Por Jazmín Alter
Fotografía: Clara Pérez Colman - Archivo ANCCOm
Javier Milei abreva gran parte de sus votos en los jóvenes varones con un discurso antifeminista. ¿Es un movimiento de reacción ante la efervescencia de la marea verde?

En los últimos diez años, en nuestro país y en toda Latinoamerica, la ola feminista se constituyó en uno de los movimientos más potentes con más impacto para las sociedades. Cuestiones como la desigualdad de la brecha salarial entre hombres y mujeres, la legalización del aborto y las protestas ante los femicidios fueron las principales demandas de la agenda feminista. Escuelas, lugares de trabajo, transporte público, la calle, las camas: en todos los espacios hubo un reacomodamiento de hábitos instalados que requirieron nuevos equilibrios.

Teniendo en cuenta las transformaciones y las luchas que produjo el feminismo durante todos estos años, en ¿cómo impactó el avance del movimiento feminista en los votos de un candidato que hace campaña explícita con manifestaciones machistas?

“Esta revolución no solo tiene lugar en las calles y en las pancartas, sino también en las camas”, explica Mariela Singer, licenciada en Ciencias de la Comunicación en la UBA y Directora del Programa de Actualización en Cuerpo, Comunicación, Estética y Política. La licenciada explica cómo frente a un proceso de rupturas sociales se modifican todas las relaciones de la sociedad, incluso las más íntimas y personales. Debido a esto, plantea, es esperable una reacción frente a estas luchas y transformaciones que muchas veces descolocan a quienes se rehúsan a repensar sus actitudes.

“No me parece correcto responsabilizar a los feminismos por los votos de Milei”, aclara Singer y agrega que no se puede señalar a los movimientos sociales por las fracciones conservadoras que puedan surgir. Como ella explica, no hay fórmulas universales sino estrategias específicas en cada contexto histórico social. En este sentido, considera que las luchas políticas valen la pena y es importante llevarlas adelante.

El conservadurismo no es novedad

“El asunto de los candidatos con propuestas ultraderechas y conservadoras no es local sino global y se viene planteando desde hace más de diez años”, aclara la socióloga, feminista, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, María Alicia Gutiérrez. “No tienen problema con el feminismo sino con las políticas de la corporalidad, con derechos relacionados a la decisión, la autonomía y la libertad de los proyectos de vida”.

En este sentido, la investigadora feminista aclara que la novedad está en la utilización de las estrategias de expansión política que hoy están vinculadas a la influencia de las redes sociales. Las plataformas digitales han tenido un lugar de suma importancia en la transmisión de discursos políticos que interpelan directamente las emociones de quienes reciben ese mensaje en sus celulares.

En el partido de la Libertad Avanza, el uso de las redes sociales y principalmente de la plataforma de Tik Tok tuvo una relevancia muy llamativa. Iñaki Gutiérrez, un veinteañero identificado con la ultraderecha es el actual encargado de las redes sociales del partido y quien identificó elementos clave para el discurso de Milei que interpeló a los jóvenes.

Los números dan cuenta de ello: el informe «Juventudes, política y cultura« revela que el 40% de los jóvenes varones considera a Javier Milei como el candidato que mejor puede representar sus intereses, mientras que del lado de las mujeres solo un 12% coincide con ellos.

Para Maria Alicia Gutierrez, “El feminismo pone en cuestionamiento el modelo hegemónico capitalista y heteropatriarcal, y tuvo una expansión global. Eso claramente asustó. Es un movimiento social que plantea una disputa política general, que está repensando la reproducción social de la vida, el eje central de la organización del mundo”.

Queda en claro, entonces, que grandes cambios implican grandes reacciones y esto se refleja en el cuestionamiento de la derecha de los aspectos vitales sobre la organización de la sociedad. La especialista en antropología y co-coordinadora del proyecto CITRA, Gabriela Llamosas, adhiere a esta idea y aclara que “la oleada feminista ha logrado conquistar e institucionalizar demandas y esto involucra una contra movilización sobre estos avances, y gran cantidad de jóvenes especialmente varones se sienten atraídos por discursos que desprecian estas transformaciones”.

