Una obra social en terapia intensiva

Una obra social en terapia intensiva

Prestaciones suspendidas, copagos encubiertos, un solo sanatorio para miles de familias, turnos a tres o cuatro meses, desmanejos financieros: la dramática realidad que viven los 280 mil afiliados de ObsBA, todos ellos empleados de la Ciudad.

La obra social de los empleados públicos de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra al borde de la quiebra. Las víctimas son sus 280 mil afiliados, cifra que incluye trabajadores activos y pasivos, la mayor parte, casi 120 mil, docentes y auxiliares.

Fundada hace 22 años, por la Ley N 472 de la Legislatura de CABA —como continuación del Instituto Municipal de Obra Social (IMOS)—, está establecido que sus principales acciones y decisiones pasan por un directorio cuyos miembros son designados por el Jefe de Gobierno porteño.

El directorio se compone de cinco representantes propuestos por el Ejecutivo de la Ciudad (vicepresidente y cuatro directores); cinco por el Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la ciudad (SUTECBA), presidente y cuatro directores; y dos representantes profesionales (un docente y un médico municipal). ObsBA tiene un sanatorio central propio, el Julio Méndez, ubicado en el barrio de Caballito.

Agrupaciones como la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), la Asociación de Docentes de Enseñanza Media y Superior (ADEMyS), el Colectivo de Trabajadores y Afiliadxs en Defensa de ObsBA, y la Asociación de Profesionales del Sanatorio Julio Mendez (ASIPRO), denuncian desde hace años el vaciamiento de la obra social y el ajuste en sus prestaciones.

La integrante del Colectivo de Trabajadores y Afiliados, Ana Belinco, señala que el 90 por ciento de las prestaciones fueron suspendidas. “Hay compañeros que necesitan tratamientos oncológicos, de diálisis, algunos de ellos con discapacidad”, se queja. Además, afirma que los prestadores “cobran copagos a los afiliados, quienes ya aportan el 6 por ciento de su salario a ObsBA, a diferencia de la mayoría que retienen el 3 por ciento”.

ObsBA cubre a jubilados, de manera que los trabajadores activos sostienen a los pasivos. “Cuando un trabajador se jubila puede optar por la cobertura de PAMI u ObsBA, pero si elige PAMI, igual debe aportar a ObsBA”, explica Belinco.

El Colectivo de Trabajadores y Afiliadxs se movilizó el 6 y el 11 de octubre frente al Méndez para exigir un aumento salarial para sus empleados, la restitución de las prestaciones, y la apertura de los libros contables para que los afiliados puedan controlar la situación económica y financiera de la obra social.

El secretario adjunto de ADEMyS, Jorge Adaro, apunta al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta como principal responsable de la crisis financiera en la obra social, pero también a SUTECBA: “Desde el sindicato han llevado adelante la administración con un alto grado de connivencia con el Ejecutivo”, sostiene.

Según Adaro, la comisión revisora de cuentas jamás informó a los afiliados sobre la situación deficitaria: “Supongamos que efectivamente detecta problemas financieros, entonces no debería prestar su conformidad al aprobar los balances”, plantea. Por eso, desde las organizaciones en lucha, reclaman la creación de un dispositivo que permita la fiscalización de los afiliados.

El pasado 31 de octubre, Juan Carlos Cela renunció al cargo de presidente del directorio de ObsBA. En julio de este año Cela firmó la Disposición N° 269 en donde advertía sobre la “difícil situación económico-financiera”, dispuso el cierre de las residencias turísticas de la obra social, y suspendió todo movimiento de fondos y erogaciones con destino a tales residencias, excepto aquellos gastos que impliquen sostener un “mantenimiento mínimo e indispensable”.

Tras su renuncia, fue reemplazado por el legislador del Frente de Todos Alejandro Amor, cercano al secretario de SUTECBA, Amadeo Genta. Previo a esto, el 13 de octubre, SUTECBA emitió un comunicado en el que anunció la restitución de 13 instituciones y de los centros turísticos, a excepción de la residencia de Mina Clavero, que permanece cerrada “por refacciones para mejorar el servicio”.

