“Las escuelas en Neuquén son verdaderas trampas mortales”

“Las escuelas en Neuquén son verdaderas trampas mortales”

Por séptima semana consecutiva, los docenes de Neuquén se encuentran de paro. Reclaman mayores salarios, mejoras en la infraestructura y más presupuesto para el refrigerio de los estudiantes. También hay conflictos en Misiones y Entre Ríos.

Los docentes de Neuquén finalizan su séptima semana de lucha y anuncian la continuidad de las medidas de fuerza frente al silencio del gobierno de Rolando Figueroa. En Misiones y Entre Ríos también están en conflicto.
Los maestros y maestras neuquinos denuncian el grave estado de las escuelas, el ataque al régimen de licencias y las maagras partidas para refrigerios de 140 pesos por alumno.
“El gobierno tiene la política de sentarse a esperar que el paro se deshilache solo. Pero estamos en la séptima semana y tenemos un 75% de acatamiento”, declaró a ANCCOM Angélica Lagunas, Secretaria General de ATEN Capital.
El pasado viernes la asamblea de ATEN acordó un paro de 72 horas que comenzó el martes, jornada en la cual se llevaron adelante volanteadas en rutas. El miércoles se realizó una marcha en Neuquén capital que recorrió desde la Legislatura hasta la Casa de Gobierno, donde estiman que hubo diez mil personas. Hoy se convocó nuevamente a asamblea, donde por mayoría decidió la continuidad del paro para el lunes y martes de la próxima semana.

El reclamo tiene tres ejes. Por un lado, se exige un aumento de las partidas para los refrigerios escolares. “En Neuquén uno de cada dos chicos se va a dormir sin comer”, explica Lagunas. 

También exigen al gobierno un aumento del presupuesto educativo destinado a infraestructura.  Esta semana se llevó a cabo el juicio por la explosión de una escuela en Aguada San Roque, que ocurrió en junio del 2021 y donde fallecieron tres trabajadores en lo que Lagunas llamó “un triple crimen laboral”. Asimismo, el lunes en la Escuela N° 68 del paraje Collipili, al norte de la provincia, explotó un termotanque causándole quemaduras a un auxiliar de servicio.  “Las escuelas son verdaderas trampas mortales, porque no se destina el presupuesto necesario para que estén en condiciones”, alertó la dirigente.

El tercer eje de los reclamos exige la derogación de la Ley  de Adicional al Desarrollo Profesional Docente, que ataca el régimen de licencias y establece un plus salarial para quienes no faltan. Los primeros días de julio antes del receso invernal los docentes neuquinos se encontraban en las aulas luego de haber acordado, al principio del año, un aumento salarial. El gobierno de la provincia presentó, trató y aprobó rápidamente un proyecto de ley en la Legislatura. “Nosotros decimos que es un plus extorsivo, ellos dicen que es para premiar a quienes van todos los días a trabajar”, aclaró la secretaria general. 

La ley plantea un plus salarial del 15% para aquellos docentes que no falten más de tres veces durante un trimestre, sin superar las dos faltas mensuales. También establece un plazo mínimo de cuatro meses de permanencia en el puesto para los suplentes, como condición básica para acceder al régimen de licencias. Lo que sucede es que los plazos de licencias del docente titular no son prorrogables ni acumulativos, por lo cual “el suplente va a ser el eterno suplente de los 30 días. Nunca va a cumplir los cuatro meses, ni hacer uso del régimen de licencia”, explicó Lagunas. 

Con el bono salarial del 15% por presentismo y el descuento a quienes hacen paro, el gobierno provincial busca resolver el ausentismo docente. Desde el sindicato replican que esa no es la herramienta, y que lo que podría resolver el problema sería que una maestra con un sólo cargo pueda tener un sueldo que cubra  la canasta familiar. “Acá el problema es que ni el cuerpo ni la mente se bancan la situación de desgaste que significa la condición laboral que tenemos”, afirmó. 

“En Neuquén uno de cada dos chicos se va a dormir sin comer”, explica Lagunas.

En ese sentido, desde ATEN rechazan la política del Gobierno nacional, acompañada por los dirigentes provinciales, de determinar la educación como un servicio esencial. De acuerdo a la ley, aquellos servicios declarados como esenciales deben garantizar, incluso en jornadas de protesta, que se brinde un 30% del servicio. Esta medida afectaría considerablemente el derecho a huelga y quitaría a los docentes una herramienta de lucha clave: el paro. Además, desde ATEN sostienen que el servicio esencial viene a “dinamitar lo poco que queda de la escuela pública” al definirla como un servicio que se ofrece, se compra y se vende como una mercancía.  “La educación no es un servicio, es un derecho y quienes tienen la obligación de garantizarlo son los Estados nacional y Provincial”, sostuvo la dirigente.

