“Llegaron, patearon la puerta y sacaron a la gente”

“Llegaron, patearon la puerta y sacaron a la gente”

Veinte familias fueron desalojadas violentamente en La Boca, en un operativo que pasó por encima de una medida cautelar y que se realizó sin que el decreto que lo ordenaba estuviera aún publicado en el Boletín Oficial. Según los vecinos, en el barrio se producen dos desalojos por semana y hay 200 casas en riesgo de desalojo.

Nancy, una de las vecinas desalojadas, junto a la puerta de la que era su casa.

La Policía de la Ciudad de Buenos Aires desalojó a 15 familias de la casa donde vivían, en la calle Necochea y Pedro de Mendoza, en el barrio de La Boca. El hecho, ocurrido el lunes 26 de agosto pasado, fue una continuación del desalojo comenzado días antes, el 30 de julio, en cumplimiento de un decreto del jefe de Gobierno Jorge Macri.

El operativo avanzó sobre las propiedades situadas en los números 1476, 1480, 1488 y 1492 de Necochea. “Vinieron a las siete de la mañana con un operativo de vallas, también con mucha policía, no dejando pasar a la abogada de las familias. Tampoco permitieron que familiares o vecinos puedan acceder o ayudar a la gente a sacar sus pertenencias”, cuenta Tomás Lerner, militante barrial presente en el desalojo. “Fue muy violento por la cantidad de policías, por el maltrato, por cómo secuestraban las pertenencias de las personas sin orden judicial”.

“En 37 años que estoy en el barrio no vi algo igual”, comenta Alberto, quien residía en Necochea 1488 junto a su familia. “No trajeron una ambulancia ni personal médico, como es requerido en estos casos. Tampoco había personal femenino para tratar con las mujeres. Se llevaron detenidas a una mujer embarazada y a otra discapacitada”, afirma.

“Hubo gente que no llegó a sacar las cosas, porque estaban apurados”, agrega Marta Yane, integrante de la Junta de la Comuna 4 y responsable del área de Vivienda. “Los muebles que sacaba la policía los subían a los camiones. Suben las cosas y después te dan un papel, un remito de lo que subieron, para que cuando consigas lugar para vivir, vayas al depósito a buscarlas. La realidad es que mirábamos los papeles y faltaban cosas. No figuraba el microondas, el plasma. Eso pasa en muchos desalojos”, denuncia.

Vecinos de la cuadra muestran su apoyo a las familias desalojadas.

Para entender mejor lo sucedido, hay que retrotraerse al 30 de julio, fecha en la que tuvo lugar el primer desalojo, ordenado por decreto. “Al momento de concretarse todavía no estaba publicado en el Boletín Oficial. No había manera de saber que iba a suceder –explica Lerner–.  El 30 de julio vinieron con un operativo de más de doscientos policías con camiones, pudieron avanzar sobre cinco domicilios en el día”.

Ante el decreto, los vecinos interpusieron una medida cautelar para que el Gobierno acredite la utilidad pública del inmueble. El juez Juan José Albornoz, a cargo del Juzgado Contencioso Administrativo Nº 3 de CABA, ordenó a la administración de Jorge Macri la acreditación correspondiente, frenando, hasta entonces, el avance sobre el resto de los domicilios de Necochea.

Existen dos razones válidas para llevar adelante un desalojo por decreto: que exista un riesgo para las familias dentro del inmueble o que tenga utilidad pública. El Gobierno acreditó la utilidad pública a través de una orden de expropiación realizada por el intendente Osvaldo Cacciatore, durante la última dictadura cívico militar, para el ensanchamiento de la Avenida Pedro de Mendoza. Si bien el proyecto quedó caduco, la expropiación se concretó en 1997.

El 23 de agosto, Albornoz levantó la medida cautelar y habilitó el desalojo únicamente para los domicilios afectados por la utilidad pública, que comprendía a los que tienen frente en la avenida y a los localizados en Necochea 1488 y 1492. La razón esgrimida es que ambos formaban parte de una misma propiedad que ocupaba la esquina. La casa se fue vendiendo por partes con los años, pero es una única estructura. De hecho, para acceder a la planta superior de Pedro de Mendoza se puede ingresar únicamente por Necochea 1488.

El día 26 de agosto, y a pesar de las órdenes de Albornoz, la policía ingresó sobre Necochea 1480 y 1476 con intención de desalojar a los residentes. “El juez durante esa mañana expresó en dos oportunidades, con dos resoluciones, que no estaba bien lo que estaban haciendo, que estaban incumpliendo su resolución y que estaban entrando en desobediencia. El Gobierno de la ciudad decidió avanzar igual”, subraya Lerner.

“Lo novedoso es que hicieron un desalojo administrativo, que normalmente se usa cuando hay peligro de derrumbe”, señala Marta Yane. “En 40 años nunca vi un desalojo administrativo porque sí. En un desalojo administrativo no tenés juicio previo, no tenés oportunidad de defenderte, no tenés tiempo para buscarte otra cosa, que fue lo que pasó acá: llegaron, patearon la puerta y sacaron a la gente”.

Sin embargo, sí tuvieron tiempo para planificar un desalojo con tiempo y de manera que los vecinos no queden en la calle de un día para otro. Cuenta Alberto que hace ocho meses fueron del Gobierno de la ciudad a hacer un censo al edificio. “Venían de mañana, por lo que la gente que trabajaba o salía no se encontraba. También dijeron que en el inmueble existía un peligro de derrumbe. Los vecinos pusimos plata para hacer arreglos y pintar el frente. Esa gente no vino nunca más, hasta el 30 de julio”.

