“Hay que convocar un paro nacional”

“Hay que convocar un paro nacional”

 

¡Tienen la máquina de hacer llover comprada! ¡La tienen comprada!” exclamaba una voz refugiada bajo el techo de una galería sobre Hipólito Yrigoyen y Virrey Cevallos. Las columnas de manifestantes llegaban desde varias avenidas hasta el Congreso conforme avanzaba también la nube oscura que traía la tormenta. No obstante, ni la lluvia ni los fuertes vientos lograron callar los bombos y las trompetas que entonaban al ritmo del que parecería ser el hit de toda convocatoria popular desde hace ya más de un año: MMLPQTP.

 

La marcha encabezada ayer por la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) junto a la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), que confluyó con la impulsada por la CGT, se consolidó bajo la consigna “Por la unidad, la producción y el trabajo”. No es casual, sin embargo, el contexto en el que se desarrolló, marcado por el anuncio del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) del incremento del índice de pobreza al 32%, la suspensión de la reunión de los movimientos sociales con Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social de la Nación, la semana pasada y la exigencia de una Ley de Emergencia Alimentaria. Al resoecto, Gildo Onorato, dirigente de la CTEP y Secretario de Políticas Sociales del Movimiento Evita declaró a ANCCOM: “Hay una convocatoria de la CGT por la unidad, por la producción, por el trabajo. Nosotros le agregamos a eso la emergencia alimentaria, para que sea tratada con urgencia, teniendo en cuenta los niveles de pobreza y exclusión que tenemos en Argentina”. Añade luego: “Entendemos que hay que convocar un paro nacional, que hay que construirlo, fortaleciendo los acuerdos, las coincidencias y planteando la agenda de los sectores populares, que la están planteando muy mal”.

“Unidad de los trabajadores” fue el grito favorito de las columnas, que tras dar vueltas a la plaza del Congreso adornadas con pilotos y paraguas, se deslizaron por Avenida de Mayo hasta la 9 de julio, donde viraron para dirigirse hacia el Ministerio de Desarrollo Social, cortando el Metrobus y desviando el tránsito. Entre las seis cuadras de agrupaciones (donde se destacaron también el Movimiento Barrios de Pie, la Asociación de Trabajadores del Estado, el Frente Popular Darío Santillán y el Frente de Organizaciones en lucha) uno de los gremios que marcó mayor presencia fue el de la Educación. Roberto Baradel, Secretario General del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires, describió la situación de los docentes como “compleja” y narró: “Ayer se dio un nuevo accidente en una escuela de Moreno, que lastimó a otros docentes. Hay desidia, abandono y también nos vemos afectados por el salario, por la inflación y por las políticas de ajuste de este gobierno”. Representantes de Conadu sumaron a los reclamos los recortes en el presupuesto universitario y en la investigación y el cierre de numerosos institutos. También se encontraban entre los presentes los docentes agrupados en UTE, FEDUN, FATUN, Suteba, Sadop y APUBA.


El pedido de paro nacional fue unánime, tal como se inscribía en la extensa bandera que se posicionó detrás del escenario anclado en Avenida Belgrano. Pese al rumor de que no habría acto al finalizar la convocatoria, representantes de los principales movimientos hicieron lectura de un documento donde se insistió en la unidad y el fortalecimiento del diálogo entre los trabajadores y las trabajadoras de la Argentina y se expuso la preocupación por el cierre de fábricas y comercios frente a la apertura indiscriminada de las importaciones y el crecimiento del desempleo. También se mencionó la decadencia de las cooperativas de trabajo y de la economía popular, el aumento del costo de vida, el fomento de monopolios en la producción de alimentos y el cierre y desfinanciamiento de comedores escolares. “Paro, paro, paro, paro nacional” continuaba el grito de los manifestantes previo a entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino y dar por finalizado el acto. Por último, se anticipó una próxima jornada de lucha para el jueves 11 de abril.

Muchas causas, un solo grito: “¡Basta!”

Muchas causas, un solo grito: “¡Basta!”

Adjudicar el motivo de la marcha a un reclamo particular parecía en principio insuficiente. Porque lo que caracterizó a la movilización que reunió a medio millón de personas en la Plaza de Mayo fue la variedad de causas, distintas entre sí. Pero, al final de cuentas, todas esas causas confluían en un motivo común: la política de ajuste, endeudamiento y represión a la protesta social ejercida sin descanso por el gobierno de Cambiemos.

