Con el foco en la memoria

Con el foco en la memoria

La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina instaló en la vereda de su sede una baldosa en conmemoración a los fotógrafos, camarógrafos y documentalistas detenidos, desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado.

“Este era mi esposo. Nosotros militábamos en una unidad básica que estaba acá a la vuelta en los ’70, en México y San José. Circunscripción 13 de la juventud peronista. En nuestra unidad tenemos 13 desaparecidos. Para nosotros, en todos los lugares donde se los recuerde y se los nombre, están presentes. Siempre pedimos memoria, para que nadie olvide lo que pasó; que se sepa la verdad, para que todos lo tengan claro y que algún día podamos saber qué le hicieron a cada uno de los desaparecidos y dónde están los bebés que faltan encontrar; y queremos justicia, que haya cárcel común, perpetua y efectiva para todos los genocidas”, ruega Cristina Muro, esposa de Carlos Alberto Chiappolini, otra de las 30.000 víctimas de la dictadura sucedida hace casi cincuenta años en Argentina.

A pocos metros de ella, dos hombres de edad avanzada mezclan cemento, agua y arena, sentados cada uno en una silla con un cartel de papel pegado atrás en el que se lee “ARGRA”. Detrás, varias pancartas rezan “Fuerza Pablo Grillo”, recuerdan íconos políticos y anuncian eventos próximos. Descansa a su lado una gran baldosa, repleta de mosaicos de colores, cálida y emotiva.

La sede de ARGRA -asociación fundada en 1942 para fortalecer la solidaridad entre fotógrafos y mejorar su protección social y gremial-, ubicada en Venezuela 1433, no es muy grande, pero de ella entra y sale gente sin cesar: algunos con cámaras, otros con teléfonos, unos pocos con fotocopias en las manos. Desde las 17, la organización convoca a presenciar un acto sumamente conmovedor: instalarán una baldosa que recuerde a los reporteros gráficos, fotógrafos, camarógrafos y documentalistas detenidos, desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado.

Una vez lista la mezcla de materiales, una ronda de espectadores de todas las edades aguarda atenta a las palabras de Sebastián Andrés Vricella, Presidente de ARGRA. Con una cámara colgada al cuello, entona un discurso en una voz suave que contrasta con los vehículos que, no sin espiar un poco el acto, siguen circulando por la calle Venezuela. Entre otras premisas, afirma: “Esta reivindicación es parte de mantener la memoria viva de nuestros compañeros y compañeras detenidos y desaparecidos por el terrorismo de Estado”.

El Presidente también evoca el recuerdo de Pablo Grillo, el fotoperiodista argentino herido con un cartucho de gas lacrimógeno en el rostro mientras registraba la represión del miércoles 12 de marzo durante a marcha de jubilados y jubiladas. Comunica que, si bien está mejorando, sigue en terapia intensiva, y el hecho “es parte de entender que esto no puede suceder más”, ya que, como indicó una de sus compañeras de organización, “más allá de lo de Grillo, los colegas que cubren las marchas de todos los miércoles son permanentemente agredidos”. Es ella misma quien, en voz bien alta, exige la renuncia de Patricia Bullrich, a lo que le siguen ruidosos aplausos. Antes de retirarse, lee una carta de agradecimiento firmada por María Adela Antokoletz, hija de María Adela de Gard Antokoletz (fundadora de Madrs de Plaza de Mayo), actual vicepresidenta de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, que, ni bien comenzada, sentencia: “Sin memoria no hay futuro”.

Poco tiempo después, Vricella agradece a las adhesiones -compañeros de la Comisión Vesubio y Puente 12 y Caballito x la Memoria-, a los trabajadores de Baldosas por la Memoria y la Justicia de Almagro y Boedo, y hace pasar al frente a, como ellos mismos se hacen llamar, dos sobrevivientes de la masacre del ’70, para leer la lista de detenidos desaparecidos de ARGRA.

“La motivación de hacer el acto es tan simple como seguir manteniendo la memoria y pasarla a futuras generaciones. Hay una comisión de derechos humanos en la asociación y esto lo venimos trabajando hace años, y nos pareció el momento indicado para poder hacerlo”, le cuenta a ANCCOM el Presidente de ARGRA. “Está bueno que esas generaciones sepan lo que pasó y se interesen, despertar esa curiosidad. Tenemos más de 65 trabajadores y trabajadoras de la imagen desaparecidos. Nuestro objetivo es que la memoria permanezca viva, con verdad y justicia”.

Ante la intriga de en qué objetivos estaban poniendo el foco como organización, afirma: “Con un gobierno donde la represión está todos los miércoles, lamentablemente, en la calle, donde sufrimos un disparo a un compañero reportero gráfico que estudió acá en la escuela, Pablo Grillo… si no hacemos estos actos ni reivindicamos nuestro trabajo y nuestra libertad de poder expresar, perdemos la memoria”.

