Cartas desde la cárcel

Cartas desde la cárcel

Se reestrena la obra «Y con esta Luna», basada en la correspondencia de Charo Moreno, una militante uruguaya exiliada en la Argentina, que fue detenida por la dictadura militar.

Vuelve a escena la obra Y con esta Luna, dirigida por la actriz y directora uruguaya, Charo Moreno, quien fue presa política en Argentina desde 1974 hasta 1984. En la obra documental cuatro actrices le ponen voz y cuerpo a las cartas que la militante devenida en dramaturga envió a su madre desde distintas cárceles argentinas.

El golpe militar en Uruguay, en 1973, obligó a muchos militantes a exiliarse en Argentina, como fue el caso de Moreno. Pero un año después resultó detenida en Buenos Aires, cuando tenía 18 años y estaba embarazada. A través de las palabras que le envía a su madre se accede al cotidiano de esa joven y sus compañeras de cárcel. 

La obra se compone con recortes de 140 cartas. Fueron seleccionadas y ordenadas en relación a cuatro ejes: la vida en la cárcel, la política penitenciaria, el sol y su hijo Andrés, quien nació a comienzos del encierro. Cada carta lleva sellada la palabra “censura”, que paradójicamente significa que pasó por el control de los represores antes de ser enviada. Ellos decidían, en última instancia, qué estaba permitido decir y que no.

El título de la obra retrata un momento que se repetía en la cárcel. Entre las compañeras se hacían caballito para que una de ellas pudiera espiar la luna desde una pequeña ventana. Siempre había alguna que se lamentaba “Nosotras acá adentro y con esta luna allá afuera”. Ese gesto resume varios de los temas que se abordan en la obra: el compañerismo, la vitalidad en las pequeñas cosas, la búsqueda de conexión con el afuera y la esperanza. A pesar de tratarse de 10 años de prisión y todo lo que eso implicó, el tono de la obra es optimista. El hecho de que sean cartas dirigidas a una madre, hace que la ternura esté presente en cada palabra.

La puesta en escena

En la primera escena, las actrices dicen a la vez: “La cárcel es la primera escuela de un revolucionario”, frase de Ho Chi Minh, citada en una carta escrita desde la Brigada de Avellaneda. Mariela Lacuesta, una de las cuatro actrices de la obra, en diálogo con ANCCOM y sostiene: “Nuestra maquinaria es como un instrumento que lo afinamos con esa primera escena”.

En la obra se utilizan elementos brechtianos y las protagonistas se sirven del recurso del extrañamiento que provoca ser fieles a los textos. “La actriz está hablando, no está actuando, es la persona la que lo está diciendo”, explica Lacuesta y agrega: “Las cartas se dicen de una manera neutra, no estás comprometiéndote sentimentalmente con lo que estás diciendo”.

Al finalizar cada obra, las actrices y la directora cuentan por qué hoy en día, luego de 9 años de su estreno, consideran importante seguir poniéndola en escena. Esa convicción también es un gesto militante, así como la búsqueda de intervenir en la realidad a través del arte. Lacuesta sostiene que es crucial hacer la obra en este momento, cuando los movimientos de derecha avanzan en todo el mundo. Por su parte, Moreno subraya desde el escenario que ofrece una voz que no está del todo presente en estos tiempos, la de una juventud resistente y optimista, así como las voces de las presas políticas.

Cuando hicieron la obra por primera vez, en 2015, Lacuesta tenía casi la misma edad que cuando Moreno fue detenida. Hoy ya no son las mismas. Para reestrenar la obra, tuvieron que hacer ajustes. “No queremos recrear a esa chica de 18 años, porque no tenemos esa edad, pero sí acercarnos a esa vitalidad de una piba de 18 años que está escribiendo en la cárcel convencida de lo que cree”, explica la actriz.

Comenzaron trabajando a la gorra, buscando llegar a un público amplio. Recorrieron el país, presentándose en distintos teatros y espacios. Incluso fueron a escuelas, donde para muchos chicos significó la primera experiencia de ver teatro, así como también fue conocer esa parte de la historia. “Te enseñan en la escuela sobre el golpe militar, pero no te hablan de los presos políticos”, afirma Lacuesta. En muchas oportunidades, abren el espacio para debatir con el público después de la obra.

