

Este jueves, una multitud acompañó la ronda 2328 de las Madres de Plaza de Mayo con el corazón puesto en el homenaje a Hebe Bonafini. Sus cenizas fueron depositadas en un altar junto a la Pirámide. Organizaciones, partidos políticos, sindicatos, dirigentes y mucha gente de a pie estuvieron presentes.

En ronda su número 2328, las Madres de Plaza de Mayo convocaron, otro jueves, a una manifestación histórica alrededor de  la Pirámide para poder despedir junto al pueblo a su última presidenta Hebe de Bonafini, fallecida el domingo pasado. Organizaciones sociales, partidos políticos, sindicatos, agrupaciones y una multitud se congregó en la plaza de las madres para homenajearla con un mensaje claro: “Ahora hay que seguir adelante”.

“Hasta la victoria siempre, Hebe”, “Amor con amor se paga”, rezaban los carteles hechos de puño y letra por los convocados, colgados en la reja circular de la Pirámide. Con cada ofrenda que colgaba otra persona se fue formando un altar de rosas rojas y blancas, fotos, pañuelos, frases y banderas. La gente se detenía a leer, a mirar de cerca, se paraba a escribir sus mensajes para Hebe en una bandera enorme. Pero esto solo pudo apreciarse cuando comenzó la desconcentración. Aún con el tremendo calor, una multitud colmó la plaza para despedir –y también para recibir– a Hebe.  

“Tenemos que estar a la altura para defender a Hebe a partir de ahora. Para reivindicarla entera, no para inventarnos una Hebe a nuestra medida. Nos toca estar a la altura de su ejemplo extraordinario, de su cualidad revolucionaria para siempre decir las verdades más duras en los momentos más difíciles”, expresó el periodista Demetrio Iramain, quien llevaba adelante el acto.

El padre Paco Olivera, de Curas en Opción por los Pobres, bendijo los restos de Hebe mientras una multitud se persignaba con aplomo. Luego, el cura y las madres presentes iniciaron la ronda, junto a todas las personas que los seguían detrás. En un hueco en el jardín del interior de la Pirámide, vertieron las cenizas de Hebe, que se mezclaron con la tierra para descansar junto a los de Azucena Villaflor. De fondo resuena un largo y sentido aplauso. 

Fue un 30 de abril de 1977 la primera vez que las madres hicieron una ronda. A un año del golpe cívico-esclesiástico-militar, en medio de un Estado de Sitio que no permitía las reuniones, se movilizaron por sus hijos e hijas. Unos militares cobardes les dieron la orden de que circulen. No sabían qué motores estaban poniéndose en marcha.  

La última ronda de Hebe con vida fue, en sí misma, una cuestión vital. Convenció a los médicos de que asistir era también parte de su salud. El pasado 10 de noviembre dio la vuelta a la Pirámide como más de dos mil veces lo hizo durante los últimos 45 años. “No sé cuánto se recuperó viniendo a la plaza, pero a sus enemigos los jodió y mucho. Ese último día convocó una pueblada contra los jueces del partido judicial para echar a la Corte Suprema”, comentó Iramain. 

Ayer dio su última vuelta de una forma trascendente y quedó inmortalizada en el lugar donde comenzó todo.

“Hebe nos dijo, la política no es un camino para conseguir un cargo, la política es construir un proyecto donde la distribución de la riqueza esté en el pueblo, donde la vida es vida, donde garanticemos que los niños sean felices”, expresó Irene de Chueque, madre de Plaza de Mayo, en sus palabras a Hebe. Arriba del escenario junto a ella también le expresaron su cariño Visitación de Loyola, Josefa de Fiore, Sara Mrad y Carmen Arias. Algunas ya con 98 años, otras desde su silla de ruedas, le expresaron su amor, le agradecieron y, sobre todo, le prometieron que seguirán adelante con su lucha. 

  “Dicen que en la naturaleza hay cuatro elementos. Yo siento que Hebe es la tierra fertilizada en la lucha de nuestras hijas e hijos. Siento que es el agua que humedece esa tierra para que la semilla germine. Siento que es el aire que respiramos en las plazas. Y siento que es ese fuego infinito encendido con pasión revolucionaria”, se despidió como un poema Sara Mrad. 

“El amor pudo más que el odio” rezaba la enorme bandera con la que las madres, junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof y otras figuras, encabezaron la marcha de este jueves. Entre la multitud acompañaron el dirigente de La Cámpora y ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia, Andrés «Cuervo» Larroque, y otros dirigentes de distintos sectores, el ministro de Cultura Tristán Bauer, la cantante y exministra de Cultura Teresa Parodi, la exministra de Mujeres, Género y Diversidad Elizabeth Gómez Alcorta, el exministro de Economía, Amado Boudou, el gremialista Daniel Catalano de ATE Capital, y el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa.