Este lunes, mientras el presidente Mauricio Macri intentaba reinstalar -en una versión aggiornada- las relaciones carnales de Carlos Menem, en Nueva York, miles de trabajadores y trabajadoras gritaron “basta”. “Basta de despidos, basta de ajuste, basta de hambre, basta de Fondo Monetario Internacional”. Docentes, camioneros, periodistas, industriales y bancarios ingresaron por las calles aledañas y se acercaron al escenario conformando un todo heterogéneo al compás de los cantos populares: ¡Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode, se jode!.

Durante la mañana, la CTA Autónoma de Ricardo Peidro llevó a cabo un piquete en el Puente Pueyrredón de Avellaneda y desde allí la columna marchó hacia la Plaza donde tendría lugar, a las 15, el acto central que funcionó como antesala al paro general por 36 horas convocado por la CTA y de 24 horas convocado por la CGT.

A al acto de protesta se sumaron la CTA de Pablo Micheli, la CTA de los Trabajadores de Hugo Yasky, el sindicato de Camioneros de Hugo Moyano, SUTEBA, Trabajadores de Prensa y diversas organizaciones sociales como la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), el Frente Darío Santillán y Barrios de Pie, entre otras. Ciudadanos y ciudadanas independientes también se hicieron presentes para reclamar por sus derechos.

Elvira está sola, agita la bandera argentina y cuenta que tiene miedo de no poder pagar el alquiler: “Soy jubilada y con la mínima hoy en día es imposible pagar todas las cuentas, alquilar y que te sobre algo para comer”. A su lado, un docente de SUTEBA le ofrece una botella de agua y se suma al descontento: “La problemática docente es gravísima, es uno de los sectores más castigados. ¿Cómo no vamos a venir? Primero murieron Sandra y Rubén en la escuela de Moreno, después torturaron a una compañera que servía un plato de comida a los chicos. Lo mínimo que podemos hacer es venir a esta plaza y dar cuenta de un reclamo que pertenece al conjunto de la clase trabajadora”.

Cerca de las 16, desde el escenario, el Secretario General de la CTA, Hugo Yasky, dio comienzo al acto: “La Ciudad está llena de columnas de trabajadores y trabajadoras de distintos gremios, de distintas centrales sindicales y de movimientos sociales que tienen algo en común: la conciencia de saber que tenemos que estar más unidos que nunca. Es la primera vez que somos capaces de convocar con esta amplitud y no va a ser la última vez. El paro le va a mostrar al mundo la foto de un país que le dice no al FMI”.

La unión de distintas facciones de trabajadores –rasgo fundamental de la marcha— estuvo a la vista en todo momento. En las calles linderas a la Plaza, cientos de agentes de tránsito desplegaron el operativo impulsado por el Gobierno porteño para ordenar los vehículos y fogonear la idea de que los cortes de calle hacen que transitar la ciudad se vuelva un caos. Sin embargo, hacia el final de la jornada, una escena concreta puso en evidencia la magnitud de la protesta: dos empleados de tránsito abandonaron su tarea, se sumaron a la lucha y cantaron con ganas el himno de Charly García. Probablemente comprendieron la inutilidad de alimentar ese mito que pretende transformar, a la vista de la opinión pública, la lucha política en meras complicaciones de tránsito. De cara al cuarto paro general desde que asumió Mauricio Macri, y en medio de un contexto de crisis, pareciera que cada vez son menos los que se atreven a usar el argumento de que de una lado están los usuarios y del otro “los vagos”.

A las 17.30, la desconcentración llevó tiempo y los transportes públicos hicieron los últimos recorridos antes de parar por completo las actividades a partir de las 20. Con gran adhesión, el paro general hizo de Buenos Aires un verdadero desierto.

Ciudad fantasma

Ciudad fantasma

Buenos Aires amaneció vacía. El paro de la CGT parece absoluto. Calles despobladas, sin colectivos, subtes, trenes ni aviones, la tercera huelga general al gobierno de Cambiemos tiene una impactante adhesión. Los partidos de izquierda organizaron cortes en distintos accesos de la Ciudad.