 

 

También con una cámara al cuello, pero a varios pasos de donde se agolpa la multitud, charla animadamente con distintos personajes Daniel Vides, socio de ARGRA encargado de la fototeca. En su intercambio con esta agencia, declara: “Hace mucho que estábamos pensando en esto. La nueva comisión directiva creó una comisión de memoria, y compañeros y compañeras se pusieron a trabajar en ello. Es traer a nuestra vida cotidiana un acto de memoria, una huella que, cuando estamos en un momento de nuestro día en que estamos pensando en cualquier otra cosa, de pronto vemos el piso y vemos un registro, una marca, que nos hace pensar en nuestros compañeros y compañeras detenidos y desaparecidos, y me parece fundamental. En este contexto, es lo único que nos da sentido, el registro de nuestra historia y la memoria, que para la constitución de nuestra asociación es muy importante”. Vides recuerda los inicios de la asociación: “Nuestros colegas que trabajaron antes y durante la dictadura nos dieron una identidad y una posición política, no partidaria sino con el hacer del fotoperiodismo y la comunicación, que es muy constitutiva de nuestra identidad”.

Sobre lo clave del rol del profesional periodístico, determina, con seguridad: “La práctica del fotógrafo de prensa es estar en la primera línea de la historia. Uno está documentando cosas cuando aún no son historia. La dimensión del trabajo va tomando otras aristas con el tiempo, porque va dando cuenta de situaciones y personajes que a lo mejor en el momento no se ve con la claridad que da su paso. Entonces, además de estar informando y haciendo visibles cosas que ocurren, ellos son primera línea de la construcción del relato histórico”.

Con la certeza de que la memoria es un camino que nunca se termina de andar, los sobrevivientes proceden a la lectura de identidades para cerrar la jornada, sin olvidar mencionar que “se trata de una lista abierta, en construcción, que siempre se puede ampliar”. Más por convicción que por costumbre, detrás de cada nombre, la ronda ruge: “Presente”.

Desalojo y silenciamiento

Desalojo y silenciamiento

Los trabajadores de El Grito del Sur denunciaron que el gobierno nacional pretende desalojarlos del Espacio para la Memoria Virrey Cevallos, donde funcionan desde 2017, como una manera de silenciar voces disidentes a la gestión oficial.

Trabajadores del medio digital y autogestivoEl Grito del Sur realizaron una conferencia de prensa, ayer, en las puertas del Espacio para la Memoria Virrey Cevallos -donde funcionó un Centro Clandestino de Detención durante la última dictadura- lugar en donde es sede la redacción desde 2017, para denunciar los abusos y atropellos por parte del gobierno nacional, que busca desalojarlos.

“El gobierno de Javier Milei, a través de la nueva directora de Sitios, Emilse Gallo, informó a la redacción su expulsión del lugar vía WhatsApp”, indicó el director de El Grito del Sur, Yair Cybel. Como es sabido, el desmantelamiento de los Espacios de Memoria forma parte de la cotidianidad política del gobierno de La Libertad Avanza.

El funcionamiento de la redacción de El Grito del Sur en el Espacio para la Memoria Virrey Cevallos está respaldado por un convenio suscripto por Osvaldo López, excoordinador del lugar. Este acuerdo se enmarca en lo establecido por la Ley de Sitios de Memoria (Ley 26.691), que tiene como objetivo principal proteger, preservar y conservar los espacios vinculados con el terrorismo de Estado. Dicha norma declara de interés nacional la señalización y preservación de los excentros clandestinos de detención, tortura y exterminio, así como de otros espacios representativos de la memoria.

Los trabajadores presentaron un amparo administrativo para que cese el hostigamiento a la redacción, ya que consideran que se están vulnerando tanto el derecho a la libertad de expresión como lo establecido por la Ley de Sitios. “Estamos ejerciendo el periodismo, dándole voz al pueblo que está sufriendo el ajuste de Milei”, declaró la trabajadora Belén del Huerto. La conferencia de prensa contó con el acompañamiento de SIPREBA, diversas organizaciones sociales, de derechos humanos, sindicatos, universidades y referentes políticos de distintos espacios, además de otros medios digitales.

Victoria Montenegro, quien asistió a la conferencia de prensa, declaró: “Esta es una nueva investida por parte del gobierno nacional: la decisión de cercenar todo, el derecho a la memoria, a la comunicación, el derecho de que otras voces que no sean las que ellos quieren imponer puedan multiplicarse. Que la redacción funcione en un sitio de memoria tiene que ver con la apropiación del sector por parte de la comunidad”.

Lucía Cámpora, secretaria general de La Cámpora, también declaró su apoyo a los trabajadores de la redacción: “El Grito visibiliza situaciones de injusticia que los grandes medios no le cuentan a la sociedad, por eso al gobierno nacional le interesa sacarlos, además de continuar con su política de censura y desmantelamiento de los espacios de memoria”.

Gabriel Solano, actual legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del Partido Obrero, también expresó su apoyo: “El Grito informa con una mirada distinta a la mirada de los medios oficiales. Necesitamos medios que informen a la población sobre lo que realmente pasa. El desalojo de la cooperativa comunicacional es especial, forma parte del vaciamiento más amplio en los Espacios de Memoria”.