“La devolución de la gente fue siempre muy fuerte”, afirma Lacuesta. Recuerda la actriz una vez que ofrecieron la obra en Neuquén; había muchas ex compañeras de cárcel de Moreno en el público que cantaron las canciones a la par de la obra. También rememora una oportunidad en que realizaron la obra en una escuela y los chicos respondieron escribiéndoles cartas. “Es la maravilla del teatro. No sabés qué fibra le va a tocar al otro”, afirma Lacuesta.

Una de las formas más efectivas para que la obra continúe es el “boca en boca”. Y con esta luna puede verse todos los viernes de noviembre a las 21:00 en Área 623, con entradas disponibles en alternativa teatral. Luego de esta temporada la obra se exhibirá Uruguay.

Diputados con peluca

Diputados con peluca

Milei logró salvar el veto al financiamiento universitario con una votación ajustada que desfinancia la educación superior. Como en el caso de los jubilados, varios legisladores dieron vuelta su voto. Los repudios fueron generalizados con un paro nacional en todas las universidades públicas y algunas casas de estudios tomadas por estudiantes.

Con 159 votos a favor, 85 en contra y 5 abstenciones, se ratificó el veto a la Ley de Financiamiento Universitario en la Cámara de Diputados. El proyecto establecía mejoras salariales para docentes y no docentes además de ampliar el presupuesto para las universidades destinado a su funcionamiento. “No van a logar ir contra la educación pública porque hay un sentido de la solidaridad muy grande y un sentido de pertenencia de la sociedad en general con la universidad pública”, mencionó Tomás Ledesma, diputado de Unión por la Patria, en diálogo con ANCCOM en medio del acalorado debate.

Una vez finalizada la votación, el diputado Facundo Manes, de Unión Cívica Radical, confesó a este medio: “Es un día muy triste, muchos han perdido la dignidad”, en referencia a los diputados que decidieron cambiar su voto en contra de la Ley de Financiamiento Universitario. Además mencionó que los jóvenes “no están solos” y que tienen “que reescribir la historia”, afirmando que “en parte depende de ellos –los jóvenes-” y que desde el bloque “los van a acompañar”. Sin embargo, cuatro diputados radicales fueron los que tuvieron los votos decisivos para mantener el veto, quienes ahora son recordados por parte de la sociedad como “los radicales con peluca”: Mariano Campero de la provincia de Tucumán, Luis Picat de Córdoba, Martín Arjol de Misiones y Federico Tournier de Corrientes. También respaldaron el ajuste del Gobierno los tres legisladores tucumanos que asumieron por el peronismo pero armaron un bloque independiente y responden al gobernador Osvaldo Jaldo, devenido en un estrecho aliado de Javier Milei.

La sesión especial inició poco después de las 11 del miércoles y la oposición necesitaba dos tercios para mantener la ley enviada por los diputados Danya Tavela, Facundo Manes, Martín Tetaz y Mariela Coletta, entre otros. La encargada de iniciar el debate fue la diputada Vanina Biasi del Frente de Izquierda: “Los que hoy están movilizándose en este momento sepan que si este Congreso consagrara el veto presidencial, nuestra lucha se tiene que profundizar enormemente”.

Mientas el debate se desarrollaba en las inmediaciones de la Cámara Baja, organizaciones estudiantiles y sindicales concentraban en las afueras del reciento para pronunciarse en contra del veto presidencial, como ya es costumbre los y las  manifestantes se encontraron con un amplio operativo policial y vallas alrededor del Congreso. Previo a la sesión especial en Diputados, más de diez universidades nacionales contaban con algunas de sus facultades tomadas por sus estudiantes, quienes decidieron armar un plan de lucha para frenar el recorte presupuestario a la educación pública. La diputada Blanca Osuna, de Unión por la Patria por Entre Ríos, se expresó sobre el veto en diálogo con ANCCOM: “De ninguna manera eso en sí mismo va a agotar el tema, al contrario, se va reinstalar y yo entiendo con más fuerza; lo va hacer porque hay una historia en la Argentina que muestra antecedentes concretos al respecto”.

“Creen que ganan pero en realidad pierden, como también perdieron con un sector muy importante de la sociedad argentina como es el de los jubilados. ¿Cuál es el programa económico que tienen? ¿El ajuste al estilo Martínez de Hoz?”, se enfervorizó Pichetto.