Sin embargo, Belinco destaca que muchas de las instituciones que se mencionan en el comunicado, en realidad cobran copagos y/o siguen suspendidas. “El Sanatorio Méndez es el único centro de salud con el que pueden contar los afiliados, por lo que se satura, y ofrece turnos a tres o cuatro meses”, agrega. Consultados al respecto por ANCCOM, desde SUTECBA no brindaron ninguna respuesta.

Día Internacional de la Mujer Indígena

Día Internacional de la Mujer Indígena

El 5 de septiembre se conmemoró en homenaje a Bartolina Sosa, una aymara que luchó contra los españoles. ¿Qué rol ocupan hoy en las indígenas en la sociedad?

El 5 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de la Mujer Indígena. Briselda Alejo Orteja, música de la nación quechua e integrante del Movimiento de Mujeres y Diversidades por el Buen Vivir, que vive en Rosario, indicó: “Conmemoramos a Bartolina Sisa, mujer aymara indígena que luchó contra la opresión del yugo español. Fue secuestrada, torturada y asesinada brutalmente. Recordamos a nuestras mujeres indígenas luchadoras contra la opresión y la violencia”.

Bartolina Sisa, junto a su pareja Túpac Katari, organizó a su pueblo para pelear contra los españoles y fue ejecutada el 5 de septiembre de 1782. En 1983, durante el II Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América que se llevó a cabo en Tiahuanacu (Bolivia), se definió la fecha para reivindicar su figura. Zulema Enríquez, quien pertenece al pueblo Quechua, y vive en La Plata, comentó: “Bartolina Sisa ha dado su vida por una sociedad más justa, por pueblos emancipados, por liberarse de la corona española, por liberarse de las conquistas inglesas, pensando en pueblos y hermanas, hermanos, comunidades, que no estuvieran sometidos a esa colonización que se llevó la vida, nuestras propias historias”. La mujer agregó: “Las efemérides nos sirven para repensarnos, para hablar de esas historias que son tan nuestras y que, a veces, la historia hegemónica escrita por el patriarcado, determinadas miradas de cómo debe ser el ser nacional argentino, deja excluido a muchas otrasidentidades”.

“Pensarnos a las mujeres indígenas con una fecha nos sirve para reflexionar, hacer aportes críticos, entender la necesidad de repensar otros lugares y, sobre todo, no solo desde ese lugar de la colonialidad o la marginación, sino también desde el lugar del empoderamiento político de las referentas, las caciques, presidentas de comunidades, las machis, las loncos, las amautas, todas las mujeres que están a cargo de las comunidades y hoy construyen políticas hacia el interior y al afuera, mujeres que son lideresas, docentes que disputan la política y que están convencidas y trabajan y hacen por construir una sociedad igualitaria, hermanadas”, redondea Zulema.

Una de las tensiones de los feminismos en Argentina se sintetizó en la incorporación de las originarias y disidencias a partir del 2019, donde el encuentro cambió su nombre a Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, No Binaries e Intersexuales. En ese sentido, Enriquez reflexionó: “Entendemos que la identidad no es sólo la identidad nacional y que la identidad no es sólo la identidad de las mujeres. No solo existe un feminismo, sino que existen feminismos en plural. También sabemos que existe un feminismo hegemónico, dominante, blanco con miradas eurocentristas que pretenden aplicar teorías a nuestra territorialidad, a nuestras cuerpas, sin entender nuestras cosmogonías, nuestras miradas y nuestras construcciones del mundo. Por eso es importante, desde nuestra identidad de mujeres y disidentes, disputar los sentidos que es disputar la política también, los conceptos de quienes somos y nuestro lugar en el mundo”.

“Uno de los temas específicos de mujeres es el chineo que se sigue dando, en la ciudad no lo vemos pero si en el interior. Los hombres siguen tomando por la fuerza a las mujeres para abusar de ellas. Esto ocurre en las fincas y en los pueblos donde hay señores ubicados en lugares políticos o latifundistas, se creen dueños también de la vida y las acciones de las mujeres. Ven a una hermana sola y salen a violentarla”, indicó Mamay Kantuta Killa Mayu, mujer quechua de la comunidad urbana Ayllu Mayu Wasi, de Villa Martelli. Pero los reclamos de las mujeres están atravesados por más problemáticas que atraviesan a sus comunidades. En ese sentido señaló: “Todos los días hay un reclamo nuevo. Nuestros pueblos están en lucha por la minería a cielo abierto, el arrebato de las tierras. Los lugares sagrados están siendo borrados por el interés económico”.

