¿Qué hay detrás de la salida de Spotify de Uruguay?

¿Qué hay detrás de la salida de Spotify de Uruguay?

La Ley de Rendición de Cuentas aprobada en octubre abrió el debate: mientras el gobierno dice buscar una remuneración justa para los artistas, algunos cantantes señalan que perderán difusión. El riesgo para las web educativas.

Los usuarios uruguayos de Spotify recibieron diciembre con una notificación de la empresa informando el cese de sus actividades en el país. Este contexto despertó recelo entre los artistas que temen por la pérdida de su principal distribuidora digital de música. Esta es solo la punta del iceberg de un problema aún mayor que enfrentan los autores, intérpretes y plataformas de la República Oriental.

El pasado octubre, el Senado uruguayo aprobó la Rendición de Cuentas de este año, una ley ómnibus que abarca diversidad de tópicos que escapan a lo simplemente presupuestario. En esta edición 2023, se incluyeron la aprobación de los artículos 329, 330, 331 y 332 que modifican la Ley N° 9.739 de Derechos de autor promulgada en 1937 y su actualización del año 2003.

El objetivo de esta aprobación es “el reconocimiento de un derecho y la búsqueda de una justa y equitativa remuneración para los artistas”, explica Ignacio Martínez, presidente del Consejo de Derechos de Autor perteneciente al Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay. Esto se lograría obligando a plataformas de distribución como Spotify a realizar pagos a gestoras colectivas que actúan como intermediarias entre las plataformas y los artistas. En Uruguay las gestoras colectivas que recaudan los derechos de autores e intérpretes son AGADU y SUDEI.

“Hoy no existe remuneración. Se trata de acceder a ella a partir de la legalización de los criterios y los reglamentos”, explica Martínez y expresa el deseo del Consejo de que se entienda al trabajador de la cultura como alguien que tiene derecho a ser remunerado. “No queremos perjudicar a nadie: ni a los productores ni a los intermediarios que difunden nuestra música. Queremos beneficiar a los artistas nacionales”, agrega.

El Laboratorio de Datos y Sociedad (Datysoc) es un proyecto de Uruguay que nuclea a un equipo interdisciplinario de profesionales interesados en el vínculo entre derechos humanos y la era digital. En un hilo de Twitter explicaron que “los artículos aprobados en la Rendición de Cuentas no abordan el problema adecuadamente y agregan disposiciones que perjudicarán a las plataformas educativas, los repositorios digitales y otros sitios web culturales sin fines de lucro”, ya que la ley no limita los cobros a las grandes empresas comerciales, sino que abarca a todos los sitios web.

Este nuevo contexto también implica complicaciones para los artistas. Según Jorge Gemetto, investigador de Datysoc, los autores perderán la libertad de entregar licencias gratuitas ya que se trata de un “derecho irrenunciable” por el cual las gestoras realizarán los cobros de igual manera, sin importar que los artistas no estén afiliados a ninguna de ellas.

Datysoc no está en contra de que Spotify y las discográficas paguen a las gestoras. El foco de su reclamo está en que la aprobación de los cuatro artículos no resuelve el problema de fondo: los escasos ingresos que perciben los autores e intérpretes frente a las ganancias de las plataformas y discográficas. “Los derechos de intérpretes y ejecutantes existen en Uruguay desde hace décadas”, explica Gemetto y agrega: “Lo que pasa es que los artistas firman contratos por los cuales se los ceden a las discográficas, que les pagan muy poco”. Frente a esta situación, Gemetto plantea dos posibles soluciones: una más racional pero difícil de ejecutar que es la regularización de los contratos entre artistas y discográficas. La alternativa sería que se haga el pago directo de las plataformas a los artistas, medida que implicaría acotar con precisión qué tipo de plataformas cargarían con esa obligación.

El porcentaje que perciben las gestoras también representa un foco de esta problemática. “Son organizaciones que recaudan para los artistas pero que tienen comisiones altísimas: AGADU cobra hasta el 45%”, detalla Gemetto. Por eso, muchos autores e intérpretes eligen gestionar sus propios derechos; se trata de una libertad que está avalada por ley y que se va a perder con la aprobación de la Ley de Rendición de Cuentas: “Sin importar lo que opinen los músicos independientes, las gestoras van a cobrar en nombre de ellos. Y si no son socios, no van a poder ir a buscar lo que la gestora cobró en su nombre”, explica Gemetto. En eso consta el derecho irrenunciable.

Pánico

 El viernes pasado, Spotify sorprendió a sus oyentes uruguayos con el infame comunicado que explicaba su salida. En él señala que “los cambios con esta nueva ley podrían obligar a Spotify a pagar dos veces por las mismas canciones” y, a no ser que el gobierno explicite que las discográficas y editoras se harán cargo de esos gastos, su negocio de “conectar artistas y fans” sería insostenible.

