La persecución ideológica avanza

La persecución ideológica avanza

Al vaciamiento, la precarización y los salarios de indigencia en medios y organismos públicos, el Gobierno de Milei suma ahora los despidos por razones políticas de profesionales de la comunicación.

Fabián Waldman, Natalia Maderna y Kaloian Santos. Foto: Gentileza Kaloian Santos. 

La periodista y locutora Natalia Maderna fue despedida sin causa de Radio Nacional tras 17 años de trabajo. El fotógrafo Kaloian Santos, autor de las imágenes con las que se pudo identificar al gendarme que hirió de gravedad a Pablo Grillo, fue desafectado de la Secretaría de Cultura de la Nación, donde se desempeñaba desde 2012. Ambos casos, sumados al del periodista Fabián Waldman, despedido de Diputados TV, despertaron la indignación de sus colegas, que denuncian una persecución ideológica en los organismos comunicacionales del Estado.

“El jueves 3 de abril llego a la radio, saludo a la gente de seguridad que está en recepción y cuando estoy acercándome al molinete me vuelven a llamar y me informan de que no me podían permitir el ingreso. Así fue como me enteré que la empresa había prescindido de mis servicios”, relató Natalia “Natu” Maderna. Se trata de la primera empleada de planta permanente echada en 30 años en la radio. “El despido fue violento”, subrayó.

Maderna sumaba ya 17 de trayectoria en la emisora, donde se ha destacado como conductora y relatora. En 2022 se convirtió en la primera mujer en narrar un partido de un Mundial en la historia de la radio. Actualmente conducía un programa matutino en Nacional Rock, aunque este había sido levantado el martes 31 de marzo. “El lunes 30 Pablo Valente (director de la radio) me informa que quería tener una reunión conmigo antes de que el programa arrancara. El martes, recién cinco minutos antes de que empiece, me dijeron que se levantaba”, repasó. Lo que aparentaba ser una decisión artística tomó un giro drástico apenas dos días después.

Sin embargo, el detonante del despido parece ser lo ocurrido a comienzos de esa semana cuando Maderna empezó a conducir el programa No es lo mismo en el streaming ViBra, financiado por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. La periodista recalca que para sus colegas y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) “el comienzo del streaming tuvo que ver” y además agregó: “El lunes 30 empiezo el programa de ViBra hasta las 18.30 y a las 19 me llega el mensaje de Valente pidiendo hablar, media hora después. En ningún momento me dijeron que era una persecución ideológica, pero mis compañeros dicen que si tiene cola, cuatro patas y ladra es un perro”.

Con una expresión parecida, “dos más dos es cuatro”, describió su despido Kaloian Santos: “El lunes 31 estaba en la oficina en el CCK (actual Palacio Libertad) y sobre las 19 me llama la directora de prensa, María José (Pérez Insúa), para decirme que que mi contrato no se iba a renovar. Cuando yo le pregunto qué había sucedido me dice que la orden venía desde arriba”. Su repentino cese, que se hizo efectivo el 1° de abril, lo sorprendió, ya que si bien su vínculo finalizaba ese día, en realidad se trataba de un error burocrático: “El contrato me lo tenían que haber hecho durante un año y en enero me lo hicieron solamente por tres meses. Cuando reclamé me dijeron que había habido una confusión y que no me preocupara, que en abril automáticamente me lo renovarían hasta diciembre”. Todo parece indicar que la decisión de dejarlo sin trabajo fue tomada a partir de su labor el 12 de marzo.

Aquel día, en medio de la represión en la marcha por los jubilados en los alrededores del Congreso Nacional, el lente de Santos captó al cabo Guerrero. El gendarme fue identificado como el autor del disparo de la granada de gas que hirió gravemente al fotoperiodista Pablo Grillo. Santos ofreció sus instantáneas a Mapa de la Policía, quienes gracias a su trabajo pudieron reconstruir el hecho. “Esa foto fue la gota que rebalsó el vaso porque tuvo mucha repercusión, al igual que otros trabajos míos en marchas”, analizó. Unos días más tarde, la Secretaría de Cultura, órgano comandado por Leonardo Cifelli bajo la órbita de Karina Milei, decidió desafectarlo: “Nunca me dijeron que no les gustaba mi trabajo o que era un ñoqui, no tenían justificación alguna. Ellos dicen que es por una reducción de plantilla, pero fue tan reducido el personal que solo me echaron a mí”.

