Contra la violencia, por la inclusión

Contra la violencia, por la inclusión

El lunes 20 de noviembre se conmemoró el Día de la Memoria Trans con una marcha de Plaza de Mayo a Congreso para exigir la erradicación de la violencia, promover la igualdad de derechos y construir una sociedad inclusiva, donde todas las personas sean respetadas en su identidad de género. En la jornada, se recordó a Zoe López García, referente del Hotel Gondolín, asesinada recientemente. Mirá las fotos de ANCCOM.

Orgullosos de votar a Massa

Orgullosos de votar a Massa

LA XXXII Marcha del Orgullo se realizó en Buenos Aires teñida por el clima electoral. Consignas contra Milei y sus propuestas antiderechos y a favor de Unión por la Patria.

Coraje es la palabra que se tatuó en la panza quien atravesó una mastectomía y hoy, en la  XXXII Marcha del Orgullo en la Ciudad de Buenos Aires, muestra con jactancia las cicatrices en su pecho, mientras disfruta de un fernet en plena Avenida de Mayo. 

Frente a las elecciones, miles de personas de la comunidad LGTBIQ+, con sus banderas características y brillos en todo el cuerpo, coparon la Plaza de Mayo con un objetivo claro: “Ni un ajuste más, ni un derecho menos. Frenemos a les antiderechos.” Ley antidiscriminatoria y ley integral trans integran los pedidos principales. 

“Javier Milei y su partido político -abucheo, chiflidos y pulgares hacia abajo empezaron a protagonizar la escena- son una clara amenaza a los discursos de odio, discriminación y violencia ante la comunidad LGTBIQ+.. El 19 de noviembre nuestra cita con la historia tiene una sola opción: Votemos a Massa”. Al instante, el cántico se hizo escuchar en cada uno de los presentes una y otra vez. 

Bajo el radiante sol de la tarde del sábado, se hicieron ver cuerpos de todo tipo que lucían sus extravagantes vestimentas: desde transparencias coloridas, coronas y disfraces de Barbie o Freddie Mercury hasta latex y arneses que cubrían su identidad. 

“Y ahora nuestro himno”, grita alguien mientras comienza a sonar “Y a quién le importa”,  de Thalia. Entre palmas, bailes hasta el piso y espuma por los cielos, empiezan a cantar su parte favorita: “Yo soy asi y asi seré, nunca cambiaré” 

“Todos me miran”, de Gloria Trevi fue la siguiente canción de la lista de reproducción. Esta vez con gritos enérgicos, saltos de alegría y banderas pintadas en sus caras hacían que la Plaza de Mayo viviera una gran fiesta. 

Entre una multitud que se chocaba entre sí y marchaba a paso lento sobre la Avenida de Mayo, una remera destacó: “La homosexualidad no es una enfermedad. La homofobia si”. “El amor vence al odio”, “Juzgan porque no conocen el arte de amar”, “Derecha no, derechos si”, “Abajo el cis-tema” eran algunos de los carteles que acompañaban la marcha. 

Carrozas del colectivo trans, trabajadoras sexuales y figuras mediáticas como Jean Paul Gaultier, con la presencia de Moria Casán en su recorrido, guiaban el camino de quienes acompañaban al ritmo del pop en plena marcha, dirigida hacia el Congreso de la Nación: “Prepárame la boleta pa’ votar a Sergio que la damos vuelta”, repetían los camiones con la foto de Sergio Massa maquillado como Drag Queen. 

Desde su balcón, dos hombres de 60 y pico de años, con sus camisas floreadas y banderas colgadas, saludaban a quienes pasaban por allí para compartir el festejo. En forma de corazón o saludo, expresaban su apoyo hacia los demás integrantes. 

 “Hacete el test de VIH”, dice un pasacalles cerca de los puestos de prevención que además de entregar preservativos o folletos explicativos acerca de las enfermedades de transmisión sexual, ofrecían poner el dedo para el pinchazo y obtener el resultado en el momento y de forma gratuita. 

Educación sexual integral no binaria, la separación de la Iglesia y Estado, lenguaje inclusivo, lengua de señas en las escuelas y preservativos para vulvas eran los reclamos de la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo: “El 19 de noviembre votemos en defensa propia. Por el respeto de las libertades, por la salud y educación pública. Por nosotres, amigues y familia. Vamos por una democracia para todes”. 

