Cuestión de piel infantil

Cuestión de piel infantil

Las nuevas generaciones pasaron de jugar con muñecas a obsesionarse con el “skincare”, o cuidado de la piel. La obsesión de muchas niñas con productos de belleza dedicados a la piel ha permitido un gran negocio.

Resulta cada vez más llamativo el deseo de las niñas por productos para la piel influenciados por las redes sociales. “Get ready with me”, “hauls” o “mi rutina de skincare” son algunos de los reels o videos principales que utilizan influencers de Tik Tok e Instagram para publicitar diferentes productos de belleza: maquillaje, cremas, tónicos, mascarillas, masajeadores faciales, entre otros. La paradoja es que las cremas y tratamientos prometen una piel suave como la de una niña, algo que ellas ya son: “Es mucho más frecuente que niñas y adolescentes utilicen productos de cuidado de la piel desde edades muy tempranas, desde los ocho o nueve años en adelante, ya sean productos que encuentran en su casa o piden a las familias que les compren”, comenta al respecto la dermatóloga pediatra Jimena Martínez.

Actualmente, el mercado internacional de productos de belleza y cuidado personal es un negocio que no deja de incrementarse. Y la Argentina no es una excepción: según un estudio realizado por la empresa de investigación Mordor Intelligence, se estima que en 2024 se alcance los 2.770 millones de dólares y crezca a una tasa compuesta anual del 2,88% hasta alcanzar los 3.190 millones de dólares en 2029.

En el mundo, los números resultan superiores. Allied Market Research detalla que el mercado global de cosméticos se valoró en 429.000 mil millones de dólares en 2022 y prevé que alcance los 864.000 millones de dólares en 2032. Según el estudio, este incremento se debe en gran medida por el aumento del uso de internet en estos últimos años.

Los jugadores clave que forman parte del mercado elaboran estrategias de marketing en plataformas para atraer clientes específicos. Las mujeres todavía predominan como las principales consumidoras. Diferentes marcas de productos de belleza y cuidado para la piel procuran establecer campañas de marketing con influencers, en muchos casos también menores de edad, que atraen al público juvenil e infantil. Las redes sociales no solo alientan un consumo inesperado de estos productos, sino que además pueden apurar una preocupación por el envejecimiento que los niños no tienen por qué sufrir.

 

Pieles sanas

“Ya está instalado hace un par de años que inicien a edades tempranas con el cuidado de la piel” explica Jimena Martínez, quien también es pediatra. “En este último tiempo surgió en redes sociales con ‘Sephora Kids’, un negocio donde venden productos que ahora son diseñados específicamente para niños y niñas. A raíz de eso las familias vienen a consultar para orientar a sus hijas”. El impacto de la campaña de Sephora Kids generó muchísimos debates en redes sociales. De pronto, por todo el mundo, las tiendas de esta marca se convirtieron en uno de los intereses principales de las más chicas.

La especialista en dermatología infantil aclara que no suele observar daños físicos en sus pacientes por el uso de estos productos. Sin embargo, algunos con contenido abrasivo como el retinol, salicílico o glicólico resultan propensos a provocar irritación, inflamación o cambios de coloración en la piel. Sobre el fenómeno, opina: “Este aumento de preocupación en niñas y adolescentes por cuidarse la piel únicamente del rostro, porque no se cuidan la piel de todo el cuerpo, está impulsado a través del uso de redes sociales, las cuales provocan mirar videos repetidos compulsivamente. Es claro que las niñas empiezan a aprender de estos videos, al mismo tiempo que les genera una necesidad”.

Por su parte, Cristina Pascutto, médica dermatóloga y secretaria general de la Sociedad Argentina de Dermatología dirige su crítica hacia los creadores de contenido: “Hay muchísima gente que no tiene ningún tipo de capacitación o de formación profesional y aconsejan un sin número de cuidados inadecuados para la piel que realmente no son necesarios para niños o adolescentes”.

Ambas especialistas coinciden en que pieles tan jóvenes sólo deben ser cuidadas con protector solar en verano a menos que tengan alguna patología. Como mucho, Martínez recomienda una crema hidratante sin ningún activo antiage. En sus consultas prioriza el cuidado de la salud de forma integral, con el objetivo de llegar a un fin saludable y no estético. Lo que más le concierne son las consecuencias a largo plazo: “Muchas veces la imagen que se brinda en redes es una imagen distorsionada. Tiene filtros o la persona de la foto está muy maquillada. Ahí es donde la realidad se confunde. El ideal al que quieren llegar es inexistente. Trato de informar, especialmente a los adultos responsables, que los productos que se muestran en redes sociales se están vendiendo aunque parezca que no. Simplemente se realizan canjes para que del otro lado de la pantalla alguien lo quiera comprar” explica. La especialista asegura que, obviamente, está a favor del cuidado de la piel pero la práctica se está volviendo obsesiva: “Las niñas comienzan a copiar estos videos de influencers repitiendo frases sobre el envejecimiento mientras están en pleno desarrollo. Con toda esta información que están manejando, me preocupa lo que pueda llegar a pasar cuando sean adultas”, concluye.