El despido de Fabián Waldman de Diputados TV fue informado por el propio periodista en el streaming Blender. Según Waldman, fue la mano derecha de Santiago Caputo, Santiago Cosimano, quien le dio la noticia en pleno recinto, con el argumento de que él era una persona “muy expuesta en las redes” y que ellos “debían proteger al Presidente, a Karina (Milei) y a Martín (Menem)”. La figura de Waldman cobró relevancia a partir de sus cruces con el vocero presidencial Manuel Adorni, muchos de ellos virales, y a raíz de esto se trata de uno de los comunicadores más mencionados y atacados por los principales funcionarios del Gobierno y sus seguidores.

Los tres despidos causaron conmoción en el ámbito periodístico y una ola de solidaridad entre colegas. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) manifestó su preocupación a través de su secretario general, Rodolfo Aguiar, que resaltó que “el recorte del Estado pasó a otro nivel” y que “ahora los despidos que se llevan adelante son ideológicos”. “Arrasan con todos los derechos laborales pero también con las garantías constitucionales”, que incluyen el derecho a la información y la libertad de expresión, puestos en jaque tras la ofensiva del Gobierno contra los medios estatales y sus comunicadores.

“Los rotos” dan batalla contra los despidos

“Los rotos” dan batalla contra los despidos

Trabajadores de la fábrica del neumático Fate se encuentran en plan de lucha, luego del despido de 30 trabajadores, tras una consulta compulsiva sobre nuevas condiciones laborales.

La gerencia de la empresa Fate irrumpió en la fábrica durante la noche del viernes 28 de marzo, con una planilla, preguntando a cada trabajador si querían aceptar o no un cambio en las condiciones y el sistema de trabajo. “En teoría, si decías que no, no te iban a despedir, pero ‘iban a ver si contaban con vos’, prácticamente te están diciendo que te van a despedir”, afirma Hernán Minguez, activista sindical que fue delegado de base años atrás. Al día siguiente, sábado, la empresa comenzó con los despidos.

Cinco trabajadores del turno mañana fueron informados en la puerta de la fábrica sobre su desvinculación. Inmediatamente, se votó en la asamblea un paro de 24 horas. El domingo, los trabajadores recibieron mediante la aplicación de la empresa Humand una comunicación reafirmando su voluntad unilateral de avanzar con los cambios en el sistema de trabajo. Ante esa situación, el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) llamó a extender el paro y convocó a una asamblea para el lunes. En la asamblea, se votó la continuidad del paro de actividades hasta el martes 1 de abril y luego desde el jueves 3 de abril hasta el viernes 4. Ese lunes, los trabajadores se movilizaron hacia Márquez y Panamericana exigiendo la reincorporación de los despedidos.

“El despido mío fue el martes a las 10 de la noche, en el momento en que estaba por entrar a trabajar. En el interín del sábado al martes me dijeron que se había filtrado la lista y que yo estaba ahí, pero hasta que no llegué esa noche a la puerta de la fábrica no me entregaron el telegrama”, relata Minguez. Al momento, ya son más de treinta los despedidos durante la última semana, que se suman a los 97 desvinculados en mayo de 2024.

Más trabajo, menos trabajadores
Los trabajadores de Fate se desempeñan en tres turnos (mañana, tarde y noche) que son rotativos y funcionan de acuerdo al sistema americano: siete días de trabajo por dos días de franco. Desde principios del 2024, Javier Madanes Quintanilla, dueño de la empresa, busca imponer un cambio del sistema de trabajo y una reducción de los puestos. “En principio quieren cambiar el sistema de horarios. En vez de 7 x 2 , quieren implementar un sistema de 6 días de trabajo por 1 de franco. O sea, menos días de descanso por la misma plata”, afirma Minguez. Este sistema, también eliminaría el turno de los domingos. Además, los trabajadores afirman que estos cambios buscan afectar mejoras de las condiciones laborales que son parte del convenio, como los premios por producción, los horarios del comedor, los descansos y los trabajos definidos por sector.