Una carrera contra el olvido

Una carrera contra el olvido

Abuelas de Plaza de Mayo reanuda su ciclo Cine por la Identidad con el pre estreno de la película “A procura de Martina”, de la directora brasileña Márcia Faria. Anccom dialogó con la directora, la actriz Cristina Banegas y el presentador del ciclo Miguel Santucho para adelantar lo que ocurrirá el jueves.

Este jueves 24 de abril, a las 18, la asociación Abuelas de Plaza de Mayo abre las puertas del Auditorio de la Casa por la Identidad, ubicada en el Espacio Memoria y Derechos Humanos Ex Esma, para la primera función del año del ciclo Cine por la Identidad. Se proyectará A procura de Martina, el primer largometraje de Márcia Faria, y contará con la visita de la actriz Cristina Banegas. La entrada será libre y gratuita, y es posible gracias al acompañamiento del Banco Provincia.

El filme narra la búsqueda de Martina, interpretada por Mercedes Morán, Abuela de Plaza de Mayo, quien parte a Brasil con el objetivo de encontrar a su nieto, nacido en cautiverio durante la dictadura argentina, y a quien lleva buscando desde hace tres décadas. La protagonista emprende el viaje con la esperanza de encontrarlo y contarle su historia, luchando contra las señales del olvido que empieza a atravesar debido al Alzheimer.

“La idea de la película surgió mientras buscaba una historia para mi primer largometraje. Fue entonces cuando me encontré con el libro El Clamor, que aborda las dictaduras en América latina y cuenta relatos sobre hijos que fueron secuestrados y entregados a otras familias para ser criados como propios. Esa lectura me conmovió profundamente. Pensar en las dictaduras desde un espejo entre Brasil y Argentina, y, sobre todo, reflexionar sobre cómo lidiamos (o no) con la herencia perversa de la dictadura en Brasil, en contraste con los procesos de memoria y justicia que tuvieron lugar en Argentina, despertó en mí un deseo muy fuerte de hacer una película en la que las historias de ambos países se entrelazan. Quería hablar del borramiento, del silencio, de las marcas que dejó la dictadura en Brasil y que muchas veces siguen siendo invisibles”, cuenta Faria, en diálogo con ANCCOM.

El guion está escrito por la misma Faria y por Gabriela Amaral Almeida, quien -dice la directora- fue quien tuvo la idea disparadora de contar la historia de una abuela que busca a su nieto, pero que también está perdiendo su propia memoria. “Algún tiempo después, mi madre, Jovita, fue diagnosticada con Alzheimer. Ya llevamos más de diez años conviviendo con la enfermedad. Durante ese período, acompañé de cerca su lucha por aferrarse a sus memorias, por no desaparecer. Y, de forma inevitable, mi historia personal se fue entrelazando con la de Martina. Por eso, esta película también es para ella. Al final, hay una dedicatoria a mi madre. Y la proyección del 24 de abril tiene un significado aún más especial: ese día ella cumple 88 años. No se me ocurre mejor manera de celebrarla que compartiendo esta historia inspirada, en gran parte, por su fuerza”, confiesa la directora.

Las guionistas se volcaron a construir no solo un personaje principal complejo, sino también lazos de amistad que la acompañan y que no dejan de ser centrales en la narrativa y en el proceso emocional que atraviesa Martina. “Nos impulsó el deseo de crear una protagonista femenina con una fuerte pulsión de vida, a pesar de las heridas y pérdidas que arrastra. Martina es una mujer atravesada por la fragilidad y la fuerza, una heroína silenciosa que decide ir tras lo que desea, incluso cuando todo a su alrededor parece derrumbarse, cuando todo le dice que haga lo contrario: quedarse en casa, cuidando sus propias heridas. Desde el inicio, el protagonismo femenino fue uno de los pilares de la película. La amistad entre los personajes interpretados por Mercedes Morán, Cristina Banegas y Adriana Aizemberg es uno de los vínculos más potentes de la narrativa. Son tres mujeres muy distintas, con historias diferentes, pero que encuentran en el vínculo entre ellas apoyo, afecto y humor. Esa red también representa una forma de resistencia, una fuerza que nace de lo colectivo”, describe la directora y agrega: “Las Abuelas de Plaza de Mayo fueron una inspiración fundamental. Para mí, son un faro: un ejemplo de coraje, perseverancia y lucha colectiva que iluminó el espíritu de la película. Al igual que ellas, Martina es una mujer que se niega a olvidar, incluso cuando su propia memoria comienza a fallar”.