 

Riesgos en la salud mental

Efectivamente el bombardeo constante de contenido en redes sociales es un problema que trae consecuencias. Un ejemplo concreto es el estudio realizado por Facebook sobre el impacto que genera su aplicación Instagram en millones de usuarios jóvenes. El estudio interno, publicado en un artículo del Wall Street Journal, asegura que el uso constante de estas plataformas incrementó la tasa de cuadros de ansiedad y depresión en jóvenes, mientras uno de cada tres usuarios puede desarrollar problemas con su imagen corporal. En Estados Unidos un 6% de los adolescentes informaron tener pensamientos suicidas originados por lo que ven en Instagram, mientras que en Reino Unido llega a un 13%. Si bien algunos ejecutivos de la empresa minimizan los riesgos y se niegan a hacer públicos los estudios sobre el efecto en la salud mental de los niños, es de vital importancia generar conciencia sobre sus posibles riesgos.

Diana Novominsky es psicóloga clínica y directora del centro “Vivir más liviano”, un equipo dedicado a tratar niños y adolescentes con trastornos en la imagen corporal. Al respecto señala que las redes sociales definitivamente fomentan este tipo de trastornos: “Por un lado es importante recalcar el desarrollo de una niñez donde se pueda jugar y divertirse sin tener que ocuparse de temas aún innecesarios. Sin embargo, pueden aparecer estos trastornos de ansiedad o ideales del deber ser” y agrega: “Me parece que empezar a ver ciertas características propias como defectos  adelantan todos estos problemas”. Sobre una posible “adolescencia temprana” en las niñas de esta generación Novomisky cree que el término correcto es más bien una “malformación” que “complica el desarrollo”. Considera que los padres son responsables de lo que consumen sus hijos, pero que existen otros factores culturales y generacionales que han cambiado el panorama de las infancias: “Hay cuestiones culturales a lo largo de la historia, que siempre han afectado a las mujeres, pero inevitablemente se traen a colación nuevos problemas. Por ejemplo, el tema de la autocrítica en esta generación se ha potenciado con las redes sociales. Todas las miradas parecen multiplicarse y antes eso no pasaba”, reflexiona. 

 

Captadas desde niñas

Evidentemente los avances de la tecnología permiten el bombardeo constante de contenido, que inclusive se autogenera, sobre todo en aplicaciones como Tik Tok. Estas plataformas profundizan los posibles conflictos que tienen las niñas con su cuerpo y su piel. Los mandatos del sistema patriarcal se refuerzan con internet al resultar evidente que el objetivo siguen siendo las mujeres.

“Estos productos no son juguetes” sostiene Esther Pineda, Doctora en ciencias sociales y escritora del libro “Bellas para morir. Estereotipos de género y violencia estética contra la mujer” entre otros. Pineda, plantea que “este malestar o miedo no es natural” sino “impuesto por las campañas mediáticas de productos de belleza” y afirma que: “Desde muy temprana edad les están diciendo a las niñas que su valor social y condición de mujer se organiza en torno a la belleza. Si bien esto siempre ha existido en las diferentes etapas del proceso histórico social, en la actualidad se ha profundizado como consecuencia de la hiperconexión y la ausencia de regulaciones en las redes sociales”.

Valentina Arias, también doctora en Ciencias Sociales y autora del libro “Mandar Fotitos. Mujeres jóvenes, imagen y sexualidad en la era digital” reflexiona sobre cómo ciertos mandatos se reconfiguraron estos últimos tiempos: “Funciona esta idea del cuerpo como un proyecto en donde siempre se lo puede mejorar. Y sobre lo mejorado podés mejorar más. Entonces: ¿qué vas a hacer hoy por tu cuerpo? Siempre tenemos que encontrar la manera de estar óptimas», asevera. La escritora lo describe como “generaciar el envejecimiento” donde no resulta una sorpresa que las campañas de belleza para niñas tengan tanto éxito: “Promueven ‘el hacerse cargo del propio cuerpo’ como un proyecto para aumentar el capital estético, por lo que es necesario prepararlo con la mayor anticipación posible”, remata.

Así como sucede con las infancias, las edades se van acortando en lo que respecta al uso de cirugías estéticas y en la actualidad es cada vez más usual el uso de ácido hialurónico, fillers o botox en jóvenes de 20 años. A pesar de que las rutinas de skincare en un principio parecen un juego inofensivo, resulta fundamental informarse sobre estas problemáticas para orientar no solo a los más chicos, sino también a los adultos responsables. 

Despidos que recortan derechos

Despidos que recortan derechos

El Ministerio de Justicia dejó en la calle a más de un centenar de trabajadores de los CAJ, espacios de apoyo a las comunidades de barrios populares en cuestiones judiciales, psicológicas y vinculadas al trabajo social. El recorte perjudica a miles de vecinos.