“Caminamos defendiendo los territorios, denunciando las diferentes violencias que sufren nuestros pueblos- comentó Briselda y agregó- Aprendo de mis hermanas y ellas me contagian la fuerza que llevan en su interior. En sus ojos veo la resistencia de los pueblos frente al genocidio, mujeres que luchan todos los días”.

«Vivimos en una vetocracia»

«Vivimos en una vetocracia»

El economista Eduardo Crespo analiza la situación económica y las medidas anunciada por Silvina Batakis. ¿Qué le preocupa?

En un escenario político altamente dinámico, por momentos convulsionado e impredecible y en el que inflación creciente parece indomable, ANCCOM dialogó con el economista Eduardo Crespo, para intentar pensar de dónde venimos, hacia dónde vamos, y cuáles son los temas más urgentes de la agenda económica hoy.

¿Cuál es su lectura del actual panorama económico argentino?

La verdad es que de solo ver los datos se ve que tenemos altísimos niveles de inflación, debemos estar entre el 70 u 80 por ciento anual, y puede seguir aumentando, tenemos un bajísimo nivel de reservas, cepo y brecha cambiaria que genera todo tipo de problemas y los va a seguir generando en la medida que exista. Eso en cuanto al panorama inflacionario. Por otro lado, tenemos tras la pandemia una recuperación económica en 2021, y un arranque muy fuerte en 2022. El problema es que si hay un crecimiento grande pero no hay reservas, es inevitable parar, y eso es lo que está pasando ahora. No hay forma de seguir creciendo, porque hay una demanda de importaciones y dólares que es inconsistente con la capacidad de generarlos. Y esto tiene una dimensión comercial pero fundamentalmente financiera. Esto es, tal vez, lo más difícil de entender. Hay un diagnóstico totalmente equivocado sobre la inflación y la fuga de capitales. Para sumar, el tema de la política es preocupante. Vivimos en un país en donde todo el mundo tiene capacidad de veto, es una «vetocracia»: ambientalistas, ruralistas, piqueteros, oposición, Poder Judicial. Pero además, ahora, al interior de la coalición, se dan también los vetos internos y no hay coincidencia sobre lo que hay que hacer.

 ¿Por qué los diagnósticos sobre la inflación y la fuga de capitales le parecen totalmente equivocados?

Cuando hay inflación, la moneda que vos estás emitiendo va perdiendo algunas de las funciones del dinero. Para entender esto es bueno diferenciar el dinero de la moneda. El dinero es la función social. La moneda, el instrumento para esa función. Entonces, cuando hay inflación la moneda pierde una función fundamentalísima del dinero que es reservar valor líquido. Es la primera función que desaparece con la inflación. Y es lógico que los operadores empiecen a buscar otros activos que cumplan esa función. Una posibilidad sería que vos pongas una tasa de interés alta que haga que la gente se quede en el peso y que le gane a la expectativa de devaluación. Pero todo esto es mucha ingeniería, porque cuando hay inflación a la larga se crea expectativa de devaluación.

 ¿Cuáles deberían ser, entonces, los ejes centrales de un programa antiinflacionario?

Tenés que acumular reservas porque es lo que te permite fijar el tipo de cambio y es preciso tener un tipo de cambio fijo si se quiere estabilizar la economía. Entonces, eso lo resolvés o con un crédito extraordinario tipo FMI o con una recesión muy grande que te haga caer las importaciones. Pero bueno, obviamente, eso tiene un efecto drástico en lo social.

La nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, dijo tras su asunción que es preciso subir las exportaciones y que la especulación no se justifica porque el tipo de cambio multilateral es competitivo. ¿Esto es así?