Este mensaje tuvo como consecuencia la creación de una cuenta de Instagram anónima llamada Artistas Uruguayos que difundió un comunicado en el que piden la corrección urgente de los artículos que les competen ya que “lo que se está intentando revisar es objetivamente menor en relación al riesgo de perder un aliado tan importante para la industria de la música uruguaya como es Spotify”. Dando a entender que la remuneración justa queda en segundo lugar frente a la difusión mundial que les permite la plataforma.

Según Gemetto, esta postura es tomada por la camada de artistas jóvenes cuya sostenibilidad depende de las grandes plataformas de distribución como Spotify y afirma que su salida del país sería “un desastre” en tanto que se trata de su mayor canal de difusión y “no hay nada que lo reemplace”.

Martínez explica que la plataforma “jamás pidió conversar estos asuntos y lanzó una campaña equivocada, con datos falsos y una clara tergiversación de la información. Ha sido la Presidencia de Uruguay la que ha pedido encontrarse por videollamada y ahora está elaborando un proyecto de solución”, el cual se vería reflejado en un Decreto Reglamentario.

“La amenaza de irse de Spotify es una bravuconada”, opina Gemetto y agrega que despertó una discusión que impide ver la complejidad de una ley mal hecha. Si bien duda que la salida se vaya a concretar, Gemetto junto a sus colegas de Datysoc temen que el gobierno uruguayo haga un acuerdo que beneficie a Spotify y no derogue los cuatro artículos, dejando al resto de los sitios web en “una situación muy complicada” en la que se verán obligados a pagar a las gestoras. “Nuestro miedo más grande es por las plataformas educativas. Sobre todo el Entorno Virtual de Aprendizaje de la Universidad de la República, que tiene unos cien mil estudiantes”, explica. Las gestoras podrán ir tras cualquier plataforma, incluso si se trata de plataformas que usan contenidos sin fines de lucro, con licencias abiertas o que pertenecen a autores e intérpretes independientes.

El comunicado de Spotify opacó el problema estructural que presenta la Ley de Rendición de Cuentas. “Desde Datysoc pedimos que se deroguen los cuatro artículos que se aprobaron y que se empiece de cero a discutir en serio la cuestión de la remuneración justa para autores e intérpretes. Esa discusión seria implica tres patas: lo que tienen que pagar las plataformas, lo que tienen que pagar las discográficas y lo que se están quedando las gestoras colectivas”, resume Gemetto. Todo indica que Uruguay seguirá bailando al ritmo de Spotify al menos un tiempo más.

 

En el nombre del padre, del hijo, y del rock

En el nombre del padre, del hijo, y del rock

Dirigida por Guillermo Rocamora, se estrena en el país Temas propios, una comedia que enfoca en las relaciones entre padres e hijos, las crisis vocacionales y el paisaje de las bandas independientes. “Me considero un contador de historias”, dice el director de esta película, representante por Uruguay en la preselección de los Oscar.

“A mí me interesaba crear una comedia que te haga reír pero en donde los problemas que los personajes atravesaran fueran profundos”, comenta el director uruguayo Guillermo Rocamora. Este jueves 14 de septiembre se estrena en los cines de Argentina Temas Propios, una coproducción argentino- uruguaya que cuenta con el apoyo del INCAA y que está preseleccionada para los premios Oscar como mejor película internacional.

“Me vino el recuerdo de que mi hermano invitó a mi papá a tocar a una banda de rock cuando mis padres se separaron –dice Rocamora, en diálogo con ANCCOM–. Y también quería tratar el tema de las crisis vocacionales que yo viví en mi juventud”.

La película trata de un joven de 18 años, Manuel, apasionado por la música en plena crisis de vocación, y un padre inmaduro en una crisis de los cuarenta. En medio de una tormenta familiar, tras la separación de los padres, y con el hijo más chico a punto de ser echado del colegio, a Manuel y el padre no se les ocurre mejor idea que formar una banda de rock. Temas Propios cuenta el difícil camino de convertirse en adulto, el vínculo entre padres e hijos y el mundo de las bandas independientes.

Protagonizada por Diego Cremonesi, Franco Rizzaro y Ángela Torres, en esta comedia de 91 minutos se intenta mostrar todas las facetas de cada uno de los personajes, principalmente de los padres, para que así el espectador pueda empatizar con sus problemas y ver la transformación de cada uno de ellos.

Fue por el año 2008 cuando surgió la idea de Temas Propios, un recuerdo y una historia familiar que diez años después finaliza en un guion literario. La voz del director a través de la cámara revive ciertos momentos personales, pero a la vez logra transmitir y tocar esos problemas que un montón de gente vive y vivió a lo largo de su vida. “La música es un lugar donde me siento cómodo para representar estas situaciones de crisis vocacionales o de identidad que quiero contar”, dice Rocamora          .