“La cuestión central que vemos todos en este cambio de sistema es que implica por un lado eliminar un turno y por el otro menos días de descanso, son 15 días de descanso que se pierden. Que trabajemos 15 días más al año por el mismo salario es un negocio bastante grande para Madanes”, afirma Victor Ottoboni, trabajador de Fate. “Desde el año pasado Madanes quiere reducir la cantidad de trabajadores y empezó en mayo con 97 despidos, al mismo tiempo, presentó un Proceso Preventivo de Crisis a la Secretaría de Trabajo de la Nación, donde además de estas modificaciones en el sistema, detalla que quiere despedir 280 trabajadores más”, relata Ottoboni.

El Proceso Preventivo de Crisis permite a las empresas que demuestren tres o más balances anuales negativos, indemnizar a sus trabajadores por el 50% del monto que les corresponde por ley. A mediados del 2024 Fate presentó el pedido del Preventivo de Crisis pero no obtuvo el aval de la Secretaria de Trabajo, ni tampoco del Sindicato y los trabajadores. “La supuesta crisis que dice que tiene Madanes no la pudo comprobar”, afirma Ruben Alegre, uno de los trabajadores despedidos en mayo del 2024. “Incluso con un Gobierno pro patronal no ha podido aprobar el preventivo de crisis, por una sencilla razón: no abren los libros de contabilidad. Presentan alguna fotocopia diciendo que bajó la rentabilidad pero no tienen forma de demostrar que perdieron ganancias”.

En octubre del año pasado, SUTNA convocó a una asamblea para votar por un nuevo acuerdo al que la dirección del sindicato había llegado con la empresa, donde se modificaban algunos aspectos del plan de cambios del sistema de trabajo que Fate había presentado en el Preventivo de Crisis. Tanto en octubre como en noviembre, la votación fue negativa. “A partir de ahí la patronal siguió con la política de ‘arreglos’ que consiste en generar un clima de incertidumbre dentro de la fábrica, hacer correr rumores de que la fábrica va a cerrar, bajar los niveles de producción más de lo que se necesita, generar un clima de temor y al mismo tiempo ofrecerle a muchos compañeros una indemnización para que se vayan”, afirma Ottoboni. Y aclara que “llamaban a los compañeros que supuestamente estaban en una lista de despidos y les decían que si no aceptaban un arreglo iban a ser despedidos e iban a recibir el 50% de la indemnización porque la empresa estaba en crisis”.

Por su parte, Alegre afirma que “esos arreglos voluntarios de voluntarios no tienen nada, porque son bajo apriete. Se amenazó a compañeros con que iban a recibir la mitad de la indemnización y lamentablemente eso caló hondo. Hubo más de 300 acuerdos”. En tanto, Minguez dice que están “resistiendo a un sistema flexibilizador que Fate busca imponer”. A su criterio, “estos últimos despidos fueron un golpe claro para romper la moral de los compañeros que están adentro para que acepten los cambios que quiere la empresa”. El trabajador despedido el pasado martes ilustra su argumento relatando lo ocurrido el día 28 en las inmediaciones de la empresa: “El viernes, el último día que trabajé, la gerencia se fue a las dos de la mañana, porque estuvo pasando con la planilla viendo quien firmaba y quien no. Inclusive hubo compañeros que los llevaron a la oficina y les dijeron: “¿vos tenés hijos? Bueno, firmá tranquilo que no va a pasar nada”, si eso no es una amenaza, yo no sé”, cuenta Minguez.

En el mismo sentido se expresa Ottoboni: “Estos nuevos despidos son una forma de extorsionar a los compañeros e imponer que si no aceptan el cambio van a haber más. Es la táctica que están usando porque no logran que la gran mayoría firme y para poder hacer el cambio de sistema la patronal necesita la firma de cada uno de los compañeros”, sostiene. Alegre, por su parte, afirma: “Muchos de los trabajadores despedidos hace casi un año teníamos un trabajo sindical dentro de la fábrica. Entonces, la tendencia parece que es siempre atacar a la organización”.

La picadora de carne
A los trabajadores del neumático los llaman “los rotos”. A la industria del neumático la llaman “la picadora de carne”. Esta característica se agrava por la desinversión de las empresas en nueva maquinaria y la falta de presupuesto en cuestiones de seguridad de los trabajadores. “La industria del neumático se caracteriza por ser bastante manufacturera, produce con esfuerzo físico”, sostiene Ottoboni. “Esas condiciones en algunos sectores son peores, en Fate en el sector de la Miniplanta de diagonal, la maquinaria más nueva que hay es del año 70. Los trabajadores del sector en dos o tres años terminan con hernias de disco, lumbares, cervicales, se rompen las rodillas, la tendinitis también es muy común. Y después hay accidentes que tienen que ver con la falta de medidas de seguridad, compañeros que han perdido la mano, el brazo, o la vida”, describe.

