“Algo nuevo empieza a renacer después de tantos años de neoliberalismo”

“Algo nuevo empieza a renacer después de tantos años de neoliberalismo”

Myriam Bregman, candidata a diputada nacional por el FIT en CABA, habla sobre el rol de la izquierda en el Congreso, los frenos que promete poner a Milei desde su banca, la certeza de desconocer la deuda externa y los proyectos contra violencia de género que tiene en mente para “paliar” la violencia machista.

Myriam Bregman en la última marcha en apoyo a Palestina el 7 de octubre. 

A días de las elecciones legislativas, la candidata a diputada nacional por el FIT para la Ciudad de Buenos Aires, Myriam Bregman, dialogó con ANCCOM sobre los próximos desafíos que encara el Congreso respecto al endeudamiento, las discusiones que el partido planea llevar al recinto, el rol de la izquierda como tercera fuerza, y la nueva vía que se abre con la solidaridad internacional respecto del genocidio en Gaza.

 

Si fuera electa diputada nacional por la CABA, ¿qué proyectos se plantean desde la izquierda en materia de educación y salud?

La elección se da en un contexto difícil. Si quiero hablar en serio y no hacer promesas que serán claramente incumplidas, hay que discutir la deuda con el FMI. Porque el endeudamiento que está dejando este gobierno, hace imposible pensar que alguien va a pagar esa deuda. Después hay proyectos prioritarios, como salud y educación y un verdadero plan contra la violencia de género, que me interesa particularmente y trabajé con anterioridad. Pero primero está la deuda, y ahí la izquierda empieza a cumplir un rol fundamental. Somos la única fuerza política que tiene claramente una posición y que dice con qué argumentos políticos y legales se podría ir a un desconocimiento soberano, para después poder plantear proyectos en serio.

 

¿Cuáles serían los principales proyectos que impulsarían o pondrían en agenda?

Además del desconocimiento soberano de la deuda, que se tiene que dar a la par de una movilización en la calle para imponerlo, creo que el tema jubilatorio es central. Repensar el sistema que viene siendo destruido desde el gobierno de Macri, con la pensión universal para el adulto mayor, que es discriminatoria y que va haciendo un sistema jubilatorio paralelo. Ahora se cayó la moratoria, con lo cual ya no podés ingresar al sistema jubilatorio tradicional. Otra discusión es el sistema energético: en Argentina el extractivismo está avanzando de forma feroz, destruyendo pueblos. Esto implica dos cosas: primero una Ley de Humedales, para que no siga avanzando la megaminería contaminante; y por otro lado discutir desde la generación, la producción y la distribución todo el sistema energético, porque las tarifas se han vuelto exorbitantes y un grave problema para cualquier laburante.

Concentración en el Cine Gaumont por el desfinanciamiento del INCAA en 2024.

¿En qué consiste el proyecto de ley sobre violencia de género que mencionaste?

Siempre digo que es un proyecto que me lo dictó la calle, porque la primera vez que presenté el plan contra la violencia de género fue en 2015, al calor de las movilizaciones de Ni una menos. Desde ahí que estoy peleando para que se trate un verdadero plan contra la violencia de género, que no incluye solamente las medidas que habitualmente se discuten, sino que lo piensa integralmente: desde las licencias que necesita una mujer que es víctima de violencia para no perder su laburo, hasta el tema del acceso a una vivienda rápida, que no son solo refugios o lugares a donde ir una o dos noches. Sus hijos tienen que tener vacantes en otras escuelas, porque muchas veces tienen que cambiarlos cuando huyen de situaciones de violencia. La idea es diseñarlo íntegramente para poder ofrecer un paliativo, y uso está palabra porque sé que bajo este sistema capitalista, donde el patriarcado es parte esencial, no se va a eliminar la violencia de género. Pero sí que mientras luchamos para terminar con el patriarcado hay muchas medidas que se podrían tomar, a diferencia del gobierno actual que busca eliminar la figura del femicidio en su proyecto de Código Penal.

 

Algunos candidatos de Fuerza Patria cuestionaron el rol de la izquierda, alegando que fueron “funcionales” al triunfo de Milei en 2023 por haber “dividido” la lucha contra el actual presidente. ¿Qué le dirías a una persona que se encuentra ante este discurso?

Llamaría a la reflexión, porque si vos llevas esa lógica hasta el final, la izquierda no tiene que existir. En un país donde a la izquierda se la ha perseguido, se la ha desaparecido, decir que no merecemos existir, me parece que como mínimo amerita una reflexión de cara a las nuevas generaciones. Los 30.000 detenidos desaparecidos, más allá de la corriente política en la que participaran, de conjunto se sentían de izquierda porque tenían esos valores y esa idea de transformar esta sociedad de raíz con distintas estrategias. Con toda calma daría ese debate, de por qué tenemos que estar siempre eligiendo entre dos fuerzas claramente capitalistas que ya gobernaron y que han mostrado cuáles son los límites que tienen. El objetivo de la derecha es destruir todo para sacarle una nueva tajada a la clase trabajadora y ordenar regresivamente el país dándole mayores beneficios a los sectores más ricos. Pero también desde otros sectores como el peronismo, se han mostrado los enorme límites. Ya lo vimos en el gobierno de Alberto Fernández, no se escuchó ninguna propuesta ni ninguna medida seria, distinta. Además, en la calle peleamos unidos, yo no le pido el carnet a quien tengo al lado para luchar y tampoco me lo piden a mí, prefiero esa hermandad en la lucha, esa solidaridad. Las luchas en este país siempre han comenzado como luchas de minorías: las madres de Plaza de Mayo que comenzaron dando la vuelta a la pirámide en aquel abril de 77 eran 12, las mujeres que comenzamos a pelear por el aborto y que presentamos aquel primer proyecto hace 20 años éramos un puñado pero nunca bajamos los brazos. Por eso no yo no le diría a nadie que no tiene derecho a existir. El argumento de que tal le hace el juego a tal es una forma de no ahondar en una autocrítica.