En este proyecto incorporó a su equipo de trabajo a Juan Campodonico y Martín Rivero, quienes se encargaron de la supervisión musical. “Ellos fueron cruciales para la construcción de los personajes y los ambientes musicales en los cuales se iban a involucrar. Había que crear un ambiente musical convincente para la banda del hijo, que coincidiera con el tipo de música que el padre tocaba en su juventud”, afirma el cineasta. La música juega un rol clave en la película, no solo por la banda sonora, sino también por las canciones que los personajes iban a interpretar en sus bandas. “Ahora estamos sacando videoclips de las canciones tomadas de distintos artistas uruguayos, pero versionadas a la película”, apunta el director.

Sin embargo, uno de los trabajos más arduos fue el casting y la selección de actores y actrices, ya que en ciertos personajes resultaba indispensable que supieran cantar y tocar algún instrumento. “Diego Cremonesi fue una de las excepciones, tomó clases de canto, guitarra y bajo para quedarse con el papel del padre. La idea era mostrar que estaban naturalizados con los instrumentos, como si los hubieran tocado de toda la vida”, cuenta Rocamora.

Por estos aspectos, y así como la dirección de fotografía a cargo del argentino Julián Apezteguía, que trabajó en películas como El Ángel y El Clan, este largometraje fue preseleccionado para representar a Uruguay en los premios de la Academia hollywoodense de los Oscar. “Lo tomé con alegría sobre todo porque quienes eligen eso son mis colegas, los productores, realizadores, los críticos, los trabajadores del mundo del cine. Es un orgullo muy grande que esa gente te elija para eso”, dice el director.

El cine latinoamericano nuevamente se hace presente en las premiaciones estadounidenses, más allá de los graves problemas económicos que atraviesan en estos últimos años Argentina y Uruguay. Rocamora señala: “Se ha complicado mucho en el último tiempo la financiación de películas, históricamente en nuestros países era algo más accesible, y ahora cada vez se complica más. Y eso atenta contra la diversidad, y solo llegan directores que ya tienen carrera o las grandes producciones”.

El director remarca la importancia de la existencia del INCAA, que apoyó en la financiación de esta cinta, y que se mantengan las políticas públicas orientadas al cine ante un eventual cambio de gobierno. “La industria y el cine cultural son dos caras de la misma moneda, entonces yo creo que en vez de dividir hay que unir cada vez más. El INCAA es importante para el país, porque es como no tener un himno, una bandera o una moneda, ahora que se está discutiendo tanto en torno a ese tema; y es clave para desarrollar lo industrial y no perder la identidad”.

La película también cuenta con el apoyo económico de institutos, agencias y programas estatales de Uruguay. Estos organismos nacionales, en los países rioplatenses permiten una mayor diversidad de contenidos, calidad, y mayor igualdad de oportunidades.

En los últimos años, la industria del cine y las plataformas ha avanzado sobre la Argentina. “En el cine argentino siento que se están partiendo un poco las aguas entre las películas de autor y las de plataforma o de producción grande; igualmente no por eso pierde calidad, el cine argentino es impresionante y hay cada vez más realizadores. Pero a veces veo que a ciertas películas les interesa menos contar una historia, y vienen más enlatadas”, opina Rocamora.

“Yo no tenía claro que quería ser director de cine ni hice el recorrido clásico de los que estudian. Más que un cineasta me considero un contador de historias, me gusta contar chistes, cuentos, anécdotas. Y me di cuenta de que el cine me iba a ayudar a contarlas”. Un joven que en un principio quería ser periodista, que es licenciado en Ciencias de la Comunicación, y que luego comenzó su camino en el mundo del cine en el 2004, tras haber participado en la producción de Whisky.

En la actualidad, luego de ya finalizado este proyecto, el cineasta se encuentra trabajando con la adaptación de una novela de Mario Levrero, y en una nueva serie titulada AMIA, lo que implica todo un hito en el mundo del cine, ya que es la primera vez que un director uruguayo hace una serie para un país extranjero, en este caso con una productora israelí. Por lo que, Israel, Uruguay y Argentina se unen para trabajar sobre el atentado en la mutual judía en el año 1994, el cual ya tiene fecha de estreno para febrero de 2024.

Gualeguaychú, el paraíso argentino de los uruguayos

Gualeguaychú, el paraíso argentino de los uruguayos

A medida que la corrida cambiaria crece, cada vez cruzan más charrúas a la ciudad fronteriza para hacer compras. Alegría de los comerciantes pero quejas de los vecinos que deben pagar sobreprecios.

Desde la reapertura de la frontera que une Gualeguaychú y Fray Bentos el 10 de diciembre de 2021, la ciudad argentina ha experimentado un aumento de ocupación y ventas que se refleja en el entusiasmo de los comerciantes: “Gracias a los uruguayos, una parte de Gualeguaychú no ha cerrado las puertas”, cuenta Malena, dueña de Koala, una tienda de ropa ubicada en el centro.