Natalia Quinto, miembro de la organización barrial La Boca Resiste y Propone, que acompañó a las familias durante el desalojo, sostiene: “El Gobierno de la Ciudad, pudiendo planificar, ya que este desalojo podían hacerlo en el momento que quisieran, decidió en lugar de fijar un plazo para la relocalización, hacerlo de manera sorpresiva, volviendo los recursos ineficientes. Si el seguro de caución subsidiado y las cuotas acumuladas para ingresos a alquileres hubiesen estado antes, permitiendo un plazo para la búsqueda de lugar, estamos seguros que la mayoría hubiera resuelto de otra manera y se hubiese evitado esta dramática situación que no deja ganancia a nadie”.

Hoy la propiedad se encuentra completamente tapiada. Los ingresos al inmueble desde la avenida fueron bloqueados con paredes de ladrillo, en tanto que las puertas que dan a Necochea fueron selladas con cemento. Sobre esta calle permanece un volquete con restos de muebles que los vecinos no pudieron sacar a tiempo. En la terraza de la casa se colocó una cerca electrificada, aparentemente para evitar ingresos desde Sanchetti, el edificio contiguo.

En total fueron 20 las familias desalojadas, que resolvieron la situación como pudieron, de manera transitoria, alojándose en casas de amigos o familiares. Algunas se tuvieron que ir a provincias o a distintas localidades. “Hay toda una parte de las familias que tienen menores que están resguardados por un amparo de la asesoría tutelar y obliga al Gobierno a darles un subsidio habitacional mejorado –explica Tomás Lerner–. Pero para ello hay que conseguir un alquiler con determinadas características, para que el Gobierno de la Ciudad lo financie”.

Alberto y María residían con su familia en Necochea al 1488. Cuando fueron desalojados tuvieron que separarse. Ellos están parando en un hotel, mientras que su hija se está quedando de prestado con su nena a pocas cuadras.

Gladys vivía junto a su hija y su nieta en Pedro de Mendoza 1477, donde también atendía un kiosco. Luego de que fueron corridas de su casa, ella se presentó en la Dirección General de Atención Integral Inmediata, al igual que otros vecinos, para solicitar un subsidio habitacional. El pedido de Gladys fue rechazado por no contar con la documentación necesaria. Actualmente, ella y su familia se están alojando en una iglesia. “¿Y a mí quién me paga la plata que puse para arreglar el techo?”, reclama.

Para recibir el Subsidio 690, los solicitantes deben presentar un presupuesto de alquiler emitido por el dueño directo o por el hotel donde pretenden alojarse. “En caso de ser de dueño directo, debe figurar: la dirección del inmueble, fotocopia de factura de servicio (AYSA o ABL) y los datos del propietario (nombre y apellido, DNI y teléfono)”, según se informa en la página oficial del Gobierno de la Ciudad.

Los desalojos son moneda corriente en La Boca. Según Marta Yane, solamente en el barrio se están llevando a cabo dos por semana, y existen unos 200 domicilios que corren riesgo de atravesar esa situación. “Tiene que ver con la construcción de las 10 torres de 145 metros que quieren hacer en lo que era la vieja ciudad deportiva de La Boca. Se quiere convertir La Boca en San Telmo. El problema es que La Boca tiene muchos vecinos históricos, es un barrio con mucha identidad y con mucha vida cultural, entonces la resistencia es mayor. Pero recién se está empezando a armar esto”.

 “Todo está relacionado con el proceso de extractivismo del suelo urbano que es el modelo de desarrollo que el PRO lleva adelante en la ciudad –expresa Natalia Quinto–. No hay posible proceso de especulación inmobiliaria que se lleve adelante sobre un suelo ocupado. Estos días escuchamos que el mercado se mueve, es por la generación de expectativas para los inversores de que nada los va a detener en el aumento del precio del suelo”.

«Tenemos que trabajar del presente hacia atrás»

«Tenemos que trabajar del presente hacia atrás»

En el marco de un nuevo aniversario de La Noche de los Lápices, Emilce Moler, secuestrada en el operativo en que la dictadura desapareció a diez estudiantes secundarios en La Plata, participó del ciclo de entrevistas públicas“¿Qué significa ser sobreviviente?”, organizado por ANCCOM

“El tiempo todo lo cura” reza el popular refrán, y quien la ve a llegar a Emilce Moler -una de las cuatro sobrevivientes de La Noche de los Lápices-  al Foyer de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires puede tomarlo como una verdad absoluta. Café en mano, sonriente y amable, charlando con autoridades y profesores de la carrera de Comunicación Social, es la imagen de una mujer entera que hoy se dedica -de acuerdo a sus propias palabras- a tejer, mirar series, hacer gimnasia y a pensar. Profesora en Matemática por la Universidad Nacional de Mar del Plata y con un doctorado de Bioingeniería por la Universidad Nacional de Tucumán en la mochila. También es madre y abuela de tres nietas para las cuales escribió un libro contando sus memorias. Sin embargo, Moler se conmueve al instante al escuchar a Juan Ressel, su entrevistador, hacer un repaso sobre los diferentes episodios que afrontó en sus más de 60 años; mira hacia arriba, contrae su rostro para atajar las lágrimas, contempla a los más de 40 jóvenes que se reunieron a escucharla y se le quiebra la voz en varios pasajes de la conversación.