La ola de recortes de trabajadores del Estado llegó también a los Centros de Acceso a la Justicia (CAJ). Decenas de sus empleados iniciaron el fin de semana largo de Pascua con la noticia de que habían sido despedidos. Algunos no recibieron el telegrama de cesantía y recién cuando quisieron ingresar a sus lugares de trabajo se enteraron de la desvinculación. Sin una cifra oficial por parte de las autoridades, se estima que alrededor de 130 personas fueron  cesanteadas. 

Olga, de 52 años, es de San Juan. Su hija padece de anorexia nerviosa desde el año 2018; en el 2022, con un cuadro severo, llegó a pesar 35 kilos. Como no existían clínicas especializadas en su provincia, fue derivada al Hospital Durand en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, allí se negaron a tratarla pese a tener obra social, que tampoco quiso cubrir su tratamiento aludiendo que no tenía residencia porteña. Estaban casi a la buena de Dios, en un lugar desconocido, en el medio de un brote de covid-19 y en una situación crítica de salud. “Casi”, porque ahí estuvo el CAJ para evitar males ulteriores.

El CAJ de Villa 31 facilitó los trámites para que una pareja de migrantes egipcios pudiesen obtener documentación tan importante para ejercer otros derechos como son los del empleo formal y la educación gratuita, una historia que marcó a Agustín Lagos, trabajador social despedido de ese Centro. “Tienen un desarrollo importante en función de dar respuesta a muchas situaciones, sobre todo la cuestión migrante”, manifestó el excoordinador del mismo CAJ, Javier Martinez. 

Desde la asesoría para tramitar la beca Progresar, hasta la atención de madres solas que padecen el incumplimiento de la cuota alimentaria, y pasando por una mediación de un conflicto entre vecinos, los CAJ son dependencias del Ministerio de Justicia de la Nación que ofrecen servicios legales básicos y sin costo. Psicólogos, trabajadores sociales, abogados y administrativos desarrollan su labor de manera conjunta en las más de 109 oficinas que están distribuidas en todo el territorio nacional. Así, constituyen un vínculo directo entre el sistema legal y la vida cotidiana, entre los derechos existentes y el pleno ejercicio de aquel que es dueño de un derecho.

“Lo mío era un caso de vida o muerte. Ellos actuaron. Todo el tiempo fue resolverlo lo antes posible y gracias a Dios mi hija todavía está conmigo. Estudia  para tripulante de cabina y está haciendo natación. Sigue con tratamiento ambulatorio. Es un antes y un después”, concluye Olga.  

Del total de empleados afectados, 21 corresponden a las oficinas de CABA: 10 administrativos, 5 abogados, 4 trabajadores sociales y 2 psicólogos. Como consecuencia,  el funcionamiento interdisciplinar se daña y las asistencias integrales a los consultantes, se dificultan. 

 Daysi es de la República Dominicana, adulta mayor con fotofobia que permaneció en la Argentina por un tiempo. Vendía ensaladas de frutas en la calle, en el barrio de Constitución. Si bien consiguió radicarse por cuestiones humanitarias, no pudo integrarse a nivel local en materia de inserción laboral, vivienda y seguridad alimentaria. La opción que vio más conveniente fue regresar a su país natal y reencontrarse con su hija. Sin la participación del CAJ de Once, no hubiese sido posible su repatriación. 

Con 13 años de servicio en el Estado nacional y hace dos años en el CAJ, pudiendo haber permanecido en un escalafón superior, una de las trabajadoras sociales despedidas, quien decidió preservar su identidad, detalla que eligió ir a desempeñar su labor a un Centro por “convicción ética y política”. Acerca del ajuste en el Estado, sostiene que “no es conmigo, es con el trabajo social en el territorio. Hago una lectura más amplia. El gobierno, simbólicamente, es un genocida social”.

“Es como que te sacan la identidad, porque primero soy trabajadora social. No solamente arruinan la parte material de un trabajador, sino la parte simbólica, psicológica, de salud mental. Lo que me angustia es que socialmente se legitime, el festejo. La tarea como sociedad empieza ahora: concientizar de que el Estado somos todos”, comentó la trabajadora social

Sobre la delicada condición de salud, Olga explicó: “Mi hija iba con un bajo peso extremo, necesitaba una internación inmediata. Empecé a buscar ayuda en la justicia y ahí es donde encuentro a esta niña [se refiere a una profesional del CAJ]  que yo le digo que es como un ángel. No tenía a nadie allá que me pueda ayudar, o sea, estaba sola;  porque no tenía dinero para contratar un abogado. Ella me guió en todo.”

En un lapso de 48 horas, a través de la mediación del Centro de Acceso a la Justicia se logró que la obra social cubriera el tratamiento. Inmediatamente, la hija de Olga entró en terapia  intensiva durante 14 días. El milagro tiene nombre: Estado presente.  