Tomando como referencia el precio del dólar durante la Semana de Turismo (desde el 3 al 9 de abril), el Salario Mínimo argentino equivale a USD 377,02 y el uruguayo a USD 544,56. Esa brecha se estiró de manera dramática esta semana, a partir de la nueva corrida cambiaria. Si bien Uruguay tiene una inflación estable, los sueldos son bajos en comparación a los precios de productos de uso cotidiano en ese país. “Acá me llevo nueve litros con lo que allá compro tres”, explica Silvana, una turista uruguaya, con respecto al jabón para lavar la ropa.

Al viajar a Gualeguaychú, los artículos que suelen priorizar los orientales son los alimentos envasados, los productos de limpieza y perfumería. Aún así, durante la Semana de Turismo, también los rubros textil, hotelero y gastronómico tuvieron un alza en sus ventas. Silvana cuenta: “Allá somos más prácticos” en referencia a que no compran siempre en los mismos negocios, sino que van buscando el mejor precio y rara vez se dan el “lujo” de salir a comer.

En general, los comercios del centro gualeguaychense ya se han acostumbrado a la clientela extranjera. Muchos de ellos cuentan con carteles que anuncian la cotización del dólar y del peso uruguayo y otros incluso realizan descuentos y beneficios exclusivos para atraer a posibles compradores. “Nosotros tratamos de tener incluso un poquito más alto el dólar que una casa de cambio”, comenta Victoria, empleada de una perfumería.

 

No todo es carnaval

El constante movimiento de uruguayos en la ciudad carnavalera no supone la compra sin límites de productos, algo condicionado por el Código Aduanero (la ley N° 22.415) que entre sus disposiciones limita la importación y exportación en base a la cantidad, calidad, variedad y valor de la mercadería.

“Acá yo mucho no les vendo porque tienen problemas para pasar los alimentos”, explica Liliana, vendedora de El Kapé, tienda de productos regionales. Si bien los viajeros cuentan con una franquicia de 300 dólares por persona, hay productos agroalimentarios que se encuentran prohibidos como son las frutas, verduras frescas y cualquier tipo de carne por cuestiones fitosanitarias.

La mercadería tampoco puede tener una finalidad comercial. Como ilustra Gustavo Falcón, administrador de la aduana de Gualeguaychú: “Si yo te traigo esos 300 dólares de remeras, son un montón de remeras y por la cantidad ya presumiría que no es para uso personal, sino para venderlas”. Este tipo de acciones implica una infracción y es sancionada.

A pesar de las limitaciones, la cantidad y variedad de mercadería que los uruguayos compran sorprende a algunos gualeguaychenses como Miguel: “Yo pensaba ‘¿Cómo llevan tanto a la vista?’ Porque 300 dólares es mucha plata para nosotros”.

Góndolas vacías

El constante movimiento comercial ha despertado opiniones encontradas entre los ciudadanos de Gualeguaychú como la disconformidad frente al desabastecimiento de productos en supermercados y la sucursal de Farmacity que hay en la ciudad y la escasez de ofertas. Las quejas se han hecho visibles en grupos de Facebook como Aquí me quejo y en las conversaciones del día a día. “Está bueno que vengan y compren pero que no se abusen porque compran demasiado”, comenta Norma en una reunión familiar.

Los faltantes de combustible fueron lo que motivaron la suba diferencial de precios por parte de la petrolera YPF para vehículos con patente extranjera. En la sucursal La Rotonda Combustibles, la medida comenzó a implementarse en abril de 2022, antes de que se aplicara a nivel nacional. Según Horacio, su encargado, desde entonces “paran algunos extranjeros que ya están jugados porque están muy lejos de la ciudad pero la mayoría pega la vuelta y se va”.

En los supermercados también se notan los faltantes de mercadería pero no se debe principalmente al consumo uruguayo. De acuerdo a Juan Carlos García, encargado de una de las sucursales de Supermercados Malambo, el desabastecimiento se produce por la especulación de los distribuidores con respecto al dólar. Entre los productos que menos ingresan menciona el azúcar, el arroz y el huevo. Y agrega que “mientras no cambie algo en la economía argentina, vamos a seguir estando igual”.

García aclara que los precios están sujetos a las tasas municipales: “Los impuestos son más caros acá en Gualeguaychú, por eso también los productos son un poquito más caros”. De acuerdo con el Código Tributario Municipal, la alícuota general es del 1,50%.

El disgusto por los precios elevados es moneda corriente entre los ciudadanos de Gualeguaychú. Muchos de ellos adjudican tales subas a la demanda que genera el movimiento de inmigrantes golondrina.

