Tan ajustados como esperanzados

Tan ajustados como esperanzados

Los votantes de Javier Milei evalúan los primeros seis meses de su gobierno.A pesar de admitir que padecen el impactante ajuste, siguen primando en ellos la paciencia y la apuesta por «lo nuevo». Asumen la necesidad de un sacrificio para llegar a la Tierra Prometida, aunque ya se escucha algún reclamo para que los recortes se den en los sectores de mayores ingresos. 

Según distintas encuestas la imagen del presidente Javier Milei cayó levemente durante los primeros seis meses de gestión, aunque mucho más que la de presidentes anteriores en un período similar. El mandatario logró sostener el núcleo duro y gran parte de los votantes blandos lo siguen apoyando a pesar del impactante ajuste económico. Su principal bálsamo hasta ahora es la paciencia de sus electores que, aún disconformes, no le han retirado el apoyo. Esa lealtad está en muchos casos condicionada al devenir de los bolsillos de acá a los próximos meses según pudo hablar ANCCOM con algunos de ellos.

Juan Alejandro, jubilado de Vicente López y votante de Milei que prefiere no decir su apellido, hizo un balance de los primeros meses de gobierno: “Yo a Milei lo veía bien, era el cambio, no queríamos saber más nada con el peronismo. El gobierno está haciendo cosas bien y está haciendo cosas mal. Lo bueno es que está sacando a relucir cosas tapadas del gobierno anterior, pero por otro lado castiga a todo el mundo”.

Alejandro, dedicó gran parte de su vida a trabajar como técnico de audio y TV realizando services. Su actividad, asegura, le permitió una buena vida y hasta comprar una vivienda. Sin embargo, hoy no se reconoce como parte de esa clase media a la que en algún momento perteneció:  “Yo antes arreglaba un control remoto cualquiera y con esa plata me iba a la casa de miel que está acá en la esquina y me compraba cuatro kilos. Ahora no podría hacer eso ni por casualidad”.

Consultado acerca de cuáles son sus principales preocupaciones, Juan sentenció: “Lo más preocupante son los aumentos desmedidos para la gente de abajo: los servicios, la luz, el gas, el agua… Tendrían que hacer un cuadro de consumo en cada servicio y cobrarle más al que se excede, no a todos; deberían castigar al que gasta de más para que no derroche y mantener el subsidio para el que está economizando”.

Su molestia no se agota en el aumento de los servicios: “El alimento primordial es el pan. Lo come desde el más pobre hasta el más rico. No puede salir lo que sale. En todo lo básico, que es lo que más se consume es donde más te castigan; no hay un tiro que haya salido para la gente laburadora, la gente de abajo. No puede ser que el pan aumente un 300% y a un jubilado le aumenten el 18%”.

Juan, al igual que otros votantes de Milei, se siente decepcionado con los primeros meses de gestión. “Esperaba de este gobierno cumpliera con lo que prometió con respecto a lo de la casta, dijo que iba a meter presos a todos y no está preso nadie. Entonces, ¿cuál es el cambio? ¿Cuál es la limpieza? Sigue todo igual, entre bomberos no se pisan la manguera.” Y afirma: “Yo no veo la luz, me están diciendo cosas que no veo, lo que dicen no se cumple”.

Ellos, los que la ven

“La expectativa es que cambie, que mejore. Esto no se arregla en seis meses, porque está todo hecho mierda, es muy difícil cambiar de un día para el otro”, afirma Daniel, trabajador de Pedidos Ya. Enfundado en su traje rojo y con el casco de moto en la mano se toma un minuto en la vorágine de la avenida 9 de Julio para hablar con ANCCOM y respaldar la gestión del presidente. “Si tuvimos paciencia en otros años cómo no vamos a tenerla ahora”.

Daniel asegura no tener interés en la política y no prestar atención a lo que diga el presidente, pero tiene sus argumentos para apoyarlo: “Yo quería un cambio, estaba cansado de los anteriores gobiernos”. Para él, la situación no ha empeorado desde la asunción de Milei: “Desde el bolsillo estoy bien, no noto demasiadas diferencias en relación a los precios con respecto al gobierno anterior”.

Así como Daniel reconoce no estar interesado en la política, otros votantes de Milei sí se interesan y se informan. Brian, que trabaja en un puesto de Flores en la calle Lima, en pleno centro de la ciudad, cree que el presidente está bien encaminado: “Los objetivos del gobierno se tienen que cumplir, el equilibrio fiscal va a llegar en algún momento. No creo que vaya a subir la inflación, porque no va a haber tanta emisión monetaria”. Además, señala la importancia de eliminar impuestos para favorecer la situación económica de los habitantes: “Hay que sacar impuestos, así la gente deja de pagar de más. Eso va a hacer que mejore el bolsillo”

Consultado acerca de la Ley de Bases, Brian respondió: “Es fundamental para que se efectúen los cambios y se estabilice la economía. Se están cambiando las reglas del juego. Sería un cambio a favor si se logra aprobar en el Congreso.”

Sobre la posibilidad de una reforma laboral Daniel asegura: “El trabajador a veces tiene mucho poder, con un juicio laboral se puede fundir una pyme. Aunque creo que el periodo de prueba tiene que seguir siendo de tres meses, porque si no se especula con el trabajo de la gente. Hay que conseguir un equilibrio que favorezca al empleador y al trabajador”.

A pesar de estar conforme con la gestión del presidente, Brian reconoce algunos errores que podrían complicar al Gobierno: “Milei se postuló a las elecciones con gente supuestamente nueva, pero cuando se alió con Macri le pusieron dirigentes que estuvieron antes, en otros gobiernos, eso es algo que hay que cambiar. Por ejemplo, Pablo De la Torre (ex secretario de Niñez y Familia), era un funcionario macrista y tenía ñoquis trabajando para él, eso se comprobó”. En este sentido, Brian intuye la posibilidad de fuego amigo relacionado a la problemática de los alimentos acopiados en depósitos: “Con respecto al problema de la comida vencida alguien del gobierno informó por afuera, ¿si no cómo se enteró Grabois? Igualmente creo que los alimentos tendrían que haberse repartido, eso no le hace daño al Estado”.

Otra crítica que le hace al Gobierno se vincula al ajuste que se está efectuando: “Fue muy apresurado, debió ser mucho más gradual, pero hasta este punto creo que lo hemos soportado por la esperanza que de aquí a un año podamos estar mejor y haciendo las cosas bien, es el sacrificio que se está bancando todo el mundo, aunque muchos están disconformes la gente está aguantando. Muchos dijeron que Milei se iba al tercer mes, pero sigue ahí”.

Las palabras de Brian describen muy bien el sentimiento de gran parte de la población, que a pesar de la desmejora económica, sigue sosteniéndose en la esperanza de un futuro mejor. Algo de lo que se ha jactado el Gobierno, enorgulleciéndose de cómo el ajuste se ha piloteado con éxito en términos sociales.

Otras personas no enfocan su discurso en la posibilidad de un futuro mejor, si no en la molestia sobre un pasado con el que están disconformes. Uno de ellos es Fernando Enrique, quien tiene un local de indumentaria deportiva en Vicente López. Apoyado sobre su mostrador, con el mate a un costado de la mesa y la televisión siempre encendida en algún canal de noticias. Aprovecha el escaso flujo de clientes, para dialogar con ANCCOM sobre los primeros meses de gestión del presidente Milei. “No vivíamos en una realidad, estaban subvencionadas las cosas” dice, haciendo referencia a la situación en la que se vivía durante el gobierno anterior, con el cual se muestra muy disconforme. Si bien reconoce la dificultad de la situación y el bajo nivel de consumo, responsabiliza de la situación a los anteriores gobiernos “Veníamos de una irrealidad”, afirma molesto. Además de dejar entrever que Milei no le parece un presidente ideal, aunque de todas formas lo prefiere por sobre lo que está del otro lado: “Ves tipos que toda su vida hicieron negocio con los pobres y ya no hace falta decir ni explicar nada, son tipos que nunca trabajaron”.