Moyano: “no sigan aplicando políticas que hambrean a la parte más sensible de la sociedad”

Moyano: “no sigan aplicando políticas que hambrean a la parte más sensible de la sociedad”

Una multitud que, para los organizadores, rozó las 400 mil personas, le dio forma ayer al acto convocado inicialmente por el Sindicato de Camioneros, al que se sumaron otras organizaciones sindicales de la CGT y las dos CTA y movimientos sociales, en contra de la política económica del gobierno nacional. Con el escenario en las avenidas 9 de julio y Belgrano, mirando al sur, el líder histórico del Sindicato Camioneros, Hugo Moyano, tomó la palabra a las 15.15. “Dicen que vienen a respaldar los problemas legales que yo tengo. No estoy implicando en ningún tema de corrupción, por ahora. Pero les quiero aclarar lo siguiente, si tuviera un problema tengo las suficientes pelotas para defenderme yo solo”, enfatizó al comienzo de su discurso.

 Moyano remarcó que  “el objetivo es decirle al gobierno que no siga llevando adelante políticas que hambrean a la parte más sensible  de nuestra sociedad, a nuestros queridos jubilados, los han engañado con la reparación histórica”. Sobre la política económica opinó que es para perjudicar a los que menos tienen, a los trabajadores, a los más pobres, a los jubilados. “La responsabilidad que nosotros tenemos es defender a todos esos sectores de la sociedad”. Finalizó su discurso sin mencionar la reforma laboral ni las paritarias del 2018.

Facundo Moyano, diputado de UNA, acompañó a su padre y habló con ANNCOM. “El gobierno va a intentar desprestigiar y descalificar a los dirigentes sindicales, es la única que les queda. Pero la masividad del acto es la respuesta a todo eso que pretende el gobierno”. Sobre la alianza sindical que tiene el gobierno con algunos gremios, el diputado dijo: “Llamativamente son los mismos que estaban alineados con el gobierno anterior, esperemos que eso no le sea suficiente al gobierno para implementar un ajuste”.

El secretario general de Suteba, Roberto Baradel, también estuvo en el acto. En medio de la negociación salarial con la provincia de Buenos Aires afirmó que la multitud que se movilizó ayer le da sostén y confianza a la hora de negociar el salario docente. “Unidos y con los trabajadores en la calle somos invencibles”, arengó. Sobre el comienzo de clases dijo que la preocupación de los docentes es comenzar las clases el 5 de marzo y le exigió al gobierno que dé muestras de querer arrancar el 5.

Los oradores previos al principal convocante del acto fueron Juan Carlos Schmidt, triunviro de la CGT y dirigente de Dragado y Balizamiento; Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria; Pablo Micheli, secretario general de la CTA Autónoma; Esteban Castro, secretario general de CTEP y Hugo Yasky, secretario general de la CTA y diputado.

Durante sus discursos llamaron a la unidad de la clase obrera, criticaron las políticas económicas del gobierno, incentivaron al paro internacional de mujeres para el 8 de marzo y reprobaron el manejo salarial de los trabajadores estatales. “Los compañeros del Estado que acá en Buenos Aires les ponen el revolver del despido en la cabeza para obligarlos a aceptar a el 12 por ciento. Lo que pide cada despedido es poder trabajar con dignidad”, manifestó Yasky.

El bloque de diputados de Unidad Ciudadana salió a las 13 desde el Congreso. La diputada Gabriela Cerruti opinó que Moyano y Cristina Kirchner tuvieron diferentes momentos en las construcciones políticas y que hay que hacer alianzas estratégicas porque el límite hoy es el macrismo.

Si bien desde el gobierno de la Ciudad habían anunciado que la policía tenía órdenes de actuar en caso de que se dañe el espacio público, la desconcentración fue tranquila, sin necesidad de la intervención policial. Al finalizar el acto sonaron «Ji Ji Ji» y «Un Ángel para tu Soledad” de Los Redondos.

Una reforma laboral a la medida del patrón

Una reforma laboral a la medida del patrón

En la madrugada del sábado entró al Congreso Nacional el proyecto de Ley de Reforma Laboral impulsado por el Gobierno. Los 127 artículos que lo componen son el resultado, luego de varios borradores, de un acuerdo entre el Ministerio de Trabajo y la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT), tal como hicieron ver ambos sectores tras un breve encuentro en la Sociedad Rural.