No fue exactamente una fiesta en la plaza como Hebe había deseado que fuera. Tampoco fue la pesadumbre de un velorio inmóvil y gris. Fue una tarde desordenada que dio lugar al llanto y al bombo, un paso más allá de la estructura del deber ser, un estallido así como ella lo había sido. 

Mientras, en medio del homenaje a Hebe en la Cámara de Diputados, ciertos legisladores de ultraderecha evocaron el “nunca más del kirchnerismo” y el “cierre de una etapa” jugando con la muerte, el pueblo estuvo de pie dando batalla a la discursiva odiante. En el epicentro del intento de la desestabilización de la democracia, que Hebe y tantas han dado su vida por defender, ante su ausencia no se dio ni un paso atrás. Las madres han dejado en claro que por ella hay que seguir adelante. Para siempre, hasta el próximo jueves.         

Los dictadores también estaban en la escuela

Los dictadores también estaban en la escuela

Al cumplirse 46 años de La Noche de los Lápices, el ciclo Cine por la Identidad proyectó «La mirada invisible», de Diego Lerman. Los resabios represores que aún permanecen en las aulas.

El jueves 15 de septiembre en vísperas de un nuevo aniversario de la Noche de los Lápices, -el operativo en el que la dictadura secuestró y torturó a diez estudiantes secundarios, seis de los cuales continúan desaparecidos- se proyectó la película La mirada invisible, dirigida por Diego Lerman y protagonizada por Julieta Zybelberg y Osmar Nuñez, en la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo, en la ex ESMA. El film está basado en la novela Ciencias Morales, de Martín Kohan, está ambientada en el año 1982, momento en que se debilita el gobierno de facto que inició en 1976.

 La película cuenta la historia de Marita, preceptora del Colegio Nacional de Buenos Aires que divaga entre dos universos, el que la constituye como una figura de control y poder sobre los y las estudiantes a quienes debe vigilar; y su vida privada, la de una joven de 23 años que vive con su madre enferma y su abuela. A su vez, muestra cómo va desarrollando su admiración por Carlos Biasutto, jefe de preceptores, quien le enseña el método de adoctrinamiento al alumnado. Este personaje esconde un lado perverso que saldrá a la luz. Marita busca en los estudiantes algún accionar que infrinja las normas de la institución, lo que la llevará a vivir situaciones de peligro. 

Osmar Nuñez, quien interpretó a Biasutto, estuvo presente en la función y participó del debate posterior a la proyección, junto a dos estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires, moderados por el nieto restituido y director de la Casa por la Identidad, Manuel Gonçalves. Nuñez señaló que el personaje que le tocó interpretar es una persona que existe en la vida real. El actor invitó a reflexionar sobre qué hacemos para que la sociedad sea un poco mejor. Y opinó: “No hay que acompañar a esos Biasuttos. La gente sigue suscribiendo a esas ideas, es el peligro de la democracia, hay que estar muy atentos”. 

En la misma línea, Gonçalves insistió en que “hoy con las situaciones políticas que tenemos, hay que seguir hablándole a las nuevas generaciones sobre lo que el terrorismo de Estado nos dejó dentro de las instituciones democráticas. Hay ciertos resabios del accionar de la dictadura”.

Asimismo, las estudiantes dieron su punto de vista respecto a qué ha cambiado y qué continúa de estas prácticas relacionadas con la violencia institucional. Malena Arouh sostuvo que la película muestra “cómo se hace uso y abuso de poder” y añadió que “son prácticas que se siguen manteniendo”. Y agregó que dentro del Colegio Nacional de Buenos Aires “hay micromundos con ciertos personajes: alumnos, profesores, preceptores y autoridades que sobreactúan esos roles. Y creen que hay que vivirlos al máximo”, subrayó. En esos roles que buscan hacer cumplir “la norma” es donde se cruzan los límites y está el peligro del abuso de poder.

En la misma sintonía, Ana Barrientos Veiga manifestó que muchas veces estas prácticas abusivas se justifican en el prestigio que tiene el establecimiento, autodenominado “el Colegio de la Patria”. También, señaló que incluso se manifiesta en el vínculo que se establece entre el Centro de Estudiantes y las autoridades: “No podíamos confirmar si veníamos a esta actividad porque pedimos a la Rectora cambiar la fecha de la jornada de reflexión por el aniversario de la Noche de los Lápices para el 15, para poder asistir a la marcha el 16, y no nos respondía. Finalmente, no nos dejó cambiarla y el 16 tendremos que hacer malabares para desarrollar la jornada de reflexión y asistencia a la marcha”, ejemplificó. Las estudiantes señalaron que es el Centro de Estudiantes el ámbito en el que se trabaja para modificar esas prácticas, que lentamente y con el tiempo algunas se van cambiando. “En mi época hicimos el shortsazo, porque a las mujeres no nos dejaban ir de pollera o short”, comentó Malena sobre la protesta que hicieron las alumnas en 2015, “eso, por suerte, es algo que ya cambió”. 

