Por Lucila Rojas Moreyra
Fotografía: Captura de pantalla.

Tras ser denunciada por el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona por instigación al delito, la periodista Nancy Pazos, en diálogo con ANCCOM, expresa el miedo que sintió al conocer la noticia: “Es un mensaje no solo para mí, sino para todos mis colegas”, sostiene.

«Yo no soy el enemigo, Javier Milei. Se lo digo a usted señor Presidente. Yo no soy el enemigo, señor Ministro de Justicia, que acaba de perder el tiempo presentándose ante un juzgado federal para demandarme a mí –afirmó la periodista Nancy Pazos en su programa radial de este martes 4 de junio–. “Estoy intentando rever qué diablos dije que les incomodó. Me siento intimidada».

En su habitual editorial de apertura, la conductora compartió con sus oyentes la noticia de la denuncia en su contra presentada por el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, asignada por sorteo 24 horas antes, el día del Ni Una Menos, al Juzgado Federal y Correccional N° 4, acusándola de instigación al delito. No fue la única periodista en ser denunciada, también lo fue su colega Darío Villarruel, en un expediente que tramita en el Juzgado Federal y Correccional N° 2.

Cúneo Libarona asumió en su cargo el 10 de diciembre pasado. Abogado, docente y panelista, representa una pieza clave dentro del equipo del Presidente, sindicado de ser uno de los redactores del DNU 70/2023. Acerca de las denuncias contra Pazos y Villarruel, al cierre de esta nota aún no se ha pronunciado sobre qué lo motivó a realizarla.

«No entiendo que el Gobierno de Javier Milei me acuse a mí, cuando el mismo Presidente se hizo público y conocido diciendo barbaridades por los medios de comunicación», señala Pazos.

Entrevistada por ANCCOM, Pazos confiesa el temor que le provocó oír la noticia de la denuncia. “Soy periodista en este país hace 37 años, empecé a trabajar a fines de los 80, y desde Alfonsín para acá conocí a todos los presidentes de la democracia. Como profesional soy muy aguda y muy incisiva con respecto a mis preguntas o mis planteos, y en general siempre hice periodismo de oposición, en el sentido de que la mejor manera de ejercer el periodismo que es cuestionar el poder de turno. Simplemente lo que hago en todos los lugares donde trabajo es ejercer mi profesión. Nunca me pasó una cosa así y, la verdad, no soy la misma que ayer, porque no tengo vocación de heroína. Soy solo una periodista que se levanta todos los días a las 4:30 para laburar, llevar la guita a su casa y así sostener a su familia”.

“Me sentí amedrentada, me dio miedo –continuó–. Por más que yo tenga un carácter fuerte de aquellos, y por más de que cuando se me pase voy a tratar de que todo siga igual, esto es grave. Es el poder cuestionándote a vos, es el poder intentando meterte presa porque el delito del que se me acusa tiene hasta seis años de prisión. No entiendo que el Gobierno de Javier Milei me acuse a mí, cuando el mismo Presidente se hizo público y conocido diciendo barbaridades por los medios de comunicación. Soy una periodista democrática y he contribuido con la democracia de este país mil veces, no sólo en mi trabajo público y periodístico, sino también haciendo que gente dentro del mundo de la esfera política que se detestaba se conociera y tendiera puentes. Así es como concibo la política, tiene que tender puentes. Me considero una persona ‘recontra’ de esta democracia y no me merezco esto, no me lo merezco. Por último, me parece que es un mensaje no solo para mí, sino para todos mis colegas. Esto es disciplinamiento, eso es lo que intentan: disciplinar”.

Oriunda de Villa Soldati, Pazos estudió la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la UBA. Trabajó como redactora en diversos medios como Diario Sur, El Porteño, Página/12, Crisis, Clarín, El Cronista, Perfil e Infobae. Es conductora de radio y televisión, y a lo largo de su carrera se desempeñó en Radio Mitre, Rivadavia, la Diez, la Uno, Rock and Pop, y Radio 10.

En lo que concierne a encontronazos con periodistas, el propio mandatario Javier Milei posee un historial complicado, que incluye desde destrato e insultos y hasta gritarle “burra” a una periodista salteña en junio de 2018, en vivo en un programa de TV. Con estos antecedentes, no sorprende que uno de sus funcionarios arremeta contra figuras del periodismo, pero las preguntas, en las vísperas de un nuevo Día del Periodista, persisten: ¿Será el inicio de una serie de ataques contra la libertad de expresión? ¿Dónde queda el derecho a comunicar libremente?