Conferencia de prensa frente al INCAA en rechazo al vaciamiento del sector cultural en septiembre de 2025.

¿Por qué la izquierda participa de causas internacionales, por ejemplo, de la lucha por la independencia palestina?

Somos internacionalistas, consideramos que la clase trabajadora es una, que no tiene fronteras, que estamos hermanados y que tenemos los mismos intereses que trabajadores de cualquier lugar del mundo, y también que tenemos que luchar por los pueblos que están siendo oprimidos. En este caso, siendo víctimas de un genocidio, como el pueblo palestino. Hoy lo que está pasando en el mundo son manifestaciones enormes: dos millones en Italia con huelga general, movilizaciones estudiantiles en EE.UU, en Europa y en Asia. Todos diciendo no al genocidio. Hay algo nuevo que empieza a renacer después de tantos años de neoliberalismo: la idea de solidaridad, de lucha colectiva y de sentir la humanidad como un todo, de sentir el sufrimiento humano como propio allí donde ocurra. Se abre una nueva perspectiva para toda la humanidad, para poder empezar a pensar una sociedad diferente a aquella que nos vendieron los últimos años, donde solo te queda elegir entre un capitalismo humano y un capitalismo salvaje, pero no podés salir de ahí. Bueno, si vos llevas hasta el final todos estos pensamientos de solidaridad, de lucha colectiva, de oposición al uso del hambre como arma de guerra, de que maten a niños y a niñas, de la opresión, te hace poder pensar de nuevo en una perspectiva de una sociedad sobre otras bases, de una sociedad socialista.

 

¿Cómo sería un gobierno socialista elegido democráticamente? ¿Cómo se proyecta la convivencia con un sistema económico capitalista concentrado?

Nosotros peleamos por otro sistema, claramente, no lo ocultamos. Somos anticapitalistas, pero todas las peleas que damos hoy las damos pensando en esa perspectiva socialista. No nos quedamos discutiendo por ese tema desde un bar, sino que todo el mundo nos reconoce por estar en las principales peleas que hoy tiene la clase trabajadora, las mujeres, la juventud. Ahora, cada una de esas peleas las damos en esa perspectiva, por una sociedad donde todo se planifique en función de las necesidades sociales y no de las ganancias de unos pocos, donde no haya más explotación, donde no haya más opresión. Evidentemente no se puede desligar las peleas que hoy damos de esa perspectiva, pero tampoco se puede pensar que solamente peleando por cosas mínimas se van a terminar las injusticias de este sistema.

 

Milei anticipó que luego de las elecciones se debatirá la reforma laboral, en concordancia con los requerimientos del FMI. ¿Qué planea hacer la izquierda ante esta situación?

El endeudamiento agigantado que está tomando Milei trae muchos otros condicionamientos que vamos a tener que enfrentar en el Congreso. El FMI pide más tarifazos, reforma jubilatoria, recorte de asignaciones como la AUH. Todo eso va a pasar por el Congreso, así que es muy importante saber qué diputados y diputadas vas a poner ahí adentro, que tengan una posición clara de defensa de tus derechos. Acá nadie se da vuelta, ningún diputado se vende, ninguno se para a fumar, como pasa en las últimas sesiones, sino que creo que todo el mundo sabe que vamos a estar en la calle acompañando y que en el recinto vamos a actuar con la misma coherencia, son temas que vienen sí o sí al Congreso en el próximo periodo.

 

¿Qué es lo que más te gusta de la política?

Transformar la realidad. Más que de la política diría de la militancia. No solo pensar en un mundo donde seamos verdaderamente libres de toda explotación y opresión, sino también la pelea cotidiana. Pelear por aquello que sabés que es justo, que sabés que es correcto, es lo que a todos y a todas nos da una vida mucho mejor, y a mí me da un impulso muy fuerte para afrontar cada día.

¿Es posible correr a China de la economía argentina?

¿Es posible correr a China de la economía argentina?

El apoyo de la Administración de Trump y el FMI al gobierno de Javier Milei busca que la inversión norteamericana desplace a la presencia del Gigante Asiático en áreas estratégicas del país. ¿Cuán realista es esa meta?

El pasado 24 de septiembre, Scott Bessent, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos dijo a través de la red social X : “Estados Unidos está en negociaciones con Argentina para establecer una línea de swap de USD 20.000 millones con el Banco Central argentino”. Luego, el dos de octubre, en una entrevista para la cadena de televisión estadounidense CNBC, Bessent dijo que su país tiene un “interés estratégico” en la región. Días más tarde -y tras haber confirmado el swap- en una entrevista para Fox News, Bessent aseguró que Javier Milei “tiene el compromiso de sacar a China de la Argentina”. Como la idea generó controversias, el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tuvo que salir a calmar las aguas. El 10 de octubre, en una entrevista con Radio Rivadavia, expresó: “No creo que una parte del acuerdo sea excluir a China de la Argentina”.

A su vez, el e director para el Hemisferio Occidental del FMI Claudio Loser, dijo que: “Lo de China es lo más importante para Trump. Lo que le está diciendo a la Argentina es: no dependan más de China, dependan de nosotros”. Para él, la intervención norteamericana en la economía argentina “busca alentar el acceso de empresas de su país en la explotación de minerales, tierras raras y energía”.