Uno de los discursos notorios fue el de Miguel Ángel Pichetto, diputado de Encuentro Federal, en donde cuestionó las decisiones del Gobierno: “Creen que ganan pero en realidad pierden, como también perdieron con un sector muy importante de la sociedad argentina como es el de los jubilados. ¿Cuál es el programa económico que tienen? ¿El ajuste al estilo Martínez de Hoz?” Sin embargo, Alejandra Torres y Ricardo López Murphy, diputados que integran el bloque que preside Pichetto, se ausentaron facilitándole a Milei llegar al tercio de votos que necesitaba para ratificar el ajuste. En la votación de la Ley de Financiamiento Universitario en agosto, Torres votó a favor y López Murphy también se ausentó.

Por parte del oficialismo, una de las ideas que comenzaron a circular fue la idea de la provincialización de las universidades nacionales. Al respecto, el diputado de la provincia de Entre Ríos, Tomás Ledesma, de Unión por la Paria, mencionó en conversación con ANCCOM que es una de las “herramientas de apriete que ponen arriba de la mesa con los gobernadores para tratar de sacarles definiciones”. Además, también afirmó que “hace falta fortalecer el federalismo” y sobre las universidades que ya son provinciales explicó que “no están dando abasto con la cuestión presupuestaria como es el caso de la Universidad Autónoma de Entre Ríos”.

Una vez más, tal como sucedió con la Ley de Movilidad Jubilatoria, el Gobierno nacional logró conseguir los votos suficientes para mantener su posición. Pero comienza a erosionar velozmente su legitimidad de origen. Las formas en que lo logra también desprestigia al Parlamento.

De esta manera, el debate sobre la financiación universitaria queda abierto, y la comunidad educativa y a los legisladores opositores se enfrentan a la urgente necesidad de buscar soluciones que garanticen el futuro de la educación pública, gratuita y de calidad en Argentina. La respuesta inmediata para delinear el plan de lucha, fue el paro nacional de hoy en todas las universidades públicas. Varias sedes universitarias de todo el país, además, se encuentran tomadas por el estudiantado.

Menos gritos y más palabras

Menos gritos y más palabras

Bajo el lema “El silencio” se llevó a cabo la 16° edición del Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires en 16 espacios de la ciudad, para poner en valor la lectura y la palabra.

El Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (FILBA) es una organización privada sin fines de lucro, que se creó en 2009 con el fin de promover la literatura en todas sus formas y a diferentes tipos de lectores, a través de actividades libres y gratuitas. En un contexto de un fuerte desmantelamiento cultural por parte del Gobierno nacional, la 16° edición del FILBA —que tuvo como temática central el silencio— llegó para satisfacer la necesidad literaria de miles de aficionados, que llenaron cada uno de los 16 espacios de la ciudad donde se llevó a cabo el festival.

“Lejos de ser un llamado a silenciarnos de manera imperativa, de censurarnos o de autocensurarnos, es una búsqueda de aquel silencio que comunica y que permite también poder escucharnos”, expresó la directora del FILBA, Amalia Sanz, en el discurso inaugural de esta nueva edición. “Estamos en una época de mucho ruido, de gritos, de reproducciones de mentiras, de opiniones sobre todo, y ese ruido no deja escuchar lo importante y lo peligroso también”, agregó Sanz.

El penúltimo día del FILBA —que tuvo lugar desde el jueves 26 hasta el domingo 29 de septiembre— constó de múltiples actividades en diversos espacios culturales de la ciudad. “Vivir entre lenguas” se desarrolló el sábado 28 en la Microgalería del Centro Cultural 25 de Mayo; un espacio emplazado en una casa antigua del barrio de Villa Crespo, con paredes intervenidas y salas pequeñas desbordadas de expresiones artísticas en múltiples lenguajes.

Media hora antes del inicio de la primera actividad, el patio interno, con paredes descascaradas, intervenidas con graffitis y plantas que emergen de ellas, ya estaba repleto. En él, decenas de personas con bebidas en mano mantenían conversaciones en diversas lenguas —inglés, francés, italiano, portugués y claro, español— mientras aguardaban el comienzo de “Traducciones homofónicas”. Esta primera actividad tuvo lugar en la sala más próxima a la puerta de entrada, en la que, con una atmósfera íntima y cercana con el público, el autor haitiano, Makenzy Orcel, y el poeta esloveno, Aleš Šteger, leyeron textos propios en su idioma original. Las traducciones fueron llevadas a cabo por los poetas argentinos Ezequiel Alemian y Andi Nachón, aunque no se trató de traducciones literales, sino “homofónicas”, en las que los autores dieron su propia interpretación de los poemas utilizando palabras fonéticamente similares..
Fiel a su estilo, el espacio contaba con una pequeña barra en la que los asistentes podían comprar comida y bebidas entre actividad y actividad. En la pared que se encontraba justo detrás, se podían leer las iniciales “KDA”. “Significa ‘Kiosco De Artistas’ —contó Camila, la joven que atendía en la barra—, es un proyecto que nació en el año 2002  con la intención de agrupar a distintos artistas argentinos que no tenían un espacio para exponer y comercializar sus obras”.