En búsqueda de que los docentes vuelvan a las aulas pero sin proponer una mesa de diálogo, el gobierno provincial abrió una línea de WhatsApp destinada a que padres, familiares, directores y demás trabajadores de las escuelas, informen el estado de las instituciones en los días de paro, como así también qué docentes se adhirieron. Para Lagunas,  lo que busca la medida es inclinar la balanza en favor del gobierno dentro de la comunidad educativa: “Nosotros tenemos un trabajo muy importante realizado con directores y directoras, que son compañeros de trabajo, no son patrones, no son funcionarios”. En ese sentido, Lagunas explicó que estos compañeros han decidido no informar al gobierno quiénes paran “primero porque no es su trabajo, y segundo porque el paro no es una novedad, es una acción colectiva que se informa donde debe ser informada“.  A partir de este accionar, el gobierno no obtuvo la información necesaria para descontar los días de paro a quienes lo acataron, por lo que hizo un descuento general. Para Lagunas eso le genera al gobierno un doble problema, ya que quienes fueron a trabajar e igual percibieron el descuento, es probable que se sumen al próximo paro, y segundo porque los padres y madres no han acatado masivamente el pedido. 

En ese sentido, la gremialista reconoce que la situación es muy compleja y que estar de paro por séptima semana genera un cansancio normal  en la comunidad que pretende que haya clases. Si bien existe un grupo llamado Padres Autoconvocados que exigen a los docentes el regreso a las aulas, admite que “la comunidad obviamente no aplaude que haya paro docente, pero en su mayoría ha entendido que la responsabilidad de cada día que pasa sin clases, es del gobierno y que debe resolverlo convocando a una mesa de diálogo”. 

Pero tras casi dos meses de conflicto ni el gobernador Rolando Figueroa ni la ministra de Educación Soledad Martínez han dado respuestas. 

De la Patagonia al Litoral

Estos reclamos se replican en diferentes puntos del país. En Misiones, desde el principio del ciclo lectivo los docentes se manifestaron por el aumento salarial y las mejoras de sus condiciones laborales. Los trabajadores de la educación realizaron paros con un porcentaje muy alto de acatamiento, movilizaciones, cortes de ruta y  asambleas públicas que se extendieron por toda la provincia y lograron duplicar sus salarios hasta el medio millón de pesos. Ahora se encuentran haciendo paros y asambleas para concientizar sobre el impacto negativo que tendría la ley nacional que declara la educación como “servicio esencial”.

 En Entre Ríos la situación escaló un paso más. Los docentes sostienen que desde el comienzo del año, sus salarios han perdido un 30% de poder adquisitivo.  De esta manera, dos semanas atrás, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) votó por la realización de 48 horas de paro los días 22 y 23 de agosto. La medida de fuerza no pudo llevarse a cabo ya que el gobierno respondió con una conciliación obligatoria.  A través de esta medida, los docentes se ven forzados a suspender por el plazo de 20 días cualquier tipo de protesta. 

En respuesta al accionar del gobierno misionero, los padres y familiares de los niños se organizaron para no enviarlos a la escuela, en solidaridad con el reclamo docente. “Por un sueldo digno para nuestra seño y para todos los docentes”, era una de las frases que circuló vía WhatsApp en los grupos de madres y padres, junto con la convocatoria en apoyo al reclamo.  Tanto en Misiones como en Neuquén surge un apoyo concreto de las familias que exigen soluciones a los gobiernos y no a los maestros y maestras. conflicto y reanudar las clases”. 

«Muchas familias aún esperan saber dónde están los restos de sus familiares»

«Muchas familias aún esperan saber dónde están los restos de sus familiares»

Comenzó el juicio contra cinco ex militares de la Fuerza Aérea acusados por 131 crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en Mansión Seré, RIBA y otros centros clandestinos de detención de la zona oeste del Gran Buenos Aires.

“Estar ahí fue algo que necesitaba, muy importante poder estar mirándolos en estas condiciones”, declaró en diálogo con ANCCOM Guillermo Perez Roisimblit, nieto recuperado, parte de la querella de Abuelas en la Megacausa Mansión Seré IV y RIBA II, que acaba de reiniciarse. En este sentido, reflexionó acerca de una foto que se publicó ayer donde se ve a los genocidas observando el momento en que él sonríe junto a Iris Avellaneda, madre de Plaza de Mayo: “Nuestra venganza es ser felices”, apuntó y a la vez reflexionó que si bien el término venganza o revancha no condicen con la militancia de Abuelas, funciona para este acontecimiento.