Para ella, el tiempo nada lo curó, su memoria sigue estando intacta, recuerda cada detalle, aun 48 años después, de ese día en el que un grupo de tareas del Ejército Nacional la secuestró junto a 9 compañeros -de entre 16 y 18 años-  que junto a ella reclamaban por la implementación del boleto estudiantil en La Plata y luchaban “para que no haya más pobres en mi país”, como subraya. Hasta el día de hoy, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero, Claudio de Acha, Horacio Ungaro y María Clara Ciocchini continúan desaparecidos.

Criada en el seno de una familia antiperonista, hija de un comisario y habiendo transitado su escolaridad primaria como alumna ejemplar de un colegio de monjas, Emilce conoce un nuevo mundo cuando entra a la Escuela de Bellas Artes  -repleta de “comunistas” y “drogadictos”, según le espetaba su madre- y comienza su recorrido en la militancia a espaldas de sus progenitores. Ante la pregunta de Ressel acerca de qué significaba la militancia en esos años, recuerda: “Era todo. Yo estaba dispuesta a entregar la vida. Hoy me canso de decir que a la vida no hay que entregarla, pero nosotros estábamos convencidos, sabíamos que íbamos a morir o que nos iban a meter presos. No sabíamos lo de desaparecer, eso no, la del desaparecido era una terrible nueva figura que nosotros no conocíamos y que instaló la nueva dictadura. Yo durante mucho tiempo esperé que los chicos que desaparecieron me vengan a visitar”.

Sobre el disparador del ciclo “¿Qué significa ser sobreviviente?”, organizado por ANCCOM al que fue invitada Moler, reflexiona: “Yo siempre me pregunto por qué soy sobreviviente y no desaparecida, ¿Por qué algunos somos sobrevivientes y otros exdetenidos desaparecidos? Yo no tengo la respuesta. Durante un tiempo decía que estuve presa, ni siquiera era presa política. De eso a sobreviviente de La Noche de los Lápices hubo un montón de construcciones entre medio. El ser sobreviviente no necesariamente es el hecho fáctico, es una construcción teórica de narraciones”. Luego de haber sido liberada tuvo que mudarse a Mar del Plata con su familia, que a pesar de no coincidir con su posicionamiento político siempre la protegió, en condición de libertad vigilada. “Me tocó mirar desde el balcón el Mundial de Fútbol en el 78, con toda la alegría que se vivía en esos momentos. Yo había salido hace unos días y escuchaba a todos gritando  ´los argentinos somos derechos humanos´ y yo lloraba en el balcón y me decía: ´Nunca me van a creer lo que acabo de vivir´. Y pensaba que nunca me iban a creer”.

Sobre la película La Noche de los Lápices, considera que impone una versión edulcorada de la historia, con algunos diálogos de su personaje que nunca existieron, pero que “me tenía que correr yo de mi propia historia porque era la única damnificada en este relato. Entonces sabía que si salía a hacer una ruptura de esa narración haría un daño político muy grande. Todavía estábamos en plena disputa de si habían pasado o no los secuestros, las torturas y los centros clandestinos. Por eso yo no me iba a sumar a la voz del enemigo, eso lo tenía muy claro. Y bueno, me costó años de terapia pero lo hice”. Hasta que un suceso le hizo cambiar de parecer: “Una vez vino una de mis hijas, que estaba en la escuela y dijo, ´hablaron de La Noche de los Lápices y no te nombraron´, le pregunté qué hizo y me contestó; ´nada, era un lío explicar eso´, me dijo. Ahí pensé que no podía sery tomé un poco más la historia, me la fui poniendo al hombro un poco más porque sentí, además de lo personal, que en ese relato no se entendía la militancia ni por qué había ocurrido la dictadura. Eso de que unos hombres malos vinieron y agarraron a unos chicos buenos, básicamente no sirve. Éramos militantes políticos”.

En su recorrido como sobreviviente y su lucha por los derechos humanos, Moler marca un cambio de paradigma a partir del año 2003 con la asunción de Néstor Kirchner a la Presidencia de la Nación: “Le estoy agradecida porque nos sacó a las víctimas directas de ser solo una figura en blanco y negro, que hablábamos de los desaparecidos, de los centros clandestinos y de todo el horror y la tortura. Le dio la envergadura política, nos puso en colores. Y cuando hablo de colores, no es metafórica, es real. La primera marcha a la que fui, los pibes habían vuelto a la política y empecé a ver murgas, glitter, colores. Fue muy fuerte, me chocó bastante ver todo ese colorido y demás, pero nos dieron la identidad”.

Más tarde, hace un balance sobre todos sus años de lucha: “La verdad que fue un camino muy difícil y seguramente alguien que mire la foto del hoy puede tener gusto a poco. Pero para nosotros que lo recorrimos, es un montón. Porque al principio no había siquiera las listas, los nombres, las fotos de los compañeros desaparecidos, no estaba ninguna de las categorías conocidas hoy; no existían las siluetas para identificar al desaparecido, los pañuelos blancos, las consignas Nunca Más; Memoria, Verdad y Justicia; los lápices siguen escribiendo. Todas esas consignas fueron construcciones simbólicas, que hoy están, en crisis, pero están. Hay más de mil represores condenados”.

Sin embargo, no se queda con lo conquistado y trata de comprender esta nueva era: “Había todo un sustrato de silencio que no vimos, que fue cocinándose y es lo que estamos recogiendo. Por un lado, por cómo transmitimos la cuestión de memoria, verdad, justicia y la dictadura, hubo un amesetamiento. Y ya las palabras y esos simbolismos dejaron de representar lo que nos representan. Por lo tanto, un pibe que por ahí borra el Nunca Más o tacha un pañuelo no es un negacionista. Es alguien que no aprendió el valor de esos simbolismos. No les dice lo mismo. Tenemos que trabajar con eso, del presente para atrás. Hay que repensarlo todo. Es comunicacional, lo que hay que encontrar son nuevas piezas comunicacionales, nuevas estrategias”, interpela a los y las estudiantes.