Escraches y masculinidades

El feminismo planteó distintas metodologías para producir un cambio rápido en la sociedad. Sobre todo, permitió que voces que antes no tenían un lugar dentro de la sociedad, hoy puedan ser escuchadas y que se generen nuevas formas de gestionar conflictos antes invisibilizados. Sin embargo, el camino no siempre es claro y hubo decisiones que fueron adoptadas, luego cuestionadas y debatidas internamente. Un ejemplo son los escraches.

“Cuando hablamos de feminismos en plural estamos hablando de distintas posturas dentro del feminismo. Los escraches fueron un gran tema en cuanto a las diferentes perspectivas que incorporaron los feminismos y que interfieren muy fuertemente en la relación con los adolescentes varones y el feminismo”, explica Mariela Singer.

Los escraches se multiplicaron en un momento en muchas escuelas, por ejemplo, y terminaron aislando o forzando a cambiar de institución a chicos que tal vez habían cometido un error o estaban dispuestos a reconsiderar su accionar. Por eso, se abrió un debate al interior del feminismo que contemple la complejidad de cada situación. Por ejemplo, un trabajador de Kentucky echó a dos mujeres que se besaron en el local. En protesta, se realizó una manifestación colectiva en la puerta del local repudiando el hecho; el dueño salió a explicar que ya habían echado al trabajador. Frente a esto ,los manifestantes reclamaron que lo vuelvan a incorporar porque no se había entendido lo que plantean los feminismos.

Como explica Singer, “El feminismo no es disociar la cuestión de género, de la cuestión de clase, de la cuestión del trabajo. En el feminismo se integran todas las cuestiones de la vida. Por eso es importante pensar cada caso concreto con sus consecuencias y responsabilidades” y agrega: «Yo estoy de acuerdo en los escraches cuando ya no quedó otra solución. O sea no estoy de acuerdo con los escraches como primera instancia, si antes no hubo un diálogo, sino hubo una posibilidad de transformación. Lo asumo como última medida cuando todo lo demás no funcionó, dependiendo los casos obviamente”.

Juventud y movilización política

Una cuestión que suele escucharse diariamente es que los jóvenes se volvieron “apolíticos”, que nada parece conmoverlos para que se movilicen políticamente y generen espacios sociales donde se incentive el debate y la lucha por sus derechos. Ante este prejuicio, las investigadoras explican el porqué de esta ausencia de formación política.

“En la pandemia los adolescentes sufrieron una falta de espacio de escuela en términos de socialización y contención con sus vínculos adultos referentes como lo son los docentes”, explica Llamosas. Esta ausencia de socialización se relaciona con los modos en los que se relacionan los jóvenes en la actualidad: “En muchos casos no es que los jóvenes no participen en la política, sino que no hay muchas instancias de participación tradicional como lo comunitario y lo barrial, sino que hay una militancia política desde espacios como el ciberactivismo”.

Gutiérrez coincide con esta postura: “La situación particular de Argentina, marcada por la crisis y las dificultades, junto con la influencia de la pandemia en la vida de los jóvenes, produjeron una crisis sumamente profunda que afectó a toda la ciudadanía, especialmente a los jóvenes. Esta crisis está relacionada con problemas en el sistema capitalista y la economía, generando una sensación de incertidumbre sobre el futuro. En este contexto, los jóvenes, si bien no tienen grandes proyectos, tienen la inclinación a rebelarse. Como en la década de los setenta y Milei aparece para romper con todo lo constituido”.

La pandemia, la digitalización y el feminismo han sido fenómenos de alto impacto que transformaron nuestro contexto sociopolítico. En este escenario, el crecimiento de los partidos de ultraderecha no son una novedad ante situaciones de transformación y cambio social. También es importante entender que el feminismo nunca se desmovilizó políticamente y que sigue manifestando sus derechos y reclamos, como fue el pasado 28 de septiembre donde se convocó a participar en las calles para seguir repensando la vida en sociedad.