En el Juzgado Oral Federal N°5 de la localidad de San Martín se llevó a cabo este martes 27 la primera lectura del requerimiento de elevación a juicio de la Megacausa Mansión Seré IV y RIBA II, que es el resultado de la combinación de dos causas de lesa humanidad diferentes: la primera de ellas, elevada en 2020, por privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos, por las que responden José Juan Zyska, cabo primero de la Brigada Aérea de El Palomar; Julio César Leston, cabo primero de la Regional de Inteligencia RIBA; Juan Carlos Herrera, teniente en la Brigada Aérea de El Palomar; y Ernesto Rafael Lynch, capitán de la VIII Brigada Aérea de Moreno. Mientras que en la segunda causa se involucra al genocida Juan Carlos Vázquez Sarmiento, cabo principal encargado de la sección de contrainteligencia de la RIBA, condenado por la apropiación de Ezequiel Rochistein Tauro. Durante décadas, hasta 2021, Vázquez estuvo prófugo; actualmente responde en esta causa por los crímenes de secuestro y privación ilegítima de la libertad cometidos puntualmente contra José Manuel Pérez Rojo, su pareja Patricia Roisinblit, y Gabriel Pontnau. Además, fue identificado como uno de los represores que participó del secuestro de Guillermo Roisimblit, nieto recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo.

Las imputaciones detalladas en el documento son por delitos perpetrados por los cinco acusados contra 131 víctimas en la zona oeste de la provincia de Buenos Aires, Subzona 16, integrado por los centros clandestinos de detención: Mansión Seré –hoy Casa de Memoria y Vida– el destacamento de Paso del Rey, la comisaría de Haedo, Moreno, Morón y Castelar, la VII Brigada Aérea de Morón, la Subcomisaría de Francisco Álvarez y la I Brigada Aérea de Palomar, todas piezas de un circuito macabro y tormentoso durante la última dictadura militar. En la lectura se destacó los dos niveles de tortura a las que fueron sometidas las víctimas: primero la detención ilegal y la privación ilegítima, segundo la tortura física y alevosa.

La sesión fue llevada a cabo en la sala que se utiliza para causas complejas, mismo lugar que tendrá el resto del juicio. El tribunal estará integrado por las juezas María Claudia Morgese Martín, Silvina Mayorga y el juez Walter Venditti.

Los organismos de derechos humanos, las organizaciones sociales y la prensa estuvieron presentes. La sala estaba llena, tan repleta de personas, que tuvieron que agregar sillas adicionales. De un lado se encontraban las querellas y los fiscales, del otro los imputados y sus defensas. En la transmisión vía YouTube que realizó FM En Tránsito junto a La Retaguardia, que relató el locutor Fernando Tebele, se destacó el papel comprometido de los medios alternativos que se encomiendan a estás coberturas: le da sentido a la existencia de los medios comunitarios”, comentó Tebele y agregó que “contribuyen a qué estos hechos no se olviden”.

Los anticuerpos de nuestra joven democracia

En torno a este contexto negacionista y apologeta de la dictura que ha estado resurgiendo en el último tiempo por el advenimiento de un partido político –La libertad avanza– que lo legitima, han sucedido una serie de acontecimientos que resuenan por su alevosía: la visita de los diputados libertarios a los genocidas presos en Ezeiza, entre los que se encontraba Vázquez Sarmiento, imputado en esta causa. “La espuma no baja”, expresó Pérez Roisimblit sobre el reclamo popular que ha surgido a raíz de este intento de consagración negacionista. “Como la espuma no baja, van a tener que dar una respuesta institucional, crear una comisión investigadora”, agregó en referencia a la articulación entre la Comisión de Asuntos Constitucionales y la Comisión de Reglamento, que repondrá los hechos acontecidos no solamente el día de la visita, sino en el último tiempo. “Se les volvió un pelotazo en contra”, concordó Pablo Llonto, abogado de derechos humanos, en diálogo con ANCCOM, y agregó que “la visita fue la punta del ovillo que permitió desandar todo lo que había ocurrido antes”, en referencia a un intento sostenido de conseguir medidas de impunidad. El abogado también enfatizó que este hecho repudiable no pudo ser consagrado socialmente por sus ejecutores debido al consenso inclaudicable que existe en la sociedad argentina sobre la condena a los represores y la resolución de que “hasta el último de los responsables de esos crímenes gravísimos debe ser juzgado”.