Los números

Todo indica que la imagen del presidente está atada en gran medida a los logros económicos. Con el inicio del 2024 y la disparada de precios, la imagen de Milei –según algunas encuestas- cayó aproximadamente 10 puntos en relación a su pico de popularidad poselectoral, aunque en este último mes logró recuperarse a caballo de la baja del porcentaje de inflación, esa sensación de haber domado al monstruo pudo haber ayudado a recuperar un poco del terreno perdido.

El Gobierno, mientras tanto, intentará extender lo máximo posible la luna de miel presidencial haciendo intervenciones desmesuradas aquí y en el mundo. Por ahora esta táctica da frutos, entre tarifazos, aumentos e inflación, Milei ha logrado salir relativamente indemne –por lo menos hasta el escándalo de los alimentos-, además de crear la sensación, al menos en un sector de la sociedad, de que la inflación está bajando y que su gestión trajo un saneamiento.

Desde el gobierno se golpean el pecho con los índices de popularidad del presidente, aunque estos, puestos bajo la lupa, pueden tener lecturas variables. De cualquier manera esto es Argentina y todos los supuestos pueden volar en el aire tras el soplido de cualquier acontecimiento.

 

El RIGI, fase superior del extractivismo

El RIGI, fase superior del extractivismo

Uno de los capítulos más controvertidos de la Ley de Bases es minuciosamente analizado por críticos y defensores. El modelo de desarrollo económico, la soberanía jurídica, el cuidado ambiental, la calidad del empleo y la equidad impositiva, entre otros temas que se ponen en juego con la nueva normativa. ¿Saldrá airoso o será rechazado en el Senado?

Cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente para recordar a los gobiernos de todo el planeta la importancia de llevar adelante políticas que promuevan la preservación y mejora del ambiente. Son 52 los años que pasaron desde que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció la efeméride. Lo hizo en homenaje a la Conferencia de Estocolmo, que fue la primera gran disertación sobre temáticas socioambientales que hubo a nivel internacional y cuya apertura tuvo lugar el 5 de junio de 1972 en Suecia. 

No obstante, en estos días el Senado de la Nación ha estado muy lejos de debatir qué acciones se podrían realizar en Argentina para proteger el ambiente y, en consecuencia, promover el bienestar de la población y fomentar un desarrollo económico sustentable y equitativo. Por el contrario, los senadores han estado discutiendo en comisiones los detalles del “Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones” (RIGI), uno de los capítulos del proyecto “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, que busca profundizar el modelo de desarrollo extractivista con el objetivo de promover una mayor industrialización en el país y su consecuente generación de empleo. 

Según el texto del proyecto de ley, que está disponible para su lectura exhaustiva en www.infoleg.gob.ar, el RIGI pretende “dar incentivos, certidumbre, seguridad jurídica y un sistema eficiente de protección de derechos adquiridos” a empresas nacionales y extranjeras que inviertan más de 200 millones de dólares en proyectos vinculados a infraestructura, agroindustria, minería, gas, petróleo, el ámbito forestal, energía y tecnología “a fin de garantizar la prosperidad del país, promover el desarrollo económico, fortalecer la competitividad de los diversos sectores económicos, incrementar las exportaciones de mercaderías y servicios al exterior, favorecer la creación de empleo, generar condiciones de previsibilidad y estabilidad para las grandes inversiones previstas en el RIGI y desarrollar coordinadamente las competencias entre el Estado nacional, las provincias y las respectivas autoridades de aplicación en materia de recursos naturales”. 

Julián Monkes, licenciado en Ciencias Ambientales y becario doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), dijo al respecto: “Se trata de una faceta mucho más agresiva del extractivismo, porque no sólo promueve inversiones de gran tamaño para profundizar nuestra matriz productiva sino que ni siquiera tiene en consideración el desarrollo de los lugares en los que se produce. Lo que siempre discutimos de la matriz extractivista es que muchas veces puede ser valorada por los actores de la comunidad en donde se da porque genera trabajo, pero en este caso ni siquiera está eso porque pueden traer personal de afuera directamente, sin necesidad de formar al personal de acá para que en el futuro pueda conducirlo. El régimen no fomenta ni obliga a la compra nacional, que podría favorecer a las empresas más pequeñas que podrían proveer algún material necesario para la explotación. Ese es el más crudo de los extractivismos porque es venir, explotar y ni siquiera dejarle algo a la gente que está ahí. Además de profundizar el extractivismo, genera un colonialismo”. 

“Eso no es así —se opuso Lisandro Almirón, abogado y diputado nacional por La Libertad Avanza, en diálogo con ANCCOM—. Para cualquier inversión de gran envergadura necesitás motorizar todos los sectores de la economía que hoy pueden estar en recesión. Una es la construcción de caminos, edificios, viviendas. Puede venir mano de obra de otro lado, que no sea de Argentina, pero generalmente se da en cuestiones muy técnicas, cuando otros países tienen recursos humanos que por su formación y capacidad hacen indispensable su presencia en la industria local. Pero el que invierte busca precio, calidad y que su producto pueda ser vendido, exportado, competitivo en el mercado. En la Argentina de principios del siglo pasado las grandes obras no se hicieron solamente con mano de obra local. Los ferrocarriles eran capitales extranjeros y se han fundado pueblos gracias a esa industria, lo mismo con las exploraciones petroleras. No tener en cuenta eso es desconocer la historia. Pero hay que confiar en los recursos humanos, el desarrollo tecnológico y las universidades que tiene el país, hay gente formada para cualquier desarrollo industrial. No podés pensar que la inversión no va a venir acompañada de absorción de mano de obra local calificada. No nos desarrollamos porque tenemos una mentalidad mezquina y conservadora de decir: ‘Dejemos a todos como estamos, inmersos en la pobreza, no generemos inversiones y veamos cómo seguimos arreglándonos con lo que tenemos, sin desarrollo, sin producción y sin tener valor agregado’. Esa visión de pensar que todo lo que viene hará un daño me parece arcaica y mezquina”.

Por su parte, Facundo Ríos, abogado especialista en Derecho y Política de los Recursos Naturales y del Ambiente, señaló a esta agencia que “al no tener definiciones concretas en un marco jurídico argentino sobre cuáles van a ser para nosotros las evaluaciones de impacto ambiental y cómo vamos a demostrar que las empresas que vienen a invertir desde el extranjero no contaminan el ambiente, vamos a seguir viviendo en un híbrido donde las provincias pueden determinar sin grandes consecuencias cuáles son para ellas esas evaluaciones. Si no tenemos una Ley de Evaluación de Impacto Ambiental a nivel nacional —advirtió Ríos—, es muy difícil que podamos determinar parámetros estándares para que un empresario que quiera venir a invertir no tenga un conflicto legal permanentemente en este país. El RIGI es contrario al orden jurídico actual. Si vos hacés una diferencia ante la ley entre una empresa grande y una chica, lo más probable es que yo te declare inconstitucional esa parte de la norma. Lo que más me preocupa es que a las empresas extranjeras les dejen llevarse los recursos naturales como quieran, les den exenciones impositivas y les permitan no tener sus inversiones integradas a los mecanismos productivos del país”. 