Los precios por las nubes

El disgusto por los precios elevados es moneda corriente entre los ciudadanos de Gualeguaychú. Muchos de ellos adjudican tales subas a la demanda que genera el movimiento de inmigrantes golondrina. Con respecto al rubro farmacéutico, Miguel explica: “Tengo amigos que remarcan más de lo normal porque el uruguayo lo lleva igual”.

El economista y docente de la Universidad Nacional de Jujuy, Gastón Remy, conoce el fenómeno de primera mano porque también se da en su provincia y descree de que su impacto sea significativo: “Si son personas solo de paso, tiene poco impacto económico”. Aún así, admite que una inflación localizada es posible en zonas de frontera en respuesta a “una fuerte demanda de consumidores del país vecino como consecuencia de un tipo de cambio alto, cuestión que abarata los bienes locales y estimula la compra desde el exterior”.

Tanto la sensación como el impacto real se asocian en el fenómeno que viven las ciudades de frontera. En concreto, al comparar los precios de supermercados de Gualeguaychú y Buenos Aires, se pueden ver diferencias que demuestran que la ciudad carnavalera tiene ventaja cuando se trata de algunos productos y marcas específicas. Por ejemplo, un dulce de leche clásico de primera marca en una cadena de supermercados en Buenos Aires cuesta 450,10 pesos mientras que su sucursal entrerriana lo vende a 424,65 pesos. ¿Discusión cerrada? En un momento en que los precios cambian constantemente no es tan fácil llegar a conclusiones definitivas.

A pesar del cansancio y el mal humor que expresa parte de la ciudadanía gualeguaychense frente al movimiento de sus vecinos, muchos comerciantes destacan el impacto positivo que ha tenido sobre la economía. Si bien los más beneficiados fueron aquellos comprendidos en el centro de la ciudad, los efectos se hicieron notar a nivel general. Como explicaba Noemí, dueña de Friends Forever, una distribuidora de panificados, esta situación genera que trabajen todos en tanto que “es una parte del engranaje que hace que se mueva toda la ciudad”.

 

El buquepolio

El buquepolio

Para llegar a Uruguay por vía marítima hay que pagar por lo menos 40.000 pesos. Mientras tanto, los trabajadores argentinos de la empresa son desplazados debido a que la firma tiene una sola nave de bandera nacional y no está en condiciones de viajar.

Hubo un tiempo en el que había todo tipo de opciones para cruzar el río entre la Argentina y el Uruguay. Las clases acomodadas subían sus autos al Luciano Federico de Buquebus y terminaban en Punta del Este. Los trabajadores de la isla Martín García, de Colonia del Sacramento, o los del Delta del Tigre, en cambio, iban y venían en La Cacciola. Una flota mucho más económica que derrochaba simpatía al bolsillo del consumidor. 

 ¿Qué cambió con el tiempo? ¿Cuándo fue que Buquebus se volvió un monopolio? ¿Se volvió un monopolio? A lo largo de toda esta trama fluvial hay un misterio por resolver. 

 El empresario Juan Carlos Lopez Mena, oriundo de La Pampa, fundó Buquebus en el año 1982. En 2018 este hombre manejaba el 80 por ciento del transporte fluvial entre Argentina y Uruguay y facturaba US $250 millones al año. Pero la realidad de los trabajadores de SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos) es muy distinta a la de Lopez Mena.

 ANCCOM fue a buscar la palabra de Buquebus y no hallamos respuesta a todos estos interrogantes que circulaban alrededor de este gigante fluvial. El miércoles 11 de mayo de 2022, un día atípico en esta empresa, llamó la atención no ver a nadie en ningún sector. Parecía como si realmente una pandemia zombie los hubiese raptado a todos allí y se llevará a los trabajadores de la empresa. Nadie, absolutamente nadie. 

 Vacío informes, vacío el servicio de caja, y el stand del Ministerio del Interior, la misma situación. En el hall de espera había, como mucho, 10 pasajeros. Una señora sordomuda hacía señas, a la nada misma, porque nadie había allí para ayudarla.

Aire de lucha

 El pasado 17 de mayo, los trabajadores de SOMU se movilizaban en busca de respuestas. A pesar de las circunstancias que los habían llevado hasta allí, se vivía un ambiente de fiesta y alegría. Se movilizaban al ritmo de bombo y trompetas, el clima de celebración era evidente. 

 Se reunieron a las 9 de la mañana. Todas las delegaciones marítimas estaban presentes. Luego emprendieron la marcha desde la calle Perú 1667, sede del Sindicato, para trasladarse a Plaza de Mayo y llegar a Casa Rosada. La voz cantante la llevaban Hernán De Corte (Secretario Nacional de SOMU) y Raúl Durdos (Secretario General de SOMU). 

 El primer objetivo de esta movilización era ser recibidos por el presidente de la Nación, Alberto Fernández. Para luego llevar esa firma hacia el Ministerio del Interior. Aunque sus esperanzas eran pocas, allá emprendieron camino. 