“Hay todo un proceso judicial que ha permitido acreditar de manera indiscutible que estos hechos sucedieron, que las violaciones, los secuestros, homicidios y el robo de bebés como práctica sistemática, son un hecho”, enfatizó Carolina Villella, abogada de Abuelas de Plaza de Mayo, en diálogo con ANCCOM. En cuanto al repudio popular que ha suscitado un escándalo político añadió: “Subestimaron al pueblo argentino creyendo que les daba lo mismo, que iba a poder ser capitalizado como un logro”, reflexionó Villella haciendo hincapié en que las consignas de Memoria, Verdad y Justicia son una bandera más que consolidada.

“Cada vez que arranca un gobierno de derecha, la fuerza o el envión que tenían los juicios merma”, reflexionó Pérez Roisimblit. A su vez, destacó que no es el primer intento desde la recuperación democrática en el que se busca consagrar la impunidad a los ejecutores del terrorismo. “Tuvimos momentos bravos de impunidad absoluta, en los 90 con los genocidas libres, intendentes o gobernadores electos, como el caso de Bussi en Tucumán”, sostuvo Llonto, que trazó diferentes paralelos entre las décadas pasadas y la construcción de la memoria. En el mismo sentido, Roisimblit destacó que este gobierno ha superado a los demás por un tema central: la disolución de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, CONADI, organismo que se encarga de la búsqueda de los hijos de desaparecidos nacidos durante el cautiverio: “Este gobierno desarticula políticas para la búsqueda de niños que fuimos robados durante el terrorismo”, acusó Roisimblit. En este sentido, Llonto también se detuvo en la gravedad de este hecho: para el abogado seguirán sucediendo cuestiones similares “hasta que se le ponga freno desde la justicia o caiga este gobierno”.

Por otro lado, las juezas hicieron hincapié en la continua postergación del juicio y se lo atribuyeron a una cuestión de agenda. El juicio estuvo en inicio programado para diciembre 2023, mayo 2024 y finalmente se realizará a partir de agosto. En este sentido, sobre la dilatación en el tiempo para el enjuiciamiento a los represores, Llonto puntualizó en el miedo que se siente ante la posibilidad de que el juicio no ocurra por una pérdida en la capacidad cognitiva del imputado o su posible muerte: “Es cuando el esfuerzo hecho por las madres y familiares y sobrevivientes durante décadas para identificar a un represor, queda diluido”.

Villella, por su parte, consideró que un juicio de esta envergadura requiere un gran tiempo de preparación. Además, enfatizó su confianza en el compromiso de los jueces de la causa que llevan adelante un trabajo de forma decidida en torno a la cuestión de derechos humanos.

El martes 9 se lleva a cabo la próxima jornada donde se dará inicio a los alegatos en los que declararán Mariana Eva Pérez y Guillermo Pérez Roinsinblit. Los genocidas también tendrán la oportunidad de hablar y aunque no suela suceder, podrán utilizar el espacio para brindar información de los crímenes registrados en la causa. “Hay muchas familias que aún están esperando saber donde están los restos de sus familiares”, sostuvo Villella y enfatizó: “Seguimos buscando a más de 300 hijos de desaparecidos”.

 

“El escepticismo es para los cómodos”

“El escepticismo es para los cómodos”

En el marco de la semana de la Memoria se realizó una entrevista pública a Graciela Daleo en la Facultad de Ciencias Sociales UBA donde se abordó el rol del sobreviviente, la transmisión de la memoria, la lucha por la defensa de los derechos humanos y el resurgimiento de la apología de la dictadura.

En el marco de Semana de la Memoria de la Facultad de Ciencias Sociales, ANCCOM realizó una entrevista pública a Graciela Daleo, quien es socióloga, docente y sobreviviente del centro clandestino de detención, tortura y exterminio que funcionó en la ESMA. En la entrevista, Daleo habló sobre su cautiverio, su identidad como sobreviviente, la transmisión de la memoria y la situación actual, entre otros temas. Entre el público, estuvieron presentes la directora de la Carrera de Comunicación Social Larisa Kejval y el sociólogo Daniel Feierstein.

El micrófono de Daleo no se oye bien cuando intenta responder a la primera pregunta, por lo que la entrevistadora toma su micrófono y se lo pasa: “Se trata de compartir, no de ser tan individualista, que no haya micrófonos para uno solo, sino uno para muchos” dice Daleo, entre humorística y filosófica.