En cambio, Almirón dijo que “eso de que no hay mediciones de las consecuencias de la explotación de los recursos naturales es una interpretación muy subjetiva. Con ese criterio los países desarrollados no podrían haber llegado a los estándares de competitividad a los que han llegado en los últimos años. Quedaríamos muy atrás con un razonamiento muy rígido respecto al ambiente. En Argentina los bonos verdes tienen cada vez mayor aceptación porque otros países valoran que este país no produzca y siga pudiendo ser la reserva ecológica mundial. Pero mientras nosotros somos eso, el resto de los países sigue generando valor agregado a su materia prima y sigue mejorando su calidad de vida. Entonces si vas a medir en función de no aumentar tu PBI con argumentos que son muy radicales respecto al cuidado del ambiente y no hay inversiones por las consecuencias en el impacto ambiental, y si a eso le agregás la falta de credibilidad y seguridad jurídica, estamos muy lejos de sacar el país adelante. Yo no comparto la Agenda 2030, no creo que ese sea el camino para los países que quieran desarrollarse”. 

La agenda a la que se refirió el diputado también se conoce como Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Se estableció en septiembre de 2015 en la Asamblea General de las Naciones Unidas. En aquella oportunidad 193 jefes de Estado aprobaron un documento que contiene 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y 169 metas que se deben aplicar de forma universal. El Gobierno nacional argentino que asumió en diciembre de 2015 en ese momento tomó el compromiso de implementar esa agenda mundial a nivel local. Entre sus objetivos se encuentran el de garantizar el acceso a una energía asequible y no contaminante así como a modalidades de consumo y producción sostenibles, adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para el desarrollo, promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la biodiversidad, entre otros. 

Hay que recordar que el extractivismo implica arrancar los recursos naturales y materias primas de la tierra, tales como diamante, oro, plata, cobre, madera y petróleo, entre otros, para venderlos en el mercado mundial. “El principal destinatario del RIGI son las grandes empresas mineras, cuyo principal insumo es el agua. Argentina es el cuarto país del mundo con más conflictos ambientales en torno a la minería, y estamos hablando de un régimen que no tiene precedentes en el mundo. A las inversiones que lleguen se les dan unos beneficios que son absurdos para la explotación en el país”, afirmó Micaela Oroz, referente de la organización ambientalista “Ahora qué?”.

Oroz contó que existen diferentes líneas de pensamiento en el ambientalismo respecto de actividades como la minería y el fracking, una técnica para aumentar la extracción de gas y petróleo de los subsuelos que promueve la fractura de las montañas para extraer minerales e hidrocarburos. Dijo que existe una postura “más dialoguista” que si bien reconoce que esas actividades extractivistas son las principales emisoras de gases de efecto invernadero y generan consecuencias ecológicas como el cambio climático y la crisis de biodiversidad y de gestión de los plásticos, sostiene que la mayoría de los países que hoy impulsan las restricciones a las actividades de impacto ambiental pudieron desarrollarse por la explotación de los recursos en los países subdesarrollados. “Esta línea sostiene que el extractivismo está mal, pero pone en entredicho una oposición tajante a todo, pensando en el desarrollo estratégico a largo plazo para que pueda realizarse una transición ecológica, energética, económica y social, porque a fin de cuentas no se trata sólo de la preservación del ambiente sino también de mejorar la calidad de vida humana”, puntualizó Oroz, y aclaró que esa es la corriente de pensamiento que ella sostiene. Por otra parte, dijo que existe una postura “más purista”, que propone frenar todo tipo de actividad extractivista. “Es una línea súper respetable y valorable, porque sólo del pragmatismo no puede vivir un movimiento y está bueno que haya posicionamientos más puros también”, opinó Oroz. 

Por su parte, Monkes dejó entrever una mirada similar a la de Oroz al afirmar que “no discutimos tanto el proceso productivo en sí sino la postura política que tomás a la hora de encarar esa matriz productiva. Yo no estoy en contra de que explotemos gas; quiero una matriz energética verde pero eso en el corto plazo es irreal. El problema que tenemos hoy es que nadie planifica hasta dónde explotar el gas, simplemente mientras sea rentable se va a hacer. Ese es el pensamiento extractivista, que sólo mide una variable económica y mercantil a la hora de pensar la matriz productiva”. Y ahí viene el RIGI para instalar ese criterio. “El RIGI fomenta esa posición política y filosófica, que hace que no podamos mantener producciones que capaz no son rentables desde lo económico pero que son enormemente productivas desde lo ambiental, como las agroecológicas, que buscan no modificar el paisaje para producir alimentos sino adaptar los alimentos al paisaje. Esto es: tratar de aprovechar los bichos naturales que haya en la zona y que se pueden comer plagas, asociar cultivos porque se benefician mutuamente y alejar cultivos que compiten y, llegado el caso, reducir insumos de síntesis química, como pesticidas y fertilizantes. Yo no tengo una postura tan puritana con la agroecología, porque si hay una plaga que se desmadró en un año determinado por equis motivo ecológico azaroso, no me parece mal que se aplique un fungicida o un insecticida para matar esa plaga porque estás perdiendo la producción. Otros tienen una mirada más purista, para mí se trata de aplicar principios ecológicos a la producción agropecuaria tendiendo a reducir insumos químicos”. 

En cuanto a cómo podría afectar el RIGI a las economías regionales y a los pueblos que habitan las tierras en las que se encuentran los recursos naturales más codiciados, Oroz aseguró que “el RIGI va en contra del Artículo 124 de la Constitución Nacional, que establece que corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales que están en sus territorios. También va en contra del Artículo 75, Inciso 17 que afirma que los pueblos indígenas preceden al Estado nacional en esos territorios, y reconoce sus derechos sobre esas tierras. Además está el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que estipula la consulta previa, pública, libre e informada y la autonomía de las comunidades respecto a sus formas de desarrollo”. 

“Las provincias petroleras patagónicas o las provincias del norte con la industria energética cobran regalías que les permiten recibir ingresos por el solo hecho de que determinadas cosas estén o pasen por ahí sin la más mínima inversión ni proyección. En ese sentido, las provincias tienen un sistema que garantiza que todo tipo de industria tenga efectos directos e indirectos que mejoran sustancialmente las economías provinciales y regionales —objetó Almirón—. Tenemos que ser conscientes de que si bien tenemos recursos naturales, también existen otros países que son altamente competitivos con nosotros. En la reunión que tuvo el presidente de la Nación con Elon Musk, este empresario reconocido a nivel mundial no le ponía tanto el ojo al litio sino más bien al cobre. Y de lo que lleva explotado Chile, Argentina explotó solamente el 10% en el mercado de cobre, nos queda todo para crecer. Si se nos va la posibilidad de atrapar grandes inversiones, se van a ir a otros países”. 

“No comparto esa interpretación de que los pueblos preceden a nada, eso no es así —siguió Almirón—. El concepto de Estado-Nación aparece a mediados del siglo diecinueve y el Estado argentino se funda en cumplimiento de pactos preexistentes. Esa discusión es de tinte separatista, es una interpretación muy maliciosa respecto de la identidad de Argentina y tiende a generar desorden. Una cosa son los derechos de los pueblos originarios respecto a su identidad y otra cosa son los derechos sobre el territorio. Nadie desconoce su identidad, pero el derecho a la propiedad acá tiene un sistema de registración, que lo pone la Constitución y el Estado argentino que gobierna a través de sus representantes, no a través de abstracciones jurídicas o filosóficas. Los derechos subjetivos de los pueblos originarios no tienen nada que ver con los derechos del Estado-Nación argentino”. 