El problema no es que sea competitivo, el problema es que el cepo constituye una mayor presión a la devaluación. Cuando vos pones un cepo la brecha se arma a los quince minutos y te la arma cualquiera, no es la gran conspiración del capital. Entonces hay una idea de que el tipo de cambio está bien porque crecieron las exportaciones un 30% pero es una mala lectura porque se está mirando solo el lado comercial cuando el problema es que siguen existiendo incentivos para huir del peso. Esto tendría que quedar claro. Alejando Fiorito, un colega economista, plantea una metáfora para pensar este tema. Si vos querés llenar una bañera y no pones el tapón, por más que abras al máximo todas las canillas, el agua se sigue yendo. El tapón es la cuestión financiera. Si no ordenas esto es muy difícil resolver el tema. Yo no sé si (Martín) Guzmán tenía poder para hacerlo, pero creo que no.

 Pero ¿no hay algo de esto inscripto en la estructura productiva? Es decir, si la industria no se autofinancia, ¿no es esperable que se mantenga este esquema?

No, si la industria va creciendo con los dólares que le genera el comercio. Si ponés una (Silvina) Batakis o un (Matías) Kulfas a promover todo lo que se pueda la exportación entonces el crecimiento industrial es totalmente viable.

 En este contexto, en el que algunos analistas comienzan a señalar que el boom agroexportador no va a cubrir el rojo de las importaciones de energía, ¿cuál es, en materia energética, la agenda más urgente?

Argentina tiene que terminar el gasoducto Néstor Kirchner y ponerlo en marcha lo antes posible. Es algo que se retrasó mucho y hay provincias que están esperándolo para activar sus proyectos. Vaca Muerta, depende como se mida, es la primera o segunda reserva del mundo. Entonces tenés ahí una promesa de “otra pampa húmeda”. Insisto: no vamos a ser Corea del Sur o Australia, pero si recuperas la moneda, con un proyecto semejante, podes ordenarte mucho.

 ¿Y la segmentación de tarifas cuánto puede colaborar a resolver algo de la crisis energética?

El gran problema es que los subsidios te están generando un gran déficit fiscal. Si no hubiera inflación eso no sería un problema, pero con la inflación el subsidio es creciente. Por otro lado, en ningún lado del mundo te regalan la energía y nosotros, por lo menos por ahora, necesitamos importar. El otro problema es que muchos de los contratos de inversión están sujetos a las tarifas.

 Tras su reunión con Batakis, Kristalina Georgieva dijo que Argentina se comprometió a cumplir con el programa firmado por Guzmán y señaló que “las acciones dolorosas a veces son necesarias”. Según tu criterio, ¿es viable cumplir con estas metas?

El principal problema que veo es con una de las cláusulas que creo que no se le ha dado demasiada importancia. Es la que establece que el tipo de cambio se tiene que actualizar con la inflación. Esto se conoce como crowling peg o fijación de arrastre y hace que el tipo de cambio suba con el aumento de la inflación. Esa cláusula traba la posibilidad de fijar el tipo de cambio y apreciar la moneda. Y hay que ver a qué se refiere Georgieva con “acciones dolorosas” porque si vos no estabilizas mínimamente y empezar a recortar gasto público no vas a resolver nada, eso es hambre. Tiene que haber algún plan de estabilización.

“Lo que me asusta un poquito es esto de ajustar el tipo de cambio según la inflación”.

Batakis anunció un plan de medidas tendientes a garantizar el equilibrio fiscal ratificando, a su vez, el cumplimiento de las metas acordadas con el FMI. ¿Qué opinión le merecen las medidas en su conjunto?