Es un jueves a las siete de la tarde en la Facultad de Ciencias Sociales, momento en el que muchos de los estudiantes se mueven por los pasillos al entrar o salir de sus respectivas aulas. En el foyer, varias personas están sentadas en filas de sillas blancas y miran hacia la mesa, donde se encuentran sentadas Daleo y su entrevistadora, Camila de la Fuente, prontas a comenzar la charla. Daleo estuvo detenida en la ESMA durante 15 meses entre 1977 y 1979 por su militancia en Montoneros. En ese lapso fue obligada a realizar trabajo esclavo. Pasó el resto de la dictadura en el exilio, en varios países, estuvo presa durante la democracia, fue testigo para que se juzguen a los represores en el exterior y declaró ante la CONADEP. Actualmente es socióloga y forma parte de la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Letras.

“Voy a hablar muchas veces en plural”, dice Daleo, antes de responder a la primera pregunta de la tarde, sobre cómo transitar el camino de transmitir la memoria, “porque toda mi experiencia de vida es colectiva”, asegura. Respecto a llevar a cabo la transmisión de la memoria en la actualidad, Daleo reflexiona: “Formo parte de la lucha, en esta etapa, sobre su continuidad”, pero subrayó que, en  sus inicios en la militancia, “las ambiciones eran mucho mayores: luchar contra el capitalismo, por un mundo en el que no exista la explotación del hombre por el hombre”.

Al interrogante sobre cómo incorpora el término sobreviviente a su identidad sin que este opaque otros aspectos de ella como persona, responde: “Mi esencia no es ser sobreviviente, pero si es una parte constitutiva de mi condición de sujeto, de persona, es una de las marcas más profundas que porto”, dice. Luego habla de resiliencia y de cómo la marcó haber sido desaparecida: “El intento fue rearmarnos como si fuéramos rompecabezas y volver a armarnos dentro de la lógica genocida. No nos rearmaron, no me rearmaron a su gusto, pero si se quedaron con una pieza”.

Enseguida trae aquel a la actualidad y traza un paralelo entre el razonamiento de los represores que, a través del cautivero y de ser utilizada como mano de obra esclava, ella iba a ser “recuperada para la civilización cristiana” y el reciente anuncio de que la Secretaría de Culto es ahora la Secretaría de Culto y Civilización.

Daleo también recordó un día, durante su cautiverio, en el que los represores sacaron a varios desaparecidos de la ESMA temporalmente. Contó que Argentina había ganado el Mundial 78 y llevaron en un auto con dos represores a ver los festejos del Mundial de 1978. Para ella, el interior del auto era una prolongación del cautiverio, entonces pidió permiso para asomarse por la ventana del techo, permiso que le fue concedido. Pero al ver a la gente festejando en la calle Cabildo se entristeció: “Si yo me pongo a gritar que soy una desaparecida, nadie me va a dar pelota. Eso es estar desaparecido; estar también en ese mundo real y concreto y que, para el resto, uno no exista”.

La magnitud del festejo era tal que los represores los llevaron a una parrilla en vez de volver al Centro Clandestino, y ahí Daleo pidió permiso para ir al baño. Una vez ahí, con un lápiz labial, que le habían otorgado para que se pinte y aparente normalidad, escribió en la pared del cubículo “¡Viva los montoneros! ¡Massera asesino!”. Y a continuación confiesa: “Salí y volví cautiva, esa sensación de libertad me duró segundos. Pensaba que si los represores revisaban el baño y veían eso escrito en el mismo color que tenía yo en los labios, iban a saber que había sido yo”. Pero, de todas formas, fue uno de los “pequeños e ínfimos gestos de resistencia que pudimos obtener”.

La entrevista avanza a la época en la que Daleo, ya liberada, participa de las denuncias a sus represores. Sin embargo, marca que los detenidos desaparecidos “empezamos a construir nuestros testimonios desde el momento en que nos ocultaron. La voluntad fue de atesorar toda la información que tuviéramos”. Y reflexiona: “Ni en las noches más esperanzadas en la ESMA se me ocurrió que podíamos llegar a tener más de 1.100 represores juzgados y condenados”. Enseguida señala que siempre tuvo la voluntad de “denunciar los crímenes y de recoger todo lo que pudiéramos para hacerle saber al mundo quiénes eran los criminales y quiénes eran los compañeros y compañeras victimizados por el Estado terrorista”. Daleo cuenta lo que hizo cuando la detuvieron en la entrada de un subte: “En esa voluntad de que el mundo supiera, grité el número de teléfono de mis padres y que me estaban secuestrando, que me iban a matar”.