 

En el final de la entrevista, ante la inquietud de una joven estudiante, Moler se permite ser optimista en cuanto al futuro, porque así su recorrido lo marca: “Yo estoy convencida que va a surgir algo nuevo, porque forma parte del proceso histórico. Estamos en el peor de los momentos porque estamos en la bisagra de algo que se va acabando y aún no está naciendo lo nuevo. Pero que va a ocurrir, va a ocurrir. No sé si lo llego a ver, pero acuérdense que va a pasar”.

 

Intelectuales por la soberanía digital

Intelectuales por la soberanía digital

Medio centenar de intelectuales firmaron una carta que denuncia presiones de asociaciones tecnológicas en la disputa entre la Corte brasileña y la red social X.

Hace tres semanas un fallo del  Supremo Tribunal Federal  de Brasil determinó la suspensión de la red social de Elon Musk, X, por no respetar las normativas de ese país. La decisión de la Corte se debió a su negativa a elegir un representante legal local. Si bien el bloqueo de momento se levantó debido al pago de una multa, aún perdura la polémica entre quienes denuncian una violación a la libertad de expresión mientras otros lo celebran como un avance gigante en la autodeterminación de las naciones ante la avanzada de las corporaciones digitales trasnacionales. En razón de la presión ejercida por las grandes empresas tecnológicas a la justicia brasileña, un diverso grupo de académicos, activistas e intelectuales publicó este martes una carta abierta en la que expresan su preocupación por la soberanía digital de Brasil.

La carta abierta denuncia que X y su director, Elon Musk, se han organizado con otras compañías para socavar la autodeterminación tecnológica de Brasil, enviando un mensaje a cualquier país que busque liberarse de la dominación de estos grupos tecnológicos. Estas acciones son un ejemplo de un propósito mayor por “restringir la capacidad de las naciones soberanas para definir una agenda de desarrollo digital libre del control de las megacorporaciones con sede en EE.UU.”, denuncian los firmantes de la carta entre los que se encuentran intelectuales y políticos como Thomas Piketty, Yanis Varoufakis, Daron Acemoglu, Mariana Mazzucato, Shoshana Zuboff, Evgeny Morozov, entre otros. Los especialistas aseguran que “el caso brasileño se ha convertido en el frente central del creciente conflicto global entre las grandes corporaciones tecnológicas y aquellos que buscan construir un panorama digital democrático y centrado en las personas, con foco en el desarrollo social y económico”.

“El problema central es que el poder que han construido las [empresas] big tech al concentrar los flujos de información, cultura y comunicaciones personales de la sociedad contemporánea y al almacenar datos personales de todo el mundo, carece de mediaciones y controles democráticos”, explica Martín Becerra, investigador del Conicet y uno de los cientos de académicos que firmaron esta carta. “Las decisiones de un puñado de grandes conglomerados tecnológicos afectan la vida, la producción, las relaciones entre personas, sin que el fundamento de esas decisiones pueda ser conocido ni revisado por los miles de millones de habitantes comprendidos en ella”, agrega el especialista que junto a la economista Sofía Scaserra o el investigador Juan Martín Graña, es uno de los argentinos al pie del documento.

Los especialistas sostienen que las empresas big tech no solo controlan el mundo digital sino que también operan contra la habilidad del sector público de crear una agenda digital basada en valores y necesidades locales. “Las decisiones de los grandes conglomerados tecnológicos afectan la soberanía de las personas y de los países en tres niveles: lesionan la libertad de expresión, erigiéndose en árbitros de lo decible y de lo que es o no amplificado socialmente; vulneran la privacidad y los datos personales; y abusan de su posición dominante distorsionando la economía y la producción”, detalla Becerra.

“Este es un momento crucial, el reclamo por la soberanía digital y por el control de nuestra esfera digital pública no puede esperar”, dice la carta, a modo de cierre. Lo cierto es que el gobierno brasileño ha demostrado firmeza a la hora de implementar su propia agenda digital ajena a los intereses de estas empresas tecnológicas, mientras que estos constantes ataques por parte de Elon Musk demuestran que aún hay un amplio camino por recorrer en relación a la soberanía de las naciones en el campo de la tecnología de las comunicaciones.

Punk, nac & pop

Punk, nac & pop

Un dúo del under porteño Fama y Guita  viene haciendo ruido, pogo, y música antihegemónica. ANCCOM estuvo en la más reciente presentación, en un sótano de Once donde funciona un comedor popular.

Sábado por la noche, Fama y Guita se presentan en Sala Milagro, un sótano –o un mundo subterráneo– escondido en el barrio de Once, a siete cuadras de Plaza Miserere. 

Afuera una llovizna molesta y la tormenta que no llega.

Debajo del centro barrial y social Independencia vive Sala Milagro, un espacio que produce lazos y resistencia. Cada semana hay una olla popular, se ofrecen cien raciones diarias y la sala permite el ingreso para subsistir.

Ricardo Ache, 73 años, argentino, poeta, músico, exmilitante peronista durante los setenta y sobreviviente de la cultura under de los ochenta, junto a la artista Mariposa Trash, 23 años, venezolana, activista cultural travesti, poeta y performer, integran el dúo performático Fama y Guita de expresión “Queer, punk, criollo”. Expresan ideas políticas con humor ácido y críticas antisistema.Lo conceptualizamos como punk criollo porque hacemos lo que sería punk argentino. Usamos sonidos de Argentina, hablamos de cosas que suceden en este territorio”, expresa Mari, alias Mariposa Trash. 