«Hay una agudización de las contradicciones entre la posición ´sacar a China´ y los intereses de los sectores económicos concentrados de la Argentina, en gran medida alineados con el gobierno de Milei pero dependientes también del vínculo comercial con el Gigante Asiático», Schultz.

“Si bien desarmar el swap de monedas con China es bastante complejo, esto está puesto sobre la mesa. Lo dijo el propio Bessent en abril cuando el fondo rescató a la Argentina”, señala Leandro Morgenfeld, historiador, analista internacional especializado en Estados Unidos e investigador del CONICET. Dicho sea de paso, resulta llamativo que el monto del swap anunciado es muy similar al que ya tiene la Argentina con el gigante asiático.

Cada nuevo anuncio desde el norte es una pieza más que se suma al rompecabezas que busca un salvataje a la Argentina debido a la necesidad del gobierno de Javier Milei de llegar a las elecciones del 26 de octubre con paz cambiaria y social.

“No quieren que avancen inversiones clave de China en el sector de infraestructura. Por eso boicotearon el financiamiento a la cuarta central nuclear que había acordado Argentina con financiamiento chino”, agrega Morgenfeld.

En 2022 se había firmado el contrato con China para construir la cuarta central nuclear del país, Atucha III. Sin embargo, durante la gestión de Milei se encargaron de obstruir ese acuerdo y hoy se encuentra paralizada la construcción tanto de esa central como del CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares) y del RA-10. En todos los casos se trata de proyectos generadores de divisas, por lo cual queda expuesto que la decisión del gobierno deja de lado el desarrollo nacional en pos de priorizar el alineamiento con los Estados Unidos.

Quieren que se privatice Nucleoeléctrica (NASA) para que las tres centrales superavitarias que tiene la Argentina pasen a manos privadas con participación norteamericana, que se bloqueen las inversiones en minerales estratégicos como el litio -donde las inversiones chinas son muy importantes-, que se desarme la base espacial China en Neuquén, avanzar con una base militar conjunta en el estratégico Canal de Beagle frente a la Antártida -muy cerca de nuestras Malvinas-, y con ejercicios militares conjuntos como el que aprobó por decreto hace menos de 20 días el propio Milei”, sostiene Morgenfeld.

Comandados Sur

El 29 de abril de este año, Milei recibió al jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Alvin Holsey, quien luego visitó la Base Naval Integrada de Ushuaia. Ese mismo territorio había sido, en abril de 2024, el escenario del encuentro entre la entonces jefa del Comando Sur, Laura Richardson, y el presidente argentino, quien en aquella ocasión afirmó que “la mejor forma de defender la soberanía argentina es la alianza con Estados Unidos”.

Sin embargo, pese a la cantidad de declaraciones provocadoras y la búsqueda por ralentizar la cooperación entre China y Argentina, la idea del gobierno “es una meta prácticamente imposible de cumplir», sostiene Sebastian Schulz, sinólogo y especialista en estudios chinos. “China –agrega- es hoy la primera potencia económica mundial medida en términos de paridad de poder adquisitivo, el primer exportador y segundo importador global, además de ser el segundo socio comercial de la Argentina y uno de los principales inversores internacionales”.

Esta imposición de parte del gobierno de Estados Unidos lleva a una agudización de las contradicciones entre la posición “sacar a China» y los intereses de los sectores económicos concentrados, en gran medida alineados con el gobierno de Milei pero dependientes también del vínculo comercial con China.

Como explica Schulz, “la canasta exportadora argentina compite directamente con la estadounidense, ya que ambos países venden productos similares (principalmente soja) al mercado chino. En ese sentido, Washington busca que la Argentina reduzca sus exportaciones a China para acaparar ese mercado, lo que perjudicaría directamente a la economía nacional”.

Por su parte, el sinólogo Ruben Guzzetti recoge un ejemplo de cooperación reciente con un país vecino: “Cuando terminó la decimoquinta Cumbre del BRICS en Río de Janeiro -en julio de este año-, los gobiernos de China y Brasil anunciaron la elaboración de un plan de factibilidad para desarrollar el Ferrocarril de Ilhéus, un puerto que está al sur de de Salvador de Bahía, que va a cruzar todo Brasil y llegará hasta el puerto Chancay en Perú”. Esto puso los pelos de punta a Estados Unidos, “pero a su vez es imprescindible para los productores agropecuarios brasileños porque de esta forma van a poder sacar todo lo que se está exportando -que es mucho-  desde Brasil hacia China con un costo de flete y de logística muchísimo menor”, sostiene el especialista.

 

¿America first y Argentina last?

Desde Estados Unidos también les piden explicaciones a sus funcionarios: ¿por qué le compran pesos a la Argentina? Algunos periodistas señalan una tensión entre la política “America first” (como publicita Trump su supuesta prioridad por los asuntos internos) y el apoyo externo que está brindando a Argentina, preguntándose si es apropiado usar fondos o instrumentos financieros estadounidenses para prevenir colapsos en otros países cuando hay necesidades internas fuertes. Durante una entrevista con CNBC, Bessent dijo: «Cuando la gente me dice: ‘¿Cómo, no era América primero?’ Yo les respondo que sí y les pregunto: ¿quieren seguir disparando cañoneras como en Venezuela? No queremos un Estado fallido. No se está transfiriendo dinero. El Fondo de Estabilización de Cambios (FSE, por sus siglas en inglés) nunca ha perdido dinero. No va a perder dinero esta vez tampoco”.