“Cuando la gente me dice gracias, yo le digo ‘gracias no, es un derecho’. Yo soy solamente una intermediaria entre la consulta, la demanda y el Estado”, argumentó la trabajadora social despedida.

La asistencia no se agotó en conseguir que una obra social cumpla sus compromisos, sino también en el trajín de haber estado cinco meses a 1500 kilómetros de distancia del hogar. El trabajo interinstitucional de los CAJ permitió que Olga pudiese seguir costeando su estadía en el hotel y hasta el remis para trasladarse junto a su hija. “Eso fue ella para nosotros, porque hay mucha gente que es profesional en distintos ámbitos, pero profesional y humano son pocos”, dice Olga.

El CAJ Eva Perón es el modelo a seguir para otros Centros. A dos cuadras de la estación Once, punto neurálgico del AMBA, es uno de los que más consultas recibe a diario. Posibilitando el trabajo interinstitucional, en un mismo edificio se encuentran otros organismos del Estado como ANSES, la Defensoría del Pueblo y RENAPER. A pesar de ello, el contrato de alquiler de la locación se vence el 15 de abril próximo y todavía no hay información acerca de su reubicación. Se trata de una problemática que afecta a varios CAJ del país. 

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hay 16 Centros de Acceso a la Justicia, y más de la mitad se encuentran en barrios vulnerables. Antes de ingresar en uno de los CAJ del barrio Padre Carlos Mugica (Villa 31), Agustín Lagos trabajó en la Agencia Nacional de Discapacidad: “Como quería volver a tener el contacto con la gente y con el territorio, hace ya dos años y medio que estaba trabajando en el CAJ de la Villa 31”, mencionó el trabajador social despedido la semana pasada.

“A mí nadie me comunicó que yo estaba desvinculado. Lo único que hicieron fue prohibirme el acceso a mi herramienta de trabajo que es el SICAJ, que es un programa propio del Ministerio de Justicia. Esa fue toda la comunicación que yo tuve y por la cual interpreto que me despidieron -especificó-. Por una lista que circulaba por WhatsApp, te enterabas si eras despedido o no. Todo bastante poco empático”.

“Antes hacía un laburo parecido pero de escritorio. Yo necesitaba conocer las historias de primera mano, que son historias muchas veces muy duras y que, obviamente, a nosotros nos cargan un montón -sostuvo Agustín-. Es tener la gratificación de poder estar cambiándole la vida a las personas con aveces un simple trámite. Eso es lo más lindo del trabajo, esa red que uno va construyendo donde los vecinos después te reconocen y toman como referencia”.

“Estas modalidades precarias en las contrataciones son un cáncer que inoculó el menemismo. Hay que decirlo: ni los gobiernos kirchneristas, ni el gobierno de Macri han logrado resolver esto, y el último gobierno tampoco. Hemos dejado un tendal de trabajadores y trabajadoras desprotegidos”, sentenció Carpineti.

La ex titular de la Dirección Nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia (DNPFAJ) del Ministerio de Justicia, la abogada Gabriela Carpineti, explicó la manera en que  se concretaron las desvinculaciones: “Primero les bloquearon los usuarios a los trabajadores cuando llegaban a las oficinas. No aparecían las autoridades en la sede central y no había comunicación de ningún tipo de por qué se está despidiendo, cuál era el criterio”.

Muchos despedidos no recibieron todavía sus telegramas correspondientes. El ajuste en el  Ministerio de Justicia ya habían comenzado desde finales de diciembre en el área de la Línea 137. Luego en la primera quincena de marzo  se vieron afectados otros 28 empleados de la Secretaría de Derechos Humanos (la mayoría de Prensa). Poco más de la mitad fueron reincorporados. El recorte en los CAJ resultaba inminente.

En 2008, en el marco de la reestructuración del entonces Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, fue creada la Dirección Nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia (DNPFAJ). En 2010 se inauguró el primer CAJ ubicado en la Villa 1-11-14 de la mano de la DNPFAJ. Así, por primera vez el Estado se propuso achicar las brechas sociales, económicas y culturales, un proceso para revertir la exclusión institucional y garantizar el conocimiento y ejercicio de los derechos.

Al respecto, Agustín Lagos amplió: “Es muy importante el acceso territorial, esa facilidad de encontrarte con la institución a la vuelta a tu casa. Sobre todo en lugares donde sabemos que, por ejemplo, muchas veces los colectivos no llegan, o que no hay acceso a internet ni buenas líneas de comunicación. Por eso, la importancia de tener el Estado cerca, principalmente en los barrios populares”. En consonancia, Gabriela Carpineti sintetizó: “Eso es el Estado, es el espacio común para resolver problemas que solos no podemos resolverlos”.  

En algunos casos, Carpineti indicó que “eran ellos mismos los que tenían que llamar a los entes para ver si seguían activos y si se les iba a depositar el sueldo”. Asimismo aclaró que “es importante remarcar que no hay despidos en el Poder Judicial ni en el Legislativo: están atacando el Poder Ejecutivo”.