“Para la empresa un neumático vale más que un obrero. Ellos van a cuidar más un neumático que un trabajador, invierten miles de millones en computadoras y máquinas para que el neumático salga con las modificaciones que le quieren hacer, pero en evitar accidentes no invierten”, remarca Ottoboni. “Hay compañeros que no pueden levantar a sus hijos. Es una industria que exprime la salud de los trabajadores lo más que puede”, sentencia Alegre. El daño que la propia actividad le causa al cuerpo de los trabajadores toma especial relevancia en un contexto de despidos. “Para buscar trabajo con esas condiciones de salud es complicado, más en este contexto donde vemos que hay despidos por todos lados”, afirma Alegre. “No te toman de ningún lado si tenes la espalda rota, no pasas el psicofísico nunca”, remarca Minguez.

Panorama próximo
Los trabajadores de Bridgestone y Pirelli, las otras dos grandes empresas del sector, también se encuentran en estado de alerta por despidos y empantanamiento de las paritarias. Según el SUTNA, del depósito donde Bridgestone almacena 800.000 neumáticos, 600.000 son importados, no fabricados en el país. La crisis del sector se da en un contexto donde el gobierno nacional eliminó los precios de referencia para importaciones y comenzó un proceso que disminuirá los aranceles de importación del 35 al 16%. De enero a enero, la importación de neumáticos para camiones, autobuses y autos aumentó un 103% interanual.

Asimismo, los trabajadores de Fate continúan en plan de lucha, el viernes 4 se movilizaron al Ministerio de Trabajo de Tigre, la próxima semana se marcharan al Congreso para acompañar el paro nacional de la CGT y el reclamo de los jubilados, y el jueves continuarán con el paro de actividades. “Estamos alentando a profundizar esta lucha, es el camino que tenemos los trabajadores para defender nuestros derechos, para exigir la reincorporación de nuestros compañeros”, enfatiza Ottoboni. “La unión, dar un golpe unido, es fundamental, el día que me despidieron fueron también estudiantes y docentes a darnos apoyo, y para nosotros los despedidos fue muy moralizante”, apunta Minguez.

«La consigna es vaciar, cerrar, privatizar»

«La consigna es vaciar, cerrar, privatizar»

Los trabajadores del Garrahan marcharon frente al hospital en reclamo de la asfixia presupuestaria que hace renunciar a numerosos trabajadores e impide la atención de una creciente cantidad de pacientes.

Tras un largo proceso de vaciamiento, recortes salariales y despidos que vienen afectando al sector público, el 27 de marzo fue el turno de la marcha en defense del hospital pediátrico Garrahan . Los trabajadores y trabajadoras del centro de salud de alta complejidad especializado en infancias y adolescencias se manifestaron contra del desfinanciamiento de la salud pública, pidieron una recomposición salarial y mejora en las condiciones laborales, para frenar las renuncias masivas que actualmente están mermando el personal, altamente calificado, de la institución.

La movilización comenzó a las 11 en la entrada del Garrahan, en Parque Patricios, y contó con cientos de profesionales de la salud que coparon toda la cuadra. Las calles se tiñeron con los colores que distinguen a cada sector: remeras estampadas con el logo del Garrahan para los administrativos, ambos blancos, turquesas y azules para los médicos y rojos para el personal de limpieza. “Olé olé, olé olá, nuestro trabajo es esencial, salario igual a la canasta familiar”, pedían los trabajadores a coro.

Los manifestantes marcharon por el carril del Metrobús de la Avenida Brasil, aplaudiendo y alzando carteles que expresaban su solidaridad con otros centros de salud en riesgo de cierre como el Hospital Bonaparte, el Sommer y el Posadas. “La consigna de vaciar, cerrar y privatizar alcanza a todos los hospitales nacionales”, expresó la diputada nacional del Partido Obrero Vanina Biasi, presente en el frente de la movilización.

Durante el trayecto, se sumaron las bocinas de algunos vehículos mostrando su apoyo, que se mezclaron con bombos, cantos y frases pronunciándose en contra del actual ministro de Salud y del Presidente de la Nación: “Llamen a Lugones y a Milei, para que vean, que este equipo no cambia de idea, pelea y pelea por el hospital”,  “No al vaciamiento y el ajuste, si a la salud pública”, “La salud es del pueblo, no se vende, se defiende” fueron las consignas que más se repitieron en la jornada.