Desde la Embajada de China en Argentina salieron al cruce de las afirmaciones del secretario del Tesoro estadounidense. En un comunicado difundido el 11 de octubre, calificaron los dichos de Bessent como “provocadores” y propios de una “mentalidad de Guerra Fría”. El texto advirtió que Estados Unidos “no puede perturbar la cooperación entre China y América Latina”, y subrayó que la relación con la Argentina “se basa en el respeto mutuo, la igualdad y el beneficio compartido”. Además, la representación diplomática sostuvo que América Latina “no es el patio trasero de nadie”.

En línea con esto, Schulz señala: “China entiende que el gobierno de Milei representa una coyuntura dentro de un proceso estructural de grandes transformaciones globales, en el marco del cual Beijing decidió llevar adelante una política de cooperación con Argentina, por lo que busca discutir y rechazar las pretensiones hegemonistas y unilateralistas de los Estados Unidos, manteniendo al mismo tiempo una relación cordial y diplomática con el actual gobierno, siempre que éste no se entrometa en las ‘líneas rojas’ consideradas por Beijing, especialmente en lo que respecta al principio de Una sola China”.

Alerta en la oposición

Desde Unión por la Patria, diputados como Máximo Kirchner e Itai Hagman presentaron proyectos que buscan obligar al Poder Ejecutivo a someter a aprobación del Congreso cualquier acuerdo financiero o swap con potencias extranjeras. Advirtieron que el acercamiento a Estados Unidos podría implicar una pérdida de soberanía económica y exigieron mayor transparencia en las negociaciones.

En la misma línea, el Frente de Izquierda-Unidad denunció una “entrega total” de la soberanía nacional y acusó al Gobierno de Milei de subordinar la política exterior a los intereses geopolíticos de Washington. Myriam Bregman y Nicolás del Caño presentaron un pedido de informes sobre el supuesto acuerdo de 20.000 millones de dólares y reclamaron el fin de los vínculos militares con el Comando Sur, al que consideran una forma de injerencia directa en los asuntos internos del país.

Pese a que el financiamiento de 20.000 millones de dólares ya se anunció y la oposición no puede anularlo, sí intenta frenar su ratificación parlamentaria, transparentar sus condiciones y convertirlo en un costo político para el gobierno. Además, de esta manera se instala el debate público sobre la subordinación a Washington y el desplazamiento de China, lo que erosiona la legitimidad del acuerdo tanto interna como externamente.

 

Barril sin fondo

Días atrás, luego de la reunión entre Trump y Milei en la Casa Blanca, Bessent dijo que se está trabajando en una nueva línea de swap de divisas por 20 mil millones de dólares más para Argentina, lo que elevaría el total del endeudamiento a 40 mil millones de dólares. Un apoyo tan fuerte sin duda resultará aún más caro.

“Hay que tener en cuenta que el verdadero poder que existe hoy en Occidente es el financiero, ese conglomerado de fondos de inversión, calificadoras de riesgos, grandes bancos transnacionales, farmacéuticas, etc”, sostiene Guzzeti. Es decir, son esos grupos quienes financian el préstamo, los presidentes son simples ejecutores.

La disputa entre Washington y Beijing encuentra en la Argentina un nuevo capítulo de la competencia por la influencia global. Mientras el gobierno de Milei apuesta a consolidar su alianza con la administración de Trump, los costos políticos, económicos y estratégicos de ese alineamiento empiezan a hacerse visibles: proyectos frenados, tensiones diplomáticas, una creciente dependencia financiera y una situación económica y social paupérrima para la mayoría de las y los argentinos. Entre las presiones de Estados Unidos y la persistente gravitación china en sectores clave de la economía, el país se mueve en un tablero donde la soberanía se negocia dólar a dólar. En ese contexto, lo que está en juego no es sólo la orientación de la política exterior, sino el modelo de desarrollo que la Argentina puede asumir.

El pintor que desnudó al poder y retrató al consumismo de la clase media

El pintor que desnudó al poder y retrató al consumismo de la clase media

En el Museo Nacional de Bellas Artes se exhibe “Carlos Gorriarena. Retrato de un momento”, una muestra que homenajea al pintor por el centenario de su nacimiento y exhibe la vigencia y la agudeza de su mirada.

A tan solo unos meses de cumplirse exactamente 100 años de su nacimiento, el Museo Nacional de Bellas Artes inauguró “Carlos Gorriarena. Retrato de un momento” en homenaje al artista. La bienvenida en manos de una pared amarilla con grandes letras mayúsculas que escriben el nombre del artista, deja en claro desde el primer momento que es imposible atravesar esas salas sin ser interpelado por las obras allí expuestas. El trabajo de Gorriarena desde 1967 hasta 2007 da la sensación de ver los entramados de la realidad que nos rodea desde un ángulo distinto. En sus obras, el pintor pone en evidencia relaciones humanas, de poder y de consumo que, de tanto naturalizarlas, parecen invisibles hasta tener uno de sus enormes cuadros enfrente.

La muestra reúne casi 30 pinturas de Gorriarena, de las cuales tres pertenecen a la colección del Bellas Artes, pero también se exhiben bocetos, apuntes, documentos y fotografías que otorgan un acercamiento a sus procesos de trabajo. La curaduría estuvo en manos de Gabriela Naso, quien afirmó: “Creo que para todos el nombre Gorriarena es sinónimo de pintura, una actividad que eligió como lugar de reivindicación y de pertenencia, y que lo convirtió en maestro de pintores y en figura de referencia para las generaciones que siguieron”. Al mismo tiempo, Sylvia Vesco, viuda del artista, expresó: “Le dije (a Naso) que yo iba a meter las cucharas en todo el proceso y lo hice, pero no hacía falta. Me encontré con una curadora joven, muy formada, muy sensible y muy responsable, entonces pude descansar”.