De acuerdo con las apreciaciones de diversos abogados laboralistas consultados por ANCCOM, esta reforma es un retroceso en materia de derechos laborales. Más allá de que gran parte de lo propuesto desde el Poder Ejecutivo no ha llegado al proyecto definitivo, esta ley constituye una cuarta reforma laboral en línea con las anteriores: la de la última dictadura, en 1976; la del menemismo en 1993; y la célebre Ley Banelco, bautizada así por el pago de coimas para su aprobación, durante el gobierno de la Alianza, en 2000. “Cada vez que el poder económico detenta el poder político aparece una reforma laboral, es de manual”, advierte Luis Ramírez, vicepresidente de la Asociación de Abogados Laboralistas (AAL).

Según los expertos en la materia, si se trata de enumerar los principales cambios que introduce esta reforma, se debe hablar de los siguientes:

Indemnizaciones. Se busca modificar el cálculo para indemnizaciones por despidos sin causa. Actualmente, se suma un sueldo normal y habitual por año trabajado. Lo que se pretende a partir de esta nueva ley, es que los montos extra percibidos, tales como premios, viáticos, comisiones, aguinaldo, o importes especiales como telefonía celular o prepaga, no formen parte de ese cálculo, rebajando así el importe de las indemnizaciones.  El borrador inicial también pretendía quitar a esta suma las horas extras.

Trabajo en negro. Se impulsa un blanqueo en el cual se perdonará a los empleadores el cien por ciento de los aportes y multas adeudados por no haber registrado debidamente a sus trabajadores si los ponen en blanco durante los primeros 180 días a partir de la reglamentación de la ley. Luego de esos 180 días, el descuento será del 70 por ciento. Además, se les perdonará el delito de evasión fiscal con la extinción de la acción penal. “Este gobierno va a tener un récord en perdonar delitos fiscales y penales tributarios. Ya lo hicieron con el blanqueo de la plata que vino del exterior”, comenta León Piasek, abogado y parte de la comisión directiva de la AAL. “Hay una cosa muy grave –aclara Piasek-: si trabajaste diez años en negro, al empleador le perdonan todo, pero como trabajador solo vas a poder acreditar cinco años de cómputos de servicio. La filosofía del proyecto tiene que ver con una ampliación de ganancias, no de derechos”.

Reclamo solidario. Quienes trabajan en empresas tercerizadas, como por ejemplo los trabajadores de limpieza de una clínica, los telemárketers que venden seguros o el personal de seguridad de un banco, generalmente son empleados de una firma más pequeña que es contratada por la empresa principal. La nueva ley busca reducir la cantidad de reclamos solidarios que efectúan los trabajadores a la principal, y dado que las tercerizadas son, en general, empresas menos solventes, esto reduce los derechos del trabajador que está en esas condiciones. “Esto era un reclamo de las grandes empresas, que quieren tercerizar y olvidarse”, dice Julián Hofele, abogado laboralista. Y agrega: “Muchos pretendíamos aumentar la protección del empleado en este punto y acá lo que se hace es avanzar en sentido contrario”. Ramírez, a su vez, define que “la tercerización es la vedette de toda reforma laboral. A partir de los 70, con la globalización, el concepto de empresa cambia y se abandonan las reglas del fordismo. Se hacen necesarias empresas más chicas y adaptables a un mercado que fluctúa. Es decir, un núcleo de trabajadores bien pagos y tercerización de todo lo demás. Pero para que este esquema cierre bien, tienen que poder subcontratar todo lo posible y no asumir ninguna responsabilidad”.

Silueta de trabajadores de Molino Osiris trabajando

“Esto se quiso hacer en Italia y España y fracasó», comenta Piasek, abogado y parte de la comisión directiva de la AAL.

Pasantías. El proyecto mantiene casi intacta la propuesta de que estudiantes trabajen hasta 30 horas semanales a cambio de una “asignación estímulo” no remunerativa, es decir, no afectada por descuento de aportes, jubilación, ni obra social. Según Hofele, “ese tipo de pago no existe en términos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”.

Fondo de cese laboral. Se intentará discutir en cada actividad, la creación de un instituto que vaya recibiendo los aportes mensuales de los empleadores para crear un fondo con el cual se pagarán las indemnizaciones. Según Hofele, esto tiene muchas consecuencias negativas. “El costo de despedir pasa a ser nulo, porque ya se fue pagando. Hoy, en general, no se despide por el costo que esto genera. Además es importante pensar que si una actividad entra en crisis, no va a ser posible afrontar todas las indemnizaciones juntas”, afirma.