Esta película invita a pensar cuáles son las prácticas sociales que aún persisten en democracia desde la época más oscura que vivió la Argentina. Y muestra cómo vivían los jóvenes bajo la Dictadura: la intervención militar dentro de las instituciones públicas -en este caso un colegio público-, la búsqueda de vigilar y castigar a quienes se los veía como una inminente amenaza, la impunidad de autoridades, y evitar o esconder qué es lo que pasaba en ese afuera de las paredes de la escuela. Esta situación provocaba una dicotomía entre un adentro estructurado y un afuera en el que la dictadura se desmoronaba por el debilitamiento del gobierno militar que se apoyó en una guerra contra Gran Bretaña para recuperar el apoyo de la sociedad. 

A 45 años del comienzo de la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo, la búsqueda continúa. Por eso, junto al INCAA, llevan adelante la proyección de películas y documentales que dan cuenta de la dictadura Argentina de 1976, que dejó como resultado a 30.000 desaparecidos y desaparecidas, y más de 300 bebés, niños y niñas que fueron apropiados y aún sus familias quieren saber qué pasó con ellos. Es por ello que Gonçalves destacó el rol que tuvieron las Abuelas en la búsqueda imparable de sus hijes y nietes. Y agregó: “los Biasuttos están, pero todavía callan. Hoy esos tipos son viejos que están en la cárcel -y es un triunfo de la democracia-, pero hacen silencio, no hablan. Nunca se supo por parte de ellos, en ningún momento, dónde están los desaparecidos”. Para concluir Manuel mencionó la vigencia del delito de apropiación y la necesidad de que la sociedad siga comprometida con la búsqueda: “También, hay identidades que son falsas, que se transmiten de generación en generación, porque muchos de esos nietos apropiados fueron padres, tienen hijos, y ahí está nuestra lucha. Sigue estando vigente”.

«Todos amamos a Conti»

«Todos amamos a Conti»

A 97 años del nacimiento del autor y a 46 años de su secuestro y desaparición, se estrena «Confesiones de un escritor», un homenaje teatral que parte de la obra inconclusa que quedó en su máquina de escribir la noche en que los represores se lo llevaron.

Confesiones de un escritor es un homenaje teatral a la figura de Haroldo Conti, llega el sábado 20 de agosto al Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Escrita por el poeta Juano Villafañe, con dirección y puesta en escena de Manuel Santos Iñurrieta, la obra promete celebrar al gran escritor con un elenco conformado por Gustavo Pardi, Gabriela Perera y Diana Kamen, quienes dan vida a Conti y sus compañeras, musas y asistentes. A 97 años de su nacimiento y 46 años de su secuestro y desaparición por la última dictadura, Conti se hace presente sobre el escenario a través de la evocación de un conjunto de textos centrados en su literatura y en su mirada en torno a la práctica literaria y su compromiso político. 

La obra  Confesiones de un escritor se construye a partir de un texto: A la diestra, de Haroldo Conti, cuento que había quedado inconcluso en la máquina de escribir el día que lo secuestraron. Este es el punto de partida del espectáculo que se propone rescatar al gran escritor argentino y todo lo que significa para la historia de nuestra cultura. Busca construir una suerte de memoria de Haroldo Conti, desde los paisajes que pintan su universo, las poéticas del río, la llanura, los entornos urbanos. Pero en especial, recordarlo desde sus escrituras mientras el imaginario teatral recrea una última noche de Conti.

Conti nació en 1925, en Chacabuco, provincia de Buenos Aires. Fue maestro primario, profesor de latín, empleado de banco, piloto civil, nadador de aguas abiertas, navegante y guionista de cine. Estudió y se graduó en Filosofía. En 1956 publicó la pieza de teatro Examinado. Cuatro años más tarde recibió un premio de la revista Time (Estados Unidos) por su relato La Causa. En 1962, ganó el Premio Fabril Editora (Argentina) con su primera novela, Sudeste. Publicó después las novelas Alrededor de la jaula que obtuvo el Premio Universidad de Veracruz (México) y En vida, obteniendo el Premio Barral (España) cuyo jurado integraban Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. Además, de los libros de cuentos Todos los veranos, por el que resultó galardonado con el Premio Municipal, Con otra gente y La balada del álamo de Carolina, también colaboró con la Revista Crisis. En el año 1972 rechazó la beca que otorga la Fundación Guggenheim, por una cuestión de principios, debido al vínculo de la organización con Estados Unidos. En la carta de rechazo señaló: “No soy un hombre de fortuna, como tampoco lo son la mayoría de mis compañeros, porque en Latinoamérica ser escritor es casi sinónimo de pobre”. En 1975 publicó Mascaró, el cazador americano y recibió el Premio Casa de las Américas (Cuba).