Faria se encontró con el desafío de dirigir un largometraje por primera vez, con recursos limitados al ser una producción independiente, pero encontrándose completamente abierta a lo inesperado, a la resistencia y entrega que le exigió este proyecto, y a la sensibilidad: “Sin duda, la mayor dificultad fue lidiar con la complejidad de una historia que atraviesa distintos tiempos, países y capas emocionales, y hacerlo con los recursos limitados que tiene una producción independiente. Mantener la delicadeza de la narrativa, equilibrar momentos de emoción con toques de humor, sin perder el ritmo ni la fuerza de las actuaciones, fue un gran desafío”. Habla del proceso como algo profundamente hermoso por el equipo que formaron, la dedicación y la generosidad de las actrices y actores. “Trabajar con Mercedes Morán fue un verdadero privilegio. Su talento, su sensibilidad y su entrega al personaje de Martina aportaron al filme una profundidad emocional que superó todas mis expectativas. Cristina Banegas, que interpreta a una Abuela de Plaza de Mayo, encarna con una fuerza impresionante la memoria y la lucha. Su presencia aporta una dimensión ética y política muy poderosa a la historia. Y Adriana Aizemberg aporta un contrapunto precioso: con su carisma y su humor sutil, le da al filme un respiro, un alivio que hace que todo lo humano se vuelva aún más tangible”.

Cristina Banegas, habla de la experiencia de filmación con cariño, orgullo y admiración, y desea que la audiencia se conmueva y que comparta todo el amor y el respeto con el que hicieron el largometraje. “Me siento honrada de interpretar a una Abuela de Plaza de Mayo. Creo que es importante y es conmovedor, en estos tiempos tan difíciles de la Argentina, poder hacer esta historia, un personaje así, en una película en la que se trabaja sobre los nietos todavía no recuperados. Que pasen esta historia en el ciclo y en ese lugar tiene un valor simbólico muy fuerte, sobre todo en este momento en que el gobierno está desmantelando los espacios de derechos humanos, más que todos los otros espacios. De modo que es un honor y es un deber estar allí el jueves”.

El film formó parte de la sección competitiva Première Brasil: Novos Rumos do Festival do Rio, del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, de la 48ª Mostra Internacional de Cinema de São Paulo, y la 26ª edición del Festival do Rio. La directora rememora la emoción de ver las salas llenas, el latido de la película en el corazón de la audiencia, la emotividad y las risas que le logran sacar a los espectadores. “Es una alegría saber que nuestra historia realmente llega a quienes la ven”, afirma, y espera que sea así con todos quienes la vean, que esta historia permita reflexionar sobre el valor de la memoria, tanto la individual como la colectiva, que despierte recuerdos, preguntas o simplemente ofrezca un momento de empatía. Cuenta orgullosamente y agradecida por el reconocimiento, que recibió la noticia de que ganaron el Premio del Público en el Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay.

El ciclo

“El cine es una herramienta fundamental para la transmisión, no solo de la memoria, sino también de los hechos de la actualidad. Decidimos marcar el inicio del ciclo con una película muy fuerte, muy importante, y con actrices de primera línea, para convocar y dejar una presencia. Estamos defendiendo este espacio, la Casa de la Identidad, y el ex Esma, en un contexto en el que se está cerrando, vaciando, hostigando, todo lo que allí se realiza. Para nosotros es muy importante que vengan, que asistan todos, que empecemos a sala llena esta primera función y que de alguna manera todos defendamos estos espacios de reflexión y de construcción colectiva con los que contamos”, reflexiona Miguel Santucho, integrante de la Comisión Directiva de Abuelas de Plaza de Mayo. “Los actores y la producción de La búsqueda de Martina organizaron una función para Abuelas de Plaza de Mayo, haciéndonos parte, porque les parecía fundamental que nosotros la viéramos en primera instancia. Es una película que me pareció muy interesante, conmovedora, viva y sentida. Si bien entiendo que no responde a una historia real, bien podría serlo”.

El Ciclo de Cine por la Identidad se presenta como una oportunidad de reunión y de encuentro, en el que se exhiben proyectos audiovisuales afines a la temática de la memoria, verdad y justicia, y se debaten con sus autores y actores, con la finalidad de promover el derecho de la identidad, sensibilizar sobre la búsqueda de los alrededor de 300 nietos y nietas que quedan por encontrar, y aportar a este proceso de búsqueda.

 Faria resalta la relevancia que significa para ella involucrarse en proyectos de este tipo y lo trascendental que resulta en estos tiempos de avance de ultraderecha recordar el pasado: “La película levanta temas que siguen siendo urgentes: aún vivimos bajo la sombra del legado de aquellos regímenes autoritarios, y muchas de sus estructuras permanecen intactas. En un momento en que la ultraderecha gana fuerza nuevamente en muchas partes del mundo, incluidos Brasil y Argentina, hablar de este pasado reciente se vuelve no solo importante, sino necesario. Recordar los horrores de las dictaduras, visibilizar sus consecuencias, es fundamental para que no se repitan nunca más. El éxito reciente de la película Ainda Estou Aqui (2024), que también aborda la memoria, las desapariciones y la búsqueda de justicia, muestra que el público necesita y quiere hablar de estos temas. La búsqueda de Martina, de alguna forma, es mi contribución a esta memoria colectiva, una forma de resistir al olvido”.  Le conmueve pensar en que su trabajo se presente el jueves en un lugar tan simbólico y cargado de historia como la Casa por la Identidad y la Ex ESMA. Recuerda la función previa a su estreno en festivales, la primera proyección fuera de la isla de edición, para las Abuelas, en la que los y las presentes y Estela de Carlotto le dieron el impulso para entregar la película al mundo. “Ella dijo algo que me marcó profundamente: “por primera vez en muchos años de lucha, me puse en el lugar de una abuela que busca a su nieto en otro país, sola.” Y agregó: “eso también existió”. Esa soledad de quien busca sin el apoyo de otros en la misma situación resuena en el camino de la protagonista de nuestra película, que lucha también contra el Alzheimer y por preservar su propia identidad. Es como si la película adquiriera una nueva capa de sentido allí, rodeada de tantas historias reales de resistencia, dolor y reconstrucción. Me siento muy honrada de exhibir la película en este espacio de memoria, verdad y justicia en el que se ha transformado la ESMA”, concluye.  