Para Ríos “hemos avanzado, por suerte, con el Acuerdo de Escazú, pero al margen de eso creo que estamos todos de acuerdo con que cada pueblo pueda tomar decisiones sobre lo que se haga con su territorio. Con el RIGI hay que estar alertas de que cuando lleguen las inversiones hay que ver qué pasa al final del camino: qué hicimos con el recurso explotado, cómo lo explotamos y qué fue lo que quedó. Existen muy buenos modelos, como Noruega o Suecia, que con las inversiones crean fondos que hoy les sirven para solventar las jubilaciones y pensiones. En Noruega cerraron una empresa de explotación de carbón súper importante, con un ingreso que era multimillonario, por conciencia ambiental”. 

Quienes defienden la aprobación del RIGI sostienen que esta política va a generar empleo y que se trata de un instrumento para que Argentina deje de ser un país subdesarrollado. “Eso es absurdo. Los mecanismos del RIGI apuntan a que Argentina se condene a ser un exportador de commodities porque no tiene ningún incentivo para el desarrollo local. Yo no veo cómo puede potenciarnos una política que va en detrimento de la industria nacional”, opinó Oroz. 

“Yo creo que la relación entre países desarrollados y subdesarrollados —señaló Monkes— no se rompe con este tipo de inversiones sino con posturas más soberanas a la hora de pensar un país. Naciones que supuestamente van a venir a invertir, pueden dar media vuelta e irse porque no hay ninguna restricción a que vengan, hagan negocios y se lleven esos dólares”.

 En cambio, Ríos apuntó que “el RIGI va a generar un empleo temporal y no va a llevar al desarrollo. Esta política viene a decir a las empresas: ‘Argentina está de oferta, quién es el mejor postor, vengan que nosotros les garantizamos que no les vamos a tocar la plata’”. 

En caso de aprobarse la ejecución del RIGI, las empresas que queden englobadas dentro de él tendrán beneficios económicos y jurídicos por 30 años, entre los que se destacan la importación de máquinas e insumos sin pagar aranceles ni priorizar a los proveedores locales y la reducción del impuesto a la ganancias del 35% al 25%. “El RIGI es ilógico por donde lo mires. Si se ejecuta, podría ser la cosa más dañina que nos ha pasado en los últimos cuarenta años. Estados Unidos, que es el país que Milei más admira, tiene un plan antiinflacionario que es extremadamente proteccionista y que tiene consenso entre demócratas y republicanos”, comentó Oroz. A su vez, Ríos aseguró: “Las excepciones impositivas que propone el RIGI son ilógicas, no tienen antecedentes en el mundo. No generan ningún valor agregado en el país, el único valor es que ingresó el dólar. Lo importante es que con esa plata que vos estás girando pagues impuestos, me ayudes con el desarrollo productivo de mi país, me garantices que no me dejás contaminado el ambiente. Si vos me dejás estructuralmente la situación en mejores condiciones de las que llegaste, por supuesto que girala, si yo necesito que lleguen inversiones extranjeras al país y necesito explotar el litio para hacer la transición energética. Pero yo no estoy a favor de que lo hagas con excepciones impositivas, sin un mecanismo de control y sin mejorar los procesos, porque si vos usás el agua y la dejás evaporarse a la atmósfera, se me termina secando el río, entonces te llevaste el litio y me dejaste un río seco, sin desarrollo y sin pagar impuestos. Eso no le sirve a nadie”.

Por otro lado, el texto del proyecto de ley indica que si surgiera alguna controversia entre el Estado nacional y las empresas adheridas al régimen en cuanto a la ejecución, aplicación, alcance o interpretación del RIGI, “se resolverá, en primer lugar, mediante consultas y negociaciones amistosas”. Si esto no fuera posible, la disputa se resolverá según el reglamento de arbitraje de la Corte Permanente de Arbitraje (CPA) o el de la Cámara de Comercio Internacional (CCI) o el del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). “El CIADI es una corte norteamericana que siempre falla en contra nuestro, lógicamente”, advirtió Oroz. Por su parte, Ríos opinó al respecto: “Les estás cediendo la soberanía de poder litigar en otro tribunal, porque vos como Estado tenés la potestad, en determinadas cuestiones, de decidir en qué jurisdicción vas a litigar y eso te da garantías. Por ejemplo, los Estados que te prestan plata, lo hacen con la jurisdicción de Estados Unidos, es decir, vas a litigar en ese país porque es el que se elige cuando se pacta el acuerdo internacional”. 

Ahora bien, es válido preguntarse qué otro modelo de desarrollo se podría proponer en contraposición al que pretende establecer el RIGI. “Depende de la ideología. El modelo que a mí más me gusta es uno que sepa que si vas a extraer los recursos naturales, al final del camino vos tengas las inversiones que trajiste integradas al modelo productivo, que los impuestos que cobres a esas megainversiones te garanticen que vas a tener un desarrollo en tu país, fondos para la educación, para el desarrollo de industrias competitivas de tu Estado, como la del conocimiento”, expresó Ríos. 

“Pienso que podemos crear economías de escala a nivel regional, si es a nivel internacional todavía mejor, en las que se generen incentivos para el desarrollo de la transición energética, que me parece que es el punto principal para impulsar el desarrollo sostenible. Esto significa dejar de consumir una energía basada en combustibles fósiles, como petróleo, gas y carbón, y pasar a basarnos en energías renovables y limpias, como la eólica y la solar, incluyendo la hidroeléctrica y nuclear, porque tienen menores o nulas emisiones de gases de efecto invernadero”, enfatizó Oroz. “Yo creo que la agroecología es una herramienta para construir soberanía alimentaria”, opinó Monkes. 

Ya pasaron muchos años desde aquella Conferencia de Estocolmo que inspiró a la ONU a crear el Día Mundial del Medio Ambiente, pero en Argentina y en el mundo se insiste con la ejecución de políticas que parecen ir en contra de la preservación y mejora del ambiente, un hecho que invita a preguntarse entonces qué es lo que motiva ese accionar en los diferentes países. “Acá hay que hacer un diagnóstico —subrayó Ríos—. La discusión del nivel de preocupación por los temas ambientales es muy reciente, empezó a subir en intensidad a partir de la década del ‘90, con mucha retórica pero con poca acción. Naciones Unidas determinó que el ambiente es un derecho humano recién en 2022. Yo creo que en Argentina tenemos muchas inconsistencias en nuestro sistema ambiental porque no tenemos diálogo político. Hace veinte años que no podemos tener un acuerdo político entre los partidos. Si no podemos acordar en cuestiones mucho más básicas como la educación, es muy difícil que acordemos un modelo productivo o cuáles son los límites de explotación de nuestros recursos naturales. La falta de instituciones sólidas en nuestro país lleva a tener una falta de desarrollo normativo”. 

A Oroz la desvela, y mucho, que se baje el tono de advertencia sobre el cambio climático. “Uno creería que una amenaza tal como la extinción masiva de especies lograría trascender a los colores políticos. Afortunadamente, en nuestros diálogos con la política más tradicional encontramos mucha más receptividad en torno a estas temáticas, pero el peligro de los discursos de ultraderecha, que tiene el actual Gobierno, es que pretenden desandar debates que ya tenemos saldados hace décadas y eso me preocupa mucho. Que se relativice el consenso que hay sobre el cambio climático es muy peligroso”. 

“Creo que se insiste en políticas como el RIGI porque no tenemos clara la salida, no sabemos entretejer los reclamos ambientales con un mundo cada vez más globalizado, complejo e interrelacionado y a la vez tan fluido, porque el capital va doblegando a cada país por separado. Yo creo que hay que avanzar en una gobernanza mundial que controle esos capitales que se mueven tan fluidamente entre los países”, concluyó Monkes. 