La segunda actividad de la noche tuvo lugar en la sala más grande de la Microgalería. Al ingresar, todos los asistentes se sentaron en el suelo, sin que nadie se los pidiera. Tres mujeres esperaban al fondo de la sala, alumbradas por una luz cálida y tenue. Tras unos segundos esperando a que todos se ubicaran en sus lugares y guardaran silencio, la primera de las tres mujeres, Lucía Pietranera, se puso de pie. Sin emitir sonidos y a través de la lengua de señas, se dirigió al público para dar inicio a la performance. La siguieron la bailarina y profesora Tania Dick, y la escritora francesa Mónica Zwaig. Las tres, ahora paradas frente al público, comenzaron a leer anécdotas sobre cómo sus vidas se vieron atravesadas por la lengua.
“Tuve insomnios tratando de entender a Los Redondos o a Spinetta. Ahora esa época ya pasó. Ahora cuando no entiendo, no sufro más”, contó Zwaig, quien se mudó a Argentina en el 2007 y aprendió a hablar castellano asistiendo a los juicios de lesa humanidad. “Tengo que hacer un esfuerzo para que los taxistas no descubran mi acento y quieran dar vueltas más largas para cobrarme de más”, agregó la escritora, refiriéndose a los problemas que atraviesa diariamente al tener que hablar en una lengua distinta a su lengua de nacimiento. Luego de unos minutos y muchas emociones distintas por parte del público, la performance terminó y las escritoras fueron despedidas con aplausos fuertes, aplausos mudos y algunas lágrimas.

La última actividad de la noche —y una de las más esperadas— fue en la misma sala de la antigua casa. Nuevamente, el espacio quedó repleto de personas —y también se sumó un gato— que se sentaron en el piso a la espera de la “Lectura al unísono”, protagonizada por Kim Thúy, Verónica Jordan, Eugenia Zicavo, Ana Prieto y Luciana Barbieri. Fue la autora vietnamita Kim Thúy quien rompió el hielo y comenzó a narrar en francés su historia de vida y la influencia que la lengua tuvo en ella, cuando a los 10 años huyó junto a su familia de la guerra que transcurría en su país para finalmente instalarse en Quebec, Canadá. La siguieron las otras cuatro mujeres, quienes continuaron con la narración de la historia de Kim en distintos idiomas: español, inglés, italiano y portugués. Cada algunos minutos, la lectura se veía interrumpida por una campana y un breve silencio, que parecía separar la narración en capítulos. Cerca del final, las cinco mujeres leyeron el relato al unísono. El recital de voces que hablaban distintas lenguas, paradójicamente, dificultó la comprensión.  Luego, siguió un nuevo silencio. La lectura había terminado. El público, conmovido, despidió a las mujeres con una cálida y prolongada ovación.

 

 

El adolescente, la madre y la isla

El adolescente, la madre y la isla

«Martín García» se estrena esta semana en el Gaumont y cuenta la historia de un chico de 17 años que debe mudarse al Delta arrastrado por su madre que va detrás de un nuevo novio.

Este jueves en el Cine Gaumont (Av. Rivadavia 1635, CABA), con funciones  a las 12:45, 16:45 y 20.10 horas, estrenó Martín García, una película escrita y dirigida por Aníbal Garisto y que cuenta con las actuaciones de Thelma Fardín, Ignacio Quesada, Mora Recalde y Rafael Ferro. La historia trata sobre un adolescente llamado Germán (interpretado por Quesada) que debe abandonar Capital Federal para mudarse con su madre (Recalde). Esta mujer desea dejarlo todo para acompañar a su nuevo novio, cuyo papel lo lleva adelante Ferro.