El conjunto de medidas me parece bastante consistente. Yo pondría el acento en subir tasas, es preciso dar incentivos a quienes tienen pesos para que se queden en pesos o en activos nominados en pesos como los depósitos bancarios. Las tasas de interés bajas incentivan también la compra de dólares. Entonces, tanto el déficit fiscal como las tasas bajas llevan a los actores económicos, desde los más pobres a los más ricos, a la compra de dólares cuando les sobra algún pesos. Y me parece que eso es lo que se busca atacar. Son medidas dolorosas pero absolutamente necesarias. Ahora, lo que me asusta un poquito es esto de ajustar el tipo de cambio según la inflación. Esto es algo acordado con el FMI. Lo cierto es que un plan de estabilización debería ser, en algún momento, precedido por una devaluación, es decir, liberar el tipo de cambio y después apreciar. Veo difícil estabilizar sin algún tipo de apreciación como fue el caso de la convertibilidad o el austral. Me parece el punto más crítico de lo que se anunció. Pero el resto me parece bastante consistente. Ciertamente va a tener una oposición interna significativa, al interior del kirchnerismo, por parte de quienes esperaban que la salida de Guzmán y la entrada de Batakis significara algún tipo de vuelco a políticas más redistributivas, para las cuales no hay hoy el menor margen. Y bueno, Batakis, en principio, parece reforzar la línea de Guzmán. Consecuentemente va a tener bastante oposición. Pero, sinceramente, yo creo que en las actuales circunstancias no queda otra.  

 ¿Qué características tendría un plan de estabilización?

Lo ideal sería una especie de “convertibilidad a la brasileña”: una convertibilidad flexible, donde vos fijas el tipo de cambio y si en algún momento necesitas devaluar de nuevo con toda la prudencia necesaria devaluás y salís. Y después estableces un régimen de metas. Esto evitaría una salida de la convertibilidad como fue Argentina en 2001. Una convertibilidad con un mínimo de flexibilidad que establezca un tipo de cambio pero que no la ate a futuro. Lo peor que nos puede ocurrir es ir a una convertibilidad durísima, una «dolarización de facto». Ahí perdés toda autonomía monetaria y fiscal, pasas a depender pura y exclusivamente del ciclo internacional.

 ¿Cuál sería su consejo principal si fueras asesor de la ministra?

Que ponga el tapón. Es necesario tomar una serie de medidas coordinadas para frenar el drenaje de reservas y recuperar la moneda, poner todos los cañones a bajar la inflación, estabilizar y evitar la fuga de capitales. El resto se puede ir trabajando en simultáneo. Pero esto es condición necesaria pero no suficiente, no va a garantizar nada, pero si no haces eso el resto de las medidas están con pies de barro porque tenés ese agujero.

 ¿Cuál podría llegar a ser, de acá a un año, el mejor y el peor de los escenarios posibles?

El mejor panorama sería que dentro del gobierno se llegue a un acuerdo con el cual, de la forma más civilizada posible, y dentro de una orientación popular, se pueda encaminar la cuestión financiera. Y el peor escenario es que no se resuelva ese problema, vayamos a una dinámica cada vez más cercana a la hiperinflación y el programa lo decida la derecha, con dolarización, flexibilización laboral y disciplinamiento social, es decir, un paquete neoliberal extremo.

 

Las redes del odio

Las redes del odio

La “cancelación” es una práctica que ha cobrado popularidad en los últimos años. Consiste en acosar virtualmente a figuras públicas luego de que hayan hecho o dicho algo considerado objetable u ofensivo por un grupo específico de personas. Es, por ejemplo, lo que le ocurrió en estos días a la escritora Claudia Piñeiro, “cancelada” y acusada recientemente por la Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas de la República Argentina de tener un «encono» contra la cultura evangélica a raíz de su «militancia feminista durante el debate por la ley del aborto». La disputa ocurrió a raíz del estreno de El Reino, una miniserie producida por Netflix y coguionada por Piñeiro, que aborda los vínculos entre la Iglesia y la política. La respuesta de la escritora fue contundente: «La censura es censura, la quieras disfrazar de lo que la quieras disfrazar», twitteó.

Claudia Piñeiro.

La cancelación, que se ha instalado como estrategia de sabotaje o “boicot” en el marco de discusiones públicas online, fue inicialmente impulsada por la comunidad afroamericana en signo de rechazo a las reproducciones de estereotipos racistas en Estados Unidos. Pero, ¿qué pasa cuando estos métodos utilizados por las luchas anticoloniales, feministas, de derechos humanos, entre otras, son puestos al servicio de violentar y acallar discursos críticos? Recientemente, la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad publicó un informe que se denominó: “¿Es posible discutir en medio de discursos de odio?”. La investigación está motivada por el empeoramiento en la calidad del debate público de los feminismos a partir de la irrupción de discursos violentos de los antiderechos. A través de la manipulación de la información, insultos, descalificaciones, amenazas y violencias, estos grupos se han encargado de acallar a los ciberactivismos.