«Esto es disciplinamiento»

«Esto es disciplinamiento»

Tras ser denunciada por el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona por instigación al delito, la periodista Nancy Pazos, en diálogo con ANCCOM, expresa el miedo que sintió al conocer la noticia: “Es un mensaje no solo para mí, sino para todos mis colegas”, sostiene.

«Yo no soy el enemigo, Javier Milei. Se lo digo a usted señor Presidente. Yo no soy el enemigo, señor Ministro de Justicia, que acaba de perder el tiempo presentándose ante un juzgado federal para demandarme a mí –afirmó la periodista Nancy Pazos en su programa radial de este martes 4 de junio–. “Estoy intentando rever qué diablos dije que les incomodó. Me siento intimidada».

En su habitual editorial de apertura, la conductora compartió con sus oyentes la noticia de la denuncia en su contra presentada por el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, asignada por sorteo 24 horas antes, el día del Ni Una Menos, al Juzgado Federal y Correccional N° 4, acusándola de instigación al delito. No fue la única periodista en ser denunciada, también lo fue su colega Darío Villarruel, en un expediente que tramita en el Juzgado Federal y Correccional N° 2.

Cúneo Libarona asumió en su cargo el 10 de diciembre pasado. Abogado, docente y panelista, representa una pieza clave dentro del equipo del Presidente, sindicado de ser uno de los redactores del DNU 70/2023. Acerca de las denuncias contra Pazos y Villarruel, al cierre de esta nota aún no se ha pronunciado sobre qué lo motivó a realizarla.

«No entiendo que el Gobierno de Javier Milei me acuse a mí, cuando el mismo Presidente se hizo público y conocido diciendo barbaridades por los medios de comunicación», señala Pazos.

Entrevistada por ANCCOM, Pazos confiesa el temor que le provocó oír la noticia de la denuncia. “Soy periodista en este país hace 37 años, empecé a trabajar a fines de los 80, y desde Alfonsín para acá conocí a todos los presidentes de la democracia. Como profesional soy muy aguda y muy incisiva con respecto a mis preguntas o mis planteos, y en general siempre hice periodismo de oposición, en el sentido de que la mejor manera de ejercer el periodismo que es cuestionar el poder de turno. Simplemente lo que hago en todos los lugares donde trabajo es ejercer mi profesión. Nunca me pasó una cosa así y, la verdad, no soy la misma que ayer, porque no tengo vocación de heroína. Soy solo una periodista que se levanta todos los días a las 4:30 para laburar, llevar la guita a su casa y así sostener a su familia”.

“Me sentí amedrentada, me dio miedo –continuó–. Por más que yo tenga un carácter fuerte de aquellos, y por más de que cuando se me pase voy a tratar de que todo siga igual, esto es grave. Es el poder cuestionándote a vos, es el poder intentando meterte presa porque el delito del que se me acusa tiene hasta seis años de prisión. No entiendo que el Gobierno de Javier Milei me acuse a mí, cuando el mismo Presidente se hizo público y conocido diciendo barbaridades por los medios de comunicación. Soy una periodista democrática y he contribuido con la democracia de este país mil veces, no sólo en mi trabajo público y periodístico, sino también haciendo que gente dentro del mundo de la esfera política que se detestaba se conociera y tendiera puentes. Así es como concibo la política, tiene que tender puentes. Me considero una persona ‘recontra’ de esta democracia y no me merezco esto, no me lo merezco. Por último, me parece que es un mensaje no solo para mí, sino para todos mis colegas. Esto es disciplinamiento, eso es lo que intentan: disciplinar”.

Oriunda de Villa Soldati, Pazos estudió la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la UBA. Trabajó como redactora en diversos medios como Diario Sur, El Porteño, Página/12, Crisis, Clarín, El Cronista, Perfil e Infobae. Es conductora de radio y televisión, y a lo largo de su carrera se desempeñó en Radio Mitre, Rivadavia, la Diez, la Uno, Rock and Pop, y Radio 10.

En lo que concierne a encontronazos con periodistas, el propio mandatario Javier Milei posee un historial complicado, que incluye desde destrato e insultos y hasta gritarle “burra” a una periodista salteña en junio de 2018, en vivo en un programa de TV. Con estos antecedentes, no sorprende que uno de sus funcionarios arremeta contra figuras del periodismo, pero las preguntas, en las vísperas de un nuevo Día del Periodista, persisten: ¿Será el inicio de una serie de ataques contra la libertad de expresión? ¿Dónde queda el derecho a comunicar libremente?

«Está naturalizada una lógica de la punición  y el sacrificio»

«Está naturalizada una lógica de la punición y el sacrificio»

El escritor brasileño Rodrigo Nunes presentó su libro “Bolsonarismo y extrema derecha global: Una gramática de la desintegración” y desplegó los puntos en común entre los gobiernos de Bolsonaro y Milei. ANCCOM conversó con el autor.

El escritor brasileño Rodrigo Nunes visitó la Argentina para presentar su nuevo libro Bolsonarismo y extrema derecha global: Una gramática de la desintegración. El profesor e investigador de la Universidad de Essex dialogó con el periodista Daniel Tognetti y el politólogo Diego Sztulwark en la Cazona de Flores el viernes último en un encuentro organizado por la editorial Tinta Limón. La gira del autor se extendió a la ciudad de Rosario donde también presentó su trabajo en el Museo de la Memoria. La gira buscó reflexionar sobre lo sucedido en Brasil y la actualidad argentina, en ese marco ANCCOM dialogó con el autor.

Con la sala colmada de vecinos y vecinas, comenzó el conversatorio con las primeras preguntas: “¿Qué representa el nombre de Bolsonaro?” y “¿Qué representa el nombre de Milei?” Con el objetivo de pensar el avance de los partidos de extrema derecha en Latinoamérica, con el apoyo de amplios sectores de la sociedad, a pesar de su memoria, los significantes Milei y Bolsonaro fueron protagonistas. El pasado de Brasil puede ser comparado con el presente de la Argentina, dijo Nunes al presentarse como “una persona del futuro”. Y amplió: “Llega al poder la derecha por críticas a la corrupción de gobiernos populares clasificando al Estado como gastadero de plata y prometiendo acabar con el comunismo. Siendo inevitable también relacionarlo con el negacionismo, polarización, fake news y autoritarismo”.

¿Por qué el neoliberalismo escoge utilizar “gramáticas de desintegración»?

Está presente una naturalización de una gramática moral basada en el individualismo y en una lógica de punición y sacrificio que está desde el principio en el neoliberalismo. La extrema derecha hoy juega con la dirección natural de las cosas que es la desintegración. El mundo deviene cada vez más conforme al discurso, mientras que se reconoce el rumbo y se acelera. Estamos en una lucha cada vez más violenta en donde las expectativas son más decrecientes y los recursos no son suficientes para todas las personas. Esta es una nueva forma de organización, y una de las fuerzas de la derecha, que coincide con el colapso ecológico. Si ya se ha aceptado que no hay nada para que no colapse el mundo, la propuesta tiene algún sentido. 

 

A los gobiernos neoliberales siempre se los acusó de fascistas por el tinte autoritario que cargaban, ¿en Brasil hubo fascismo?

Fue un tema muy importante cuando asumió Bolsonaro y cuando apareció en la escena política. Pero hay que pensar bien previamente qué es lo que se pretende hacer con el término para clasificarlo como tal. No es necesario llamarlo como fascista aunque se quiera ordenar etimológicamente, porque eso no le mejora la vida al que está en la calle. Termina siendo una concepción filosófica que puede producir una trampa, quitando el foco en lo realmente importante. Tampoco son las mismas condiciones que en el fascismo de 1920 y por eso es mucho más interesante estudiar la forma de organización de extrema derecha actual, el estudio en sí es enriquecedor. Yo no sé si tuvimos fascismo en Brasil, todavía es una cuestión abierta pero al asumir Bolsonaro el pacto democrático efectivamente se rompió.