 Cada delegación llevaba su bandera, como diciendo “acá estamos, escuchénos”. 

 “Pueden venir de todos lados, seccional San Fernando, Necochea, Mar del Plata. No te sé decir cuántas personas asistieron hoy, acá”, decía Roque, trabajador de SOMU. El piso de las calles estaba colmado de folletos, que cada marinero dejaba a su paso. “Buquebus vende Patria”, es el que más resonó esa tarde. En esas tres palabras, se escondía la historia de todo este entramado.

 Bombos, platillos y trompetas cada vez más fuertes, acompañaban al orador, Alejandro Vargas (Secretario de Relaciones Laborales de SOMU), diciendo “en la actualidad hay más de 25 familias que se encuentran con deuda de sus salarios, con el total de 24 meses y que encima fueron despedidos, sin abonarles sus correspondientes liquidaciones. Pedimos urgente intervención en esta situación para que los trabajadores de esta empresa puedan cobrar lo que les corresponde en un plazo prudencial. Buquebus, la empresa emblema del turismo del Río de la Plata que posee cuatro embarcaciones, 3 de bandera uruguaya y solo una de bandera Argentina y hace años solo navega con los buques de bandera uruguaya y posee un estado de abandono el de bandera Argentina. De ella dependían 60 trabajadores y trabajadoras, en los últimos meses la situación fue empeorando. Ya hace más de dos años que los trabajadores no poseen incrementos salariales y despidió mediante un retiro extorsivo a más de 30 tripulantes. Exhortamos a quién integra la empresa a terminar con los atropellos con los trabajadores argentinos y que saquen de manera urgente el buque de pabellón nacional a navegar, manteniendo los derechos de los tripulantes, actualicen sus salarios y abonen sus respectivas deudas”.

 Como segunda voz, llegó Raúl Durdos: “Queremos que nuestra marina mercante, sea la que fue. Venimos acá para que los funcionarios que no funcionan, funcionen y aquellos que funcionan que se despierten. Así de una vez por todas empiecen a defender la soberanía nacional. Porque si no lo hacen ellos, lo vamos a hacer los trabajadores y las trabajadoras”. Al finalizar el discurso, se escuchaba el claxon de los barcos, resonaba fuerte en los oídos de todos los trabajadores. Gritaban canciones de SOMU y volvía la marcha peronista al ruedo, así como también el ambiente de fiesta y alegría que se había perdido con el golpe de realidad que había dejado el petitorio. El clima había cambiado 180 grados, comida y bebida repartidas para todos los allí presentes. Más tarde, Durdos entraría a Casa Rosada y lograría el cometido: ser recibido por el Presidente Alberto Fernández. 

 “Acá se respira aire de lucha», fue la frase más escuchada a lo largo de todo el recorrido.

Dos entrevistas

Luego de unos días, Hernán De Corte (Secretario Nacional de SOMU), recibió a ANCCOM para seguir develando las maniobras del gigante fluvial. 

¿Cuál es la relación del sindicato con Buquebus? Si es que la hay. 

Muy mala, estamos en este momento en un marco conciliatorio con el Ministerio de Trabajo. Todas las propuestas a los trabajadores son despidos encubiertos y los estamos rechazando totalmente. Si bien hubo arreglos,  nosotros no estamos de acuerdo. Estamos en el marco de una reunión, no de una conciliación obligatoria pero si de una negociación en el Ministerio de Trabajo, paritarias y de condiciones de trabajo.

  ¿Este fue uno de los motivos por los que se movilizaron el 17 de mayo? ¿Era parte del reclamo?

-Sí, por supuesto. Hay también un abanico importante de otros reclamos. Buquebus tiene cuatro barcos, pero uno solo es de bandera nacional y justamente ese es el barco que no está navegando. Cuarenta y cinco familias dependen de esa nave.

¿Los otros tres barcos navegan?

Sí, pero son de bandera uruguaya, razón por la cuál todos los trabajadores afiliados al sindicato están sin trabajo. Están trabajando a la orden, porque el barco está parado, están en guardia, no salen, estos muchachos están rotando ahí y lo que quiere hacer la empresa es navegar con esos barcos y no con éste, de bandera argentina. 

¿Están contratando trabajadores de Uruguay?

Esos tres barcos están tripulados por gente uruguaya.

 ¿No hay ningún argentino?

No, todos uruguayos. Sería como Colonia Express que tiene el 100 por ciento, lo mismo. Pero acá tenemos un solo barco y está parado.

¿Buquebus y Colonia Express son lo mismo, en este momento? 

 Sí, en este momento son lo mismo. Y las leyes que rigen de una embarcación son según la bandera que enarbola. En este caso estos tres barcos son de bandera uruguaya. 

¿Considerás que Buquebus se ha convertido en un monopolio?

Sí, totalmente.

¿Hay ejemplos para probarlo?