Encontrarse con esa selección de obras permite identificar de manera instantánea la impronta que Gorriarena mantuvo durante cuatro décadas de trabajo, al mismo tiempo que se hacen visibles ciertos cambios con el paso del tiempo. La paleta de colores vibrantes, la hipérbole y la deformación de los cuerpos aparecen como recursos propios del pintor para desarrollar una especie de vocabulario visual que le permitió interpretar y, en muchos casos, denunciar ciertas dinámicas que atravesaban la sociedad y que incluso pueden sentirse vigentes hasta la actualidad. La exposición, como mencionó Naso, “está organizada en tres ejes que si bien tienen algunas marcas temporales, son sobre todo temáticos”.

El primero de ellos se titula “Desde el caos primigenio”. Las obras que lo componen, muestran la manera en que, en la década de 1960, Gorriarena se fue alejando del informalismo que atravesaba el circuito artístico porteño en los años 50. Así, “banderas nacionales y seres amorfos, aparecen como los primeros indicios de la construcción de un universo iconográfico en el que la forma humana permanecerá como elemento central a lo largo de cuatro décadas”, explica Naso. Particularmente en los años sesenta, las pinturas de Gorriarena proponen una lectura sobre Estados Unidos en la guerra de Vietnam y el gobierno de facto de Onganía.

“Los rostros del poder” marca la segunda instancia de la muestra, estrechamente vinculada con las obras de Gorriarena en la década del 70. En estas obras no hay sutilezas, el artista traduce lo que llamaba “la incoherencia del mundo” a través de recursos artísticos como la distorsión del espacio y la forma y el uso de una paleta de colores estridentes. Esta denuncia canalizada en su arte no retrataba personajes específicos sino que, a partir de fotografías de prensa, representó arquetipos reconocibles por sus gestos y vestimentas, construyendo así “una verdadera iconografía del poder”. En estas obras, Gorriarena consolidó un lenguaje visual propio que lo distinguió de otros pintores de la época que optaron por realizar obras mucho más metafóricas que referían de manera indirecta a lo que estaba sucediendo.

El último eje que estructura la exposición es “Bestiarios contemporáneos” y está marcado por la vuelta de la democracia en Argentina. Gorriarena movió el foco de sus críticas a los líderes políticos y militares hacia la clase media, a la que percibía como el actor social del momento. De esta manera, “examinó nuevos hábitos de sociabilidad y consumo, y la irrupción de modas extranjeras reinterpretadas desde una periferia post dictatorial”; algo que se exacerbó en los años noventa a partir de la ostentación de la riqueza y la explotación de los cuerpos. En este mismo eje se encuentran algunas de sus últimas obras, realizadas en el 2006, un año antes de su fallecimiento. En las mismas, los escenarios retratados cobran un carácter más nostálgico e íntimo sin dejar de lado su impronta.

“Las décadas que separan a la obra de Gorriarena de la actualidad no impiden que se sientan absolutamente contemporáneas”, manifestó el director del Bellas Artes, Andrés Duprat, en la inauguración. Su capacidad de reconocer elementos característicos y síntomas de época para luego plasmarlos en sus cuadros con siluetas humanas deformadas, formas exageradas y colores vibrantes, logra que sus críticas afiladas puedan ser reinterpretadas y aplicadas en distintos momentos históricos.

 

“Carlos Gorriarena. Retrato de un momento” podrá visitarse hasta el 11 de enero de 2026, de martes a viernes, de 11 a 19.30 (último ingreso), y los sábados y domingos, de 10 a 19.30.

La hipnótica muestra de Fernando Maza

Las pinturas de Gorriarena se presentaron en conjunto con la exposición “Fernando Maza: La construcción de la pintura”, ubicando a las muestras en salas contiguas. En la exposición curada por Pablo de Monte, el foco está en cómo Maza fue construyendo la imagen a partir del uso de distintas perspectivas, colores y símbolos. Andrés Duprat, director del museo, manifestó en su discurso inaugural: “Hoy presentamos las muestras de dos pintores prácticamente contemporáneos. Una de nuestras líneas de trabajo es rescatar y dar visibilidad a los grandes artistas argentinos”. De Monte, por su parte, definió como “hipnótica” a la obra de Maza: “Uno siempre va a encontrar algo distinto, un elemento nuevo –señaló–. En sus símbolos hay un enigma a resolver, pero por suerte ese enigma no tiene solución, y eso es lo que le da una gran potencia”.

«Se habla de democracia pero se reprime todos los días”

«Se habla de democracia pero se reprime todos los días”

«Bajo las banderas, el sol» es un documental de Juan José Pereira sobre la dictadura de Alfredo Stroessner que explora un formato que rompe la clásica película didáctica y exhibe un archivo internacional inédito. Funciona como un alerta para América Latina.

Este jueves se estrena en la mítica Sala Lugones del Teatro San Martín, Bajo las banderas, el sol, de “Juanjo” Pereira, el director de cine paraguayo que, a pesar de la destrucción de gran parte del material, reconstruyó una narrativa visual de la dictadura más larga de América Latina. Opuesto al formato clásico de documental, relatado en primera persona por testimonios que vivieron los hechos, Pereira utilizó las herramientas sonoras y visuales que le habilita el cine para intervenir y “faltarle el respeto” a archivos oficiales y caseros de los años 1954 a 1989, durante los cuales Alfredo Stroessner gobernó dictatorialmente en el Paraguay.