En diálogo con ANCCOM Sandra Chaher, presidenta de la Asociación Civil, comunicóloga especializada en Derecho y Género, y parte del equipo de investigadores, asegura que estas acciones “afectan a la libertad de expresión de las mujeres y a la presencia del feminismo como sujeto político en el debate público”. Acorde con el informe, el 100% de las activistas feministas consultadas fue violentada en algún momento por los grupos antiderechos. Como respuesta, entre el 30 y el 60% de ellas dejó de leer notificaciones.

Florencia Alcaraz, periodista, feminista y co-directora de LatFem, quien asegura que “internet es un espacio más donde operan las violencias machistas” y que “las periodistas feministas estamos doblemente expuestas por el rol que ocupamos en la sociedad”. Alcaraz fue blanco de un gran hostigamiento a partir de una investigación que buscaba trazar un mapa de la reacción conservadora argentina. El trabajo consistió en una serie de notas acerca del crecimiento de la nueva derecha y un cartografía de las interacciones entre cuentas vinculadas.

Las tecnoviolencias machistas son agresiones por razones de género cometidas, asistidas o agravadas por el uso de las TICS. Alcaraz cuenta que, “a veces se centran en el aspecto físico, otras tiene que ver con algo más coordinado, vinculado a instalar campañas de desprestigio personal o colectivo; y en otros casos hay amenazas explícitas de muerte, de agresiones sexuales”. Como resultado tienen a la “autocensura, el ataque a nuestra visibilidad y a nuestra presencia en el espacio público, produce un impacto psíquico, emocional e, inclusive, físico”, declara la periodista. Por otro lado, puede producir pérdidas económicas, en tanto su trabajo muchas veces se basa en generar contenidos. Para Alcaraz, el objetivo de las mismas es el disciplinamiento y el silenciamiento.

Son múltiples las razones que podrían explicar la proliferación de los discursos de odio. Chaher propone como hipótesis una conjunción entre las posibilidades de amplificación o viralización que suponen las redes sociales y el anonimato. Con respecto a lo primero, el informe retoma teorías previas que proponen que aquellos discursos que despiertan alguna conexión emocional negativa logran mayor alcance. En cuanto al anonimato, la investigadora advierte que “desde un punto de vista feminista es defendido porque una persona que está siendo agredida, puede encontrar una forma de participar a través de un perfil anónimo”. Entonces, su crítica se basa en “la posibilidad que te dan algunas redes de participar sin muchos requerimientos, lo que facilita que las personas que se esconden detrás de esos perfiles puedan tener también actitudes odiantes”.

Frente a estos hechos se abre otro debate: ¿hasta dónde llega la libertad de expresión? Chaher, explica que “desde el punto de vista de lo que es la jurisprudencia o el planteo jurídico vinculado a la libertad de expresión, la tendencia es que un discurso no debería ser prohibido por más agraviante que fuera”. Mientras no exista una incitación directa a la violencia “lo que te dicen los sistemas de derechos humanos es que lo que tienes que hacer es oponer más y mejor discurso”.

El problema es que en la práctica se presentan ciertas limitaciones. “Si la plataforma no te garantiza una mínima seguridad o una mínima confortabilidad para moverte, no tenés manera de oponer más y mejor el discurso”, agrega la investigadora. En tal sentido, las activistas entrevistadas expresaron una disconformidad con respecto a la respuesta de las plataformas: en el 44% de los casos de Twitter, el 29,2% de Facebook y el 28% de Instagram.