Con media década de distancia esta dupla intergeneracional logra posicionarse en la escena artística porteña. En la actualidad, representa la contracultura en el público joven del underground, abre un espacio para participar y expresarse sin juzgar, yendo en contra de lo “aesthetic” o “hegemónico” del sistema. Ellos lo definen como una fiesta o carnaval contracultural para hablar de política con diversión. Las canciones que interpretan son de autoría propia, varían de género y temática: techno anticapitalista, tarantela, cuarteto, cumbia y rock and roll. 

 

–Fama y Guita es como una especie de engendro entre el pop de Miranda y los Sex Pistols que deviene en un carnaval –dice Mari–. Una fiesta en donde el público se anima a jugar, no solo poguear, sino bailar, soltarse y conocerse, en un contexto en el que cada vez es más difícil acercarse al otro. 

 

Se acerca la medianoche. El ambiente y el aire del lugar se transforman con el paso del tiempo. El espacio se alborota de espectadores y diferentes artistas. Diversas voces indistintas se mezclan con la música de fondo. Aparecen personajes típicos de la noche. Los ojos se desvían por apreciar cada rincón, cada esquina de la sala, cada empapelado. Resaltan los viejos tesoros de la cultura musical argentina, en especial se destaca la veneración a Charly Garcia. Las luces se tornan cálidas en un entorno templado –amigable–. La música comienza a sonar, el show inicia. El público se regocija. 

Cinco años antes de este delirio y carnaval Mari y Rick se interpelaron en una jam de poesía. Por eso, el origen del dúo se entrelaza con el mundo de la poesía para luego ir transmutando por diferentes áreas del mundo artístico –teatro, cine, radio– hasta acontecer en Fama y Guita. 

Cinco años más tarde, marzo del 2024, lanzan su segundo disco La gran estafa del rock nacional, basado en la película de los Sex Pistols La gran estafa del Rock and roll. La tapa es una copia de la portada del álbum de los Beatles Sgt. Pepper ‘s Lonely Hearts Club Band. “Es la tapa más copiada de la historia”, acota Mari que señala que se trata de un disco conceptual que tiene una mirada del rock como una fotocopia de la fotocopia.

 

–El punk no es un género musical, es una actitud, es rompedor –expresa Rick.

 

Luego de dos temas, el público toma confianza y valor, se une y  los pasos de baile se desatan al ritmo de la zumba y la tarantella. El sentimiento colectivo recorre el espacio al compás del trencito. Pelucas y peinados que se sacuden, rulos que saltan –como espirales– siguiendo el ritmo. Manos y pies se revolean al grito de “Chica, chico Rock and Roll”. Y aparece un ciclo interminable de sorpresas que, en definitiva, parece que es lo que los trajo acá, mientras por el fondo, resuena el quejido de una armónica.

 

–Algo destacable de Fama y Guita es que es un espectáculo de guerrilla, de trinchera, de resistencia, con lo que podemos y tenemos en el lugar armamos la fiesta. Por eso nos sentimos más animadores de fiesta que artistas serios –explica Rick, con orgullo.

 

–Yo creo que hay una necesidad de romper la barrera de la vergüenza, la gente se identifica con el bailarín y entiende lo que tiene que hacer, cómo soltarse –exclama Mrkpuff, artista performática que acompaña la escena, baila y forma parte del proceso de producción.

En un contexto actual de violencia y silenciamiento hacia la cultura argentina, se les torna difícil poder subsistir como artistas emergentes. “Los artistas mainstream hacen un despliegue audiovisual que está bueno, pero ves al artista chiquitito y el sonido no se diferencia tanto al del under. El show no representa el precio que cobran. De repente, voy a un recital del under y todo es más real. Me parece que la distinción de clase social en el arte se nota. Hay una brecha salarial terrible, en el under hacemos el mismo trabajo que los artistas que ya están pegados”, explica Mari. 

 

–Lo que queremos es tener un salario digno, no ser Taylor Swift –exclama Mari, irónicamente.

 

 –Under no es lo mismo que contracultura –dirá Mari unos minutos antes de que comience el espectáculo–. Estamos acá porque no nos queda otra. Un lugar donde cae la gente, que no tiene otro lugar donde ser, estamos todos por una necesidad. 

 

–Una vez Fabiana Cantilo describió  al under como un escalón para saltar a otro lado –dijo Rick.

Al grito eufórico de Fama y Guita el público entusiasma. Pasos de baile -extrovertidos-  acaloran cada vez más el ambiente acompañados de palmas y chillidos. El discurso político pierde formalidad en cada estrofa y se llena de gracia, ironía y carcajadas.

El dúo de punk no pierde su tiempo, logra que las cosas sucedan. Se implanta una mirada social en la juventud desde un lado lúdico, desde la fiesta. No es necesario ser culturoso para poder generar impacto.

 

–La juventud tiene ideas muy buenas pero no sabe cómo llevarlas a cabo, cómo ser pequeños líderes. Porque los políticos están muertos, no estamos representados por nadie –dirá Rick–. Lamentablemente, el pelotudeo de twitter y demás hizo una juventud a la que se la castiga. Pero sobre todo le encajaron un celular a los siete años. Nos tenemos que hacer cargo de todo eso –explica Rick, lamentándose–.  Es preferible algo simple y original a andar escuchando discos y ver qué es lo que pega ahora. Buscar un poco una vanguardia suena algo culturoso, pero es ir un paso adelante del ritmo que hay que hacer. Dentro de uno hay un montón de ideas.