Durante la marcha, los participantes también mostraron su apoyo por la causa del fotoperiodista Pablo Grillo; compartieron una ronda de aplausos y exclamaron al unísono gritos de aliento para el reportero herido gravemente por la Gendarmería en la marcha de los jubilados el pasado 13 de marzo. Si bien el motivo principal que los encontraba en las calles era el vaciamiento del sector sanitario, su reclamo tenía un alcance aún más amplio y generalizado.

En diálogo con ANCCOM, Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APT), explicó que hay una política de ajuste y destrucción del sistema público de salud, que a través de las autoridades del hospital el gobierno nacional está asfixiando los salarios de los profesionales, con intenciones de que renuncien. “Hay falta de mantenimiento en general; se ve como el hospital se deteriora. El ministro Lugones no tiene diálogo con las y los trabajadores y la doctora El Kik, máxima autoridad del hospital, no recibe a los representantes de profesionales y técnicos desde octubre del año pasado”, manifestó Lezana. Fue justamente en ese período en el cual se intensificó la lucha en defensa de la salud pública en general y del Garrahan en particular, llegando a realizar un total de diez paros generales en el transcurso del año pasado.

“Esto es un hospital, no es una empresa. Es imposible pretender gastar lo mismo que se ingresa cuando el presupuesto hace más de dos años que está congelado. Esto más que déficit cero tiene lógica cero y las consecuencias las vemos en compañeros que se van, infraestructura sin mantenimiento y falta de insumos”, expresó uno de los trabajadores del Garrahan tomando la palabra a través del micrófono. En cuanto a cuál es el principal problema que encuentran los trabajadores de la institución pediátrica en el contexto actual, tanto un empleado administrative que evitó identificarse, como Antonella Melgarejo, desde el sector de Hematología, coincidieron en que la sobrecarga a la que está expuesta el personal es uno de los principales agravantes. “La explotación es la consecuencia número uno de este desfinanciamiento. Hay un vaciamiento debido a las renuncias, y a la vez un aumento en la cantidad de pacientes”, afirmó el administrativo. Además, añadió que hay una demora en el suministro de medicamentos caros y esenciales en el tratamiento de los pacientes: “Antes demoraba días o a lo sumo semanas y ahora están tardando meses”.

En relación a la problemática salarial, Andrea Bernasconi, bioquímica, dijo: “Yo estaba con una becaria que estuvo un mes y se fue al siguiente, porque afuera ganaba mucho más de lo que gano yo con 30 años de antigüedad”. Su colega Nora Saraco resaltó que se estima un ingreso de un 50% menos de becarios que junto con los residentes son parte fundamental para el funcionamiento del Garrahan.

“No hay presupuesto, el gobierno viene manejándose con la prórroga de un presupuesto y ahora ni siquiera está en debate algún monto, y lo que las autoridades del hospital hacen es que, en vez de reclamar los fondos necesarios, se ajuste al hospital para que se adapte al presupuesto”, aseguró Alejandro Lipcovich, secretario general de la Junta Interna ATE Hospital Garrahan. Esto trae consecuencias como la escasez de insumos, perjudicando el tratamiento o demora este de algunos pacientes, la mencionada renuncia de profesionales, que además es muy difícil de reemplazar, ya que se trata de personal con muchos años de trayectoria y muy calificada en el hospital de más alta complejidad en lo que tiene que ver con pediatría. “Tampoco el gobierno tiene intención de reemplazarlos, no está ingresando gente nueva”, sentenció Lipcovich.

A su vez, los participantes comunicaron que la próxima marcha incluirá un paro general el día 10 de abril, organizado por la CGT y acompañado por acciones propias de los miembros del hospital en los días previos para aumentar la convocatoria. Si bien el plan de lucha de los funcionarios del centro médico tuvo como objetivo principal visibilizar las condiciones de precariedad laboral y deterioro del Garrahan, la participación se extendió a estudiantes, autoconvocados y miembros de la Junta General. La medida buscaba transmitir que si bien el ajuste afecta a los trabajadores de la institución, también impacta en la población en general, debido a que atenta contra el derecho de acceder a la salud.