Su labor se interrumpió pocos días antes de cumplir 51 años. La madrugada del 5 de mayo de 1976, tras el golpe militar, Haroldo Conti fue secuestrado y aún permanece desaparecido.

Manuel Santos Iñurrieta el director y encargado de la puesta en escena de Confesiones de un escritor, se desempeña en otros proyectos como actor, autor y director teatral, además de estar al frente de Los Internacionales Teatro Ensamble, es coordinador del Área de Teatro, director adjunto de Artes del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini y miembro de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad. En diálogo con ANCCOM, comenta cómo fue el proceso dramatúrgico.

¿Cómo surgió la idea de la obra teatral sobre Haroldo Conti?

La obra surge como un homenaje a Haroldo Conti. Está escrita por el poeta Juano Villafañe, también director artístico del Centro Cultural de la Cooperación, que realiza uno de sus primeros textos dramáticos.  Me convocó a dirigir el espectáculo y armar una puesta en escena, y, efectivamente, acepté. Se realizó un trabajo dramatúrgico sobre el texto, que en sí mismo está cargado de poesía y de belleza. Junto con el elenco, con Gustavo Pardi, Gabriela Perera y Diana Kamen, decidimos encarar este espectáculo. La verdad es que todos amamos a Conti y la propuesta de Juano nos resultó sumamente rica y atractiva. Es un personaje tremendamente potente, emotivo como uno de los grandes escritores argentinos y para nosotros es un gran placer llevar adelante una obra que lo tenga en el centro de la escena. Después, en el trabajo en escena con los actores, todo se mejora, se apropian de la historia y hay que estar atento a lo va sucediendo en los ensayos.

¿Cómo fue el trabajo con los actores teniendo en cuenta la particularidad de la historia, anclada en uno de los momentos más oscuros de nuestro país, de un escritor que fue efectivamente secuestrado y desaparecido?

El trabajo con los actores fue efectivamente muy bello, son artistas que pueden asumir por una parte el compromiso que requiere la afectación emotiva de la historia en particular como también el compromiso político y el arrojo artístico que se necesita para encarar un personaje de esta índole, de las dimensiones tanto artísticas como políticas que tiene Haroldo Conti. Desde ese lugar también hay un compromiso y un acercamiento a su figura. En este sentido, de alguna manera hay una identificación y a mí, como director, me parece muy potente. Asimismo, la obra no plantea argumentalmente una construcción verista o gráfica, no busca la exactitud en esos términos. La obra, de manera muy acertada por Juano, coloca a la producción literaria de Haroldo en primer plano, en el centro de la escena. Imagina una última noche de Haroldo pero no yendo a una crónica policial o histórica, sino a poner en relieve la literatura de Haroldo y toda la belleza que desprende. Quizás por eso el contraste es tan dramático. Esto me parece un hallazgo, en cuanto al texto, poner la belleza y la contundencia de las palabras del escritor, esa épica del río y la llanura arriba de la escena.

¿Qué significa para vos traer la historia de Haroldo Conti a través de la escena teatral?

Haroldo tiene esa estatura histórica de reunir en una misma persona un talento excepcional para la literatura y el arte, además de un compromiso irrompible con la historia, con los hombres y las mujeres de su tiempo. Eso lo hace eterno,  lo pone vivo, lo pone en presente. Es un homenaje a Haroldo, porque lo necesitamos. Necesitamos discutir esas ideas que siguen vivas. Haroldo como tantos otros artistas y jóvenes revolucionarios de esa época nos hablan en presente, que es importante, cuando pensamos nuestras prácticas, nuestro teatro, nuestra literatura, nuestra participación en la vida civil. Me parece importante discutir eso más en un presente como el de hoy; hace falta discutir las ideas y la belleza. Haroldo tiene esa estatura y esa potencia, y a mí, como teatrero, y para todo el elenco, es un desafío enorme cargado de belleza.

La obra se estrena el sábado 19 de agosto a las 22.15 en la Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación,  Av. Corrientes 1543, CABA. con funciones todos los viernes a las 19:30 y los sábados a las 22:15h. Una propuesta para celebrar la literatura y la figura de Haroldo Conti. Para aquellos que aún no conocen sus textos, se pueden acercar para llevarse una interpretación artística fundamental para entender quién es Haroldo Conti. Para aquellos que lo conocen algunos pasajes de su obra, como de La balada del Alamo de carolina, o de Mascaró volverán a llevaros por su huella literaria.