Voces del orgullo 1

por Agustina Blanco, Laura Alcaraz, Eliana Rossi.

“Milei no es una nueva oportunidad, es una tragedia anunciada”, “Votar a Milei es un salto al vacío”, expresan las paredes de la Ciudad de Buenos Aires mientras un chico en cuero levanta su cartel con firmeza: “Por favor no votes con odio”. Su compañero, viste una remera significativa ante los discursos negacionistas de La Libertad Avanza: “30.400 compañeres detenides presentes”. 

Entre canciones de cumbia y pop, un baile de folklore en la vereda se diferenció del resto. Sin contar con la ropa tradicional pero con disfraces, sonrisas de oreja a oreja, abanicos coloridos y unión entre sus bailarines buscan visibilizar artistas de la comunidad LGTBIQ+ y un folklore no binarie. 

En un grito sentido y con fuerza, una militante fue la voz de todas y todos los presentes de ese momento: “Las calles son nuestras y lo seguirán siendo, guste a quien le guste y le pese a quien le pese. La vida es bella y todos debemos gozar la plenitud, con libertad e igualdad. Viva la lucha, viva la diversidad y viva la Marcha del Orgullo.” 

Voces del orgullo 2

por Agustina Blanco, Laura Alcaraz, Eliana Rossi.

¿Por qué el discurso machista otorga votos?

¿Por qué el discurso machista otorga votos?

Javier Milei abreva gran parte de sus votos en los jóvenes varones con un discurso antifeminista. ¿Es un movimiento de reacción ante la efervescencia de la marea verde?

En los últimos diez años, en nuestro país y en toda Latinoamerica, la ola feminista se constituyó en uno de los movimientos más potentes con más impacto para las sociedades. Cuestiones como la desigualdad de la brecha salarial entre hombres y mujeres, la legalización del aborto y las protestas ante los femicidios fueron las principales demandas de la agenda feminista. Escuelas, lugares de trabajo, transporte público, la calle, las camas: en todos los espacios hubo un reacomodamiento de hábitos instalados que requirieron nuevos equilibrios.

Teniendo en cuenta las transformaciones y las luchas que produjo el feminismo durante todos estos años, en ¿cómo impactó el avance del movimiento feminista en los votos de un candidato que hace campaña explícita con manifestaciones machistas?

“Esta revolución no solo tiene lugar en las calles y en las pancartas, sino también en las camas”, explica Mariela Singer, licenciada en Ciencias de la Comunicación en la UBA y Directora del Programa de Actualización en Cuerpo, Comunicación, Estética y Política. La licenciada explica cómo frente a un proceso de rupturas sociales se modifican todas las relaciones de la sociedad, incluso las más íntimas y personales. Debido a esto, plantea, es esperable una reacción frente a estas luchas y transformaciones que muchas veces descolocan a quienes se rehúsan a repensar sus actitudes.

“No me parece correcto responsabilizar a los feminismos por los votos de Milei”, aclara Singer y agrega que no se puede señalar a los movimientos sociales por las fracciones conservadoras que puedan surgir. Como ella explica, no hay fórmulas universales sino estrategias específicas en cada contexto histórico social. En este sentido, considera que las luchas políticas valen la pena y es importante llevarlas adelante.

El conservadurismo no es novedad

“El asunto de los candidatos con propuestas ultraderechas y conservadoras no es local sino global y se viene planteando desde hace más de diez años”, aclara la socióloga, feminista, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, María Alicia Gutiérrez. “No tienen problema con el feminismo sino con las políticas de la corporalidad, con derechos relacionados a la decisión, la autonomía y la libertad de los proyectos de vida”.

En este sentido, la investigadora feminista aclara que la novedad está en la utilización de las estrategias de expansión política que hoy están vinculadas a la influencia de las redes sociales. Las plataformas digitales han tenido un lugar de suma importancia en la transmisión de discursos políticos que interpelan directamente las emociones de quienes reciben ese mensaje en sus celulares.

En el partido de la Libertad Avanza, el uso de las redes sociales y principalmente de la plataforma de Tik Tok tuvo una relevancia muy llamativa. Iñaki Gutiérrez, un veinteañero identificado con la ultraderecha es el actual encargado de las redes sociales del partido y quien identificó elementos clave para el discurso de Milei que interpeló a los jóvenes.