Trabajo independiente. Se impulsa una nueva categoría laboral, amparada por los cambios tecnológicos y la cantidad de profesionales que trabajan desde sus domicilios. Se habla de “autónomos económicamente vinculados” que no estarán amparados por la Ley de Contratos de Trabajo si hasta un 80 por ciento de sus ingresos provienen de un empleador. También se crea la figura del “trabajador independiente con colaboradores”. Según Piasek, esto va a significar un crecimiento de la contratación fraudulenta, pero legalizada. “Hay muchos profesionales precarizados ya, y esto va a empeorar ese cuadro. Esta figura va a ser excluida de la Ley de Contratos de Trabajo porque se queda a mitad de camino: o sos autónomo o sos dependiente”, argumenta. Y agrega: “Esto se quiso hacer en Italia y España y fracasó. Es un camino para no registrar empleados, mientras dicen que buscan trabajo registrado”.

Banco de horas. Si bien no llegó al proyecto definitivo, la propuesta era que, en vez de trabajar horas extras, el empleado se quede una cantidad de horas mayor cuando el empleador lo requiera, según su necesidad, y sean “devueltas” trabajando menor cantidad de tiempo otro día “menos productivo”.

“Lanzaron una reforma laboral de máxima: la cultura del patrón expresada violentamente en una ley”, evalúa el abogado laboralista Fernando Gómez. “El Gobierno tiene una política extorsiva: algunas cosas se van a probar por ley pero la gran mayoría las van a conquistar en la discusión convenio por convenio, como hicieron con Vaca Muerta y Sancor”, sostiene. Por otra parte, el letrado está convencido de que la flexibilización empezó en el momento en que empezaron a subir los niveles de desempleo. “Aquella foto de los pibes buscando trabajo en la Expo Joven no fue un error, fue una muestra de poder de la cultura patronal que hacía ver la cantidad de gente que está dispuesta a aceptar cualquier tipo de condiciones de trabajo”.  

Trabajador de Cooperativa Subpga soldando.

“Lanzaron una reforma laboral de máxima: la cultura del patrón expresada violentamente en una ley”, evalúa el abogado laboralista Fernando Gómez.

Gómez, Ramírez y Piasek están de acuerdo en que reducir el costo laboral a las empresas no generará empleo, hecho que se ha podido comprobar en casi cien países y en la Argentina reciente. “Menem, a pesar de las medidas híperflexibilizadoras, llevó el desempleo al 25 por ciento. Hay que tener memoria y evaluar experiencias pasadas”, aconseja Ramírez. “Por si sola, esta reforma no va a generar ni un solo puesto de trabajo. El empleador toma gente si confía en el futuro, mirando las variables macroeconómicas, y no porque sea más barato el despido”, concluye.

Horacio Meguira, abogado laboralista y Director del Departamento Jurídico de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), dice que le cuesta entender el papel de la CGT en esta negociación. “Después de las grandes movilizaciones populares que hubo desde febrero de 2016, marchas federales, huelgas conjuntas, 300 mil personas en las calles, estos tipos hoy se sientan a negociar. Esto va a traer un reactivo. Hay ocho filiales de CGT que se declararon en contra de esta reforma laboral y desautorizaron al triunvirato”, relata.

Cabe destacar que en el Título VIII del proyecto de ley, aparece la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud (AGNET). Tal como anticipó ANCCOM, este será el ente que definirá la canasta básica de prestaciones del sector público de salud y además definirá la Prestación Mínima Obligatoria (PMO) de las obras sociales y medicina prepaga. Esta sería la moneda de cambio con la cual el Gobierno consiguió el apoyo de la CGT, ya que las obras sociales sindicales necesitaban de esta agencia para reducir las prestaciones básicas y así reducir los costos en sus entidades.

Nicolás Kreplak, ex viceministro de Salud de la Nación, opina al respecto: “En vez de disputar la mejora de sueldos para que haya más aportes a obras sociales, prefieren reducir el PMO”. Y agrega: “La creación de AGNET ya pasó por el congreso y no obtuvo dictamen en la Comisión de Salud del Senado para debatirla. Ahora la meten dentro de este proyecto, con el aval de la cúpula de la CGT porque, como dice el dicho, la única forma de esconder un elefante es metiéndolo en una manada de elefantes”.     

Se espera que el proyecto de Ley de Reforma Laboral comience a ser tratado en la Comisión de Trabajo y Previsión de la Cámara alta durante esta semana.        

Actualizado 23/11/2017