Desde el inicio de la gestión de Mariano Cúneo Libarona, actual Ministro de Justicia, la actividad de los Centros se vió afectada. Al día de la fecha todavía no se nombró a ninguna autoridad para que desempeñe el cargo de Director en la DNPFAJ. El ajuste del personal del Estado comenzó desde que el Gobierno nacional publicó el Decreto N°84/2023, el cual dispuso que no se renovaran las contrataciones de personal efectuadas durante el año 2023 en todo el ámbito de la Administración Pública Nacional de acuerdo con la Ley Marco de Regulación del Empleo Público Nacional N° 25.164. Además, estableció que el 31 de marzo fuera la fecha de finalización para los contratos realizados antes del 1° de enero de 2023.

Hace más de dos décadas que se perpetúan en el ámbito estatal estos tipos de contratos. En diálogo con ANCCOM, la abogada laboralista Natalia Salvo catalogó de “fraudulentas” dichas modalidades utilizadas: se contrata personal permanente pero con una figura temporaria. Son más conocidos como ‘Contrato Artículo 9’”. Pasan los gobiernos y las relaciones laborales no se regularizan. Javier Martinez, el ex coordinador del CAJ de Villa 31, durante casi dos años trabajó ad honorem y su cargo nunca se logró gestionar. Trabajadores con más de cinco años de antigüedad que aún así fueron despedidos sin causa justificada. 

“Estas modalidades precarias en las contrataciones son un cáncer que inoculó el menemismo. Hay que decirlo: ni los gobiernos kirchneristas, ni el gobierno de Macri han logrado resolver esto, y el último gobierno tampoco. Hemos dejado un tendal de trabajadores y trabajadoras desprotegidos”, sentenció Carpineti. Consecuentemente, al momento de litigar sus puestos laborales las personas quedan en un vacío legal: “Para discutir judicialmente no es lo mismo que despidan una planta permanente, que despidan a un contratado”, agregó.

Al mismo tiempo que se descapitaliza al Estado de profesionales valiosos, Carpineti argumenta y conceptualiza que se trata de un “proceso de lumpenización del Estado para que efectivamente sucedan lo que ellos quieran: que exista un Estado ineficiente, que no nos conduzca a una prosperidad o una mejor calidad de vida y que, en definitiva, se acreciente la distancia del pueblo con el Estado”. 

“Esto es la traducción de una decisión política de achicar el Estado, empezando por lo que ellos llaman ‘gasto social’, que en realidad  es inversión social y construcción de ciudadanía” formuló la trabajadora social despedida.

Sobre la administración actual de Javier Milei, la ex directora del DNPFAJ, opinó que “nos gobiernan personas que odian el Estado, que odian a la política y que el espejo que nos devuelve no solo es el odio y la perversión de ellos, sino también uno de una perversión que tuvo causa y posibilidad de desarrollo producto de las faltas de todos los gobiernos de la democracia hasta la fecha”.  

La trabajadora social complementa: “Gabriela golpeaba puertas a gente de mucho poder queriendo intentar que la escuchen, y muchas veces le han cerrado la puerta”. 

“El problema es que se agarran de que terminó el contrato y ya está. Es el propio Estado el que precariza. Es una gran discusión que se viene dando y que es difícil de saldar”, apuntó Javier Martinez. También explica que los delegados, a través de ATE y UPCN,  aún no pudieron entablar una mesa de diálogo con los altos mandos del Ministerio. Además,  informó que ni siquiera existe todavía un interlocutor que lleve a cabo la mediación. Las reincorporaciones todavía siguen latentes.

Lorca en el Conurbano

Lorca en el Conurbano

Se estrenó en CABA, «Tercer cordón del conurbano», una obra colaborativa producida en AMBA y basada en las Bodas de Sangre. La pieza tragicómica mezcla elementos del Clown para dar cuenta de las consecuencias del odio y la discriminación.