No es necesario llamarlo como fascista aunque se quiera ordenar etimológicamente, porque eso no le mejora la vida al que está en la calle. Termina siendo una concepción filosófica que puede producir una trampa, quitando el foco en lo realmente importante.

Rodrigo Nunes

¿Pueden pensarse a los trolls como una nueva figura hegemónica de derecha?

Los trolls son una experiencia online poco tratada y combatida, mientras que en las redes sociales cada uno las utiliza como formas de autoexpresión. Pero existe por detrás un algoritmo que condiciona los contenidos que aparecen, aunque sea invisible y se desconozcan las estructuras manipuladoras. Al darle a unas pocas plataformas el poder de controlar toda la circulación de información en el mundo político, es motivo suficiente para plantear algún tipo de regulación para no seguir reproduciendo un gobierno algorítmico.

 

 

¿Cuál es el rol de la izquierda actual y qué desafíos enfrenta?

Los trolls junto a la extrema derecha se presentan como antisistema y es por eso la adhesión de las clases populares. La sociedad al alimentar a estos trolls, sin ponerles un freno, permite a la extrema derecha avanzar. Lo antisistema ya no está vinculado con la izquierda y es por eso que se necesita con urgencia hacer mediaciones progresistas para combatir las mediaciones de derecha. La izquierda tiene un gran desafío por delante donde tiene que tener un constante movimiento y armarse para que no pasen sobre nosotros.

 

El conversatorio dejó la sala en silencio, con un dejo de incertidumbre en el ambiente. A pesar de que el debate no está resuelto, permitió pensar sobre el rol que tienen los ciudadanos para combatir a la derecha en diferentes esferas sociales y lo elemental que es caracterizar a estos gobiernos para tener mayor claridad sobre a quiénes nos enfrentamos.

A medio siglo de la Masacre de Pacheco, hablan los sobrevivientes

A medio siglo de la Masacre de Pacheco, hablan los sobrevivientes

En la medianoche del 29 de mayo de 1974, un grupo armado de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) secuestró y asesinó a tres militantes del entonces Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Uno de los crímenes que preanunció el modus operandi de la dictadura.

A finales de mayo de 1974 la Argentina vivía un atípico período democrático, luego de años de golpes de Estado y elecciones sin la participación del peronismo, principal fuerza política que estuvo proscripta entre 1955 y 1973. Juan Domingo Perón había regresado definitivamente de su exilio y con 78 años en su almanaque gobernaba por tercera vez el país. Pero el líder del Partido Justicialista exhibía rasgos del agotamiento típicos de una persona de su edad y el país atravesaba semanas de turbulencias e incertidumbre.

El surgimiento de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) fue el prólogo de una etapa negra de la historia nacional, que tuvo su desenlace en la última dictadura cívico-militar con la desaparición de 30.000 personas y el secuestro de más de 400 bebés, entre otros hechos aberrantes.

Esa organización armada paraestatal fue ideada por el entonces ministro de Bienestar Social, José López Rega, y se terminó de conformar en esas semanas de otoño con lo peor de la Policía Federal y las Fuerzas Armadas. Su accionar ganó peso en los últimos meses de vida de Perón y la posterior llegada de su esposa Isabel Martínez de Perón a la Casa Rosada le dio luz verde para perseguir a los sectores de la izquierda. Operó de manera sangrienta durante poco menos de dos años, con una lista que alcanzaría los mil asesinatos en plena democracia.

Junto a Carlos Mugica, el emblemático cura de la Villa 31, tres militantes del entonces Partido Socialista de los Trabajadores (PST) fueron de las primeras víctimas fatales en engrosar esa nómina: Oscar Dalmacio “Hijitus” Meza (27), Antonio “Tony” Moses (23) y Mario “Tano” Zidda (22).

Todos ellos compartían militancia en la zona norte del Conurbano, donde confluían en el local que la fuerza política de izquierda tenía en el cruce de las calles Brasil y Belgrano, en la localidad de Pacheco, partido de Tigre. Allí no solo convivían, sino que también compartían sus vivencias dentro del sindicalismo fabril y sus sueños por cambiar al mundo.

Meza, el más experimentado de los tres, era un delegado metalúrgico que trabajaba en los astilleros Astarsa y era considerado un importante cuadro de la oposición en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM); Zidda, el más joven, militaba en la Juventud Socialista de Avanzada y era presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela Técnica Nº1 de Pacheco; mientras que Moses era un obrero de la fábrica Wobron y estudiaba en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires. Este último fue quien resistió la embestida del grupo paramilitar y permitió que varios de sus compañeros puedan escapar por los techos y no ser capturados.

Los tres fueron secuestrados y asesinados en la noche del 29 de mayo de 1974 por una patota de la AAA, que se los llevó, los acribilló y arrojó sus cuerpos en un descampado del partido de Pilar. Una acción que a posteriori fue conocida como la Masacre de Pacheco, que serviría de botón de muestra de lo que ocurriría en los siguientes años. A medio siglo de ese crimen, sobrevivientes y compañeros de militancia lo recuerdan en diálogo con ANCCOM.

 en 2020“Resistimos hasta donde pudimos”

Roberto Zanetti era uno de los militantes del PST que estaba presente aquella noche de mayo en el local de Pacheco y hoy vive para contarlo. En medio de varias consultas de diferentes medios por el aniversario del hecho, describe como si fuera hoy aquel suceso.

«Habíamos hecho una reunión y después algunos nos quedábamos porque al otro día teníamos que ir a trabajar. Por eso había muchos compañeros en el local”, detalla.

El asesinato del dirigente sindical Inocencio “Indio” Fernández, delegado del PST en la fábrica Cormasa, había encendido las alarmas y por esa razón se habían reforzado las medidas de seguridad. Sin embargo, en ese momento nadie imaginaba todo lo que ocurriría después.

«Pudimos resistir un tiempo y escapar por atrás, pero el resto de los compañeros quedaron atrapados entre esa salida y la entrada de adelante del local», relata uno de los sobrevivientes de la Masacre de Pacheco.

“Nosotros íbamos a proteger el local también, algo que no sé si fue una buena medida. De hecho, hoy hay toda una discusión sobre eso, pero era lo que hacíamos. Resistimos hasta donde pudimos”, agrega Zanetti.

José “Chiquito” Moya era uno de los responsables del local partidario, pero el destino quiso que aquella noche no estuviera presente. Aún lamenta no haber estado allí, aunque cree que si hubiese sido así hoy no estaría con vida.

“Lo había alquilado yo. Para poder mantenerlo abierto, nos ayudábamos y lo tomábamos como una casa. Nosotros ahí éramos cinco compañeros que aportábamos para el alquiler de la casa, para que sea más llevadero”, recuerda.

El ataque a la sede del PST en Pacheco fue el primer atentado contra un partido político legal. “Es cierto que sacábamos pocos votos, pero estábamos dentro del sistema”, considera.

“Por el volumen, fue una operación militar. Algo a lo que después nos acostumbraríamos en la dictadura”, agrega.

El grupo de tareas de la AAA se llevó del local a Moses y Zidda dentro de sus autos junto a Meza, a quien habían identificado en la calle para secuestrarlo, no sin antes acribillar el inmueble. De hecho, medio siglo después, las marcas de las esquirlas siguen allí.