Historia de una buscadora

Historia de una buscadora

«Mirta: Un siglo de dignidad» rinde homenaje a la vida de una de las fundadoras de Madres y de Abuelas de Plaza de Mayo. El libro se presentará el viernes en la UNSAM.

“Mirta era una persona reservada, de bajo perfil, y está bien que también sea homenajeada; no solo por ella, sino para seguir luchando por sus mismos ideales y por los 30 mil desaparecidos”. Con estas palabras Guillermo Ávalos define a su tía, Mirta Acuña de Baravalle, y a su vez explica la razón del libro que será presentado el próximo viernes 25 de abril en la Universidad Nacional de San Martín (Unsam). Mirta: Un siglo de dignidad rinde homenaje a la vida de una de las fundadoras de Madres y de Abuelas de Plaza de Mayo, y una referente en la lucha por los derechos humanos en Argentina. El escrito fue compilado por Rodolfo Grinberg, Laura Jara Suazo, Armando Pacheco y Luciano D’Addario junto con Ediciones Desde El Pie.

Baravalle comenzó su búsqueda en 1976, tras la desaparición de su hija Ana María Baravalle y su yerno Julio César Galizzi. En ese entonces Ana María, de veintiocho años, estudiaba Sociología y tenía un embarazo de cinco meses de gestación. Se presume que su hija o hijo fue dado a luz en cautiverio.

 

​Mirta fue una de las catorce mujeres que por primera vez se juntaron en Plaza de Mayo para reclamar por sus hijos un 30 de abril de 1977. A la vez, fue una de las doce madres-abuelas fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, que con el lema ‘Buscamos a nuestros nietos, sin olvidar a nuestros hijos’ comenzó el largo camino por la recuperación de la identidad de los niños secuestrados o nacidos en cautiverio.

La obra narra la vida de Baravalle a través de los ojos de sus familiares y amigos, pero no solo desde el costado activista y militante, sino también desde su faceta más íntima: no solo como madre y abuela de la Plaza, sino también como tía, mamá, amiga y compañera de lucha.

Los compiladores del libro, Grinberg y Jara Suazo, forman parte de la ronda de las Madres alrededor de la pirámide de Mayo todos los jueves a las 15. “Al comienzo del 2024 ella cumplió 99 años y hacemos una agenda en homenaje a las Madres con la foto de Mirta en la tapa, y ahí nos surgió la idea, con compañeros de la ronda, de entrevistar a gente para hacer un libro”, contó Grinberg, quien forma parte de un colectivo que se encarga de editar libros artesanales con una temática militante.

 

El libro debía salir en conmemoración de sus 100 años. Mirta nació el 12 de enero de 1925 pero falleció el 2 de noviembre de 2024. Debido a eso, en la narración del libro se pueden notar algunas entrevistas que hablan de ella en presente y otras en pasado.

Los entrevistados hicieron hincapié en que a Baravalle no le importaba ir a programas de televisión ni salir en las fotos, sino que su tarea fundamental era que se hiciera justicia. “La gente piensa que somos Madres de Plaza de Mayo para aparentar. Nosotras somos Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora porque salimos a buscar a nuestros hijos. No nos importó que nos corrieran o que nos golpearan, la cuestión era salir. Era nuestra función. Y Mirta fue muy importante en este camino”, afirmó Elia Espen, compañera de madre de Plaza de Mayo.

Para Ávalos “no solo hay que pensar en los 30.000 sino también en los nietos”, la tarea fundamental de su tía Mirta, que se destacó por haber sido una de las Madres que más investigó para poder devolver a esos nietos a sus abuelas, a sus verdaderos hogares. Gracias a sus investigaciones, muchos hoy saben cuál es su identidad. “Mi tía hoy no está y nunca se pudo llegar a saber si tuvo un nieto o nieta. Es muy triste que se haya ido y no haya podido saber qué pasó. Ana, si era nena, quería llamarla Camila, y si era nene, Ernesto”, añadió Ávalos. A su criterio, “hoy tenemos que seguir por estas reivindicaciones, porque mucha gente no entendió por qué hay 30.000 desaparecidos”.

Por su parte, consultado sobre por qué decidió que era importante poner la vida de Mirta en un libro, Rodolfo respondió que “el país tiene una historia que nos une y que nos marca, hay que hacerse cargo de ella, de lo positivo y lo negativo, no podemos negar nuestra historia”. 