 ¿Cómo viajás si no vas en Buquebus? Por supuesto que es un monopolio.

¿Cómo nació este monopolio?

Yo creo que la base de todo esto es económica. La empresa lo único que quería era esto. Y lo están haciendo. Y gracias a Dios hay un sindicato que le está poniendo la proa y no dejando que avance. Porque sino sería mucho más grande el monopolio, mucho más daño el que le haría a los trabajadores y a los que viajan, también. Los pasajeros que lo padecen. Lopez Mena es un tipo muy peligroso, muy cercano. Tiene una actitud pueril todo el tiempo. Es muy siniestro.

¿A quién es cercano?

Al gobierno de turno, en este caso hoy por hoy a Alberto Fernández. Fue cercano a Cristina cuando estuvo en el poder, fue cercano a Mauricio Macri en su momento. Es un tipo muy audaz. 

¿Qué pasó con La Cacciola, y qué papel tuvo Buquebus en todo esto?

Cuando vende, cuando se va Cacciola, el otro que tiene la patente o permiso para ir a Nueva Palmira, Uruguay, es la empresa de Lineas Delta, que trabajaba en el mismo edificio que Cacciola. Bueno, Líneas Delta se quedó ahora con todo el edificio de La Cacciola. Hoy el dueño de Líneas Delta es el hermanastro que antes estaba a cargo de Cacciola y que le vende Cacciola a Grupo ERSA. Buquebus, hoy tiene un convenio en esta sociedad con Líneas Delta, que son los únicos que van a Uruguay saliendo desde Tigre a Nueva Palmira. Venden ellos pasajes en nombre de Buquebus pero los viajes los hace Líneas Delta. 

Pero, ¿ya no sería con el nombre de Cacciola, ya desapareció?

Están en el edificio de Cacciola, pero el dueño de Lineas Delta es el último gerente de Cacciola. Y los trabajadores, nosotros hicimos que vayan a Líneas Delta. 

Después de conversar con Hernán De Corte, sumamos una segunda entrevista. Esta vez, con Alejandro Vargas, Secretario de Relaciones Laborales de SOMU.

¿Cómo se le paga a esas personas que no están trabajando, si en plena pandemia, el año 2020 el único que ofrecía este servicio era Buquebus, dejando de lado a Colonia Express?

Es difícil. Pensá que Buquebus tiene la concesión de una de las dársenas más importantes de la Provincia de Buenos Aires, que es la dársena norte, que tiene media dársena concesionada por 30 años, que está a cuatro cuadras de microcentro, cuando Colonia Express tiene un kiosquito en la dársena sur. Es realmente desproporcionado hasta la ayuda estatal que tiene actualmente.

¿De qué trabajás en Buquebus?

 Soy efectivo de la empresa Buquebus y hace un par de años que estoy acá en la organización. Tengo relación de dependencia con Buquebus.

Un pasaje a Colonia ida y vuelta sale $40.000. El precio parece desorbitante. Por eso, luego de las entrevistas, fuimos nuevamente a buscar la palabra de Buquebus, dándole el derecho a réplica. El monopolio otra vez se negó a dar declaraciones. 

A los charrúas les meten el perro

A los charrúas les meten el perro

Se reabre el debate en torno a las carreras de galgos. Desde diciembre del año pasado se encuentra en vigencia la Ley 27330 que prohíbe la carrera de galgos en todo el territorio argentino, sin embargo los galgueros han encontrado dónde desarrollar la actividad prohibida en el país: los canódromos de Uruguay. Hace un mes se llevó a cabo una audiencia pública en la que participaron exponentes argentinos y del país vecino para tratar esta problemática y discutir un proyecto de ley para prohibir las carreras de perros también del otro lado del Río de la Plata.

Andrea López, abogada integrante de Proyecto Galgo Argentina, considera que la ley 27330 es de vanguardia y de suma importancia en tanto que busca proteger la integridad física y psíquica del animal, como así también acabar con otros delitos asociados como el trabajo infantil, la ludopatía, las drogas y las apuestas clandestinas. Por este motivo propuso apelar a los convenios de cooperación jurídica internacional, frente a las migraciones de galgueros argentinos para continuar con el negocio en los países limítrofes.

La ley argentina establece que están prohibidos tanto el desarrollo de las carreras como las actividades previas, es decir su organización y la promoción de las mismas. “Esto se debe a que los perros no solamente son explotados en la carrera en sí”, agregó López. La abogada explicó que aquellos que van a correr al país vecino ya están incurriendo en un delito, porque todo el planeamiento y logística para viajar con sus galgos se está llevando a cabo en la Argentina, es decir la organización. “Esto es muy difícil de investigar, por eso los convenios de cooperación jurídica internacional deben buscar acuerdos para combatir estos delitos trasnacionales”. La penalista hizo un paralelismo con compra de marihuana, que en Uruguay es legal. “Pongamos el ejemplo de la legalización del cannabis en Uruguay para quienes son ciudadanos. Los argentinos que viajan a dicho país no tienen permitido comprar la droga. Esto se debe a que no se busca favorecer el turismo canábico, ya que en nuestro país está prohibido. Lo mismo debería ocurrir con las carreras de galgos. Aquellos galgueros que evaden la ley argentina compitiendo en Uruguay deberían ser sancionados”.  