Los números dan cuenta de ello: el informe «Juventudes, política y cultura« revela que el 40% de los jóvenes varones considera a Javier Milei como el candidato que mejor puede representar sus intereses, mientras que del lado de las mujeres solo un 12% coincide con ellos.

Para Maria Alicia Gutierrez, “El feminismo pone en cuestionamiento el modelo hegemónico capitalista y heteropatriarcal, y tuvo una expansión global. Eso claramente asustó. Es un movimiento social que plantea una disputa política general, que está repensando la reproducción social de la vida, el eje central de la organización del mundo”.

Queda en claro, entonces, que grandes cambios implican grandes reacciones y esto se refleja en el cuestionamiento de la derecha de los aspectos vitales sobre la organización de la sociedad. La especialista en antropología y co-coordinadora del proyecto CITRA, Gabriela Llamosas, adhiere a esta idea y aclara que “la oleada feminista ha logrado conquistar e institucionalizar demandas y esto involucra una contra movilización sobre estos avances, y gran cantidad de jóvenes especialmente varones se sienten atraídos por discursos que desprecian estas transformaciones”.

Escraches y masculinidades

El feminismo planteó distintas metodologías para producir un cambio rápido en la sociedad. Sobre todo, permitió que voces que antes no tenían un lugar dentro de la sociedad, hoy puedan ser escuchadas y que se generen nuevas formas de gestionar conflictos antes invisibilizados. Sin embargo, el camino no siempre es claro y hubo decisiones que fueron adoptadas, luego cuestionadas y debatidas internamente. Un ejemplo son los escraches.

“Cuando hablamos de feminismos en plural estamos hablando de distintas posturas dentro del feminismo. Los escraches fueron un gran tema en cuanto a las diferentes perspectivas que incorporaron los feminismos y que interfieren muy fuertemente en la relación con los adolescentes varones y el feminismo”, explica Mariela Singer.

Los escraches se multiplicaron en un momento en muchas escuelas, por ejemplo, y terminaron aislando o forzando a cambiar de institución a chicos que tal vez habían cometido un error o estaban dispuestos a reconsiderar su accionar. Por eso, se abrió un debate al interior del feminismo que contemple la complejidad de cada situación. Por ejemplo, un trabajador de Kentucky echó a dos mujeres que se besaron en el local. En protesta, se realizó una manifestación colectiva en la puerta del local repudiando el hecho; el dueño salió a explicar que ya habían echado al trabajador. Frente a esto ,los manifestantes reclamaron que lo vuelvan a incorporar porque no se había entendido lo que plantean los feminismos.

Como explica Singer, “El feminismo no es disociar la cuestión de género, de la cuestión de clase, de la cuestión del trabajo. En el feminismo se integran todas las cuestiones de la vida. Por eso es importante pensar cada caso concreto con sus consecuencias y responsabilidades” y agrega: «Yo estoy de acuerdo en los escraches cuando ya no quedó otra solución. O sea no estoy de acuerdo con los escraches como primera instancia, si antes no hubo un diálogo, sino hubo una posibilidad de transformación. Lo asumo como última medida cuando todo lo demás no funcionó, dependiendo los casos obviamente”.

Juventud y movilización política

Una cuestión que suele escucharse diariamente es que los jóvenes se volvieron “apolíticos”, que nada parece conmoverlos para que se movilicen políticamente y generen espacios sociales donde se incentive el debate y la lucha por sus derechos. Ante este prejuicio, las investigadoras explican el porqué de esta ausencia de formación política.

“En la pandemia los adolescentes sufrieron una falta de espacio de escuela en términos de socialización y contención con sus vínculos adultos referentes como lo son los docentes”, explica Llamosas. Esta ausencia de socialización se relaciona con los modos en los que se relacionan los jóvenes en la actualidad: “En muchos casos no es que los jóvenes no participen en la política, sino que no hay muchas instancias de participación tradicional como lo comunitario y lo barrial, sino que hay una militancia política desde espacios como el ciberactivismo”.

Gutiérrez coincide con esta postura: “La situación particular de Argentina, marcada por la crisis y las dificultades, junto con la influencia de la pandemia en la vida de los jóvenes, produjeron una crisis sumamente profunda que afectó a toda la ciudadanía, especialmente a los jóvenes. Esta crisis está relacionada con problemas en el sistema capitalista y la economía, generando una sensación de incertidumbre sobre el futuro. En este contexto, los jóvenes, si bien no tienen grandes proyectos, tienen la inclinación a rebelarse. Como en la década de los setenta y Milei aparece para romper con todo lo constituido”.