Germán ya cuenta con 18 años y se encuentra en una edad complicada, donde no tiene claras sus metas, pero refleja su pasión por el dibujo. Esa misma actividad realiza Nacho Quesada en su vida real y  le ayudó a la hora de confeccionar su personaje: “Algunos de los dibujos que se ven en la escena, están hechos por mí. Muchos otros, son del equipo de arte de la película. Yo pedí si podía dibujar en la peli, porque me encanta, desde chiquito, y dije ‘es mi oportunidad’”, indicó. Por otra parte, interpreta a un personaje muy callado, que se encuentra en la transición de joven a adulto, una situación que se encuentra cercana en el tiempo para Quesada.

“Hay algo del mundo interno de la adolescencia que siempre se descubre ahí un poco, se toma cierta conciencia madura de lo que pasa. Está conviviendo con todos estos sentimientos, en una isla. Un lugar nuevo, donde no conoce a nadie y es lo opuesto a lo que vivió toda la vida. Para mí, eso era muy cercano, porque viví en Capital Federal toda mi vida y de repente, estaba conviviendo en una isla durante un mes. Esta experiencia me acompañó en un momento movidito de la vida, en una isla filmando una película. Teniendo esos paisajes y momentos para distraerse y caminar por algunos rinconcitos de la isla, fue hermoso”, señaló.

Recalde, en su papel de madre de Germán, es quien lo impulsa  a cambiar de vida por amor y que lleva a su hijo a experimentar una nueva aventura en su existencia. ANCCOM dialogó con la actriz, que explicó cómo fue meterse en ese personaje tan particular. “La construcción del personaje la pensamos a través de una mujer que fue madre tan joven y su hijo ya crece, entonces vive una segunda adolescencia en donde dice: ‘Sí, me enamoré y me voy allá, actuando torpemente como una adolescente’. Como esta mujer se tuvo que hacer cargo de tanto, esta experiencia y desafío lo toma como un nuevo impulso hacia su juventud perdida. Como su hijo comienza a tener su espacio y libertad, ella comienza a volver donde quedó”, afirmó Recalde.

La película también plantea cómo es la vida de muchas madres solteras que han dejado sueños, ilusiones y metas, con el único deseo de ver felices a sus hijos. Además, se vislumbra el sentimiento de culpa que la invade por enamorarse de un hombre y llevar a Germán a este cambio de vida tan abrupto, donde Internet no funciona bien y no hay gente de la edad del chico. Sin embargo, se puede ver esa lucha interna de una madre que hace hasta lo imposible por tratar de que su hijo disfrute cada día.

“Para interpretar el personaje, yo pensaba mucho en el ancla que es su hijo, como se trata de una madre que es tan joven, indudablemente, crea su identidad alrededor de un hijo. Una cosa es tener un hijo a los 40 y otra muy diferente es tenerlo a los 18. Además, se trata de una madre soltera y siempre presente, que tiene una simbiosis con él. Lo armaba mucho desde ese lugar, por eso mi conexión con el personaje de Nacho era fundamental”, aclaró Recalde.

Martín García refleja cómo es vivir en una isla, la majestuosidad del sonido de los pájaros y las distintas especies de animales e insectos que habitan en el lugar. Garisto, el director y creador de esta pieza cinematográfica, relató cómo fue el armado de este proyecto: “Me basé en una historia real, de que hubo un adolescente en la isla Martín García y mi primera pregunta fue, ¿qué hace un adolescente solo en un lugar donde solo viven 100 habitantes y no hay ninguno de su edad? Ese fue el disparador para escribir una historia con Vanina Sierra y dirigirla fue un desafío hermoso.”

Hubo contratiempos en la filmación, al ser una locación tan particular. “Vivimos tormentas, una de las veces que yo fui en la lancha hubo olas de 3 metros, casi nos caemos al agua. Nos empapamos y uno de los últimos problemas fue en una de las escenas finales de la película, donde a Thelma Fardín le picó una abeja y fuimos corriendo a la salita, por suerte estaba la medicación; ya que es alérgica. Todo lo que nos podía pasar, nos pasó y lo que sucede es que no es un lugar a donde uno va al hospital. Ese fue el momento de mayor tensión”, explicó.