 

–¿Cuándo van a tocar de nuevo? ¿Ya tienen programadas otras fechas?

 

–Si, si –exclama Mari–. Vamos a estar el 22 de septiembre en La Plata junto a Chebrolet en Casa Unclan; el 28 de septiembre en Córdoba en “Un mundo Feliz”; 18 de octubre fiesta temática peronista por el Día de la Lealtad, vamos a romper un muñeco de Alberto Fernández y dar premios a los mejores vestidos peronistas; y el viernes 13 de diciembre en el salón Pueyrredón para festejar los cinco años de Fama y Guita.

Un pogo eufórico, empujones húmedos y adrenalina dan cierre a la presentación. Pasaron cosas debajo del centro barrial y social Independencia, Sala Milagro. Fiesta, delirio y carnaval. Por fuera el cielo garúa y el viento empuja una brisa húmeda que congela hasta los pómulos.

 

Avances tecnológicos nucleares, ¡afuera!

Avances tecnológicos nucleares, ¡afuera!

El Gobierno paralizó la construcción del CAREM-25, un reactor nuclear de avanzada desarrollado por la Comisión Nacional de Energía Atómica. 250 trabajadores despedidos, atrasos salariales, desfinanciamiento y advertencias por falta de mantenimiento en Atucha: el alarmante abandono del sector.

La semana pasada se volvió a visibilizar el conflicto por la paralización del proyecto CAREM-25, el reactor nuclear de desarrollo argentino que posicionaba al país en la vanguardia tecnológica mundial. La suspensión de las obras ha provocado 250 despidos y desató una movilización en el acceso al Complejo Atucha, en Zárate. El conflicto no solo impacta en los trabajadores despedidos, sino que expone la tensión entre el gobierno y el desarrollo científico y tecnológico en el país.

La movilización fue encabezada por gremios como ATE, UOCRA, Luz y Fuerza y UECARA. “Es un proyecto que le da al país la posibilidad de posicionarse mundialmente”, declaró el secretario general de la UOCRA en Zárate, Julio González, a ANCCOM. Los sindicatos denunciaron la paralización del proyecto, mientras que desde la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) aseguraron que la obra sigue en marcha, con el foco ahora puesto en resolver los desafíos de ingeniería y montaje electromecánico del reactor prototipo.

Lo cierto es que la semana pasada finalizaron 150 contratos laborales con las empresas contratistas Masoero y Asociados, Conuar y Centro Construcciones. “Fueron despedidos la totalidad de los compañeros del Centro de Construcciones (37 trabajadores), 35 de Conuar y 78 de Masoero y Asociados”, denunció González. La cifra asciende a más de 200 despidos si se suman otros 89 contratos terminados hace dos meses.

“En términos económicos estamos hablando de exportaciones unitarias por más de 4 mil millones de dólares por cada reactor”, señala Tomás Avallone.

“Estamos sometidos a un ajuste presupuestario salvaje que hace que empecemos a tener problemas, por ejemplo, con los servicios tercerizados. Se atrasan los pagos y eso provoca, por un lado, las suspensiones parciales de servicios, y por otro, que empiezan a retirar a trabajadores tercerizados”, comenta Carolina Komar, delegada de ATE-CNEA.

Además de los despidos, se suma la situación salarial de los trabajadores que todavía permanecen en CNEA. “Hoy casi todos los trabajadores están por debajo de la línea de pobreza, y son categorías profesionales con veinte años de experiencia”, denuncia Komar. Y sostiene: “Esto hace que opten por renunciar e ir a trabajar de cualquier otra cosa. Cada puesto de trabajo que se pierde, es muy difícil de recuperar y lleva mucho tiempo”.

 

Un tema enorme, los pequeños reactores

El proyecto CAREM posiciona a la Argentina como líder en un mercado estratégico a nivel mundial. Este reactor modular pequeño (SMR, por sus siglas en inglés) se destaca por su bajo costo y rápida construcción, siendo una solución ideal para abastecer a ciudades pequeñas y aisladas de las grandes redes eléctricas. De acuerdo con un informe publicado en marzo por la Nuclear Energy Agency, que analiza 21 proyectos globales, el reactor argentino se encuentra entre los más avanzados, junto a otros dos en China (ACP100) y Rusia (Brest-OD), como los tres únicos SMR en construcción actualmente. Dos días después de la publicación del informe, la CNEA e INVAP (empresa argentina de alta tecnología situada en Río Negro) anunciaron un memorando para exportar esta tecnología al mundo. Las características del nuevo reactor lo hacen especialmente atractivo para su exportación a países que no cuentan con energía nuclear y tienen redes eléctricas de menor escala. “En términos económicos estamos hablando de exportaciones unitarias por más de 4 mil millones de dólares por cada reactor”, señala Tomás Avallone, operador de reactores nucleares y trabajador de la CNEA.

“En energía nuclear estamos bien posicionados a nivel internacional. Manejamos tecnología que pocos países en el mundo manejan”, destaca Komar. Argentina se encuentra en una posición favorable para aprovechar la ventana comercial en el mercado de reactores modulares pequeños, ya que los países que logren poner en funcionamiento un reactor demostrador antes de 2030 podrán captar una parte significativa de este mercado. Actualmente, competidores como Estados Unidos y Reino Unido aún no han iniciado la construcción de sus proyectos, lo que otorga una ventaja competitiva considerable a Argentina.