La pandemia, la digitalización y el feminismo han sido fenómenos de alto impacto que transformaron nuestro contexto sociopolítico. En este escenario, el crecimiento de los partidos de ultraderecha no son una novedad ante situaciones de transformación y cambio social. También es importante entender que el feminismo nunca se desmovilizó políticamente y que sigue manifestando sus derechos y reclamos, como fue el pasado 28 de septiembre donde se convocó a participar en las calles para seguir repensando la vida en sociedad.

 

 

 

Bariloche, territorio mapuche y feminista

Bariloche, territorio mapuche y feminista

El 36º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries, busca unificar al movimiento feminista bajo una misma consigna: la visibilización de los reclamos de la comunidad mapuche.

El 14, 15 y 16 de este mes se realizará en Bariloche un nuevo Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias. Se estima que unas 100 mil personas se distribuirán en escuelas, clubes y otros lugares de la ciudad turística rionegrina para debatir, como cada octubre desde 1986, la agenda feminista.

El año pasado, este evento masivo se dividió en dos por primera vez, por un lado el Encuentro Nacional de Mujeres y por el otro el Encuentro que contemplaba la plurinacionalidad y a las disidencias. Ambos tuvieron lugar en San Luis, pero este último logró convocar a más gente y llevarse a cabo en octubre, su mes histórico. 

Tras el violento desalojo a la comunidad Lafken Winkul Mapu de Villa Mascardi, por parte del Comando Unificado de Fuerzas Federales de Seguridad que detuvo a siete mujeres y niños mapuches, las Comisiones Organizadoras de los dos Encuentros acordaron unificarse y establecer a Bariloche como su próxima sede.

Para Moira Millán, weychafe mapuche –”guerrera” en idioma mapudungun– y coordinadora del Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir, esta decisión implicó saldar las diferencias en torno a la nomenclatura y a la representatividad del Encuentro que tiene una larga historia: “Ganó una fuerza aglutinante y emergente en favor del reconocimiento de la plurinacionalidad y de la diversidad frente a un modelo de país racista, homofóbico y odiante que cree en los privilegios de ciertos sectores y desdeña el derecho de los demás”, sostiene en diálogo con ANCCOM.

La weychafe mapuche, en el Encuentro de 2016 en Rosario, fue quien instaló en el debate feminista la necesidad de hacerlo plurinacional: “Se me ocurrió plantear esta discusión para que tanto los derechos lingüísticos indígenas como nuestra mirada esté incluida de manera transversal en todos los temas y no únicamente en un taller sobre mujeres originarias”. Dos años después, cuando se resuelve hacerlo en Chubut –su provincia natal–, junto a sus compañeras del Movimiento por el Buen Vivir, inician la campaña “Nos Queremos Plurinacional” a la que otros colectivos también adhirieron.

Estos posicionamientos despertaron la respuesta de muchos sectores de la sociedad, el rechazo al cambio de la nomenclatura en el Encuentro de 2019 y la consecuente división el año pasado. “A partir de esa campaña nos dimos cuenta que la verdadera grieta en Argentina es el racismo”, explica Millán, quien remarca el cambio sustancial que provocó la elección de Bariloche como sede: “Esa respuesta de abrazarnos y decir ´vamos al territorio mapuche, vamos a Bariloche´, es una expresión más de cómo la participación de las mujeres indígenas se convirtió en una fuerza instituyente de agenda de los pueblos”.

Millán considera que uno de los desafíos radica en trasladar esta transformación sustancial a otros espacios del pueblo argentino donde la mirada plurinacional todavía no tiene lugar: a los partidos políticos, a las propuestas de los candidatos y principalmente a las políticas de Estado de los distintos gobiernos. Desde el espacio del Encuentro, subraya, nacen reclamos que terminan definiendo la agenda política y menciona el caso del aborto y del matrimonio igualitario como ejemplos.

Otro rasgo distintivo que hace de este Encuentro particular y diferente a otros, es el hecho de que se realice la semana previa a las elecciones presidenciales. “El verdadero debate, la verdadera disputa de las agendas de gobernabilidad que queremos nosotras, se va a dirimir en este espacio”, afirma Millán.