En muchas escenas se puede ver a diferentes habitantes de la isla y Recalde explicó cómo fue el trato con ellos. “Fue muy bueno, ellos tuvieron una recepción impecable con nosotros y eso que éramos un montón. Nos hacían tortas, nos recibían rebien, el director de la isla Diego Simonetta (nota de la r: director de Gestión Integral de islas del Delta e Isla Martín García) nos ayudó con todo, les divertía venir a filmar, les divertía poder ayudarnos, todos muy amables. Filmamos en el restorán donde comíamos, en el Comedor Solís de José, que en la película interpreta al señor de la huerta”, contó.

Por otro lado, la película demuestra que todavía es posible hacer cine en Argentina, la importancia de que se cuenten historias que se viven, como es el paso de la adolescencia a la adultez y de la necesidad de un Estado presente. “Martín García se hizo con el apoyo del Estado, se realizó con el Fondo Nacional de las Artes, con el Instituto Nacional del Cine, con el Fondo Metropolitano, se hizo con el Instituto Provincial y con Mecenazgo. Todos los fondos que  podía ganar Martín García los ganó. Creo que es fundamental el apoyo del Estado para hacer películas y contar nuestras historias. No es que viene una plataforma a contarnos, somos nosotros mismos los que contamos nuestras historias y eso habla de una soberanía cultural, es importante que no se desprestigie el cine y el arte como está sucediendo ahora. Por eso es central presentar y distribuir una película, en este momento: más que un acto de resistencia, es un acto de amor”, señaló Garisto.

“Hacer teatro es un acto de resistencia”

“Hacer teatro es un acto de resistencia”

En tiempos donde parece que todo es odio y negacionismo, la obra de teatro «Memoria de un poeta» invita a mantener el recuerdo vivo de los 30 mil desaparecidos.

Por arte de la magia escénica, el Teatro del Pueblo, en el barrio porteño de Almagro, se transforma en una biblioteca popular de Avellaneda. Allí, un grupo de compañeros toman el lugar como un acto de rebeldía y se reúnen para hacer memoria. Rita es la bibliotecaria, Tito el empleado de mantenimiento y Eduardo un poeta que intenta reconstruir, retratar y recordar a Elvira, una vieja amiga bibliotecaria, desaparecida por el terrorismo de Estado en el verano de 1978.

Con dramaturgia y dirección de Paula Marrón, Memoria de un poeta ayuda a pensar cómo recordamos con el paso del tiempo, cuáles imágenes están nítidas, cuáles se vuelven más difusas. Nos interroga acerca de quiénes somos, de aquello que olvidamos, de aquello que no, y propone recordar algo tan doloroso como la dictadura cívico militar, pero lo hace a través de lo lúdico y eso es lo que, a su vez, conecta a cada espectador con su propia memoria emotiva y trae a la mente personas o momentos importantes de sus vidas.

Memoria de un poeta es una obra pequeña e íntima con grandes actuaciones. Emiliano Díaz, José Manuel Espeche y Rosina Fraschina ponen el cuerpo a los personajes que tratan de reconstruir lo que dejó la ausencia de Elvira en ese poeta avellanedense.

En diálogo con ANCCOM, Paula Marrón expresa: “El proceso creativo fue muy lindo porque son actores sensibles y desde el primer ensayo buscaron la verdad y entendieron que el corazón de esta obra son los vínculos. Apostamos a eso. La obra también nos habla del amor en sus múltiples formas”.

Asimismo, Marrón considera que “en el contexto político y social que estamos viviendo hacer memoria es vital. La historia nos demuestra que nunca hay que dejar de hacer memoria, incluso cuando creemos que como sociedad estamos de acuerdo en algunas cosas; después los hechos nos demuestran lo contrario. Es muy triste todo lo que estamos viviendo y hacer teatro es un acto de resistencia. Como dramaturga tuve la necesidad de escribir sobre esto. Fue hasta casi inconsciente porque no sabía que iba a escribir sobre este tema”.

“La obra no sólo pone el foco en la memoria, sino en cómo los recuerdos se nos vuelven más difusos y algunos olvidamos por completo. Por ejemplo, hoy, a mis 41 años, pienso cómo recordaré este presente si llego a vivir hasta los 70.O cuando intento recordar mi infancia, por qué algunas imágenes están tan claras y otras ni siquiera puedo traerlas. Esta obra nos habla un poco de eso”, concluye Marrón.

Memoria de un poetase puede ver todos los domingos a las 18 en el Teatro del Pueblo (Lavalle 3636) yestará en cartel hasta el 11 de agosto.