 

Hackear al mensajero

Irina Sternik, periodista con una larga trayectoria en distintos medios, luego de revelar un hackeo al Ministerio de Seguridad en un artículo de la Nación en 2017, fue víctima de una oleada de ataques sistemáticos durante más de un mes. Sternik cuenta que sufrió “intentos de hackeos a todas las cuentas de correo o redes sociales; si mencionaba a una persona en redes, las atacaban a ellas; recibí mails intimidatorios, amenazas, difamaciones y todo lo que se te ocurra. A veces tenían un trasfondo político, otras misógino o religioso. El único fin era atacar y amedrentarme, que parara de hablar. A pesar de que fue una sola vez, una sola nota”. El ataque sólo cesó cuando se le ofreció custodia policial. Llegaron a intervenir organismos como Amnistía Internacional y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Contó, además, con el asesoramiento del Foro de Periodismo Argentino (Fopea) y del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba).

Sin embargo, la respuesta de las plataformas fue insuficiente, por no decir nula: “En ese momento ninguna red social me ofreció demasiada ayuda”, cuenta Sternik. Tuvo que denunciar muchas veces a cada cuenta para que la dieran de baja. Decidió cerrar su perfil y dejar de hablar del tema por un período. Acorde con Sternik, el objetivo era asustarla y evitar que hablara del tema.  “Lo lograron”, dice.

Respecto a qué actitud debería tenerse frente a los discursos de odio en redes sociales, el informe arroja tres tendencias entre las entrevistadas: el 66,7% propone moderarlos, el 25% prohibirlos, mientras que sólo el 8,3% sugiere no intervenir. Chaher afirma que lo más democrático sería hablar de una co-regulación entre Estado, empresas y la sociedad civil. Por un lado, esto implicaría que “las empresas no actúen solas porque no está claro cómo regulan”, explica la investigadora. Y agrega que el riesgo reside en que, de otra manera, podrían prohibirse cuentas de forma infundada como ocurre con, por ejemplo, posteos sobre lactancia por el mero hecho de que aparezca una teta. Por otro lado, “siempre está el riesgo de que el Estado tenga una excesiva injerencia”. Sin embargo, de forma paralela señala la necesidad de apelar a una transformación cultural que concientice sobre la importancia de cuidar el debate público.

 

Por último, Chaher sugiere que “sería muy interesante que toda la población como usuaria de redes tuviéramos un mayor conocimiento de, por ejemplo, de cómo se hacen las operaciones concertadas, de cómo funcionan; porque evidentemente los sectores que son quienes agreden saben perfectamente cómo armar este tipo de campaña, de acciones coordinadas, que afectan a una persona”.

 

Un problema regional

Florencia Alcaraz cuenta que desde LatFem identificaron estas situaciones a partir de conversaciones que tuvieron con otras colegas de la región. A partir del intercambio con mujeres de la Red de periodistas feministas de América Latina y el Caribe, pudieron identificar que esas violencias digitales se relacionaban con la reacción conservadora que hoy está en marcha en todo el mundo. De esta manera, empezaron a pensar en un Kit de Cuidados Digitales, que hoy se encuentra también en formato radial.

Este material propone una serie de recomendaciones para hacerle frente a los hostigamientos: propone identificar las agresiones, registrar la evidencia a través de capturas de pantalla, reportarlas a las redes, bloquear a los agresores, denunciar de manera formal o informal. Al mismo tiempo, incentiva a brindar apoyo a quienes estén sufriendo acoso a través de la creación de espacios seguros de escucha, ayudarles a registrar los detalles del ataque y los perfiles de los agresores.

“Es realmente grave y creo que el primer paso es dejar de subestimar este tipo de ataques y empezar a ponerlos en valor, a hablarnos entre nosotras”, declara Alcaraz. Para la periodista se trata de un problema estructural, que exige pensar en procesos colectivos y dar respuestas en términos de organización. “En ese camino estamos, reforzando nuestra seguridad y pensando estratégicamente cómo abordar estos ataques porque, lamentablemente, las plataformas no brindan soluciones. Quienes sí lo hacen son otras redes feministas y compañeras que saben mucho sobre estos temas”, concluye Alcaraz.

¿Le dieron pelota a la educación física en pandemia?

¿Le dieron pelota a la educación física en pandemia?

Producto de la pandemia, la rutina y las actividades de la sociedad Argentina cambiaron rotundamente. El ámbito educativo no fue excepción. Y la materia de  Educación Física sufrió una drástica transformación. Para investigar sobre esta problemática, diversos profesionales contaron cómo es enseñar esa asignatura en este contexto.