Macri también barre a las trabajadoras

Macri también barre a las trabajadoras

Casi 400 barrenderas, la mayoría único sostén de familia, que realizaban la limpieza en diferentes barrios populares porteños, fueron desafectadas de su empleo. Pertenecían a la Cooperativa La Dignidad.

Trescientas ochenta trabajadoras del programa “Veredas limpias”, dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, fueron despedidas por el Gobierno de Jorge Macri. Todas ellas pertenecen a la Cooperativa La Dignidad, del Movimiento Popular La Dignidad (MPLD), que mantenía un convenio, desde hacía años, con el Ejecutivo porteño.

El pasado viernes 28 de febrero, el MPLD convocó a una sentada en el Obelisco para reclamar la renovación del convenio discontinuado y la reincorporación de las trabajadoras, que se dedican al barrido y limpieza de los barrios populares de la ciudad, donde se encargan de la recolección que los camiones de residuos no realizan.

Para estas personas, se trataba de su principal fuente laboral, cuatro horas por día, de lunes a viernes, por la que percibían menos de 150 mil pesos por mes. En diálogo con ANCCOM, la referente del MPLD Laura Bitto explicó: “El 31 de diciembre vencieron los convenios de trabajo de las 380 trabajadoras despedidas, en su gran mayoría mujeres, quienes durante enero y febrero siguieron de todas formas realizando su trabajo con la fe puesta en que iban a recibir el pago por las tareas desempeñadas, hecho que no sucedió, y todo esto en la ciudad con el mayor presupuesto del país”.

Tan grave como dejar a casi 400 mujeres sin trabajo, es el tema de la persecución política al MPLD, agregó Bitto. La organización desarrolla sus actividades desde fines de la década del 90, cuando comenzó a trabajar con las familias que vivían en casas tomadas del barrio de Villa Crespo, antes de que se activaran los desalojos, para luego seguir luchando por los derechos de los trabajadores de ámbitos diversos.

Durante la sentada en el Obelisco, el Cuerpo de Infantería de la Policía de la Ciudad reprimió a las trabajadoras, con el argumento de que el “protocolo antipiquetes” les impedía estar allí, ni sentadas ni paradas. Bitto señaló que la policía demoró a tres referentes del MPLD, Rafael Klejzer, Liliana López y a ella misma, labrándoles un acta contravencional, para después de dos horas dejarlos ir, en lo que consideraron una clara señal de persecución política.

En el Obelisco también se hicieron presentes referentes de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), que rápidamente difundieron las detenciones de los militantes del MPLD, que más tarde no fueron convalidadas por la fiscalía actuante. Ante la falta de respuestas por parte del Gobierno de Jorge Macri, las trabajadoras del MPLD evalúan nuevas movilizaciones para los próximos días.

ATE contra el ajuste

ATE contra el ajuste

Este jueves 27 militantes de ATE Capital se reunieron en el Obelisco y marcharon hacia el Ministerio de Desregulación en protesta por los contratos que están por vencerse, reclamando aumento salarial y repudiando la represión estatal.

El jueves 27 de febrero, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) marchó por el centro de la Ciudad de Buenos Aires para reclamar por la situación de los despidos y el ajuste salarial. Este viernes se vencen cerca de 3.000 contratos y se espera que, para fines de marzo, la cifra supere los 50.000. El otro foco de la protesta fue en contra de la represión y el desguace del Estado.

Cerca de las 13 horas, el Obelisco se tiñó de verde y los colores de las remeras, banderas y pecheras de ATE que poblaron varias cuadras. Una vez puesto a disposición el escenario al que subieron varios dirigentes de ATE, desde el primer minuto la consigna fue reclamar pacíficamente. En el panel principal estuvieron presentes el diputado Hugo Yasky, el Secretario General, Daniel Catalano; Ingrid Manfred, delegada general en el exministerio de Desarrollo Social; Adolfo Dardik de la SENNAF;  Jorge Godoy , Secretario de educación especial de UTE-CTERA Más tarde se dirigieron al Ministerio de Desregulación.

El pasado 20 de febrero, las fuerzas de seguridad reprimieron a representantes y trabajadores que se manifestaban frente al Ministerio de Capital Humano. El clima, pese al panorama gris por la situación actual de los trabajadores estatales, los despidos, se terminó por teñir de esperanza por una mejora, aplausos, lágrimas y gritos para resistir y no darse por vencidos, el espíritu de lucha permanece intacto.