Recién aterrizado en Argentina de un viaje a Francia, el director, en entrevista con ANCCOM, explica: “Creo que dentro de este estado general de terror en el que vivimos hoy, nuestra película viene a ser una suerte de alerta. Es síntoma del mismo sistema en que estamos viviendo, una fiebre dentro de todo esto. La búsqueda infinita de financiación, característica del cine independiente, hizo que la película estuviera lista para estrenar en este contexto histórico tan particular. Tal vez su destino siempre fue nacer en este momento tan complicado que la impregna de una significación particular, la única que quizás siempre debió tener”.

De las 4.000 personas que asistieron al estreno en Paraguay, unas 3.000 fueron jóvenes de entre 20 y 30 años. “Nosotros buscábamos despertar un rol activo en el público y alejarnos del formato de documental educacional que guía al espectador de la mano. Y creo que la película está marcada por ciertos tintes contemporáneos, a partir de la música electrónica, a un cierto tipo de ritmo que sí desafía a la juventud”.

El film inicia ubicando a Paraguay en el mapa, decisión que nace de la inquietud del director por la diferencia entre el conocimiento que se tiene, en general, acerca de culturas y rasgos destacados de algunos países primermundistas (aunque nunca se los haya visitado), y el desconocimiento sobre otros, como Paraguay, “la provincia olvidada de América”, siendo necesario contextualizar al espectador.

Gran parte del material sonoro y visual que el stronismo produjo para glorificar la imagen de su líder, fue destruido con el derrocamiento del régimen a manos de su camarada de partido y consuegro, Andrés Rodriguez Pedotti. Algunas de las imágenes que expone el documental, mantienen correlación con la actualidad Latinoamericana. En el montaje de imagen y audio, Pereira demuestra cómo el discurso oficial hablaba de progreso y democracia, de paz y trabajo, cuando la alternancia con imágenes de las calles muestra la pobreza y la persecución política a los opositores a quienes se perseguía y desaparecía. En su mayoría eran sindicalistas, campesinos agrupados o amas de casa. Muchos documentos producidos como registros internos del aparato represivo que desarrolló la dictadura paraguaya, fueron encontrados y conforman hoy el llamado Archivo del Terror. Allí aparecen libretas de identidad, libros robados a los desaparecidos, registros de detenciones y de averiguaciones de vinculaciones políticas.

“Quería tratar el tema del poder desde su lado más simbólico y no operacionalmente. Buscamos desmantelar el discurso del poder, la versión oficial de los hechos- Por eso el material de archivo visual de aquellas épocas fue nuestro personaje principal, nuestra forma de vehiculizar la verdad. No encontrábamos interesante contactar con personas que hayan vivido durante el stronismo y que relataran su versión de la época. Por el contrario, queríamos reconstruir un imaginario de cómo era Paraguay, sus calles y su gente, en las décadas del 50, el 60 y los 70”, explica Pereira.

“Muchísimas de las escenas que muestra el film nunca se vieron en el mundo ni en nuestro propio país. Entonces, nosotros privilegiamos mostrar los eventos canónicos, como las entrevistas a las ligas agrarias, y ser puntillosos al momento de seleccionar y recortar los archivos para hacer valer la pena a cada segundo. Debíamos ser muy precisos y determinar qué queríamos contar”. A la selección se sumó la dificultad impuesta por los altos costos de los archivos documentales, que fueron recolectados tanto en el extranjero como en Paraguay.

“Los archivos no estaban disponibles fácilmente, así que fue una búsqueda incesante en varias filmotecas, donde distintas personas nos fueron aportando su conocimiento para ir destrabando nueva información”, dijo el director, agregando que comenzó el proyecto por la necesidad personal de conocer más sobre su país. “Una vez que tuvimos el material oficial, debíamos encontrar la forma de dotarlo de nuestro punto de vista. El sonido y el montaje nos permitieron jugar con el material y lograr la construcción que queríamos”. Algunos fotogramas están intervenidos de manera directa, ya sea con aceleraciones, movimientos hacia atrás, o con el sonido ensordecedor de insectos y moscas. “Es totalmente un gesto de faltarle el respeto al material. El primer retroceso que hacemos es para mostrar que cuando Stroessner llega al poder, el país se va para atrás. O, en archivos con sus declaraciones de prensa, fue el gesto genuino de acelerarlo, porque ‘no te quiero escuchar más, hasta acá llegan mi escucha y mi respeto’”.

“Hacer la película colaborando con argentinos, implicaba explicar todo el tiempo ‘no es lo mismo’, y nunca lo será porque son dos países distintos con procesos muy diferentes”. A pesar del derrocamiento de Stroessner el Partido Colorado nunca abandonó el poder, e incluso, es hoy el partido gobernante en Paraguay. “No es que no haya sucedido nada, encontrar y sistematizar el Archivo del Terror fue un gran avance, pero el partido nunca hizo una autoevaluación. Se fueron los militares pero quedaron en el poder de todos modos”.

En ese sentido, opina que aunque Latinoamérica se encuentra en un estado de fragilidad compartida, “no se puede tratarla como si fuera un solo bloque homogéneo, eso es súper complejo y ambivalente porque aunque pertenecemos a un mismo territorio no es así con el espacio político. Aunque sí creo, que todos, de manera más o menos directa, hemos estado bajo la sombra de Estados Unidos siempre. En estos momentos, algunos países como Brasil están luchando contra los proyectos de derecha, mientras que otros, como Argentina y Paraguay, ya han sucumbido a ellos y esperan ver cómo acomodarse en este nuevo orden mundial. En ese sentido, sí podríamos pensar en Paraguay y Argentina como países alineados a un mismo eje político: por ejemplo, fueron los únicos dos países de la región que no votaron para reconocer el Estado de Palestina en la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Este es un momento muy incierto y temeroso, en el que se habla de democracia pero se reprime todos los días”.