Lilen Gallo, militante feminista del Frente Patria Grande y parte de la Comision Organizadora del 36º Encuentro, también destaca la importancia del contexto electoral: “Estamos en uno de los momentos más importantes de la política argentina y está todo en juego, así que desde la militancia tenemos la tarea de llevar esta discusión al Encuentro”, señala a ANCCOM

La participación de las comunidades originarias contribuye a su visibilización como sujetos y actores sociales frente a un intento constante de negarles sus territorios, perseguirlos, desalojarlos y relegarlos a la marginalización. Gallo cuenta que a partir del Encuentro de Chaco y después con el de Trelew, “le cayó la ficha” sobre la fuerte presencia de este sector social en la escena pública y que por eso le sorprendió lo sucedido el año pasado dentro del movimiento: “Me pareció llamativo que se haya partido el Encuentro, porque para mí algo maravilloso que tiene el movimiento feminista es que, a pesar de todas las diferencias, reúne un arco muy amplio de organizaciones, de espacios, de personas y tiene un foco común muy claro”.

En relación a esta experiencia pasada, resalta el trabajo en conjunto que se hace este año junto a las comunidades mapuches: “Vamos a poder pensarnos desde otras maneras de habitar la tierra que son más viejas de las que nos enseñaron. Este Encuentro puede ser transformador en el avance de muchas discusiones”.

El 36º Encuentro Plurinacional de  Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries marca una presencia también global. “Somos una gran vidriera de todas las experiencias de resistencia y por eso muchas mujeres de todas partes del mundo van a participar en nuestro espacio en Bariloche. Este es el principio de un camino hacia la plurinacionalidad”, concluye Moira Millán.

Reconocimiento y reparación

Reconocimiento y reparación

La comunidad travesti-trans realizó una sentada frente al Congreso de la Nación para exigir la aprobación de la Ley de Reparación que les otorgaría una pensión por las históricas vulneraciones a sus derechos.

A las 10.30 Congreso se mueve igual que siempre: bocinazos, autos, citybus turísticos y varios idiomas resonando por el aire. Históricas Argentinas convocó a una sentada este jueves 5 de octubre. En la vereda de Rivadavia, Marcela y Mónica cuchichean. Las dos rondan los 50 años, pero eso en la comunidad trans las hace “adultas mayores”. Entre ellas hay un parlante alto y un micrófono inalámbrico.

– Podríamos ir más a la esquina y nos ponemos con el Tercer Malón de la Paz, así somos más – dice entre risas Mónica-. Muchas no podían venir hoy porque están trabajando.

Desde Entre Ríos llegan cuatro personas más. Mónica se agacha con sus piernas flacas y agarra la bandera: “Las Históricas Argentinas – Travestis trans sobrevivientes ¡Ley de Reparación Histórica ya!”. La pegan en una de las paredes del Congreso. Ahora, Mónica y Marcela se paran con más firmeza.

Marcela, vestida toda de negro salvo por un pañuelo fucsia, toma el micrófono: “Necesitamos la reparación hoy porque nos estamos muriendo, gracias a un Estado inexacto. Necesitamos que den a conocer los resultados del Reconocer y Reparar porque estamos hartas de esperar. El Estado tiene que repararnos. No nos vamos a mover hasta tener una respuesta”.

El proyecto de ley entró a Diputados en 2021 y se aprobó en la comisión de Mujeres y Diversidad, pero todavía falta que se debata en otras comisiones, como la de Finanzas. La ley crea una pensión para las personas trans argentinas que les asegure una vejez digna y repare las sistemáticas violaciones de derechos humanos que sufre este colectivo. Desde 2018, con la Ley Integral de Acceso a los Derechos para las Personas Trans, el Estado lo reconoce como en situación de vulnerabilidad.

Ummis, de unos 30 años y un pelo rubio impecable, graba un vídeo para convocar a más gente: “¿Hasta cuándo hay que esperar y hasta cuándo nuestra comunidad trans tiene que padecer? Hoy más que nunca nuestras compañeras adultas mayores nos necesitan y tenemos que alzar la voz”.

Mónica da vuelta un cartel y acerca una lapicera: “Firmá, dale. Que quede guardado en la historia que hoy estuvimos acá. No nos tenemos que olvidar nunca más porque ahora es ahora”. Desde la muerte de algunas compañeras, realza el presente: “nosotras somos sobrevivientes. No fuimos a Malvinas, pero también somos excombatientes de la sociedad, de la persecución en dictadura y en democracia”. La última vez que detuvieron a Marcela por una contravención fue en 2002: tenía unas fotos de desnudo artístico en la cartera y la encarcelaron una semana para que dé explicaciones.