Alineados al norte

Según denunciaron desde CTA Autónoma, la situación se agrava por la decisión del gobierno de Javier Milei de alinearse a los intereses de la OTAN y Estados Unidos. “Con la salida de las BRICS, a tono con el nuevo alineamiento, se pone en pausa el contrato con la República Popular China por la construcción de la cuarta central nuclear, Atucha III que es resistido por Washington y al mismo tiempo, desplazan del mercado mundial al reactor nuclear de baja potencia, CAREM, competidor directo de las inversiones yanquis”, denunciaron desde la Central de Trabajadores. 

Además de la paralización del proyecto CAREM, los trabajadores denuncian que desde el inicio de la gestión libertaria se han producido retrasos alarmantes en las tareas de mantenimiento de Atucha I, conocidas como «obras de extensión de vida». Estas intervenciones son fundamentales, ya que las centrales requieren mejoras continuas, especialmente en materia de seguridad. La central podría operar hasta fin de mes, cuando deberían comenzar las obras de extensión que tomarán aproximadamente dos años. “Patearon el inicio de las tareas de extensión de vida de Atucha pensando en la falta de energía que va a haber en el verano y en los cortes asociados a eso”, advierte Komar.

«Si hay veto, hay marcha»

«Si hay veto, hay marcha»

Docentes, no docentes y estudiantes se reunieron en la Plaza del Congreso para apoyar el tratamiento al presupuesto universitario, que finalmente fue aprobado esta madrugada, por amplia mayoría. Frente al mismo despliegue policial que la jornada del miércoles, los manifestantes defendieron el derecho social a la educación superior.

, Una nueva movilización fue convocada por gremios docentes y no docentes, universitarios y preuniversitarios, sindicatos, estudiantes y representantes de centros de estudiantes de las universidades nacionales de todo el país durante el tratamiento en Senadores del proyecto de ley, finalmente aprobado, que busca garantizar el presupuesto par alas casas de studios superiores.

La plaza del Congreso, a las 13, ya estaba rodeada por un cordón de la Policía Federal. Permanecieron las vallas que utilizó el operativo a cargo de Patricia Bullrich durante la movilización del día anterior, que terminó con jubilados, jubiladas, niños y manifestantes reprimidos y gaseados. Por los parlantes resonaban canciones de rock nacional mientras que integrantes sindicales con pecheras de la CONADU tocaban trompetas y bombos. Algunos de los manifestantes llevaban pañuelos azules en el cuello o en la cabeza con la frase “En defensa de la universidad pública”. Entre una exposición y otra dentro del Congreso, afuera empezaron a cantar: “Universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode”. Los carteles de los manifestantes llevaban las consignas: “Sin docentes no hay universidad. Sin lucha no hay salario digno” y “No regales tu educación. No regales tu futuro”.

Entre los autoconvocados pasaban las rondas de mate, otros almorzaban o se sacaban algunas fotos grupales. Había pecheras blancas y azules y banderas de los principales sindicatos, gremios docentes y no docentes como la CGT, FEDUBA, CONADU, CONADU HISTÓRICA, AGD UBA, CTA, CTERA, FEDUN, FAGDUT, FATUN, UDA, ADUBA, entre otros. Una bandera citaba “En defensa de la Universidad Pública” y agrupaba a todos los sindicatos docentes y no docentes. Era el fondo del escenario donde se fueron sumando las intervenciones: “Si hay veto, hay marcha. Si hay agresión a cualquier sector de los trabajadores o sector social, estaremos los universitarios acompañando y ayudando”, dijo uno de los primeros oradores.

También estaban presentes las banderas de los centros de estudiantes como el CEFYL de Filosofía y Letras y el CECSO de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, junto a algunos partidos políticos de izquierda, organizaciones del campo popular y movimientos socials. Entre los presents, se advertía a algunos diputados del Frente de Izquierda de los Trabajadores y de Unión por la Patria.

En las intervenciones públicas se remarcó la necesidad de construir una unidad más amplia, que exceda el espacio de la universidad e incluya a trabajadores y movimientos sociales: “No alcanza con la lucha de los universitarios solamente. Tenemos que militar en las aulas, tenemos que militar en nuestros barrios, tenemos que militar en las fábricas”, agregó el gremialista.

Los oradores también denunciaron la represión que se estaba llevando a cabo en ese mismo momento en la Ciudad de Santa Fe, durante el tratamiento de una reforma previsional impulsada por el gobernador Maximiliano Pullaro, quien incluyó un tope a las jubilaciones, un aumento de los aportes y la posibilidad de aumentar la edad jubilatoria desde el gobierno provincial.

Además, De Feo recordó la reciente intervención policial en la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo y el desconocimiento por parte del Gobierno nacional de la autonomía universitaria a partir del nombramiento del interventor Eduardo Maurizzio, que atenta sistemáticamente contra el funcionamiento de la institución y definió que se trataba de una agresión a todas las universidades en su conjunto “porque si intervienen una, mañana intervienen cualquier otra que se les oponga”.

En sintonía con lo mencionado por el secretario general de la Federación Nacional de Docentes Universitarios, la docente de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo Paula Torricella, en diálogo con ANCCOM, contó: “Desde principio de año la universidad no tiene ni un centavo ni para salarios, ni para internet, ni para papel higiénico”. Frente al interrogante de cómo logran mantener la sede abierta y en funcionamiento, contestó que: “Con todo el esfuerzo de nuestra comunidad educativa. Como docentes, bancándonos con nuestros propios ahorros, nuestras propias fuerzas, con nuestra propia internet. Pero claramente es una situación muy insostenible y muy injusta”.