Bajo las banderas, el sol remite a un juego de palabras en que algo esconde otra cosa: las banderas son el poder, y el sol simboliza a las naciones que quieren emerger de abajo de los estandartes. Una película que recupera las imágenes de una dictadura de las tantas que se perpetraron en América Latina en el marco del Plan Cóndor y bajo la tutela de Estados Unidos. Denuncia el vínculo personal de Stroessner con el nazismo, particularmente con el “Ángel de la muerte”, Josef Mengele (exiliado en Paraguay), la persecución y desaparición de los opositores políticos, la construcción de la mayor represa hidroléctrica por aquellos años que costó al menos 150 vidas y fue el mayor hecho de corrupción del país.

En cuanto al arte político el director considera que “el documental es un género que se viene trabajando mucho en los últimos diez años en Paraguay y la herramienta que ha encontrado nuestro cine para salir al mundo”, un sol que comienza a levantarse.

***

Bajo las banderas, el sol podrá verse en la Sala Lugones desde el jueves 9 en la función de las 21 horas y en el MALBA (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires) a partir del viernes 10 y durante todo el mes, en las funciones de las 20 horas.

¿Qué tiene que ver el paracetamol con la doctrina del shock?

¿Qué tiene que ver el paracetamol con la doctrina del shock?

El presidente de Estado Unidos, Donald Trump, relacionó el consumo de paracetamol durante el embarazo al aumento del autismo en la infancia. Las nuevas derechas abusan de este tipo de afirmaciones sin base científica para generar temor. Las motivaciones para generar caos en el debate público.

En el marco de la presentación de un informe sobre autismo, el presidente norteamericano Donald Trump, acompañado por su secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr., afirmó que el autismo está relacionado con el consumo de paracetamol durante el embarazo. En la conferencia, el presidente norteamericano además informó que la Food and Drug Administration (Administración de Alimentos y Medicamentos o FDA) de Estados Unidos notificará a los médicos que el uso de este tipo de drogas puede estar asociado con un riesgo muy elevado de autismo.

Trump no está solo en esta cruzada contra lo que demuestra la experiencia científica: su secretario de salud es un conocido militante antivacunas. Incluso el mismo Trump contó públicamente que había espaciado las vacunas de su hijo Barron, de 19 años, para evitar el autismo. ¿Base científica de estas afirmaciones?: Te la debo.

Para el especialista en comunicación política Víctor Taricco las razones de estos disparates que hace años circulan por las redes no hay que buscarlas en los laboratorios. Desde su punto de vista se trata de “una fake news y parte de una teoría conspirativa respecto a la industria farmacológica”. Según este analista, “las redes sociales, el temor y los discursos conspirativos son un caldo de cultivo para políticas como la de Trump: El embarazo es un momento de vulnerabilidad para las familias y las personas gestantes porque siempre hay temor, entonces decir que un medicamento de venta libre, que casi todos los médicos pueden recomendar, genera autismo no tiene otra función que la de generar temor, activar un miedo en una situación real”, explica Taricco.

Hace años Steve Bannon, exasesor del actual presidente estadounidense, explicó que debían “inundar la zona de mierda”, es decir, de noticias falsas que confundieran a la gente hasta el punto en que no supieran qué pensar sobre nada. No fue el primero: Naomi Klein en su libro La doctrina del shock, de 2007, ya había anticipado esta estrategia de la derecha que utiliza los momentos sociales de ansiedad y desorientación para manipular a la población.

En este marco, las derechas construyen dualidades y operan imponiendo temas escandalosos para no discutir lo importante. Es su forma de construcción de comunicación política “apalancarse en teorías conspirativas, recuperar fantasmas o enemigos como el comunismo, meter muchos temas difíciles de discutir, confundir y enloquecer a la opinión pública”, enumera Taricco.

Trump no es el único que hace denuncias alocadas para confundir y distraer. Bolsonaro, en medio de la crisis del COVID-19, difundió que el coronavirus estaba “sobredimensionado”, que “los efectos colaterales de la pandemia” no podían ser “más que los del propio virus”, se mostró públicamente sin barbijo y se automedicó con hidroxicloroquina (un medicamento experimental sin aval científico contra el virus). Otro usuario de la metodología, Javier Milei, agita sus banderas contraenemigos de todo tipo, desde la supuesta casta, al “enano comunista” o los kukas. Quien queda de su lado es parte de “las fuerzas del cielo”.

La lista podría seguir con el ya caído Boris Johnson o Viktor Orban. La construcción de un enemigo interno, externo, étnico o científico parece ser la clave del éxito para las nuevas derechas. ¿Lo es?

Y llegó la pandemia

Este movimiento internacional está en comunión y aparece fortalecido, pandemia mediante, con la erosión del paradigma científico quebrado en las redes sociales -y otros medios- donde, al parecer, está permitido decir cualquier cosa. Natalia Aruguete, socióloga y especialista en polarización política y redes sociales en América Latina, plantea que en las redes “no hay simplemente un fenómeno de circulación de ideas, sino una disputa por la gestión del sentido” y que “la efectividad de estos discursos radica en que interpelan desde el afecto, no desde el dato empírico”. “El algoritmo premia la polarización, la sorpresa y el escándalo”, apunta Aruguete a la vez que considera que las derechas “logran convertir esas teorías -conspirativas- en herramientas de alineamiento identitario. No tratan de convencer, sino de marcar quién es amigo y quién enemigo”.