“En la escuela tengo diez burbujas de doce alumnos, en total repartidas entre el turno mañana y tarde. En jardín, tengo salita de cuatro y cinco años, en el secundario tengo primer, segundo y tercer año”, dice Leonardo Ibarra, profesor de Educación Física en el colegio Solar De Horneros ubicado en Merlo.

¿Qué tipo de actividades se realizan en una asignatura tan centrada en lo físico y en el contacto real con otros? “En el aula virtual les hago hacer actividad física que comprometa muy pocos movimientos, porque no sabemos el espacio que tiene cada uno en su casa. Les pido que realicen ejercicios de coordinación, equilibrio en el lugar; también uso  videos cortos  en donde charlamos y explico la actividad”, dice Ibarramuy entusiasmado.

La metodología de utilizar canciones para los ejercicios es algo muy estimulante y entretenido para los alumnos; “ellos se van muy contentos “, cree Ibarra. Hay formas de enseñar más tradicionales, como cuenta Camila Mayo, docente en las escuelas N.º 64 y EP N.º 62, de Merlo. “En clase  trabajamos con las habilidades motoras básicas, anteriormente hago una explicación y demostración de la actividad“, agrega.

Otra variable que podemos encontrar es la teórica/práctica. “Realizamos actividades teóricas, lúdicas, recreativas, etcétera. Consisten en resolver diferentes desafíos, ya sea con el cuerpo, con algún elemento o de manera escrita”, señala Claudia Luporini, docente en las escuelas Nº 34 y Nº 11, también de Merlo. De manera tradicional o innovadora cada docente a su manera  mantiene la esencia de la materia: hacer actividad física “En la clase hacemos ejercicios construidos, abdominales, flexiones y sentadillas”, informa, por su parte, Fernando Bengoechea, docente en la escuela secundaria N.º 34, también de Merlo.

Los profesores se vieron obligados a tomar examen por medio de la virtualidad. ¿Cómo hicieron?. “Los chicos me mandan los trabajos por correo y les doy una devolución “, afirma Fernando, para ilustrar un caso.

Con el inicio de las clases virtuales surgieron  plataformas  no tan conocidas para el público común, estas  aplicaciones fueron un pilar fundamental en las clases online. “En el aula virtual lo que evalúo es la participación del Meet”, afirma Ibarra. Por otro lado, hay otros medios  que ofrece el mundo digital como es el ejemplo de Zoom, dispositivo  que tuvo una gran importancia para padres, alumnos y docentes el año pasado.  “Para las evaluaciones se realizan reuniones por Zoom con los padres de los chicos y con los chicos para hacer las devoluciones”, dice Félix. La herramienta de mensajería instantánea WhatsApp  también es usada por algunos docentes para tener una interacción más fluida con sus alumnos. “El método de evaluación es mediante observación de resolución de tareas, participación y cumplimiento, etcétera. Se realiza intercambio por Whatsapp, mediante mensaje, llamada o videollamada. “, explica Liorini.

¿Y qué dicen las madres y los padres de los chicos? Sabrina Alvez, mamá de León Alvez, un niño de seis años que asiste al colegio San Fernando, ubicado en la Ciudad Autónoma De Buenos Aires, cuenta: “En gimnasia hacen ejercicios combinados, como por ejemplo saltar  tocándose la cabeza” . En este caso en particular la nota numérica fue sustituida por un informe. “La evaluación es el proceso en general. Porque como nota se dan informes valorativos”, afirma.

¿Y los alumnos? ¿Qué dicen ellos, a fin de cuentas quienes deben recibir los contenidos? Rodrigo Navarro, de 17 años, quien asiste a la técnica número N° 1 de Merlo explica: “Me mandan trabajos prácticos, son preguntas de condiciones físicas y las reglas de los deportes como vóley y fútbol”. La socialización entre los pares es muy importante durante la adolescencia, ya que en esta etapa las personas pasan por varias  transformaciones tanto a niveles físicos como psicológicos. “Extraño estar con mis compañeros, jugar a la pelota en clase”, reconoce Rodrigo.