Todos los viernes a las 20 se presenta, en el Teatro Beckett, Tercer cordón del conurbano, una tragedia marrón, una adaptación de Bodas de Sangre de Federico García Lorca. En esta reversión, la prosa lorquiana es traída al conurbano bonaerense en pleno 2001 y se combina con el lenguaje clown, creando una tragicomedia que tiene tanto las características de la sociedad argentina como la impronta del dramaturgo y poeta español. Con acertadas interpretaciones, música y efectos sonoros en vivo y un excelente manejo de utilería, esta original propuesta llega a capital desde el conurbano luego de un gran recorrido.
Al ingresar a la sala del Teatro Beckett, el escenario no sólo no está vacío, sino que los actores ya están en acción; están sentados en dos filas enfrentadas y aplauden rítmicamente mientras el público se termina de ubicar en las butacas. En el curso de la obra, cada uno de ellos interpreta a diferentes personajes, tanto secundarios como principales, y se desplazan a través del escenario, casi siempre con una pieza de utilería que incorporan a su interpretación como si fuese parte de su cuerpo. Solo hay dos personas que se quedan en sus lugares de principio a fin; el dúo que provee la música y los efectos sonoros que acompañan y acentúan los sucesos de la obra.
En el escenario, los intérpretes no se limitan a darle cuerpo a un personaje. Además de desempeñar varios roles, utilizan sus cuerpos para darle vida también a los elementos escenográficos y para añadir a la ambientación, que compone el dúo de sonido y música; ladridos de perros, el canto de un benteveo, el llanto de un bebé y hasta el típico llamado de un chatarrero distorsionado por un megáfono. Con estos componentes, la obra le presenta al espectador como una hilarante comedia que, de a poco, va estableciendo elementos trágicos, hasta que el final abandona la comedia por completo y muestra en crudo el resultado del odio y la discriminación.

En diálogo con ANCCOM, la directora Paula Sánchez explica que el desarrollo de la obra fue un proceso marcado por lo colaborativo: “En esta compañía tenemos algunos clowns, artistas circenses, actores que vienen más del conservatorio, tenemos una fusión, un poco de todo, y cuando uno trabaja con eso está buenísimo, porque si uno lo puede potenciar te da el lenguaje. Cada vez que nos poníamos a trabajar era indagar, probar”.
Respecto a adaptar a Lorca, la directora dice que “está casi el 80%” del texto original de la obra, y agrega que “los textos están respetados, lo que pasa es que tiene un montón de otros ingredientes y algunas actualizaciones” para adaptar las acciones de los personajes al cambio de contexto.
“Es un proceso que se fue dando de manera grupal. Estamos desde el principio todes también, aportando a cada idea, cada cuestión, cada centímetro, tanto energéticamente como aportes musicales”, dice a ANCCOM el actor Manuel Luchetti. Sobre la experiencia de actuar en esta compañía, la actriz Mariela Fernández asegura: “Disfrutamos un montón de hacerla y me parece que eso se nota cuando se ve el espectáculo. Hay como una unión familiar, y la verdad que la directora hizo un trabajo increíble con cada uno de nosotros, nos dio la libertad también para que cada uno aporte su experiencia y sus ganas”.

Los actores también hablaron del recorrido de la obra: “Tenemos solamente un año”, desarrolla Luchetti y Fernández enumera varios de los festivales por los que han pasado: “Participamos del Festival Regional, que lo ganamos, después pasamos al Provincial, que lo ganamos también, y fuimos al Nacional a representar la provincia de Buenos Aires en la La Rioja, el año pasado, que fue una experiencia buenísima. La compartimos con otros elencos de diferentes provincias, fue súper enriquecedor”.
“Nací en este ambiente”, cuenta la música Lara Bragán y agrega: “No es mi primera obra, pero sí la que tiene mayor repercusión. Ir al Festival Nacional en La Rioja con la obra, eso no lo había vivido: de repente viene la gente, el boca en boca, es otra dimensión”.
Fernández también explica lo que significa la llegada de la obra a Capital: “Seguimos creciendo, ahora estamos en el Beckett. Vinimos a Capital porque hicimos un montón de funciones en el conurbano. Ahora estamos acá probando este lugar, nos recibieron muy bien y la respuesta de la gente fue buena, así que estamos súper felices”.

Los despedidos sean unidos

Los despedidos sean unidos

Un grupo de despedidos comenzó a reunirse en Parque Centenario para organizarse y exigir la reincorporación. Cuestionamientos a la CGT.

El sábado 6 de abril tuvo su segunda reunión en Parque Centenario el grupo Unidxs Contra los Despidos que congrega trabajadores afectados por las olas de despidos de la administración de Javier Milei, y también del sector privado. La reunión contó con una larga lista de oradores, tanto del sector público como del privado, y culminó con una votación de mociones sobre los pasos a seguir.

Entre las conclusiones de estos empleados y trabajadores está la exigencia de la realización de asambleas abiertas en todos los espacios de trabajo, el cese de los despidos y la reincorporación de quienes fueron echados, el llamado a un paro general y un plan de lucha unificado desde la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), y la denuncia del involucramiento del Grupo Techint en la Secretaría de Trabajo.

“Recibí un mail que decía que no me iban a renovar el contrato y que se me hacía la liquidación final, sin indemnización”, comentó a ANCCOM Larisa Pérez, despedida el miércoles 31 de enero de la Secretaría de Trabajo, y una de las organizadoras del grupo Unidxs Contra los Despidos. “Nosotros en la Secretaría de Trabajo sabíamos que iba a haber despidos y entre grupos de Whats App vimos que éramos como 500 en la misma situación. Hablamos con conocidos del Ministerio de Educación que también habían sido despedidos ese día y con compañeros de mi sector que aunque no fueron despedidos, solo les habían renovado el contrato por tres meses”. Pérez denunció que el fin de los despidos no es solo reducir el número de trabajadores, sino “avanzar con el plan político de la reforma laboral, con el que buscan transformar lo que queda de la Secretaría de Trabajo y del Estado para ciertos negocios». Y agrega: “Nosotros denunciamos que los funcionarios que hacen las listas de despidos no saben de qué trabajamos ni quiénes somos. Es gente de Techint con intereses en sus propias empresas, por lo que no está conectado lo que pasa dentro de la Secretaría con lo que está pasando afuera”. 