“Hubo disponibilidad y logística aplicada. Y tuvieron zona liberada, porque la comisaría está a 12 cuadras y con toda la balacera que hubo no mandaron ni un patrullero”, lamenta Moya.

Por otra parte, también secuestraron a tres mujeres que militaban en la fuerza de izquierda, a quienes le propinaron varios golpes y las arrojaron en un baldío de la localidad de El Talar, a metros de las vías. “Las dejaron entre unos yuyos y después las volvieron a buscar, pero se escondieron y no las encontraron”, cuenta Zanetti.

Aquella noche también estuvo presente Carlos “Gallego” Quintana, quien entonces tenía 16 años y militaba en la rama estudiantil del PST. Al ser menor de edad, volvió a su casa antes de las 22 y no estuvo presente al momento del ataque de la patota paramilitar. No obstante, aún recuerda nítidamente lo que ocurrió.

“Me enteré al otro día, porque vivía a 10 cuadras y había un compañero que vivía a cinco cuadras y escuchó todo el tiroteo y salió corriendo para ver qué había pasado, pero ya se habían ido. Los vecinos fueron los que nos relataron todo lo que pasó”, rememora.

“Nosotros ya veníamos discutiendo que se podía venir algo muy pesado, que se iba a venir un ataque. El primer llamado de atención que tuvimos fue el 1° de mayo cuando Perón trata de imberbes a los Montoneros. Ahí empezamos a pensar que iban a querer hacer una limpieza en el sector de la izquierda peronista, que también nos iba a afectar a nosotros”, analiza.

«Pensábamos que se podía venir un golpe y que lo de la Triple A era una apertura para eso. Pero no creíamos que pudiera ser de la manera en la que fue», considera, en tanto, Zanetti.

“Lo del ‘Indio’ fue un aviso, pero eso lo entendimos después. Esperábamos alguna provocación, que tiren algún cohete, pero no un ataque de tal magnitud”, asegura Moya.

“Esto fue un ensayo de lo que se iba a venir, porque en el 74 hubo atentados y asesinatos de dirigentes de izquierda en general. En el acto homenaje que se hizo en Once habló el diputado nacional Rodolfo Ortega Peña, del peronismo de izquierda, que denunció directamente a Perón y a todo su círculo por el atentado y a las pocas semanas lo asesinaron a él”, sostiene Quintana.

A partir del ataque, la mayor influencia de la Triple A y el golpe que llevó a las Fuerzas Armadas a la Casa Rosada, los militantes tuvieron que tomar recaudos. Incluso, muchos de ellos pasaron a la clandestinidad para poder subsistir.

«Entrábamos a la fábrica por diferentes lugares, cambiábamos de casa cada 15 días. Nos buscaban mucho”, recuerda Zanetti sobre aquel período.

Los tres entrevistados consideran que su fuerza política fue víctima de la Masacre de Pacheco por su fuerte presencia en las fábricas de la zona norte del Conurbano, algo que causó malestar en lo que ellos reconocen como la burocracia sindical.

“La UOM entonces era la columna vertebral del movimiento obrero. Nosotros tuvimos el atrevimiento, entre comillas, de armar una lista opositora nada menos que a Victorio Calabró, que en esa época ya era gobernador. Hay que recordar que fue el único tipo que esperó para entregarle las llaves de la Gobernación de Buenos Aires a los milicos. Decir que era un facho se queda corto”, sostiene Moya.

“En zona norte teníamos una presencia importante, competíamos con la izquierda peronista, con los Montoneros. Éramos un sector que tenía cierto poder y no podían permitir que siguiéramos avanzando”, explica Quintana, en relación a las causas del ataque.

“Estos grupos paramilitares, que estuvieron en la dictadura militar, utilizaron la excusa de aniquilar a la guerrilla, que ya estaba aniquilada desde antes, según consta por la CONADEP. Ricardo Balbín dijo algo así como que había que aniquilar a la guerrilla fabril. Eso eran nuestros compañeros, que eran simplemente luchadores antiburocráticos”, asegura.

Lo que ocurrió aquella noche del 29 de mayo de 1974 en General Pacheco llegó a la Justicia e, incluso, hubo una condena para los autores materiales e intelectuales en primera instancia. Julio Yessi -secretario de López Rega-, Salvador Siciliano -torturador de la Triple A y empleado de Casa de Gobierno- y Eduardo Fumega -subinspector de la Policía Federal- fueron condenados a reclusión perpetua por la jueza María Romilda Servini de Cubría en 2016. No obstante, la Cámara de Apelaciones, integrada por Leopoldo Bruglia, Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi, absolvió a Julio Yessi en 2020.

“Guardar alguna esperanza en un rinconcito del corazón de que la Justicia haga algo es muy difícil. Te queda un gusto a poco”, lamenta Moya.

 

“Esos compañeros querían tener un país libre”

A medio siglo de la Masacre de Pacheco, los militantes del entonces PST recuerdan la figura de “Hijitus” Meza, “Tony” Moses y el “Tano” Zidda.

“Con quien mayor relación tenía era con ‘Hijitus’, porque él vivía ahí conmigo y yo había sido quien le abrió la puerta a la organización. En realidad, se la abrió solo, porque en Astarsa llegamos a tener un grupo muy importante de compañeros siendo un partido bastante marginal”, relata Moya.

Quintana también elogia a Meza y sostiene que guarda “muchos recuerdos” de él y el resto de sus compañeros, aunque reconoce que pensar en su trágico final lo pone mal. “Eran todos muy buenos”, asegura.

“En esa época había mucha solidaridad, compañerismo, los grandes nos enseñaban como hablar, como tratarlos, porque no es lo mismo hablarle a un obrero que a un estudiante. La camaradería que había en ese local no se olvida”, agrega.

Por su parte, Zanetti sostiene que Meza “era un tipo muy divertido”, mientras que del “Tano” Zidda guarda recuerdos de sus intervenciones en actos y asamblea.

De Moses no recuerda ningún rasgo en particular, pero sí pondera su acción para que el resto de los compañeros que estaban en el local pudieran escapar y salvar su vida: “Estuvo hasta el último minuto tratando de repeler el ataque de la Triple A”, sostiene.

«Los recuerdo con mucho cariño, mucho valor. Esos compañeros querían tener un país libre de opresión y libre en todos los sentidos”, remarca.

 

“Me da bronca que estemos reviviendo esto”

Luego de los juicios a las Juntas y, posteriormente, las condenas por delitos de lesa humanidad a los represores que secuestraron, torturaron y mataron -entre otros hechos aberrantes-, la discusión sobre la última dictadura cívico-militar parecía saldada.

Sin embargo, la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada con un discurso abiertamente negacionista, con la compañía de Victoria Villarruel, una dirigente ligada a los militares condenados por aquellos crímenes, puso en la superficie nuevamente lo que pasó en aquella época.

“Me da bronca que, después de toda la lucha que se viene llevando delante hace 50 años, estemos volviendo a revivir eso. Pero también da fuerza para resistir, porque uno está peleando porque se abran los archivos militares para saber dónde están los desaparecidos, los muertos, la lucha de las Madres”, analiza.

“Ellos tienen los medios de comunicación y están bombardeando constantemente y, lamentablemente, mucha juventud desconoce el pasado. Además, el peronismo podría estar dando la batalla contra el negacionismo y no la está dando”, agrega.

En tanto que Zanetti atina a remarcar que lo que está pasando actualmente es “muy triste”.

Por su parte, Moya asegura que le corre “un escalofrío por la espalda” cuando ve a Villarruel y considera que “quieren volver”.

“Las estructuras han quedado intactas, porque los responsables no están todos en cana. Una minoría está presa y otros se murieron de viejos, pero el sostén económico y empresarial sigue ahí”, argumenta.