Tras ser consultado sobre la situación actual de los trabajadores estatales, el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano aseguró: “Los municipales son los más afectados porque están con los salarios más bajos históricamente. El Estado nacional está perdiendo un 40% de masa salarial y 37.000 puestos de trabajo, es una agonía, una situación muy compleja, por eso tantas movilizaciones para garantizar que nuestros compañeros puedan volver a trabajar”.

“El gobierno sigue avanzando en reprimirnos cuando queremos protestar, en despedirnos cuando levantamos la cabeza, en bajarnos los salarios cuando estamos protestando. Vamos a ser parte de la gran pueblada, hay que organizarse y avanzar, resistir”, añadió Catalano sobre la importancia de salir a las calles, en no dejarse amedrentar por las políticas represivas y en luchar a favor de los derechos constitucionales de trabajo, vivienda, educación, que para él, están siendo vulnerados sistemáticamente. “Ellos están delineando un país en donde el Estado no tiene ninguna función más que poder garantizarles seguir siendo ricos. Hay que cambiar ese paradigma”, concluyó.

“La situación es muy mala, están despidiendo a muchos compañeros y no es justo, porque esa gente es necesaria para esos puestos. El gobierno se equivoca, no es el momento para estos cambios, pero bueno, es lo que votó la mayoría”, comentó Juan Francisco Vaz de Borja, empleado municipal ATE General Rodríguez.

Norberto Señor, secretario adjunto de ATE GBA Sur, señaló: “Se está sufriendo una política para derrotar a la clase trabajadora, destruir sus organizaciones, poner el salario en lo más bajo y en despojarnos hasta del derecho a protestar, atacando los derechos más básicos como vivienda, salud, educación”.

Una opinión popular también fue la sorpresa de que la Confederación General del Trabajo (CGT) no haya  tomado medidas más severas contra el gobierno. “Esperábamos más apoyo por parte de ellos”, aseguró Vaz de Borja: “La próxima movilización debería ser en la sede de la CGT”. Los reclamos se extendieron hasta la oposición, acusándolos de cierta pasividad ante la situación y hasta de ser cómplices.

¿El trabajo dignifica?

¿El trabajo dignifica?

Un grupo de jóvenes cuentan cómo consiguieron su primer empleo, en qué consiste y con qué sueñan en el ámbito laboral. Botones de muestra de una generación con pocas ilusiones.

Para muchos, el paso de la adolescencia a la adultez está marcado por el ingreso al mundo laboral. En muchos casos implica un contraste entre lo que se desea hacer y lo que realmente se puede hacer, brecha profundizada por la falta de experiencia y la situación económica crítica generalizada. ¿Qué encuentran los jóvenes cuando ingresan al mundo laboral? ¿Qué querrían encontrar? Para explorar esta cuestión, ANCCOM salió a la calle a entrevistar a jóvenes de entre 18 y 23 años: ¿De qué trabajan? ¿Cuál fue su primer empleo? ¿Cuál sería su trabajo ideal? ¿A qué aspiran?

Sandra, vendedora en un local de ropa (18 años)

Es inmigrante de Perú y trabaja con su tía, atendiendo un puesto de ropa en una galería en la calle Lavalle, en pleno microcentro porteño. En diálogo con ANCCOM, Sandra contó que, aunque tuvo sus dudas, quiere empezar a estudiar Administración de Empresas Internacionales. “Me gustaría terminar de estudiar para apoyar a mis hermanos y a mis padres”, agregó. Su trabajó ideal sería administrar alguna empresa “acá o en otro lado”, contó la jovén.

Nehuen, empleado de Burger King (19 años)

Trabaja en Burger King desde hace dos años mientras cursa el CBC para la carrera de Contador Público. Cuando empezamos a charlar con él, estaba en el puesto de helados, pero lo reclamaron desde el fondo del local para limpiar unas mesas. Nos invitó a que lo acompañemos mientras continuábamos la conversación. “Observé todas las posibilidades respecto a horarios y entre las opciones de cadenas rápidas, que son las que generalmente tienen inserción laboral para jóvenes que no completaron estudios”, explicó.