En contraposición, Leonardo Del Río, integrante de la Asociación Uruguaya de Galgueros y Organizadores Unidos, se manifestó a favor de la migración de los competidores. “Los galgueros argentinos que compiten en Uruguay van a desarrollar un deporte y a ejercer un derecho que les quitaron en su país”, dijo.

Por su parte, el diputado uruguayo por el Partido Nacional, Gastón Cossia, autor del Proyecto de Ley de Prohibición de Carreras de Perros en Uruguay, se manifestó solidario con el pedido de la abogada López y Proyecto Galgo Argentina. “Sabemos que costó mucho trabajo la sanción de la ley en Argentina. Por eso nosotros, como legisladores del país hermano, tenemos la enorme responsabilidad de evitar la violación de dicha ley en nuestro territorio. No podemos permitir que en nuestro país se desarrollen actividades por las cuales en su país están penados legalmente. Este aspecto es uno de los caminos que tenemos que explorar en tema de colaboración internacional”, dijo.

En concordancia con lo dicho por el diputado Cossia, la Senadora Magdalena Odarda, autora de la ley, contó que si bien en Argentina la norma fue aprobada en el Senado casi por unanimidad, tuvo mayores obstáculos en la Cámara de Diputados. Además, recordó que luego de la sanción tuvieron inconvenientes con el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, quien cuando los galgueros fueron a pedirle explicaciones acerca de la prohibición de su negocio, Larreta los mandó a la casa de la senadora Odarda a buscarlas. Ellos siguieron su consejo: “Lamentablemente fueron, nos amenazaron con incendiar la casa y el auto”, agregó. Sin embargo, ella no se arrepiente de los esfuerzos hechos, junto con la ONG Proyecto Galgo Argentina, porque ha tenido la propia experiencia de haber rescatado a un galgo, una perrita llamada Ley Quimey, abandonada en una estación de servicio que según la senadora es la alegría de su casa. “Es muy importante dejar de considerar a los animales como objetos que podemos tener, torturar y matar. Ellos son seres sintientes. Y en ese sentido una ley que prohíbe las carreras de galgos en Argentina significó un gran hito en esta lucha”, agregó Odarda. 

El acercamiento del diputado Cossia con el proyecto de ley surgió de un caso clínico, mientras trabajaba como médico veterinario. En 2008 conoció a un galgo hembra, “Negra”, que venía de un circuito de carrera. Presentaba muchos problemas crónicos por lo que Cossia junto a sus colegas decidieron estudiarla. En 2016, Cossia inició una serie de denuncias a la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (COTRYBA) en contra de la carrera de galgos y argumentó la prohibición de la actividad porque consideraba que violaba la normativa de Bienestar Animal sancionada en 2009, al no haber control sanitario de ningún tipo sobre los ejemplares que participaban y debido a que las competencias daban lugar a apuestas clandestinas.

Sin embargo, COTRYBA rechazó la propuesta de prohibición argumentando que esa Comisión regularía la actividad e impondría el control de bienestar animal. Cossia afirmó que esta regulación nunca se llevó a cabo y esto los motivó a elaborar el proyecto de ley para prohibirlas. «Nuestro país está muy hermanado culturalmente con Argentina y vimos, a través de los medios de comunicación, el trabajo que se hizo desde Proyecto Galgo Argentina. Al mismo tiempo observamos que en Uruguay, lo que empezó como una actividad amateur que se desarrollaba al interior del país de forma esporádica, se había convertido en la industria de la carrera de galgos. Entonces empezamos a conocer los aspectos no visibles de esa actividad, como la punta de un iceberg, porque uno lo que ve son los perritos corriendo, en un aparente buen estado y no advierte todo lo que hay detrás”.

En la misma dirección Evelyn Segredo, activista uruguaya de la Asociación Por el Trato Ético Hacia los Animales (Aptéha), denunció que en su país existe una ley de Bienestar Animal pero que en la práctica no se hace nada. “No tenemos registros documentales fácilmente accesibles de qué canódromos hay en Uruguay, dónde están, quiénes los llevan adelante, cómo son regulados, cómo se seleccionan los galgos ni quiénes son los galgueros de nuestro país”, dijo. Sin embargo, Del Río afirma que hay una nueva ley que obliga a los dueños de los animales de competencia a colocarles un chip de identificación. Por lo cual se podría conocer fácilmente quién es el responsable de cada galgo.