La voz de Ana está presente, aunque haya sido silenciada hace más de 40 años, al igual que muchas otras voces que solo querrían manifestar libremente sus pensamientos. “Aún sin estar sus hijos, las estaban pariendo. El caso de Mirta Acuña de Baravalle, la desaparición de Ana, no solo cambió su vida, sino también la vida del país”, agregó Grinberg, pensando en las veces que se nombra a Ana en el relato.

Mirta no solo formaba parte de la defensa de los derechos humanos en Argentina, sino también en Colombia. Formaba parte de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, y en el libro hay relatos sobre sus hazañas fuera del país. 

Mirta Acuña de Baravalle dedicó su vida a las Madres de Plaza de Mayo, aunque su figura no tuvo la misma visibilidad mediática que otras compañeras. “Siempre le hice entrevistas a Nora, que tenía una magia que atraía. A Mirta solo la entrevisté una vez por una movida de los pueblos originarios en Bahía Blanca, porque no estaba Nora”, contó Grinberg. Sin embargo, este libro le permitió, no solo a él, sino también a muchos otros, descubrir en profundidad a una madre que dio todo por encontrar, no solo a su nieto, sino también a los de los demás. “A nivel personal no la conocía. Hacer este libro me hizo sentir en una relación de confianza, en cada entrevista y en cada foto. Es muy lindo para mí haber conocido a Mirta de esa manera –confesó Grinberg– porque la lucha siempre fue colectiva, y cada historia merece ser contada”.

Sobre el vínculo con la actualidad, este periodista –uno de los fundadores de la Agencia de Noticias Rodolfo Walsh– reflexiona: “Uno pensaba que no íbamos a discutir nuevamente si fueron 30.000 desaparecidos. Por eso que, para los más jóvenes, tenemos que buscar espejos donde mirarnos, y Mirta es el espejo. Es el ejemplo de coherencia, de perseverancia, todas las virtudes que uno busca en el ser humano, ella las tenía. No tranzó con nadie, con ningún gobierno”. 

La presentación del libro, el viernes 25 de abril a las 17 en la Universidad de San Martín, será una oportunidad de recordar a una de las grandes referentes de la historia reciente y reflexionar colectivamente sobre el pasado y el presente de los derechos humanos. En la mesa estarán acompañando a los autores Elsa Pavón; Elia Espen; Victoria Moyano; Adriana Leiva; Guillermo Ávalos; Luis Zamora y Yohana Lopez, de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz de Colombia.

El libro invita a seguir caminando por las huellas que ella dejó. 

Alquileres desregulados

Alquileres desregulados

Inquilinos e inquilinas y referentes del sector analizan la situación de los alquileres en CABA, luego de la derogación de la Ley en 2023. “Que la oferta haya aumentado no significa que alquilar haya pasado a ser accesible”, señalan.

A partir de la derogación de la Ley de Alquileres por decreto en diciembre de 2023, la oferta de viviendas en alquiler aumentó un 50% respecto de marzo de 2024, indica el Centro de Estudios Económicos y Sociales (CESO). Sin embargo, el mismo decreto implicó modificaciones en los contratos entre dueños e inquilinos. Entre ellos, los cambios de índices por los que se rigen los aumentos, la frecuencia de estos y el plazo de alquiler. Si bien esto permite una mayor flexibilidad para el acuerdo entre partes, esto no significa que las condiciones sean más justas. Algunos especialistas ven una veta positiva en la derogación, mientras que representantes de agrupaciones inquilinas señalan el malestar de quienes alquilan. La inflación de marzo en CABA, de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor, fue de un 3,2 mensual y el valor de los alquileres registró aumento de 2,7 con respecto al mes anterior. Mientras que la inflación general interanual fue de un 63,5 y en vivienda, acumula un 96,2 es decir, 30 puntos por encima de la inflación.

Según Germán Gómez Picasso, de Reporte Inmobiliario, el decreto permitió que los precios de los alquileres no siguieran aumentando en medidas exorbitantes por encima de la inflación, sino más cerca del índice de precios al consumidor. Sin embargo, hace solo unas semanas, ya anticipaba: “La oferta post derogación ya alcanzó un techo. Si la demanda sigue firme y no se incorporan nuevas viviendas, los precios podrían retomar una trayectoria similar a la de otros distritos”. Hoy, señala, “que la oferta haya aumentado no quiere decir que alquilar haya pasado a ser accesible, ya que, si el propietario destinó una inversión muy alta en la compra de esa vivienda, lo que quiere es que su rentabilidad sea en relación con el capital invertido”. La derogación de la Ley de Alquileres planteó condiciones más atractivas para el negocio, ya que permitió una mayor desregulación sobre los contratos.