En lista de oradores estuvo el dirigente histórico del Astillero de Río Santiago y del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) José Montes, quien resistió las privatizaciones de la década del 90 bajo las administraciones de Carlos Menem y Eduardo Duhalde. “Tenemos que pensar cómo hacer para llegar a todos los sectores, convencer a los compañeros de que se puede pelear, porque solos no vamos a poder parar los ataques del gobierno. Los trabajadores somos una fuerza poderosa pero dispersa». Montes hizo hincapié en la importancia de crear una agrupación de los trabajadores desde abajo, no solo contra la administración de Milei sino también contra la burocracia sindical. En referencia a la inacción de la CGT y la CTA, Montes afirmó “son expertos en desmoralizar y dividir. Los trabajadores son la única fuerza del Estado que ni Menem ni Duhalde pudieron privatizar”.

 En consonancia con esto, Pérez afirmó: “Vemos que no hay ninguna respuesta a todos los reclamos que hicimos salvo estigmatizarnos en los medios, decir que no trabajamos, que entramos por gestiones políticas del gobierno anterior, entonces vemos que lo que surge es salir a las calles a reclamar y dar vuelta el discurso. No es solo un ataque a los trabajadores del sector público sino que también están atacando a empleados privados.”

También habló Erika Lederer, abogada y mediadora prejudicial despedida del Ministerio de Justicia, donde trabajó por once años. “Estamos luchando ante los despidos masivos, la inminencia de nuevos despidos y la restitución de nuestros puestos de trabajo”, dijo. “Realizar estos encuentros es una salida necesaria ante la burocracia sindical, a través de cuyos pulmones respira este gobierno. Los sindicatos le están dando gobernabilidad a la administración de Milei y no están tomando las medidas urgentes que hay que tomar como un paro nacional activo ya”. Lederer remarcó la importancia de visibilizar lo que está ocurriendo y la necesidad de tomar las calles. Y concluyó que “no nos deben encontrar inmóviles, los sindicatos burócratas están paralizados o haciendo un lavado de cara en actos pero no es nada más que pura retórica, en lo personal esto me encuentra de pie y no de rodillas, lucho por la reinstalación de mi puesto así como el de mis compañeros”. 

El encuentro, que duró toda la tarde, culminó con una votación abierta de propuestas. Entre los principales puntos se decidió constituirse como una asamblea unida contra los despidos, hacer un fondo de lucha y conformar una comisión de enlace para articular con compañeros de otros sectores, además de participar en una columna independiente en caso de que la CGT convoque a una movilización el primero de mayo, y coordinar una tercera reunión para el próximo sábado 13 de abril a las 12 del mediodía. 

Los científicos salen a la calle

Los científicos salen a la calle

En 62 puntos del territorio nacional, se desarrollaron festivales para defender el trabajo científico y comunicar su importancia para el desarrollo nacional.

Elijo Crecer: ciencia por Argentina, el primer festival federal de ciencia y tecnología, se desarrolló durante el fin de semana último, en 62 puntos del territorio nacional para reclamar por el financiamiento en ciencia y tecnología y repudiar los despidos en el Estado. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dos de estos encuentros se realizaron en el barrio de Caballito: uno en Parque Centenario y otro en ParqueRivadavia, sábado y domingo respectivamente. Allí, Investigadores del CONICET, trabajadores de instituciones públicas, de museos nacionales y músicos mostraron sus trabajos e investigaciones.

El evento tuvo como objetivo acompañar la lucha “por el cumplimiento de la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, manifestarse contra el desmantelamiento del sistema de ciencia y tecnología y contra los despidos arbitrarios en el Estado”, sostuvo en el discurso de apertura Valeria Edelsztein, una de las organizadoras del evento e investigadora del CONICET. Y agregó: “Este festival es necesario porque la ciencia nos da la posibilidad de ir hacia adelante, es el motor del desarrollo y por eso estamos acá. La producción de conocimiento es un valor y llevarla adelante es un trabajo y también queremos compartir la pasión que tenemos al hacer nuestro trabajo”.