Las cirugías hechas con aceite de avión y silicona, con el tiempo, son dolorosas. “Mi cuerpo la aceptó bien, pero el de algunas compañeras no. La ciencia avanzó mucho, pero muchas quedaron en el camino”, dice Mónica con la mirada perdida hacia el final de Av. Rivadavia. Durante y después de la pandemia, muchas compañeras intentaron suicidarse. Para ella, es por el estigma y el haber crecido y transicionado con miedo.

Alejandro, de más de 50 años, estuvo en transición toda su vida, pero desde hace cuatro meses está adecuando su cuerpo a su identidad. “En los 90 iba a las marchas con máscara para que las familias no nos reconozcan en los medios. Voy a llegar a los 80 porque hice el cambio de grande, pero la mayoría de las compañeras no está en la misma situación” comenta Mariana, una mujer rubia de sonrisa amplia.

Dos policías de la Federal se acercan con una oficial de la ciudad. Euge, una de las organizadoras, les da el documento mientras dice: “Aviso que si somos más cortamos la calle”. La gente que pasa por Rivadavia mira con asombro y con una risa que tiene más de 35 años de expectativa de vida. Desde la puerta lateral del Congreso otros policías miran de costado.

Cerca de las 12, las compañeras empezaron a gritar “¡La Reina! Llegó nuestra presidenta”: Marlene Wayar cruza Rivadavia en diagonal. Ya había cerca de 20 personas. Luana, mucho más petisa que sus compañeras, viene con la fuerza de un remolino. Vuelven a encender el micrófono: “Vecinos, vecinas no sean indiferentes se mata a las travestis delante de la gente. Acá estamos la última generación de travestis-trans, reivindicando la lucha de Lohana Berkins y Diana Sacayán”. El aplauso de sus compañeras la hace detenerse.

Mónica se acerca dulcemente y le toca el antebrazo, felicitándola “Muy bien. Con furia porque sino, no nos escuchan”. Marlene empieza a llamar a todas a la sombra: “Dos minutitos. Hagamos una asamblea”. Propone acercarse y dar apoyo al Tercer Malón de la Paz. Mónica asiente levemente con la cabeza. Luana recuerda con vigor que la actividad es una sentada: hay que sentarse en la puerta de las oficinas cinco minutos simbólicamente. El acuerdo es inmediato.

En la esquina de Rivadavia y Entre Ríos confluye más gente. El Tercer Malón de la Paz no esperaba eso en la jornada: con ojos incrédulos miran a las personas que se acercan, Marlene les da la mano. Uno de ellos agradece la presencia y tras cantar juntos, dice: “Todos somos humanos, todos somos hermanos. Voy a bendecir a todos los presentes”. El semáforo cambia y se produce un embotellamiento: un chino que vende helados en bicicleta queda en la mismísima esquina con cara de desconcierto. Él tampoco se esperaba ver travas y jujeños sahumando e invocando a la Madre Tierra.

El grupo trans cruza la calle y se dirige a las oficinas. Mariana sostiene la bandera de un lado y mira preocupada hacia los costados. Los federales miran con desagrado, pero se quedan en la puerta. Las Históricas se sientan y empiezan a cantar: “Olé, olé, olá, para las travas Reparación”. A diferencia de las otras personas que pasan apuradas, una señora cis las mira a los ojos. Las aplaude sin detener sus pasos, les sonríe y entra a las oficinas. Las travas sonríen sorprendidas. Con timidez, un chico de 25 años y una mujer de 30 se unen a los cantos. La comunidad trans no está sola y, en estas décadas, se saben sujetas de derechos.

Las voces de la marcha #28S

Las voces de la marcha #28S

El 28 de septiembre es el día de acción global por el acceso al aborto legal, seguro y gratuito. En este marco, y a dos años de la sanción de la ley, los feminismos volvieron a salir a las calles y reclamaron que “la libertad es nuestra”

Las voces de la marcha realizada el jueves 28 de septiembre convocada por los movimientos feministas.

por Producción: Laura Alcaraz, Marina Ampuero y Eliana Rossi

Más voces del #28S - Segunda parte

por Producción: Laura Alcaraz, Marina Ampuero y Eliana Rossi