En este panorama en el que el precio promedio para alquilar hoy un monoambiente en CABA no baja de los 500.000 pesos mensuales, los jóvenes entre 18 y 35 años son unos de los grupos más afectados. Según el último informe del gobierno sobre el salario, las personas en esta franja etaria tienen una remuneración promedio de 1.000.000, (datos del último trimestre de 2024). De ese ingreso, también debe descontarse los gastos diarios, expensas y servicios. “Esto es un fenómeno global. Hace un par de décadas, cuando uno viajaba, veía que en el exterior los jóvenes seguían viviendo con sus padres porque no les alcanzaba el ingreso para emanciparse. Lo que se veía en el exterior se empezó a ver acá, jóvenes que comparten viviendas. Se juntan dos o tres chicos, que pagan el alquiler de manera compartida”, agrega Gómez Picasso.

Matías Diamant y Margarita Olmos (29), alquilan en pareja un departamento de dos ambientes sobre Avenida Cabildo en Nuñez desde hace tres años y seis meses. Mientras que el anterior contrato se regía por la Ley de Alquileres, con aumentos por IPC (índice de precios al consumidor), están a punto de pagar el primer aumento del nuevo contrato. Esta vez, son cada seis meses por ICL (índice para contratos por locación) que tiene en cuenta la variación del IPC y la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE). El alquiler es de 431.000, con expensas de 100.000. “Estuvimos a punto de mudarnos, pero lo volvimos a hablar con el propietario y llegamos a un número que nos servía a los dos. Primero nos había dicho un número más alto y nosotros no queríamos arriesgarnos a tanto”, dice Matías. Y sigue: “Estábamos hablando de 500.000 pesos en octubre y nos parecía mucho. Yo creo que, con ese número hubiéramos estado más complicados. Ahora sí sería más difícil”, agrega. Matías trabaja en software como analista de calidad y está ganando 1.700.000, mientras que Margarita es administrativa contable y su sueldo es de 1.600.000. “Un solo sueldo no alcanza, entre los dos lo repartimos bastante bien, pero en sí, el cambio con el decreto no nos afectó mucho, más que nada porque tenemos una buena relación con el propietario”, señala.

Micaela Testa (30), mantiene un puesto bancario desde hace once años. Actualmente alquila un departamento de tres ambientes en Palermo por 380.000, con expensas de 150.000. Está bajo en comparación con el alquiler de más de 400.000 que pagaba en Avellaneda, hace menos de un año por dos ambientes. Los diez años que lleva alquilando le formaron una opinión fuerte acerca del DNU de 2023: “No creo en el acuerdo entre partes, porque me baso en los primeros contratos donde justamente se acordaba. Esto nunca sucede, porque vos lo único que haces es aceptar la condición del propietario”, dice. “Con la ley anterior los contratos eran por IPC, y ahora pueden ser por ICL. Pero el ICL al inquilino lo mata. Ahí es donde se cae el acuerdo entre partes. Porque si uno siempre está con el vicio de obtener la mayor ganancia posible, del otro lado, va a ser la mayor pérdida posible. No hay punto medio”, y agrega: “La inmobiliaria nunca está del lado del inquilino, siempre está del lado del propietario porque es el que le paga. El inquilino paga cuando hace el contrato, pero la inmobiliaria se lleva un porcentaje después todos los meses de alquiler. Entonces, a mayor cantidad de alquileres, mayor ganancia”, concluye.

Con respecto a su generación Micaela afirma: “El hecho de alquilar afecta a toda una juventud porque se corren un montón de proyectos, como las parejas, los hijos, seguir o no una carrera o empezar un posgrado. Todo se afecta por estar alquilando. Comprar es otro problema, porque para acceder a un crédito necesitas un mínimo de 20.000 dólares, que una persona de mi edad no los tiene”.

Para Gómez Picasso, se necesitan varios factores para que alquilar sea más accesible: “Necesitamos mucha más oferta de unidades en el mercado del alquiler y, por otro lado, que los jóvenes puedan comprar. Que haya crédito hipotecario, de manera que se libere un poco la presión sobre los alquileres. Actualmente un 24% de las ventas son con crédito hipotecario”. También destaca que se necesita un mayor incentivo para la construcción de viviendas: “Hoy, tenemos un crecimiento habitacional importante, sobre todo por nacimientos e inmigración. Es mucho más el crecimiento poblacional que las casas que se hacen. Todos los años se suman 50.000 viviendas más que faltan, a pesar de las que se construyen”. “El mensaje para los jóvenes es que ahorren 200 o 300 dólares por mes, es una buena noticia que se estén abriendo créditos, considerando que hace casi 15 años que no había”, termina con optimismo.

Del otro lado, Gervasio Muñóz, presidente de Inquilinos Agrupados, manifiesta que “el decreto vino a generar una mayor transferencia de ingresos de los inquilinos hacia el mercado y estas son las consecuencias, se garantiza esta transferencia en las condiciones contractuales: contratos cortos y actualizaciones frecuentes”. Con respecto a la construcción de viviendas, Muñoz asegura, “las casas ya existen, el problema es que no son nuestras. El Estado debe intervenir en la vivienda vacía por más de tres meses, pero fundamentalmente debe intervenir en la concentración de viviendas”. Y añade, “creer que el crédito hipotecario puede ser una solución, es como un sedante, porque te hace creer que el acceso a la vivienda propia se puede lograr de manera individual, cuando lo que sucede en las últimas décadas en la Argentina, es que cada vez menos gente es propietaria. Aquel inquilino que cree que con un crédito se va a poder comprar una casa, es como el trabajador que cree que en algún momento puede ser como Elon Musk”.