Pero, ¿esta estrategia también es válida para los jefes de Estado? Para la filósofa Jazmín Ferreiro, “un jefe de Estado, por el nivel de influencia que maneja, no puede hablar como un ciudadano común porque puede generar efectos inmediatos en la conducta social”. Además, remarca que “afirmar algo que no tiene sustento científico es de una fuerte irresponsabilidad política y epistémica”. En el marco de una utilización política de la desinformación que considera “peligrosa”, Ferreiro pone el foco en el “interés político de manipular discursivamente a la ciudadanía». 

Tanto Trump como Milei hacen uso y abuso de la ética de lo decible: mienten, confunden, impactan con mensajes cortos y efectivos en las redes sociales, no importa la veracidad del mensaje sino el efecto inmediato. El recurso suele llamarse “posverdad”, caracterizada por un cambio en los medios de información de la sociedad, por la espectacularización de la política en dónde prima el impacto del relato y en donde cada fake news es un ladrillo en la pared.

Ahora, ¿hasta dónde llegan las consecuencias de este tipo de discursos? La deslegitimación y degradación de las instituciones de gobierno y del Estado, de las universidades y los científicos tiene un costo que también afecta la posibilidad de consensos mínimos sobre los que se asienta la democracia misma. Las derechas “capitalizan esa sospecha hacia las instituciones, hacia la ciencia, los medios, incluso la democracia representativa”, señala Aruguete.  

Para Ferreiro, “hay una falsa equivalencia entre la posición de la comunidad científica y la opinión que no tiene una autoridad basada en un conocimiento experto sino en una posición política. Se da un círculo entre el ataque al prestigio de las instituciones para deslegitimar y justificar su desfinanciamiento y vaciamiento”.

Esta visión de las nuevas derechas calan profundo y es peligroso cuando desde el propio Congreso de la Nación se legitiman. En nuestro país, la diputada del Pro por la provincia de Chaco, María Inés Quiroz, organizó para el próximo 20 de octubre un evento llamado «¿Qué contienen realmente las vacunas?» Entre las diferentes charlas habrá una dedicada a la relación entre el calendario de vacunación y el autismo a cargo de Oscar Botta, integrante de Médicos por la Verdad, organismo que fue denunciado por difundir información falsa en plena la pandemia. Algunos legisladores elevaron una solicitud al presidente de la cámara Martín Menem, para que no se utilice el Auditorio del Congreso. La decisión está en sus manos.

 

Otro miércoles de palos

Otro miércoles de palos

En otra jornada de protesta, los jubilados se congregaron frente al Congreso. Mientras los legisladores trataban temas sensibles al gobierno, afuera el protocolo represivo de Bullrich.

Otra jornada caliente se vivió en el centro porteño. En una hipérbole de la exageración, el protocolo anti piquetes de la ministra Patricia Bullrich dejó un saldo de 5 detenidos, entre ellos el jubilado Víctor Amarillo y el fotorreportero Fabricio Fisher.

Cada miércoles los jubilados y jubiladas reciben golpes, forcejeos y empujones en la manifestación que realizan al Congreso exigiendo condiciones dignas, para no tener que elegir entre comprar comida o medicamentos. Desde la asunción de Javier Milei los jubilados y pensionados son uno de los sectores más golpeados por las políticas de ajuste y equilibrio fiscal implementadas por el Ejecutivo.

Dentro y fuera del Congreso: la historia repetida. En el recinto, otro revés para el oficialismo gobernante: los legisladores lograron sancionar el proyecto que modifica la reglamentación de los Decretos de Necesidad y Urgencia, aunque rechazaron uno de los artículos. En la calle, la policía reprimió y corrió a los manifestantes. El primer momento de represión comenzó alrededor de las cuatro de la tarde cuando tiraron brutalmente al piso al jubilado Victor Amarilla, lo esposaron y detuvieron por segunda semana consecutiva. También los fotógrafos Fabricio Fisher y Carlos Balderrama fueron violentados y detenidos.

Como consecuencia de la represión cerca de las cinco comenzó la desconcentración. Sin embargo, el clima social seguía álgido. Se vivió otra situación tensa cuando los asistentes detectaron a una mujer infiltrada en la marcha. Mientras la increpaban y el personal de la Defensoría del Pueblo la escoltaba, una vecina se asomó al balcón, propinó insultos y arrojó una botella vacía. Uno de los manifestantes le contestó “Pará, no tirés cosas, yo soy tu vecino, vivo al lado”.

Faltaban pocos minutos para que los efectivos arremetieran de nuevo. Uno hombre advirtió al instante: “Guarda que ahí vienen los de las motos y nos dan de nuevo”. ¿Presagio o conocimiento de causa? Represión y dos nuevos detenidos, Mateo Roldán y Osvaldo Mansilla.

El colmo de lo desmedido

A causa del protocolo de Bullrich, el Congreso de la Nación fue cerrado en, por lo menos, 400 metros a la redonda. Desde Av. Rivadavia y Riobamba no habilitaron el paso al peatón que quisiera dirigirse para cruzar hacia Callao. Seis Trafic de la Policía Federal y un camión blanco de gendarmería esperaban sobre Rivadavia. Para llegar a la Plaza de los Dos Congreso, las personas debían dar toda la vuelta por Riobamba, Bartolomé Mitre y bajar por Rodríguez Peña.

Los automovilistas no corrían con la misma suerte, las fuerzas de seguridad cortaron el tránsito en Av. de Mayo y Sáenz peña como también en Entre Ríos y Alsina, cercando toda la zona del Congreso, lo que generó más caos vehicular que los propios manifestantes. No es de extrañar que las motos policiales estuvieran en las calles aledañas semi escondidas, preparadas para salir a cazar, preparadas para los palos de miércoles.