Con respecto a la situación salarial y la importancia de la aprobación del proyecto de ley, el secretario general de FEDUBA, investigador del CONICET y profesor de la UBA, Pablo Perazzi explicó: “Nosotros tenemos al 80% de los docentes universitarios por debajo de la línea de la pobreza”. El Consejo Interuniversitario Nacional confirma esta situación en el Informe de Emergencia Salarial de las y los Trabajadores de las Universidades donde se registra que más del 85 % de las y los docentes de universidades y el 60% de las y los no docentes están por debajo de la línea de pobreza.

En consonancia con lo expresado por el secretario Perazzi, el secretario adjunto de la Asociación Docente de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo Ricardo Aguirre, explicó con respecto al proyecto de ley que horas después se aprobara: “Es una ley que contempla, entre otras cuestiones, la recomposición salarial del 30% del salario docente. Nosotros de diciembre a la fecha perdimos un 35% del poder adquisitivo, sin contar el Fonid y, entre otras cosas, está ley nos permite pensar en un futuro a nivel universitario, en un presupuesto y finalmente sostener un pilar fundamental que es la educación pública y el derecho social a la educación universitaria”.

El movimiento estudiantil

Un representante del movimiento estudiantil de la Universidad Nacional de Cuyo de Mendoza señaló ante sus pares: “Los estudiantes estamos hartos de esta situación que estamos viviendo, desde el 10 de diciembre que asumió Javier Milei. Estamos hartos de no tener previsibilidad, de no saber si el próximo cuatrimestre las materias se van a seguir dictando con normalidad.”. La presidenta de la Federación Universitaria de La Plata Albertina Bidart sumó: “No nos tenemos que olvidar que este gobierno, deshumanizante desde que arrancó, nos está haciendo cagar de hambre. Si pensamos solamente en la universidad escindida de nuestros abuelos y nuestras abuelas que eligen entre comprar los medicamentos y comprar la comida nos estamos equivocando. Si decidimos defender la universidad y no defender que hay un millón de pibes y de pibas que se van a dormir sin comer, nos estamos equivocando” y continuó: “Los estudiantes somos las juventudes que no solo no llegamos a tener nuestro trabajo en blanco para ser jubilados y jubiladas en algún momento, sino que tenemos uno, dos, tres o cuatro trabajos para sostenernos en la universidad pública. Esa es la universidad que estamos habitando hoy. La universidad donde los pibes y las pibas nos estamos quedando afuera”.

En coincidencia con lo expresado, la presidenta del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA Agostina Olivera, en diálogo con Anccom, profundizó: “Tenemos cada vez más compañeros que tienen que tomar la decisión de juntar toda la cursada el mismo día o ir solo dos días porque no les alcanza para pagar el boleto de ida y vuelta. Compañeros que tienen que pasar tiempo en el cyber que está ahí en la facultad, porque no tienen la plata ni para tener una computadora ni tampoco para comprar los apuntes. Y compañeros que directamente están teniendo que dejar de estudiar porque están teniendo que agarrar trabajos de doce horas o conjugar horarios con cuatro trabajos”.

Hacia una nueva marcha universitaria

La solidaridad de la comunidad universitaria busca seguir entretejiendo alianzas con distintos sectores de trabajadores que son el blanco de las políticas del Gobierno de Javier MIlei, además de entrelazar las luchas con los sectores excluidos del modelo económico social y político que quiere imponer el gobierno libertario. La docente universitaria Paula Torricella aportó: “En el día de ayer los representantes universitarios hicieron una confluencia de intereses de acuerdo con los aeronavegantes, los aeronáuticos, sobre la base que son dos actividades que están siendo particularmente agredidas desde el gobierno nacional. Y ahí se empieza a ver una confluencia de diversas luchas de diversos sectores de nuestro pueblo. Eso me da esperanza y ojalá que se replique”.

La presidenta del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA Agostina Olivera, expresó que el desafío será construir la unidad y articulación con otras sedes, facultades, universidades y centros de estudiantes e invitar a los movimientos sociales y populares a participar de las instancias convocadas por la comunidad educativa, a la vez que estar presentes ellos mismos como universitarios en las luchas populares de esos sectores, tal como sucedió el día anterior, con la participación de los estudiantes en la marcha por la movilidad jubilatoria.

Hacia el final de la movilización, la cantidad de policías se duplicó alrededor de la plaza. Sin embargo, los autoconvocados desconcentraron sin incidentes ni represión.

Con respecto a las expectativas de la votación en el Senado y la amenaza latente del presidente Javier Milei de vetar la ley si llegara a aprobarse, la comunidad universitaria ratificó que se realizará otra marcha en defensa de la educación pública. Agostina Olivera opinó: “Sería una muy mala estrategia de este gobierno decidir vetar la ley de financiamiento universitario porque el 23 de abril fue una demostración de que no es solo quienes habitamos las universidades los que las defendemos, sino que es un consenso del conjunto de la sociedad argentina en todo el país”.

En coincidencia con Olivera, el secretario general FEDUBA planteó: “Sobre todo porque la universidad, y después de la marcha del 23 de abril creo que quedó demostrado, es un valor constitutivo de la sociedad argentina que atraviesa todos los sectores de la sociedad argentina. Entonces el aeronáutico tiene un hijo en la universidad, el obrero de la construcción tiene un hijo en la universidad, el trabajador no docente tiene un hijo en la universidad o es él mismo, al mismo tiempo un estudiante de la universidad” y concluyó “Todos conocen a alguien o tienen un familiar en la universidad”.