En diálogo con ANCCOM, otra de las organizadoras e investigadora del CONICET Nadia Chiaramoni, contó que la iniciativa surgió cuando Edelsztein y ella se enteraron que un programa de comunicación pública de la ciencia daba de baja sus becas y seguía funcionando sin ellas, lo que las preocupó: “Realmente es algo horrible porque es un programa de primera para pibes que se forman y me parece que no hay nadie como un estudiante avanzado súper apasionado por lo que está haciendo que te explique la ciencia como te la explicaban ellos” y describió: “Dijimos: `Esto viene bastante difícil´. Y ahí decidimos hacer una movida que comunique la ciencia a la gente y decidimos hacerlo cerca del 10 de abril, que es el día del investigador científico”.

Chiaramoni también habló del carácter federal del festival; el hecho de que se realice, en simultáneo, en diferentes nodos, en distintas localidades del país. “Lo llamativo de los nodos es la diversidad de temas que se tocan, no es lo mismo la ciencia o las investigaciones que se hacen en Jujuy como la que se hace en Tandil, en el sur o en el conurbano de la provincia de Buenos Aires”. Y agregó: “Cada nodo tiene sus exponentes para mostrar a su comunidad. No queríamos que un investigador de CABA se vaya a Córdoba, queríamos que cada comunidad vea lo que tiene a su alrededor, que quizá no sabe que existe”. Respecto a la organización, Chiaramoni contó que los nodos se determinaron en base a las ubicaciones de los inscriptos y que se nombró un coordinador para cada nodo, con quienes ellas estuvieron en constante comunicación.

Victoria Basualdo, historiadora e investigadora del CONICET, se dedicó a estudiar durante quince años la influencia de las empresas en las violaciones de derechos humanos en Argentina. Así, junto con otros investigadores e instituciones lograron contribuir “en los juicios por delitos de lesa humanidad, ya que muchos de nosotros hemos ido a declarar y presentamos documentación sobre la represión en los lugares de trabajo”, explicó dando cuenta de la incidencia de la ciencia en los procesos de justicia. Y agregó: “Por eso, la ciencia es muy importante, porque permite reconstruir la historia y entender, en este caso, qué ocurrió con los desaparecidos trabajadores y el rol que jugaron las empresas, que no fueron casos individuales, sino que había toda una dinámica detrás”.

En la actualidad, la ciencia argentina se encuentra atravesada por el congelamiento presupuestario y los despidos en sus instituciones. Basualdo señaló: “Está muy difícil para nosotros hacer ciencia hoy, porque las condiciones que nos ofrecen son miserables y ridículas, pero vamos a pelearla igual porque creemos que hay que transformarlo y que este país no puede quedar así”. En cuanto a los despidos masivos en el Estado destacó: “La persecución de la ciencia y de muchas dependencias estatales tiene que ver con su enorme y con gente que está trabajando en líneas estratégicas. Por ejemplo, el caso de víctimas de trata: echar del Ministerio de Justicia a todo el equipo que hacía seguimiento a las víctimas de trata, gente que pasaba noche y día atendiendo teléfonos de gente que está en emergencia. Son cuestiones estratégicas”.

Además, esta situación se traslada a otros ámbitos científicos e instituciones, como en el caso de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Tomás Avallone, empleado de dicho organismo, señaló que “actualmente el Estado no está destinando más presupuesto para que los trabajadores puedan llegar a su lugar de trabajo, como lo es en el caso de las oficinas de Ezeiza, que se encuentran lejos de los centros urbanos y por ende no hay transporte público para llegar allí. Antes teníamos micros para llegar, pero desde el lunes ya no van a estar. O sea que ni siquiera se está cumpliendo con lo básico, que es poder ir a nuestros puestos de trabajo. Y con esto se ven frenadas un montón de actividades complejas y difíciles: hay un montón de cuestiones regulatorias alrededor de las actividades para que la radiación esté contenida”.

También existen instituciones que requieren de la ciencia para poder existir. La Alianza Argentina de Pacientes (ALAPA) es una organización paraguas que nuclea asociaciones y personas con enfermedades poco frecuentes. Alexis Descourvieres, miembro de ALAPA, destacó la importancia de la investigación: “Nosotros queremos resolver problemáticas de salud y un camino es que la investigación clínica estudie estos temas para que los pacientes puedan tener soluciones a sus patologías”. Y detalló la importancia del trabajo científico: “Nosotros para hacer investigación la única manera que tenemos dehacerlo es con científicos y nosotros no somos científicos, por eso los investigadores son nuestros mejores aliados”.

El festival tuvo un cierre especial el domingo en Parque Rivadavia. Había terminado de tocar la última banda del día, El Quinteto de los Muertos, y las organizadoras cantaban los números ganadores de una rifa para libros de ciencia donados por las editoriales que participaron del festival. Sin embargo, la banda no se bajaba del escenario y entre el público se repartían papeles con la letra de una canción. Al final de la rifa, las organizadoras llamaron a cantar en conjunto, al ritmo de Vení Raquel de los Auténticos Decadentes, una letra de su autoría que incluía “Hay que evitar / que puedan destruirla / Si resistimos / Ellos no pasarán” y “Hay que bancar / a la ciencia argentina / porque es un / orgullo nacional”.