Sobre la situación actual y las miradas de glorificación sobre la dictadura como las del gobierno de La Libertad Avanza y sus seguidores, Daleo expresa que no se trata de negacionistas, sino de reivindicadores, y subraya al protocolo anti-piquetes y a las políticas de hambre como “el mismo proyecto, pero perfeccionado”. También, sostiene que peligran la identidad y la vida junto a la memoria: “La memoria y la identidad y la historia es lo que nos permite pararnos en un territorio y decir venimos de acá y vamos para allá”, y marca que esto también está sucediendo en otras partes del mundo.

A Daleo también se le pregunta sobre el éxito de la película Argentina, 1985 (2022). Aunque valora el hecho de que le haga llegar el juicio a los seis comandantes a más personas, también marca las diferencias entre este y los juicios que se llevan a cabo hoy en día: “Los testigos podemos hablar sin que nos corten, no nos hostigan, estamos ahí en carne y hueso lloramos, nos reímos, nos ilusionamos”. Daleo insta a que más personas presencien estos juicios porque “al dolor de los otros hay que palparlo y sentirlo como propio”.

Los últimos temas que se tocan en la entrevista son qué hacer en la actualidad y cómo darle continuidad a la lucha por una sociedad más justa. Sobre lo primero, Daleo reflexiona que “nunca está todo servido, las construcciones exigen un esfuerzo” y que intentar transmitir es un acto de gran responsabilidad. Sobre la lucha por los derechos humanos, expresa que “hay que seguir haciendo, no dejar que nos gane la desesperanza, el escepticismo es para los cómodos. Cuando no nos quede más remedio que ser escépticos, mirémoslos a ellos”, dice, señalando al cartel detrás de ella con los rostros de estudiantes detenidos desaparecidos durante la dictadura que cursaban en la Facultad de Ciencias Sociales. “Pero no solo a ellos –continúa-, miremos a tantos y tantas que hoy están haciendo, miremos a los jubilados que ayer salieron a la calle a reclamar sus derechos, y mírense ustedes cada vez que hacen un acto solidario o un acto de desafío, de problematización”. Enseguida llama la atención y advierte: “Nunca las conquistas son definitivas, las conquistas se defienden con la lucha o te las arrebatan”.

Llega el momento de que el público plantee sus preguntas. La primera es sobre la diputada Lourdes Arrieta, quien visitó a represores condenados por delitos de lesa humanidad presos en Ezeiza, junto a otros diputados de La Libertad Avanza, pero luego denunció haber sido engañada y finalmente fue expulsada de este bloque por tensiones con los otros diputados. Daleo reflexiona sobre la responsabilidad que conlleva un rol como ser diputado y se refiere a casos como el de Arrieta como el resultado de una “militancia del pulgar”, refiriéndose al símbolo por el que se conoce al “me gusta” en las redes sociales. Otra pregunta es sobre cómo seguir tras ser abandonada por su patria, a lo que Daleo responde que, pese a esta traición y a haber vivido en el exterior, “este es mi territorio de amor y de lucha”.

Por último, el público le pregunta sobre el cuestionamiento hacia la figura de los 30 mil detenidos desaparecidos. Daleo vuelve a marcar que “las batallas no se ganan definitivamente” y habla sobre cómo “el genocidio no es solo el acto, es la construcción que hace de lo individual”, esta mentalidad de apatía a la que lleva, en la que el otro deja de ser importante. Explica que el cuestionamiento del número es para relativizar y “atacar la esencia de la lucha por la reivindicación de nuestros compañeros y por la denuncia de los represores” y agrega: “que esto te llene de dolor y de bronca, y que te llene de alegría cuando lo conseguimos”. Para cerrar, dice que encuentros como estos “son como un examen” para ella, “el aprobado o el reprobado lo pondrán ustedes”, concluye.

«Los diputados que visitaron a los represores ya perdieron todo tipo de honorabilidad»

«Los diputados que visitaron a los represores ya perdieron todo tipo de honorabilidad»

Legisladores reunidos en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento fracasaron una vez más en el intento de crear una comisión que investigue la visita de los legisladores de La Libertad Avanza a los represores condenados en la cárcel de Ezeiza.

Los legisladores que conforman la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento volvieron a suspender la conformación de una comisión especial para investigar a los diputados del bloque La Libertad Avanza que visitaron a represores condenados por delitos de lesa humanidad, en el penal de Ezeiza.

La Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, presidida por Silvia Lospennato del PRO, fue presenciada por distintos representantes de organismos de derechos humanos como Taty Almeida de Madres de Plaza de Mayo, quien además fue la primera en tener el uso de la palabra: “Venimos a exigir que realmente este deplorable episodio que ocurrió con los diputados que fueron a visitar a los genocidas, o sea a sus amigos, que directamente se los expulse”, pidió Almeida ante la comisión.