“Habría que decir a los chicos que se los pueden enfrentar, que hay muchos hechos que demuestran que no son invulnerables, hay que buscarle la forma de sacárnoslo de encima. Hay condiciones, pero esas condiciones no vienen solas como la lluvia. hay que prepararnos, cada uno en su lugar, y poner el hombro”, alienta.

“Esto no es como la dictadura, que yo la viví y es mucho más dura y los asesinatos eran terribles y día por día, pero hay que seguir militando y darle el brazo a torcer a esta gente con las herramientas que tenemos”, cierra Quintana.

El gobierno misionero arregló con la policía pero sigue en conflicto con el resto de los estatales

El gobierno misionero arregló con la policía pero sigue en conflicto con el resto de los estatales

Los docentes continúan con el acampe en reclamo de un salario que los lleve por encima de la línea de indigencia. Los trabajadores de la salud y los judiciales tampoco aflojan.

Desde el 21 de mayo, docentes de diferentes lugares de la provincia de Misiones realizan un acampe en Avenida Uruguay y Trincheras, en la ciudad de Posadas, esperando respuestas a sus pedidos por una mejora salarial. El conflicto con el gobierno de Hugo Passalacqua se sigue profundizando y no aparecen las respuestas a los reclamos de los maestros que cobran un salario que no les alcanza para subsistir. También los trabajadores judiciales reclaman por sus salarios. Durante la madrugada de este miércoles, el gobierno logró desactivar el conflicto que más lo preocupaba, el acuartelamiento policial, llegando a un acuerdo por un incremento apenas superior a los 15 mil pesos. 

A pesar de las bajas temperaturas a las que están expuestos, los pedidos de los trabajadores del área de la Educación de Misiones no han sido apagados sino que cada vez hay más personas que se suman al reclamo. Lejos de que el clima se calme, la tensión y el conflicto va aumentando ya que, ante los reclamos por una mejora salarial, se están efectuando descuentos en los sueldos de aquellos que están participando en los paros.

‘’Estamos acá con la intención de que el gobierno escuche nuestro pedido, que es una real recomposición salarial, nosotros pedimos el 100% de aumento del básico, porque realmente los más perjudicados en lo que es la cuestión docente son las maestras de grado con un solo cargo que cobran 250.000 pesos. La vida, como es de público conocimiento, se ha encarecido’’ dijo a ANCCOM Gabriela Escobar, docente del nivel secundario que se encuentra en los acampes de Posadas desde hace una semana. Cabe recordar que un sueldo de 250.000 pesos coloca a una persona por debajo de la línea de la indigencia. ‘’Nosotros siempre decimos que Passalacqua, el gobierno actual, el gobernador actual de la coalición política de la renovación es el brazo ejecutor de las políticas de ajuste a nivel nacional y él las lleva a cabo acá en la provincia’’ continuó la docente.

 En el transcurso de la tarde del lunes, algunas autoridades de la provincia se acercaron a la ciudad de El Dorado, que se encuentra a unos 200 km de la ciudad de Posadas, para hablar con otros sectores docentes que allí se encuentran intentando buscar un camino de diálogo. ‘’Se está pendiente de eso pero no hay ninguna certeza. Eso podría llegar a salir el sábado pero nosotros estamos intentando que esa mesa esté más cerca, no tan alejada, porque la verdad es que las temperaturas son muy bajas, los docentes seguimos resistiendo, pero que nos tengan una semana más sobre las rutas y acampando en la ciudad de Posadas nos parece sumamente violento y deshumano por parte de este gobierno que tiene las herramientas para llamar pero no lo está haciendo’’, sostuvo Escobar.

 

De esta manera, durante el día martes se tomaron medidas a lo largo de toda la provincia. Se cortaron las rutas nacionales principales, la ruta 12, a la altura de las localidades de General Urquiza, El Dorado y Puerto Libertad, y la ruta 14 en determinados lugares, interrumpiendo el tránsito por varias horas como una manera de seguir manifestando y obtener una respuesta por parte del gobierno que sea de acuerdo con los pedidos y con las necesidades de los trabajadores. 

 A la vez, en Posadas también accionaba. ‘’Nosotros acá lo que hicimos fue un recorrido interno en la capital interpelando a los políticos de turno para que llamen a una mesa salarial paritaria, para que podamos sentarnos a dialogar porque la verdad es que no nos están dando respuesta, ni siquiera en acordar, en coordinar, una mesa de diálogo’’, prosiguió la docente desde el lugar de los reclamos. 

Pero no son solo los trabajadores de la educación los que están parando y reclamando al gobierno por mejoras salariales. Para sorpresa de muchos sectores, el área judicial también se encuentra en los reclamos por la obtención de un mejor salario. También cercano a este escenario, se encuentran los trabajadores del área de salud, quienes tomaron el Ministerio del sector desde el miércoles pasado y que, al igual que sus compañeros de reclamo, exigen un 100% de recomposición salarial. 

“La lucha tiene que ver con los bajos salarios que tenemos en particular los trabajadores de salud y en general los trabajadores estatales de esta provincia. Además de esto, que lo venimos padeciendo y que muchos compañeros manifestaron que la situación estaba tan crítica que iban a trabajar angustiados, y cuando digo compañeras y compañeros me refiero a todos los que componemos el equipo de salud, desde los médicos a aquellos que realizan la tarea de limpieza”, cuenta Helena Rodriguez, enfermera del Hospital de Oberá, de la provincia de Misiones, quien se encuentra en la toma del Ministerio reclamando por un salario digno y mejores condiciones de trabajo. 

El martes, después de una semana, los trabajadores fueron recibidos en el Ministerio. ‘’Nos tomaron nota e intercambiamos algunos estudios y cuadros que tenemos nosotros que respaldan el por qué del pedido del 100%. Hubo un compromiso de estudiar, de hablar con aquellos que tienen el máximo poder de decisión que, en el caso de esta provincia, no es solo el gobernador sino el Ministro de Hacienda, que es el que últimamente decide los aumentos de todos los estatales’’. De esta manera, los trabajadores pasaron a cuarto intermedio y esperan durante el día de hoy ser recibidos por las autoridades. 

‘’El trabajador necesita vivir dignamente, asegurarse de que cuando vuelva a su casa su heladera esté llena, que sus hijos también estén protegidos, que puedan ir al colegio porque sino pareciera ser que se va estrechando esto y nuestros hijos ni siquiera tienen derecho a tener una carrera universitaria’’ mencionó, recordando la falta de presupuesto para las universidades nacionales, cuya marcha nacional tuvo lugar hace poco más de un mes. 

‘’Estamos todos esperando, expectantes, tratando de unificar nuestra demanda que es el aumento salarial para el trabajador de salud pero entendemos que en general la situación del trabajador estatal en esta provincia está siendo muy ajustada. Los compañeros manifiestan a cada momento el hecho de no poder afrontar con los gastos de alimentos, de servicios, de transportes’’ manifestó Rodríguez a ANCCOM

Mientras tanto, durante la madrugada se llegó a un acuerdo entre los policías y el gobierno provincial. Pudieron negociar un incremento salarial de 15.521 pesos que se le aplicará al básico a partir del mes de junio y se extenderá proporcionalmente a las demás jerarquías. 

El resto de los trabajadores que se encuentran reclamando, del área de salud y de la educación, siguen a la espera de algún tipo de solución y de respuesta por parte del gobierno durante el día de hoy sin dejar de  recalcar como un logro que, por primera vez, la problemática del trabajador cruzó la provincia de Misiones, pasando a que los reclamos sean escuchados en todo el país.