En este momento las energías de la agrupación están puestas en el asesoramiento, la difusión de información, y en la contención del inquilino. A modo de cierre, Muñoz refuerza: Dejen de creer que el problema de la vivienda se puede solucionar por la suya. Es como la salud y como la educación, un área en la que sí o sí tienen que haber políticas de Estado, y debe ser de manera colectiva. Quien esté esperando un golpe de suerte, una herencia, o ganarse la lotería para poder comprarse una casa, está equivocado”.

Citan a declarar al ex juez Guillermo Rivarola por delitos de lesa humanidad

Citan a declarar al ex juez Guillermo Rivarola por delitos de lesa humanidad

Por primera vez un magistrado declara en los Tribunales de Comodoro Py por delitos de lesa humanidad. El ex juez está imputado por la Masacre de Pabellón Séptimo.

Sobrevivientes de la masacre del Pabellón Séptimo junto a familiares de las víctimas e integrantes de la obra Nogoyá, basada en el texto de la abogada Claudia Cesaroni en la primera audiencia del Juicio en 2024.

El pasado martes 15 el juez Daniel Rafecas citó a prestar declaración indagatoria al ex juez federal Guillermo Federico Rivarola, imputado por su participación en la Masacre del Pabellón Séptimo, ocurrida el 14 de marzo de 1978, en plena dictadura.

“Mucha emoción después de que nuestra querella lo reclamara por años el juez Daniel Rafecas resolvió citar a prestar declaración indagatoria al ex juez federal Guillermo Federico Rivarola, imputado por su participación en un crimen de lesa humanidad como fue la masacre del pabellón”, expresó la abogada querellante Claudia Cesaroni. Rivarola estaba a cargo de la instrucción de la causa número 8137 caratulada “Instituto de Detención de la Capital s/averiguación homicidio, lesiones en riña, incendio, daños y resistencia a la autoridad”, y, según la abogada, este magistrado estaba al tanto de los delitos cometidos durante el incendio. Sin embargo, omitió denunciar tales hechos cuando, en condición de juez federal en ese entonces, debía hacerlo. A raíz del relevamiento de estos datos, se lo llamará a prestar declaración en la parte del expediente que continúa en etapa de instrucción. La otra es la que se está juzgando en proceso oral y público por parte del Tribunal Oral Federal 5.

 

“Finalmente podremos decirle al juez que recorrió la cárcel de Devoto cuando los cadáveres de decenas de presos estaban tirados en el pabellón y los pasillos, que esas vidas, el dolor de los sobrevivientes y el padecimiento de las familias, valían y valen. Y que tiene que responder”, manifestó Cesaroni.

En diálogo con ANCCOM, la abogada querellante comentó que se trata de un pedido que lleva años solicitándolo. Sin embargo, en los últimos meses se entregó nueva información gracias a una revisión de la causa antigua. “Agregamos en nuestra última presentación testimonios de detenidos que expresamente decían que le habían contado a Rivarola todo lo que había sucedido, y obviamente Rivarola no había dicho nada”,  comentó. Después de largos períodos de insistencia ante el juez Rafecas finalmente se produjo la medida solicitada.

 

La citación a declarar se realizaría el martes 20 de mayo a las 12 del mediodía y se trataría de la primera vez que se cita a un juez a indagatoria, es decir en condición de acusado, en Comodoro Py donde funciona el mismo fuero en donde se está tratando el juicio de la Masacre del Pabellón Séptimo, que Anccom viene cubriendo desde su inicio a finales del año pasado.

En respuesta a cómo percibe los avances del juicio, Cesaroni expresó dificultad para dar un pronóstico, sin embargo compartió que le parece evidente “que todos los testimonios que hasta ahora se han vertido en el juicio, de sobrevivientes, de familiares y de ex presas y presos políticos, confirman que allí hubo primero una masacre, ningún motín”, comentó. Además, añadió que el servicio penitenciario actuó subordinado al ejército argentino, tratándose de una decisión que forma parte del aparato terrorista estatal “que no actuó de forma clandestina sino a la vista de todo el mundo”.

A su vez, agregó que el tratarse de presos comunes demuestra que sufrieron una condición de vulnerabilidad mucho mayor, la cual facilitó al servicio penitenciario y a la dictadura ejecutar una masacre que, si en su lugar se hubiese tratado de presos políticos, hubiera generado un “escándalo internacional” que al ser presos comunes no generó.

El pasado miércoles 16 continuaron realizándose audiencias que incluyeron más declaraciones testimoniales, en donde se presentó un ex preso político y 4 ex presas políticas: Alberto Elizalde, Patricia Bianchi, Graciela Draguicevich, Silvia Ontivero y Adriana Beade. La próxima audiencia será el miércoles 23 a las 12 del mediodía.