Margarita Cruz de la Asociación de Exdetenidos Desaparecidos, se sumó a la petición de Taty Almeida y denunció que no todos los represores fueron juzgados: “Se comprobó que hubo 800 centros clandestinos de detención y hay un promedio de dos represores por centro clandestino de detención, y no dan las cuentas porque para que funcione un centro clandestino de detención hay toda una articulación sistemática desde el que abre a la puerta hasta el que enchufa la picana”.

“Desde lo ético, desde lo moral, desde ahí es que nosotros cuestionamos que no tienen que seguir formando parte de esta Cámara, que el nombre completo es Honorable Cámara de Diputados de la Nación. Ellos ya perdieron todo tipo de honorabilidad”, declaró Guillermo Pérez Roisinblit, nieto restituido, en diálogo con ANCCOM.

Mientras adentro del establecimiento los diputados debatían, a las afueras del Congreso, sobre Avenida Rivadavia, un grupo de jubilados, que se encontraban protestando en contra del veto a la Ley de Movilidad Jubilatoria que anunció el presidente Javier Milei, fue reprimido con gas pimienta y golpeados por la Policía Federal. Si bien algunos diputados decidieron retirarse de sus sillas para observar qué sucedía, la comisión continuó con normalidad.

Después un largo debate, los legisladores aprobaron la propuesta de Juan Brugge, de Encuentro Federal, quien solicitó convocar una nueva reunión de las comisiones de Peticiones y de Asuntos Constitucionales para debatir si se conforma una comisión especial.

Sin embargo, antes de que esta petición sea aprobada, la diputada Cecilia Moreau, de Unión por la Patria, rechazó que el libertario Nicolás Mayoraz presida la comisión de Asuntos Constitucionales porque tuvo participación en los chats donde se organizó la visita a los represores. Finalmente, Mayoraz Aceptó que la diputada Maria Eugenia Vidal, del PRO, sea quien ocupe su lugar. Además, rechazó que exista “un plan de impunidad”, tal como lo acusó Moreau.

“Indudablemente hubo un retroceso, pero creemos que tienen que reflotar las políticas de Memoria, Verdad y Justicia con la lucha de los distintos organismos, de los distintos actores y del pueblo. Lamentablemente siempre ha sido así; nosotros no hubiéramos llegado a tener la democracia que tenemos si no hubiéramos estado todo el tiempo levantando estas banderas y reclamando por un poco más de justicia. Si el pueblo no sale a la calle, no salea pelear como las Madres y las Abuelas, no podemos llegar a ningún lado”, finalizó Guillermo Pérez Roisinblit.

Más respeto que soy tu abuelo

Más respeto que soy tu abuelo

La Policía Federal reprimió y lanzó gas pimienta a los jubilados que se manifestaban en contra del veto anunciado por Javier Milei a la ley sancionada por el Congreso que permite recuperar una parte del recorte que la motosierra del Gobierno aplicó a los haberes de la Tercera Edad.

Antes de llegar a la esquina de Rivadavia y Combate de los Pozos, ya podía escucharse el ruido típico de una multitud que reclamaba. Los autos y colectivos comenzaban a circular con cuidado mientras grupos y más grupos de personas  concentraban frente al anexo del Congreso. El piso está lleno de papeles en los que se puede leer ‘’no al veto’’ y ‘’aumento de la jubilación ya”.

 ‘’Yo vengo acá cada miércoles pero este es un miércoles especial’’,  le dijo una mujer de entre el grupo de jubilados a una joven. Cuando terminó de hablar con ella, siguió diciendo, pero esta vez para todos: ‘’¡No a la motosierra de Milei!’’, ‘’¡No al veto de Milei!’’.

 El pasado miércoles, 22 de agosto, el Senado aprobó la reforma que busca actualizar los haberes de los jubilados. Si la norma se aplicara, los ingresos mensuales de la mayoría, los que cobran la mínima, llegaría aproximadamente a 316 mil, es decir apenas un 35% de la canasta básica de un jubilado. No obstante, Javier Milei anunció que está dispuesto a vetar la ley. Ante esta posibilidad, Jubilados de Izquierda, MJL CONAT, la Confederación Jubilados de la República Argentina, entre otras organizaciones más, convocaron a una concentración para luego marchar a Plaza de Mayo en contra del veto del presidente de la Nación.  

A medida que va llegando la gente, el espacio empezó a quedar chico. En el centro de la calle, se empezó a armar el núcleo de la concentración. Se saludaban entre los presentes, conversaban, repartían volantes y escuchaban una radio abierta, la previa de una marcha. De a poco, los cantitos empezaron a tomar cuerpo:

‘’¡Milei, basura, vos sos la dictadura!’’, gritaba un puñado de canosos y cavos. Pero el canto se dejó de escuchar porque fue reemplazado por abucheos cuando salió la Policía Federal para formar un cordón delante de la concentración de jubilados. Resultado, los manifestantes se aglutinaron aún más.

