Por Tais Grimberg
Fotografía: Valentina Gomez

Se estrenó en CABA, «Tercer cordón del conurbano», una obra colaborativa producida en AMBA y basada en las Bodas de Sangre. La pieza tragicómica mezcla elementos del Clown para dar cuenta de las consecuencias del odio y la discriminación.

Todos los viernes a las 20 se presenta, en el Teatro Beckett, Tercer cordón del conurbano, una tragedia marrón, una adaptación de Bodas de Sangre de Federico García Lorca. En esta reversión, la prosa lorquiana es traída al conurbano bonaerense en pleno 2001 y se combina con el lenguaje clown, creando una tragicomedia que tiene tanto las características de la sociedad argentina como la impronta del dramaturgo y poeta español. Con acertadas interpretaciones, música y efectos sonoros en vivo y un excelente manejo de utilería, esta original propuesta llega a capital desde el conurbano luego de un gran recorrido.
Al ingresar a la sala del Teatro Beckett, el escenario no sólo no está vacío, sino que los actores ya están en acción; están sentados en dos filas enfrentadas y aplauden rítmicamente mientras el público se termina de ubicar en las butacas. En el curso de la obra, cada uno de ellos interpreta a diferentes personajes, tanto secundarios como principales, y se desplazan a través del escenario, casi siempre con una pieza de utilería que incorporan a su interpretación como si fuese parte de su cuerpo. Solo hay dos personas que se quedan en sus lugares de principio a fin; el dúo que provee la música y los efectos sonoros que acompañan y acentúan los sucesos de la obra.
En el escenario, los intérpretes no se limitan a darle cuerpo a un personaje. Además de desempeñar varios roles, utilizan sus cuerpos para darle vida también a los elementos escenográficos y para añadir a la ambientación, que compone el dúo de sonido y música; ladridos de perros, el canto de un benteveo, el llanto de un bebé y hasta el típico llamado de un chatarrero distorsionado por un megáfono. Con estos componentes, la obra le presenta al espectador como una hilarante comedia que, de a poco, va estableciendo elementos trágicos, hasta que el final abandona la comedia por completo y muestra en crudo el resultado del odio y la discriminación.

En diálogo con ANCCOM, la directora Paula Sánchez explica que el desarrollo de la obra fue un proceso marcado por lo colaborativo: “En esta compañía tenemos algunos clowns, artistas circenses, actores que vienen más del conservatorio, tenemos una fusión, un poco de todo, y cuando uno trabaja con eso está buenísimo, porque si uno lo puede potenciar te da el lenguaje. Cada vez que nos poníamos a trabajar era indagar, probar”.
Respecto a adaptar a Lorca, la directora dice que “está casi el 80%” del texto original de la obra, y agrega que “los textos están respetados, lo que pasa es que tiene un montón de otros ingredientes y algunas actualizaciones” para adaptar las acciones de los personajes al cambio de contexto.
“Es un proceso que se fue dando de manera grupal. Estamos desde el principio todes también, aportando a cada idea, cada cuestión, cada centímetro, tanto energéticamente como aportes musicales”, dice a ANCCOM el actor Manuel Luchetti. Sobre la experiencia de actuar en esta compañía, la actriz Mariela Fernández asegura: “Disfrutamos un montón de hacerla y me parece que eso se nota cuando se ve el espectáculo. Hay como una unión familiar, y la verdad que la directora hizo un trabajo increíble con cada uno de nosotros, nos dio la libertad también para que cada uno aporte su experiencia y sus ganas”.

Los actores también hablaron del recorrido de la obra: “Tenemos solamente un año”, desarrolla Luchetti y Fernández enumera varios de los festivales por los que han pasado: “Participamos del Festival Regional, que lo ganamos, después pasamos al Provincial, que lo ganamos también, y fuimos al Nacional a representar la provincia de Buenos Aires en la La Rioja, el año pasado, que fue una experiencia buenísima. La compartimos con otros elencos de diferentes provincias, fue súper enriquecedor”.
“Nací en este ambiente”, cuenta la música Lara Bragán y agrega: “No es mi primera obra, pero sí la que tiene mayor repercusión. Ir al Festival Nacional en La Rioja con la obra, eso no lo había vivido: de repente viene la gente, el boca en boca, es otra dimensión”.
Fernández también explica lo que significa la llegada de la obra a Capital: “Seguimos creciendo, ahora estamos en el Beckett. Vinimos a Capital porque hicimos un montón de funciones en el conurbano. Ahora estamos acá probando este lugar, nos recibieron muy bien y la respuesta de la gente fue buena, así que estamos súper felices”.