Al otro día, tenía una entrevista laboral en otro restaurante. Gracias a su próximo trabajo espera irse a vivir solo con su pareja, aunque admite que es algo difícil de encontrar en este momento, así como conseguir trabajo en blanco. Prioriza las condiciones laborales y confiesa que no le importa tanto la cantidad de horas: “Busco que tenga compatibilidad con el estudio, porque a la mayoría no le gusta que estudiemos. Generalmente te lo imposibilitan”.

Lautaro, Rappi (20 años)

Lautaro habla en la pista de skate de Plaza Houssay, justo después de terminar su jornada laboral. Es fácil reconocerlo a la distancia por su característica mochila roja de Rappi. Comenzó a trabajar allí a principios de año y lo hace por las tarde, ya que por la mañana trabaja para una cooperativa del gobierno cartoneando. “Al principio no me llegaba nada, hubo días en que me conectaba y no me caía ningún pedido. Es un algoritmo como cualquier aplicación: si aceptas los pedidos que te llegan y tenés buenas opiniones de los clientes, empiezan a llegarte más”, explica. Lautaro destaca la flexibilidad de este trabajo, ya que puede conectarse y desconectarse cuando quiere. Al tener otro trabajo a la mañana, le queda la tarde para Rappi. Al pensar en un trabajo ideal, sueña con emprender un negocio de ropa combinado con la música que produce. También plantea la opción de ahorrar y comprar una moto para poder hacer más pedidos con Rappi, ya que reconoce que de esa forma se gana mucho más.

Malena, sirve de café a la salida de Facultad de Medicina (23 años)

 “Estudio Recursos Humanos en la Universidad de Quilmes”, aclara. Comenzó a trabajar a los 16 años. Este es su tercer empleo, el primero fue ayudando a su tía, que es técnica de laboratorio y la ayudaba a rotular las muestras. Después trabajó en una peluquería por tres años. En su trabajo actual está desde hace dos meses y valora ante todo las condiciones laborales. Al preguntarle si a su alrededor tiene a alguien con un buen trabajo, menciona a su hermana, que es pastelera, y a una amiga que es odontóloga. Rescata esos casos que hacen lo que les gusta: “Eso es lo que yo proyecto, la realización en el trabajo, hacer algo que me haga feliz”.

 

 

Fernando, trabaja en una cadena de empanadas (20 años)

Este es su segundo trabajo: comenzó como mesero en un restaurante, donde trabajó durante tres años hasta que recortaron personal y decidió cambiarse a su puesto actual. Destaca el buen ambiente laboral y sus compañeros. A la hora de buscar un trabajo, valora tanto las tareas a realizar como los ingresos. Su trabajo ideal sería administrar alguna empresa grande. Tiene planeado comenzar a estudiar la carrera de Administración de Empresas en la Universidad de Buenos Aires.

Lucia, vendedora en un local de ropa (20 años)

Es una de las muchas empleadas jóvenes del local. Acepta respondernos unas preguntas, aunque sus respuestas son breves y algo tímidas. Este es su primer empleo, el cual consiguió gracias a su hermana mayor, que ya trabaja allí. A la hora de buscar un sustento piensa en que tenga un buen ambiente laboral. Si tuviera que imaginar su trabajo ideal, lo piensa en una oficina, aunque no tiene claro qué rol desempeñaría aún.

Omar, estudiante de Hemoterapia (22 años).

“Yo  soy estudiante de Hemoterapia y estoy por arrancar Odontología así que me gustaría trabajar en el área de la salud”, asegura Omar. También nos cuenta que, a la hora de buscar trabajo, su prioridad es encontrar un equilibrio entre un buen salario para llegar bien a fin de mes, y un horario flexible sin tanta cantidad de horas.

 

Nahuel, estudiante de Kinesiología (21 años).

Oriundo de Mar del Plata, su primer trabajo fue como promotor de ventas en una editorial de libros. “Sigo trabajando de eso, pero más que nada en vacaciones o feriados”, admitió. Como estudiante de Kinesiología, su objetivo es recibirse en los próximos dos años y después ver qué otros trabajos consigue. Su trabajo ideal, por supuesto, es en el área de salud.

 

Facundo, estudiante de Ingeniería Industrial (22 años)

También de Mar del Plata. Trabajó los últimos dos veranos de cajero y mesero en un local de comida con la expectativa de “hacer algo en el verano y sacar un poco de plata”. Le gustaría seguir los pasos de su primo, que se recibió de ingeniero industrial y trabaja para una empresa de software en París. “Me divierte lo que hace”, admite.