-A ver, decime. Cuando pasó lo de la universidad salimos todos, ¿y ahora nadie tiene un jubilado en la familia? -dijo una de las señoras, apoyada sobre la pared, mientras dejaba salir un suspiro cansado.

En la esquina, un poco más alejado de la concentración, otro jubilado, entrevistado por un periodista, decía que ‘’yo pago los servicios, pago mi alquiler. Tengo que tomar siete remedios. No me queda para comer’’.

 

Los carteles y pancartas eran expresivos de la situación dramática por la que pasan los jubilados: ‘’Si hay veto, hay calle’’ se afirmaba en uno de los carteles. ‘’¡Con los viejos no van a joder más!’’, dijo alguien y alrededor suyo vitoreraron el grito. 

Sin embargo, el clima del lugar se transformó cuando la policía salió de su inercia y se lanzó a reprimir. Se empezaron a escuchar gritos a la vez que las bocinas de los colectivos sonaban cada vez más. Los uniformados empezaron a lanzar golpes y gases lacrimógenos y gas pimienta contra los manifestantes, que en su enorme mayoría pasaban los setenta años, y tuvieron que alejarse a la fuerza de la escena.

Una de las jubiladas se refregaba los ojos y le repetía a su compañero ‘’estoy bien, estoy bien’’, mientras a su lado, un chico, aturdido, estaba siendo atendido por cuatro personas al recibir de lleno el gas lacrimógeno en la cara. Las diferentes agrupaciones empezaron a los gritos para que de todas formas iniciara la marcha.

‘’Que tristeza, ya van a llegar a viejos ustedes’’ les gritaba, al pasar, una mujer a los policías que estaban a un lado. Su marido la llevó hacia él con el brazo, a modo de cuidado.

«Que tristeza, ya van a llegar a viejos ustedes’’ les gritaba, al pasar, una mujer a los policías que estaban a un lado. Su marido la llevó hacia él con el brazo, a modo de cuidado.

Aferrándose a sus conocidos, a las banderas o carteles que llevaban, la multitud de jubilados comenzó a cruzar la avenida Entre Ríos, desde donde estaba, frente al anexo de Diputados, hacia la Plaza Congreso. Acompañados del MST, el PTS, entre otros movimientos de izquierda y agrupaciones sociales, como el Polo Obrero, los jubilados dieron inicio a la marcha que terminaría frente a la Casa de Gobierno. 

 -Qué vergüenza, ¿a vos te parece que con la edad que tengo yo, tenga que venir acá? -le comentaba un señor que caminaba con dificultad a una mujer a su lado. Intercambiando opiniones, avanzaban por las mismas calles que meses antes estuvieron pobladas por manifestantes en contra de la Ley Bases, y que defendieron la educación pública.

Con carteles y al ritmo de las cacerolas, se escuchaba ‘’¡Jubilados, carajo! ¡Jubilados, carajo!’’. 

Mucha gente que circulaba por el lugar, en autos o por la vereda, se detenía para transformarse en testigos de esa multitud de mayores que marchaban hacia Plaza de Mayo. Algunos iban ayudados por bastones, por el brazo de su acompañante o incluso una señora en silla de ruedas participaba de la protesta. ‘’Trabajadora y, ahora, luchadora jubilada’’ comentó a ANCCOM.

Un grupo de turistas observaba mientras su guía les explicaba un poco del descenso al infierno que venía atravesando Argentina. 

La policía, después de reprimir y dejar varios heridos, siguió la marcha a un costado, cumpliendo con el protocolo de Patricia Bullrich. Los manifestantes, siempre cantando.

‘’¡Milei, basura, vos sos la dictadura. Milei, basura, vos sos la dictadura!’’

Atravesando Plaza de Mayo, los gritos se volvieron cada vez más fuertes. Aquellos que se encontraban sentados, esperando en el lugar, se pusieron de pie para caminar junto al resto hacia las rejas de la Casa Rosada. Aún acompañando la protesta con el ruido de las cacerolas, comenzaron a cantar ‘’por un paro general’’. 

 

Alrededor de las seis de la tarde, después de horas de cánticos y gritos, después de haber recibido golpes y gases lacrimógenos por parte de la policía, los jubilados y jubiladas empezaron a desconcentrarse lentamente y finalizaron otro miércoles más de reclamo.